18 de diciembre de 2022

S.L.B.: QATAR 2022 PASÓ A SER UN RECUERDO IMBORRABLE - MESSI MERECE SER UN SÍMBOLO PATRIO - FALSO ÍNDICE INFLACIONARIO PARA EVITAR TRES DÍGITOS ANUALES - MEGACAUSA: SIN HIPOCRESÍA HABRÍA JUSTICIA - MILAGRO SALA SE ACOSTUMBRÓ A "LA DOMICILIARIA" – EL CASO CARMONA, OTRA PIEDRA INDESEADA EN LOS ZAPATOS DEL CORDOBESISMO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 757 del 18/12/2022 emitido en dúplex por AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

El vértigo de los relojes
CASI SIN DARNOS CUENTA EL QATAR 2022 HA
PASADO A SER  UN  RECUERDO IMBORRABLE
 
   Realmente los enfermos cardíacos debieran tener prohibido ser espectadores en encuentros tan definitorios como el de hoy en Qatar, por eso de las sorpresas que acontecen en los minutos que uno considera son la antesala del delirio, el reconocimiento y la coronación mundial y por eso nunca hay que festejar por anticipado.
   Por aquello de los nervios y las calmas es que el fútbol es pasión de multitudes y en el lejano emirato, habíamos conseguido ser virtualmente locales al asumir cada compromiso, incluyendo el derrape inicial frente a los saudíes, gente de ellos, que también son árabes y se dieron el placer de inquietarnos seriamente la clasificación, de no mediar nuestra posterior recuperación frente a otros calificados adversarios.
   Pero lo de hoy fue para el abuso de la coramina y de otros ansiolíticos, porque primero llevamos el compromiso con calidad superlativa, manejando la tenencia de la pelota y atacando en cada ocasión que se presentaba propicia, hasta el punto de llegar incluso al abuso del toque sutil, lo que desorientó a los europeos poco acostumbrados a la gambeta extraña, la pisada y otros floreos que mostraron nuestros muchachos, incluyendo esa maravilla visual que fue el segundo gol que marcó “Fideo” después de una jugada excepcional, de puro pizarrón y solidaridad entre todo el equipo.
   Las cosas variaron luego y bueno… suele suceder que no por relajamiento sino por reacción del adversario nos empataron y quedó flotando en el aire esa siempre incierta y temida alternativa del alargue, que pone a prueba el esmero de quienes atienden el estado físico y la amplitud pulmonar de nuestra Selección…
   Pero hasta esa instancia pudimos superar, vinieron 30 minutos infartantes y luego la lotería de los penales, en los que el pibe Dybala se dio el placer de hacer un gol en un mundial y luego la hazaña reiterada de “Dibu” y seguidamente el delirio…
   Es hora de celebrarlo, rendir homenaje a ese joven monstruo de la dirección técnica y el manejo de las estrategias que cabalmente demostró ser Leonel Scalone y para todos los nuestros, que seguramente sufrieron mucho más que nosotros y desde bien cerca, nuestro eterno reconocimiento.
   Es bueno que se vayan acostumbrando a que les digan campeones mundiales…
 
Antes que lo haga la Historia…
MESSI: NO ES LA BANDERA, LA ESCARAPELA  
NI EL ESCUDO, PERO ES UN SÍMBOLO PATRIO
 
   Para esta cuestión puntual dejemos aparte al D10S Diego, porque a veces las comparaciones nos llevan a terrenos irreconciliables con la historia y con la realidad, especialmente a la hora del fanatismo exacerbado por los recuerdos y las nostalgias.
   Los argentinos hemos endiosado a Gardel, a Fangio, a Perón, a  Illia, a Favaloro, a Alfonsín, a “Pichuco” Troilo, a Evita, a Piazzolla y a tantos otros con la particularidad que unos más y otros menos, debieron dejar la vida terrena para transformarse por eso de la magia de ciertos olvidos, en personas ejemplares y tampoco es cuestión de andar revolviendo prontuarios como la mejor manera de evitarnos desencantos.
   Hemos tenido embajadores y cancilleres preclaros, honestos, capaces y también de los otros. Hemos glorificado a San Martín, a Belgrano, a Sarmiento y la memoria colectiva y los libros de la escuela se llenaron de próceres, pero nunca nos dedicamos a reconocer estandartes humanos mientas flameaban entre nosotros, sino que había que esperar que partieran sin regreso y en lo personal debo calificar esas omisiones como absurdas e improcedentes, porque aquellas personas que merecen el honor del homenaje y el reconocimiento deben paladearlos en vida.
   Sin más vueltas y ya terminado como espectáculo maravilloso la Qatar 2022, debiéramos sin más demora declarar a Lionel Messi como uno más de nuestros patrióticos símbolos, sin pretender igualar a la Bandera, la Escarapela, el Himno o el Escudo ni los laureles de los próceres, sino como reconocimiento a sus valores humanos y su innegable condición de representante argentino ante el mundo, basándonos en su personalidad, el respeto por el adversario, su condición de “anti-estrella”, su impecable conducta deportiva, el compañerismo, sentido de familia, la humildad tantas veces demostrada y más que nada, por su tolerancia frente a tantas ofensas que recibe de quienes se sienten víctimas de su íntegra condición de ciudadano y deportista; de aquellos que no soportan “un caño”, la “pisada”, el endiablado manejo de sus piernas cortas hasta para los pases largos, ni la quirúrgica exactitud con la que nos deleita en cada tiro libre.
   No quiero caer al delirio de endiosarlo ni inventar un culto a su persona porque llegaría penosamente tarde en el intento, frente a lo que ya tácitamente existe y hemos podido apreciar que es universal.
  Con nadie ni en el nombre de nadie, nunca se fanatizaron por nosotros en Bangla Desh, en Egipto, en Filipinas, en la milenaria India ni en la mismísima Gran Bretaña. Ninguno de nuestros diplomáticos consiguió el unísono de la admiración que genera ese pibe, que era petiso en Rosario y es un gigante en la Selección con los colores celeste y blanco.  
   En suma, no es necesario que le rindamos honores ni lo glorifiquemos. Tampoco que le proclamemos santidad ni pavadas por el estilo y nos haría contentos entre tanta adversidad e inmerecida chatura, que nos siguiera regalando alegrías y no dejara de ser imprescindible ejemplo para las generaciones de pibes que sueñan con emularlo.
   ¿Pedir que se le tributen homenajes, reconocimientos, veneración y ofrendas?
   No es necesario que lo hagamos porque a todo eso nos lo brinda ampliamente a nosotros con cada pique, cada gambeta, cada esquive, cada uno de sus mensajes a la red, cada ovación y cada gesto de serenidad frente a las agresiones que le perpetran. Puede que sean motivos cargados de generosidad porque son casi unánimes o plenos de ese pernicioso exitismo contra el cual Messi se vacunó desde siempre.
   Han pasado pocos minutos del final del partido con un resultado que tiene el valor agregado de aniquilar las mufas con la alegría que venimos viendo crecer desde días atrás, por sabernos ya ingresados al Paraiso, ese edén que se nos fijara en el alma cuando poco tiempo transcurrió de advertir que desde nuestros colores y no de una lámpara, naciera ese prodigioso genio que tanta alegría nos regala y no tan solo en el triunfo, sino simplemente con que sepamos que sigue siendo protagonista de maravillosos acontecimientos.
   El resultado históricamente trascendente dejó entonces de ser lo de menos, cuando lo mágico para los argentinos será cada vez que recordemos con placer infinito y sensualmente futbolístico haberlo vivido, gozado o padecido.
   No hace falta decretar que Lionel Messi sea considerado un símbolo patrio.
   Silenciosa y humildemente, ya lo es…
 
Aunque el tiempo no se detenga
PARA EVITAR LOS TRES DIGITOS ANUALES EL
ÍNDICE INFLACIONARIO SIGUE SIENDO FALSO
 
   Es entendible la inquietud, el nerviosismo y las ansiedades que se advierten en la cúpula del poder nacional, frente al fracaso hasta ahora, de revertir los números de una inflación que nos viene carcomiendo la economía, el alma y el futuro de los argentinos, con un dólar inmanejable pese a todo lo que se inventa y se improvisa creando nuevas clases de esa moneda como si fuera propia.
   Y una de las maneras más viables y menos onerosa de hacernos creer que vamos por el buen camino, es y ha sido siempre la costumbre de dibujar las estadísticas, cuando la realidad nos viene mostrando otra cara, la de la verdad, que parece no inquietar a quienes mandan y a la vez dicen orientar una recuperación tantas veces prometida aunque luego diluida por el drama que continúa carcomiendo nuestro futuro.
   Sostener, informar y pretender que sea creído, eso del 4,9 por ciento de inflación en noviembre último, es como ansiar e inducirnos a que regresemos a la infancia y volvamos a creer en los Reyes Magos y ya estemos preparando el agua para Melchor, Gaspar y Baltazar y el pastito y la palangana con agua para los camellos.
   Porque si aceptáramos como real esa cifra mentirosa tan alejada de lo cotidiano que tenemos los argentinos para hacer nuestras propias mediciones, nos quedaría la certeza de cuál es la intención de imponer ese 4,9 por ciento que consiga atenuar las elevadas cifras del mes anterior, que por proyección nos llevaba inexorablemente a fijar el índice inflacionario en tres dígitos, o sea superando el 100 por ciento anual.
   Y esa es, en verdad la cifra que aterra a quienes no encuentran la manera de encarar las cosas como para modificarlas porque con sus peleas internas, el festival de acusaciones que protagonizan, las descalificaciones recíprocas, todo esto sumado al descontento nacional y popular los llevan al peligroso terreno del descreimiento y el crecimiento del malestar social, precisamente en un año electoral como será el que se aproxima, coloca a todo el poder en una incómoda situación de tener que asumir, incluso, su responsabilidad directa en la hecatombe.  Y para ellos, tal circunstancia puede llegar a resultarles fatal, en todo sentido, porque ni siquiera una imposible amnistía los haría felices.
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
SI LA HIPOCRESIA  NO  ESTUVIERA  PRESENTE  ES
PARA ASEGURAR QUE SE IMPONDRÍA LA JUSTICIA
 
   Puede decirse que la libertad es el estado de quien no es esclavo, preso, ni sujeto a la voluntad de otros. Dicen los filósofos que es inherente al ser humano, su don más valioso, al punto que la Organización de las Naciones Unidas hace 74 años la consagró como derecho fundamental, sagrado e imprescriptible, haciendo lo propio tiempo después nuestra Constitución Nacional.
   Sin embargo, en Córdoba, se mantiene el reclamo en la causa del Registro de la Propiedad por el atropello sufrido a este sagrado derecho. En efecto, la prisión preventiva sistemática y sostenida, la presunción de culpabilidad, la condena práctica y mediática sin juicio previo, las bolsas de conocidos, amigos, parientes o vecinos, presos y la íntima convicción tapando cualquier bache judicial, arrasaron como tsunami con tan sagrado derecho.
   De poco sirvió que distintas ONG, la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la misma ONU se sorprendieran con lo actuado y dictaminaran que hubo arbitrariedad, porque las lágrimas derramadas, los tiempos robados, las ilusiones arrancadas y las esperanzas pisoteadas no pueden devolverse y los daños sufridos no pueden repararse y lo que agrava ese cuadro enmarcado en la impotencia es que tampoco parece que se lo intente.
   Aunque iluso, justo sería que quienes están a cargo de esta causa se pusieran por un instante en el cuerpo y en el alma de tantos encerrados, tal vez en honor a estos tiempos de Navidad, porque los que juzgan con su íntima convicción de seguro no ignoran las inocencias ajenas y si lo hacen pero no lo aplican, sería una cabal e imperdonable muestra de hipocresía. Porque tan humana y esencial como la libertad, también es la esperanza, sigue firme el pedido a Papá Noel y al dueño de todos los cielos.
 
Ni siquiera AF la puede indultar…
MILAGRO  SALA CERCA DE CUMPLIR SU CONDENA
EN UNA CÁRCEL COMO CUALQUIER DELINCUENTE
 
   “Toda oposición contra el supremo poder legislativo, toda incitación que haga pasar a la acción el descontento de los súbditos, todo levantamiento que estalle en rebelión, es el delito supremo y más punible en una comunidad porque destruye sus fundamentos”., sostenía Immanuel Kant, mientras Cicerón pensaba y comentaba que “La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.”
    Entre nosotros el creador de nuestra Enseña Patria, Manuel Belgrano, supo comentar que  “El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente” y por su parte Jean Jacques Rousseau en más de una ocasión hizo escuchar su parecer afirmando que “La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse”.
   ¿Para qué tanto palabrerío y citas de eminentes personajes de la historia, si lo que se busca es adecuar esas posturas a un hecho que en la historia universal puede quedar sumido en la intrascendencia?.
   La señora Milagro Sala, condenada en Jujuy a 13 años de prisión por corrupta, pena confirmada en el más alto nivel judicial salvo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pretende seguir gozando de la cómoda prisión que continúe siendo domiciliaria.  
   Y sus seguidores pretenden por su cuenta que el presidente Fernández se la conmute, sin saber que no está en sus manos hacerlo ni por decreto, por tratarse de una causa provincial y no federal. De todas maneras, bueno es recordar, en el final de este comentario basado en dichos ajenos, aquella sentencia inapelable de Montesquieu: “La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”.
 
Por supuesto, las culpas son ajenas…
EL CASO DE CARMONA, OTRA PIEDRA EN LOS
ZAPATOS DEL ‘CORDOBESISMO’ EN CAMPAÑA
 
   Se hace imposible, ahora que han estallado los festejos de una alegría que hace años venimos mereciendo los argentinos, no sería ni siquiera de buen gusto abordar un tema tan delicado y sangriento como lo es lo acontecido con el nuevo crímen que perpetrara ese incurable sicópata que es el irredento  Roberto José Carmona, condenado en más de una oportunidad a la prisión perpetua, y con la accesoria de prisión por tiempo indeterminado, la que se le atenuara al quedar establecido por mandato de las leyes, que todo preso debía tener la certeza del día que recuperaría su libertad con un atenuante por lo que se le quitó eso de la prisión sin fecha.
   Un tiempo estrecho le duró la buena conducta por todo lo que estuvo recluido en celdas de aislamiento del resto de la población carcelaria, pasó el motín, trascendió que había dejado entre los presos algunas deudas pendientes, razones por las cuales no eran pocos los que deseaban verlo muerto, y las cosas cambiaron cuando se resolvió, según se supo por cuestiones de seguridad, trasladarlo a otra cárcel fuera de nuestra provincia.
   A todo esto Carmona se había casado legalmente digamos, con papeles y todo, con una señora viuda en el mismo penal y más de uno creyó que la conducta del múltiple criminal entraría a una meseta de calma, lo que no ocurrió y cayó en otros delitos menores por los que recibió nuevas sanciones.
   En lo personal y por conocerlo mejor que cualquiera de los colegas, inclusive de aquellos que aseguran haber conversado con Carmona, tenía la certeza basada científicamente que los individuos dominados por ese mal síquico aparte de ser notoriamente inteligentes, son impredecibles tanto como incurables por su sicopatía que jamás superan.
   Debo confesar un pronóstico que les adelantara tiempo atrás a muchos entendidos en las cuestiones carcelarias, al sostener que como todo ser humano por encima de las dolencias y las taras que lo afectaran, no dejaba de ser un amante de la libertad.
   Y en tal situación, así como los presos en general cuentan detalladamente el tiempo que les resta de encierro, Carmona sin dudas no dejaba de imaginar y maquinar la manera de alcanzar esa ansiada como inmerecida libertad.
   En las próximas horas, una vez que superemos o consigamos asumir la enormidad de la hazaña deportiva, en el blog de este espacio podré aportar detalles impensados en torno de ese capítulo oscuro en la vida de un homicida reincidente y de sus últimas o más recientes andanzas.
   Ya en el libro “Yo, Carmona” de mi autoría y editado por La Voz del Interior pocos años atrás se asomaban algunas de las situaciones que Córdoba plagada de sorpresas, tuviera ocasión de conocer en estas últimas y agitadas horas, en las que el resultado de todo lo acontecido nos lleva a calificar como insólita la situación que viven dos provincias de la misma nación, que se echan recíprocas culpas por la responsabilidad de un sangriento suceso que jamás debió ocurrir.
   Es la moda de los últimos tiempos, en todos los órdenes, de sacarse el lazo optando por echar siempre las culpas en espaldas ajenas.
   Y eso, en el medio de la anticipada y onerosa campaña precomicial encarada por el “cordobesismo” es un grave obstáculo en lo que hace a su esfuerzo, por llevarnos a pensar en eficiencia, dedicación, respeto por las leyes y más que nada, ante la falta de sinceridad de sus mandos en ciertas circunstancias en que se impone asumir responsabilidades.
   Así como se plantean las cosas, si no se aporta claridad, Roberto Carmona seguirá siendo, más que un homicida, un sujeto destinado a no seguir vivo.
   El raid criminal de Carmona -dijo un colega-  causó un terremoto en el Gobierno de Córdoba: el martes, en caliente, mientras ordenaba un minucioso operativo cerrojo para dar con el prófugo, la jefa de la Policía cordobesa, comisario mayor Liliana Zárate Belletti se excusó y dijo que nadie le había notificado de la presencia del reo. 

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