Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional
de Córdoba, edición n° 539 del 21/10/18
LOS
MOYANO, SOSPECHAS Y AMENAZA DE
PARO EN
DEFENSA DE TEMAS PERSONALES
Me pueden acusar, como desde ciertos previsibles
sectores lo han hecho, de tirarme contra el movimiento obrero al cuestionar lo
salvaje de algunas medidas de fuerza, como si desconociera que es un derecho
consagrado por la Constitución y mi discrepancia sigue siendo con los métodos
empleados en las protestas.
El problema no son los laburantes, porque la
historia nos viene demostrando que siempre son las víctimas.
El drama está en la dirigencia, un
conglomerado de caudillos que de ninguna manera padecen lo que sufren sus bases
porque están rodeados de privilegios que ellos les llaman conquistas, aunque se
hayan logrado en base a prepotencia, padrinazgos políticos, altas cercanías
religiosas y dañina violencia de todo tipo.
La mayoría de estos personajes llegaron a
sentirse semidioses, envidiados por quienes sufrían en el llano y peleaban
sincera y lealmente por superar su calidad de vida, hasta que se dieron cuenta
que para sus aspiraciones de poder el gremio les quedaba chico y lo utilizaron
como plataforma o trampolín para llegar a la alta política, allí donde no
acceden los dialoguistas sino los peleadores.
Pocos cayeron en cuenta o no quisieron ver
ese fenómeno de dirigentes ricos, económica y financieramente poderosos que con
la dialéctica, la demagogia y la
chequera movían multitudes de seguidores. Así se formó una casta emergente de
la necesidad popular que terminó siendo columna vertebral del movimiento
justicialista.
Esa costumbre de gozar la impunidad fue
acrecentando el poder y aquí tenemos el penoso resultado de una cierta dirigencia
millonaria, que lleva las riendas de una multitud de sacrificados laburantes en
la mayoría de los casos inocentes de estar siendo utilizados para el
enriquecimiento de unos pocos.
No resulta barato fortalecer posiciones de
privilegio porque surgen desde abajo las lógicas envidias por llegar a ese
nivel de conducción, y es como vemos esa
vocación por perpetuarse, de ciertos ilustres apellidos con elevados
porcentajes de nepotismo, que llevan décadas al frente de organizaciones
sindicales, fortalecen notorias vinculaciones deportivas, anudan relaciones con
la cúpula eclesiástica, a la vez que
manejan emprendimientos particulares especialmente en el exterior.
Y es así que se utiliza la chapa del gremio
a la hora de presionar a las autoridades y se hacen movilizaciones que más son
para fortalecer los intereses propios, hasta el colmo de paralizar al país como
apriete a la Justicia que osa acusarlos de maniobras ilegales que les
consolidan el enriquecimiento.
Porque si son tan puros como lo pregonan,
resulta absurdo que se nieguen a comparecer ante la Ley y más aún, debieran
ofrecerse a poner en claro las situaciones sospechosas de las que se los acusa,
colaborando con la Justicia y aportando todo lo necesario para disipar las dudas de honestidad que pudieran pesar
sobre ellos.
Utilizar el poder sindical para cualquier
acción que no sea parte de tal actividad, remite a prácticas que la propia
historia después de ventilarlas, sigue procurando erradicar de la práctica
reiterada como se viene haciendo entre nosotros, dentro de variadas ocupaciones
con altos índices de conflictividad.
Bueno sería que el dirigente sindical volviera
a mirar hacia adentro de su gremio donde seguramente lo necesitan, en lugar de
encandilarse con las luces fulgurantes de la política partidista.
Es hora de superar aquellos tiempos que
desde el poder político consideraban
trabajador a un argentino, sólo si era peronista.
Y dejar de lado la humana tentación de la
prosperidad y el consecuente oropel en beneficio propio.
UTA Y
FETAP, PATRONES DEL TRANSPORTE
URBANO
FRENTE A LA PASIVIDAD MUNICIPAL
Hay que entender también que la
Municipalidad de Córdoba en el tema del transporte urbano de pasajeros está
entre dos fuegos y ninguno de los que cuentan con armas pesadas son nenes de
pecho.
Porque sentirse entre la espada de los
empresarios de la FETAP y la pared de la dirigencia de la UTA no debe ser
precisamente una posición cómoda, incluso para negociar lo que nunca se debió
haber negociado y que ahora pasó a ser la habitualidad: perjudicar entre las
tres patas del problema a la que es víctima y a la vez sostenedora de un
sistema perverso: la masa de usuarios, castigada injustamente por una sinrazón
multiplicada por tres.
Y otro de los factores que irrita a la
sociedad es el tema de las comparaciones en el precio del boleto y al entender
que en Capital Federal lloran porque el boleto aumenta, digamos a 13 pesos,
entre nosotros los agoreros ya lo están anticipando a casi 40 para el final del
año.
De por medio está el tema de los subsidios
nacionales a ciertas y puntuales actividades y no es novedad que siempre el
interior fue el que sostuvo con sus impuestos a muchos servicios, que los
porteños gozan a valores acomodados como por ejemplo el gas y la electricidad.
Es como si desde el poder quisieran mantener
contenta a la masa electoral más numerosa, sacrificando a las regiones donde
los porcentajes de votantes son reducidos y es por eso que a menor población,
los servicios por lo general son escandalosamente onerosos para los usuarios.
Parece que hay negociaciones desde la
Municipalidad de Córdoba para que al menos exista una anestesia con la vacuna
que otra vez nos aplicarán desde ese concubinato hasta ahora por conveniencia,
que han venido consolidando la dirigencia de UTA con la FETAP.
Evaluando la postura de cada uno de los
sectores en el último conflicto nocturno que de manera solidaria -a todas
luces- encararon el sector sindical con los empresarios, pareció como que la
Municipalidad que es el poder concedente, se sumergía en una especie de penosa
indiferencia que encendió los ánimos de la población usuaria, cada vez más
injuriada por una lamentable calidad en el transporte urbano.
Sin embargo todo indica que la actitud del
joven Mestre ante la contingencia acordada por las otras dos partes del tema
no fue contemplativa, sino que
indirectamente transfirió a un nivel más elevado -el nacional- un problema que
se deberá afrontar de inmediato ante la cercanía del año electoral y que desde
arriba muevan las cachas para no defraudar con el tema subsidios y la
consiguiente pérdida de votos.
Vendrá el dinero, los empresarios harán
festejos, la UTA verá que los patrones la siguen embolsando sin pudor y sin
medida y volverán a demandar ajustes de sueldos.
Y la rueda volverá también a girar como
siempre, jodiéndole la vida al obligado partícipe de un precio que ya superó el
abuso que es el pasajero, cómplice indirecto y no asumido de la prosperidad de
tres sectores que cada uno a su manera, lo tienen de rehén.
Seguirá ocurriendo lo mismo, hasta que
reviente la paciencia y aparezca aquello del escarmiento…
EL DIA
DE ELLA, LA MAMÁ
QUE
TODO NOS PERDONA
Debo reconocer, por la humana coherencia en
mi manera de pensar con la forma de actuar, que suena cercano a lo improcedente
limitar a un día el reconocimiento eterno y permanente que merecen las madres.
Pero así son las reglas que de manera
conjunta manejan la evocación y el consumismo, lo que no impide que en materia
de homenajes, lo concentremos, si, en un día al año.
Y quiero comenzar este saludo sin tiempos ni
distancias.
Y memoria de por medio, vale recordar el
final de unos hermosos versos de Isidoro Blastein.
“Adiós Mamá.
Hasta pronto.
Trázame un sendero con
tu voz
y una estela luminosa
con tu gesto,
resérvame una gruta de
ternura
y guárdame un lugar en
tu regazo.
Yo llegaré hasta ti de
cuando en cuando
a conversar contigo
sentado en las estrellas.”
Sobrevienen ahora los interrogantes
adheridos a un dulce sentimiento de nostalgias muchas veces encerrado en el
cofre a donde atesoramos las ausencias.
¿Por qué será que teniendo desde el alma
tanto para decir de ella las palabras nunca alcanzan?
¿Por qué será que sentimientos como el
cariño, la admiración, la ternura, el respeto, la lucha, el refugio o el amparo
sirvan para sintetizarla?
¿Por qué una caricia, una lágrima, una
mirada, un gesto cómplice o un recuerdo basten para que tengamos la certeza
casi absoluta y milagrosa de su presencia?
Ella bien lo sabe porque así lo siente, que
el sacrificio y la entrega son parte vital de su atávica vocación protectora.
Sabemos, y ella también lo sabe, que a la
hora de estar junto a nosotros no existen los enojos, las barreras ni las
lejanías.
Estuvimos muy dentro de su mundo,
nutriéndonos de su generosidad y de sus ansias por tenernos; por vernos nacer.
Es la que nos regala el mágico prodigio de
la vida, nos quita los miedos, ahuyenta las brumas y las sombras, comprende lo
incomprensible y espanta nuestras penas.
Nada interesa si es casada o soltera, viuda
o divorciada.
Sus méritos como esposa, concubina o como le
quieran llamar poco importan, porque esa mujer, por encima de cualquier vetusto
o almidonado rótulo convencional, es Mamá.
Y si abrumados por la angustia, buscamos un
motivo que nos devuelva la alegría de vivir, más que a nosotros, en nosotros la
encontramos a ella, así la tengamos o no.
Ese es el insondable, laberíntico y
misterioso sortilegio de su amor, porque con ella tal sentimiento está mucho,
muchísimo más allá de lo terrenal; de lo explicable.
Podemos conocerla o no -eso es lo de menos
en muchos casos- pero estoy convencido que aquellos que no la conocen, lo mismo
regresan a sus cálidas entrañas, respiran por ella y miran por sus ojos.
Siempre está y estará allí peleando por
nosotros, cuidándonos, guiándonos, llevándonos de su mano.
Ella, la que todo nos perdona, siempre
cerca.
En la dicha y en la desgracia; en la risa y
en el llanto.
Ella, presente.
Siempre nuestra y nosotros de ella, aunque
no la veamos volver.
Siempre… siempre.
LA MEGACAUSA Y LOS CONCEPTOS
ACERCA DE LIBERTAD E INOCENCIA
Aunque enmarcada en
una estrategia comercial y sabiendo que debemos honrarla siempre, el
“día de la madre” nos permite reconocerla de una manera especial
y en la misma lógica se inscriben el día del padre, del niño, del
abuelo, del tío, del sobrino, del médico, del abogado, del periodista, etc,
como un empujón a valorar lo que tenemos.
Repasando la causa
del Registro de la Propiedad de Córdoba se me ocurre proponer
también un “día del
principio de inocencia y respeto a la libertad”, para reivindicar
esta garantía, consagrada en la Constitución e ignorada en la práctica de la
causa, dado que cientos de trabajadores comunes fueron imputados y
encarcelados en prisión preventiva durante 3 años sin juicio alguno, en contra de la ley.
Además, se los acusó
en forma de una gran bolsa de partícipes necesarios, sin determinar
fechas, ni roles, ni responsabilidades, limitando la defensa y
fabricando condenas masivas sin fundamentada explicación jurídica.
Curiosamente, todo
fue decidido por una “comisión especial” creada por Resolución de
Tribunales, cuestionada por letrados y organizaciones no gubernamentales por
considerarlo un reemplazo de los jueces naturales.
Y como frutilla del
postre, no se registra ningún alto funcionario imputado, ni cuestionado, ni
responsabilizado, pese a las reiteradas y concretas declaraciones de
testigos en su contra.
No extraña, entonces, que las encuestas
revelen que más de un 85 por ciento de los ciudadanos desconfía de
la honestidad de los jueces y fiscales, que los familiares de esta causa
continúen reclamando Justicia, y que se necesite celebrar un día de
la libertad y la inocencia.
¿Para qué?
Simplemente para
revalorarlas y defenderlas.
¿POR QUÉ NO SE REACOMODAN LOS
PRECIOS CUANDO BAJA
EL DÓLAR?
Es más o menos como el pac-man de los jueguitos electrónicos que
no devuelve lo que ha conseguido engullir o como el dogo argentino,
genéticamente creado y preparado para morder y no soltar la presa.
Esa es la imagen que se me aparece en cuanto
a cierto empresariado acostumbrado a la impunidad del descontrol, manejando y
dibujando los precios a su antojo con el percudido criterio de justificarse al
amparo de la oferta y la demanda.
Pero uno los escucha y se confiesan
inocentes de toda inocencia, negando en los distintos niveles, ser formadores
de precios como si a los precios los determinara el consumidor.
El pretexto de la suba del dólar les vino
muy bien a los pícaros de siempre que compraron a los fabricantes, pusieron su
porciento, vendieron a los mayoristas, estos al comercio minorista y en cada
peaje les fueron cargando la suba del dólar hasta en los alfajores cordobeses o
el té de peperina en saquitos, agregándose el odioso “por las dudas” de
siempre.
En todos los órdenes de lo que hay que pagar
ocurrió lo mismo, incluyendo los precios del transporte escolar, la educación
privada, las playas de estacionamiento, los naranjitas truchos y los mangueros
callejeros que elevaron sus propias tarifas.
Ahora con el dólar en baja, cuando se supone
que todos los precios tendrán que deprimirse en consecuencia, nada ha pasado ni
va a pasar porque nuestra cultura es así: nada de lo que aumenta por cualquier
factor se abarata por ninguna razón.
Mientras a nadie se le ocurra instrumentar
algún mecanismo que termine con esta perniciosa costumbre, estaremos sometidos
al capricho no tan solo del billete verde, sino de los empresarios
inescrupulosos de siempre, formadores de precios irreales que después lloran a
la hora de pagar impuestos.
En fin, si esa ha sido la costumbre
inveterada de los argentinos en las últimas décadas, es utópico pensar que las
cosas puedan cambiar pese a que los efectos ya se advierten en alguna medida
dolorosos: la clase media que es la más consumista por naturaleza e historia,
viene adelgazando de manera notable y sostenida.
Roguemos que no llegue a la bulimia ni a la
anorexia.
En el
transcurso de esta edición de “Síganme los buenos”, se generó una interesante
conversación entre Gonio Ferrari, el abogado Héctor Silvestro y el Sr. Ruben
Gionnini, miembro directivo bonaerense de las 62 Organizaciones Peronistas,
dedicado al estudio y análisis de las situaciones vinculadas con los jubilados
y pensionados y uno de los mentores del proceso que derivó como consecuencia,
en el histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el
emblemático “Caso Badaro”, que desde el 2006 dio inicio al reconocimiento
oficial del derecho a la jubilación móvil. El audio correspondiente a esa
conversación puede ser encontrado en la columna correspondiente, en el costado
derecho de este blog denominado “audio”.
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EL EJEMPLO DE LAS
OLIMPIADAS PARA
JÓVENES DESPERTÓ LÓGICO ASOMBRO
Por momentos parecía que lo que estábamos
viendo por televisión se transmitía desde Europa, Japón, Estados Unidos o cualquier
otro país super desarrollado por la calidad de la emisión, la prolijidad de los
escenarios y la enorme cantidad de público que acompañaba todas las
manifestaciones deportivas de las Olimpiadas Mundiales de la Juventud que
tuvieron lugar en Buenos Aires, para todo el país.
La verdad, un merecido y tantos años
postergado baño de frescura deportiva, con disciplinas maravillosas y no muy
comúnmente difundidas entre nosotros.
Todo perfecto, sin un solo incidente, sin
ningún acto que oscureciera la brillantez de un acontecimiento del que
participaron más de 200 países y se difundió a millones y millones de
televidentes.
Un claro ejemplo que para algunas cosas
tenemos ya la madurez como para merecer entre otras alternativas, una
designación formal de Argentina para futuras Olimpiadas de las que se celebran
cada cuatro años.
Hemos trascendido ahora no tan solo por la
inflación, la desocupación, la suba del dólar o la corrupción estructural en el
poder, sino por calidad organizativa y ejecutiva para algo que resultó ser un
suceso mundial.
La cosecha de medallas por parte de nuestros
participantes superó las previsiones siempre optimistas en estos casos, con lo
que también se hace palpable el progreso de nuestros deportistas en todas sus
manifestaciones.
Roguemos que no haya influencia partidaria
ni que nadie se adjudique triunfos, porque en realidad la victoria fue de todos
los que se jugaron por estas olimpiadas no tan solo ahora que se realizaron, sino
que merecen reconocimiento quienes lo aceptaron como posibilidad años atrás y
luego los llevaron a una realidad que sinceramente, nos tiene que llenar de
orgullo.
Mejor aún en estos tiempos, que necesitamos
que algo nos salga bien…
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