7 de agosto de 2022

S.L.B.: LOS ARGENTINOS Y EL DOBLE COMANDO – ENTRE HISTÉRICAS TURBULENCIAS ACUSARON A EX ELLA – COSTOSO DERRAPE DE LA ECONOMÍA NAC & POP – LA MEGACAUSA Y LA CIUDADANÍA EN PELIGRO – TARIFAS DE SERVICIOS, UN ATENTADO AL INTERIOR – TALLERES Y SU GENTE: CÁNDIDOS O VÍCTIMAS DE UNA “PORTEÑADA” – SIN MEDIDA NI CONTROL, LA INFLACIÓN GENERA MISERIA Y EMPUJA AL APROVISIONAMIENTO POR MANO PROPIA, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 738 del 7/8/22 difundido en dúplex por la AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba:
 
Doloroso fracaso del “doble comando”
LOS ARGENTINOS NECESITAMOS SÓLO UNA
BATUTA  CAPACITADA PARA NO DESAFINAR
 
   No conozco a muchos directores de orquestas, pero me bastó conversar con uno de ellos, radicado actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica, más concretamente en la Florida, para entender eso de los íntimos celos frente a intromisiones que puedan padecer en el ejercicio de su tarea de dirigir una orquesta.  
   Son chinchudos, viscerales, sentenciosos y apegados a sus conocimientos que les permiten a veces lidiar con tal diversidad de personajes y de instrumentos, que para el común de los mortales nos resulta absurdo tan siquiera pensar en que podamos estar en una situación como la de ellos, más allá del infinito amor por la música que permanentemente muestran.
  Supo sentenciar Emerson que el gran hombre es aquel que en medio de la muchedumbre mantiene con perfecta dulzura la independencia de la soledad y esto no es un contrasentido, sino una sabia definición aplicable a quienes deben lidiar en la tarea de mantener su propiedad, por así decirlo, de un poder que le confiara la ciudadanía.
   Por eso debe ser que la experiencia de doble comando al pilotear una aeronave tan compleja como lo es nuestra República Argentina, crisol de razas, fronteras abiertas, libertades consagradas y otras ventajas que muchos países no tienen, es para suponer que siempre, inevitablemente, pueden surgir diferencias especialmente porque piloto y copiloto son demasiado iguales y cada uno de ellos, sin dudas que se asigna la posición dominante.
   Y cuando la experiencia del doble comando no tiene la coincidencia de género, es decir que la ejercen hombre y mujer o viceversa, la posibilidad de un corto circuito o de frecuentes chisporroteos pasan a ser una certeza sin tiempos ni demoras, pero implacable.
   ¿Eso pasó entre ex ella y quien ella eligiera como compañero de fórmula aunque no la

encabezara y se conformara con ser segunda?
   No es cuestión ahora sino que será tema para los historiadores desentrañar cuáles fueron los motivos de las divergencias, aprietes, aisladas coincidencias, apetencias personales o preocupaciones que compartieron a lo mejor con la intención que al ser ambos parte de todos esos sentimientos, la carga se reduce individualmente a la mitad, pero todo indica que eso no ocurrió.
   Los egoísmos son insuperables aunque permanezcan ocultos y ni siquiera asomen en la actitud corriente de los seres humanos, pero existen y se agigantan cuando por ciertas circunstancias se hacen más profundos y menos disimulados.
   El caso puntual y cercano del Dr. Fernández y su colega exitosa abogada, puede que se inscriba con el paso del tiempo, entre los ejemplos de fracaso del doble comando y que en la historia pasara a ser un caso más de los tantos que la memoria universal registra.
   Pero el daño que se provoca a una sociedad dependiente de la armonía, el acompañamiento, la lucha conjunta y la coincidencia ideológica, cuando esos factores se degradan, es enorme e irreparable y las consecuencias del llamémosle divorcio institucional, son impredecibles, como lo estamos advirtiendo, penosamente, con el transcurrir de los días.
   Alguien se va, ambos se quedan, seguirán ladrándose diplomáticamente, tendrán objetivos y metas distintos o coincidirán en aportarnos seguridad y grandeza a nosotros, y una imagen de seriedad al mundo, por el momento seriamente deteriorada.
   Independientes siempre, aislados nunca, reza un viejo proverbio, aunque Ibsen en su momento se hubiera despachado con aquello que “El hombre más fuerte del mundo es aquel que puede estar absolutamente solo” y es muy probable que quien está camino a esa posición, se encuentre así a sus anchas.
   Aunque las nostalgias lo acosen, porque a nadie le gusta perder eso tan sensual, magnífico e irreemplazable que le llaman “el poder”.
   La historia universal de la música, al menos de lo que se conoce, no registra ningún caso de una orquesta con dos directores a la vez.
   Simplemente, se me ocurre, porque para eso la batuta debe ser sólo una, siempre y cuando los músicos acompañen y no tengan la pésima costumbre de desafinar.
 
Con lógicas e histéricas turbulencias
LA ACUSACIÓN CONTRA EXELLA ENTRA A
UNA ETAPA DE HISTÓRICAS DEFINICIONES
 
   Son más que intrincados para el ser común, todos los recovecos por donde transitan las causas judiciales, desde los delitos intrascendentes hasta los grandes casos que conmueven al mundo por su complejidad e importancia, a la que se suma ese atávico interés común de conocer debilidades ajenas y en el caso de ser sancionadas, cuál es la pena con que la justicia  humana y terrenal castiga a sus culpables.
   Para los desencantados con la condena, les queda el sacro consuelo de eso que le llaman justicia divina, aunque pocas veces se haya manifestado al menos en tantos casos resonantes en que se decidieron o decretaron inocencias a sabiendas del error y con el paso del tiempo, se fue diluyendo aquella creencia acerca de los jurados del ignoto más allá.
   Aquí entre nosotros, cuando advertimos al pasar que un ex vicepresidente de la Nación
condenado por corrupto, zafó de los impíos barrotes, porque durante su breve reclusión aprendió origami, bordado en punto cruz o los secretos de la borra del café y ahora dice que dictará clases de periodismo a nivel universitario y suponemos que no cometerá la torpeza de erigirse en ejemplo de su alumnado, surge una lógica decepción en cuanto al respeto que de manera decadente viene demostrando la ciudadanía hacia la justicia de los hombres.
   Ella vocifera, amenaza,  promete reaccionar junto a su tropa de otrora imberbes y ahora aburguesados funcionarios, mientras reclama por los improperios que se descerrajan contra el recuerdo de quien la transformara en viuda. No tolera los menoscabos porque se supone reina de ese panal, el de las vanidades y las mentirosas inocencias y está segura que el aplauso del vedetismo es el que hace escuchar a un pueblo estafado, defraudado, la mitad hambriento, postergado y abandonado a su suerte.
   La Justicia viene escarbando hasta la médula de las acciones delictivas perpetradas y aunque sus autores, encubridores, aplaudidores o diletantes juren inocencia desde su dudosa convicción, las probanzas con su peso de toneladas son las que en el tiempo determinarán autorías, complicidades o inocencias.
   Porque a medida que avanza la causa, crece en forma simultanea ese temor ahora renovado que durante algunos años se llenó de las telarañas de los olvidos; de los archivos y de las dilaciones que empujaran en dirección a la prescripción que dejó de ser legal.
   Y en el íntimo fuero de quienes se saben culpables crece la angustia, dilecta hija del miedo a perder la libertad, a olvidarse de la abusada indemnidad ante la ley, a extrañar aquel tan dulce como falso aura de impunidad que les refrescaba el alma y los hacía sentirse poderosos.
   Para colmo en las últimas horas se conoció que existen claras evidencias de la  participación en estas tramoyas de la obra pública en el sur, direccionada con destino a Baez y una de sus prósperas empresas, por parte del hijo del matrimonio entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Máximo, quien por entonces no figuraba en ningún cargo público más allá de su parentesco con  la cuestionada pareja que ocupara el más encumbrado sitial.
   La red de complicidades, omisiones, adjudicaciones relámpago, virtualmente nulo control de las obras licitadas y el caprichoso manejo de los fondos públicos, configura un panorama delictivo de tal magnitud que la fiscalía interviniente llegó a calificar, palabra más o concepto menos, como una histórica maniobra de una asociación ilícita y sus propósitos de enriquecimiento, cuando por ahora sólo se ventila el caso de las obras viales..
   La defensa mientras tanto insistió en la persecución jurídica y
política hacia la viuda de Kirchner, ubicándola en papel de víctima incluyendo el detalle que los funcionarios judiciales vinculados con la causa, accedían a escondidas al despacho presidencial de Mauricio Macri en la Casa Rosada, sentenciando que todas esas causas fueron armadas para perseguir a la actual vicepresidente y que una a una se fueron cayendo, e incluso Gabriel Katópodis manifestó que Argentina necesita una justicia independiente, transparente y ágil y que Cristina es, justamente una víctima de todo lo contrario, aunque no mencionó esa reciente intención oficial de llevar a 25 el número de miembros del alto tribunal; y Oscar Parrilli por su parte criticó el alegato del fiscal Luciani rotulándolo como “una fenomenal puesta en escena”.
  Las sesiones que se avecinan irán subiendo, sin dudas, la temperatura del debate.
   Voy a cometer el abuso de transcribir y comentar uno de los párrafos del colega Joaquín Morales Solá que publicara el diario La Nación: “La última y desesperada defensa de Cristina Kirchner consiste en denunciar que quieren proscribirla como candidata presidencial en las elecciones del próximo año. Sería una proscripción preventiva porque ella nunca dijo que será candidata presidencial. Peor: no puede serlo, según las encuestas de ahora, salvo que aspire a una derrota memorable. Será seguramente candidata a senadora nacional por Buenos Aires o por Santa Cruz; los fueros son ya, para ella, una necesidad existencial”.
   Y resumiendo, todo indica que la defensa armada para protegerla, está desvelada en procura de asegurarse, por esa vía, una cuestionada y para muchos, la inmerecida indemnidad.
  
Aunque hayamos sobrevivido a peores…
EL COSTOSO DERRAPE DE  LA ECONOMÍA
“NACIONAL & POPULAR” ERA PREVISIBLE
 
   Bien vale para entrar a la consideración de un tema tan controvertido como es el manejo der la economía de un país, o de una comunidad que vendrían  a ser miles de hogares sujetos al arbitrio de las autoridades en la materia, encarar por el lado de todo lo que se dijo en la historia al respecto porque nada mejor que ajustarnos a los dictados de la sabiduría ajena, dejando de lado lo que creemos que es la nuestra, pero que no alcanza.
   San Agustín preguntaba en cierta ocasión a un hombre adinerado si acaso por ser rico tenía dos estómagos que llenar, mientras Bossuet sostenía que la posesión de las riquezas tiene lazos invisibles en donde el corazón se enreda fácilmente, y así es la realidad pensando en Eurípides con su concepto que es mejor soportar la miseria que nos abruma que la insolencia de los ricos, coincidiendo con declaraciones del Mahatma Gandhi.
   El sabio indio o hindú como prefieran recordarlo, sostenía que el rico posee montones de cosas superfluas que no necesita y, por tanto, descuida y derrocha mientras que millones de hombres mueren de hambre por falta de alimentos. Si cada uno guarda sólo lo que necesita, a nadie le faltará nada, contentándose cada uno con lo suyo, en un enfoque demasiado romántico y poético de lo que es el obligado y casi permanente ayuno.
   Pero el mismo sabio confesó también ser el hombre más rico de la Tierra porque el hombre más rico es aquel que, no poseyendo nada, dispone de todo, lo que en verdad no se alcanza a entender.
   Todo esto viene a cuento de los tantos dramas argentinos, entre los cuales sobresale el desconcierto que a los sectores más vulnerables y desprotegidos les provoca el desmanejo de la economía nacional y popular que cada día les aplica un empujón más hacia abajo, hacia la miseria y el hambre y no hablo del hambre de comer salteado, sino de ese otro lacerante y ofensivo, en un país tan rico como el nuestro, que es el no comer.
   Cómo seremos de ricos que pese a los empeños puestos por tantos chantas caraduras, insensibles, ineptos y millonarios funcionarios, no consiguen fundir al país que supiera figurar no hace mucho tiempo entre las principales potencias, granero del mundo, pletórico de reservas y cercado por ambiciosos que desde siempre nos exprimieron y así y todo no consiguen agotarnos ni fundirnos.
   La política económica por algo ha fracasado, en un momento de la Humanidad que por las guerras, las pestes y otras situaciones terribles necesita alimentos y estamos en condiciones de satisfacer toda esa demanda, con tan sólo una parte de nuestras riquezas.
   Si no lo hacemos es por algo, o mejor dicho por alguien, esos parásitos que han contaminado el organismo productivo de nuestro país y han resultado indemnes a lo que provocaron, porque la angurria de décadas y décadas les aportó los anticuerpos necesarios para subsistir y seguir amarrocando.
   Alguna vez saldremos del pozo; alguna vez tendremos gobernantes lucidos y comprometidos con la sociedad, que es lo que urgentemente necesitamos.
   Razón tenía Oscar Wilde al sostener que hay gente que se preocupa más por el dinero que los pobres: son los ricos.
   Y otra más por si lo consideran necesario y vuelvo al Mahatma Gandhi, cuando dijo una frase que es un himno a la dignidad del esfuerzo: aquel que come sin trabajar, es un ladrón.
 
¿Cerca de una década y media?
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO RUMBO A LA
OBTENCIÓN DE  UN RECORD PARA GUINNESS
 
   Un interesante y meduloso dictamen elaborado por la Organización de las Naciones Unidas en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba que  marcha camino a un record Guinness, expresa entre sus fundamentos que la duración de la privación de libertad y del proceso imputable a la autoridad judicial, constituyen una violación al principio de ser juzgado en un plazo razonable y sin dilaciones indebidas, por lo cual considera como arbitrario el accionar judicial, recomendando no sólo la inmediata libertad, sino también la reparación del daño causado. 
   El de la libertad personal es un derecho humano fundamental cuyo corolario es la protección contra la detención arbitraria o ilegal, derecho reconocido por las normas internacionales al disponer que el arresto y la detención deben llevarse a cabo de acuerdo con lo establecido por la ley.
   En un pormenorizado análisis de términos la Real Academia Española que tan a menudo consultamos, dice que arbitrario es algo sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón, y ahondando un poco más, que un capricho es una determinación que se toma inspirada por un antojo, por humor, o por deleite en lo extravagante y original.
   ¿Pueden aceptarse semejantes definiciones para una actuación judicial? 
   ¿Será entonces que los encierros sistemáticos, la comisión especial para juzgar, las causas que son una sola y muchas al mismo tiempo, los testigos acusadores anónimos que nadie puede confrontar, o las condenas basadas en íntima convicción dependen de un antojo, humor o deleite particular? 
   ¿Podemos tener los cordobeses un sistema judicial con semejantes atributos? ¿Quién debe controlarlo? Porque de ser así, todos los ciudadanos estamos en peligro. 
 
Dura pelea por los subsidios
TARIFAS DE SERVICIOS SIN SENTIDO
SOCIAL, UNA ESPADA DE DAMOCLES
 
   En momentos cruciales para el país, cuando lo que necesitamos es concordia, acuerdos, armonía, respeto al prójimo, sensibilidad social y fomentar el espíritu de justicia en cuanto a todos los órdenes de la vida, surgen detalles que por lo enojosos y evitables merecen ser calificados como parte de la inocultable y contagiosa estupidez humana.
   Porque no es otra cosa que estupidez trazar distancias entre el puerto y el interior como ocurre en tantas situaciones ya archi conocidas, que el privilegio centralista aplasta a las necesidades del interior, aunque los logros de ese interior postergado sean muchas veces vilmente aprovechados por el centralismo porteño.
   No se trata de un ataque de chauvinismo, sino de exigir una lógica impostergable que iguale hacia arriba en los beneficios, y no que esas ventajas sean para goce exclusivo de un sector nacional que de por sí, ya cuenta con enormes ventajas por su ubicación geográfica y por ser el centro del poder.
   Eso de los subsidios diferenciados que se reciben en capital federal y Buenos Aires significan un atropello y una ignominia nacional, porque es el interior sufrido el que les paga a ellos esas ventajas que el poder dice concederles, cuando la verdad indica que desde el interior de la Patria sostenemos a quienes mejoran su calidad de vida gracias al esfuerzo del postergado territorio alejado de la capital.
   Lo que pagan a 700 kilómetros de aquí el transporte urbano e interprovincial, la electricidad, el gas,  los combustibles, el agua corriente y otros servicios esenciales, es un atropello al federalismo y una burla a varios millones de argentinos que pierden confort, entre otros bienes, porque los señoritos del puerto demandan mejoras que puntualmente y sin demoras se les conceden.
   Llegará el día en que la justicia distributiva de los dineros del Estado, de ese estado que somos todos, se reparta equitativamente y sin privilegios, que son los que vienen ahondando esa puta grieta que cada vez más nos separa y nos hace distintos.
   La justicia que merece el interior no es otra cosa que un equilibrio de merecimientos, aunque Buenos Aires sea la sede del gobierno nacional que se empeña y no de ahora sino de siempre, en separarnos por las penurias a las que los empujan, en lugar de unirnos por los dramas que nos abruman.
 
Nuestros “barrabrabas” son bebés de pecho…
TALLERES Y SU  GENTE  FUERON  CÁNDIDAS
VÍCTIMAS DE UNA PELIGROSA “PORTEÑADA”
 
   No es para decir o sostener que todos los hinchas futboleros cordobeses son un atildado conjunto de personas medidas, sociables, respetuosas, abstemias, delicadas en el trato ni que posean otras calificadas virtudes que sobresalgan ante la sociedad.
   Pero el tema de la violencia, de la patota, del autoritarismo, del fanatismo llevado a niveles impensados e inimaginables, es algo así como un oscuro privilegio de las rentadas bandas deportivas de la capital argentina, donde circulan con mayor libertad que entre nosotros elementos tales como sustancias prohibidas, alcohol, influencias, venta de entradas provistas por debajo de la mesa por los malos directivos y una estructura que hasta se hace cargo de los abusos en el cobro de los estacionamientos cercanos a los estadios.
   En suma, no existen los nenes de pecho, aunque también haya buena gente de la parcialidad tallarín, algunos que hasta se animan a concurrir con las familias a las tribunas y los emotivos personajes que conforman una especie de ternura dentro del medido fanatismo, aunque los califiquen de pechos fríos, no son tímidos a la hora de defenderse o en el peor de los casos, para pasar facturas.
   Lo que ocurrió con la gente invitada que concurrió a la cancha de Vélez era de esperarse y  ni siquiera la entidad anfitriona usó eso que se llama inteligencia para evitarlo, aunque después el cinismo y la hijaputez elaboró un comunicado oficial con pretensiones exculpatorias, cuando el desastre ya se había perpetrado, con llamativa ausencia policial en una especie de liberación de zona, precisamente en la tribuna que la mala suerte les hizo ocupar a los cordobeses.
   Heridos graves, contusos, niños y mujeres afectados, fue el saldo de algo que pudo ser aún más grave, tan grave como evitable con sólo apelar al sentido común.
   Y eso que ganaron ellos, que si hubiera sido empate vaya Dios a saber en qué terminaba la acción cobarde de esa mayoría indeseable y delictiva que sólo acepta el triunfo de sus colores.
   Vendrán a Córdoba y aquí entre nosotros, se comenta que dos o tres peñas de velezanos ya se aprestan a encontrar la manera de escabullirse entre la multitud que sin dudas copará el mejor estadio que tenemos.
   Que si lo intentan y lo concretan, que no vengan luego con la mariconería del llanto y del repudio, porque hay veces que no la sed de venganza pero sí la indignación, motivan, empujan y mueven a las masas.
 
El poder perdió la sensibilidad social
SI NO HAY CONTROL DE LA INFLACIÓN Y SUS
EFECTOS, OJO CON EL HAMBRE EMERGENTE
 
    Es de rogar que otra vez desde el poder no se cometa la tontera de dibujar los índices inflacionarios lo que de alguna manera encubre ese espanto de conocer demasiado de cerca aquel flagelo social atribuible a curiosos factores, que es el incremento de la cantidad de seres acosados por la miseria y el hambre.
   Es cierto que se trata de una tarea científica eso de evaluar la evolución de los precios, el valor caprichoso del dólar, el comportamiento de los comerciantes, los padecimientos de los productores y todo lo que está relacionado con el crecimiento de la inflación.
   Pero es también muy cierto que es el Estado protector el encargado de corregir las críticas situaciones para terminar con el padecimiento de tanta gente; con la inseguridad de un mañana muy cercano; con esa espada de Damocles que es el ingreso a la indigencia más absoluta, mientras vemos con indignación el exagerado crecimiento patrimonial de quienes han sido colocados en sitiales gubernamentales de privilegio para solucionar las carencias y evitar el sufrimiento de la gente.
   En las esferas del poder los sueldos bajos ni la desocupación existen, donde lamentablemente campea y crece la insensibilidad de ver un panorama sombrío a futuro, sin miras de mejorías ni siquiera de evitar que siga creciendo la diferencia entre los  que comen y los que obligadamente ayunan.
   La casta político sindical, empachada de privilegios, mira hacia otro lado y cuando acerca sus ojos al drama, es que precisa de esa gente paras que los voten, razón por la cual en mínima medida les solucionan el hambre porque los necesitan así, postergados pero dependientes.
   Tenemos una de las inflaciones más elevadas del mundo, un terrible privilegio que afecta a millones de argentinos y lo lamentable es que crece porque desde algunos sectores advierten que la solución individual pasa por ingresar a ese mundo selecto de los cercanos al poder y llegará el momento en que la reacción social nos depare situaciones indeseadas.
   Está en los que mandan instrumentar las soluciones en tiempo perentorio, porque el desastre del aprovisionamiento por mano propia, no aparece tan lejano…
 

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