Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” n° 538 del 14/10/18 emitido en dúplex por AM580 y
FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba
Gas,
retroactividad y marcha atrás -----------
NO CAYÓ BIEN LA APLICACIÓN DE UNA
NORMA IMPUESTA POR EL PERONISMO
Apenas se conoció la intención del gobierno
central de aplicar “correctivos” a las tarifas ya abonadas por la provisión de
gas natural, lógicamente se alzaron las voces de protesta por una parte y de
sorpresa por otra ya que llamaba la atención el alarmante índice de ignorancia
y la falta de calidad institucional a la hora de comunicar.
De entrada nomás el asunto ya
asumía ribetes casi cómicos por aquello de que puede ser considerado
inconstitucional, todo intento de aplicar leyes con efecto retroactivo por lo
que la intención de recaudar más de lo legal se caía por su propio peso rayano
en el absurdo.
Pero no fue tan así, porque los
cráneos de la gestión que manejan la elaboración de los decretos demostraron no
ser tan tontos porque si nos llevamos por la historia medianamente reciente,
con certeza que ellos sabían que allá por los tiempos en que la convertibilidad
pasaba a ser historia, promediando el 1993 entró en vigencia y a nadie se le
ocurrió derogarla, una ley de Carlos Saúl I de Anillaco y del Mingo Cavallo,
que a las productoras de gas se les confería el derecho de ser compensadas ante
una devaluación.
Y así lo hicieron, sin violar la ley que pese
a todo lo que se dispuso y no se está haciendo, continúa lozanamente vigente.
Que el escenario, la ocasión y
la crisis indicaban que su aplicación sería escandalosa, nadie lo ponía en
duda, salvo los inútiles que manejaron una situación absurda, algo así como un
parto sin embarazo previo porque de hecho -y a lo mejor incurro en un acto de
ignorancia- el aumento aunque rigurosamente legal era absolutamente utópico.
Y en un comentario de
entresemana fijamos posición que el tema se derrumbaba, que no era posible la
aplicación de ajustes sobre lo ya pagado y que dar un paso al costado a veces
no es síntoma de cobardía o de cagazo sino el resultado de una tardía toma de
conciencia.
Y así fue.
Nadie puede pagar por algo
achacable a la ignorancia oficial, aunque haya actuado ajustado a una ley que a
nadie se le ocurrió derogar o al menos actualizar para adecuarla a la realidad.
Una realidad alarmante, porque
aporta un importante caudal de dudas acerca de la capacidad de algunos niveles
medios que nos gobiernan, que por esa necesidad de recaudar para cubrir errores
propios y ajenos o antiguos, se cae a la ridiculez de pretender cobrar lo
incobrable.
Que esté dentro de la ley es
una cosa, pero que haya sido un error tan grueso es imperdonable, aunque luego
no haya rodado ninguna cabeza como hubiera sido lo correcto.
De todas maneras no es una
situación cómoda en la que ha quedado el gobierno, por la simple razón que pase
lo que pase, al ajuste lo pagará el Estado.
Y el Estado, aunque nos duela,
somos todos nosotros.
LA CONDUCCIÓN DE EPEC SE VIENE ACERCANDO
PELIGROSAMENTE A LA INSENSIBILIDAD SOCIAL
El hecho que la electricidad haya aumentado
en el último año por encima de la inflación, es una especie de sincera
confesión que hace la empresa proveedora -en este caso la EPEC- de su propia,
alarmante y escondida ineficiencia, pese a lo cual muchos jerarcas cobran
jugosas recompensas por no contar con ese atributo de la inteligencia y de la
honradez profesional.
Primero nos embadurnaron con la
imprevista aplicación del cobro mensual para intentar suavizar el brutal
incremento en el precio de la energía residencial, lo que llevó a colocarla en
el pedestal nacional por ser la más cara del país.
La inoperancia de la costosa e
inconclusa Central Pilar que es una ofensa al bicentenario argentino, es otro
de los ítems que los cordobeses venimos pagando para que se enriquezcan sus
mentores y quienes seguramente lo mismo cobraron aunque la criatura que dijeron
había nacido, ni siquiera abrió los ojos.
Poco a poco nos fueron
enhebrando con la tarifa, pese a los baches en las prestaciones originados por
la desinversión en equipos, aunque se pregone actualización tecnológica que no
se aprecia en el suministro ciclotímico, especialmente en los sectores de mayor
densidad poblacional.
Ahora resulta que los aumentos
son por imposición de los transportadores de la energía y la gente no tiene
idea de qué se trata, pero lo mismo debe pagar.
Se viene otro incremento, se
hará esa parodia teatral de la audiencia pública para cumplir con una
formalidad que está más emparentada con la payasada política que con la
realidad que nos toca vivir, todo para que el ERSEP le ponga la firma a una
nueva suba que habrá que pagar si o si, por eso del monopolio en el suministro.
No quiero ni pensarlo, porque
en verdad se caería a pedazos si tuviera que competir en calidad y precio con
cualquier otra alternativa.
La cuestión es que habrá que
aprontarse a las nuevas facturaciones que son una demostración cabal de
insensibilidad social con el incremento que la empresa está reclamando, para
consolidarse en el sitial más encumbrado en materia de costos, paralelo a su
propia ineficiencia.
Y a los cordobeses no nos
quedará otra alternativa que pagar o acostumbrarnos a las tinieblas para lo
cual la EPEC nos viene entrenando desde hace demasiado tiempo.
Un detalle a tener muy en
cuenta a la hora de votar…
La Justicia
“le hizo precio” --------------------
DE VIDO PURGARÁ 40 DÍAS Y MEDIO
POR CADA VÍCTIMA DE LA TRAGEDIA
Realmente es para pensar que este tiempo que lleva en la cárcel Julio De
Vido es una ganga para el ex encumbrado personaje del kirchnerismo condenado
por su responsabilidad en la tragedia de la estación Once de los ferrocarriles
porteños, que arrojó el luctuoso saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.
Se salvó de la acusación de
estrago culposo, pero deberá purgar 5 años y ocho meses de capacha, que llevado
esto a las matemáticas nos deja un resumen de más o menos 40 días y medio por
cada víctima fatal de una tragedia que bien pudo haberse evitado.
Y por esas cosas de las leyes,
de la benignidad y de otros detalles en la computación del paso de los tiempos,
el bueno de Don Julio podrá, seguramente en un par de añitos o algo más o
posiblemente también menos, gozar de la vida en libertad y vaya paradoja, no lo
podrán hacer los inmolados por su inoperancia funcional.
Demasiado tiempo duró el juicio
y por más que De Vido y sus dependientes la sacaron barata, cualquier pena por
más rigurosa que signifique para los culpables, de poco servirá para atenuar el
enorme dolor de los familiares ni el sufrimiento de los que todavía luchan por
recuperar su salud quebrantada por el desgobierno y la displicencia a la hora
de gestionar.
En verdad cinco años y unos
meses no son nada en la vida de una persona que amparada en su poder de antaño
eludió la responsabilidad de manejar correctamente un área tan sensible como es
la de la prestación de esenciales servicios públicos.
Son los que requieren al factor
seguridad como uno de los más importantes de la prestación.
¿Si De Vido se enriqueció merced
a las relaciones que tejió desde su función ministerial?
Esa es una duda que seguramente
se disipará cuando la Justicia avance en otras causas en las que el ex alto
funcionario kirchnerista está involucrado y por las que en su momento deberá
responder.
Pero cuando está de por medio
la vida de medio centenar de seres humanos y la integridad física de tantos y
tantos otros heridos, no hay cárceles para los responsables que puedan mitigar
el enorme dolor que provocaran las pérdidas tan irreparables como, ya lo
dijimos, también evitables.
De ahora en más cada 40 días y
medio, Julio De Vido tendrá que tomar obligada conciencia que está dejando
morir a un ser humano.
Y esa puede ser la peor de las
penas, si es que tiene conciencia, que no lo dejará vivir en paz.
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO
Y EL CONCEPTO DE INOCENCIA
La
inocencia se define como “condición libre de culpa o falta de malicia o mala
intención”. La palabra deriva del término latín “innocens” y está formada
por un prefijo negativo in y la palabra nocens que
significa nocivo o dañino.
En
conclusión, un inocente es alguien “no dañino” o “que no hace
mal”. En la antigua Roma los primeros juristas se esforzaron por
defender como “principio de inocencia” que toda persona debía ser considerada
inocente, y tratada como tal, hasta que un juez probara su culpa,
y de esta manera es reconocido y aceptado también hoy en nuestras
leyes.
Podría
parecer que todo el mundo sabe esto, excepto los juzgadores de la causa
del Registro de la Propiedad de Córdoba. Basta la lectura de algunos
escritos judiciales que reconocen no tener pruebas o no saber en qué o cómo
habría participado un imputado, para entender la violación a este principio y a
toda la ley, que se cometió al encerrar a estos acusados por largos años sin
juicio alguno, cumpliendo condenas anticipadas.
Aunque
muchos lucharon sin tregua para defenderse y fueron reconocidos por dictámenes
de las las ONG, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la
propia Organización de las Naciones Unidas, no podemos caer en el
error de pensar qué otra cosa más debieron hacer.
Es muy
claro nuestro Código Penal cuando afirma que es el Estado quien debe probar la
culpa y no el acusado quien debe demostrar su inocencia, y que esa culpa debe
probarse en juicio justo y sin encierro.
Por qué ese orden se invirtió, arbitrariamente y en contra de la
ley, es algo que todavía el Poder Judicial debe explicar.
Y los
afectados por la injusticia, tienen derecho a saber por qué se los trató tan
injustamente.
Tres “patas de
lana” para engañar al usuario
UTA, FETAP, LA MUNI Y ESA PRÁCTICA
POR SIEMPRE OCULTA DEL POLIAMOR
Cuando se puso de moda no por nuevo sino por trascender superando todas
las humanas hipocresías y desverguenzas eso del “poliamor”, que es más viejo
que la espalda, se me apareció asociado a un padecimiento que los cordobeses
venimos soportando con estoicismo y resignación.
Ese sufrimiento que como
algunos antibióticos se consume cada seis, ocho o doce horas por día, se llama
transporte urbano de pasajeros, un drama que se viene reiterando y
perfeccionando desde que la CATA ¿se acuerda? dejó las calles y los recorridos,
para que entraran a volar las empresas que se presentaban a las licitaciones de
servicios y ganaban con buenas propuestas, que nunca se materializaron en
beneficio de los usuarios.
Esa es, era y seguirá siendo
una de las patas de este sainete, porque la otra es la UTA, el gremio que
nuclea a los choferes de bondis ahora los mejor pagos del país por
merecimientos propios, supongo, porque no debe ser grato estar a bordo de un
ómnibus que cuando llega a cada parada los pasajeros miran al fercho con ganas
de acomodarle un saque como si fuera el único culpable del desastre.
El otro actor es el que llaman
“poder concedente” que es la Municipalidad de Córdoba, desde donde se diagraman
los recorridos, las exigencias de frecuencias y todo lo atinente al correcto y
eficiente funcionamiento del servicio, que dicho sea también de paso, es el más
caro del país si de transporte urbano estamos hablando.
Ya están las tres patas de este
poliamor apasionado que nos quita el sueño no por celos ni envidias, sino por
indignación frente a las esperas cada vez más prolongadas, el precio cada vez
más caro y los caprichos cada vez más demandantes, todo lo cual ha transformado
en rehén a cada uno de los sufridos usuarios con lo que es algo así como el concubinato normal entre
empresarios y sindicalistas, que someten al pasajero que es la víctima por una
simple cuestión de mayoría, de prepotencia compartida y de elemento de presión
hacia quien legisla acerca del funcionamiento del servicio.
UTA y FETAP con sus intereses abiertamente
similares y paralelos, vulneran al poder concedente por presión conjunta, al
que no le queda otra que aflojar sus lienzos pese a que no se soportan y de vez
en cuando se dan besitos de reconciliación.
Y en este juego perverso de amor
desenfrenado, es como si hubiera tres “pata de lana” que se burlan de la única
víctima que es el pasajero usuario.
Es a quien y dolorosamente para
su bolsillo te toca pagar el telo, el brindis y todo lo que implica esa
tardíamente descubierta práctica del poliamor en el transporte urbano.
Y para colmo, ninguno de sus
actores piensa en el divorcio…
USURPADORES BUSCAN APARECER
AHORA
COMO LUCHADORES POR UNA CAUSA NOBLE
Por supuesto que los buenos
entendedores comprendemos que las causas nobles son aquellas por las que se
lucha de frente, sin antifaces ni ocultamientos, a cara descubierta y con
declarados objetivos que no incluyan apetencias personales o delirios ideológicos.
Pero si esas causas a las que
se pretende rotular como nobles se las bastardea de cualquier manera, pierden
la nobleza declamada desde el seno de sus ejecutores y se transforman en casi
payasadas costosas para la cultura y para la sociedad.
Porque en la usurpación de
espacios de nuestra cuatrisecular Universidad se mezclaron en un absurdo cóctel
algunas reivindicaciones atendibles con cuestiones como el aborto, lo que aún
algunos consideran el secuestro, tortura y muerte del artesano Maldonado y
otros temas tan descolgados como los que acabo de enunciar.
El perjuicio emergente a
terceros ajenos a los temas y diferencias universitarias es otro de los
aspectos que se suma a los daños en el mobiliario, los sanitarios y otros
detalles de los recintos donde durante un mes “se atrincheraron” estudiantes
reales, estudiantes crónicos, dirigentes políticos y “zampados” como siempre
ocurre en casos similares, que de ninguna manera podían justificar su
presencia.
Existió la cautela de no
desalojarlos con las fuerzas de seguridad para no fabricar víctimas que imperiosamente
necesitaban los mentores del movimiento.
Pero la Justicia tardó demasiado
tiempo en actuar de oficio, con cierta certeza por la inocultable afinidad
ideológica de algún fiscal con los ocupantes ilegales.
Finalmente los invasores se
fueron llevándose sus colchones, enmascarados como activistas clandestinos y
dejando un alto perjuicio económico para muchos, más allá del concesionario del
comedor y de sus empleados.
Muchos estudiantes, algunos
extranjeros -se comenta- perdieron becas por negárseles el acceso a
documentación que se guarda en el Rectorado y eso es imperdonable.
Ahora la Justicia, aunque
tardíamente, tiene la oportunidad de demostrar que es tal; que estamos dejando
atrás los tiempos de las prepotencias y que todo debe ajustarse a los dictados
de la ley.
Es bueno que alguna vez, desde
chiquitos, los argentinos vayamos tomando conciencia que es la única manera de
honrar al respeto por la Democracia.
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