ES OCASIÓN PARA HACER GERMINAR
LAS SEMILLAS DE TIEMPOS PASADOS
LAS SEMILLAS DE TIEMPOS PASADOS
No son momentos para augurios
de buena suerte, ruegos o promesas frente a una ocasión que se presenta como
inédita e histórica, más allá de las frustraciones y los desencantos del pasado.
Porque aquellos derrapes ayudaron a modificar conductas, actualizar métodos y
encarar el futuro con mayores esperanzas de la necesaria buena fortuna que es
un valioso componente de cualquier emprendimiento.
Es hora de mirar los recuerdos que se atesoran en emblemas como “Wanora” Romero, el “Daniel de los estadios”, Nuccetelli y su fervor, el “Hacha” y Luisito Galván, “Chocolate” Baley, Boccanelli, Reinaldi, Bravo, “Cata” Oviedo, Daniel Valencia y tantos otros que crecieron marcando rumbos.
Hoy es un día crucial y si se tratara de una apelación a la Justicia, bien se
puede sostener -y reclamar- que ha llegado la hora de premiar tanto sacrificio, superar los desplantes portuarios, los desencuentros institucionales, las angustias económicas, los desencantos deportivos y los sombríos panoramas de antaño no tan sólo por enfrentar a un adversario mundialmente famoso, sino también oponerle el pecho a las angustias para sobreponerse a tantas adversidades padecidas.
Se impone entonces pensar en calidad y entrega, pero sobre todo en ansiada y merecida ofrenda a los seguidores, tanto meros simpatizantes como incorregibles fanáticos, por lo que sería oportuno tomar en cuenta que “La suerte no existe. Lo que llamamos suerte no es otra cosa que la forma que la vida tiene de responder al esfuerzo y al sacrificio que acaso se hizo muchos años antes”. (Marañón)
G.F.
Es hora de mirar los recuerdos que se atesoran en emblemas como “Wanora” Romero, el “Daniel de los estadios”, Nuccetelli y su fervor, el “Hacha” y Luisito Galván, “Chocolate” Baley, Boccanelli, Reinaldi, Bravo, “Cata” Oviedo, Daniel Valencia y tantos otros que crecieron marcando rumbos.
Hoy es un día crucial y si se tratara de una apelación a la Justicia, bien se
puede sostener -y reclamar- que ha llegado la hora de premiar tanto sacrificio, superar los desplantes portuarios, los desencuentros institucionales, las angustias económicas, los desencantos deportivos y los sombríos panoramas de antaño no tan sólo por enfrentar a un adversario mundialmente famoso, sino también oponerle el pecho a las angustias para sobreponerse a tantas adversidades padecidas.
Se impone entonces pensar en calidad y entrega, pero sobre todo en ansiada y merecida ofrenda a los seguidores, tanto meros simpatizantes como incorregibles fanáticos, por lo que sería oportuno tomar en cuenta que “La suerte no existe. Lo que llamamos suerte no es otra cosa que la forma que la vida tiene de responder al esfuerzo y al sacrificio que acaso se hizo muchos años antes”. (Marañón)
G.F.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será valorado