11 de noviembre de 2018

S.L.B.: AL WALTER “POLLO” DÍAZ SER EL CORDOBÉS DEL AÑO, LE QUEDA CHICO - TRANSPORTE URBANO, MÁS CARO Y PEOR - PAPELÓN DE E.P.E.C. ANTE UNA TORMENTITA - MEGACAUSA ACTIVA Y VICTIMA FATAL QUE MERECE RESPUESTA - CAMPORISMO RESIDUAL Y SALVAJISMO SINDICAL Y POLÍTICO - Y.P.F. Y EL MÁS RECIENTE AUMENTO - BONUS TRACK CON COMENTARIO PARA RADIO MITRE, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” n° 542 del 11/11/18 emitido únicamente por FM88.5 debido a una transmisión deportiva por la AM580, ambas de Radio Universidad de Córdoba.

Sin desmerecer a los otros candidatos
CREO QUE AL WALTER “POLLO” DÍAZ SER
EL CORDOBÉS DEL AÑO, LE QUEDA CHICO
   ¿Puedo hacer una lluviosa y poco iluminada confesión?
   La verdad, cuando los factores se ponen en contra de un esfuerzo genuino y repetido cada semana como un ritual religioso, es que surgen pensamientos que bien pueden estar alejados del motivo principal, que en este caso es la ciclotímica habitualidad de este espacio.
   Aceptamos ser hijos del fútbol y de sus transmisiones que nos van mutando en el dial, a veces por una FM débil, a veces en dúplex con la óptima AM, a veces sin la ventaja que significa contar con la apoyatura de internet y su alcance mundial, porque es desde muchos lugares alejados que nos escuchan gracias a la tecnología.
   Hoy, cayendo a la misma exageración porteña alimentada por una enorme corporación económica, sindical, política y deportiva, nos obligan a caer al absurdo de reconocer que un partido de fútbol sea tomado como la final de un mundial, o el acontecimiento futbolístico más trascendente de nuestra historia, o que el mundo será distinto después de un encuentro en el que dos tradicionales rivales buscarán la victoria.
   Se dice, cuando hay despelotes, agresiones, disturbios, represión, muerte entre hinchadas y otros fenómenos sociales, que el fútbol es solo un juego, pero esa exageración lo está desvirtuando y lo transforma en un formidable negocio que a veces lo malogra un temporal inoportuno, como ahora, y altera el ritmo de un país frente a la incertidumbre.
   Vuelvo a la confesión: ¿sabe en realidad, cuál es la noticia que en este momento más me conmociona?
   Muy simple: haberme enterado que mi amigo Walter “El Pollo Díaz” figura entre los candidatos a Cordobés del año.
   Creador de un espíritu musical donde el ritmo suele ser la carencia, la intemperie, el reinado de la droga, la desocupación y el delito todo dentro de un marco donde la mayoría es decente, es digno de ser destacado.
   Y el Pollo encontró la verdad desde su concepto que un chico que agarra un violín, nunca tomará en sus manos un arma, lo que es emocionadamente contundente.
   Y formó en villa “La tela” desde la nada y con muy poco la Sinfónica “Banjamines” integrada por pibes y mocosas de 15 asentamientos marginales cordobeses y allí andan, paseando su dignidad, su esfuerzo y su compromiso con la sociedad demostrando ese grueso error de los que hacen sinónimo de pobreza con delincuencia.
   Esa es la mejor noticia de hoy, y será mejor aún cuando el “Pollo Díaz”, sea o no ungido, ingrese a nuestra historia con mayores posibilidades de perdurar que el resultado de un partido de fútbol que dura una hora y media.
   Porque su ejemplo, si, será mundial y eterno

PREVISIBLE Y COSTOSO “BOLETAZO”
   Otra vez la vieja, percudida y hartante costumbre de sorprendernos aprovechando la lluvia, la noche y el ejercicio de una autoridad que debiera manifestarse alguna vez en beneficio del contribuyente, acosado por el pago de obligaciones que después se diluyen en algún agujero negro de complicidades e ineficiencias.
  El evidente concubinato entre los empresarios del transporte y la dirigencia sindical de la UTA coloca al usuario sostenedor de prestaciones deficientes en su calidad de eterno rehén y víctima de la voracidad de ambos sectores, en la mayor vulnerabilidad ante la inacción del poder concedente que es la municipalidad y su ciclotimia de gestión.
  Estamos obligados a pagar por adelantado un servicio lamentable, con esperas cada vez más prolongadas, atendido con unidades mugrientas y a veces en estado técnico inaceptable.
     Pero ellos ya cobraron y manejan también por adelantado una enorme masa de dinero que es nuestro.
 Y es el cuento de nunca acabar; es la estafa cívica que no sabe de misericordia hacia los menos afortunados y formaliza esa deleznable lucha en la que los afortunados cuando se encaprichan y reclaman, lo hacen en peligroso desmedro del resto de la clase trabajadora impedida de asistir a sus obligaciones, perdiendo los beneficios del presentismo y de la puntualidad.
     Ni FETAP ni la UTA han mostrado jamás algo de sensibilidad social y siempre han avanzado ciega y angurrientamente sobre los derechos del resto de la gente, sin importarles las consecuencias de tamaño egoísmo.
     Ya está: los empresarios lloraron su falsa miseria, contaron con la complicidad dirigencial de un gremio, consiguieron lo que buscaban y la rueda volverá a girar hasta el próximo capricho.
   No han hecho nada nuevo.
   Simplemente, repitieron el libreto que también como siempre contó con la aprobación de un cuerpo "legislativo" que en su vida esperó un ómnibus o un trole muriéndose de frío o de calor.
   Para ellos lo único trascendente pareciera ser que la Nación no deje de enviarles dinero para seguir subsidiando a una actividad altamente lucrativa que cuenta con la enorme ventaja de tener asegurada la suficiente cantidad de rehenes como para obrar a su antojo, y permítanme que se los diga crudamente, cagándose en las necesidades de los usuarios que están obligados a sostener ese sistema perverso.
   Desde la autoridad escasas veces surgieron soluciones que no pasaran por lo económico privilegiando el respeto que permanentemente, incluso estando regularizadas las prestaciones, se les vulnera a los pasajeros.
   Pero después, esos mismos políticos pedirán que los voten…

La EPEC frente a una tormentita
¡Y ESO QUE EL VIENTO FUE SUAVE!
PERO HUMILLÓ A LA TECNOLOGÍA
   Una nueva afrenta a la calidad de vida de los cordobeses ha perpetrado la Empresa Provincial de Energía de Córdoba con estas últimas lluvias que sin ser violentas ni despiadadas, tuvieron una exasperante continuidad.
   Dirán que la culpa no es de la EPEC sino de la maldita meteorología que se ensaña, pero es esa empresa, la que proclama tecnología de punta, inversiones millonarias y suculentas gratificaciones “por eficiencia” a sus mandamases, la responsable por omisión que a cada tanto nos veamos doblegados por una lluvia más  parecida a la meadita de un gato a un temporal en serio, como esos que suelen abatirse con fuerza enorme y vientos huracanados.
   Ni siquiera salieron a informar dónde estaba la falla y menos a qué se debía, porque parece que se terminó la vigencia que tuviera durante cierto tiempo un vocero que al menos daba la cara por todos los que se escondían por detrás de su propia inoperancia.
   El servicio fue caprichoso, lo cortaban media hora, lo restituían cinco minutos, lo volvían a cortar y así la realidad, mientras los usuarios que pagamos la electricidad por lejos más cara del país, rezábamos y hasta los ateos lo hacían, para que los electrodomésticos no sufrieran daños de los que la propia EPEC pocas veces se hace cargo.
   ¿Qué esperamos para la temporada de lluvias y vientos que suele aposentarse en el verano sobre Córdoba?
   La verdad y en lo personal, como cordobés espero que para entonces, no esté dirigiendo a esa empresa de lamentables prestaciones, la misma gente que ahora está allí, dice que dirige pero los resultados demuestran que es una costosa mentira.
   Tan mentira como esa eficiencia por la que tanto dinero reciben…

LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA Y HAY UNA
VÍCTIMA FATAL QUE MERECE RESPUESTA
   Tiempo atrás el Sr. Andrés Pérez me supo enviar la copia de un escrito remitido a la Fiscalía General en el año 2011, en el que reflexionaba sobre los estudios psicológicos y psiquiátricos que se realizan a un preso que va a salir en libertad, o a un policía o militar para valorar si se encuentra “apto” para portar armas, todos orientados a determinar si la  persona está mentalmente apta para afrontar una obligación delicada equilibradamente y sin peligro para terceros.
   Esto lo llevaba a preguntarse si se hacían  tales estudios a funcionarios judiciales de Córdoba para valorar su apego a la aplicación de “justicia”, particularmente en el caso de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y agregaba Pérez que estos estudios se han generalizado en el mundo actual y hasta el presidente de los Estados Unidos se los realiza una vez al año.
   Un fundamentado cuestionamiento aunque según  lo poco que conozco, estas evaluaciones se practican en varios países europeos,  siendo muy exhaustivas y exigentes en Holanda, pero tengo entendido que en el nuestro no se hacen. Los jueces tienen en sus manos el más elemental de nuestros derechos como es la libertad, pudiendo perderse con ella la vida misma.
   Por lo tanto, alguien debe garantizarnos su idoneidad.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba se aplicó prisión preventiva sistemática sin juicio, se encarcelaron personas sin pruebas y sólo por convicción del juez, se cumplieron condenas anticipadas, se nombró una comisión especial para juzgar y se juzgó repetidamente a los mismos imputados por lo mismo.
   Cuál es el grado de razonabilidad de todo esto, es algo que merece urgente evaluación.  
   El escrito de Pérez, por si a alguien se le ocurriera saber, nunca fue contestado.
   Y aún sin su presencia física, aguarda respuesta y por sobre todo, Justicia.

Paralización aérea
SALVAJISMO SINDICAL Y POLÍTICO,
BOMBA DE TIEMPO CON LOS PAROS
   Más allá del papelón internacional que representa aislar a un país, el reciente paro dispuesto por la dirigencia de cinco gremios vinculados con la actividad aerocomercial puede ser considerado salvaje, pero cuando se advierte la orientación ideológica de sus mentores, alcanza para encontrarle explicación a esa siniestra tarea de socavar a un gobierno legítimamente elegido por el voto popular.
   Lo mismo cabe y en su momento así fue encarado, cuando las medidas similares afectaron a gobiernos anteriores.
   Pero esta vez la injerencia del remanente camporista en una empresa a la que fundieron, en la que hacían figurar miles de pernoctaciones fantasmas en hoteles de los amigos y parientes del poder, se colocó por encima del daño a que se están acostumbrando los no asumidos en su derrota y ahora alérgicos a la Justicia y a los barrotes.
   Es como si la dirigencia gremial de esos sectores no tuviera conciencia del daño que se le hace no ya sólo a la imagen del país, que ellos mismos deterioraron hasta cansarse, sino a la gente imposibilitada de viajar por paseo o por otras obligaciones, entre las que están los compromisos médicos, los dramas familiares y diferentes como respetables motivaciones.
   Los analistas estiman que el perjuicio de estos días de inactividad por asambleas que son paros encubiertos, alcanzó en forma directa a más de 30.000 pasajeros que malograron su viaje y padecieron otros perjuicios colaterales.
   Es tan simple la evaluación con prisma político, que al multiplicar esos 30 mil por tres o cuatro miembros de cada familia más los allegados y los indignados por el atropello, muchos entendidos transforman a eso en votos.
   Y sostienen que después, de nada sirve llorar…

Cuando el dólar y el crudo bajan…
Y.P.F. EL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES Y
TODOS  LOS QUE “COMIERON” EL AMAGUE
   Es cierto que la mayoría de los argentinos vivimos desde siempre obligados por circunstancias que por lo general no manejamos,  a estar pensando permanentemente no tan sólo con la mente y lo que nos quede de neurona y cerebro analítico, sino con la más sensible de nuestras vísceras: el bolsillo.
   Y cuando escuchamos por allí que es inminente el aumento en el precio de los combustibles, salimos disparando, buscamos el coche o la moto, nos metemos en la primera estación de servicio que encontramos y le pedimos al playero que nos llene el tanque y que le meta combustible en la guantera y hasta en los ceniceros.
   Así creemos estar a salvo del incremento en los precios que viene siendo una penosa costumbre de la que nadie nos había advertido y caimos como giles.
   Así también se fueron dando las cosas: largas filas de coches ya en surtidores de cualquier marca o color pero siempre la mayoría tiene la certeza que nuestra Y.P.F. es una garantía en materia de calidad y medición justa de la cantidad, cuando la realidad suele demostrar que en tal sentido por lo general son todas iguales porque ahora los motores de inmediato denuncian cualquier alteración del líquido que los alimenta.
   Y salió el nuevo aumento al que de inmediato adhirieron todos los colores de estaciones, Esso, Axion, Shell y las restantes con diferencias de centavos, todas menos nuestra empresa de bandera, Y.P.F.
   Todo el mundo llenó tanques, los que pudieron empacharon bidones, botellas de gaseosas previamente vaciadas, enjuagadas y secadas y bolsas de esas que se usan cuando uno es tonto y no mira el combustible que resta en el tanque y como vulgarmente se dice, “se queda a pata”.
   Pasaron las horas, y de los precios de Y.P.F. ni una palabra.
   Pasaron pocos días y nada…
   Finalmente, el anuncio oficial que YPF no aumentaría el precio de sus combustibles porque por el momento no se consideraba necesario ni prudente hacerlo.
   ¿Fue un sincericidio o un acto demagógico?
   Puede que un poco de cada uno de esos elementos, pero sirvió para demostrar que aunque sea en mínima medida, todos tendrán que convencerse que el “por las dudas” es el incremento que más daño nos viene haciendo al bolsillo.
   Bajó el dólar, bajó el precio internacional del crudo y los combustibles no todos aumentaron sino que al menos se mantuvieron.
   ¿Cuándo ocurrirá lo mismo con la carne, el pan, el azúcar, la yerba, los medicamentos nacionales, el transporte y tantos otros productos imprescindibles?
   Es hora de dejarse de joder y alguna vez divorciarnos del dólar que como se advierte, no es el marido perfecto y ni siquiera la amante o un pata de lana confiable…

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     “BONUS TRACK” (EN CORDOBÉS BÁSICO, “LA YAPA”)

  Los domingos por la mañana y en mi condición de periodista independiente, he comenzado a comentar algún tema de actualidad en el programa “Mitre Club” que conduce el colega Pablo Colazo en Radio Mitre 810. La columna ocupa unos pocos minutos entre las 10,30 y las 11 y este día 11 de noviembre abordé el tema de la curiosa conversión de un sector del peronismo, otrora iconocasta del ’55 a la actualidad de virtual “vaticanización”. A continuación, la desgrabación de dicho comentario:

Peronismo, historia y memoria
DE LA ICONOCLASIA DEL ’55 A
LA “VATICANIZACIÓN” ACTUAL

   La memoria, que es el lápiz de la historia, suele atesorar vivencias y evocaciones que más allá de los recuerdos, pasan a formar parte de las nostalgias en algunos y en otros, de actualizar odios adormecidos.
   Más que prolongado, demasiado ancho ha sido el sendero ideológico que transitó el peronismo, incluso antes de sus públicos albores como movimiento, porque si tomamos como punto de partida en dónde y con quiénes se formó militarmente el líder, sería complicado aceptar esa rara mezcla de Mimí y de Musetta en los vaivenes que lo llevaron desde la prusiana derecha, a eso que le llamaron romanticismo de los jóvenes idealistas, varios de una curiosa izquierda cristiana, que fueron tan criminales como los genocidas de uniforme que desquiciaron al país por siete fatídicos años.
   Allá por la década del 40 y tantos “cuando el que te dije salía al balcón” según la genial María Elena Walsh, luego de años tormentosos en que se fuera desdibujando la figura del líder para que la realidad le diera diploma de dictador, la oposición más compacta y con la solidez de una fácil llegada al pueblo, desde los púlpitos se manifestaba contra las medidas de gobierno que el clero consideraba anticristianas, y por entonces y como siempre, el sector actuaba por “obediencia debida”.
   A mediados de junio del ’55 se produjo un alzamiento militar cuyo objetivo era ultimar a Perón bombardeando con aviones de la Armada la zona de Plaza de Mayo dejando decenas de muertos y heridos y la reacción del poder hizo fusilar a 31 compatriotas.
   Y como el sesgo de los insurrectos tenía perfil vinculado con la Iglesia, decenas de activistas amparados por la indiferencia de la Policía Federal ordenada por el poder peronista, incendiaron la curia porteña destrozando su archivo histórico y atacaron ferozmente en forma casi simultánea  a varias iglesias.
 Fue una iconoclástica salvajada de las hordas alentadas desde el partido entonces gobernante.
     Se armaron los comandos civiles bajo la consigna “Cristo vence” en iglesias y parroquias lo mismo que hacían militares rebeldes en cuarteles y en otros asentamientos, hasta que vino la que tuvo dos nombres, según desde donde partiera: Revolución Libertadora desde el clero y los hombres de Lonardi y Aramburu, y Revolución fusiladora, así llamada desde los sectores más encumbrados del peronismo. Era septiembre del ’55.
    Corrió la historia, dejó sus rastros, el peronismo no disimulaba un odio visceral contra el clero opositor y adoptaba medidas que no caían simpáticas en temas hasta entonces tabúes como aborto, divorcio, la separación de la Iglesia del Estado y otros que se echaron a circular.
   La vida siguió su curso, los hombres de septiembre del ‘55 eran profundamente católicos, se fortalecieron los cursillos de cristiandad y las relaciones entre el poder y la Iglesia se suavizaron.
   Después Carlos Saul I de Anillaco se mantuvo algo errático pero casi prescindente y posteriormente, se dio el giro más impactante de los últimos tiempos en cuanto a participación de la Iglesia en la vida política argentina. No es para escandalizarse que una institución universal como lo es ella tuviera intensa actividad política.
   Cuando aquella fumata blanca que consagraba a Francisco, casi ex Bergoglio en Sumo Pontífice ganó el cielo romano, el impacto en Argentina fue notable. Bergoglio de inmediato se diplomó de represor, entregador de curas a la dictadura genocida y otras lindezas.
   Fue demonizado por las Madres de Plaza de Mayo, doña Hebe se cansó de circular por la banquina del insulto alevoso lanzado por impunidad consagrada y sus seguidores… y seguidoras tomaron por baño el atrio de la Catedral Metropolitana y otros sacralizados recintos y Francisco, el Papa argentino, ya era más diablo que Satanás.
   El tiempo que todo lo cambia cambió también al ex Bergoglio y trascendió su nueva personalidad, anudó impensadas amistades en lo político, sindical y financiero. Lo empezaron a mirar distinto desde la izquierda más fundamentalista vinculada con el poder de entonces.
   Tejió alianzas y últimamente envió a un desconocido personaje que ahora es SU voz y SU pensamiento. Los bolsos con dólares y otras curiosas operaciones adentro o afuera de los conventos pasaron a ser monedas por el escaso valor comparado con otros grises emprendimientos.
   Y Francisco, lejos de aquella dolorosa iconoclasia casi pasó a ser tropa de un kirchnerismo en virtual decadencia que lo había repudiado y ahora exuda su alergia a los barrotes.
   Todo lo demás es tan reciente que no vale la pena recrearlo.
   ¿Una conclusión?
   Solamente un pensamiento asentado en la realidad que vivimos, al advertir que uno de los focos más que de divergencia y con actitudes pre o pro golpistas, tiene a Francisco en condición -al menos geográficamente hablando- de lejano mentor.
   Demasiado parecido al 55 y con el mismo propósito, como entonces, de faltarle el respeto a la voluntad popular. Los analistas no le encuentran explicación a esa actitud papal de no visitar su Patria ni siquiera de paso.
   Que con la Iglesia haga política, desde San Pedro ha sido costumbre.
   Pero de allí a ser una figura partidista, la distancia es enorme.
   Todo esto no es gorilismo.
   Simplemente se trata de historia… y de memoria.


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