27 de septiembre de 2020

S.L.B.: LA PANDEMIA OBLIGÓ A UN NUEVO RETROCESO - EL PATÉTICO ESCÁNDALO EN EL CONGRESO - LOS INCENDIOS OBEDECEN A FALTA DE PREVENCIÓN - MEGACAUSA Y VICTIMAS DEL SISTEMA JUDICIAL - FINANZAS CORDOBESAS Y SU COLAPSO - "SARASAS", KICILOFF, FIDEL PINTOS Y "CANTINFLAS" - CUANDO EL ESPIONAJE TIENE TÉTRICOS ASPECTOS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición n° 640 del 27/9/20 que emitieron en dúplex la AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Pandemia: nuevo retroceso
BUENO SERÍA  COMENZAR A DESTERRAR ESA
INICIAL ACTITUD DE EXCESIVO TRIUNFALISMO

   Desde unos siete meses atrás, cuando aquel fallido surgido seguramente por el apresuramiento de posicionarse como científico, por parte del ministro Ginés Gonzalez García acerca de las remotas posibilidades de la llegada del virus a nuestro país por la lejanía con China, se vienen sucediendo curiosos episodios que en lugar de ilustrar a la gente están sirviendo para mostrar la desorientación oficial de quienes se autotitulan idóneos para el  manejo de una situación tan
crítica como inédita, que nos llevaron a una serie de vacilaciones, equivocaciones, idas y venidas en un marco de penosa ciclotimia.
   No es casualidad que la nuestra sea la cuarentena más prolongada y variable del mundo en los últimos tiempos, frente a una sociedad alterada por las prohibiciones, los encierros, las limitaciones de su libertad y los variados condicionamientos de conductas, factores todos que han conseguido que se operen cambios fundamentales en nuestro propio estilo de vida, concepción de los derechos e incluyendo la alteración de humanas costumbres que creíamos consolidadas.
   Por momentos nos liberan de ajustados bretes y cuando empezamos a gozar del beneficio, de pronto desde el poder advierten el error cometido y nos vuelven al corral de las privaciones lo que acarrea visibles cambios en las relaciones familiares, laborales y en todos los otros aspectos de la vida en comunidad.
   Las autoridades diariamente divulgan estadísticas acerca de contagios,
ocupación de camas críticas, muertes, recuperaciones y otros detalles, lo que lleva a obligadas comparaciones con otras ciudades y con distintos países y vemos que nuestra situación se torna cada día más compleja a la vez que se consolida la sospecha de la utilización políticamente interesada de una situación socialmente apabullante, por las carencias que crecen, otras que aparecen y las pocas soluciones que se avizoran.
   Y cuando esas sospechas venían tomando cuerpo, ocurre eso tan inexplicable de la aparición, por así decirlo, de unos 3.500 casos fatales que no habían sido contabilizados, lo que fortalece la creencia sostenida que nos lleva a pensar que desde el comienzo nos vienen mintiendo.
   Se llega a esa revelación porque personalmente considero que si es difícil esconder un muerto, el hecho de hacerlo con miles de ellos es virtualmente
imposible, como se ha comprobado en estas últimas horas a lo que se suman los pasos atrás que nos vienen imponiendo con lo que se multiplican las angustias, mientras es ya imposible maquillar las divergencias entre las autoridades acerca del manejo de una situación que, en verdad, se les ha escapado de las manos.
   Y volvemos al inicial estado de incertidumbre, de vano palabrerío; de improvisaciones y remiendos mientras notamos que ominosamente se van cerrando los círculos del aislamiento y vemos más de cerca los casos fatales.
   Peligrosamente y en forma paralela surgen las violaciones a la prevención, eso de desoir recomendaciones de cuidarnos, eso de violar las reglas y retomar en muchos casos el ritmo de joda que es lo que nos va a matar: lo sabemos pero no todos lo entienden.
   Que quienes así piensen que se suiciden así, de tal manera, pero que no contagien a quienes aman la vida y respetan todo lo que se haga por preservarla por parte del poder o de quien fuera, pero para eso y quiero remarcarlo, es necesario que no nos mientan; que no nos oculten la realidad; que la muestren por más descarnada que sea, porque el hecho de saberlo nos

va a impulsar a querernos un poco más: a respetarnos porque en este barco navegamos todos, pensemos como pensemos, seamos ricos o pobres, laburantes o desocupados, buenos o malos…
   Es hora de exigir que nos respeten; que no nos engañen porque esas mentiras que llevan a la desprotección, al descuido, a la falsa opción de sentirnos inmunes, son los factores que van a terminar con nosotros, con la Humanidad y esto no es una exageración ni es pensamiento apocalíptico, sino que venimos advirtiendo que eso, que sonaba a fantasía o delirio, puede llegar a suceder.
   Está en nosotros y en quienes tienen la obligación de protegernos y de no engañarnos, la sagrada y humana obligación de ayudarnos en esta lucha brutal por sobrevivir.
   El exceso de triunfalismo no salva vidas, como tampoco las preserva la demagogia.
 
Escándalo en el Congreso
DEBIÉRAMOS SER MÁS CUIDADOSOS SOBRE LA
IMAGEN  QUE  QUEREMOS MOSTRAR AL MUNDO

   Irrespetuosidades existieron en la viralización del grave episodio que lesiona el respeto que se le debe, pese a todo, al poder legislativo, como por ejemplo algunas alusiones a un símbolo de los sanjuaninos como lo es la Difunta Correa, ofensas indirectas a empresas como decir que con el dinero acumulado por sus negocios y dietas, el salteño pasaría a ser sostén, si, sostén, de la firma Caro Cuore, la recomendación de hacer medir en una estación de servicio el calibrado de las gomas que es gratis y otros variados e ingeniosos conceptos parecidos.
   Es probable que el legislador salteño, fanatizado por su militancia K, alguna
vez acuda al pretexto de comentar que por las miserias que pasó durante el mandato macrista, se vio obligado a inclinarse, lo entendamos en el buen sentido, a volver a su tierna infancia y optar por la lactancia.  
   Comentan algunos allegados a este devaluado émulo del “Negro” Olmedo que al enterarse que su jefe de bancada y padrino político Máximo K le quitaba su apoyo, más aún y cuando en el tumulto al hijo de, le habían perdonado una deuda impositiva, optó por renunciar pasada la medianoche del último jueves, aunque en tal sentido trascendieron detalles más que jugosos.
   Y por la calidad intelectual del episodio, me voy a permitir comentar como chisme de peluquería que el fogoso ahora ex legislador pretendía atornillarse en su banca, hasta que pasada esa medianoche su jefe de bloque y padrino político a dúo con el capo de la Cámara, Sergio Massa, le exigieron airadamente la renuncia que debía presentar en el acto.
   Es probable que con la declinación del cargo se pensara que allí terminaría
todo, al menos ese episodio y que con el paso del tiempo el salteño calentón podría animarse a una nueva incursión en la tan bien paga esfera legislativa aunque lo correcto sería, bahh, es una simple idea que uno les tira desde aquí, suspenderlo en su cargo hasta que la comisión especial que se forme juzgue su actitud y lo sancione ejemplificadoramente para aventar esas sospechas de apelar al borrón y la cuenta nueva como tantas veces se hizo.
   Sobre todo porque no hubiera aguantado el devenir de los acontecimientos: no faltó quien lo anoticiara que había sido citada de urgencia la Comisión de Asuntos Eróticos de la no tan honorable -culpa de unos pocos- Cámara de Diputados de la Nación.
   Y lo peor, el voluntarioso vocero le adelantó, como si hubiera hecho falta
hacerlo, que el debate tendría elevado grado de calentura.
   Pero pasando ahora al plano formal y serio que amerita la situación planteada, será el tiempo el encargado de asignarle la debida implicancia internacional del culebrón legislativo porque al trascender mediáticamente al mundo, fue por muchos considerada como una señal, una especie de ADN de los argentinos que tendrá su influencia en las relaciones multilaterales a futuro.
   No fue poco lo que costó reinsertarnos en el mundo, para que por una situación más pecaminosa que política o ideológica, perdamos terreno en un ámbito donde la credibilidad y la seriedad deben ser elementos fundamentales a exhibir a la hora de pretender radicación de capitales extranjeros con nuestra deteriorada seguridad jurídica.
   Y para el consumo interno, la situación planteada puede que haya servido
para convencer a los negadores de la realidad, que las sesiones presenciales son irreemplazables entre otras ventajas para impedir hechos bochornosos como los varios que ya sucedieron, eso de cambiarse de ropa, estar en el baño, hacerse una siestita o distraerse, pero más que nada para justificar las elevadas sumas de dinero que los contribuyentes aportamos para el sostenimiento del poder legislativo.
   Y para colmo, todavía -en lo personal, claro- no tengo noticias que por el hecho de no asistir se hayan decidido a un ajuste de sueldos, como se lo hicieran a la enorme mayoría de los dependientes del Estado.
   Para terminar, tengamos una cristiana indulgencia con el ex diputado salteño: a lo mejor no soportó seis meses de íntimo aislamiento, sin saber que se sumaba a las huestes de la “sarasa”, que es parte de la personalidad discursiva de muchos de sus colegas, aunque los haya superado: ejerció su condición de legislador en su propio y siliconado seno…
   Y ya tiene asegurado un sitio de privilegio en la galería ¿de cuál se trata? Lógicamente en la de los bustos.
 (Seguidamente hay un audio de una legisladora pretendiendo defender al salteño atacando una actitud de Lilita Carrió. Ese tramo puede ser ubicado en el sector de audios, columna de la derecha).
 
Eran tan previsibles…
AL IGUAL QUE LA INSEGURIDAD, LOS INCENDIOS SON
UNA CONSECUENCIA  DE  LA  FALTA DE PREVENCIÓN

   Si hace más de una década que en la misma época del año sucede lo mismo, si los incendios se dan también casi siempre en los mismos lugares, estamos pecando de ignorantes si a esto no le asignamos su ineludible condición de previsibles y en consecuencia, de altamente sujetos a una prevención inteligente y efectiva.
   Dejemos al margen por ahora esas maledicencias que les vienen otorgando a
los incendios en nuestro territorio provincial ciertas intencionalidades inclinadas hacia un ambicioso proyecto inmobiliario y hotelero, o las sospechas de una masiva limpieza de montes para aplicar allí una nueva tendencia de cultivos: lo trascendente del caso es que nunca como en este año se malogró una superficie tan extensa que hasta ahora según someros cálculos, el fuego ha devorado más de 10.000 hectáreas, la mayoría de valioso monte nativo más el daño a la flora y la fauna lugareñas.
   Pasarán muchos años hasta que la Naturaleza renueve todos los recursos
naturales afectados y daños ocasionados por el fuego porque hasta el clima puede variar como consecuencia colateral provocada con tamaña deforestación.
   ¿Dónde estuvo la falla? ¿Cuáles han sido las carencias? ¿Qué es lo que se debió hacer y no se hizo?
   Son tantos los interrogantes como es enorme la indignación sumada a la impotencia de estar frente a una situación que se pudo evitar o al menos disminuir su nivel de agresión al ser humano y a su medio ambiente.
   Es cuando surgen las otras preguntas, las que incomodan pero son las que aportan intenciones para solucionar un drama que no debe volver a repetirse al menos en su tremenda magnitud.
   Durante demasiado tiempo hemos estado aportando, como impuesto indirecto
y dentro de la factura por el consumo de energía eléctrica, una suma mensual, según se anunciaba, como contribución para “el manejo del fuego” cuando en realidad debió hacerse para su prevención.
   Los abnegados y sacrificados bomberos son en su gran mayoría voluntarios que a veces deben vender rifas o hacer ferias de platos, a la vieja costumbre, para sostenerse ellos y sus cuarteles y eso no es justo, porque la burocracia provincial tiene un desarrollo enorme que si fuera correctamente regulado, alcanzaría para incluir en sus planteles a ese material humano tan imprescindible como asimismo merecedor de la mayor consideración.
   Ni siquiera dejaron en funciones a los antiguos vigías, imprescindibles para las
alertas tempranas e inmediatas.    No basta con reconocerles a los bomberos el compromiso, su valentía frente al riesgo, su sacrificio al enfrentar el peligro, sino que se hace necesario plasmar el agradecimiento de la comunidad con beneficios que los contengan y los estimulen.
   Otro aspecto es el uso de los aviones con una pregunta inicial: ¿para comprar cuántos aviones alcanzaron los recursos recaudados con esa partida a la que todos contribuíamos?
   Bueno sería -no por desconfiar sino para saber qué se hizo con tanto dinero- que algún legislador exigiera formalmente una rendición de cuentas, porque al ver ciertos gastos en autobombo que se realizan desde el poder, es para demandar que se tenga al menos un mínimo respeto por las prioridades que nos acosan.
   Y eso de tener con qué pelearle a las llamas y ganarles la dura batalla, es una de ellas.
 
Ya cerca de los 15 años…
LA MEGACAUSA  DEL  REGISTRO NO  SE TOMA
RESPIRO NI SIQUIERA FRENTE A LA PANDEMIA

   Hace un tiempo se presentó en Tribunales una asociación civil denominada “Víctimas del Sistema Judicial” como organismo que “busca defender a los ciudadanos cuyos derechos hayan sido vulnerados por la acción y/u omisión de los magistrados o funcionarios del Poder Judicial”.
   Hablando de “acción” se me ocurren los reiterados reclamos de familiares de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba por el abuso de la prisión preventiva, que en forma sistemática encarceló a cientos de trabajadores sin juicio alguno, utilizando tal encierro como condena anticipada y elemento de extorsión para forzar declaraciones de culpabilidad. Tengo presentes a tres de ellos que fueron absueltos después de casi tres años de inútil prisión, con
imposible reparación, agregando que desde la detención el juez -y preste usted atención a este concepto- había reconocido 
no tener pruebas contra ellos.
   Y si pensamos en “omisión” merece mencionarse la falta absoluta de sospecha, citación, indagación, imputación, ni nada que se le parezca contra los altos funcionarios que fueron denunciados en la causa. Aún más, el mismísimo Juez fue denunciado por el Fiscal de haber recibido coimas.
   Pero en este caso, y pese a la gravedad, no hubo prisión ni encierro por las dudas. La noticia pasó pronto a los predios del olvido, otro juez determinó que no había mérito y archivó el hecho sin mayores explicaciones, cuando de no ser cierto debió merecer una imputación al fiscal por falsedad.    
   Para no gastar palabras, omisión y acción para privilegio de algunos. La verdad es que tales acciones/omisiones convenientemente ejercidas transgreden las leyes,  vulneran la confianza en el sistema y nos colocan, prueba son los dictámenes, como ejemplo de injusticia internacional. 
 
Complicado panorama
NO ES DE AHORA  SINO POR ARRASTRE EL
COLAPSO DE LAS FINANZAS CORDOBESAS

   Aunque peque de exagerado, debo confesar otra vez o poner en claro que no soy ni por asomo un entendido en la macroeconomía, ni en los manejos presupuestarios del poder pero sí, un ciudadano contribuyente de impuestos al que le interesa conocer el destino de esos aportes, y si es posible contribuir a que no se malgasten como es la histórica costumbre entre nosotros.
   Nuestra provincia viene derrapando desde tiempo atrás y posiblemente esto venga sucediendo antes que nos impusieran el “cordobesismo” con sus dineros y es irritante advertir que cuando eso sucede, precisamente por aquello de malgastarlo, se apela a fondos como por ejemplo de los jubilados, de los docentes o de los presupuestos de otras áreas, pero nunca como fruto del achicamiento de un Estado que muchas veces queda transformado en bolsa de trabajo para la militancia política.
   Y eso, con el agravante que cada triunfador de elecciones va poniendo su
gente que se queda, incluso aunque más adelante triunfe una corriente adversaria, cuyos dirigentes harán exactamente lo mismo que sus antecesores.
   Y así seguimos con una sobrepoblación de empleados públicos pero siempre faltan maestros, médicos, policías correctos, bomberos, insumos en salud, caminos, viviendas u otras necesidades.
   Los gastos en lo que le llaman difusión de actos de gobierno que en realidad es publicidad partidaria con fines electoralistas son enormes al igual que los sobreprecios tradicionales en la obra pública o en casos en que deben realizarse correcciones que resultan más onerosas que los trabajos originales.
   Y cuando las deudas aprietan y hay que cumplir con compromisos, entre otros los salariales con la enorme masa de activos y de pasivos, se apela a los créditos o préstamos que nos van comprometiendo a todos los cordobeses y más cuando se tramitan y se suscriben en moneda extranjera que debemos pagar luego con nuestro raquítico peso argentino, ya cansado que en pocos años le hayan quitado tantos ceros.
   Resumiendo, ahora la deuda cordobesa, calificándola de monstruosa para
nuestras posibilidades sería exagerado, pero aplicarle calidad de elevada sería pecar de reduccionismo pero igual, la llamemos como se nos ocurra, hay que pagarla.
   Y así tendremos que hacerlo con el sacrificio de la gente que seguirá pagando la energía eléctrica más cara del país, el transporte urbano también carísimo y con penosa calidad, el agua que se cotiza como lo hace la OPEP con el petróleo crudo o los impuestos que son un arrancadero de cabezas.
   Pero no escarmentamos: un mes antes de cada elección cualquiera que se postule promete rebajas del 90 por ciento en los impuestos, agua y luz gratis, viviendas para todos, caminos, aire acondicionado en los campos de golf y los cordobeses, como corderos, vamos y votamos.
   No soy experto en economía.
   Sólo una víctima más de lo que ella nos ocasiona.

¡Fidel Pintos, Axel Kiciloff y “Cantinflas”!
OTRA VEZ SOBRE EL TAPETE ESE ARTE
DE HABLAR MUCHO ¡Y NO DECIR NADA!

   Para que nadie diga que nos limitamos a los malos ejemplos argentinos, nacionales y populares o de otras corrientes, es bueno comentar que en México existió un actorazo, Mario Moreno archiconocido como “Cantinflas”, especialista en hablar acerca de pilas de cosas, pero sin decir nada.
   Entre nosotros el ya desaparecido gran actor cómico Fidel Pintos, aquel del naso prominente, era un acabado cultor de emplear una catarata de palabras también para no decir nada, actitud que se define como “sarasa” en el
diccionario de lunfardo, argot o “slang” que tiempo atrás y sin perder vigencia en la actualidad, era común en los bajos fondos rioplatenses.
   El término “sarasa”, según el diccionario lunfardo es  Palabras sin sentido o que carecen de correlato o conexión con la realidad; argumentación vacua, discurso inconsistente o incomprensible”.
  “Yo también puedo sarasear” le comentó el ministro de Economía Martín Guzmán a la tercera autoridad de la Nación, el diputado nacional Sergio Massa,
cuando se aprestaba a brindar una explicación del proyecto de presupuesto para el 2021.
   Martín Guzmán creyó que el micrófono estaba apagado… como tampoco lo está la atención de la gente, harta ya de padecer las dos crisis que nos están carcomiendo los cimientos de nuestra propia supervivencia: la pandémica y la económica.
   Nunca se sabe, pero a veces y en tiempos de angustias, suele ser saludable gozar el impacto emotivo de un
sincericidio.
   Lo peor del caso es que después pretendió aclararlo…
    Y como siempre ocurre, no aclares que oscurece.
    Fidel Pintos ni Martin Guzman tuvieron exclusividad entre nosotros, y lopodrán apreciar en dos exposiciones brillantes: una, de Axel Kiciloff y otra del magistral “Cantinflas”. Deléitese al escucharlos:
  (El audio respectivo, de un minuto de duración en el que se escucha a Kiciloff y a “Cantinflas” está ubicable en la columna correspondiente, en el costado superior derecho de este blog)
 
Familiares del A.R.A. San Juan
CUANDO EL ESPIONAJE NO  ES SÓLO CUESTION
DEL PASADO SINO QUE SE SIGUE PRACTICANDO

   Es por ese apego natural a la privacidad que por lo general sentimos desprecio y odio hacia el espionaje porque más que una especie de curiosidad aprovechable, es una manera de meterse en las cosas de uno sin haber sido invitado y para inmiscuirse de esa manera en ciertas intimidades que son objeto de violación.
   En nuestro país se puede decir que siempre hubo espionaje, desde que las

fuerzas armadas entendieron aquello de controlar ideas y opiniones ajenas que no se hacían públicas.
   Espionaje industrial y comercial también es parte de la cultura de cualquier comunidad.
   Los periodistas, históricamente, hemos sido siempre motivo de espionaje como muchos a quienes no puedo llamar colegas, han sido parte de ese estilo reprochable, al servicio de algunos gobiernos.
   Espionaje desde los mandos militares los hubo según dicen desde San Martín y otros próceres hasta en los tiempos de Videla, de Menéndez y en plena democracia con Milani y otros exponentes de esas malas artes.
   Existen tareas de espionaje decididas por la Justicia en ciertos casos y con la debida autorización, para la investigación de delitos.  
 El fiscal federal de Mar del Plata Daniel Adler impulsó la investigación por un presunto espionaje  ilegal contra familiares de víctimas del submarino ARA San Juan y del naufragio del buque Rigel, tal cual denunció en base a pruebas encontradas la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Adler ya dispuso medidas
de prueba en el caso y acerca del asunto, un familiar de una de las víctimas del ARA San Juan, 
decía que no le sorprendía el espionaje ilegal.
    La denuncia de la AFI apunta al ex presidente Mauricio Macri por ser presunto responsable de fijar los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de inteligencia nacional y a otros ex funcionarios.
   La cuestión está en manos de la Justicia, obviamente, y es de esperar que si las cosas se hicieron al margen de la ley, Se apliquen las sanciones y condenas correspondientes y se proceda de la misma manera cuando haya que juzgar a quienes tomaron la costumbre de espiar en los últimos años, tanto a periodistas como a personajes de los partidos opositores al que fuera gobierno por aquellos años.
   No es para escandalizarse, sino para que la mano de la Justicia tenga el mismo grado de aplicación con todos…
   Y todas.

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