Desgrabación de
los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” edición nº 868 del domingo 2 de febrero de 2025, emitida por la AM580
Radio Universidad Nacional de Córdoba.
Una realidad más que peligrosa
NO
HACE FALTA CITAR ESTADÍSTICAS,
PUES EL HAMPA GOZA YA SU IMPUNIDAD
¿Qué esperamos de los vecinos de Córdoba
como reacción frente al avance de la delincuencia? Simplemente y sin vueltas,
que los ánimos crispados no nos obliguen a vivir con el arma al alcance de la
mano, dejar el teléfono porque de poco sirve, descartar las cámaras de
seguridad y enfriar la inteligencia para evaluar las ventajas y los riesgos de
la justicia por mano propia.
¿Es que acaso queda otro camino? me
preguntaba una señora mayor a quien le tocó ser vecina de mi asiento en un
corto viaje en trolebús.
Lo último que estamos viviendo, es la
estudiada y aplicada tendencia que hasta parece oportuna, como lo es la
presencia del ministro de inseguridad -así la llamo porque es lo que hay- en
cada procedimiento que desde adentro del poder califican como exitoso, porque
no cuentan los fracasos, las ausencias, la improvisación y otros factores
negativos que bien aprovechan los delincuentes para reafirmar que se han
apoderado de la ciudad, y no me digan que se trata de una exageración, porque
desafío a cualquier jefe policial para debatirlo con la verdad y la realidad a
la vista.
Antes eran contados los barrios peligrosos
donde reinaban las encerronas, entraderas y salideras, robos de picaportes de
las puertas, arrebatos callejeros a cualquier hora, cientos de metros de cables
de cobre que se llevaron a pocos metros de una comisaría y otros hechos que nos
permiten asegurar, por si hiciera falta, que los hampones vienen ganando una
batalla en la que de una u otra manera, los cordobeses estamos en la línea de
combate, allí donde debieran estar nuestros protectores, si tuvieran la mínima
noción de eso que le llaman prevención.
Porque eso es una política integral que se
aplica en cualquier país desarrollado, donde al menos las mentes de sus
gobernantes así están, y no como entre nosotros, que quieren convencernos que
aplicando parches y remiendos a las situaciones en las que ganan los
delincuentes, están velando por nuestra seguridad.
Hay dos factores, estamos cansandos de
predicar en el desierto, para que las cosas cambien: necesitamos una policía
profesionalizada, bien paga, porque de nada sirve la parafernalia del
equipamiento si no se sabe cómo utilizarlo, o sea que se impone el urgente
estudio, consideración parlamentaria, aprobación, aplicación y control de una
auténtica e impostergable política integral de seguridad que nos devuelva la
tranquilidad que los gobiernos mediocres dejaron que se perdiera, al
transformar a la policía como fuente e trabajo para la militancia y los amigos
del poder.
Y otro detalle, que en los últimos tiempos
ha venido superando ayeres, muy distinto, siempre y cuando se respete ese dicho
que proclama que si a las conducciones policiales no los dejan, no pueden o no
saben limpiar la mugre de adentro, poco podrán hacer para limpiar la mugre de
afuera.
Algo se ha limpiado, pero todavía queda
mucho por hacer, al menos en homenaje a tantos servidores de la fuerza azul que
perdieron sus vidas en la decencia y el sacrificio de cumplir con su deber.
Impuestos
inhumanos y confiscatorios
SIN SER HORANGEL, VEÍAMOS VENIR QUE A LA FIESTA Y
AL DERROCHE LO TENDRÍAMOS QUE PAGAR NOSOTROS
Desde el momento que el poder anunciara que
Córdoba no tendría problemas para obtener créditos, préstamos u operaciones
parecidas, se encendió una tímida luz de alarma, especialmente cuando se puso
en claro que esos dineros venían en moneda extranjera -dólares, euros y dinares
kuwaitíes- aparte de saber que nadie regala nada, porque llegado el momento de
la cobranza, la generosidad se transforma en exigencia y “hay que ponerse” con
lo adeudado más sus lógicos intereses de financiación y algunos otros suplementos,
que suelen figurar en la letra chica de los acuerdos.
Fue en aquellos tiempos en que agonizaron y fueron muriendo las prioridades,
porque cierto nivel de miopía oficial, fue lo que se impuso cuando era el
momento de hablar de la inseguridad reinante, creciente y ya desde entonces
inmanejable; del estado de las calles y caminos, del deterioro de los edificios
escolares, de la carencia de viviendas, de los problemas salariales en muchos
ámbitos estatales y algunos otros temas que seguían pendientes de soluciones,
que sólo el Estado Provincial tenía la obligación de solucionar.
Y en el ámbito capitalino, la deuda en
materia de realizaciones y mejoras era responsabilidad municipal mal atendida,
o lisa y llanamente dejada de lado.
Conseguimos uno de los logros menos deseado,
de ser la provincia argentina -así lo tengo entendido- más endeudada del país
en moneda extranjera, habiendo llegado a cifras astronómicas y de muchos
dígitos…
Y la angustia comenzaba a manifestarse
cuando nos enfrentamos a deudas tan complicadas de cancelar como de la escasez
de recursos, porque muchos de los dineros que atesorábamos se destinaron, desde
el poder provincial, a caminos con el propósito de disminuir las distancias
entre los pueblos del interior, en una intención de federalización reducida, y
en verdad se realizaron obras que son ahora la envidia de otras provincias,
siempre y cuando se terminen porque un camino no es tan sólo su traza, sino
puentes, derivadores, banquinas, cruces peatonales y otros detalles que son
onerosos para cualquier presupuesto, pero más para el caso nuestro, porque la
Provincia no está en condiciones de endeudarse más, pese a gastar poco y mal en
materia de seguridad y en esquivar la realización de otras obras como
dispensarios, escuelas, etcétera, porque los números no alcanzan y las
presiones populares sobran y crecen.
Dijimos meses atrás que al no respetarse las
prioridades, los forúnculos irían surgiendo como finalmente está sucediendo,
para llegar a la triste convicción que un gobierno endeudado, de alguna manera
debe preservar una imagen que tiempo atrás supo lucir, pero para tal cometido,
lo que necesita son fondos y no tantas deudas.
No tengo idea si los organismos
internacionales que supieron ser generosos, ahora son tolerantes en la espera,
porque es complicado asegurarse que la población cordobesa agachará su cabeza,
resignándose como rebaño de corderos a pagar muchas de las barbaridades que se
perpetran en nombre del pago de impuestos, casi como si viviéramos en Suiza.
Eso ocurre cuando existe un desprecio por
las prioridades y prevalece la demagogia de mostrar cosas, rápidamente, con
colores vivos y adornos florales; rutas que envidiarían en Europa pero el
cemento no es comestible, como tampoco lo son los puentes, las torres, los
faros y otros engendros que intentaron cubrir el desprecio por lo prioritario.
Estamos viviendo momentos de zozobra porque
está visto que seremos nosotros, la sociedad, quienes deberemos afrontar las
deudas contraídas al voleo, porque se imponía activar los mecanismos de la
promesa, del márketing y de las realizaciones que bien podían esperar.
No quedan muchas alternativas si lo que
ansiamos es la regularización de nuestra vida institucional, porque no será
fácil ni gratuito afrontar una rebeldía que viene asomando a la hora de cumplir
con cargas impositivas impagables para la mayoría de la población cordobesa.
Ya estábamos enorgulleciéndonos con algo
parecido a la estabilidad que veníamos gozando, y ahora nos encontramos con la
muralla que nos regala un Estado derrochón en obras no imprescindibles y
pretende que seamos nosotros quienes les parchemos sus cerebros equivocados y
sus políticas impropias.
Una ministra nacional recreó un dicho que
picó al tenso tema de la inseguridad, los robos, los asesinatos, la impotencia
frente al crecimiento brutal del narcotráfico, concentrado en la simpleza casi
hogareña de seis palabras: “El que las hace, las paga”.
El tiempo nos dirá si existe algún poder
sobrenatural que impulse un movimiento popular en tal sentido, y que los
responsables y culpables tengan la dignidad de reconocer los errores
perpetrados, corregir el rumbo y de alguna manera pagar por sus consecuencias,
o tener la grandeza de reconocer los errores, pedir disculpas y mandarse a
mudar.
Otra manera, es difícil que exista, aunque
tiempo atrás la herramienta de las urnas era casi infalible, pero la historia
viene demostrando que ahora, dejó de ser así…
Ellos hicieron su fiesta, y ahora somos
nosotros quienes estamos condenados a pagarla.
El curioso caso de
Edgardo Kueider
ALOCADO CRECIMIENTO DE LA FORTUNA QUE
MANEJÓ EN
PARAGUAY UN EX LEGISLADOR
Ya de arranque y sintetizando, se supo que la novia
del exsenador Edgardo Kueider, llamada Iara Guinsel Costa, pagó nada menos que 460.000
dólares en efectivo por seis departamentos que comprara en Asunción, capital de
Paraguay y se sospecha que lo hizo en sociedad con el legislador depuesto, de
acuerdo con lo trascendido de algunos informes
de inteligencia financiera de nuestro país limítrofe, que ventiló instancias sospechosas
aunque finalmente la operación inmobiliaria no se concretó y es de consignar que los pagos
se hicieron antes y después de la aprobación de la Ley Bases.
El tema es que al no concretarse
la operación, el dinero le habría sido reintegrado a la dama .
Todo esto se desprende de
fidedignos informes de la inteligencia financiera del país guaraní que citara
el colega periodista Daniel Eniz, de la revista “Análisis” y cabe recordar que
tanto Kueider como Iara Costa fueron detenidos en la frontera cuando no
pudieron justificar la tenencia de más de 211.000 dólares que llevaban en un
coche con patente argentina.
De acuerdo con la citada publicación, los
pagos se efectuaron antes y después de la aprobación de la Ley Bases, en
la que el voto del entonces senador Kueider fue decisivo para que prosperara
la iniciativa impulsada por el gobierno de Javier
Milei.
El depuesto Kueider, de raíz peronista,
integraba por entonces el bloque Unidad
Federal junto con el correntino Carlos Mauricio Espínola y la
cordobesa Alejandra Vigo. Y Kueider votó a favor de la Ley Bases.
En su momento la secretaria de Kueider habria declarado que los 210.000 dólares con los que fue
sorprendida en la frontera se los dio un empresario esanoche, de madrugada,
para comprar cosméticos y electrónica en Ciudad del Este y esa fue su defensa
para justificar el dinero y desligar a Kueider de la tenencia de los dólares en
efectivo.
También en abril de 2024, Guinsel Costa pagó
en efectivo una seña de 122.000 dólares
por la venta de los departamentos y dos meses más tarde, en junio, Guinsel
Costa y una inmobiliaria asunceña firmaron un
contrato de compraventa por las seis unidades con sus respectivas cocheras por
un valor total de 460.379 dólares que fueron pagados de la
siguiente forma: el 19 de junio, Guinsel Costa entregó 5000 dólares y se le
extendió el recibo correspondiente.
Al día siguiente, 20 de junio, abonó 250.000
dólares en efectivo, el 2 de julio pagó 40.000 dólares, también en efectivo,
dos días más tarde abonó otros 60.000 dólares y otros pagos que se fueron
efectivizando hasta los últimos 20.000 verdes, suponemos de cara grande, que pagó la dama, pero ante la falta de
documentación solicitada para completar la operación, a menos de dos meses del
último pago, el 3 de septiembre, la empresa Guinsel e Innova SA firmaron una
rescisión del contrato que habían suscripto en junio, que fue dejado sin efecto
y el vendedor entregó en el acto al comprador todo lo aportado a la fecha”, se
precisa en los documentos que reflejan la información aportada por la empresa
inmobiliaria.
Kueider y Guinsel Costa cumplen
arresto domiciliario en una casa de Asunción, tras pagar 150.000 dólares cada uno de caución.
Debieron abandonar el departamento de lujo que alquilaban porque los vecinos se
quejaron por la presencia policial.
Ahora la jueza federal argentina, de San
Isidro, Sandra Arroyo Salgado pidió la
extradición de ambos, en una decisión que está bajo estudio de la justicia
paraguaya.
Resumiendo, sólo se trata de esperar el
curso de los acontecimientos para tener un certero panorama de esta curiosa
situación.
Megacausa Registro de la Propiedad
LA
JUSTICIA Y SUS MATICES A LA
HORA DE
ESCLARECER CIERTAS “INTERPRETACIONES”
Como ya es una de nuestras costumbres,
volvimos al diccionario de la Real Academia Española ansiosos por encontrar una
definición del término interpretar y nos desburramos, al
aprender que es como explicar o declarar el sentido de algo. En materia
jurídica significa buscar el espíritu de las leyes, su intencionalidad, qué es
lo que quiso o quiere decir.
Gran tarea la encomendada al Poder Judicial.
Resulta contundente el jurista Jiménez de
Asúa al afirmar que la interpretación es un acto de conocimiento y no un acto
de voluntad creadora de preceptos jurídicos, y está dirigida a establecer
aquello que ya fue establecido por la norma y no lo que el intérprete estime
conveniente.
Entonces, pese a la inevitable humanidad
judicial, en ningún caso la interpretación puede convertirse en caprichosa y
arbitraria.
Como válido ejemplo, en la causa del
Registro de la Propiedad de Córdoba, la ley que establece que la prisión
preventiva debe ser excepcional "se interpretó" como todos
presos.
El principio que establece la inocencia
hasta el juicio "se interpretó" como culpables hasta que demuestren
lo contrario. La lógica del juicio previo a la condena "se
interpretó" como llegar al juicio con la condena cumplida. La
normativa de jueces distintos para preservar la imparcialidad "se
interpretó" como una comisión especial juzgadora.
No conformes con tales interpretaciones, la
prohibición de juzgar a las mismas personas por lo mismo "se
interpretó" como reciclar a los mismos imputados para nuevos juicios. Y en
la vereda contraria, acusaciones contra funcionarios de altos cargos “se
interpretaron” como hacer oídos sordos, no citarlos ni molestarlos y la
denuncia contra el Juez de haber recibido coimas, pese a realizarla el Fiscal,
“se interpretó” como archivarla a falta de mérito.
¡Eso si que es interpretar…!
En tales interpretaciones no parece haber
conocimiento ni ajuste a la norma, y sí, creación de preceptos caprichosos y
arbitrarios, pendientes de descubrir su intencionalidad o conveniencia.
UNA DULCE DESPEDIDA DEDICADA A
ESOS OCIOSOS QUE NUNCA
FALTAN
Despedida con el acierto de
un tal Juan de Mariana,
especialmente recomendable
para políticos de todos los
colores: “Lo que
nunca yo podré
aprobar, es que
hombres ociosos vayan
destruyendo la república con
las rentas
anuales que perciben,
sin más que
por
tener empleos
imaginarios, de los
que suele haber
desgraciadamente un exagerado
número, sobre todo
cuando el
reino está alterado y vive en un singular
desórden”. Ya en el siglo XVI lo
sostenía un tal Juan de
Mariana y por lo que vivimos,con plena y lozana vigencia.
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