Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 05/02/17 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
UNA FLOR AZUL Y LA MUERTE EVITABLE
¿Por qué ante la injusticia, es cuando más coherentes se sienten los
ateos? Es cada vez que dudando de su presencia se preguntan que si Dios existe,
dónde estaba cuando Hiroshima, o en cualquier otra guerra, o en la infinidad de
terremotos y tragedias en que resultan víctimas inocentes e inmerecidas.
Y con el respeto por los inmanejables y supremos designios, podemos
llegar a pensar que Dios -con el nombre que le quieran poner- es artífice
sagrado a inevitable tanto de la bonanza de una buena cosecha como de la
hambruna emergente del fracaso de las mieses.
Porque si estaba en aquel instante de peligro en que mágicamente detuvo
las llamas y transformó la inminente tragedia en esperanza, ¿por qué no estaba
un metro antes que Gabriela Melisa fuera emboscada y recibiera el alevoso
ataque amparado en las tinieblas y en la irresuelta impunidad de los hampones?
Una vida joven; un futuro promisorio; un compromiso trunco que la
muchacha había contraído con la sociedad y venía cumpliendo de manera ejemplar,
con entrega y sacrificio, dignificando su cometido de arriesgada servidora de
la ley.
Gabriela Melisa fue víctima de la delincuencia por una parte y de la
sobresaliente indefensión por falta de prevención que padecemos los cordobeses.
Y alguna vez los gobernantes deben entender que la declamación no protege, las
promesas no amparan, la improvisación cuesta dolor y luto y los anuncios son
meras manifestaciones de una deleznable demagogia.
Dejemos de lado la política y rescatemos el enorme valor de la pérdida,
que pudo evitarse si toda Córdoba -toda y sin excepción alguna- no fuera una
gigantesca zona roja donde la delincuencia se agigantó día a día alimentada por
la ineficiencia gubernamental.
Y algo demasiado grave, a cuyo respecto las autoridades debieran ponerse
de cabeza a trabajar, pero en serio,
porque las versiones indican que una hora antes del ataque a Gabriela
Melisa, las cámaras del lugar donde acaeció el crimen habían registrado un par
de situaciones en las que las víctimas de los mismos vándalos lograron escapar,
una de ellas con lesiones.
¿Por qué no se implementó de inmediato un operativo para controlar la
situación? Si eso se hubiera hecho, tampoco hubiera sucedido el sangriento
final de la mujer policía.
Una pena enorme porque era joven, era madre, era decente, buena
compañera y lo más importante, excelente persona.
Para ella una lágrima, un adiós con agradecimiento y que desde donde
esté pueda ver que su sacrificio hizo germinar una flor azul en este escenario
de violencia.
PROTESTA Y PARO A LA VISTA
Toda la vida al menos en la historia reciente, se ha sabido que el
movimiento obrero es la columna vertebral del justicialismo, o del peronismo si
se lo prefiere llamar así.
La dirigencia, condicionante de todos los gobiernos que no fueran de ese
signo político, se cansó de poner palos en las ruedas y si no, recordemos a
Ubaldini y sus 13 paros que instrumentó, por obediencia debida, contra el
gobierno de Raúl Alfonsín.
Siguiendo la definición de Borges cuando sostuvo que los peronistas no
son buenos ni malos; que son incorregibles, vemos que apenas el gobierno se
aleja de las pretensiones muchas veces exageradas de los gordos del
triunvirato, comienzan como los cuscos a ladrar y garronear, anuncian
movilizaciones y paros, pero lo hacen con la suficiente antelación como para
que la dirigencia política vaya al pie.
Una vieja táctica que no por vetusta pierde vigencia ni efectividad, por
aquello del enorme poder económico de los sindicatos que les permite movilizar masas
que aparte de las que hacen número por convicción y auténtico sentido de lucha,
son transportadas como ganado para manifestar su descontento apelando al
remanido folklore de los bombos, las pancartas, la peligrosa pirotecnia y los
calcados discursos de siempre.
De necedad imperdonable sería negar la situación crítica que vive el
país por el desempleo, aunque muchos quedaron en la calle por su condición de
ñoquis o porque formaban parte de un séquito aplaudidor tan inútil como improductivo.
Es cierto que la coyuntura no está para festejos, aunque si, se me
ocurre, dejando de lado el cierto pretexto de la herencia, hay que tomar en
cuenta y con absoluto respeto la impaciencia de la gente que llevada por las
promesas preelectorales, se inclinó más por la utopía del milagro que por la
solución que todos debemos aportar, cada cual en su medida.
Al país lo sacaremos adelante trabajando, con esfuerzo, sacrificio y
compromiso, desterrando esa lamentable costumbre de la dádiva; de la ventaja
que nos promete caminar por un atajo inexistente, en procura de un progreso
esquivo.
La dirigencia sindical debiera entender la realidad y dejarse de joder
con la prepotencia de la amenaza, aunque bueno hubiera sido, en su momento,
hacerle caso al bueno de Barrionuevo, cuando sentenció que saldríamos a flote
si se dejara de robar al menos por dos años.
Lamentablemente la ocurrencia con mucho de verdad fue desoída o
ninguneada, y así estamos: muchos pasando hambre en un país de la abundancia.
Esos mismos dirigentes que ahora se escudan en la figura de Perón por su
condición de líder, debieran recordar y practicar ese viejo postulado del
“Potro”: no hay dignidad más alta que el trabajo.
Y ponerse a trabajar …
TRANSPORTE URBANO CADA VEZ PEOR
Ya lo comentamos el domingo anterior, que el transporte urbano de
pasajeros está pasando por un momento de pésimo servicio, justificado desde el
sector empresario por la baja en el número de usuarios debida a las vacaciones
y el receso escolar.
Todo un insigne macaneo, porque es lo que los angurrientos de la FETAP
sostienen llevándolo a la práctica restringiendo frecuencias y haciendo que las
esperas en las paradas se dupliquen, lo que es fácilmente comprobable con un
control “casero” del paso de las unidades, ya sean ómnibus o trolebuses.
Lo alarmante es la pasividad del poder concedente que es la
Municipalidad, que parece no haberse enterado de las serias anomalías en las prestaciones ni del
descontento de la gente, especialmente de quienes se perjudican por las
tardanzas que les hacen perder puntualidad y presentismo, que la mayoría de las
empresas premian a los empleados cumplidores y aumenta unos pocos billetes para
la subsistencia.
¿Cuánto tiempo hace que no se realizan controles de frecuencias en las
paradas? Y si me dicen que los hacen, que los muestren y si son satisfactorios,
es porque no serían otra cosa que un dibujo mentiroso y dañino para los
vecinos.
Es, de todas maneras, uno de los mecanismos que aplica el sector
empresario del transporte de pasajeros para presionar por un nuevo aumento,
llorando una vez más que el negocio de esa manera no es rentable, cuando son
ellos los que en realidad manejan su propia ganancia regulando las prestaciones
a su antojo.
No es necesario apelar otra vez al argumento remanido de que si en
realidad no les conviene atender el transporte de Córdoba, que busquen otros
horizontes o que regresen a sus orígenes, aunque es para dudar que adopten ese
temperamento o que cambien de rubro.
El transporte urbano de la manera que ellos lo manejan frente a la pasividad
municipal, es mucho más rentable de lo que seguramente lo habrán imaginado.
Pero la angurria es así: siempre un poquito más …
ALGO MÁS SOBRE LA MEGACAUSA
Luego del primer
juicio de la causa del Registro de la Propiedad, en contraposición al silencio
de la Justicia por la acusación contra altos funcionarios del Gobierno, se
disparó hacia la población común un inmenso abanico de procesos apuntados a
cualquier contacto que hubieran tenido los primeros acusados, desde
familiares hasta vendedores de celulares.
Pero de allí pasaban a los contactos de los
contactos, y después, a los contactos de los contactos de los contactos, y así,
aunque parezca un trabalenguas, a más contactos, hasta conformar un
megaproceso, de exitosa difusión periodística y decidida duración
eterna, al punto que un miembro de la comisión especial llegó a afirmar en
un programa televisivo que se iban a jubilar con la causa.
En ese marco es posible encuadrar entonces,
el abuso de la prisión preventiva, la ausencia de pruebas, las hipótesis
absurdas, los mismos imputados juzgados una y otra vez por lo mismo y, obviamente,
la proliferación de dictámenes nacionales e internacionales asombrados y
asustados por tales fenómenos.
Recientemente, y buscando otra bibliografía,
encontré la publicación de uno de estos casos en la Biblioteca de
Derechos Humanos de la Universidad del Estado de Minnesota, disponible para los alumnos como
ejemplo...., no precisamente de Justicia.
Y pese a que nuestra Corte Suprema de Justicia
de la Nación insiste en que la seguridad jurídica y la justicia rápida
obedecen al respeto debido a la dignidad del hombre, aquí en Córdoba y a través
de su Justicia, seguimos haciendo papelones.
DE TETAS Y CEREBROS
El episodio de días anteriores en una playa
de Necochea tuvo una notable repercusión mediática, hasta el punto que varios
colegas de otras latitudes con quienes establecí relación profesional hace
tiempo, me llamaron para que les aportara mayores detalles.
No creían que se habían movilizado como 20
patrulleros, no se cuántos policías y un helicóptero, porque tres mujeres
hacían topless despreocupadamente tostándose al sol: dos de ellas eran pareja y
la restante madre de una y a la vez suegra de la otra. ¿Me entendieron el lio?
Cuando en casi todo el mundo salvo algunas
excepciones por atávicas cuestiones religiosas que se respetan a rajatabla, se
dan casos similares, estoy harto de ver situaciones parecidas en muchas playas,
donde por lo general se toman con absoluta naturalidad, lejos de las babosas y
escatológicas interpretaciones que advertimos entre nosotros.
Para la mayoría de los extranjeros una oreja
es una oreja, una rodilla es una rodilla y una teta es solo eso: una teta.
Y aquí saltaron las exacerbadas feministas
colocándose en la postura de las perseguidas, frustradas e incomprendidas y no
encontraron mejor manera de hacerse escuchar -y que de paso las vean- que
convocar a una marcha que a la vez pretende ser una masiva demostración de
abundancias o mezquindades pectorales.
¿Por qué lo hacen? ¿No se dan cuenta que así
están cosificando a la mujer, transformándola ya no en un objeto de deseo
sino destinataria de rechazos y otras
estupideces?.
Así quienes organizan esta movida
demuestran, aunque es de suponer que pensaban disimularlo, un pobre sentido del
respeto a la inteligencia y hacia otros atributos que adornan a esa maravilla
que es la mujer, transformándola en la reducida imagen de un par de pechos
llevados por las piernas y sin necesidad de pensar que están dando lástima.
A la mujer auténtica se la homenajea en su
belleza integral que está por encima de lo físico que nadie duda es otro bello
atractivo. La mujer y su personalidad no es solo un portasenos por llenar sino
también un cerebro oculto que no necesita corpiño.
En la búsqueda de una reivindicación se
eligió el camino del exhibicionismo y la fácil cobertura mediática, porque no
todos los días hay un desfile de tamaña curiosidad dejando de lado todas las
otras connotaciones que pudiera tener.
¿Es que acaso con una muestra de voluptuosidad
van a cambiar las cosas? ¿Piensan que si son miles, ya desde mañana podrán
mostrar sus pechos tomando sol en el paseo del Buen Pastor, en la Isla de los
Patos o caminar por la peatonal?
A la mujer, finalmente, se la debe
considerar un ser pensante, agudo, creativo, sensible, adorable, caprichoso,
que sea una tentación por el simple hecho de ser mujer con su atractivo de tal
y su inteligencia, y no por medir más de 100 arriba.
Por eso, sigue siendo una tontera que
menoscaba la condición femenina, eso de quejarse porque no las dejan mostrarse
de la manera que mejor se les ocurre.
Y que son ocurrentes, ¡vaya si lo son!
LAS REDES SOCIALES Y EL DESCONTROL
La información
ventilada por los medios consigna que anda operando en Córdoba y en La Calera
un violador serial que ha hecho víctimas de sus bajos instintos a varias
menores, a las que seduce a través de Internet con falsa identidad, luego
prepara encuentros y finalmente abusa de las niñas que en su incauta inocencia,
nunca sospechan nada anormal.
Es allí cuando
entra a jugar un papel fundamental la familia: hay padres que en honor a la
libertad que sus hijos les reclaman ya a los 12 años, que permiten sus
encierros con la PC; toleran que se amanezcan chateando y socializando, cuando
a lo mejor lo hacen con un lobo que ya eligió a su presa.
Existen
mecanismos en las redes sociales para controlar cualquier riesgo, siempre que
los mayores tengan responsabilidad sobre sus hijos y no se desentiendan, por
comodidad o por creerlos tan maduros como para contar con el suficiente
raciocinio que les permita superar situaciones críticas.
No es posible
que una niña de 12 años se enamore perdidamente de un truhán que la está
seduciendo a la distancia, con argumentos propios de los adolescentes tales
como la música, los cantantes de moda, los deportistas “facheros” o cualquier
otro prototipo de esa edad.
Los preadolescentes son tan transparentes
cuando sus padres han inspirado esa confianza ciega, que relatan en detalle
todo lo que les ocurre buscando consejo, pero hay otros que no lo hacen, y son
esas las víctimas de los abusadores.
Son varios los casos que se han dado en
Córdoba con disímiles consecuencias porque en algunos se llegó a tiempo y en
otros la ayuda fue demasiado tardía, hasta el punto que pequeñas de 13 o 14
años huyeron con muchachones mucho mayores que ellas, para terminar con no
deseadas consecuencias.
El niño, el
adolescente, el jovencito que pasa por eso que en nosotros era “la edad del
pavo” y se arreglaba con un chancletazo, cuentan ahora con una tecnología que
les permite “avivarse” en muchas cosas antes de lo que lo hacíamos nosotros.
Pero también, en idéntica medida, esa misma
tecnología está peleando por destruir muchos valores que antes había cómo
preservarlos, con entendimiento entre padres e hijos, confianza recíproca y
respeto por la experiencia.
Eso de que ahora son todos pícaros, es un
verso que suele terminar con pésimas derivaciones.
LA “NONA” PISTOLERA
Me juego la
cabeza que en la policía de San Francisco de donde “importamos” al actual
vicegobernador, los policías se mataron de risa cuando la viejita fue a
denunciar que un tipo con una mujer le habían usurpado una casa de su
propiedad, para que la autoridad actuara, los desalojara y pudiera disponer de
esa vivienda que quería vender para hacer, lo que pensaba y gozaba, un último
viaje por el mundo.
El mío no es
un juicio apresurado porque es la actitud que asumen los malos funcionarios
policiales o judiciales, siempre más apegados a la fiaca que a sus obligaciones
con la sociedad, especialmente porque la denunciante es una mujer de 91 años,
doña Genoveva González, criterio que suele repetirse ante la desaparición de
una menor (“vaya doñita. Ya volverá la nena. Seguro que se fue con un
noviecito.”) o frente a un caso de maltrato contra una mujer (“mientras no la
golpee y le deje marcas, no podemos hacer nada”).
Después el
drama. Y la hipocresía de los funcionarios se muestra en los medios cuando la
menor aparece violada y asesinada y la maltratada previsiblemente muere a manos
de su agresor.
Sin embargo
uno escucha a las autoridades que para no reconocer su propia ineptitud, se
llenan la boca con la palabra “prevención” cuando es la que más ignoran,
desconocen, olvidan y destierran de su manera de actuar, lo que supone una
especie de masivo abandono -lo que es un delito- de su obligación de proteger
vidas y bienes.
Doña
Genoveva, la última vez, tomó un revólver que se supone de su propiedad y entró
a la comisaría con una consigna: o los policías actuaban con los mecanismos que
la ley les impone, o ella se encargaría de desalojar a tiros a los intrusos.
Nadie en la
dependencia policial se ocupó del tema, conteniendo a la anciana y tomando las
medidas de rigor, sino que se entró al escenario del ridículo, haciéndole
pintar los dedos a la nona, secuestrándole el arma, y de lástima dejarla ir a
masticar su bronca, su indignación y su impotencia “gozando” de detención
domiciliaria.
Es patético que
el gobernador, discurseó prometiendo mayor seguridad, una seguridad que a lo
largo de más de dos décadas no nos dieron ni los cordobeses en ese tiempo
pudimos recuperar.
La nona de
San Francisco, por desamparo, es víctima privilegiada.
En Necochea
(aunque sea otra jurisdicción pero parece que el criterio es el mismo) llegaron
siete patrulleros y como 100 policías porque tres mujeres hacían “topless” en
la playa.
La anciana de
San Francisco adelantó que hará justicia por su cuenta.
Seguramente
que para impedirlo sobrarán los uniformes, los funcionarios judiciales y los
códigos.
Parece
mentira -y es una vergüenza- que una viejita de 91 años les haga mover las
cachas.
Ni que
hubiera mostrado una teta …
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