Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
difundido el domingo 27/01/13 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
ALGO DE UN EDIL Y OTRA DE DOÑA HEBE
Días pasados un ilustre representante
radical de nuestro cuerpo de ediles, Guillermo Farías, cometió la estúpida
torpeza de maltratar groseramente a la Sra. Presidenta a través de una
de las redes sociales.
Casi con certeza que este político del
pueblo, pensó que colocándose en una guerrera postura opositora, cosecharía
apoyos y adhesiones de adentro y de afuera de su partido.
Y tuvo su merecido: un aluvión de repudios
que lo colocaron en la incómoda posición -para un político que se cree de raza-
de tener que pedir disculpas.
¿Cómo puede haber llegado a concejal, un
individuo que ignora eso tan sagrado que es el respeto a la investidura?
En lo personal puede pensar lo que quiera:
puede sostener hasta las posturas más absurdas, pero un hombre público debe
tener al menos una somera idea, de lo que son la consideración, la cortesía y
la mesura cuando sabe que sus conceptos pueden tomar cierta trascendencia.
Es gracioso, por otra parte, que este
concejal cuestione ciertas actitudes ajenas y luzca su mano de yeso, para
acatar ciegamente lo que le imponen desde el Ejecutivo, de manera especial
cuando se trata de medidas antipopulares e inoportunas.
Más que conocida es mi postura ideológica y
política, pero eso no me habilita a que desde mi posición de periodista, no
militante lo aclaro, perpetre la injuria contra una investidura o un símbolo
patrio, porque sería pasible de una merecida condena.
De última y en el mundo animal, hay que ser
demasiado burro para ofender creyéndose opositor y luego bajar la cabeza como
chico malcriado que lo sorprendieron en falta.
Por todo eso, cuando alguien nos escamotea
nuestra capacidad de sorpresa, es como si el mago, antes de realizar el truco,
hiciera conocer su secreto o la trampa.
Más o menos
es lo que ocurre con la inefable e
impune doña Hebe, autoconvencida de ser madre de todas las verdades, y
genuinamente dueña de todos los absurdos y de todos los insondables misterios que
envuelven su vida.
Pocas veces suele darse que alguien esté
provocando la reacción de un sector, como es la Justicia, que vaya a
saber por qué artilugio, desde tiempo atrás le viene perdonando la vida y la
libertad, a esta señora que transcurre sus años más recientes entre los deseos
de venganza y una espada de Damocles de telgopor que pende sobre su cabeza
empañuelada.
Desde su amenaza bravucona y pendenciera de
tomar la sede de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, hasta su último
discurso, llamémosle escrachatorio, para lo único que ha servido el contenido
elevadamente intelectual de esta mujer, ha sido para insultar y descalificar los
argumentos expuestos por el alto cuerpo jurídico.
Igual que los viejos y belicosos gauchos de
nuestras pampas, que cuando ganaban a la taba lo festejaban y cobraban, y
cuando perdían solo se les daba por pelear.
En realidad, no son muchas las cartas que
doña Hebe tiene en su favor, más allá de la indisimulable protección y
padrinazgo que recibe desde arriba.
Está acusada por la comisión de delitos
económicos, administración delictiva, aprovechamiento de fondos ajenos y otras maravillas,
que habría perpetrado con la inestimable colaboración del redimido parricida
Sergio Schoklender.
No creo que los miembros de la Corte ni siquiera hayan
despeinado su tranquilidad, porque seguramente ya deben saber incluso las
medidas del calabozo donde alojarán a los que condenen en aquella causa, si es
que le sacan el freno de mano que alguien accionó, desde muy arriba.
Pero lo de doña Hebe, como María Callas
única en lo suyo, no deja de ser un molesto cotorreo, un chillido monocorde y
abrumador, que te estén amenazando sin respeto, en público… y con la cola
sucia.
LOS
DESAFIO A COMPARAR
Como si en el padrón de los cordobeses los
imbéciles fueran mayoría, es cómico advertir de qué manera algunos funcionarios
provinciales se han inclinado por esa malsana costumbre de comparar, pero de
comparar mal.
Uno de los ministros del gabinete cordobés
tuvo la poco feliz idea de comparar estadísticas, por caso, de los accidentes
ruteros.
Convencido de estar haciendo un planteo
inteligente, se esmeró en señalar que Santa Fe, por ejemplo, tiene más
episodios de ese tipo que Córdoba, como si esa tontera sirviera para algo, más
allá de ventilar elípticamente que Binner no es tan capaz como De la Sota.
De nada sirven las comparaciones, porque solo
son un argumento que le sirven al tontaje. De la misma manera, habría que
retrucarle a ese ministro que en San Luis hay muchos menos accidentes que en
Córdoba, pero eso tampoco sirve para nada.
La cuestión central, medular y seriamente
encarada, es que vivimos en Córdoba y nos importa un soto lo que ocurra en
otras latitudes: queremos que aquí no ocurran, o que ocurran menos, sin
necesidad de hacer paralelismos inútiles.
Es lo mismo que pasa con la inseguridad,
porque las autoridades del área se empecinan en intentar meternos en la cabeza
que en otros lugares la situación es más grave.
También para eso, la única respuesta que
derrumba tan exasperante facilismo: nosotros vivimos aquí, y queremos
soluciones aquí.
Me encantaría poder debatir con cualquier
ministro o funcionario, el tema de las odiosas comparaciones, que vienen a ser
las muletas de su falta de argumentos, de creatividad y de respuestas.
Remar en un lago de dulce de leche, es más
difícil que hacer pis en un frasquito de perfume.
Y pretender que los ministros alguna vez se
presten a un debate abierto, se asemeja a esas dos proezas que acabo de
comentarles.
Pero el verso de las comparaciones se debe
terminar, para dejar lugar a la gestión seria, positiva y de beneficio común,
olvidándose de trasplantar a Córdoba problemas que nos son ajenos, como de
importar desde aquí ejemplos que afuera, no le importan a nadie.
Alguna vez los políticos deben dejar su
inveterada práctica de la poesía dialéctica y ponerse a trabajar por la gente,
más que por ellos.
POLICIA
CAMINERA: PREVENCION CERO
No quiero entrar en mayores análisis para
evitar que se piense que la Policía Caminera,
en este espacio, es una cuestión recurrente.
Entonces abreviemos: ¿cuántos muertos hubo
en rutas cordobesas en estos últimos seis días?
Una barbaridad.
No digo que a todos los hubiera evitado
nuestra recaudadora y para eso eficiente Policía Caminera.
Pero me revienta verlos parados, cansados de
aburrirse, mirando si la gente cuando pasa tiene los cinturones puestos y las
luces bajas encendidas.
Y en las rutas, cuando están quietos, se les
pasan por sus narices los autos amigos sin luces, sin dibujo en las gomas y con
la garrafa de gas en el techo o sobre el capot.
Pero ellos están allí como absurdas
estatuas, escondidos detrás de alguna curva para ver si cazan a algún turista
que no los conoce.
Esa policía no nos sirve … entiéndanlo … les
sirve a ustedes para manejar el presupuesto y disminuir la deuda.
Pero en la materia prevención, un genuino,
bien ganado y vergonzoso cero.
SOBRE
QUE SON POCOS, HACEN PARO
Es ridículamente cómico que presionen a las
autoridades dejando de trabajar, cuando su obligación y por lo cual cobran muy
buenos sueldos, es trabajar sin intentar esa ya arraigada costumbre de
cogobernar.
Desconocen caprichosamente que quienes
mandan son las autoridades y si los delegados quieren ordenar, que formen un
partido político, se presenten a elecciones y si ganan, se darán legalmente con
el gusto de ejercer el poder, un poder que ahora de ninguna manera les
corresponde.
La situación en el Hospital de Urgencias es
lo más parecido a un culebrón de la televisión siestera.
Realmente, habría que preguntarle a quien
diagrama las licencias del personal, donde estaba cuando se elaboró el esquema
de este verano.
Porque si todo es anárquico, hemos entrado
entonces al territorio de la joda, donde cada uno hace lo que se le antoja, se
va cuando quiere, mientras el gremio lo proteja.
Pero lo que más molesta y lastima la
dignidad de personas de los cordobeses que tienen al Hospital de Urgencias como
ejemplo, es que los pocos que no salieron de vacaciones tampoco quieren
trabajar.
Y hacen asambleas y paros para que pongan
más gente.
En la antología del absurdo y en los anales
de la insensibilidad no debe haber casos ni siquiera parecidos.
Dirán en su descargo, que no dejan de
atender las emergencias.
Faltaría que lo hicieran, para pensar ya con
fundamento que a ellos, la gente les importa tres carajos.
Precisamente esa gente, que paga carísimos
impuestos para que ellos, los insensibles, tengan sueldos envidiables.
WALLY
PARTE II
Como para no perder el hilo de la historia,
ya les había comentado que Wally es un tímido no asumido, laburante, que tiene
como -llamémosle entretenimientos- encerrarse en la música y otear en los ojos
de las mujeres.
Me supo comentar, meses atrás, que aunque
nadie le creyera, tenía el privilegio de escuchar las miradas.
Era una especie de música que lo invadía
desde algún iris cercano y hasta se permitía, y aún se permite, el lujo de
saber si esa mirada es natural o cosmética.
El brillo especial no te engaña; las
lentejuelas son artificiales y suele ser solo un instante mágico el que te hace llegar
ese luminoso mensaje hasta el alma, me dijo un día mientras caminábamos
por una vereda de la Cañada.
Las miradas azules me transmiten paz, las
verdes erotismo, las negras un cúmulo de misterios … me decía entusiasmado.
Y cada mirada tiene su música.
Me mira Vivaldi, me mira Bach, me mira
Wagner, me mira Beethoven, me mira Grieg o me mira Mozart.
Todas las miradas, me dijo antes de darnos
un abrazo y cada uno seguir su camino, tienen la pirotecnia del estallido en
algunos casos o de la mansedumbre en otros…
Wally tenía razón y me dejó tan pensativo
que casi me atropella un auto al cruzar la calle…
El domingo próximo la seguimos …
UTA:
AUMENTO O PARO
Hace mas o menos un mes, cuando ya los
empresarios del transporte urbano, estaban gastando a cuenta del aumento que
les otorgaría la
Municipalidad por intermedio de la obediencia debida de los
concejales radicales, adelantamos que detrás de ese incremento vendría otra
demanda.
En este caso de la UTA, con el repetido apoyo de
la amenaza de un nuevo paro, para que no se interrumpa la perversa rueda que
manejan la entidad sindical y la
FETAP, con el vistagordismo comunal.
¿Para qué gastar tiempo y espacio, que mejor
es dedicarlo a la música?
Para repetirlo hasta el cansancio: a esta
película, que tantas veces vimos, todavía la vamos a ver muchas veces más.
Habría que acudir al Inadi, porque dejar de
a pié a los pobres sin auto, no deja de ser un dañino y salvaje acto de
discriminación.
PERVERSO
DESPOJO
Desde tiempos inmemoriales, el Estado siempre se ha dado maña para recaudar impuestos. Reyes y feudales perseguían a su gente y les sometían a inhumanas presiones con tal de conseguir el pago de los tributos.
Desde tiempos inmemoriales, el Estado siempre se ha dado maña para recaudar impuestos. Reyes y feudales perseguían a su gente y les sometían a inhumanas presiones con tal de conseguir el pago de los tributos.
Y se
le llama tributo a cualquier carga continua.
Es cierto que en todo el mundo, con distintas modalidades, se paga el impuesto a las ganancias y Argentina menos que ninguna podía ser la graciosa excepción.
Pero entre nosotros está instalado un detalle que por su magnitud, no se compara a otras situaciones que ocurren en el extranjero: aquí la inflación que el pueblo padece y el gobierno maquilla o esconde, es el mayor veneno para la economía popular.
La realidad nos muestra su rostro patético: a medida que los salarios crecen siguiendo a esa inflación, son cada vez más los trabajadores y pasivos que ven virtualmente licuados sus incrementos salariales.
Es cierto que en todo el mundo, con distintas modalidades, se paga el impuesto a las ganancias y Argentina menos que ninguna podía ser la graciosa excepción.
Pero entre nosotros está instalado un detalle que por su magnitud, no se compara a otras situaciones que ocurren en el extranjero: aquí la inflación que el pueblo padece y el gobierno maquilla o esconde, es el mayor veneno para la economía popular.
La realidad nos muestra su rostro patético: a medida que los salarios crecen siguiendo a esa inflación, son cada vez más los trabajadores y pasivos que ven virtualmente licuados sus incrementos salariales.
Resumiendo, el resultado ridículo: no
siempre es conveniente un aumento porque a fin de mes se cobra menos que el mes
anterior.
Cuando existe la estabilidad y la economía es sincera y sin disfraces, se hace previsible la condición de un asalariado. Para colmo, la angurria que nace del poder hizo que hasta la jubilación formara parte del concepto "ganancia".
Cuando existe la estabilidad y la economía es sincera y sin disfraces, se hace previsible la condición de un asalariado. Para colmo, la angurria que nace del poder hizo que hasta la jubilación formara parte del concepto "ganancia".
Es que los cráneos políticos, enceguecidos
por su inclinación a la permanencia, necesitan financiar su demagogia y sus
caprichos.
Es así como el pasivo, que durante años y años le estuvo prestando sus aportes al Estado para que los administrara en su beneficio, se encuentra ahora con que esos dineros se aplicaron a planes de estímulo a la vagancia, fútbol para todos, disminución del espantoso déficit de empresas "recuperadas" de la privatización y otros destinos tan absurdos como esos.
Si la consigna es que paguen más los que más cobran, por favor que se terminen las paritarias, porque desde ahora no sería alocado pensar que se harán paros para evitar los aumentos.
La conducción política, la dirigencia sindical y la cerrada corporación de los jueces están en la otra vereda. A unos les importa un bledo que les descuenten ganancias porque tienen la maquinita y las chequeras a su disposición.
Es así como el pasivo, que durante años y años le estuvo prestando sus aportes al Estado para que los administrara en su beneficio, se encuentra ahora con que esos dineros se aplicaron a planes de estímulo a la vagancia, fútbol para todos, disminución del espantoso déficit de empresas "recuperadas" de la privatización y otros destinos tan absurdos como esos.
Si la consigna es que paguen más los que más cobran, por favor que se terminen las paritarias, porque desde ahora no sería alocado pensar que se harán paros para evitar los aumentos.
La conducción política, la dirigencia sindical y la cerrada corporación de los jueces están en la otra vereda. A unos les importa un bledo que les descuenten ganancias porque tienen la maquinita y las chequeras a su disposición.
Los otros, muchos de los cuales
exageradamente se autotitulan ecuánimes, buscan refugio en la intangibilidad de
sus sueldos que los proteje de las eventuales presiones.
Este es un año electoral, ya cercano al 2015.
Si al gobierno se le ocurriera que los jueces y funcionarios judiciales pagaran ganancias, el tema sin dudas llegaría a la Corte Suprema y allí naufragaría, precisamente por las presiones pero desde adentro hacia arriba.
A nadie le agradaría tener al máximo tribunal en contra si el día de mañana le tocara sentarse en el banquillo frente a quienes imparten justicia.
¿Y en cuanto a los jubilados?
En eso los tres sectores, políticos, dirigentes sindicales y jueces estarían de acuerdo: que sigan pagando y protestando, total son viejos y en cualquier momento se mueren ...
Este es un año electoral, ya cercano al 2015.
Si al gobierno se le ocurriera que los jueces y funcionarios judiciales pagaran ganancias, el tema sin dudas llegaría a la Corte Suprema y allí naufragaría, precisamente por las presiones pero desde adentro hacia arriba.
A nadie le agradaría tener al máximo tribunal en contra si el día de mañana le tocara sentarse en el banquillo frente a quienes imparten justicia.
¿Y en cuanto a los jubilados?
En eso los tres sectores, políticos, dirigentes sindicales y jueces estarían de acuerdo: que sigan pagando y protestando, total son viejos y en cualquier momento se mueren ...
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