25 de noviembre de 2018

S.L.B.: LOS PAROS SALVAJES Y LA LEGISLACIÓN VIGENTE - BASURA ACUMULADA, MAL TRANSPORTE Y CAOS URBANO, KARMAS DE CÓRDOBA – MEGACAUSA: PEREJILES Y ENCUMBRADOS FUNCIONARIOS - LOS JUBILADOS, ETERNOS OLVIDADOS POR EL PODER - EL RIVER VS. BOCA DEL ESCÁNDALO EVITABLE - LA GOBERNABILIDAD ATACADA DESDE VARIOS FRENTES - NUESTRA SELECCIÓN NACIONAL, LA HUMILDAD Y SU ACERCAMIENTO CON LA GENTE, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba el 25/11/18 en su edición n° 544.

PAROS SALVAJES Y UNA LEGISLACIÓN
QUE VIRTUALMENTE ESTÁ DE ADORNO
   Bien sabemos que las protestas están amparadas por nuestra Constitución y debe ser respetada su concreción, siempre y cuando no afecte a otros sectores o configure delito por la forma en que se realice.
   Los gremios desde varios años a esta parte se han encargado de aportar componentes de violencia que van desde daños a la propiedad privada como rotura de vidrieras y eventuales saqueos de mercadería, pasando por incendio y destrucción del mobiliario urbano, amenazas a los ciudadanos e impedimento mediante la coacción y la amenaza, de la libre circulación tanto de vehículos como de personas.
   Están vigentes las prohibiciones de la peligrosa y atronadora pirotecnia, pero es utilizada contra objetivos marcados por los que comandan cada protesta, ya sean de orden sindical como político partidista. Nada les importa si esas manifestaciones se realizan en las puertas de un hospital, frente a una clínica o a las puertas de escuelas, iglesias u otros lugares de masiva concurrencia.
   Nada de eso se cumple y no hay fiscal ni jefe de policía que tenga los riñones imprescindibles para plantarse apoyado en la ley y hacerla cumplir, pagando el precio que fuera necesario, porque para eso están y cobran sueldos demasiado jugosos y muchas veces exagerados para todo lo que dejan de hacer. Se bloquean íntegramente calles y avenidas incumpliendo eso de liberar la media calzada para una circulación restringida, pero que no es el cierre absoluto. Alguna vez tenemos que recuperar la tranquilidad de sentirnos seguros, sin prepotencias ni absurdas como ilegales imposiciones que restringen o condicionan nuestra libertad.
   La huelga es un derecho pero también la ley proteje a quienes están en desacuerdo con las medidas de fuerza y se inclinan por concurrir a sus obligaciones y es hora de terminar con la violencia de obligarlos a cesar sus tareas con los perjuicios que tal actitud ocasiona a quienes siguen firmes en su compromiso del esfuerzo y la cultura del trabajo.  
   Pero mientras subsistan las medidas que por acción u omisión protejan a los violentos e inadaptados, poco lograremos si de preservar nuestra libertad de acción se trata.


BASURA, LIMPIEZA, TRANSPORTE DECADENTE
Y EL  ETERNO CAOS URBANO, CAPITAL SUCIAL
   Nadie pone en duda la importancia, la trascendencia y el esfuerzo monetario que supone para cualquier municipalidad encarar la realización de obras que son más que importantes para mantener e intentar mejorar la calidad de vida en este caso de nosotros, los cordobeses.
   Desagues, cloacas, plazas, pavimento de calles, pasarelas, puentes, mejoras en dispensarios y otras realizaciones saltan a la vista y a uno lo agobia esa sospecha que aceleran el ritmo en la medida que nos vamos acercando al comienzo de un año electoral, aunque la campaña haya comenzado tiempo atrás o mejor dicho, que los políticos siempre viven en campaña.
   Y lo hacen para quedarse o para meterse en el ruedo, como ingresar a las grandes ligas donde se juegan los torneos de eficiencia más importantes que son los que les marcarán un futuro venturoso en ese campo, o el fracaso, el ninguneo y el consecuente desprecio ciudadano a la hora de requerirles la opinión o el voto.
   En Córdoba se vive o se padece un fenómeno singular y a la vez dañino para la gente: se ven esas obras pero más se destacan los problemas como la recolección de basura y la limpieza de calles, el todavía pésimo servicio de transporte público incluso después del desmedido aumento en el precio del boleto y el caos sempiterno que reina en el tránsito de la ciudad. Así las cosas, es complicado que la gente en su mayoría tenga una actitud positiva frente a las autoridades, porque desde el poder le demuestran que no saben o no quieren escuchar tantos clamores que , especialmente, hacen a esa calidad de vida que todos merecemos por los elevados impuestos que pagamos.     
   Para colmo si hay un atraso en el cumplimiento del pago de cedulones, suelen recargar mora por servicios que no se prestan y eso ya sobrepasa los límites de lo tolerable.
   En consecuencia, aparte de las obras que se llevan a cabo y no son para aplaudir a sus mentores porque tienen la obligación de trabajar bien, es imperioso que se tomen medidas para superar esas tres crisis urbanas: el transporte de pasajeros, el caos en el tránsito y terminar de una vez con la acumulación de residuos embolsados durante días y días, que transforman a la bella ciudad que ellos ven, en un gigantesco basural que daña al medio ambiente, a la salud y a la vista.
   Por lo menos para que cuando pidan que los voten, la gente les responda con una sonrisa y no con un insulto.                

LA MEGACAUSA CONTINÚA ACTIVA
ENTRE  PEREJILES  Y  PODEROSOS
   Me crucé con un artículo sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba  publicado hace algún tiempo en un diario de Buenos Aires, en el que se destacaban al respecto   el gran poder de los integrantes de la organización,  los millonarios patrimonios y los funcionarios públicos.  
   Un combo que no asombra en materia  de estafa.  
   Es de público dominio que el término poder refiere al  “control, imperio, dominio y jurisdicción que un hombre dispone para concretar algo o imponer un mandato”, y es así  que se relaciona con el gobierno  o con quienes ocupan  altos cargos. 
   Supondría  un lector de  sentido común que los encarcelados, juzgados y condenados  por estos ilícitos, entonces, fueran funcionarios de altos cargos y poseedores de regordetas fortunas.
   Pero no.  
   Quien se tome el trabajo de leer la causa, y no sólo de repetir lo que se cuenta, descubrirá, a riesgo de desquiciar su  raciocinio, que esos  presuntos “poderosos” son empleados comunes, incluso ordenanzas, sin acceso a la información;  son trabajadores  y  profesionales sin rango jerárquico, sin poder de decisión y sin fortuna, que viven de su trabajo diario.
   ¿Alguien creería que con esas condiciones  se podría formar una “organización de gran poder” que permitiera desbaratar la seguridad jurídica de la provincia de Córdoba?  
   Descartado el error o la conveniencia, más que merecido el título de gil para quien lo hiciera. 
   Y más que urgente la necesidad de que la Justicia salga a buscar a los verdaderos responsables: ellos sí se ajustan al combo.

Eterna postergación ------------------------------------
AFECTA A  LOS JUBILADOS, EL SEGMENTO
MÁS VULNERABLE DE NUESTRA SOCIEDAD
   Es el viejo argumento de siempre ya gastado y percudido por el paso del tiempo y los funcionarios que desde la tribuna de los candidatos prometen solucionar ese drama y cuando llegan al poder los ataca la más dolorosa de las amnesias, que vuelve a tomar vigencia cada vez que se aproximan los tiempos electorales.
   Habrá que ver qué hace la Nación para superar la miseria de su clase pasiva que con la mínima ni siquiera llega a la mitad de lo que le demanda la realidad para no caer a la categoría de pobre, sin posibilidades de mejoría.
   Son alrededor de 8 lucas con aumentos previsibles dos veces en el año, pero en la carrera con la inflación los jubilados van con muletas y los precios se pasean con zapatillas de carrera.
   En Buenos Aires se comentaba que doña Vidal gobernadora ha prometido para sus jubilados un bono o mejor dicho un bonito o bonete de 3 mil pesos para fin de año, como si con eso algo se pudiera hacer y viene a la memoria aquella historia populista de años atrás que protagonizaban la sidra y el pan dulce.
   En Córdoba donde las jubilaciones en cuanto a monto son superiores al promedio del país, la trampa fue otra porque mediante una ingeniería matemática se consumó y aún tiene vigencia el despojo de un importante porciento mensual, aunque desde el poder se predique la aplicación de un 82 por ciento móvil que es mentiroso.
   Aparte con el descuento ilegal del impuesto a las ganancias -la jubilación menos que el sueldo es ganancia, sino la devolución que mediante aportes le prestamos al Estado durante tantos años- la quita es mayor y los mínimos aumentos que periódicamente se decretan o se aplican, en poco aumentan lo que llega al bolsillo.
   ¿Por qué ese empecinamiento de joder a los viejos, creyendo que ya no son parte de la vida ciudadana activa?
   ¿Por qué si es así, se dirigen con enorme hipocresía a esa masa sufriente prometiendo mejoras que jamás llegan?
   Simplemente porque en las mentes obtusas de muchos políticos de cartón prevalece la equivocada idea que los viejitos ya no sirven para nada y que por su inactividad poco necesitan para la supervivencia.
   Lo más tragicómico, es que olvidan que esos viejitos que antes llegada cierta edad no estaban obligados a votar, en las últimas elecciones dieron un ejemplo de concurrencia a las urnas.
   Entonces, no jodan con ellos, que bien pueden encumbrarlos o sepultarlos en el más ruín de los olvidos.
   Un destino que muchos, en verdad, ampliamente están mereciendo.

Un tramo sin desgrabación ----------------------------------------------------

Debido a un inconveniente técnico no se grabó el comentario de Gonio Ferrari acerca del escándalo por la suspensión del encuentro que debían animar River y Boca en la definición de la Copa Libertadores de América. Pese a tal falencia cabe consignar que en la columna del audio total de SLB de este domingo, entre 1h4m12s y 1h10m20s está el segmento donde se aborda el problema emergente de lo acontecido en dicho espectáculo deportivo. Pedimos disculpas ante el impensado problema.



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NUESTRA  SELECCIÓN  MAYOR CON SU
NUEVA IMAGEN Y CERCA DE LA GENTE     
   Nunca se sabrá si la orden de encriptar al plantel de nuestra Selección Nacional de Fútbol de mediocre participación en Rusia 2018 vino del hiperdominado Sampaoli, de las autoridades afistas o fue una determinación adoptada por los jugadores de la representación argentina más cara -en cuanto a la cotización de sus integrantes- que recuerde la memoria.
   Más allá que no hubo correlato entre el valor monetario y la posición alcanzada, sigue irritando el aislamiento de todo ese conjunto con relación a sus compatriotas. Ni los monjes tibetanos se encierran así, en sus propias e íntimas cárceles en una actitud más cercana al desprecio que a la necesaria concentración. 
   Para algo sirvió el fracaso porque la realidad les enseñó a los millonarios engreídos que no son dioses ni patriarcas de un país sobrecargado de exitismo mediático, que se hartó de exagerar una certeza triunfalista no por patrioterismo, sino por ese fantasma de la conveniencia y la especulación económica que se posesionó de la mayoría de las actividades vinculadas con la participación argentina en el Mundial. 
   Con su actual y casi inédito acercamiento a la gente, el renovado plantel ahora entenderá que el mejor pago por su esfuerzo es el cariño y la cercanía con quienes llegan a fanatizarse por nuestros colores y nuestros blasones.    
   Cansados de halagos, de ofertas y borrachos de fama los encumbrados e inaccesibles personajes de aquel pasado ciclo de notoriedad e idolatría, cayeron a un previsible pozo donde la arrogancia se hizo añicos y pasó a ser infierno de indiferencia, allí donde arden y se consumen las humanas vanidades, la pedantería y los desplantes. 
   Ahora es como si los sintiéramos más nuestros; más cercanos; humanamente más accesibles y hermanados tanto entre ellos como hacia nosotros y ese es el milagro de brindarse y no de jugar a los misterios y a las escondidas.  
   Quiero arriesgar con una sentencia convertida en apuesta que seguramente me tendrá como perdedor.
   El fanatismo y su exacerbación es más poderoso que cualquier análisis a conciencia que se pretenda hacer acerca de este fenómeno de los que naufragaron en Rusia y a los que aplicaron su vocación por el silencio y el ocultamiento habría que meterles en las entrañas del alma este concepto: “Dichoso el que no ha conocido nunca el sabor de la fama; tenerla es un purgatorio y perderla, un infierno”. Lo dijo un tal George Bulwer Lytton y se me hace que fue una pelota que se las clavó en el ángulo de la fatuidad y la soberbia.


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BONUS TRACK” POR AM810 Y EL “MITRE CLUB”

En mi condición de periodista independiente, he comenzado a difundir comentarios de actualidad en la mañana del domingo dentro del espacio “Mitre Club” que conduce el colega y amigo Pablo Colazo por la frecuencia AM810 de Radio Mitre Córdoba. Este domingo 25/11/18 me tocó abordar dos temas vinculados con la realidad que vivimos: algo acerca de una supuesta ingobernabilidad que desde algunos sectores se busca instaurar y la situación de la ciudad de Córdoba frente a la deficiencia de servicios esenciales como lo son por ejemplo el transporte urbano, la recolección de residuos domiciliarios y la limpieza de calles. A continuación la desgrabación de esos comentarios, mientras que también incluimos el audio correspondiente:


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TODO POR  LA  INGOBERNABILIDAD, CLARA
MANIOBRA DE LOS QUE AÑORAN EL PODER

   Muchos años atrás y hasta diría décadas, cuando atesoraba la enorme dicha de ser, saberme y sentirme niño, mi mejor diversión especialmente en los ventosos días de agosto era fabricar y remontar barriletes que primero en la humildad hogareña de mi barrio Firpo eran de papel de diario y ahorrando moneditas podía llegar a comprar papel de seda.
   Más de un chancletazo me costó la subrepticia tarea de conseguir trapos para hacerles la cola a los cuadrados, mediomundos, estrellas o papagayos y era mi Vieja la que salía perdiendo algún pañuelo, un viejo camisón o alguna otra prenda que era parte de sus secretos.
   Cuando el barrilete estaba mal hecho por exceso de engrudo, cañas gruesas o una cola incorrecta, decíamos que “se iba a trulia” y lo perdíamos porque había pasado a ser ingobernable y no respondía al mandato que significaba el hilo que le permitía volar, pero estar bajo control.
   En el momento actual, hacer un paralelo de aquel juguete con la situación del país no es alocado porque como casi siempre sucede, la realidad supera a la imaginación.
   Cuando desde una oposición que duda de la Justicia y varios de sus personajes muestran su inocultable alergia a los barrotes, se encaran, organizan o ejecutan acciones violentas, nos ofrecen la muestra más acabada de una campaña burdamente orquestada que busca imponer una imagen de ingobernabilidad que nos deteriore internamente y repercuta en la comunidad internacional ante la inminencia de un hecho trascendental como lo es el G-20.
   Los que dejaron de trabajar para convertirse en menesterosos escuchan las soluciones que proclama esta señora que quiere volver sin devolver, cuando fue entre otras cosas la responsable de transformar al sector público en selectiva  bolsa de trabajo para su militancia, alimentando el empleo estatal y su consecuente incremento del déficit fiscal.
   Los piqueteros que reclaman inclusión social no son un invento reciente sino que lucen alguna antigüedad desde cuando el festival de subsidios acallaba a la inflación dibujada, el dólar venía más atrasado que el fervor laboral de Máximo y los servicios públicos lloraban silenciosamente su bancarrota, como consecuencia de las tarifas que entonaban su canto populista que superaba en decibeles a la actualización impostergable que el mismo populismo impidió, pero ahora dolorosamente hay que pagarla…
   Todas estas bombas de explosión deliberadamente retardada fueron los regalos que, una vez vencida con creces la vigencia de la herencia como pretexto actual para salvar errores y omisiones, llegaron al seno de una sociedad argentina ya cansada de maniobras elaboradas por quienes aún no se resignan a la pérdida del poder, sobre todo porque la soberbia les había impedido prepararse para eso.
   La dirigencia sindical panzista y enriquecida ejerce su histórica e impune presión salarial disfrazando cada demanda con el ropaje de un peronismo que sólo sienten en las manifestaciones de protesta, portando algún cartel o cuando desentonan la marchita, con esa no salvada hipocresía que proclama “combatiendo al capital” cuando de eso son parte.
   Todos estos factores son el armazón, el engrudo y el papel del barrilete argentino que todavía no encuentra un hilo suficientemente resistente como para que aguante tantos tirones y “tinquéos” como le hacíamos a nuestro juguete volador.
   Y la corrupción comprobada, estructural y al comienzo solapada pero que viene ganando luz, vendría a ser el pesado engrudo porque con sus derivaciones y consecuencias que nos vinculan hasta más allá del Vaticano, podemos elaborar un diagnóstico que nos lleve a la terapia de recuperación de la salud de la República.
   ¿Es posible creer que entre otras cosas aquel cercano shock financiero con el dólar manejado por bancos y empresarios, el irracional paro en Aerolíneas Argentinas, la conflictividad en las escuelas en el final del ciclo, el reflotar de la cuestión mapuche en el sur, las dudas acerca del ARA San Juan, el aumento de la impunidad para el narcotráfico o el papelón orquestado en la final de un torneo de fútbol internacional, son hechos inconexos?
   Cuando vemos que la sociedad argentina comienza a utilizar el término “ingobernabilidad” es que la memoria nos hace un severo llamado de atención porque nos remite a una película que ya vimos y padecimos varias veces con aquello de tocar los cimientos para hacer vibrar la estructura.
   Basta con actualizarse en cuanto al conocimiento de las situaciones, los conflictos y los personajes que intervienen en esta movida nacional & popular, para darnos cuenta que es un plan estructurado para que, como el barrilete sin hilo, se “venga a trulia” el esquema político de poder que nos gobierna, bien o mal, pero que es el resultado de la voluntad popular en comicios libres.
   Porque la impaciencia no es inventada ni casual, sino el fruto de la desesperación de aquellos nostálgicos de la impunidad y temerosos de la Justicia, que con un deplorable maquillaje de salvadores de la Patria que no asumieron cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, ahora están buscando cortarle el hilo al barrilete.
   Deberán esperar hasta el año próximo que vientos propicios les permitan intentar remontar el suyo…
   Esa es, para que lo sepan y jamás lo olviden, la maravillosa vigencia de la Democracia que tanto nos costó recuperar.

CORDOBA, LA CAPITAL CAÓTICA QUE
NECESITA RECUPERAR  NORMALIDAD

   …Y es absolutamente previsible que la primera oposición al concepto de la ciudad en crisis, sea el argumento de las obras que se están haciendo en beneficio de los vecinos, y hablarán de los desagues, de las peatonales, de algún puente necesario y de otros emprendimientos realmente valiosos.
   Pero siguiendo esa certeza periodística que sostiene que el avión que llega no es noticia, está la otra que con razón predica que a los funcionarios no hay que aplaudirlos -aunque les encante y muchos paguen para eso- cuando hacen las cosas bien, porque fueron elegidos precisamente para ser parte del progreso y no de la decadencia.
   Hablé de lo bueno que es obligación de hacer, pero no es obligación permitir el caos ni la anarquía en servicios esenciales como lo son la recolección de basura domiciliaria, limpieza de calles, transporte urbano y ordenamiento del tránsito.
   En esos sentidos el revoltijo es lo que indigna más que la inacción, porque se advierte en ella un fondo político ligado con ciertas apetencias a la hora de la renovación o no de los contratos.
   El laberinto insondable del transporte no tiene salida, al menos con las empresas que ahora lo sirven porque han encontrado, de la mano de la dirigencia sindical, un aliado a todos sus efectos: la rentabilidad a costa de un servicio ciclotímico y descontrolado.
   El caos urbano, explicable ante tantas obras, se soluciona con la presencia de inspectores que en los fines de semana pese al intenso movimiento en muchos sectores, no se los vé ordenando.
   Pero el tema de la basura empezó con desconcierto, luego incredulidad y luego llegó a su real dimensión de agresión ambiental agravada por la inacción municipal.
   Como si no existiera el almanaque, los tiempos se fueron venciendo y la situación en muchos barrios es tan grave que la ausencia del servicio se remonta a un par de semanas, y no se advierte ninguna solución.
   Llegarán los calores, aumentarán los riesgos y los políticos seguirán enfrascados en sus luchas por permanecer o por reemplazar, dejando de lado los sagrados intereses de una sociedad asediada por los impuestos y castigada con recargos por mora en el pago de prestaciones que no se cumplen.
   Es para rogar que el transporte alguna vez sea eficiente y que la pelea por la basura deje de tener a esa víctima de la contaminación y las pestes que es la población cordobesa, demasiado tolerante frente a quienes creen gobernarla, sólo inaugurando obras pero olvidando su enorme deuda en servicios.
   Roguemos que el caos no sea nuestro capital social.

   Por fortuna, no todos los males son eternos…

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