19 de agosto de 2022

El agua, elemento vital

FRENTE A LOS OIDOS SORDOS  DEL  PODER LOS
VECINOS DEL BARRIO S.E.P. NO SE RESIGNARON
 
   No siempre que se recurre al supuestamente “estado protector” los vecinos reciben la atención que requieren porque las trabas burocráticas mezcladas con cierta inclinación hacia la indiferencia entorpecen cualquier trámite.  Sólo ellos, los habitantes del barrio SEP en esta populosa Córdoba de las campanas saben lo que es envenenarse con el agua que le llaman “corriente” pero que por un tiempo fuera un maloliente líquido barroso que le proveía una cisterna donde se consagraba la podredumbre.
   De nada sirvieron los reiterados clamores de la gente frente a la Municipalidad, como asimismo los pedidos al Sindicato de Empleados Públicos. Las respuestas de siempre para este y otros casos similares fueron las evasivas y alguna tibia intención de superar el drama prometiendo soluciones prontas que jamás llegaron, mientras crecían ciertas dolencias adquiridas por los pobladores del sector como consecuencia de la porquería que exageradamente le llamaban “agua potable” que consumían sin ninguna otra alternativa que la resignación.
   Fue ya en el extremo de la paciencia agotada que los vecinos optaron por hacer público su desoído reclamo y mostraron la realidad que padecían a través de la televisión y mágicamente la Municipalidad se acordó que esos cordobeses también tributan y votan; que esos cordobeses fueron manoseados con la “mentira política” de las promesas, mientras el gremio SEP que se supone vendría a ser al menos ”el padrino” del sector, se desentendía y donde sólo encontraron la respuesta del silencio. Canal 12 se ocupó del caso, en la persona de ese excelente periodista que es mi amigo santiagueño “Luchi” Ybañez y desde el poder municipal permeable a los escándalos mediáticos y en plena como anticipada campaña proselitista, superaron la situación poniendo en funcionamiento una renovada cisterna para atender el sistema de red de agua potable. Ignoro si el SEP algo aportó, pero los vecinos no se quedaron quietos y los tiempos demasiado prolongados que pasaron con las penurias de no tener agua, les enseñaron que la solidaridad era la mejor arma para sostener las condiciones de dignidad que requiere la gente trabajadora especialmente porque las merece.
   Y se juntaron. Y conversaron. Discutieron, aportaron ideas y esfuerzos y pusieron manos a la obra para recuperar el tiempo y las condiciones de habitabilidad que tanto los habían dispersado. Hicieron festivales, se arremangaron, pintaron, arreglaron la plaza y la escuela, se abrazaron en la felicidad de logros alcanzados por dos vías fundamentales: el empeño de unos pocos para beneficio de todos que luego se plegaron a la lucha y la mediatización de una situación penosa, injusta, inmerecida e irregular que el poder político y el sindical debieron haber solucionado tiempo atrás incluso sin necesidad que la situación tomara estado público y quedara demostrado el alto grado de desidia de las autoridades.
   Ahora este domingo 21 desde la mañana tendrán una nueva actividad vecinal porque allí, embalados en eso de mejorar en todo sentido su situación y a la luz de los resultados obtenidos cuando aunaron intenciones y esfuerzos, serán los niños en su día quienes reciban al mediodía y a la hora de la merienda el cariñoso homenaje a su condición de tales, todo aquello que la solidaridad de los cordobeses pueda aportar: golosinas, globos, masas, facturas, gaseosas, jugos, frutas, juguetes nuevos o usados en buen estado, peluches, etc. Quienes estén dispuestos a colaborar con Unidos por Barrio SEP deben comunicarse al 3515203208.
   El ejemplo de lucha aportado por esos comprometidos vecinos, bien merece coronarse con el éxito, más allá de aquello que los niños son quienes todo lo merecen aunque con el paso del tiempo hayan dejado de ser "los únicos privilegiados".
   Es muy probable que como suele ocurrir, a la hora de los micrófonos, las fotos y las cámaras de TV concurran algunos personajes de la gestión comunal y de la indiferencia sindical.

G.F.

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