Desgrabación de
los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 27/11/16 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
CAMBIOS DE CAMISETAS POLÍTICAS
Solamente cambiar de camiseta política, antes pecado mortal y para
muchos motivante de suicidios, ha pasado a ser una de las tantas alternativas
en el ejercicio de esa actividad rectora de pueblos, inductora de conductas y
disparadora de históricas demagogias.
Alguna vez los sesudos estudiosos de los comportamientos humanos
alcanzarán a dilucidar los porqué de ciertas actitudes censuradas desde afuera,
invariablemente encuentran justificativos en sus protagonistas que incluso, lo
toman como parte del ejercicio de su actividad.
La palabra traición ha sido desterrada por muchos, que la vienen
reemplazando por “reacomodamiento” o algún otro calificativo que suavice sus
efectos.
Es cuando la gente, el ciudadano que vota, que milita o que simpatiza
con una corriente ideológica, se pregunta azorado si las bancas que entran en
el juego democrático a través de las urnas son para los candidatos que
dispongan de ellas o para los partidos que las administren políticamente.
Porque el votante cuando elige a través del sufragio, es de imaginar que
lo hace por la persona como parte de una corriente política con la que simpatiza,
y nada tiene que ver con los contubernios, trenzas, acuerdos, mudanzas o
apetencias que ronden por la cabeza o el bolsillo de cada candidato.
Eso de aislarse en un bloque unipersonal, aparte de representar una
penosa confesión de soledad, deja la aureola de una duda: lo que quiere es no
perder todo lo que significa tener una banca a su disposición, le guste o no al
partido.
Sin embargo, aunque le busquen explicaciones o atenuantes, para el
votante raso, el seguidor de conductas, le queda la certeza que está siendo
víctima de una actitud repudiable que no merece.
Cualquiera odia sentirse traicionado.
FIDEL CASTRO, A LA HISTORIA
Las nueve décadas del líder de la Revolución Cubana -que no terminó de
concretarse- superaron en su poder de daño a los 638 atentados o tentativas de
matarlo que se dieron desde 1959 a esta parte.
Ha muerto uno de los hombres más importantes de la vida latinoamericana
y con proyección mundial, del último siglo de la historia universal, amado,
idolatrado, reverenciado y tomado como modelo de sectores postergados, por su
enfoque de cada realidad que lo tenía como protagonista.
No es aconsejable y sería injusto pretender derrumbar su imagen,
menoscabando su añeja lucha ni cuestionando la imposición de sus ideales,
muchas veces con el autoritarismo de la violencia armada y la exportación de su
modelo, porque suelen darse situaciones en las que no existe otra vía que lleve
a objetivos beneficiosos para el pueblo.
Pero sería igualmente injusto considerarlo un paladín de la democracia,
sistema pulverizado por una tiranía intelectual e ideológica que rompió con los
lazos del imperialismo, pero se entregó a los dictámenes del comunismo
soviético en su momento y luego abrevó en las fuentes maoístas, dándose el
contrasentido de una dirigencia acomodada para una población careciente.
Hay que reconocer la abrumadora presión de un bloqueo inhumano que
empobreció a los cubanos, no obstante lo cual y empujados por su propia
dignidad igualaron hacia abajo como único camino para la consolidación de una
revolución que iniciaron allá por el 59 y todavía no llegó a una meta de
bienestar y menos de grandeza.
Es cierto que algunos modelos son destacables, como el estímulo al
deporte, al arte, a la cinematografía y a la medicina dentro de un escenario de
precariedad, con lo que se enaltece la voluntad de un pueblo ansioso por
liberarse de los yugos externos e internos.
Pero el pueblo cubano debió soportar y aún lo hace, algo atenuada, la
indignidad de las privaciones en muchos aspectos, destacándose el de mayor
trascendencia para el ser humano que es el derecho a gozar de libertad.
Libertad de pensar, de decir, de hacer, de irse o de quedarse, de comer
lo que quiera, usar el jabón que pueda comprar y comer lo que le alcance con su
sueldo.
Es probable que la mayoría de los cubanos haya tomado su forma de vivir
como la más adecuada a lo ideal, simplemente porque varias generaciones no
conocieron otra cosa, un nivel superior, un sistema que igualara hacia arriba.
La globalización abrió en el gran lagarto verde un resquicio a la
esperanza y en los últimos años algo se flexibilizó para el merecido y casi
olvidado bienestar de los nativos.
Fidel Castro ha muerto.
Su legado, para muchos de sangre, de odio, de desprecio por las
libertades, de cárcel para los disidentes, de exportación de la violencia, de enquistamientos
externos, tiene también para quienes comulgaron con sus principios y sus
métodos la disculpa de los resultados obtenidos en educación, en deportes y en
salud.
Pero nada, nada en el mundo, puede justificar ciertas políticas que
desde su extremo violento y autoritario, privilegien lo tiránicamente
dictatorial por encima de la libertad.
Con la añeja y despótica existencia del partido único, todas las otras
explicaciones están de más.
Que nadie se alegre ni festeje la muerte de Fidel.
Es
mejor y más humano pensar que muchos cubanos, ahora, se sienten libres.
DUDOSO BONO PROVINCIAL
La verdad, son tantas las versiones como las dudas que existen con
relación al pago de un bono de fin de año que implementaría la provincia para
sus dependientes y que abarcaría también a los jubilados.
Una de las principales incógnitas es el monto del beneficio, que hacen
pasear desde los mil hasta los tres mil pesos de acuerdo con una caprichosa
manera de evaluar a los empleados de acuerdo con el sueldo que perciben, lo que
determinaría que algunos ni siquiera cobrarían una moneda.
Con los jubilados provinciales, víctimas de una perversa alquimia
matemática maquinada desde el poder encarnado por quien cometiera la injusticia
de las liquidaciones censurables, ahora premiado con un ministerio que maneja
los dineros de Cordoba, seguramente algo harán en su perjuicio al saberlos
carecientes de poder de fuego y capacidad de protesta.
El bono con certeza se pagará pese a la oposición sindical de no
aceptarlo, con la pretensión que fuera abierta una paritaria acerca de lo cual
la negativa ya se hizo conocer.
Entonces, sólo queda el camino de la protesta que irá creciendo en
virulencia, hasta que lleguemos a esa instancia ridícula, en la que el poder
provincial obliga a la refriega que enfrente a empleados contra empleados.
Y como siempre ocurrió y seguirá ocurriendo, los perjudicados serán
todos menos el gobierno que seguirá firme en su capricho de no reconocer que
los sueldos no alcanzan, y que las jubilaciones se van deteriorando aunque proclamen
lo contrario.
Un perverso juego, justo como para recibir con el espíritu enaltecido
las fiestas de fin de año.
Pero con seguridad que las autoridades lo seguirán pasando mejor que
nunca.
Al menos, mejor que sus empleados y sus jubilados.
TAXISTAS MAFIOSOS DEL AEROPUERTO
Llevó muchísimo tiempo y esfuerzo desarticular al grupo de taxistas
mafiosos, violentos y prepotentes que había tomado como coto de caza al
aeropuerto internacional cordobés, operando frente al vistagordismo de las
autoridades militares de la casa y la indiferencia de la municipalidad que no
controlaba y de la justicia que pese a tantas denuncias, no actuaba.
Fue necesaria la intervención y el compromiso de un programa de
televisión -ADN- para poner las cosas al descubierto, ventilando delictuosas
situaciones que eran absolutamente conocidas y padecidas por quienes tenían la
mala suerte de toparse con esos impunes energúmenos.
Eran los dueños de las filas de espera y no dejaban ingresar a quienes
no formaban parte de esa asociación ilícita dedicada a la amenaza y el daño
contra quienes pretendían enfrentarlos reclamando por derechos que el Estado,
en ese caso, nunca protegió ni garantizó.
El tema cayó en la Justicia que hizo detener a los once involucrados, y
elevó la causa a juicio que finalizó con la condena a diez de ellos y la
absolución del restante, pero todos
quedaron el libertad porque cumplieron la sanción con la detención que debieron
soportar, quedándoles una inhabilitación por 6 años para dedicarse a servicios
públicos.
Una medida ejemplar que de paso debiera servir para que los controles en
la estación aérea sean efectivos y permanentes, porque al menor descuido
seguramente ya existen candidatos para recrear las malas costumbres de los ahora
condenados y raleados momentáneamente de la actividad.
No es justo, tampoco, que por un grupo de delincuentes, caigan todos los
taxistas bajo el peso de la sospecha.
Ahora, cualquier tachero puede hacer cola y esperar pasajeros.
LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA
El diario La Voz del Interior de esta ciudad
ha publicado días atrás una nota titulada “En Córdoba, el 73 por ciento de los
imputados llega en libertad al juicio”, haciendo referencia a los datos
estadísticos del año 2015 del Fuero Penal de Córdoba emitidos por el Centro de
Estudios y Proyectos Judiciales del Tribunal Superior de Justicia y en tal
informe destaca que el 73 por ciento de los imputados llega en libertad
al juicio y el 27 restante en prisión preventiva.
Refiere que del total de causas
ingresadas el 12,7 por ciento fueron elevadas a juicio y las sentencias de
esos juicios se repartieron en: 1 por ciento de condenas, 25 por ciento
de juicios abreviados, 15 por ciento sin especificar, 39 por ciento de
sobreseimientos y 2 por ciento de absoluciones.
Señala asimismo que del total de causas
ingresadas en Córdoba Capital, fue resuelto el 23,83 por ciento.
Es inevitable hacer un ejercicio de
“encuentre las diferencias con la causa del Registro” porque allí… casi el 73
por ciento de los imputados llegan presos al juicio y sólo un 27
por ciento permanece en libertad; las causas van a la misma Fiscalía y más del
90 por ciento son elevadas a juicio.
El número de condenas también podría
representarse con los números 1 y 9…pero acomodados al revés, más bien cercanas
al 91 por ciento.
Cualquier entendido en la materia que leyera
o escuchara esto, pensaría sin duda que hablamos de peligrosos criminales o de
delitos de lesa humanidad, y se impresionaría al enterarse que se trata de
personas comunes, sospechadas por delitos considerados leves.
Sigue vigente preguntar entonces ¿Por qué en
esta causa las cifras se han invertido? ¿Por qué el Poder Judicial pone tanto
esmero y recursos en juzgar una y otra vez a estos imputados, cuando sólo
ha resuelto el 23,83 por ciento de los reclamos penales ingresados,
incluidos delitos de extrema gravedad?
Quizás este Centro de Investigación del
máximo tribunal provincial pueda aportar alguna respuesta.
Al menos una respuesta matemática, que sería
más coherente e indiscutible que la realidad jurídica.
EPEC EFICIENTE, HASTA QUE LLUEVE
Ya que los directivos de la empresa provincial cobran sumas exageradas
por una dudosa “eficiencia”, bueno sería que como resultado de cada tormenta,
les descontaran de ese cuestionado premio una parte proporcional a los
milimetros caídos.
Porque cuando caen cuatro gotas y no necesariamente un diluvio, la
cacareada eficiencia de la EPEC naufraga en cada charco, en cada corte barrial
o domiciliario; en cada alimento que se pudre; en cada medicamento que se
inutiliza; en cada ascensor inútil, todo lo cual es un evitable ataque a la
calidad de vida de los cordobeses.
¿Es acaso tan complicado informar honestamente de lo que se gasta o se
reinvierte en tecnología?
Los cordobeses pagamos una elevada tarifa que ahora volverá a
incrementarse, para un servicio que tiene, como camiseta de ciruja, más
agujeros que tela.
Desde tiempo inmemorial se sostiene que los equipos de la EPEC son
anticuados, se habló de una central, creo que la de Pilar, que solucionaría
todo pero aún no hay miras que funcione en plenitud, y lo único firme en la
empresa es el nivel salarial de sus dependientes, sostenidos por el gremio más
fuerte que es Luz y Fuerza.
Dejemos de lado las conquistas sindicales
porque sería demasiado largo para debatir, pero al menos tengamos la honestidad
de exigir que a los directivos se los califique por la calidad del servicio.
No es posible que una tormentita pasajera, por más intensa que sea,
condene a las penumbras a media ciudad con todo lo que ello implica. Por eso,
cuando alguien de la oposición política que se debate ahora más en armar las
listas que en laburar, se ocupe de los ciudadanos, seguramente pedirá un
informe para que todos, sepamos a dónde nos lleva la EPEC.
Seguramente, a un gigantesco cortocircuito.
FAYT Y EL RESPETO A LA CONSTITUCIÓN
La recuperación de la Democracia lo ubicó
allí, en la cima de la Justicia donde rindió ejercicio y honor a la honestidad,
la sabiduría y el ejemplar compromiso con la sociedad.
Se abrazó a la Constitución Nacional y no permitió que nadie, ni los trasnochados y delirantes setentistas avasallaran el derecho y su trayectoria ni le impusieran plazos ni conductas.
Fue un argentino cabal, visceralmente respetuoso de la Ley, de firmes principios democráticos y un elevado espíritu de lucha contra todos los intentos destructivos que supo padecer con la hidalguía y el temple de los grandes.
Inmunizado contra el desprecio y la prepotencia, ni el odio enquistado en el poder político lo pudo matar.
Se abrazó a la Constitución Nacional y no permitió que nadie, ni los trasnochados y delirantes setentistas avasallaran el derecho y su trayectoria ni le impusieran plazos ni conductas.
Fue un argentino cabal, visceralmente respetuoso de la Ley, de firmes principios democráticos y un elevado espíritu de lucha contra todos los intentos destructivos que supo padecer con la hidalguía y el temple de los grandes.
Inmunizado contra el desprecio y la prepotencia, ni el odio enquistado en el poder político lo pudo matar.
Implacablemente,
el Dr. Carlos Fayt murió de viejo.
Hoy ya está en
los honrosos capítulos de la Historia.
NUEVO REGIMEN PARA ALQUILERES
Es algo parecido a un “revival”
del populismo peronista de la mitad del pasado siglo, cuando los propietarios
sufrían azorados e impotentes la desvalorización de sus propiedades, como
resultado de la inmovilidad de los alquileres que en algún momento les
permitían una renta razonable.
Ahora con la medida en tal sentido que anunció el gobierno nacional las
expectativas, sin dudas, modificarán todos los valores, tanto la valuación de
las viviendas como los números iniciales del alquiler.
Habrá que ver detenidamente y con lupa la letra chica del nuevo
ordenamiento, porque es donde suelen esconderse las sorpresas que son siempre
desagradables al menos para uno de los sectores involucrados en este tipo de
operaciones, lo que se agrava por el exceso de demanda que aumenta frente a las
desmedidas exigencias de los bancos que anuncian créditos para nada blandos.
Es probable que una ley de alquileres que contemple todos los intereses
de los sectores involucrados sea beneficiosa para la comunidad, que aliente la
oferta y estimule la demanda, que movilice al mercado inmobiliario y que aporte
a la felicidad de quienes al no obtener créditos, se vean obligados al
alquiler.
Pero que no se maneje de manera tal que surjan vencedores y vencidos,
porque siempre el perjudicado es el más débil, y eso sería un duro ataque a una
sociedad que pretende emerger la cabeza por encima de las frustraciones de los
últimos años…
Creo que los argentinos merecemos estar mejor.
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