Desgrabaciones
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos”, edición nº 842 del 4/8/2024 emitido por la AM580 Radio Universidad
Nacional de Córdoba.
Una
expresión de cariño y solidaridad
LA VERDAD DE POR QUÉ HOY
ESTOY AQUÍ CON
USTEDES, Y UN
MERECIDO AGRADECIMIENTO
Los médicos hermanos Carlos y Fernando Oulton,
generosos sembradores de esa no muy conocida semilla de la solidaridad, que en
un tiempo supieron dejar su esfuerzo y desinteresada entrega en algunas
necesitadas poblaciones del interior cordobés, a través de una Fundación con su
apellido, fueron dos de las tres patas en las que tuve la fortuna de apoyarme
para superar un mal que no perdona, porque su madre putativa viene a ser la fatiga
de material, mecánica explicación que dulcifica la definición de vejez o ancianidad.
Ellos,
los Oulton, pusieron tiempo atrás todo su cariño que me tocase cosechar por años;
la enorme y apabullante tecnología de su Instituto y el personal, su amoroso
sentido del afecto, el respeto y la profesionalidad.
Y
tuve también la desmedida suerte que el joven y experimentado médico, elneuroradiólogo intervencionista, profesor Dr. Gustavo Foa Torres, estuviera en
Córdoba y no en Nueva York, Roma, Londres, Barcelona o cualquier otra lejana
geografía porque estaba aquí, en Córdoba y en el Instituto Oulton de Avda. Vélez
Sársfield al 500.
Fueron ellos los que me devolvieron esa íntima dignidad sumada al placer
de sentirme vivo y sano, para lo que no alcanzan todas las expresiones de
agradecimiento que se me pudieran ocurrir y que ellos ampliamente merecen.
A
ellos y a todos quienes se preocuparon por mí, el eterno y justo agradecimiento,
para el cual, en este caso, lo reitero dese el alma, no alcanzan las palabras.
Que
el Supremo Hacedor, como quieran llamarlo, les regale de mi parte, el reconocimiento
a su generosa grandeza y su elevado compromiso con la sociedad.
¿Acaso
henchidos de orgullo?
LOS CORDOBESES
SIEMPRE SOBRESALIMOS Y
LO SOMOS POR SER
DEUDORES BILLONARIOS
Eso
que le llaman orgullo tiene varios comentarios de notables personajes de la
historia universal, porque por ejemplo Shakespeare sentenciaba que “el orgulloso
se devora a si mismo” mientras que Franklin pontificaba que el orgulloso detesta el orgullo,
pero el orgullo de los demás.
Mucho hay para comentar acerca de tal sentimiento, que supongo integra
la íntima personalidad de cada ser humano que se rinde a sentirse así, o que
censura que su prójimo esté sindicado como orgulloso de algo, sea lo que fuere.
Pero
entrando a otro plano en este caso definitorio de una situación, no es posible
que los cordobeses lleguemos a enorgullecernos de haber ingresado -empujados
por el poder actual y su herencia- al “status” de deudores billonarios,
escúcheme bien: bi-llo-na-rios porque los números de lo que debemos a diestra y
siniestra necesitan no recuerdo cuántos dígitos en cantidad tal, que debo
confesar, junto al odio que siento por
las matemáticas por ser demasiado exactas y sin sorpresas, y no la he podido
alcanzar a leer correctamente -me refiero a esa cifra monstruosa- apegado a ese
concepto que cualquiera que se tome demasiado en serio corre el riesgo de
parecer ridículo, aunque lo asuma como es mi caso, aunque no siempre ocurre lo
mismo con quien siempre es capaz de reírse de sí mismo, lo que también es una
de mis, llamémosla, virtudes o debilidades.
Le
debemos al mundo una cifra tal y en moneda que permanentemente crece mientras
la nuestra adelgaza- que no debe existir tecnología que me permita digitarla
desde el comienzo hasta el fin para transformarla en algo más accesible a su
lectura y comprensión como puede ser en pesos argentinos, pero sería más
doloroso todavía, porque buena parte de esos exagerados compromisos que debemos
afrontar -porque lo haremos nosotros, la gente, y no el poder- en el correr del
tiempo, con lo que estaremos empernados por décadas y décadas, hasta que algún
cobrador internacional se enoje y también a nosotros por vía indirecta, nos
haga tronar el escarmiento.
Chésterton no era un escritor cómico ni gracioso pero sí supinamente
creativo, y se le ocurrió sostener que “toda persona generosa convendrá en que
la única clase de orgullo que es totalmente condenable, es el orgullo del
hombre que tiene algo de qué enorgullecerse. Así no le hace daño a un hombre
enorgullecerse de su país y relativamente poco daño enorgullecerse de sus
remotos antepasados. Algo más daño le hace enorgullecerse de haber ganado mucho
dinero, porque en ello tiene un poco más de motivo para el orgullo.
Más
daño le hace enorgullecerse de aquello que es más noble que la moneda -el
intelecto- Y le daña por encima de
todo el preciarse de la cosa más
preciada de la Tierra, que es la bondad. El hombre que se enorgullece de lo que realmente le hace honor es el
fariseo, el hombre a quien el mismo Cristo no pudo abstenerse de condenar”.
Realmente contundente y atemporal en lo conceptual, porque es
comprensible sin necesidad de ser parte de selectos grupos de analistas
económicos ni de políticos con ínfulas de entendidos en el escenario de la macro economía, sino que la simpleza de
Chésterton es comprensible y evaluable para cualquier ciudadano.
Es
por eso que nos inquieta, trayéndonos una preocupación de la que creíamos estar
alejados, de lo cuesta arriba que se nos hará a los cordobeses pagar caminos
que no recorremos porque la nafta es carísima, el turismo interno adelgaza, y
la inversión en materia de tiempo la tenemos reservada para tareas productivas
si las conseguimos y no para mundanas disipaciones que nos desburren de la
inhumana presión que estamos padeciendo -y que sigue en aumento- con los
precios en general, los apremios impositivos, la tarifa de electricidad que es
un abuso pese a ciertas ventajas para quienes la suministran, administran y no
actualizan tecnológicamente, el costo de los alquileres, del gas, del agua y de
cualquier otro servicio que humanamente necesitemos para no sentirnos
habitantes del Sahara o de algún país azotado sin límites por la indigencia.
Dejando de lado a los coterráneos que viven bien y están contentos,
pensemos en la mayoría padeciendo privaciones en muchos casos inéditas, que no
se solucionan con esas vacunas contra la pobreza que son ciertos planes y
subsidios, en los que se insiste en lugar de implementar o instrumentar planes
productivos que de paso, contribuyan a recuperar eso que se le llamaba la
dignidad del esfuerzo que es el trabajo.
El
“cordobesismo”· mientras tanto, que parece no recibir los latigazos del apremio
en cuanto a la alimentación, la educación, la salud, la seguridad y otros
rubros pendientes, sigue expandiendo sus planes y acciones de maquillaje, los
gastos no prioritarios y esa permanente campaña autolaudatoria de quién tiene a
su cargo tales gestiones, como si fueran una condecoración para la gente, que
lejos está de serlo.
Ya
se inició aunque para mucha gente no considera que es tal, la campaña
preocomicial con miras a las urnas del año que viene mientras en el hoy, en el
triste ahora, muchos cordobeses no llegan ni siquiera a ubicarse en los límites
entre pobreza e indigencia ew
n simultaneidad con las clases dominantes que
parecen privilegiar los proyectos de ascensos a niveles superiores de
conducción, mientras queda el tendal de quienes padecen privaciones.
Bueno
sería y se me ocurre que no pocos aprobarían una acción en tal sentido,
adelantar las elecciones para antes que finalizara este 2024 para que desde
todos los niveles de la sociedad se puedan comparar tiempos y situaciones;
ventajas y logros en contraposición a promesas y gastos desconsiderados;
realidad actual y no el barato y penoso argumento de prometernos un futuro de
grandeza, mientras nadamos o navegamos en un actualizado y tormentoso mar,
convulsionado por las privaciones de una penosa mayoría sufriente.
Eso no
es gobernar, sino intentar al menos la salvación de unos pocos…
El
problema radica en que a las urnas vamos muchos, demasiados en algunos casos,
aunque no sea esa la inquietud de todos los enfermos por la avidez de poder y
su vigencia hacia la eternidad…
Registro
de la propiedad
MEGACAUSA SIGUE
SIENDO TEMA OBLIGADO EN
LA ESPERANZA DE UN
FINAL CON JUSTICIA REAL
Quizás como respuesta a la particular costumbre de accionar de la
justicia cordobesa en la meneada e interminable causa del Registro de la Propiedad
que ya superó largamente la década, costumbre bastante alejada de nuestra
Constitución, hace ya un tiempo familiares de imputados en este tema
protagonizaron frente a Tribunales una especie de obra teatral en la que un
médico, correctamente ataviado como tal, le recetaba a esta justicia,
comprimidos de Constitucionex Forte, para curar sus patologías.
El
imaginativo medicamento cuenta con varios componentes incluyendo libertad, para
evitar el abuso de la prisión preventiva; racionalidad para evitar la
imputación indiscriminada a compañeros, vecinos y conocidos como nuevos
sospechosos; legalidad para evitar actuar fuera de los mandatos constitucionales;
igualdad parta evitar privilegios hacia los conocidos o amigos del poder político
y judicial; sinceridad para evitar el pomposo y por ende oneroso márketing
mediático; imparcialidad para evitar la creación de una nueva comisión especial juzgadora; objetividad para evitar la íntima
convicción como fundamento de sentencias absurdas; independencia, para evitar
la impunidad de los poderosos y honestidad para no acceder a la inmortalidad de
la causa.
La
verdad, suena como urgente e indispensable la necesidad de esta fórmula para
conseguir la sana justicia que se requiere en la causa, aunque constituye un
desafío a la más avezada imaginación, descubrir cómo administrar a la Justicia
esta mágica pìldorita.
Tal
vez y a título de sugerencia, una exhaustiva revisión de cada accionar por organismos
de expertos independientes, pueda llegar
a ser una manera de lograrlo.
Y
por qué, sobre todo porque es gratis, no soñar para un futuro con el desarrollo
de una vacuna que inmunice a los funcionarios contra cualquier intento de perniciosas
y evitables influencias, amiguismos que suelen sobrar, parcialidad o
conveniencias en cualquiera de sus formas, presentaciones y aplicaciones.
Y
que las dosis de tal mágico medicamento no sean de elevado costo ni sujetas a
su actualización por inflación u otros riesgos de los que abundan, porque tampoco
es cuestión de condenar a nadie a que realice gastos fuera de su presupuesto…
Todavía
hay impunes y desalmados
REALMENTE HABÍAMOS CREIDO QUE EL RESPETO
POR LOS ADULTOS Y LO
AJENO TODAVÍA EXISTÍAN
Vivimos de sorpresa en sorpresa en esta Córdoba pujante, maravillosa por
la mayoría de quienes la habitamos, atractiva para los visitantes, graciosa por
su humor, estruendosa por su música cuartetera y el atractivo especial de su
tonada que los extraños todavía no consiguieron establecer su origen y muchos,
en especial los porteños, se ridiculizan intentando imitarla.
Pero
malandras, mala gente, narcos, contrabandistas, productores, vendedores al
mayoreo y de a puchos de una variedad asombrosa de sustancias prohibidas tanto
naturales como elaboradas, también conviven con el resto de una sociedad
cambiante por las enormes influencias de su ubicación centralmente estratégica
en el país, por sus universidades, la pujanza algo apocada de su industria y
otros atractivos urbanos de los que gozamos mientras podemos.
Pero
malandras e insensibles desalmados han existido siempre y no existen vacunas
que nos inmunicen contra ellos, ni métodos preventivos ni persuasivos que
amainen su actuación las 24 horas de cada día, los 12 meses de cada año y así
proyectados hacia lo inconmensurable de los tiempos por venir.
Les
traigo dos ejemplos con lo que podemos cerrar una idea de la actuación de esos
malandras, de la desprotección en la que vivimos y de la escasa respuesta que
aportan las autoridades para terminar o al menos amenguar los efectos de tanta
maldad.
En
la esquina de Antonio del Viso y Urquiza, a una cuadra de la siempre concurrida
Plaza Rivadavia, corazón de Alta Córdoba y a escasos 50 metros de una comisaría
policial que aún se la llama “la séptima” y aunque usted lo dude o no lo crea,
se afanaron la reja redonda de un acceso a los desagües, que imagino debe pesar
lo menos unos 40 kilos o más y se supone está resguardada por algún sistema que
la proteja de los crecientes ladrones de metales que luego, mediante la
complicidad de quienes les compran, transforman en sustancias prohibidas que
son para muchos una dosis de criminal valentía para delinquir.
Para
afanarse una pieza de tales características es de suponer que trabajaron uno,
dos o más personas por así decirlo al menos una media hora, pero nadie vio ni
escuchó nada; nunca pasó por allí algún vehículo policial ni vecinos que vieran
lo que sucedía o prefirieron la complicidad de su silencio.
En
fin, a la tapa se la llevaron y fue reemplazada por el vencido tronco de un
viejo árbol para restarle a la abertura su peligro de trampa, porque está junto
al cordón y en parte de la senda para peatones, por algún vecino comedido y
ciudadano ejemplar.
Pero
el otro caso es peor: un señor mayor, de alrededor de 90 años, cometió la
imprudencia mientras visitaba a la siesta la Plaza Rivadavia, de distraerse un
momento y dejó virtualmente a su lado el bastón que utilizaba como ayuda para
desplazarse por los veredones del paseo.
Aunque usted tampoco lo crea, se lo afanaron y tampoco nadie vio nada,
nadie dijo nada, muchos se condolían con el anciano, pero el señor seguía
tambaleándose en la inseguridad de sus añosas piernas.
Es
para pensar demasiado en venganzas o en medidas ejemplarizadoras, pero en estos
casos, para el señor del bastón, se impone el pedido para quien le sobre por
cualquier motivo un bastón, se lo acerquemos al afectado, al menos para que
piense que no todo está perdido.
Y
menos todavía, que se hubiera perdido el cordobés sentido de la solidaridad.
Pero
por lo que podemos advertir, los desalmados siguen en la suya y no hay muchas
esperanzas, por lo que vivimos, de superar nuestro estado de indefensión,
alimentada por la impunidad que el poder le regala a la delincuencia.
¿Aciertos
o rumores de conventillo?
SIEMPRE ESTÁN EN DUDA
LOS RESULTADOS
QUE ALCANCEN LAS
“PAREJAS DESPAREJAS”
“Si
los casados han de divorciarse por incompatibilidad de temperamento no puedo
imaginar por qué no se han divorciado todos. Cualquier hombre y cualquier mujer
tienen temperamentos incompatibles; es la misma definición de sexo”, con lo que
vuelvo a citar a Chésterton, maestro en el arte de plantear dudas
fundamentadas.
Nadie quiera pensar que estoy en vías de transformarme en instigador de
acercamientos para aquellos que intenten rehacer relaciones magulladas por
cualquier causa, o que procuren acercarse a un ser tan opuesto con miras a
conseguir sus objetivos y transformarlos en logros.
En
la política no siempre han salido airosos aquellos que mediaron en situaciones
de enfrentamientos ideológicos o de otras razones, porque la incompatibilidad
de los dos o más y sus principios respetados hasta el fanatismo, fueron los
impedimentos que al menos supieron trascender a un periodismo ávido de
primicias y novedades.
Nada
raro está ocurriendo en mi mente como para intentar siquiera una aproximación a
ese cometido porque se camina por un desfiladero humano donde el precipicio
está más dispuesto a recibir a quienes se aventuren, y la salvación nunca es
para ninguno de los tres, o sea los contendientes y las corrientes que los
apoyan.
Me
refiero a lo que se comenta de una asociación entre Mauricio Macri y Javier Milei,
para la construcción de un frente que al menos intente sacarnos del barro en el
que poco a poco y casi sin que nos demos cuenta, nos están metiendo.
Para
la actualidad de los argentinos, es imposible que en tal disputa pueda
incorporarse un tercer -o tercera- protagonista de lo que todos necesitamos: un
acuerdo adulto, respetuoso, patriótico, sin aventuras ni demagogias y viable, que por fin despierte al gigante que cada
argentino lleva en su pecho.
********************************************************************************************
Debido a inconvenientes que
subsisten para la entrega en cada una de estas páginas de los audios completos de
cada edición, nos vemos en la obligación de reiterar nuestro pedido de
disculpas por una omisión que escapa al control de los responsables de la producción.
En pocas horas la grabación completa del programa de este domingo 4 de agosto,
estrará a disposición de nuestros lectores aquí, en el blog de SLB.
G.F.
y la producción de Síganme los buenos
********************************************************************************************
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será valorado