UN DIA PARA CELEBRAR
Bueno sería aprovechar la jornada para
unirnos en un merecido desagravio a la
lora, esa gratuita destinataria de injurias
Los cordobeses, creo que desde siempre, nos inclinamos por esa curiosa propensión a colocar sobrenombres pensando en los animales.
Tengo los casos del Negro Araña, el Oso Tobi, el Cabrito Toledo, el Monito Carrizo, el Pavo Tobi, el Chivo Oulton, el Larva Milich, el Caimán Aracena, el Canguro Gamboa, el Pájaro De Allende, la Vaca Potenza, el Piojo Godino, la Lora Blasco, el Gallo Galíndez, el Caballo Loco Arroche, el Cuca(racha) Argañaraz, el Pato Cecchetto, el Cabeza de Chancho, la Gallina Sarmiento, el Pescado Ayen, el Gato Villalba, la Vizcacha Guerrieri, el Perro Altamirano, el Charabón Recalde, la Rata Ramos, el Lagarto Guizardi, el Pingüino Salvatierra, el Gato Ponzano, el León Gomez, el Pato Fernández o el Ladilla Rodriguez, algunos de los cuales ya no están entre nosotros..
Seguramente me olvido de ciertos ejemplares, y pido perdón si es que no me acuerdo de saludarlos ya sean gatos, perros, conejos, tortugas, canarios, cuisis, iguanas, itas, comadrejas, tejones, hurones, pollitos, arañas, potrillos, yeguas, peces, loros, culebras, cabritos, vizcachas, pumas, ranas, patos, curucuchas o grillos.
Y ya que estamos, rindamos homenaje de cariño a las mascotas que tenemos, así se llamen Fellini, Bianca, Boby, Nikita, Grisha, Zóco, Teo, Negrita o como quieras.
Y recordemos que tener bajo tu dependencia a un animal, supone cuidarlo y protegerlo en su indefensión, frente a un mundo agresivo y ante personas que los explotan, los maltratan y los dejan morir.
Vemos a diario en nuestras calles ejemplos lastimosos y parece que la Ley Sarmiento. que ampara a los animales, no existiera porque su aplicación es tardía y caprichosa frente a una autoridad que prefiere mirar hacia otro lado, porque total, son animales “y tienen cosas más importantes que hacer por los humanos” como por ejemplo hacer poco.
Los bichos (dicho sea con cariño) abandonados porque sus amos no cuentan con recursos para mantenerlos, es otra de las lacras que sacude nuestra sensibilidad.
Los animales son a veces los intermediarios por los que la Naturaleza con su sabiduría suele darnos algunas lecciones.
Descartes decía que el mono es tan inteligente, que no habla para que no lo hagan trabajar y Chesterton, anticipándose a lo que vemos en televisión, reconocía pertenecer a esa clase de animales en los cuales la cola es importante.
Debemos tener la grandeza de respetar a todos los seres vivos ¿no pensantes? aunque creamos que no razonan pues de sus conductas y pese a que muchos no lo tomen por cierto, suele ocurrir que secretamente ponemos en duda nuestra propia capacidad de pensar …y de sentir.
Por eso y aprovechando la celebración, hagamos un merecido y masivo desagravio a la lora, que inocentemente y sin que ella lo sepa, los malhablados se han apropiado de sus partes pudendas transformándolas en destino para aquellos que odian o al menos molestan.
Gonio Ferrari
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