Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” n° 542 del 11/11/18 emitido únicamente por FM88.5
debido a una transmisión deportiva por la AM580, ambas de Radio Universidad de
Córdoba.
Sin desmerecer
a los otros candidatos
CREO QUE AL WALTER “POLLO” DÍAZ SER
EL CORDOBÉS DEL AÑO, LE QUEDA CHICO
¿Puedo hacer una lluviosa y
poco iluminada confesión?
La verdad, cuando los factores
se ponen en contra de un esfuerzo genuino y repetido cada semana como un ritual
religioso, es que surgen pensamientos que bien pueden estar alejados del motivo
principal, que en este caso es la ciclotímica habitualidad de este espacio.
Aceptamos ser hijos del fútbol
y de sus transmisiones que nos van mutando en el dial, a veces por una FM
débil, a veces en dúplex con la óptima AM, a veces sin la ventaja que significa
contar con la apoyatura de internet y su alcance mundial, porque es desde
muchos lugares alejados que nos escuchan gracias a la tecnología.
Hoy, cayendo a la misma
exageración porteña alimentada por una enorme corporación económica, sindical,
política y deportiva, nos obligan a caer al absurdo de reconocer que un partido
de fútbol sea tomado como la final de un mundial, o el acontecimiento
futbolístico más trascendente de nuestra historia, o que el mundo será distinto
después de un encuentro en el que dos tradicionales rivales buscarán la
victoria.
Se dice, cuando hay despelotes,
agresiones, disturbios, represión, muerte entre hinchadas y otros fenómenos
sociales, que el fútbol es solo un juego, pero esa exageración lo está
desvirtuando y lo transforma en un formidable negocio que a veces lo malogra un
temporal inoportuno, como ahora, y altera el ritmo de un país frente a la
incertidumbre.
Vuelvo a la confesión: ¿sabe en
realidad, cuál es la noticia que en este momento más me conmociona?
Muy simple: haberme enterado
que mi amigo Walter “El Pollo Díaz” figura entre los candidatos a Cordobés del
año.
Creador de un espíritu musical
donde el ritmo suele ser la carencia, la intemperie, el reinado de la droga, la
desocupación y el delito todo dentro de un marco donde la mayoría es decente,
es digno de ser destacado.
Y el Pollo encontró la verdad
desde su concepto que un chico que agarra un violín, nunca tomará en sus manos
un arma, lo que es emocionadamente contundente.
Y formó en villa “La tela”
desde la nada y con muy poco la Sinfónica “Banjamines” integrada por pibes y
mocosas de 15 asentamientos marginales cordobeses y allí andan, paseando su
dignidad, su esfuerzo y su compromiso con la sociedad demostrando ese grueso
error de los que hacen sinónimo de pobreza con delincuencia.
Esa es la mejor noticia de hoy,
y será mejor aún cuando el “Pollo Díaz”, sea o no ungido, ingrese a nuestra
historia con mayores posibilidades de perdurar que el resultado de un partido
de fútbol que dura una hora y media.
Porque su ejemplo, si, será
mundial y eterno
PREVISIBLE Y COSTOSO “BOLETAZO”
Otra vez la vieja, percudida y hartante
costumbre de sorprendernos aprovechando la lluvia, la noche y el ejercicio de
una autoridad que debiera manifestarse alguna vez en beneficio del
contribuyente, acosado por el pago de obligaciones que después se diluyen en
algún agujero negro de complicidades e ineficiencias.
El
evidente concubinato entre los empresarios del transporte y la dirigencia
sindical de la UTA coloca al usuario sostenedor de prestaciones deficientes en
su calidad de eterno rehén y víctima de la voracidad de ambos sectores, en la
mayor vulnerabilidad ante la inacción del poder concedente que es la
municipalidad y su ciclotimia de gestión.
Estamos obligados a pagar por adelantado un servicio
lamentable, con esperas cada vez más prolongadas, atendido con unidades
mugrientas y a veces en estado técnico inaceptable.
Pero ellos ya cobraron y manejan también por adelantado una enorme masa de dinero que es nuestro.
Pero ellos ya cobraron y manejan también por adelantado una enorme masa de dinero que es nuestro.
Y es el cuento de nunca acabar; es la estafa
cívica que no sabe de misericordia hacia los menos afortunados y formaliza esa
deleznable lucha en la que los afortunados cuando se encaprichan y reclaman, lo
hacen en peligroso desmedro del resto de la clase trabajadora impedida de
asistir a sus obligaciones, perdiendo los beneficios del presentismo y de la
puntualidad.
Ni FETAP ni la UTA han mostrado jamás algo de sensibilidad social y siempre han avanzado ciega y angurrientamente sobre los derechos del resto de la gente, sin importarles las consecuencias de tamaño egoísmo.
Ya está: los empresarios lloraron su falsa miseria, contaron con la complicidad dirigencial de un gremio, consiguieron lo que buscaban y la rueda volverá a girar hasta el próximo capricho.
Ni FETAP ni la UTA han mostrado jamás algo de sensibilidad social y siempre han avanzado ciega y angurrientamente sobre los derechos del resto de la gente, sin importarles las consecuencias de tamaño egoísmo.
Ya está: los empresarios lloraron su falsa miseria, contaron con la complicidad dirigencial de un gremio, consiguieron lo que buscaban y la rueda volverá a girar hasta el próximo capricho.
Simplemente, repitieron el libreto que también como
siempre contó con la aprobación de un cuerpo "legislativo" que en su
vida esperó un ómnibus o un trole muriéndose de frío o de calor.
Para ellos lo único trascendente pareciera ser que la Nación no deje de
enviarles dinero para seguir subsidiando a una actividad altamente lucrativa
que cuenta con la enorme ventaja de tener asegurada la suficiente cantidad de
rehenes como para obrar a su antojo, y permítanme que se los diga crudamente,
cagándose en las necesidades de los usuarios que están obligados a sostener ese
sistema perverso.
Desde la autoridad escasas veces surgieron soluciones que no pasaran por
lo económico privilegiando el respeto que permanentemente, incluso estando
regularizadas las prestaciones, se les vulnera a los pasajeros.
Pero después, esos mismos políticos pedirán que los
voten…
La EPEC frente
a una tormentita
¡Y ESO QUE EL VIENTO FUE SUAVE!
PERO HUMILLÓ A LA TECNOLOGÍA
Una nueva afrenta a la calidad
de vida de los cordobeses ha perpetrado la Empresa Provincial de Energía de
Córdoba con estas últimas lluvias que sin ser violentas ni despiadadas,
tuvieron una exasperante continuidad.
Dirán que la culpa no es de la
EPEC sino de la maldita meteorología que se ensaña, pero es esa empresa, la que
proclama tecnología de punta, inversiones millonarias y suculentas
gratificaciones “por eficiencia” a sus mandamases, la responsable por omisión
que a cada tanto nos veamos doblegados por una lluvia más parecida a la meadita de un gato a un
temporal en serio, como esos que suelen abatirse con fuerza enorme y vientos
huracanados.
Ni siquiera salieron a informar
dónde estaba la falla y menos a qué se debía, porque parece que se terminó la
vigencia que tuviera durante cierto tiempo un vocero que al menos daba la cara
por todos los que se escondían por detrás de su propia inoperancia.
El servicio fue caprichoso, lo
cortaban media hora, lo restituían cinco minutos, lo volvían a cortar y así la
realidad, mientras los usuarios que pagamos la electricidad por lejos más cara
del país, rezábamos y hasta los ateos lo hacían, para que los electrodomésticos
no sufrieran daños de los que la propia EPEC pocas veces se hace cargo.
¿Qué esperamos para la
temporada de lluvias y vientos que suele aposentarse en el verano sobre
Córdoba?
La verdad y en lo personal,
como cordobés espero que para entonces, no esté dirigiendo a esa empresa de
lamentables prestaciones, la misma gente que ahora está allí, dice que dirige
pero los resultados demuestran que es una costosa mentira.
Tan mentira como esa eficiencia
por la que tanto dinero reciben…
LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA Y HAY UNA
VÍCTIMA FATAL QUE MERECE RESPUESTA
Tiempo atrás el Sr. Andrés
Pérez me supo enviar la copia de un escrito remitido a la Fiscalía General en
el año 2011, en el que reflexionaba sobre los estudios psicológicos y
psiquiátricos que se realizan a un preso que va a salir en libertad, o a
un policía o militar para valorar si se encuentra “apto” para portar armas,
todos orientados a determinar si la persona está mentalmente apta
para afrontar una obligación delicada equilibradamente y sin peligro para
terceros.
Esto lo llevaba a preguntarse si
se hacían tales estudios a funcionarios judiciales de Córdoba para
valorar su apego a la aplicación de “justicia”, particularmente en el caso de
la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y agregaba Pérez que estos
estudios se han generalizado en el mundo actual y hasta el presidente de los
Estados Unidos se los realiza una vez al año.
Un fundamentado cuestionamiento
aunque según lo poco que conozco, estas evaluaciones se practican en
varios países europeos, siendo muy exhaustivas y exigentes en
Holanda, pero tengo entendido que en el nuestro no se hacen. Los jueces tienen
en sus manos el más elemental de nuestros derechos como es la libertad,
pudiendo perderse con ella la vida misma.
Por lo tanto, alguien debe
garantizarnos su idoneidad.
En la causa del Registro de la
Propiedad de Córdoba se aplicó prisión preventiva sistemática sin juicio, se encarcelaron
personas sin pruebas y sólo por convicción del juez, se cumplieron condenas
anticipadas, se nombró una comisión especial para juzgar y se juzgó
repetidamente a los mismos imputados por lo mismo.
Cuál es el grado de
razonabilidad de todo esto, es algo que merece urgente evaluación.
El escrito de Pérez, por si a
alguien se le ocurriera saber, nunca fue contestado.
Y aún sin su presencia física,
aguarda respuesta y por sobre todo, Justicia.
Paralización aérea
SALVAJISMO SINDICAL Y POLÍTICO,
BOMBA DE TIEMPO CON LOS PAROS
Más allá del papelón
internacional que representa aislar a un país, el reciente paro dispuesto por
la dirigencia de cinco gremios vinculados con la actividad aerocomercial puede
ser considerado salvaje, pero cuando se advierte la orientación ideológica de
sus mentores, alcanza para encontrarle explicación a esa siniestra tarea de
socavar a un gobierno legítimamente elegido por el voto popular.
Lo mismo cabe y en su momento
así fue encarado, cuando las medidas similares afectaron a gobiernos anteriores.
Pero esta vez la injerencia del
remanente camporista en una empresa a la que fundieron, en la que hacían
figurar miles de pernoctaciones fantasmas en hoteles de los amigos y parientes
del poder, se colocó por encima del daño a que se están acostumbrando los no
asumidos en su derrota y ahora alérgicos a la Justicia y a los barrotes.
Es como si la dirigencia
gremial de esos sectores no tuviera conciencia del daño que se le hace no ya
sólo a la imagen del país, que ellos mismos deterioraron hasta cansarse, sino a
la gente imposibilitada de viajar por paseo o por otras obligaciones, entre las
que están los compromisos médicos, los dramas familiares y diferentes como
respetables motivaciones.
Los analistas estiman que el
perjuicio de estos días de inactividad por asambleas que son paros encubiertos,
alcanzó en forma directa a más de 30.000 pasajeros que malograron su viaje y
padecieron otros perjuicios colaterales.
Es tan simple la evaluación con
prisma político, que al multiplicar esos 30 mil por tres o cuatro miembros de
cada familia más los allegados y los indignados por el atropello, muchos
entendidos transforman a eso en votos.
Y sostienen que después, de
nada sirve llorar…
Cuando el
dólar y el crudo bajan…
Y.P.F. EL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES Y
TODOS LOS QUE “COMIERON” EL
AMAGUE
Es cierto que la mayoría de los
argentinos vivimos desde siempre obligados por circunstancias que por lo
general no manejamos, a estar pensando
permanentemente no tan sólo con la mente y lo que nos quede de neurona y
cerebro analítico, sino con la más sensible de nuestras vísceras: el bolsillo.
Y cuando escuchamos por allí
que es inminente el aumento en el precio de los combustibles, salimos
disparando, buscamos el coche o la moto, nos metemos en la primera estación de
servicio que encontramos y le pedimos al playero que nos llene el tanque y que
le meta combustible en la guantera y hasta en los ceniceros.
Así creemos estar a salvo del
incremento en los precios que viene siendo una penosa costumbre de la que nadie
nos había advertido y caimos como giles.
Así también se fueron dando las
cosas: largas filas de coches ya en surtidores de cualquier marca o color pero
siempre la mayoría tiene la certeza que nuestra Y.P.F. es una garantía en
materia de calidad y medición justa de la cantidad, cuando la realidad suele
demostrar que en tal sentido por lo general son todas iguales porque ahora los
motores de inmediato denuncian cualquier alteración del líquido que los
alimenta.
Y salió el nuevo aumento al que
de inmediato adhirieron todos los colores de estaciones, Esso, Axion, Shell y
las restantes con diferencias de centavos, todas menos nuestra empresa de
bandera, Y.P.F.
Todo el mundo llenó tanques,
los que pudieron empacharon bidones, botellas de gaseosas previamente vaciadas,
enjuagadas y secadas y bolsas de esas que se usan cuando uno es tonto y no mira
el combustible que resta en el tanque y como vulgarmente se dice, “se queda a
pata”.
Pasaron las horas, y de los precios
de Y.P.F. ni una palabra.
Pasaron pocos días y nada…
Finalmente, el anuncio oficial
que YPF no aumentaría el precio de sus combustibles porque por el momento no se
consideraba necesario ni prudente hacerlo.
¿Fue un sincericidio o un acto
demagógico?
Puede que un poco de cada uno
de esos elementos, pero sirvió para demostrar que aunque sea en mínima medida,
todos tendrán que convencerse que el “por las dudas” es el incremento que más
daño nos viene haciendo al bolsillo.
Bajó el dólar, bajó el precio
internacional del crudo y los combustibles no todos aumentaron sino que al
menos se mantuvieron.
¿Cuándo ocurrirá lo mismo con
la carne, el pan, el azúcar, la yerba, los medicamentos nacionales, el
transporte y tantos otros productos imprescindibles?
Es hora de dejarse de joder y
alguna vez divorciarnos del dólar que como se advierte, no es el marido
perfecto y ni siquiera la amante o un pata de lana confiable…
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“BONUS TRACK” (EN CORDOBÉS BÁSICO, “LA
YAPA”)
Los domingos por la mañana y en
mi condición de periodista independiente, he comenzado a comentar algún tema de
actualidad en el programa “Mitre Club” que conduce el colega Pablo Colazo en
Radio Mitre 810. La columna ocupa unos pocos minutos entre las 10,30 y las 11 y
este día 11 de noviembre abordé el tema de la curiosa conversión de un sector
del peronismo, otrora iconocasta del ’55 a la actualidad de virtual
“vaticanización”. A continuación, la desgrabación de dicho comentario:
Peronismo,
historia y memoria
DE LA ICONOCLASIA DEL ’55 A
LA “VATICANIZACIÓN” ACTUAL
La memoria, que es el lápiz de
la historia, suele atesorar vivencias y evocaciones que más allá de los
recuerdos, pasan a formar parte de las nostalgias en algunos y en otros, de
actualizar odios adormecidos.
Más que prolongado, demasiado
ancho ha sido el sendero ideológico que transitó el peronismo, incluso antes de
sus públicos albores como movimiento, porque si tomamos como punto de partida
en dónde y con quiénes se formó militarmente el líder, sería complicado aceptar
esa rara mezcla de Mimí y de Musetta en los vaivenes que lo llevaron desde la
prusiana derecha, a eso que le llamaron romanticismo de los jóvenes idealistas,
varios de una curiosa izquierda cristiana, que fueron tan criminales como los
genocidas de uniforme que desquiciaron al país por siete fatídicos años.
Allá por la década del 40 y
tantos “cuando el que te dije salía al balcón” según la genial María Elena
Walsh, luego de años tormentosos en que se fuera desdibujando la figura del
líder para que la realidad le diera diploma de dictador, la oposición más
compacta y con la solidez de una fácil llegada al pueblo, desde los púlpitos se
manifestaba contra las medidas de gobierno que el clero consideraba
anticristianas, y por entonces y como siempre, el sector actuaba por
“obediencia debida”.
A mediados de junio del ’55 se
produjo un alzamiento militar cuyo objetivo era ultimar a Perón bombardeando
con aviones de la Armada la zona de Plaza de Mayo dejando decenas de muertos y
heridos y la reacción del poder hizo fusilar a 31 compatriotas.
Y como el sesgo de los
insurrectos tenía perfil vinculado con la Iglesia, decenas de activistas
amparados por la indiferencia de la Policía Federal ordenada por el poder
peronista, incendiaron la curia porteña destrozando su archivo histórico y
atacaron ferozmente en forma casi simultánea
a varias iglesias.
Fue una iconoclástica salvajada
de las hordas alentadas desde el partido entonces gobernante.
Se armaron los comandos civiles
bajo la consigna “Cristo vence” en iglesias y parroquias lo mismo que hacían
militares rebeldes en cuarteles y en otros asentamientos, hasta que vino la que
tuvo dos nombres, según desde donde partiera: Revolución Libertadora desde el
clero y los hombres de Lonardi y Aramburu, y Revolución fusiladora, así llamada
desde los sectores más encumbrados del peronismo. Era septiembre del ’55.
Corrió la historia, dejó sus
rastros, el peronismo no disimulaba un odio visceral contra el clero opositor y
adoptaba medidas que no caían simpáticas en temas hasta entonces tabúes como
aborto, divorcio, la separación de la Iglesia del Estado y otros que se echaron
a circular.
La vida siguió su curso, los
hombres de septiembre del ‘55 eran profundamente católicos, se fortalecieron
los cursillos de cristiandad y las relaciones entre el poder y la Iglesia se
suavizaron.
Después Carlos Saul I de
Anillaco se mantuvo algo errático pero casi prescindente y posteriormente, se
dio el giro más impactante de los últimos tiempos en cuanto a participación de
la Iglesia en la vida política argentina. No es para escandalizarse que una
institución universal como lo es ella tuviera intensa actividad política.
Cuando aquella fumata blanca
que consagraba a Francisco, casi ex Bergoglio en Sumo Pontífice ganó el cielo
romano, el impacto en Argentina fue notable. Bergoglio de inmediato se diplomó
de represor, entregador de curas a la dictadura genocida y otras lindezas.
Fue demonizado por las Madres
de Plaza de Mayo, doña Hebe se cansó de circular por la banquina del insulto
alevoso lanzado por impunidad consagrada y sus seguidores… y seguidoras tomaron
por baño el atrio de la Catedral Metropolitana y otros sacralizados recintos y
Francisco, el Papa argentino, ya era más diablo que Satanás.
El tiempo que todo lo cambia
cambió también al ex Bergoglio y trascendió su nueva personalidad, anudó
impensadas amistades en lo político, sindical y financiero. Lo empezaron a
mirar distinto desde la izquierda más fundamentalista vinculada con el poder de
entonces.
Tejió alianzas y últimamente
envió a un desconocido personaje que ahora es SU voz y SU pensamiento. Los
bolsos con dólares y otras curiosas operaciones adentro o afuera de los
conventos pasaron a ser monedas por el escaso valor comparado con otros grises
emprendimientos.
Y Francisco, lejos de aquella
dolorosa iconoclasia casi pasó a ser tropa de un kirchnerismo en virtual
decadencia que lo había repudiado y ahora exuda su alergia a los barrotes.
Todo lo demás es tan reciente
que no vale la pena recrearlo.
¿Una conclusión?
Solamente un pensamiento
asentado en la realidad que vivimos, al advertir que uno de los focos más que
de divergencia y con actitudes pre o pro golpistas, tiene a Francisco en
condición -al menos geográficamente hablando- de lejano mentor.
Demasiado parecido al 55 y con
el mismo propósito, como entonces, de faltarle el respeto a la voluntad
popular. Los analistas no le encuentran explicación a esa actitud papal de no
visitar su Patria ni siquiera de paso.
Que con la Iglesia haga
política, desde San Pedro ha sido costumbre.
Pero de allí a ser una figura
partidista, la distancia es enorme.
Todo esto no es gorilismo.
Simplemente se trata de
historia… y de memoria.
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