LOS DEL “CLUB DEL HELICÓPTERO”
SON
NEGADORES DEL “CLUB DE LA CAÑONERA”
Personalmente quiero
adherir a los conceptos del colega y amigo Luis Beresovsky: “QEPD Sr.
Pesidente constitucional, elegido por el pueblo y derrocado por quienes, con su
ambición personalista robaron el país y particularmente la Provincia de Buenos.
Nunca olvidaré la cara de alegría de los gobernadores peronistas reunidos en
San Luis, mientras en sus propias provincias el caos programado producía
muertes. De que te sirvió Rodriguez Saa, de que te sirvió Duhalde, de que te
sirvió Ruckauf, de que te sirvió De la Sota? El banquete se lo comieron otros y
el país se derrumbó”.
Desde su libertad de opinar en redes sociales, el post de Marcelo Conejero: “En la Argentina cuando falleces sos bueno en el acto,
mis condolencias van a las familias de los muertos que el MÁS INÚTIL de la
política Argentina no supo detener a tiempo 38 muertos evitables, y un juicio
donde dejo libre a un asesino”.
Gonio Ferrari: murió un hombre, animal político, a quien ciertos
grupos sectarios no dejaron gobernar y dieron lugar a una seguidilla de
fracasos que todavía estamos lamentando. Un hombre que cometió errores, que
incurrió en omisiones y que toleró demasiado, en nombre de la libre expresión,
todas las injurias e irrespetuosidades de las que fue callada víctima. Un par
de veces pude reportearlo en mi condición de periodista y me encontré con un
tipo sencillo, llano y dispuesto al diálogo sin condicionamientos ni libreto
impuesto. Estos
momentos de congoja no son para pasar facturas, pero no
olvidemos jamás algunas de ellas: Tinelli pese a todo todavía está suelto y
quiere ser Presidente; los responsables de 52 muertos en la Estación Once dicen
ser inocentes y De la Rúa no fue frecuente visitante de Comodoro Py, ni de
conventos financieros, ni de hoteles en el Sur ni acusado por el hambre en el
Chaco ni accionista del tesoro vaticano. No buscó asilo en el extranjero ni
viajó al exterior para curar su enfermedad. Tengamos entonces la grandeza del
respeto y evoquemos la actitud cívica de Balbín al despedir en nombre del
Congreso Nacional, los restos de Juan Domingo Perón. Que los responsables de su
último viaje en helicóptero desde la terraza de la Casa Rosada ejerciten
también la memoria y no caigan en su habitual amnesia: Perón en el ’55 huyó y
se refugió en una cañonera paraguaya. Esto no es gorilismo. Se trata
simplemente de parte de nuestra historia. En lo personal, mis condolencias a la
familia de Fernando De la Rúa.
Gonio Ferrari
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