Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
difundido en dúplex por AM580 y la 88.5FM ambas de Radio Universidad de
Córdoba, el 12/05/19
Maravilloso
ejercicio de la libertad
LA DEMOCRACIA DE FIESTA AL EXPRESARSE NUEVAMENTE
¿Por
qué será que tan íntimamente se siente ese bichito que revolotea aquí dentro
del alma, que muchos le llamamos libertad?. Entiendo que la respuesta es
simple, especialmente para tantos argentinos, dentro de los que me incluyo, que
nos tocó padecer a dictadores disfrazados de próceres, a improvisados e
improvisadas a quienes les hicieron creer que eran inteligentes y a hombres de
armas muchos de los cuales optaron por el negro camino del desprecio a la
condición humana y demostraron con su inoperancia y fracaso, que la guerra no
es un juego.
Eso
de sentirnos libres es un síntoma de frescura, de mieles diarias, de hacer lo que
uno quiere mientras se respete la ley, que es el único límite y condicionante
de la libertad porque violentar esos códigos de la convivencia civilizada es
perder esa inigualable condición de sentirnos libres.
Cuánta razón le asistía a Mariano Moreno cuando sostenía que la libertad
de los pueblos no consiste en palabras ni debe existir en los papeles
solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a
la libertad.
Los
argentinos pasamos demasiados años sumidos en las tinieblas que impusieran,
precisamente, los enemigos de la libertad y nos costó demasiada sangre fraterna
recuperarla, pese a lo cual más de una vez dejamos de lado el peligro del
escarmiento y los iluminados que nunca faltan reincidieron en su cometido de vulnerar
a las instituciones, asaltando el poder y ofendiendo a la ciudadanía con su
percudida demagogia sostenida por distintas formas de violencia.
Y
tampoco faltaron las situaciones en que en nombre de la democracia
prevalecieron las componendas y los pactos, para llevarnos a la inseguridad de
una vida institucional llena de parches y remiendos de lo que tanto nos costó
salir magullados, descreídos, ofendidos y humillados.
Por
eso bien vale festejar este día luminoso de urnas, corrillos, pronósticos, festejos
que se organizan, fracasos que se intuyen y todo el movimiento ciudadano que
genera el simple hecho de gozar la libertad de poder elegir, aunque los que
nunca faltan se aprovecharan de muchos factores -entre otros el desconocimiento
de la manera de sufragar- para conseguir beneficios tan espurios como gratuitos, al abusar del asistencialismo
preelectoral, maniobra de las que pocos partidos políticos saldrían indemnes si
ejercitamos con algo de esfuerzo y vergüenza propia, eso que le llamamos memoria.
Hoy
los cordobeses volvimos a votar y en verdad hubiera sido más saludable hacerlo
sin que mediaran, como mediaron, situaciones que debió resolver la Justicia
bajo la sospecha de muchos sectores de la población, que consideraron el
ejercicio de algo así como la obediencia debida, vulnerando aquello que suele
sonar utópico, de la independencia de los poderes.
De
todas maneras, rescatemos el espíritu del acontecimiento cívico, por el sólo
hecho de habernos podido expresar a través del sufragio, lo que sería un
ejercicio de patriotismo si lo que surgiera de las urnas sirviera como cicatrizante
prenda de unión frente a los desencuentros muchas veces enardecidos de
pasiones.
Nos
sintamos patrióticamente felices: hoy los cordobeses hemos cantado otra vez el
himno de la libertad.
Escaso sentido de la oportunidad
LUZ Y FUERZA OPTÓ POR LA INTELIGENCIA
DE POSTERGAR UNA MEDIDA ANTIPÁTICA
Lógico estupor causó en la ciudadanía el anuncio oficial del gremio que
contiene a los trabajadores de nuestra decaída Empresa Provincial de Energía de
Córdoba, al anticipar una medida de fuerza que abarcaría desde el viernes pasado
hasta la medianoche de este domingo, en protesta por los acuerdos a los que
arribaran en su momento las filiales de Villa María y de Rio Cuarto.
Es
entendible que a nadie le resulta simpático que le poden el salario, que le
quiten privilegios aunque hayan sido consagrados por la costumbre o que les
modifique aunque fuera en mínima parte el convenio colectivo de trabajo.
En
ese sentido es para pensar en la justicia de la protesta, aunque incluya la
enorme presión de la falta de energía en un día de elecciones provinciales
porque nunca se sabe cuáles pueden ser los daños colaterales de los paros.
Y por
otra parte la sociedad cordobesa, que paga la energía eléctrica más cara del
país, viene siendo humillada por cortes sorpresivos, salidas de sistema
seguramente por la obsolescencia del material y los daños consecuentes
especialmente en el comercio y en la industria.
En
este sentido hay que tomar en cuenta los perjuicios al ciudadano común que
pierde ante cada corte, que reza que al normalizarse la prestación un golpe de
energía no le queme hasta el magiclick y todo lo que pierde cuando la heladera
y el freezer dejaron de ser efectivos.
Es
cuando también se incrementa el drama de la inseguridad, frente a una
delincuencia y un narcotráfico incontrolables que se benefician con las
tinieblas.
Pero
todo indica que prevaleció el buen criterio y la dirigencia lucifuercista, que
sin dudas anunció el paro presionando así al poder para que respondiera la
demanda en horas, resolvió hacer un paréntesis sin dejar de lado la amenaza de
una paralización de tareas.
Realmente no sé si será para aplaudirlos, pero es bueno que alguna vez
se piense en el respeto que se le debe al usuario, que es un obligado rehén de
los caprichos sindicales y de cualquier otra demanda que se les ocurriera
plantear.
¿Ingleses o guaraníes?
LA
FINAL DE UNA COPA ENTRE
LOS
INVENTORES DEL FÚTBOL
LO QUE
AHORA ESTÁ EN DUDA
Los entendidos o al menos un
buen número de ellos, sostiene que los inventores del fútbol fueron los
ingleses y cuando se habla del más bonito de los deportes, el más comercial y
el de enorme convocatoria tanto de aficionados a practicarlo como de espectadores,
se da por sentada la paternidad británica.
Ocurre que pocos meses atrás en
un pueblo de nuestra hermana provincia de Misiones se presentó el documental
“Los guaraníes inventaron el fútbol”, con la presencia de su realizador, Marcos
Ybáñez y de la historiadora Margarita Miró y ella fue la encargada de
entrevistar al antropólogo Bartomeu Meliá para la producción del trabajo audiovisual, para lo cual Ybañez señaló que
“es la primera película de investigación audiovisual sobre el fútbol y el
aporte de los indígenas guaraníes al deporte mundial”.
Y para mayor sorpresa subrayó que “Se trata
de la historia del juego del Manga Ñembosarái, el juego de la pelota con los
pies o balompié, que en su evolución y reglamentación daría orígen al fútbol,
tal cual como se la conoce hoy. Este juego precolombino, es registrado y
documentado por sacerdotes jesuitas en las reducciones desde 1639. Dos siglos
después este juego es conocido y reglamentado en Inglaterra”, aseguró el
realizador paraguayo.
El asunto es que en la actualidad no es
mucho lo que interesa en cuanto a establecer la verdad acerca de quién fue el
cerebro a quien se le ocurrió “inventar” lo que alcanzaría con el tiempo, a ser
síntesis de emociones, fanatismos, montañas de dinero, motivo de guerra alguna
vez y padre de muchas manifestaciones de la sociedad moderna.
Y poco interesa porque vaya ironía, si no
fueron los ingleses los que realmente inventaron el fútbol, se dieron el gusto
de llegar a las finales de la Copa Europea con dos equipos de la misma
nacionalidad: ambos son ingleses.
Y lo peor, que en el camino y en encuentros
para el infarto y el abuso de la coramina y el consumo de ansiolíticos,
quedaron dos exponentes casi supremos de esta disciplina, que en sus planteles
cuentan con figuras notabilísimas como es el caso de nuestro Leonel Messi,
quien dejó dudas acerca de que si estuvo realmente en la cancha al jugarse la
semifinal en la que su equipo fue humillado con un indiscutible cuatro a cero.
Ahora
con seguridad absoluta, el campeón será inglés, aunque eso de volverse loco por
el caprichoso rodar de un cuero inflado, se hubiera originado en el reino
británico o entre los guaraníes tan cercanos.
Alguna vez se definirá científicamente la
paternidad del más popular de los deportes.
La Megacausa sigue su curso
BUENA OPCIÓN SERÍA ORGANIZAR
UNA ESPECIE DE REGISTROLOGÍA
Pese
a tantos años de conversar y reflexionar sobre la causa del
Registro de la Propiedad de Córdoba, persisten sobrados puntos sin clara explicación.
Aventuramos alguna vez que de sumar a la palabra Registro, el término logos,
que significa conocer algo, podría organizarse una especie de
Registrología, como ciencia que pudiera dar razón de aquello que no se
entiende, no se aclara, no se desentraña, no se busca y no responde al común
sentido en esta causa del Registro.
Podrían ser temas centrales en esta ciencia
el fenómeno de la prisión preventiva convertida en regla, que
posibilitó que el 70 por ciento de los condenados cumplieran pena antes de ser
juzgados.
También los magistrados convertidos en
comisión especial, que con afán encerraron a ordenanzas,
secretarias, empleados comunes, amas de casa, profesores y
trabajadores de sueldo diario y con agilidad esquivaron a
encumbrados denunciados relacionados con el poder en cualquiera de sus
tres versiones.
Podría también esclarecerse la pomposa
referencia a tres mil inmuebles afectados de los que poco se sabe. ¿Quiénes
serán sus dueños o a dónde estarán? Casi no existen querellantes particulares
en la causa y al grueso de los condenados nada les quitaron.
¿Existirá alguna relación con los
patrimonios de funcionarios de la época? Sin duda que tendrá trabajo quien
se dedique a esta ciencia.
En la Biblioteca de Derechos Humanos de la
Universidad de Minnesota la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba puede
leerse como un ejemplo de vulneración de derechos, algo que también marcaron
distintas ONG nacionales.
Incorporar la propuesta podría servir, al
menos, para evitar la continuidad que ahora tienen los papelones que se
perpetran.
Un
libro. Pasado, presente, el “contrato social” y Baradell
CON MILES DE EJEMPLARES
DE SU OBRA
VENDIDOS, LA SRA. DE KIRCHNER LANZÓ
SU VIRTUAL CANDIDATURA PRESIDENCIAL
Con el predio mayor de la Sociedad Rural,
cuna y sostén de la más rancia oligarquía terrateniente argentina y
especialmente de la rica pampa húmeda, odiada por los populismos y repudiada
desde las izquierdas, con algunas limitaciones para el ingreso, la Sra.
Cristina Fernández viuda de Kirchner presentó su obra literaria “Sinceramente”,
lo que significó un virtual lanzamiento a su campaña proselitista para algún
cargo de relevancia en el cercano futuro nacional.
Leído
a los apurones y por párrafos, se advierte en ese vuelo de pájaro la enorme
carga de escondidos rencores, algunas frustraciones, marcadas intenciones de
regreso, enunciación de algunos logros alcanzados -lo que es cierto y parte de
la historia- y otros componentes que una detenida lectura seguramente puede
aportar.
El
marco fue imponente, con decenas de ómnibus en las afueras a donde se habían
trasladado a los militantes de su corriente, en las filas de adelante muchos de
los funcionarios que están libres y varios de los integrantes de la farándula
que acompañaron, en ciertos casos interesadamente, sus presentaciones en
público, que no fueron tantas.
El
periodismo fue espulgado para permitir su limitado ingreso y no lo pasó tan bien
la colega de TN, integrante de Grupo Clarín, quien sufrió empellones, amenazas,
algunos salivazos y otros improperios que en verdad, era lógico que sucedieran
en tal escenario.
Y a
la hora de evaluar someramente los efectos colaterales de la presentación y
algunos otros detalles que la rodearon, se recogió la sensación, escuchando su
discurso de presentación, cuando hace alusión a “un contrato social”, suena
equivalente a más o menos como alquilar una casa y cuando llegas a ocuparla, te
das cuenta que el inquilino anterior se afanó la cocina, el calefón, el
microondas, el timbre y la máquina de cortar el pasto.
Porque tomó con liviandad aquello de la convocatoria a un acuerdo que
garantizara la gobernabilidad y más tarde se definió con rechazar esa postura
que sin embargo, llevó a coincidir a varios de sus ex socios.
Y quedó
la sensación que cuando lo denuncias todo aquello que has notado ya no tienes
porque se lo afanaron, te contesta no tener nada que ver con eso pese a haber
dejado sus huellas digitales por todas partes y que el camino para quedar bien
con los vecinos puede llegar a ser la conciliación, el borrón y la cuenta
nueva.
En
ese caso como en cualquier otra
situación similar, lo mejor es dejar las cosas en manos de la Justicia.
Como
están ahora, ¿vió?
Y si algo faltaba para sumarle hechos anecdóticos a esta producción
literaria de la Sra. Cristina, no podía faltar la intervención de Roberto
Baradell, el curioso personaje que lidera al gremio docente de la provincia de
Buenos Aires. Como para quedar bien con su madrina, adelantó que podría llegar
a pedir que “Sinceramente” fuera de lectura y enseñanza obligatoria en las
escuelas de esa jurisdicción.
Al
enterarme, se me cruzó por la mente un relámpago de memoria, al evocar que a
mediados del siglo pasado un libro que escribiera el periodista español,
valenciano para mayores datos Manuel Enrique Penella da Silva, tuvo un
resonante éxito en nuestro país y entonces, sí, fue texto obligatorio en las
escuelas.
El trabajo literario se llamaba “La razón de mi vida”, llevaba la firma
de la Sra. María Eva Duarte de Perón, cariñosa y fervientemente llamada Evita y
por entonces es para intuir que a nadie se le cruzara por la cabeza que tantos
años después, alguien hiciera suya esa, la razón de su vida.
Vale aclararlo para espantar suspicacias y malos entendidos: esto no es
gorilismo, sino el respeto por la historia y el sano ejercicio de la memoria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será valorado