27 de noviembre de 2016

S.L.B.: LOS CAMBIOS DE CAMISETAS POLÍTICAS - LA MUERTE DE FIDEL CASTRO - EL BONO PROVINCIAL - LOS TAXISTAS MAFIOSOS DEL AEROPUERTO - LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA - EPEC ES MODERNA HASTA QUE LLUEVE - DESPEDIDA AL DR. FAYT - NUEVO RÉGIMEN DE ALQUILERES, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 27/11/16 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

CAMBIOS DE CAMISETAS POLÍTICAS
La cuestión ahora no es discutir la procedencia o la inconveniencia de los cambios que se vienen operando en el mundo de la política porque sería entrar a un terreno donde la fidelidad no es una característica inviolable y las traiciones se vienen fortaleciendo con el paso de los años.
   Solamente cambiar de camiseta política, antes pecado mortal y para muchos motivante de suicidios, ha pasado a ser una de las tantas alternativas en el ejercicio de esa actividad rectora de pueblos, inductora de conductas y disparadora de históricas demagogias.
   Alguna vez los sesudos estudiosos de los comportamientos humanos alcanzarán a dilucidar los porqué de ciertas actitudes censuradas desde afuera, invariablemente encuentran justificativos en sus protagonistas que incluso, lo toman como parte del ejercicio de su actividad.
   La palabra traición ha sido desterrada por muchos, que la vienen reemplazando por “reacomodamiento” o algún otro calificativo que suavice sus efectos.
   Es cuando la gente, el ciudadano que vota, que milita o que simpatiza con una corriente ideológica, se pregunta azorado si las bancas que entran en el juego democrático a través de las urnas son para los candidatos que dispongan de ellas o para los partidos que las administren políticamente.
   Porque el votante cuando elige a través del sufragio, es de imaginar que lo hace por la persona como parte de una corriente política con la que simpatiza, y nada tiene que ver con los contubernios, trenzas, acuerdos, mudanzas o apetencias que ronden por la cabeza o el bolsillo de cada candidato.
   Eso de aislarse en un bloque unipersonal, aparte de representar una penosa confesión de soledad, deja la aureola de una duda: lo que quiere es no perder todo lo que significa tener una banca a su disposición, le guste o no al partido.
   Sin embargo, aunque le busquen explicaciones o atenuantes, para el votante raso, el seguidor de conductas, le queda la certeza que está siendo víctima de una actitud repudiable que no merece.
   Cualquiera odia sentirse traicionado.

FIDEL CASTRO, A LA HISTORIA

   Las nueve décadas del líder de la Revolución Cubana -que no terminó de concretarse- superaron en su poder de daño a los 638 atentados o tentativas de matarlo que se dieron desde 1959 a esta parte.
   Ha muerto uno de los hombres más importantes de la vida latinoamericana y con proyección mundial, del último siglo de la historia universal, amado, idolatrado, reverenciado y tomado como modelo de sectores postergados, por su enfoque de cada realidad que lo tenía como protagonista. 
  No es aconsejable y sería injusto pretender derrumbar su imagen, menoscabando su añeja lucha ni cuestionando la imposición de sus ideales, muchas veces con el autoritarismo de la violencia armada y la exportación de su modelo, porque suelen darse situaciones en las que no existe otra vía que lleve a objetivos beneficiosos para el pueblo.
   Pero sería igualmente injusto considerarlo un paladín de la democracia, sistema pulverizado por una tiranía intelectual e ideológica que rompió con los lazos del imperialismo, pero se entregó a los dictámenes del comunismo soviético en su momento y luego abrevó en las fuentes maoístas, dándose el contrasentido de una dirigencia acomodada para una población careciente.
   Hay que reconocer la abrumadora presión de un bloqueo inhumano que empobreció a los cubanos, no obstante lo cual y empujados por su propia dignidad igualaron hacia abajo como único camino para la consolidación de una revolución que iniciaron allá por el 59 y todavía no llegó a una meta de bienestar y menos de grandeza.
   Es cierto que algunos modelos son destacables, como el estímulo al deporte, al arte, a la cinematografía y a la medicina dentro de un escenario de precariedad, con lo que se enaltece la voluntad de un pueblo ansioso por liberarse de los yugos externos e internos.
   Pero el pueblo cubano debió soportar y aún lo hace, algo atenuada, la indignidad de las privaciones en muchos aspectos, destacándose el de mayor trascendencia para el ser humano que es el derecho a gozar de libertad.
   Libertad de pensar, de decir, de hacer, de irse o de quedarse, de comer lo que quiera, usar el jabón que pueda comprar y comer lo que le alcance con su sueldo.
   Es probable que la mayoría de los cubanos haya tomado su forma de vivir como la más adecuada a lo ideal, simplemente porque varias generaciones no conocieron otra cosa, un nivel superior, un sistema que igualara hacia arriba.
   La globalización abrió en el gran lagarto verde un resquicio a la esperanza y en los últimos años algo se flexibilizó para el merecido y casi olvidado bienestar de los nativos.
   Fidel Castro ha muerto.
   Su legado, para muchos de sangre, de odio, de desprecio por las libertades, de cárcel para los disidentes, de exportación de la violencia, de enquistamientos externos, tiene también para quienes comulgaron con sus principios y sus métodos la disculpa de los resultados obtenidos en educación, en deportes y en salud.
   Pero nada, nada en el mundo, puede justificar ciertas políticas que desde su extremo violento y autoritario, privilegien lo tiránicamente dictatorial por encima de la libertad.
   Con la añeja y despótica existencia del partido único, todas las otras explicaciones están de más.
   Que nadie se alegre ni festeje la muerte de Fidel.
   Es mejor y más humano pensar que muchos cubanos, ahora, se sienten libres.
  
DUDOSO BONO PROVINCIAL

   La verdad, son tantas las versiones como las dudas que existen con relación al pago de un bono de fin de año que implementaría la provincia para sus dependientes y que abarcaría también a los jubilados.
   Una de las principales incógnitas es el monto del beneficio, que hacen pasear desde los mil hasta los tres mil pesos de acuerdo con una caprichosa manera de evaluar a los empleados de acuerdo con el sueldo que perciben, lo que determinaría que algunos ni siquiera cobrarían una moneda.
   Con los jubilados provinciales, víctimas de una perversa alquimia matemática maquinada desde el poder encarnado por quien cometiera la injusticia de las liquidaciones censurables, ahora premiado con un ministerio que maneja los dineros de Cordoba, seguramente algo harán en su perjuicio al saberlos carecientes de poder de fuego y capacidad de protesta.
   El bono con certeza se pagará pese a la oposición sindical de no aceptarlo, con la pretensión que fuera abierta una paritaria acerca de lo cual la negativa ya se hizo conocer.
   Entonces, sólo queda el camino de la protesta que irá creciendo en virulencia, hasta que lleguemos a esa instancia ridícula, en la que el poder provincial obliga a la refriega que enfrente a empleados contra empleados.
   Y como siempre ocurrió y seguirá ocurriendo, los perjudicados serán todos menos el gobierno que seguirá firme en su capricho de no reconocer que los sueldos no alcanzan, y que las jubilaciones se van deteriorando aunque proclamen lo contrario.
   Un perverso juego, justo como para recibir con el espíritu enaltecido las fiestas de fin de año.
   Pero con seguridad que las autoridades lo seguirán pasando mejor que nunca.
   Al menos, mejor que sus empleados y sus jubilados.

TAXISTAS MAFIOSOS DEL AEROPUERTO

   Llevó muchísimo tiempo y esfuerzo desarticular al grupo de taxistas mafiosos, violentos y prepotentes que había tomado como coto de caza al aeropuerto internacional cordobés, operando frente al vistagordismo de las autoridades militares de la casa y la indiferencia de la municipalidad que no controlaba y de la justicia que pese a tantas denuncias, no actuaba.
   Fue necesaria la intervención y el compromiso de un programa de televisión -ADN- para poner las cosas al descubierto, ventilando delictuosas situaciones que eran absolutamente conocidas y padecidas por quienes tenían la mala suerte de toparse con esos impunes energúmenos.
   Eran los dueños de las filas de espera y no dejaban ingresar a quienes no formaban parte de esa asociación ilícita dedicada a la amenaza y el daño contra quienes pretendían enfrentarlos reclamando por derechos que el Estado, en ese caso, nunca protegió ni garantizó.
   El tema cayó en la Justicia que hizo detener a los once involucrados, y elevó la causa a juicio que finalizó con la condena a diez de ellos y la absolución del restante,  pero todos quedaron el libertad porque cumplieron la sanción con la detención que debieron soportar, quedándoles una inhabilitación por 6 años para dedicarse a servicios públicos.
   Una medida ejemplar que de paso debiera servir para que los controles en la estación aérea sean efectivos y permanentes, porque al menor descuido seguramente ya existen candidatos para recrear las malas costumbres de los ahora condenados y raleados momentáneamente de la actividad.
   No es justo, tampoco, que por un grupo de delincuentes, caigan todos los taxistas bajo el peso de la sospecha.
   Ahora, cualquier tachero puede hacer cola y esperar pasajeros.

LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA 

   El diario La Voz del Interior de esta ciudad ha publicado días atrás una nota titulada “En Córdoba, el 73 por ciento de los imputados llega en libertad al juicio”, haciendo referencia a los datos estadísticos del año 2015 del Fuero Penal de Córdoba emitidos por el Centro de Estudios y Proyectos Judiciales del Tribunal Superior de Justicia y en tal informe destaca que el 73 por ciento de los imputados llega en libertad  al juicio y el 27 restante en prisión preventiva.
   Refiere que del total de causas ingresadas el 12,7 por ciento fueron elevadas a juicio y las sentencias de esos juicios se repartieron en:  1 por ciento de condenas, 25 por ciento de juicios abreviados, 15 por ciento sin especificar, 39 por ciento de sobreseimientos y  2 por ciento de absoluciones.
   Señala asimismo que del total de causas ingresadas en Córdoba Capital, fue  resuelto el 23,83 por ciento.
   Es inevitable hacer un ejercicio de “encuentre las diferencias con la causa del Registro” porque allí… casi el 73 por ciento  de los imputados llegan presos  al juicio y sólo un 27 por ciento permanece en libertad; las causas van a la misma Fiscalía y más del 90 por ciento son elevadas a juicio.
   El número de condenas también podría representarse con los números 1 y 9…pero acomodados al revés, más bien cercanas al 91 por ciento.
   Cualquier entendido en la materia que leyera o escuchara esto, pensaría sin duda que hablamos de peligrosos criminales o de delitos de lesa humanidad, y se impresionaría al enterarse que se trata de personas comunes, sospechadas por delitos considerados leves.
   Sigue vigente preguntar entonces ¿Por qué en esta causa las cifras se han invertido? ¿Por qué el Poder Judicial pone tanto esmero y recursos en juzgar una y otra vez a estos imputados, cuando sólo ha resuelto el 23,83 por ciento de los reclamos penales ingresados, incluidos delitos de extrema gravedad?
   Quizás este Centro de Investigación del máximo tribunal provincial pueda aportar alguna respuesta.
   Al menos una respuesta matemática, que sería más coherente e indiscutible que la realidad jurídica.

EPEC EFICIENTE, HASTA QUE LLUEVE

   Ya que los directivos de la empresa provincial cobran sumas exageradas por una dudosa “eficiencia”, bueno sería que como resultado de cada tormenta, les descontaran de ese cuestionado premio una parte proporcional a los milimetros caídos.
   Porque cuando caen cuatro gotas y no necesariamente un diluvio, la cacareada eficiencia de la EPEC naufraga en cada charco, en cada corte barrial o domiciliario; en cada alimento que se pudre; en cada medicamento que se inutiliza; en cada ascensor inútil, todo lo cual es un evitable ataque a la calidad de vida de los cordobeses.
   ¿Es acaso tan complicado informar honestamente de lo que se gasta o se reinvierte en tecnología?
   Los cordobeses pagamos una elevada tarifa que ahora volverá a incrementarse, para un servicio que tiene, como camiseta de ciruja, más agujeros que tela.
   Desde tiempo inmemorial se sostiene que los equipos de la EPEC son anticuados, se habló de una central, creo que la de Pilar, que solucionaría todo pero aún no hay miras que funcione en plenitud, y lo único firme en la empresa es el nivel salarial de sus dependientes, sostenidos por el gremio más fuerte que es Luz y Fuerza.
    Dejemos de lado las conquistas sindicales porque sería demasiado largo para debatir, pero al menos tengamos la honestidad de exigir que a los directivos se los califique por la calidad del servicio.
   No es posible que una tormentita pasajera, por más intensa que sea, condene a las penumbras a media ciudad con todo lo que ello implica. Por eso, cuando alguien de la oposición política que se debate ahora más en armar las listas que en laburar, se ocupe de los ciudadanos, seguramente pedirá un informe para que todos, sepamos a dónde nos lleva la EPEC.
   Seguramente, a un gigantesco cortocircuito.

FAYT Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN 

  La recuperación de la Democracia lo ubicó allí, en la cima de la Justicia donde rindió ejercicio y honor a la honestidad, la sabiduría y el ejemplar compromiso con la sociedad.
   Se abrazó a la Constitución Nacional y no permitió que nadie, ni los trasnochados y delirantes setentistas avasallaran el derecho y su trayectoria ni le impusieran plazos ni conductas.
   Fue un argentino cabal, visceralmente respetuoso de la Ley, de firmes principios democráticos y un elevado espíritu de lucha contra todos los intentos destructivos que supo padecer con la hidalguía y el temple de los grandes.
   Inmunizado contra el desprecio y la prepotencia, ni el odio enquistado en el poder político lo pudo matar.  
   Implacablemente, el Dr. Carlos Fayt murió de viejo.
   Hoy ya está en los honrosos capítulos de la Historia.

NUEVO REGIMEN PARA ALQUILERES

   Es algo parecido a un “revival” del populismo peronista de la mitad del pasado siglo, cuando los propietarios sufrían azorados e impotentes la desvalorización de sus propiedades, como resultado de la inmovilidad de los alquileres que en algún momento les permitían una renta razonable.
   Ahora con la medida en tal sentido que anunció el gobierno nacional las expectativas, sin dudas, modificarán todos los valores, tanto la valuación de las viviendas como los números iniciales del alquiler.
   Habrá que ver detenidamente y con lupa la letra chica del nuevo ordenamiento, porque es donde suelen esconderse las sorpresas que son siempre desagradables al menos para uno de los sectores involucrados en este tipo de operaciones, lo que se agrava por el exceso de demanda que aumenta frente a las desmedidas exigencias de los bancos que anuncian créditos para nada blandos.
   Es probable que una ley de alquileres que contemple todos los intereses de los sectores involucrados sea beneficiosa para la comunidad, que aliente la oferta y estimule la demanda, que movilice al mercado inmobiliario y que aporte a la felicidad de quienes al no obtener créditos, se vean obligados al alquiler.
   Pero que no se maneje de manera tal que surjan vencedores y vencidos, porque siempre el perjudicado es el más débil, y eso sería un duro ataque a una sociedad que pretende emerger la cabeza por encima de las frustraciones de los últimos años…
   Creo que los argentinos merecemos estar mejor. 

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