17 de noviembre de 2019

S.L.B.: AJUSTE POSTRERO O DEVOLUCIÓN DE ATENCIONES - A LOS ARGENTINOS NOS DUELEN BOLIVIA Y CHILE - LA MEGACAUSA, EL PAPA FRANCISCO Y LA PRISIÓN PREVENTIVA - LA C.G.T. QUE ES APÉNDICE DEL PODER, TENDRÁ QUE ESCUCHAR A LAS BASES - CÓRDOBA Y SU PRESUPUESTO 2020, MAYOR ENDEUDAMIENTO - SARKOZY Y UNA LECCIÓN DE ÉTICA POLÍTICA - DOÑA HEBE DE BONAFINI Y SU DIARREA VERBAL, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emitido el 17/11/19 en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

Ajuste postrero
HASTA  PUEDE SER TOMADO COMO
UNA RETRIBUCIÓN DE ATENCIONES
   El atávico temor argentino es hacia lo desconocido, hacia lo imprevisible aunque lo estemos esperando; hacia todo aquello que suponga un daño y peor aún si el perjudicado es el bolsillo aunque le busquemos una explicación ajustada a claros conceptos como por ejemplo de Octavio Paz, quien supo asegurar que las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo y es claro, porque a veces los antídotos suelen ser más letales que la ponzoña.
   Ya es absolutamente pasado de moda aquel percudido pretexto de la herencia recibida por el macrismo en el 2015 pese a que ahora el sesudo legislador Máximo Kirchner lo haya recreado al sostener que el inoperante Mauricio deja tierra arrasada, como si desde aquel día del desprecio que no le entregaran el bastón, se hubiera hecho cargo de las riquezas emergentes del gobierno que se auto rotulara como nacional y popular.
   Dejando al margen todos los avatares emergentes de 12 años de gestión que en su momento juzgaron las urnas pero que será la historia la que definitivamente establezca todas las verdades y oscuridades pendientes, fue complicado pedalear en una bici sin cadena al borde de una grieta que desde las dos veredas y día a día se fue ensanchando.
   La deuda externa e interna, la desocupación, la tóxica inflación, los índices mentirosos que durante tanto tiempo engañaron a la propia realidad y el apoderamiento de bienes y dinero que se fueron multiplicando en el conocimiento de la gente, han sido los obstáculos que la inexperiencia y mucho de soberbia por parte del poder, no le encontró soluciones cuya demanda era perentoria e imprescindible.
   Aquellos que ahora optan por escudarse en lo que se hizo, no toman en cuenta que la obligación de los gobernantes y su compromiso con la sociedad es hacer las cosas bien, porque para eso fueron elegidos y por eso cobran a veces cifras muy por encima de los merecimientos, pero ya es demasiado tarde tanto para correcciones que debieron aplicarse antes, con la suma del poder en sus espaldas y sin necesidad de anestesias demagógicas, como para tardías lágrimas de culpas que de nada sirven.
   Como también de poco sirvió la recuperación de la sinceridad, dentro de una sociedad obligadamente acostumbrada a la mentira y al ocultamiento sobre los datos que se divulgaban en cuanto a estadísticas de pobreza, inflación, desocupación y otros sensibles indicadores, o sea de todas las adversidades que por los resultados alcanzados, fueron  más dañinas que aquellos males tan prolija y aviesamente escondidos.
   Y es lógico que se alcen las voces indignadas de la gente frente a la vorágine de aumentos que parten desde el precio de los combustibles hasta todo aquello susceptible de ser vendido, sin olvidar a los servicios básicos de electricidad, gas, agua y otros de igual modo imprescindibles.
   Pero como el gobierno en su condición de estar viviendo los últimos días de su gestión es más vulnerable, se olvidan de ese otro cáncer que nos viene carcomiendo que es la angurria del ávido empresariado, cuya cero sensibilidad lo ha colocado más en el papel de enemigo de la sociedad que de aliado en el sufrimiento, cayó al descontrol en su afán de armar un colchón de seguridad financiera muy por encima de lo aceptable y más emparentado con la especulación abierta y distorsiva.
   En realidad el juego de la política nos puede llevar a pensar en coincidencia con muchos argentinos, que sostienen que al poder entrante, le dejan el mismo o más complicado panorama que el que recibieran, pese a que ahora se me ocurre que los ocultamientos son menores porque no es posible tapar el sol con las manos, ni florearse de éxitos relativos que no alcanzaron a mejorar el nivel de vida de los argentinos.
   Los ajustes, en una economía tan volátil como la nuestra, son siempre necesarios aunque su sola mención acreciente el miedo a situaciones peores que por lo general se van encadenando con rumbo al desastre.
   Peor hubiera sido, aunque todavía queda tiempo, que por decreto se dispusiera un aumento masivo de salarios, la duplicación de los montos de los planes  asistenciales vigentes, un justo incremento de las jubilaciones, subsidios masivos a los servicios de energía, al transporte, a los laboratorios medicinales y a toda otra actividad de por sí lucrativa, aparte de una importante reducción de la carga impositiva que hiciera tambalear al sistema e hiciera descender drásticamente la recaudación tributaria.
   Sería una manera medianamente equitativa de retribuir, cuatro años después, las gentilezas recibidas.
  
Bolivia y Chile
NOS  DUELEN LAS  PREVISIBLES
SITUACIONES EN AMBOS PAÍSES

   El estado de convulsión en esta parte americana del mundo puede que esté siendo la reacción encadenada de alguna travesura política con fines inconfesables, diseñada por aquellos nostalgiosos de revoluciones que, en definitiva no fueron tales porque en la mayoría de los casos esos países siguen enmarcados en las mismas privaciones de siempre, con idénticos enfrentamientos ideológicos y soñando con aquello de las victorias por siempre.
   Ya se veía venir con la confirmación del desastre venezolano una oleada de incertidumbres que se fue expandiendo hacia el sur y según especulan los que conocen de política internacional, con orígenes en la vieja Unión Soviética o en el chinoismo maoísta, luego de un paso por La Habana y luego su expansión, con algunos amagues que incluían a nuestra Argentina donde el brote no germinó al menos hasta ahora, alentado por los cultores del helicóptero y sus dudas de triunfo a través de las urnas.
   Por eso, no es aventurado suponer que si se concretaba en segunda vuelta eso del Gato por otros cuatro años, las escenas de violencia aterradora que vimos en La Paz, en Cochabamba o en Santiago, las hubiéramos tenido al alcance de nuestro  espanto, recreando la que fuera la vigencia de los delirantes y románticos setentistas y su vocación por asaltar el poder, potenciada en este caso que no se dio, con ansias de revancha y de venganza.
   El problema de Bolivia, estimo en lo personal, no es una simple cuestión de rotularla como golpe o no golpe, sino simplemente como una alteración del respeto que se debe a la democracia aunque en esto, bueno sería evaluar si Evo Morales fue quien ofendió su Constitución interpretándola a su manera e intereses, o que la gente se sintió menoscabada en sus derechos y optó por la vía menos aconsejable que es siempre la violencia, fogoneada desde un extremo ideológico.
   Morales arrumbó aquello de una sola reelección, perdió un referéndum que pretendía convalidar otro período, se presentó y de buenas a primeras cuando los números decían que habría segunda vuelta, entre la noche y la madrugada los números cambiaron drásticamente y apareció como ganador, pese a que posteriormente la Organización de Estados Americanos encontró graves irregularidades y pretendió que se repitiera el acto comicial.
   Evo renunció sintiéndose víctima de un golpe de estado instrumentado por sus fuerzas armadas y la policía, acusando como siempre al imperialismo, tramitó asilo en Argentina donde se lo negaron y cuando era previsible que acudiera a sus amigos ideológicamente afines y conmilitones venezolanos, apareció refugiándose en México cuando se especulaba incluso que Raul Castro lo recibiría con sus brazos abiertos.
   Se me ocurre que lo de Bolivia recién comienza, pese al luctuoso y creciente saldo de víctimas en los duros enfrentamientos, que en el terreno de lo anecdótico incluyeron maltratos al periodismo internacional que cubría esa parte de la historia, lo que ocurre en cualquier parte del mundo cuando la intolerancia y el autoritarismo son mayores que el respeto por las libertades.
   Lo de Chile también tiene sus costados que muestran algo demasiado parecido a la estudiada planificación previa y su ejecución, pero allí el resultado hasta ahora, tiene el valor de haber obligado al gobierno trasandino a prometer que reformarán la Constitución, que con un sesgo absolutamente derechoso según aprecian los analistas chilenos, era una de las pesadas herencias que dejaran para los tiempos las huestes de Pinochet.
   De todas maneras nos duele el sufrimiento ajeno, pese a que los hermanos chilenos no fueron lo que esperábamos cuando ocurrió lo de Malvinas, pero lo mismo el sentimiento solidario debe estar despojado de matices ideológicos si buscamos que sea valorado.
   La vida humana es demasiado valiosa y su importancia radica en despojarla de rótulos que separen para que la solidaridad deje de ser una declamación.
   No creo que cunda el rencor hacia nuestros hermanos del altiplano, por lo tan generosos que somos en recibirlos y cobijarlos pese a que no ocurre lo mismo a la inversa, pero no vivimos tiempos de diferencias que son superables.
   Es cierto aquello que sostuviera Víctor Hugo cuando proclamó que sólo viven aquellos que luchan, aunque los conceptos del genial Carlitos Chaplin son para tener muy en cuenta: “La vida es maravillosa si no se le tiene miedo”.

Como anillo al dedo
EL PAPA FRANCISCO Y UNA ALUSIÓN
ACERCA DE  LA PRISIÓN PREVENTIVA
   Desde el Vaticano el Papa Francisco se refirió ayer a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba. En efecto, en un discurso pronunciado frente a miembros de la Asociación Internacional de Derecho Penal, el Pontífice criticó el uso arbitrario de la prisión preventiva que, según expresó, cuando es impuesta sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que la habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad.
   El Santo Padre se enfocó en los "abusos del poder punitivo" y dedicó uno de los puntos de su disertación al denominado lawfare.    
   El law fare o “guerra judicial” se define como el uso abusivo de los procedimientos legales, manteniendo apariencia de legalidad, con el fin de provocar repudio popular contra algún oponente. En ese marco, Francisco mencionó  imputaciones falsas promovidas por medios de comunicación y existencia de órganos judiciales colonizados.
   Además, habló de una utilización de la lucha contra la corrupción con el fin de combatir a quienes no son del agrado y promover sentimientos que benefician  a quienes pretenden ejercer liderazgos autoritarios. Finalmente el Pastor mayor de la cristiandad cuestionó  cosas que no se investigan  poniendo como por ejemplo los paraísos fiscales con los que se encubre la corrupción  y la criminalidad organizada.
   Aunque no la mencionó explícitamente, abusos de prisión preventiva,  escrache mediático, imputaciones falsas, ausencia de investigación a funcionarios  de abultados patrimonios y beneficios para los poderosos, conducen  a la conclusión que -aunque haya sido tangencialmente pero como anillo al dedo-  se refirió a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.  
   Evidentemente la causa a la que se buscó encorcetar y encriptar aquí cerca, entre nosotros, está trascendiendo fronteras.

Una película que ya vimos
LA C.G.T. AHORA APÉNDICE DEL PODER
TENDRÁ QUE  ESCUCHAR A LAS BASES
   El pasado domingo comentamos en este espacio la actitud de la conducción cegetista nacional de allanarse a la situación de crisis y no reclamar por ahora un bono de fin de año ni mejoras en los deprimidos salarios de los trabajadores argentinos.
   Y textualmente decía refiriéndome a los albores del peronismo, que “es parte de la historia de los argentinos que el crecimiento del movimiento obrero encarnado en sus organizaciones gremiales, pasó a constituirse como la columna vertebral del peronismo. Lo inquietante ahora es que el presidente electo ha proclamado, palabra más o palabra menos, que la CGT será parte del gobierno, descontando así de manera prematura y casi podría decir autoritaria, que toda la masa trabajadora está regida por un sector político y sin respetar la diversidad ideológica”.
   Además como si lo anterior no bastara para asignarle un sesgo definido a la orientación de la central obrera, en la reunión que mantuvieron con el Dr. Fernández los dirigentes otrora combativos y desestabilizantes al reiterar paros de actividades con características salvajes, que ahora amansados en su bravura prometieron que no tomarán nuevas medidas de fuerza, ni solicitarán como siempre lo hicieron un bono de fin de año que les permita sobrellevar la lucha contra la inflación descontrolada”.
   Todos esos conceptos y definiciones no han perdido vigencia y se han reforzado acerca de las dudas que planteábamos con relación a la reacción de las bases porque una cosa es lo que arregla la dirigencia y otra muy distinta a veces, lo que son los anhelos del trabajador raso.
   El dirigente por lo general y salvo algunas contadas excepciones, tiene asegurado su futuro económico y el de su familia y citábamos situaciones en que trascendieron sus inversiones, en nuestro país y en el exterior, vehículos de alta gama, propiedades inmobiliarias y otros tipos de ahorro, lo que les permite llevar una vida rumbosa como la de cualquier acaudalado.
El camionero Moyano dio muestras de no estar muy de acuerdo con tamaña muestra de generosidad sindical que desde algunos sectores fue tomada como claudicación de principios,  y se despachó con el pedido de 20.000 pesos como bono de fin de año, no remunerativo, para empleados privados y estatales, olvidando de paso a los jubilados, a lo que el sector empresarial le saltó a la yugular adelantando que era inviable el cumplimiento de una medida de tal corte si se decretaba desde el poder central.
    Baradell con su pólvora mojada prometió que las clases se iniciarían en la fecha que establece el calendario escolar y muchos otros dirigentes se plegaron a mantener una pausa en sus reclamos, pero lo decidieron a título personal y sin consultar a sus representados.
   Me pregunto entonces si a esta situación hay que tomarla con seriedad, o es otra muestra de la demagogia que caracteriza a un cierto nivel de conducción gremial.
   Porque si el gobierno entrante no resuelve en un corto plazo el problema de la inflación y la previsible e incontenible escalada de precios en productos y servicios, se dará aunque simbólicamente lo quiero suponer, aquello que sentenciara Perón, de ir con los dirigentes a la cabeza de las protestas, o con las cabezas de esos mismos dirigentes.
   Se me antoja que entramos a vivir un tramo de nuestra historia en que será más aconsejable cuidar los cuellos que los bolsillos.
   Y de paso, tener la inteligencia de cuidar la lengua a la hora de las promesas o confesión de intenciones.

Tendremos que pagarla
CORDOBA  Y  SU  PRESUPUESTO  2020,  UNA
MANERA DE SEGUIR ENGORDANDO DEUDAS
   Así como años atrás quien fuera interventor de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia, el Lic. Giordano, concretara una alquimia matemática que hizo creer a los pasivos que cobrarían el 82 por ciento móvil, ahora el mismo funcionario pero ascendido seguramente por aquellos méritos a la titularidad del Ministerio de Economía, intenta hacernos creer que la situación de la provincia es floreciente en cuanto a sus números e indicadores.
   Por eso es que defendió técnicamente el proyecto de presupuesto para el 2020 que seguramente será aprobado por la mayoría automática de la unicameral aunque la mermada oposición se desgañite indicando los sectores oscuros de lo que aprobará esa mayoría en el recinto.
   Sin embargo es bueno conocer algunos detalles, como por ejemplo la imperiosa necesidad que sea divulgada, sin ocultamientos ni maquillajes, cuál es la real deuda provincial de arrastre que desde algunos sectores califican como cuantiosa, aunque prometan que habrá de ser honrada pero sin confesar que será con mayor carga impositiva y con menos obras a ejecutarse, total las elecciones ya son historia.
   Es probable, comentaban los agoreros, que se disminuyan los costos del Estado limitando las partidas salariales y en rubros tan delicados como lo son la educación, la salud y la seguridad.
   Además y ya que estamos, al matemático Giordano -quien esta vez no apeló a los caramelos como argumento convincente- pidió permiso para que los cordobeses -y lo planteo así porque tendremos que hacer la vaquita- nos endeudemos con un perno de 310 millones más de palos verdes, que no son precisamente de yerba mate.
   Si en el transcurso del 2020 y solo en materia de intereses por lo que estamos adeudando tenemos que juntar 9 mil millones de pesos para no caer en morosidad virtualmente insalvable, el panorama no asoma como promisorio y lejos está de ser alentador.
   Es cierto ese concepto que se vino imponiendo por un tiempo hasta que la realidad lo superó con sus apremios, que no importa tanto meternos en compromisos de cifras elevadas, mientras se hagan obras y mejoren los servicios y por ende la calidad de vida de los cordobeses.
   Pero mientras sigamos padeciendo déficit habitacional, despojos a los jubilados que si bien no tienen bajas asignaciones pero pudieran ser más ajustadas a la verdad, muchas escuelas presentan estados calamitosos, existan falencias en la atención de la salud y recobrar la seguridad que supimos tener siga siendo una utopía, los endeudamientos no pueden ser bienvenidos.
   Habría que preguntarse entonces, inevitablemente, quien o quienes se benefician de alguna manera con la certeza que cada vez estemos más comprometidos financieramente.
   Para esas respuestas, las alquimias no alcanzan…

Nicolás Sarkozy
UNA LECCIÓN DE ÉTICA POLÍTICA  QUE  SE
HACE IMPRESCINDIBLE TENER EN CUENTA
 
   El Ex-Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se enfrentó tiempo atrás con políticos de izquierda similares a los nuestros.
   Les quiero comentar, especialmente por su valor histórico y especialmente documental, lo que les dijo Sarkozy después de una votación que le había resultado favorable y escuchen atentamente: "Hoy hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. De esos que el pensamiento único es el del que todo lo sabe, y que condena la política mientras la practica.
   Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura:   Desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos impusieron el relativismo: la idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.
Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era vivir sin obligaciones y gozar sin trabas... Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo”.
Y continuaba Sarkozy:
“Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor. Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder.
La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo.
Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente.
 Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo. Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún invasor, pero no aceptan que se instalen en su casa”.
 Para terminar, conceptos más que contundentes:
 “Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república. Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos. Estos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores”.
  Cualquier similitud o semejanza con nuestra izquierda burguesa que se hizo fuerte en Puerto Madero, seguramente es mera coincidencia.
  Entonces me pregunto: ¿No es para ponerlo en un cuadrito sobre la pared de la sala y de vez en cuando darle una leidita? 

Hay que entenderla…
DOÑA HEBE DE BONAFINI Y SU
INCURABLE  DIARREA VERBAL
    En dos o tres mensajes que llegaron, los oyentes me preguntan si escuché recientes declaraciones de doña Hebe de Bonafini, ocasión en que maltrató una vez más a quienes votaron por Macri, calificándolos de manera altamente ofensiva especialmente para las madres de quienes sufragaron de esa manera.
   No es mi intención hacerle una carta abierta porque sería asignarle a ese personaje una trascendencia que en realidad ya perdió salvo por hechos resonantes que protagonizara, pero hay ofensas que no me gusta dejar pasar, más allá de la elección de candidatos que haya hecho este periodista. En consecuencia, prefiero limitarme a un mensaje por si alguna vez ella me escucha.
   Doña Hebe: días pasados usted volvió a insultar a los votantes de Mauricio Macri en la elección presidencial, a quienes calificó como "una raza muy hija de puta".
    Dejando de lado su cíclico padecimiento de diarrea verbal, no quiero faltarle el respeto porque sería caer al mismo barro en el que usted cree que nos revuelca a los que no pensamos como usted.
    Comentó casi eufórica su felicidad por haber ganado, pero textualmente dijo “pero pará la mano: ganamos las elecciones. Pero el 30, el 32 o el 25 por ciento siguen estando” aunque la realidad haya mostrado que en las generales, ese porcentaje trepó a un casi 41 por ciento.
   Hasta allí, doña Hebe, puedo tolerar su lozanía del festejo, pero quiero que sepa que no me gusta que maltraten a mi Vieja y más cuando no puede defenderse.
   Si usted hubiera conocido a la Celia, la hubiera adorado como era esa dulce santiagueña de ojazos negros, adicta al trabajo, viuda joven que cargó con los cuatro varones que heredamos eso: la costumbre de laburar, de respetar al prójimo, de no matar, de no torturar, de no hacer daño, todo lo cual seguramente no entra en sus sentimientos hacia su descendencia, porque la historia hizo que la conociéramos.
   Entiendo que para usted eran románticos revolucionarios, mientras que nosotros a la revolución la hicimos con armas nobles como lo son el trabajo, el compromiso y el sacrificio. Y ella, mi Vieja, alentándonos estuviera o no con nosotros.
   Nunca se le hubiera ocurrido a la Celia decir que ninguno de los combatientes argentinos en el Atlántico Sur tendría que haber vuelto con vida, porque según usted, “eran todos fachos”.
   Ella no era trola y tenía conciencia del respeto, valor que a usted, doña Hebe, nunca le acompañó porque su odio no lo dejó ingresar al alma.
   Es su conciencia encubridora de crímenes la que empuja su grosera impunidad. La misma conciencia que no le reprocha a cuántos dejó sin trabajo, a cuántos privó de su techo, a cuántos transformó en pesadillas sus sueños compartidos.
    Como usted no merece que me ocupe tanto de una persona carente de valores humanos, me voy a permitir aconsejarle que a los primeros síntomas de su frecuente mal que la aqueja, esa incontenible diarrea verbal, no dude en tomarse un té de corchos.
    Dicen que les viene bien al cutis.


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