LA SEMANA EN GRAGEAS DE RIGUROSA ACTUALIDAD
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13 de junio de 2025
“Síganme los buenos” en el exilio
Megacausa Registro de la Propiedad
Obrar de manera honesta con una policía profesionalizada es una obligación que cada gobierno asumió en su momento y que se fue desdibujando con el paso del tiempo y de los penosos como frecuentes casos de infidelidades que perpetraban los malos exponentes de la fuerza, hijos de la improvisación.
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3 de noviembre de 2024
S.L.B.: NECESARIA EXPLICACIÓN FRENTE A UN ERROR AJENO – RESULTA OFENSIVO CELEBRAR QUE SE CONSTRUYEN MÁS CÀRCELES QUE ESCUELAS – SÍNTOMAS SOSTENIDOS EN LAS BAJAS DEL RIESGO PAÍS Y DEL DÓLAR MARGINAL – ES UNA HERIDA A LA HISTORIA INJURIAR A QUIEN FUERA HÉROE DEFENDIENDO LA DEMOCRACIA – OTRA VEZ LOS MUNICIPALES QUIEBRAN LA PAZ URBANA – MEGACAUSA DEL REGISTRO: ALARMANTE FALTA DE INSTRUMENTOS QUE SE APLIQUEN FRENTE A LAS INJUSTICIAS – EL BONO PARA JUBILADOS ¿ESTARÁ ACTUALIZADO CON LA INFLACIÓN? – MERECIDA Y JUSTA RECORDACIÓN A DON AZOR GRIMAUT, ORGULLO PARA LOS CORDOBESES, ETC.
Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 855 del domingo 3 de noviembre de 2024, difundido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
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ANTES QUE NADA, UN FORMAL Y
NECESARIO PEDIDO DE DISCULPAS
Gonio Ferrari
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Lo ideal sería menos “autobombo”…
RESULTA CASI OFENSIVO CELEBRAR QUE SE
CONSTRUYEN MÁS CÁRCELES QUE ESCUELAS
Se supone con fundamentos lógicos y simples que cualquier administración gubernamental maneja antecedentes, estadísticas y en fin, los conocimientos necesarios que la orienten acerca de las prioridades y en base a ellas, disponer de los recursos necesarios para llegar a la concreción de cualquier proyecto, partiendo de la base que es la población la que sostiene buena parte de los presupuestos, aparte de los siempre demorados aportes de una coparticipación que de manera virtualmente permanente, es motivo de reclamos por su incumplimiento desde el nivel portuario de su administración. Se pueden esgrimir motivos técnicos o cualquier otro pretexto que tenga o no su validez, pero caer en el absurdo, ya pasa a configurar una actitud casi de desprecio hacia la población lo que potencia esa semioculta intención de cometer torpezas que con el tiempo, pasan a ser insalvables.
Es necesario entonces partir de una pregunta simple con respuesta virtualmente cantada: ¿qué es más prioritario para la sociedad? ¿Edificar o mantener escuelas o agrandar las cárceles?
Los gobiernos de todos los colores supieron sucumbir ante una repetida realidad: siempre se esperó hasta último momento para encarar los trabajos de mantenimiento de los edificios escolares, siempre también coincidiendo con el comienzo de las clases apretando el calendario, una actitud que poco se preocuparon desde el poder, para no caer en la reiterada omisión que fue agravando la situación de deterioro edilicio que suele durar hasta promediar cada ciclo lectivo.
Y paralelamente, alimentada por el sostenido crecimiento de la actividad delictiva y sin que se haya demostrado esmero y mayor dedicación para neutralizarla, vivimos el previsible resultado de las cárceles con capacidad insuficiente para encerrar allí a los delincuentes condenados a prisión.
Y allí surgen los apuros y las prisas para evitar, entre otros males, el hacinamiento por falta de espacios, mientras en las escuelas, que son más necesarias que las prisiones, tanto docentes como alumnos padecen la estrechez, el deterioro edilicio y la burocracia emergente que -vale la expresión- patéa o posterga para más adelante las soluciones que con suerte serán encaradas en el venidero período lectivo.
Si el poder político fuera más dinámico en sus obligaciones, la prevención adecuada evitaría delitos y si a ese detalle se le aportara una corrección a la pachorra judicial, y se actualizaran las leyes punitivas, no serían tan necesarias las cárceles y veríamos con placer, mientras se racionalicen los gastos y alguna vez no se despilfarren cifras astronómicas en publicitar mediáticamente el “autobombo”, que el presupuesto para el mantenimiento de las escuelas, incluyendo de paso la dignificación salarial que largamente merecen los docentes, alcanzaría sin los sobresaltos y los conflictos gremiales acostumbrados.
Resumiendo, es una simple cuestión de racionalidad y respeto por la realidad que vivimos, lo que me lleva a coincidir con John Kennedy, en aquello que supo sostener, que muchos ven la realidad como es y se preguntan porqué; yo prefiero imaginar cómo me gustaría que sea y me pregunto ¿por qué no?
SÍNTOMAS SOSTENIDOS EN LAS BAJAS TANTO
DEL RIESGO PAÍS COMO DEL DÓLAR MARGINAL
Lo importante del caso, es que tal doble circunstancia se viene dando para alegría de muchos y el crecimiento de las expectativas para aquellos que operan con moneda extranjera, que tienen negocios en el exterior o los mini-ahorristas que pese a que el billete verde viene perdiendo atractivo, lo mismo siguen comprando y para venderlos, esperan que la cotización cumpla con su casi atávica costumbre de crecer.
Sabrán perdonarme, por una íntima apreciación que me parece primaria y elemental, pero que es parte de la actualidad cotidiana, como por ejemplo advertir que los precios de ciertos artículos importados están bajando, que en los supermercados ya no se registran aquellos alevosos y exagerados aumentos y que nuevamente están entrando artículos importados con precios menos inaccesibles, planes de pago más elásticos y es también como si se hubieran atenuado las exigencias para importar mercadería que hasta poco días atrás era de precios virtualmente inaccesibles.
Si eso es indicativo de haber mejorado la confianza que en nosotros podían tener los comerciantes extranjeros, no deja de ser un indicativo alentador porque existen -o están de regreso- válidos estímulos que solían empujarnos a endeudarnos en moneda extranjera que nos resultaba complicado y a veces penoso superar.
En buena hora si la baja registrada casi diariamente en el “riesgo país” es un indicativo de la confianza en el país, en nosotros, que se hubiera recuperado o que lo es simplemente un dibujo que nos empuje a la aceptación de ciertas políticas que a pesar de todo, se siguen implementando y que configuran despiadados ataques a los bolsillos de la gente y basta con que ponga como ejemplos las tarifas en servicios tan esenciales como la electricidad, el gas, el agua, los medicamentos y otros artículos de masivo consumo.
Si los números dados a conocer desde el poder nos trasladan a una especie de “atractivo veranito”, lo aconsejable sería observar que se trata de una tendencia que se mantiene y con el tiempo progresa, y no uno de los tantos espejismos a los que nos han acostumbrado la demagogia y el oportunismo de la mayoría de los últimos gobiernos que hemos tenido en la República.
La proximidad de la finalización del año, los festejos, las vacaciones y otros elementos similares que se vienen aproximando, seguramente aportarán claridad a todo lo que nos ocurra en materia de precios, lo que debemos sumar a las lógicas expectativas salariales que ya están dando vueltas en nuestro alrededor.
Porque en definitiva, eso del “riesgo país” se supone que es nuestra relación de cumplimiento o charlatanería discursiva de nosotros hacia el exterior, razón por la cual es para rogar que las autoridades lo tengan en cuenta, y se rompan el alma para que el beneficio no sea solamente para los extranjeros, sino para nosotros y nuestro vapuleado y sufriente mercado interno, tan inestable y ahora con la esperanza que alguna vez consagre su propio equilibrio, que será un beneficio para todos nosotros, los argentinos…
UNA HERIDA A LA HISTORIA INJURIAR A QUIEN
FUERA HÉROE DEFENDIENDO LA DEMOCRACIA
cuando podemos llegar a sentir una especie de afilada cuchilla que nos viene lastimando las entrañas, cuando alguien refiere historias de un lejano pasado que no vivió, o que la memoria les juegue deslealmente y lo hagan caer a una verdad que Oscar Wilde definiera con pocas palabras al sostener que “Sólo publican memorias aquellas personas que ya han perdido totalmente la memoria” y no se trata de un contrasentido, viniendo de quien viene.
Y hablando de ofensas, no son pocas las inteligencias que se ocuparon de ellas y cito como ejemplo a Dante Alighieri al sostener que “Lo que más ofende es la manera” o lo que en su momento supiera comentar el avispado Aristóteles, dueño de conceptos tales como “No se siente tanto la ofensa del enemigo como la que del amigo se recibe”, aunque a la hora de las evaluaciones con relación al tema del ahora me estoy ocupando, la genialidad de Maquiavelo ponderó que “Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen”, con lo que cada quien aplicará los conceptos que considere más convenientes y oportunos.
Allá promediando la Semana Santa de 1987 o sea que estamos hablando de 37 años atrás -y parece mentira que hubiera transcurrido tanto tiempo- Aldo Rico entró a los campos del delirio, se pintó la cara como para ir al campo de batalla y se levantó contra la Democracia reconquistada cuatro años atrás, y planteó exigencias tales como la consagración de la impunidad, que sólo se le pueden ocurrir a un enajenado, poseedor de armas y gente ciegamente que “cumpliendo órdenes superiores” las usara para recrear sin dudas la vigencia de uno de los regímenes más sangrientos, convulsionados y lastimosos que recuerde nuestra memoria.
Presidía los destinos argentinos, elegido por una mayoría incuestionable el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, a quien le tocó la enorme responsabilidad de instrumentar una salida no tan sólo decorosa, sino que no fuera manchada por la sangre de compatriotas, pensaran como pensaran.
Y el Presidente puso la casa en orden, al menos por un tiempo, aunque fueron varios los levantamientos militares que e registraron posteriormente, algunos con luctuoso saldo de víctimas, muchas de ellas inocentes ciudadanos.
Por aquellos tiempos, seguramente merodeaba por las aulas universitarias un tal Javier Gerardo Milei con sus por entonces jóvenes 17 años, y ese era su apellido real y no “Mileicovich” como pretendieron instalar como verdad desde algunos sectores en estos últimos meses.
O sea un muchacho que poco debe haberse trenzado en discusiones filosóficas o políticas, aunque las acciones de los descarriados militares de entonces que no aceptaban mandos políticos, no cesaron e incluso sus resultados fueron tan magros que terminaron haciendo salto rana en los campos de la resignación.
Alfonsín enfrentó abiertamente al poder militar, hicieron algunas concesiones y llegaron a ciertos acuerdos, pero la paz quedó sellada pese a todas las restantes alternativas de las que se ocupó y se seguirá ocupando la historia.
¿Con qué derecho entonces, es tolerable el juicio presidencial sobre Alfonsín que pretendió ser lapidario?
El Presidente de entonces enfrentó a fuerzas muy superiores a las que ahora nos acosan desde la economía, sus maniobras, la CGT rebelde dirigida por obesos millonarios que como los esquimales no han transpirado nunca y más apegada a la vagancia que a los acuerdos que son los enemigos reales adentro y afuera del país, con su prepotencia e intolerancia.
El problema no es la diferencia entre el uso de la motosierra, los decretos de necesidad y urgencia o las otras medidas que se adopten para un intento de sanear la situación nacional, después del desquicio que nos tocara padecer, sino el camino que nos está tocando transitar, lleno de escollos, trabas, saqueos y situaciones anormales que se van develando a medida que transcurre el tiempo y van apareciendo los choreos a mansalva, que perpetraron tantos funcionarios con carteles de honestidad tan truchos como ellos.
Alfonsín fue y lo seguirá siendo más allá de los colores políticos y los encuadramientos ideológicos un héroe nacional, que ingresó a la historia más allá de las acusaciones de quienes no poseen la altura para cuestionar ni a un empleado de escaso rango. Y que lo hagan desde un nivel elevado en los papeles, no consiguen otro resultado que refrescar memorias, ahuyentar amnesias y llamarnos a la realidad.
Quien tuviera la ciclópea tarea de llegar a reinstaurar la democracia no merece ser tratado de mala manera porque si somos burdos, no es cuestión de mojarle la oreja a la memoria de la mayoría de los argentinos, sino de enaltecer la estatura moral de quien enfrentara a un enemigo armado y poderoso, que pretendía reverdecer laureles que en su momento consiguió sacrificándose en Malvinas, dejando de lado para un imposible olvido, que tanto nos ofendió con su inclinación por la ilegalidad de la tortura, la desaparición y el holocausto de tantos compatriotas.
No hablemos de reivindicación de la maltratada honestidad de Alfonsín, porque será la historia la que lo glorifique por sus patrióticos merecimientos.
A todos, está escrito, que de manos de la historia y de la memoria no parcial, llega el momento de la Justicia.
OTRA VEZ LOS MUNICIPALES QUEBRARON UNA
PAZ URBANA QUE VENÍA DURANDO DEMASIADO
Todo indica que los métodos pacíficos de la protesta han quedado sepultados en los olvidos, porque a veces se consiguen mejores objetivos con una sonrisa o mediante una negociación respetuosa y adulta que con la prepotencia, el daño y la marginación de la ley.
Los municipales y bien vale reconocerlo, entraron a una especie de pausa en cuanto a sus reclamos y los que concretaron en nuestras calles no tuvieron la virulencia de otrora, cuando desde días antes de cada manifestación, aquel que todos conocemos por su facilidad para la incitación a enfrentamientos los arengaba en las asambleas prometiendo kilombo si no eran escuchados, y los kilombos ocurrían, con daños a los comercios, al mobiliario urbano que pagamos todos, quemaron añosos árboles y lo más grave, la tranquilidad y seguridad que merecemos los cordobeses, ya que con relación al control del hampa y los irrefrenables aumentos de la inseguridad apadrinada por el narcotráfico, lejos seguimos de sentirnos satisfechos o al menos amparados en nuestros derechos ciudadanos, que muchas manifestaciones llamadas populares, se cansan de vulnerar.
Todo indica que habrá un enrarecimiento del ambiente gremial dentro de la comuna capitalina, que se prolongará en el tiempo si los números internos y la recaudación impositiva no alcanzan al menos para negociar un incremento salarial, en lugar de privilegiar la incontable incorporación de nuevos empleados llevando la planta de personal, contratados y monotributistas incluidos, a un número que estaría superando los 20.000 aunque sea difícil creerlo.
Roguemos que prevalezca el buen sentido y que las cosas se encaminen hacia logros que satisfagan a las partes en pugna y no se alienten esas ansias irrefrenables que suele lucir la conducción del sindicato municipal, para la generación de conflictos y enfrentamientos.
La ciudad, nosotros, necesitamos que se ocupen de gestionar y no tanto para protegerse de los de adentro, sino con respeto para la población, que son -somos- los contribuyentes…
ES ALARMANTE LA FALTA DE INSTRUMENTOS
QUE SE APLIQUEN FRENTE A LAS INJUSTICIAS
El Juez de Control, al momento de confirmar el encierro, había escrito sin ninguna vergüenza, que no había pruebas contra ellos, ni firmas, ni escrituras de sus puños, ni tampoco testigos que los acusaran, pero, por su convicción quizás, aunque raye en lo ilegal y retrate la definición de lo absurdo, decidió mantener la prisión.
Sería esclarecedor preguntar ahora a este juez qué resultado distinto a la absolución esperaba él de un juicio en estas condiciones: ¿se puede pensar entonces que habría en la causa un acuerdo de la comisión especial para condenar a todos de cualquier manera? La situación amerita cuestionarse qué controles existen en la esfera judicial sobre este comportamiento de sus magistrados, si es que los hay, y el accionar al respecto.
Para las publicaciones gráficas existe la expresión “fe de erratas” que permite aclarar cuando una noticia o información fueron incorrectas, como una especie de disculpa. ¿Existe alguna fe de erratas para el accionar del Poder Judicial? ¿Será que el Juez se disculpó con los imputados por este error, más bien horror, completamente evitable?
Bueno y necesario sería que existiera algún mecanismo que reparara, aunque fuera en parte, los daños ocasionados por el accionar judicial errado. Y si no está en la ley, debería surgirles como práctica espontánea, si no por profesionalismo o por ética, por elemental respeto a eso que muchas veces y tan livianamente, se le llama la dignidad humana.
¿AL BONO DE $ 70.000 PARA LOS JUBILADOS DE
ANSSES LO PAGARÁN SIN OLVIDAR INFLACIÓN?
Un tema que seguramente el tiempo habrá para evaluarlo y medir las posibilidades que pudieran existir, para que se concretara alguna mejora a los jubilados nacionales, eternamente postergados y engañados, que en su mayoría siguen navegando por un mar de privaciones alejados del mínimo necesario para no permanecer, indignidad mediante, en las huestes de los indigentes.
Se anunció no hace mucho tiempo el otorgamiento de un bono adicional de 70 mil pesos agregado a su haber mensual y la buena noticia por ahora, es que tal medida se reiterará en el mes corriente y posiblemente con duración incluida hasta el próximo y cercano año.
Sin embargo, la brevedad de una pregunta permitirá a los mayores beneficiarios, por así decirlo, de esas jubilaciones, salir airosos en cuanto a sus pretensiones que seguramente alientan: ¿esa cifra estará por lo menos actualizada de acuerdo con los índices de inflación mensual que desde el poder se difunden?
Bueno sería que los responsables tanto del anuncio aludido como de la instrumentación de su pago tengan la bondad de actuar con claridad para ahuyentar lógica ansiedades, y de tal manera evitar que las ilusiones sean más ciertas que los anuncios de mejoras que ya tienen cierta antigüedad.
Viene al caso resaltar que aunque las ansias de recibir esa mejora con seguridad mensual, sin dudas haya despertado expectativas que sólo se hacen realidad cuando alguien responsable asume su cumplimiento, porque si es por demagogia, los viejitos, de ese circo aunque sean distintos los payasos, ya estamos hartos…
MERECIDA RECORDACIÓN A UN PERIODISTA Y
ESCRITOR, ORGULLO PARA LOS CORDOBESES
Ni siquiera el tiempo me borró un dato preciso: ese hombre de rostro casi enjuto pero de sonrisas claras y mirada profunda, fue uno de los antiguos periodistas que me recomendara para mi juvenil ingreso a La Voz del Interior y posteriormente a La Razón, medio del que don Azor era antiguo corresponsal.
Azor “Loica” ha paseado su liturgia descriptiva desde el viejo Abrojal hasta el mero centro cordobés con un notable cariño y respeto por informar, lo que hizo con su fanática inclinación por escribir¸ por narrar, por pintar paisajes con sus textos que tanto detallaban bellezas serranas como las bondades de comidas preparadas en el hogar lo mismo que “a cielo abierto”.
Una escuela municipal lleva merecidamente su nombre, a mi entender modesto homenaje con relación a su trayectoria en un ámbito donde no es fácil sobresalir a menos que se posea talento, respeto, calidad y calidez humana que lo respalden.
A una de sus hijas, Gloria Perla quien ya no está entre nosotros, le tocó esa rara suerte de ser mi maestra e intentar desburrarme.
Uno de los hijos de Azor quedó como corresponsal de La Razón, agencia Córdoba, a donde fui a parar cuando La Voz por mandato militar en 1978 “me desempleó”; otro de los hijos era guitarrero folklórico y su nieto mayor creo, “El Larva”, fue mi entrañable compinche laboral, ahora distinguido abogado mediterráneo.
Qué menos entonces que la merecida recordación a una persona así, simplemente inolvidable…
8 de octubre de 2023
S.L.B.: PUEDE QUE EN 15 DÍAS EL PAÍS SEA DISTINTO – EL ESPANTO DE LA GUERRA NOS VUELVE A GOLPEAR – LA PREVISIÓN Y SUS INTERPRETACIONES – REINA EN EL AMBIENTE UNA CIERTA INDIFERENCIA - ¡TELÉFONO PARA LA SEÑORA DE LOS OJOS VENDADOS! – PIPA DE LA PAZ EN EL PALACIO 6 DE JULIO – NUESTRO CICLOTÍMICO TRANSPORTE URBANO DE PASAJEROS, ETC.
Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 799 del 8/10/23 emitido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
Como si el caos económico no existiera
ESTAMOS A DOS SEMANAS DE LO QUE PUEDE SER
UN GIRO TRASCENDENTAL EN NUESTRA HISTORIA
Debo confesar que a mi modesto
entender, eso de llevar a la práctica y al conocimiento masivo de la ciudadanía
ese engendro al que exageradamente se calificó como “debates”, no deja de ser
una falta de respeto a la inteligencia colectiva, porque fue una poco sutil
manera de disfrazar a una tediosa ronda de monólogos de los candidatos, con
menos onda que el Mar Muerto.
Uno tiene entendido que el debate es otra cosa y si optamos por el modelo civilizado y respetuoso, sería una confrontación de ideas y pareceres en procura de buscar un punto de equilibrio, que contemple y respete esa obligación de no ofender al contrincante y beneficiar a la gente.
Porque el debate verdadero es discusión, controversia, réplica y polémica sin abandonar el carril de consideración que se debe al adversario, lo que fue reemplazado por una mera y percudida enunciación de principios, intenciones, promesas y toda la batería de adjetivos que puede caber en el uso y la práctica de la más burda de las demagogias.
Porque tal temperamento no es aislado, ya que lo vemos y apreciamos en la diaria, cuando como si fuéramos un país que navega en la abundancia y la generosidad y sus gobernantes abrieran las arcas de sus riquezas -de ellos y de la ciudadanía- para ofrendarlas al pueblo, a este pueblo cuyo más del 40 por ciento es pobre, a la niñez castigada por la orfandad de oportunidades, mientras la oscuridad avanza en el horizonte nacional & popular sin que desde el poder se ocupen de superarla para recuperar la dignidad de vivir sin sobresaltos, o aunque fuera con menos angustias.
Es probable que en el poco tiempo que resta para el día de las urnas, tengamos algunas muestras más de esos mal llamados “debates” sin controversias ni altercados, como si se tratara de intrascendentes y ajadas conversaciones entre alumnos de la secundaria, o entre vecinos que no se llevan del todo bien, porque a decir verdad lo grave no es que cotidianamente apreciemos que existe menos respeto, sino que llegamos a la triste e irrebatible conclusión, que la realidad nos muestra que cada día hay menos cosas respetables.
Es obligación que debe partir desde el poder como ejemplo, que el intercambio de ideas, conclusiones, ansias, proyectos y sueños no es una confrontación guerrera, sino una manera civilizada de sumar en beneficio del pueblo y suavizar los críticos momentos que para los argentinos, han pasado a ser inmerecida parte de lo cotidiano.
Seamos conscientes que estamos a dos semanas de lo que puede ser un giro trascendental en nuestra historia, pero observamos con alarma cívica, que la mayoría se comporta como si el caos económico no existiera y nuestra vida diaria estuviera rodeada de paz y bienestar.
Y bien sabemos que nuestra realidad es muy distinta…
¿Resultado del relajamiento fronterizo?
OTRA VEZ GOLPEA A LA HUMANIDAD EL ESPANTO
DE UNA NUEVA GUERRA CON SEVERAS SECUELAS
Desde los albores universales
incluyendo la remota Edad de Piedra, mucho es todo lo que se ha dicho de las
guerras, a partir de los enfoques épicos pasando luego por angurrias
territoriales o envidias por riquezas ajenas, o para sentar preponderancia
política o ideológica, sin excluir a las religiones, entre dos o más sistemas
de gobierno de antagónicas posiciones.
Y es que se cuentan por millones y millones las víctimas fatales de tales enfrentamientos que se iniciaron con armas rudimentarias, hasta los tiempos actuales que vemos con espanto que se viene imponiendo la aplicación de una avanzada tecnología bélica que más útil sería si se destinara, por ejemplo, al progreso de la medicina o para cualquier otro destino que elevara la calidad de vida de nosotros, los terrícolas.
La primera gran guerra sirvió, quiero imaginarlo con algo de inocencia, para mejorar tanto los armamentos como las tácticas de combate, la experimentación con elementos destructivos y la calidad en cuanto a la preparación de los combatientes, todo lo cual parece que no alcanzó para la modernización integral, porque ya en la Segunda Guerra Mundial, cuando llegamos a su criminal y desproporcionado epílogo con la utilización de armamento nuclear, allí caímos en cuenta que la guerra era también estimulada por otras apetencias y objetivos, para lo cual se aliaron unos con otros para enfrentar a otros con unos distintos asociados, hasta que la Humanidad estuvo golpeando las puertas de su masivo holocausto.
La actualidad, el hoy, nuestro convulsionado presente nos vuelve a castigar el alma con la palabra “guerra” geográficamente lejana, pero igual de impactante y destructiva y no es cuestión de ponernos a analizar las razones o motivos que ahora la identifican, porque su destructiva y oscura vigencia nos castiga a todos por igual, coincidamos o no con cualquier justificación o causa que la motivara y porque es la propia Humanidad la que siempre termina perdiendo tanto en vidas como en territorios.
Esos eternos y crecientes odios vuelven a enfrentarse cuando el artero golpe de la sorpresa, vulneró lo que hacia el mundo mostraba una realidad de paz pendiente de un hilo, y con las heridas que venían superando a los olvidos porque todo indica que nunca cicatrizaron.
El fanatismo y los vetustos enconos volvieron a unirse para una nueva y sangrienta instancia de desprecio por la vida; de ceguera hacia el sufrimiento tanto ajeno como propio; de la estupidez de matarse en aras de ancestrales e imperdonables utopías que nos llevan a nosotros, aquí en el otro extremo del mundo, a eximirnos de culpas por eso de las lejanías, y a sufrir intensamente por lo atávico de sabernos parte de este universo convulsionado por la condición de enemigos, que adquieren muchos sin saber siquiera por qué luchan.
Se seguirán matando y destruyendo en un amplio escenario bélico, que incluso nos tuvo en un momento como parte y víctima, cuando la ignominia nos asignó una especie de maldita sociedad con un terrorismo ajeno a nuestra vocación por la paz y la concordia. Esas heridas aún están abiertas y sangrantes de indignación tan inútil como incomprensible.
Vendrán los necesarios tiempos de las acusaciones y las culpas; las gestiones de las grandes potencias ubicándose en una vereda y en la opuesta, pero nada podrá exhibir la humana grandeza de contribuir a la recuperación de la paz porque es casi imposible -y lo estamos viendo- superar los viejos odios, las diferencias religiosas y todos los factores negativos que separan y distancian a los pueblos, ni tampoco terminar con el inhumano crecimiento de la industria bélica que crece y se alimenta con cada conflicto armado más allá de sus motivaciones y pretextos.
Debe ser por eso que integro ese sector que por encima de los odios, de las diferencias, de la sangre, de las injusticias y de la imbecilidad de matarse, estamos los que pese a todo incluyendo los derechos y la historia, somos amantes de la paz pero no de la paz obtenida con armamento y destrucción porque eso no es otra cosa que una tregua.
¿Qué fue lo que encendió esta reciente llama de violencia y desprecio por la vida? Pensemos en los viejos rencores y el demencial crecimiento del fanatismo y la intolerancia adhiriendo al pensamiento de Concepción Arenal quien condensó su condena al sostener que el odio, que es uno de los elementos esenciales de la guerra, es una de sus más persistentes consecuencias y “Quien elogia la guerra -supo decir Erasmo- no le ha visto la cara” a lo que es preciso agregar una cruda sentencia de John Kennedy: “El hombre ha de fijar un final para la guerra; si no, la guerra fijará un final para el hombre”.
Debo confesar que tuve la desgracia humana y el privilegio profesional de verla; de tocarla de cerca, de sentir lo implacable del destino; de la destrucción sin misericordia ni sentido; de ver morir; del suplicio de los heridos, del terror de los vivos y del olor de los muertos…
Será por eso que ahora, ya de viejo, soy un orgulloso y fanático militante de la paz…
Patriótico estilo anti adversidades…
ACERCA DE LA PREVISIÓN ES MUCHO LO QUE SE
HA PONTIFICADO CON EL CORRER DE LOS SIGLOS
Es para tener en cuenta e incorporarlo como sentimiento propio y por una simple cuestión de filosofía doméstica, aquel viejo dicho popular que reza “hombre prevenido vale por dos”, conducta que ha evitado más de un desencuentro, porque a pocos días de un hecho trascendental en la vida de los argentinos, por encima de los enfoques técnicos, interesados, personales o simples declaraciones políticas o sentencias periodísticas y mediáticas, se me ocurre que es aconsejable acudir a modelos notables de la historia cuando se refieren a la previsión.
Shakespeare (Shecspir así pronunciado en criollo y sin acento extranjero)
sostenía que “La previsión se ve chasqueada muchas veces en aquello de que más
se prometía, y a menudo alcanza la victoria en medio de las más tibias
esperanzas y en el colmo de la desesperación”.
Un enfoque distinto y edulcorado era el de Moliere: “Aborrezco a esos espíritus pusilánimes que, excediéndose en la previsión de las consecuencias de las cosas, no se atreven a emprender nada”.
Finalmente y casi como síntesis de la situación que vivimos, varias décadas atrás, Rousseau pontificaba que “una previsión muy necesaria es saber que no se puede prever todo”.
Más de un político actual debiera abrevar en estas vertientes rebosantes de sabiduría…
Panorama con más dudas que fervores
UNA VISIBLE Y CASI LLAMATIVA INDIFERENCIA
ESTAMOS A DOS SEMANAS DE LO QUE PUEDE SER
UN GIRO TRASCENDENTAL EN NUESTRA HISTORIA
Uno tiene entendido que el debate es otra cosa y si optamos por el modelo civilizado y respetuoso, sería una confrontación de ideas y pareceres en procura de buscar un punto de equilibrio, que contemple y respete esa obligación de no ofender al contrincante y beneficiar a la gente.
Porque el debate verdadero es discusión, controversia, réplica y polémica sin abandonar el carril de consideración que se debe al adversario, lo que fue reemplazado por una mera y percudida enunciación de principios, intenciones, promesas y toda la batería de adjetivos que puede caber en el uso y la práctica de la más burda de las demagogias.
Porque tal temperamento no es aislado, ya que lo vemos y apreciamos en la diaria, cuando como si fuéramos un país que navega en la abundancia y la generosidad y sus gobernantes abrieran las arcas de sus riquezas -de ellos y de la ciudadanía- para ofrendarlas al pueblo, a este pueblo cuyo más del 40 por ciento es pobre, a la niñez castigada por la orfandad de oportunidades, mientras la oscuridad avanza en el horizonte nacional & popular sin que desde el poder se ocupen de superarla para recuperar la dignidad de vivir sin sobresaltos, o aunque fuera con menos angustias.
Es probable que en el poco tiempo que resta para el día de las urnas, tengamos algunas muestras más de esos mal llamados “debates” sin controversias ni altercados, como si se tratara de intrascendentes y ajadas conversaciones entre alumnos de la secundaria, o entre vecinos que no se llevan del todo bien, porque a decir verdad lo grave no es que cotidianamente apreciemos que existe menos respeto, sino que llegamos a la triste e irrebatible conclusión, que la realidad nos muestra que cada día hay menos cosas respetables.
Es obligación que debe partir desde el poder como ejemplo, que el intercambio de ideas, conclusiones, ansias, proyectos y sueños no es una confrontación guerrera, sino una manera civilizada de sumar en beneficio del pueblo y suavizar los críticos momentos que para los argentinos, han pasado a ser inmerecida parte de lo cotidiano.
Seamos conscientes que estamos a dos semanas de lo que puede ser un giro trascendental en nuestra historia, pero observamos con alarma cívica, que la mayoría se comporta como si el caos económico no existiera y nuestra vida diaria estuviera rodeada de paz y bienestar.
Y bien sabemos que nuestra realidad es muy distinta…
OTRA VEZ GOLPEA A LA HUMANIDAD EL ESPANTO
DE UNA NUEVA GUERRA CON SEVERAS SECUELAS
Y es que se cuentan por millones y millones las víctimas fatales de tales enfrentamientos que se iniciaron con armas rudimentarias, hasta los tiempos actuales que vemos con espanto que se viene imponiendo la aplicación de una avanzada tecnología bélica que más útil sería si se destinara, por ejemplo, al progreso de la medicina o para cualquier otro destino que elevara la calidad de vida de nosotros, los terrícolas.
La primera gran guerra sirvió, quiero imaginarlo con algo de inocencia, para mejorar tanto los armamentos como las tácticas de combate, la experimentación con elementos destructivos y la calidad en cuanto a la preparación de los combatientes, todo lo cual parece que no alcanzó para la modernización integral, porque ya en la Segunda Guerra Mundial, cuando llegamos a su criminal y desproporcionado epílogo con la utilización de armamento nuclear, allí caímos en cuenta que la guerra era también estimulada por otras apetencias y objetivos, para lo cual se aliaron unos con otros para enfrentar a otros con unos distintos asociados, hasta que la Humanidad estuvo golpeando las puertas de su masivo holocausto.
La actualidad, el hoy, nuestro convulsionado presente nos vuelve a castigar el alma con la palabra “guerra” geográficamente lejana, pero igual de impactante y destructiva y no es cuestión de ponernos a analizar las razones o motivos que ahora la identifican, porque su destructiva y oscura vigencia nos castiga a todos por igual, coincidamos o no con cualquier justificación o causa que la motivara y porque es la propia Humanidad la que siempre termina perdiendo tanto en vidas como en territorios.
Esos eternos y crecientes odios vuelven a enfrentarse cuando el artero golpe de la sorpresa, vulneró lo que hacia el mundo mostraba una realidad de paz pendiente de un hilo, y con las heridas que venían superando a los olvidos porque todo indica que nunca cicatrizaron.
El fanatismo y los vetustos enconos volvieron a unirse para una nueva y sangrienta instancia de desprecio por la vida; de ceguera hacia el sufrimiento tanto ajeno como propio; de la estupidez de matarse en aras de ancestrales e imperdonables utopías que nos llevan a nosotros, aquí en el otro extremo del mundo, a eximirnos de culpas por eso de las lejanías, y a sufrir intensamente por lo atávico de sabernos parte de este universo convulsionado por la condición de enemigos, que adquieren muchos sin saber siquiera por qué luchan.
Se seguirán matando y destruyendo en un amplio escenario bélico, que incluso nos tuvo en un momento como parte y víctima, cuando la ignominia nos asignó una especie de maldita sociedad con un terrorismo ajeno a nuestra vocación por la paz y la concordia. Esas heridas aún están abiertas y sangrantes de indignación tan inútil como incomprensible.
Vendrán los necesarios tiempos de las acusaciones y las culpas; las gestiones de las grandes potencias ubicándose en una vereda y en la opuesta, pero nada podrá exhibir la humana grandeza de contribuir a la recuperación de la paz porque es casi imposible -y lo estamos viendo- superar los viejos odios, las diferencias religiosas y todos los factores negativos que separan y distancian a los pueblos, ni tampoco terminar con el inhumano crecimiento de la industria bélica que crece y se alimenta con cada conflicto armado más allá de sus motivaciones y pretextos.
Debe ser por eso que integro ese sector que por encima de los odios, de las diferencias, de la sangre, de las injusticias y de la imbecilidad de matarse, estamos los que pese a todo incluyendo los derechos y la historia, somos amantes de la paz pero no de la paz obtenida con armamento y destrucción porque eso no es otra cosa que una tregua.
¿Qué fue lo que encendió esta reciente llama de violencia y desprecio por la vida? Pensemos en los viejos rencores y el demencial crecimiento del fanatismo y la intolerancia adhiriendo al pensamiento de Concepción Arenal quien condensó su condena al sostener que el odio, que es uno de los elementos esenciales de la guerra, es una de sus más persistentes consecuencias y “Quien elogia la guerra -supo decir Erasmo- no le ha visto la cara” a lo que es preciso agregar una cruda sentencia de John Kennedy: “El hombre ha de fijar un final para la guerra; si no, la guerra fijará un final para el hombre”.
Debo confesar que tuve la desgracia humana y el privilegio profesional de verla; de tocarla de cerca, de sentir lo implacable del destino; de la destrucción sin misericordia ni sentido; de ver morir; del suplicio de los heridos, del terror de los vivos y del olor de los muertos…
Será por eso que ahora, ya de viejo, soy un orgulloso y fanático militante de la paz…
ACERCA DE LA PREVISIÓN ES MUCHO LO QUE SE
HA PONTIFICADO CON EL CORRER DE LOS SIGLOS
Es para tener en cuenta e incorporarlo como sentimiento propio y por una simple cuestión de filosofía doméstica, aquel viejo dicho popular que reza “hombre prevenido vale por dos”, conducta que ha evitado más de un desencuentro, porque a pocos días de un hecho trascendental en la vida de los argentinos, por encima de los enfoques técnicos, interesados, personales o simples declaraciones políticas o sentencias periodísticas y mediáticas, se me ocurre que es aconsejable acudir a modelos notables de la historia cuando se refieren a la previsión.
Un enfoque distinto y edulcorado era el de Moliere: “Aborrezco a esos espíritus pusilánimes que, excediéndose en la previsión de las consecuencias de las cosas, no se atreven a emprender nada”.
Finalmente y casi como síntesis de la situación que vivimos, varias décadas atrás, Rousseau pontificaba que “una previsión muy necesaria es saber que no se puede prever todo”.
Más de un político actual debiera abrevar en estas vertientes rebosantes de sabiduría…
UNA VISIBLE Y CASI LLAMATIVA INDIFERENCIA
SE HA INSTALADO EN LAS CRUCIALES EXPECTATIVAS
Suele a veces ser saludable eso de
retroceder en los tiempos y cruzarnos con otras fechas que fueron emblemáticas
en la vida de los argentinos, como lo eran los días de elecciones en que el
fervor colmaba las calles, las expectativas eran el ropaje común de todas las
corrientes de pensamiento, y el entusiasmo por ir a votar era tan contagioso
que superaba a las tormentas, los calores, las distancias y que los porcentajes
solían alcanzar cifras ahora sorprendentes, para nuestra actualidad de
especulaciones, ausencias, premios y castigos.
Eran una costumbre algunos actos de violencia menor, con enfrentamientos entre militantes adversarios que pugnaban en todas las ciudades y pueblos por lugares para sus pintadas y pegatinas, con abusos y excesos a veces, estilo ahora superado por los avances tecnológicos y la vigencia y el desmedido crecimiento de las redes sociales, por donde transita la vida universal porque ya no existen las diferencias ni las distancias.
¿Recuerdan por ejemplo, aquello mitines callejeros del radicalismo, cuando en medio del discurso del principal candidato, pasaban raudamente en un auto y desde allí les gritaban ¡viva Perón!?
O a la inversa, al igual que las bataholas que se armaban al enfrentarse con armas como brochas, engrudo y pintura, militantes de distintas opiniones…
Todo eso ha pasado a ser parte de la historia, cuando el ejercicio de la política partidaria tenía mucho de sacrificio, entrega y romanticismo, todo eso ahora reemplazado por la intromisión de aquellos sentimientos en el campo rentado, donde todo tiene su precio, incluyendo el hecho y la costumbre de la comprometida militancia.
Impera ahora en el ambiente ciudadano otro enfoque de la situación en estos vertiginosos tiempos en que si no aparece en la televisión, la radio no los menciona y están ausentes de los medios gráficos, pasan a integrar una especie política con destino de panteón cívico, al que han sido condenados por omisión de la trascendencia que necesitan.
Aquellos palcos montados en las esquinas, los camiones con caja que servían de escenario, el costoso y por lo general casero cotillón preelectoral, las bombas de estruendo y los estandartes son parte de los recuerdos y de las necesarias evocaciones siempre útiles a la hora de establecer diferencias.
Ahora de todas maneras entre la gente mayor, sin dudas anida aquella sana nostalgia de las campañas preelectorales, donde se debatían ideas y de vez en cuando se intercambiaban garrotazos, patoteadas y uno que otro balazo, es la verdad…
Y después se encontraban en el mismo calabozo de alguna comisaría compartiendo el infortunio del encierro que para muchos era una especie de condecoración partidaria.
Una verdad que ahora nos sorprende, porque al mitin de otrora lo tenemos ahora cómodamente sentados frente al plasma, con los auriculares posados en las orejas y el corazón político, como siempre lo ha sido y sin que ahora haya cambiado, latiendo en la vereda del infarto…
A la situación actual, si la llamáramos “indiferencia” sería una injusticia, porque sólo han cambiado los tiempos.
Y las ideas, está comprobado, superan a los siglos…
Eterna y vigente Megacausa del Registro
DAMA DE LA JUSTICIA, OBLIGADA A RETOMAR
EQUILIBRIO Y RECUPERARSE DE LA CEGUERA
Ver con atención y cuidado,
someter algo a nuevo examen para corregirlo, enmendarlo o repararlo y
actualizar o poner al día, son distintas acepciones con las que nuestro
diccionario define al término revisar.
Son también y es bueno saberlo que sus sinónimos son los vocablos observar, inspeccionar, explorar, investigar, controlar, comprobar, reconocer, considerar y verificar, entre otros. Y es en función del controvertido y cuestionado rol de la Provincia como querellante en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, que muchos reclaman este despliegue de acciones en esa instancia.
Y también porque existen cosas que llaman la atención, como la prisión de trabajadores comunes durante años, sin que pasaran previamente por juicio, incluso sin denuncia de víctimas, ni querellantes particulares, incluyendo el caso del juez que encerró a imputados escribiendo que no tenía pruebas, pero él estaba convencido.
Porque queda fuera de las leyes que se nombrara una comisión especial para todos los casos, en lugar de jueces por sorteo y que no se respetara la doble instancia con otro fiscal al llegar a juicio. Asimismo porque hace ruido el “vistagordismo” judicial (léase: nunca citados ni molestados) para con los funcionarios y responsables de altos cargos, señalados y denunciados en muchos casos.
¿Por qué más? Porque numerosas Organizaciones de Derechos, locales, nacionales e internacionales, como nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas, dictaminaron la existencia de arbitrariedades en la causa. Por todo esto pedir a la Justicia cordobesa que observe, inspeccione, explore, investigue, controle, compruebe, reconozca, considere y verifique lo actuado en la causa no es ningún delirio, sino la urgente necesidad de enmendar y reparar la ceguera y el perdido u olvidado equilibro de la dama de la Justicia.
Ánimos opuestos en una relativa calma
GREMIO Y GOBIERNO MUNICIPALES ENCENDIERON
LA PIPA DE LA PAZ QUE ROGAMOS NO SE APAGUE
Se me ocurre que los resultados de
la realidad son los mismos, pero que el camino seguido para alcanzarla y
superarla, ha sido distinto al que la mayoría de la gente supone que se
recorrió para llegar a un entendimiento de paz entre el gremio municipal y el
actual intendente, con relación a las demandas y las acostumbradas e impunes
amenazas de violencia que partieran desde la conducción sindical.
Es cierto que la felicidad es parte de lo cotidiano para los empleados municipales, bendecidos por una especie comparativa de abundancia salarial, con relación al resto de los trabajadores estatales y como ejemplo citemos a los docentes provinciales, repetidos destinatarios de promesas que no siempre se concretan, por lo que deben acudir a la paralización de tareas cuando el poder debiera prever tales carencias antes de iniciar cada ciclo lectivo, que es cuando se plantean los reclamos que siempre son justos, como merecidas resultan las conquistas que se logran.
La cuestión, o mejor dicho la diferencia de las armas gremiales que se esgrimen a la hora de las demandas son distintas, como distintos son, lógicamente, los mecanismos de presión aplicados por las cúpulas sindicales.
En las escuelas el ausentismo no suele ser total y las familias se las arreglan como pueden para cuidar a sus niños que no asisten a clases, mientras la mayoría de los padres cumplen con sus obligaciones laborales y hasta allí llega el daño, si lo podemos considerar como tal que se aplica a los ciudadanos.
El caso de los municipales es parecido al de los trabajadores del transporte, porque en ambos casos la cantidad de rehenes con que cuentan en apoyo de sus demandas y caprichos es enormemente superior, aparte que afectan derechos básicos de centenares de trabajadores de otros rubros, que pierden los adicionales por puntualidad, presentismo y otras conquistas.
Habrá que ver ahora, en el marco referencial de las inminentes elecciones, si los resultados suponen la adopción de otras medidas que contemplen de alguna manera la defensa y la protección de los derechos del usuario, forzado contribuyente impositivo, reciba o no los servicios por los cuales religiosamente debe pagar y es multado cuando se retrasa, pero nunca se les descuenta dinero por aquellos beneficios que deja de gozar porque no hay quien los cumpla.
Aparte, el estilo de cada reclamo, porque los docentes nunca han apelado a la instigación al daño y al burdo quilombo, como si no existiera otro camino civilizado sin apelar a la falta de respeto hacia el contribuyente, que es quien sostiene lo que a veces es una perversa manifestación de violencia e incitación al desborde.
Cuando la Justicia cumpla con su obligación protectora de la ley, con relación a los exabruptos que se perpetran en perjuicio de la sociedad, es que habremos llegado al placer de ver que las instituciones cumplen con la gente, apelando a una de las armas más nobles que se utilizan en estos conflictos, que es el respeto por las leyes y su aplicación.
Gremio y municipio están fumando la pipa de la paz y es un ferviente deseo ciudadano, que no se apague el tabaco ni se chamusque ningún bigote.
La gente llega un momento que se cansa de bravatas…
Servicio descontrolado: ¿una sensación?
NUESTRO CICLOTÍMICO TRANSPORTE URBANO SE
CUMPLE SIN EL RESPETO POR LAS FRECUENCIAS
Sería una necedad imperdonable
sostener que el transporte urbano de esta ciudad sorprendente que es Córdoba,
padece aún los males que lo llevaran a ser mal catalogado en tiempos pasados,
porque la calidad de la flota permite asegurar que las prestaciones gozan de un
acrisolado prestigio, salvo claro está, lo relativo a las frecuencias en los
recorridos y otras alternativas que lo hacen lujoso pero tardío.
Con la simple condición de pasajeros frecuentes, podemos llegar a juzgar como demasiado extendidos los tiempos de las esperas en líneas que sirven más que nada al sector norte de la ciudad, a donde circulan en esa geografía cuatro o cinco líneas de ómnibus y una de trolebuses.
Las esperas en las paradas de esas líneas, sean 30, 32, 35 o 36 y los troles A y A1 suelen prolongarse hasta pisar el límite de la media hora, y es posible que los que manejan los horarios piensen equivocadamente que luego, poniendo en la calle todas juntas a dos o tres unidades, el problema queda superado, pero no es así.
Dirán que los inspectores son los encargados de regular las frecuencias y se supone que lo hacen, pero hace tiempo que no tengo la suerte de encontrarme en viaje y que suba a la unidad un inspector, porque a veces su función se limita a saludar al chofer en alguna parada. El boleto que se paga, pisando los 200 pesos debiera ser más que garantía de efectividad y cumplimiento de los servicios, pero no es así y alguien en las puntas de línea debiera velar por las necesidades y la comodidad de los usuarios, a la postre obligados sostenedores de un sistema que no es tan bueno como se lo proclama.
Para colmo, los taxis están demasiado caros y los tacheros se enojan por la operatoria de los Uber, que son una alternativa de cumplimiento y valores accesibles, que debiera legislarse acerca de su funcionamiento, como otro de los mecanismos que a través de la competencia, contribuye a mejorar lo que no es tan perfecto como se sostiene que es.
*****************************************************************************
Gonio agradece: Final de la edición nº 799 de SLB y no
lo olvide: pase lo que pase y cueste lo que cueste,
jamás deje de ser feliz. Como
siempre, agradezco a
Mariela Kusik, a Conrado Vicens, a Sabri Bustos, a la
polifuncional Cele Pereyra y a Oji en la posproducción.
Siga en la 580 con la
programación deportiva prevista
y luego Lalo Wainberg y Lita Sued con ‘La voz de la paz’.
Gestión (modestamente): Gonio
Ferrari ¡y equipazo!
Eran una costumbre algunos actos de violencia menor, con enfrentamientos entre militantes adversarios que pugnaban en todas las ciudades y pueblos por lugares para sus pintadas y pegatinas, con abusos y excesos a veces, estilo ahora superado por los avances tecnológicos y la vigencia y el desmedido crecimiento de las redes sociales, por donde transita la vida universal porque ya no existen las diferencias ni las distancias.
¿Recuerdan por ejemplo, aquello mitines callejeros del radicalismo, cuando en medio del discurso del principal candidato, pasaban raudamente en un auto y desde allí les gritaban ¡viva Perón!?
O a la inversa, al igual que las bataholas que se armaban al enfrentarse con armas como brochas, engrudo y pintura, militantes de distintas opiniones…
Todo eso ha pasado a ser parte de la historia, cuando el ejercicio de la política partidaria tenía mucho de sacrificio, entrega y romanticismo, todo eso ahora reemplazado por la intromisión de aquellos sentimientos en el campo rentado, donde todo tiene su precio, incluyendo el hecho y la costumbre de la comprometida militancia.
Impera ahora en el ambiente ciudadano otro enfoque de la situación en estos vertiginosos tiempos en que si no aparece en la televisión, la radio no los menciona y están ausentes de los medios gráficos, pasan a integrar una especie política con destino de panteón cívico, al que han sido condenados por omisión de la trascendencia que necesitan.
Aquellos palcos montados en las esquinas, los camiones con caja que servían de escenario, el costoso y por lo general casero cotillón preelectoral, las bombas de estruendo y los estandartes son parte de los recuerdos y de las necesarias evocaciones siempre útiles a la hora de establecer diferencias.
Ahora de todas maneras entre la gente mayor, sin dudas anida aquella sana nostalgia de las campañas preelectorales, donde se debatían ideas y de vez en cuando se intercambiaban garrotazos, patoteadas y uno que otro balazo, es la verdad…
Y después se encontraban en el mismo calabozo de alguna comisaría compartiendo el infortunio del encierro que para muchos era una especie de condecoración partidaria.
Una verdad que ahora nos sorprende, porque al mitin de otrora lo tenemos ahora cómodamente sentados frente al plasma, con los auriculares posados en las orejas y el corazón político, como siempre lo ha sido y sin que ahora haya cambiado, latiendo en la vereda del infarto…
A la situación actual, si la llamáramos “indiferencia” sería una injusticia, porque sólo han cambiado los tiempos.
Y las ideas, está comprobado, superan a los siglos…
DAMA DE LA JUSTICIA, OBLIGADA A RETOMAR
EQUILIBRIO Y RECUPERARSE DE LA CEGUERA
Son también y es bueno saberlo que sus sinónimos son los vocablos observar, inspeccionar, explorar, investigar, controlar, comprobar, reconocer, considerar y verificar, entre otros. Y es en función del controvertido y cuestionado rol de la Provincia como querellante en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, que muchos reclaman este despliegue de acciones en esa instancia.
Y también porque existen cosas que llaman la atención, como la prisión de trabajadores comunes durante años, sin que pasaran previamente por juicio, incluso sin denuncia de víctimas, ni querellantes particulares, incluyendo el caso del juez que encerró a imputados escribiendo que no tenía pruebas, pero él estaba convencido.
Porque queda fuera de las leyes que se nombrara una comisión especial para todos los casos, en lugar de jueces por sorteo y que no se respetara la doble instancia con otro fiscal al llegar a juicio. Asimismo porque hace ruido el “vistagordismo” judicial (léase: nunca citados ni molestados) para con los funcionarios y responsables de altos cargos, señalados y denunciados en muchos casos.
¿Por qué más? Porque numerosas Organizaciones de Derechos, locales, nacionales e internacionales, como nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas, dictaminaron la existencia de arbitrariedades en la causa. Por todo esto pedir a la Justicia cordobesa que observe, inspeccione, explore, investigue, controle, compruebe, reconozca, considere y verifique lo actuado en la causa no es ningún delirio, sino la urgente necesidad de enmendar y reparar la ceguera y el perdido u olvidado equilibro de la dama de la Justicia.
GREMIO Y GOBIERNO MUNICIPALES ENCENDIERON
LA PIPA DE LA PAZ QUE ROGAMOS NO SE APAGUE
Es cierto que la felicidad es parte de lo cotidiano para los empleados municipales, bendecidos por una especie comparativa de abundancia salarial, con relación al resto de los trabajadores estatales y como ejemplo citemos a los docentes provinciales, repetidos destinatarios de promesas que no siempre se concretan, por lo que deben acudir a la paralización de tareas cuando el poder debiera prever tales carencias antes de iniciar cada ciclo lectivo, que es cuando se plantean los reclamos que siempre son justos, como merecidas resultan las conquistas que se logran.
La cuestión, o mejor dicho la diferencia de las armas gremiales que se esgrimen a la hora de las demandas son distintas, como distintos son, lógicamente, los mecanismos de presión aplicados por las cúpulas sindicales.
En las escuelas el ausentismo no suele ser total y las familias se las arreglan como pueden para cuidar a sus niños que no asisten a clases, mientras la mayoría de los padres cumplen con sus obligaciones laborales y hasta allí llega el daño, si lo podemos considerar como tal que se aplica a los ciudadanos.
El caso de los municipales es parecido al de los trabajadores del transporte, porque en ambos casos la cantidad de rehenes con que cuentan en apoyo de sus demandas y caprichos es enormemente superior, aparte que afectan derechos básicos de centenares de trabajadores de otros rubros, que pierden los adicionales por puntualidad, presentismo y otras conquistas.
Habrá que ver ahora, en el marco referencial de las inminentes elecciones, si los resultados suponen la adopción de otras medidas que contemplen de alguna manera la defensa y la protección de los derechos del usuario, forzado contribuyente impositivo, reciba o no los servicios por los cuales religiosamente debe pagar y es multado cuando se retrasa, pero nunca se les descuenta dinero por aquellos beneficios que deja de gozar porque no hay quien los cumpla.
Aparte, el estilo de cada reclamo, porque los docentes nunca han apelado a la instigación al daño y al burdo quilombo, como si no existiera otro camino civilizado sin apelar a la falta de respeto hacia el contribuyente, que es quien sostiene lo que a veces es una perversa manifestación de violencia e incitación al desborde.
Cuando la Justicia cumpla con su obligación protectora de la ley, con relación a los exabruptos que se perpetran en perjuicio de la sociedad, es que habremos llegado al placer de ver que las instituciones cumplen con la gente, apelando a una de las armas más nobles que se utilizan en estos conflictos, que es el respeto por las leyes y su aplicación.
Gremio y municipio están fumando la pipa de la paz y es un ferviente deseo ciudadano, que no se apague el tabaco ni se chamusque ningún bigote.
La gente llega un momento que se cansa de bravatas…
NUESTRO CICLOTÍMICO TRANSPORTE URBANO SE
CUMPLE SIN EL RESPETO POR LAS FRECUENCIAS
Con la simple condición de pasajeros frecuentes, podemos llegar a juzgar como demasiado extendidos los tiempos de las esperas en líneas que sirven más que nada al sector norte de la ciudad, a donde circulan en esa geografía cuatro o cinco líneas de ómnibus y una de trolebuses.
Las esperas en las paradas de esas líneas, sean 30, 32, 35 o 36 y los troles A y A1 suelen prolongarse hasta pisar el límite de la media hora, y es posible que los que manejan los horarios piensen equivocadamente que luego, poniendo en la calle todas juntas a dos o tres unidades, el problema queda superado, pero no es así.
Dirán que los inspectores son los encargados de regular las frecuencias y se supone que lo hacen, pero hace tiempo que no tengo la suerte de encontrarme en viaje y que suba a la unidad un inspector, porque a veces su función se limita a saludar al chofer en alguna parada. El boleto que se paga, pisando los 200 pesos debiera ser más que garantía de efectividad y cumplimiento de los servicios, pero no es así y alguien en las puntas de línea debiera velar por las necesidades y la comodidad de los usuarios, a la postre obligados sostenedores de un sistema que no es tan bueno como se lo proclama.
Para colmo, los taxis están demasiado caros y los tacheros se enojan por la operatoria de los Uber, que son una alternativa de cumplimiento y valores accesibles, que debiera legislarse acerca de su funcionamiento, como otro de los mecanismos que a través de la competencia, contribuye a mejorar lo que no es tan perfecto como se sostiene que es.
lo olvide: pase lo que pase y cueste lo que cueste,
Mariela Kusik, a Conrado Vicens, a Sabri Bustos, a la
polifuncional Cele Pereyra y a Oji en la posproducción.
y luego Lalo Wainberg y Lita Sued con ‘La voz de la paz’.
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