Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 1 de mayo de 2016, emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
Hoy es el día nuestro, de los que abrazamos la cultura del trabajo, que no deja de ser una innegociable convicción que nos enaltece ante la sociedad.
No hay para qué extendernos en discursos, sino más bien en una especie de enunciación de principios, que hacen a la dignidad, el placer y el compromiso de trabajar.
En casi todo el mundo, la celebración del día del trabajo, o del trabajador, es hoy motivo para reuniones multitudinarias como los casos de La Habana y Moscú por ejemplo, o con la sagrada expresión del locro, entre nosotros.
Aquí el clima en los años más recientes venía siendo adverso por lo veraniego para los seguidores del criollo potaje, porque la temperatura más cercana al calor que al fresco acentúa los efectos de una ingesta que por lo general, se practica sin pudor y sin medida.
En este día, también quiero ofrecer un humilde reconocimiento a todos los dirigentes sindicales que ofrendaron buena parte de sus vidas, en la diaria fragua de la lucha gremial, sin claudicaciones ni privilegios.
A los que siguieron siendo ejemplo de fervor laboral en su trabajo cotidiano y no vivieron prendidos a la licencia sindical, en cuyo nombre se cometen tantos abusos.
Quiero eximir de este reconocimiento, por estrictas cuestiones de justicia, a los que se sirven de su condición de dirigentes en provecho propio, de sus familiares, de los amigos y de las amigas, porque no merecen figurar en el cuadro de honor de los honestos.
Quiero, en definitiva, valorar el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se dignifican laburando, sacrificando su descanso, buscando siempre algo más para hacer; para sentirse útiles, para saberse capaces, que es la manera más maravillosa de sentirnos libres.
El actual marco referencial no es el mejor, con el creciente número de desocupados reflejado en las estadísticas, el deterioro del salario en su poder de compra, los aumentos en mercaderías y servicios y una inflación tan heredada como despiadada, que nos castiga y humilla sin misericordia.
Los planes y subsidios vigentes en la década ganada habrán cumplido una relativa función social, pero en miles de casos fueron becas a la vagancia en un intento político por suavizar las cifras de la desocupación y contribuyeron a robar la dignidad a muchos argentinos, que optaron por la dádiva en lugar de transpirar, que es lo que dignifica y adecenta el salario que se gana con responsabilidad, compromiso y sacrificio.
Debemos reconocer también la culpa de muchas empresas -y a veces del propio Estado- que todavía cuentan con dos curiosos y perversos mecanismos destinados a la reducción de sus planteles: la injuria del pago en negro y las tecnologías aplicadas a mansalva, no para beneficiar al trabajador, sino como otra manera de reducir costo laboral, evadir tributos y esquivarle a otros impuestos.
Toda la razón adquiere entonces aquella sentencia del Mahatma Ghandi, cuando predicaba y sostenía que “Aquel que come sin trabajar, es un ladrón”.
LA UTA Y SU SENTIDO SOLIDARIO
La feroz interna sindical que está viviendo la UTA, le ha regalado a los trabajadores de Córdoba una nueva injuria, todo por ganar espacios de poder, dejando para la sociedad la sospecha que el botín debe ser demasiado jugoso por la manera que se lo disputan.
En este caso, tan penoso como denigrante, no queda a salvo la integridad moral del empresariado del transporte ni el poder concedente que es la Municipalidad, porque los dueños del sistema se benefician al dejar sus unidades guardadas para un día de escasa demanda masiva, precisamente necesaria para los que menos tienen; para los que no les queda otra alternativa que el transporte público.
Los privilegiados que embolsan envidiables salarios, conseguidos por lo general con la prepotencia del paro sorpresivo y el apoyo de miles de rehenes que son los usuarios, se cagan en el resto de los trabajadores y después cuando los insultan con razón por tamaña indiferencia, los dirigentes mariconean con absurdos e hipócritas pedidos de disculpas.
Pero pasan a ser más carteludos dentro del gremio.
Y los empresarios, que comúnmente arreglan con la dirigencia para presionar por el aumento de tarifas, hacen …¿cómo se lo puedo explicar? la del perro que lo están abusando y miran a cualquier parte, menos al centro del conflicto.
La Municipalidad, que se enteró un par de días antes de lo que hoy ocurriría, nada hizo por el cumplimiento mínimo de los servicios que tiene la obligación de hacer brindar.
Una muestra más de una lucha entre segmentos laborales que la conducción corporativa pretende negar: los que más tienen y más ganan, contra los indefensos y postergados de siempre.
Aunque sea legal que por ley no trabajen, es perverso e inhumano por las enormes ventajas que supone tener armas contra los indefensos pasajeros que no las tienen y eso sí, configura una actitud de desprecio hacia la comunidad.
Los de la UTA no son los únicos trabajadores y para colmo nunca, nunca, han sido ejemplo de solidaridad con sus iguales.
Hoy una vez más y por imposición de sus dirigentes -ya que muchos afiliados no estaban de acuerdo- volvieron a mostrar su triste hilacha.
MIRAMAR: ¿NUESTRO PROPIO HOTESUR?
Se comenta que en las saladas aguas del Mar de Ansenuza naufragaron más de 300 millones de pesos y el previsible escándalo viene marchando por varios frentes, porque ya está instalado en la Unicameral, en Lotería de Córdoba, en el Gobierno de la provincia y en la indignación de la gente.
Allá por noviembre del 2015 no fueron pocos los que restaron trascendencia a una denuncia del entonces legislador Ricardo Fonseca acerca de la “evaporación” de una importante suma de dinero, que ahora la palabra oficial reconoce cercana a los 300 millones de pesos y llegaron a establecer una especie de paralelo de conducta entre el excodificador y Lilita Carrió, históricamente calificada como acusadora serial.
Oficialismo y oposición plantean argumentos contrapuestos respecto de la construcción de un hotel en Miramar, categoría 4 estrellas, por parte del organismo que maneja todo lo atinente al juego en Córdoba, que dicho sea de paso embolsa lo que allí dejan los sectores más vulnerables de la sociedad, en su patética costumbre de pretender ganarle a las máquinas preparadas para trampear legalmente.
Todos tienen sus razones en esta cinchada de dimes y diretes, de cifras alucinantes, de acusaciones que sólo contribuyen a un aumento del caos y la confusión, que van desde 50 millones originales que costaría la obra y los 300 y pico de millones que reconocen tendrá como precio final.
¿Es tanta la ceguera, como para no ver el absurdo de una obra tan onerosa como innecesaria?
La Lotería de Córdoba sostiene que buena parte de sus utilidades son destinadas a la acción social.
¿Qué aporta mayor ayuda en ese sentido?
¿Construir un hotel para que lo ocupen quienes no necesitan de la ayuda social, o levantar un par de hospitales, cuatro escuelas o más de 290 viviendas de 80 metros cubiertos. Parece que los malos políticos siguen dejando pendiente una materia que les resulta desconocida o al menos no les conviene: el respeto por las prioridades. No es tan solo por el craso error de estimular el juego y sus perniciosas consecuencias, porque un nuevo casino es como regalar drogas en los bailes, no cobrar el fernet o entregarle a cada asistente a un espectáculo, un papel glacé con “alita de mosca”.
Alguna vez la gente votará no tan sólo por lo que le prometen, sino por lo que anuncian, pelean o priorizan los candidatos que a veces en su afán por mostrar que hacen, nos regalan un faro inútil, un camino turístico que es una porquería o una versión cordobesa del Hotesur.
LA MEGACAUSA
Según algunos autores la palabra trabajo deriva del latín “trabis” que significa traba, aludiendo a que representa un reto para los individuos que lleva implícito un esfuerzo. Para otros, citan su origen griego de una palabra que significa “tortura” casi erquiparable con “yugo”.
Si incursionando en el diccionario lo combinamos con la palabra justicia, el resultado será: dedicarse con esfuerzo a realizar aquello que debe hacerse según derecho o razón.
Y aplicado esto al contexto de la causa del Registro podemos decir, entonces, que trabajar por la justicia es: respetar la libertad, no abusando de la prisión preventiva; mantener el orden de juicio previo a condena, sin repartir penas anticipadas, conservar la imparcialidad y sin crear comisiones especiales.
Asimismo -entiéndase bien- condenar con pruebas sin escudarse en la íntima convicción, respetar la dignidad del hombre, sin mantener eternos imputados.
Y finalmente… buscar la verdad, sin importar otros intereses.
Sin cumplir con estas obligaciones, celebrar este día, no será legítimo.
Y tampoco justo.
EL MURO AZUL, UN NUEVO ESPACIO
Más allá de las estadísticas que comúnmente se dibujan para entretener a la población sobre diversos aspectos de la vida diaria, como en la economía por ejemplo, pero también en materia de inseguridad, porque es elevado el número de denuncias que no se hacen y de las que se hacen son pocas las que trascienden.
Por esa razón y como una modesta ayuda de nuestra parte a la sociedad y a la policía, es que ponemos a disposición desde hoy un espacio casi independiente, aunque inserto en el blog de este programa, destinado a recibir de la gente los pedidos a la policía tanto demorados como no satisfechos ni atendidos, como aquellas otras situaciones que merezcan ser divulgadas en cuanto a las buenas acciones emprendidas por miembros de esa fuerza.
Con el título “Muro azul de los lamentos” ubicado en el costado derecho del blog, las personas interesadas deben abrir www.gonioferrari.com y puntualizar allí el tema que los afecta.
Naturalmente se aplicará estricta e innegociable reserva de identidad, especialmente cuando se trate de temas vinculados con el narcotráfico o la violencia de genero.
El sistema estará en marcha desde el domingo próximo, aunque ahora y como para empezar, existe una cuestión más que delicada: policías retirados -en un elevado número - no consiguen que el Registro Nacional de Armas les regularice su situación, razón por la cual están privados de cumplir con servicios adicionales, lo que les ocasiona un enorme perjuicio en lo económico y laboral.
Supongo que es una simple cuestión de papeles, que sin dudas se hará más dinámica de acuerdo con las necesidades de tantos afectados.
Ya queda dicho: desde ahora y para debutar dentro de 7 días, estará disponible el “Muro azul de los lamentos”.
LOS CAJEROS VACÍOS
¿Tan vacíos de cerebro son los directivos del Banco de la Provincia de Córdoba?
¿Tan inactiva tienen la neurona que maneja eso que se le llama previsión, imaginación, sentido de la responsabilidad o más simplemente dicho, sentido común?
Seguramente todos ellos, en esas fiestas que los clientes y proveedores hacen cada final de año, han recibido de regalo alguna agenda o tienen “smartphones” de última generación o baratos celulares donde existe una función titulada “calendario” que contiene almanaques hasta casi la eternidad.
Allí, para que lo sepan, están los meses de abril y de mayo de este año, el 2016, donde seguramente figura que el 29 de abril, dia del animal, es el último día hábil del mes, después viene el sábado no laborable para ellos y aparece entonces el 1 de mayo, feriadísimo, Dia del Trabajo y de los trabajadores.
¿Costaba mucho prever que ocurriría lo que ocurrió con los cajeros automáticos del tan rentable y exitoso Banco de Córdoba?
¿Era tan complicado hacerlos cargar por la empresa privada que los atiende, el sábado a la tarde, más sabiendo que el día anterior había sido de pago a los jubilados?
Era y todavía continúa siendo penoso el peregrinar de gente de toda edad, inútil tarjeta en mano, buscando una sucursal cuyos cajeros respondieran a la previsible demanda.
¿Pensaron en los que tenían que viajar, comprar medicamentos o gastar en lo que se les viniera en gana?
Lo único que falta es que ahora al igual que a los capos de la EPEC, a los directivos del Bancor los premien por eficiencia, cuando a su inteligencia la tienen en cortocircuito.
Y como siempre ocurre, resultan afectados los que más necesitan no tan solo de la eficiencia de su banco, sino de la responsabilidad y la sensibilidad de quienes lo gestionan.
LA NAFTA VOLVIÓ A SUBIR
Realmente, aunque la coyuntura económica del país debido a la herencia o no, imponga un nuevo aumento en el precio de los combustibles, el gobierno nacional debiera aplicar ajustes en otros rubros y no en este, que es lógico y automático generador de inflación.
Que los impuestos a los cigarrillos se eleven en un 50 por ciento no es tan grave, porque se puede tomar como una actitud en defensa generalizada de la salud y hace más oneroso para cualquier fumador empedernido, el hecho fatídico de irse suicidando de a poco y pagando por ello.
Eso de jugar con los bigotes del león conlleva el riesgo de afectar sensiblemente a la comunidad, que debe soportar los aumentos emergentes de los costos de flete, sumado al famoso y tradicional “por las dudas” que aplica la mayoría de los empresarios y comerciantes en nuestro país.
Tal acumulación de incrementos y para Córdoba, también fortalece la caprichosa y eterna costumbre de los dueños de empresas de transporte urbano para apoyar sus demandas, porque no toman en cuenta los subsidios que reciben, manejan a su antojo las prestaciones aumentando rentabilidad yala hacer comparaciones, sabemos con pesar que contamos con el transporte público más caro de Argentina, pese a su ciclotímica calidad.
El aumento en el precio de los combustibles que se ha conocido en las últimas horas, puede pasar a configurar una actitud de insensibilidad, por parte de un gobierno que cosechó votos apoyado en acusaciones de escasos sentimientos en tal sentido por parte de sus antecesores.
Sigue siendo curioso y matemáticamente insostenible, que mientras baja el precio del crudo las naftas aumentan.
No supimos ni sabemos administrar los recursos, o existen otras especulaciones que hacen naufragar a las matemáticas, que tiempo atrás era una ciencia exacta.
Ahora dejó de serlo.
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