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23 de abril de 2023

S.L.B.: EL POR QUÉ DE UN PROGRAMA REDUCIDO - LOS TRIUNFOS TIENEN MUCHOS PADRES PERO LOS FRACASOS SON HUÉRFANOS - UNA ACTITUD DE SOBERBIA NO APORTA SEGURIDAD NI TRANQUILIDAD - LA MEGACAUSA QUE NO PIERDE ACTUALIDAD - LOS DOCENTES Y UN HOSTIL ESTADO DE CONFLICTO - NO FALTAN LOS MALVADOS EN REACTIVAR EL "CLUB DEL HELICÓPTERO", ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emisión nº 775 del domingo 23 de abril de 2023, difundido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.

 
Nuestra edición de este domingo 
TENER MEDIA HORA MENOS NO ES 
ACHICARSE SINO  SER  GENEROSO
 
  
   Por una determinación superior, esta edición nº 775 de “Síganme los buenos” que desde años atrás se difunde los domingos de 16,30 a 18,30 por la AM580 Radio Universidad, tendrá por este domingo media hora menos de extensión, para dedicar dicho espacio que dejamos liberado, a una transmisión deportiva.
   Este equipo de producción periodística y realización técnica, a lo que sumamos la inclusión de los contenidos en el faceboock esta misma tarde, y como homenaje a la elevada cantidad de lectores que la frecuentan en las redes, asume la obligación ética de pedir disculpas a los anunciantes por tal motivo, que nos fuera comunicado cuando el esquema de SLB ya estaba elaborado, contemplando por supuesto la intervención de los auspiciantes.
   Esperamos que esta situación no pase a ser una costumbre, en homenaje al respeto que merece nuestra creciente audiencia, agradeciéndoles especialmente a los oyentes y a los sostenedores del programa, por su tolerancia y comprensión. 
 
Demasiados dueños de los silencios
ASÍ  COMO  LOS TRIUNFOS  TIENEN  MUCHOS  PADRES
LOS FRACASOS SON  INEVITABLEMENTE  HUÉRFANOS
 
   Sostienen los historiadores seguramente por noticias que circularon siglos atrás, cuando las redes sociales no eran ni siquiera tema para Julio Verne y ahora se lo atribuyen a San Pablo, que “su fin será el que corresponde a sus obras” y la verdad sea dicha, no pude encontrar buscando en mi nutrida biblioteca, una definición más contundente y sobre todo más acorde con la realidad que estamos viviendo los argentinos.
   El conventillo político nacional y sin distinción de colores ni ideologías por más encontradas que sean entre ellas, no creo que atesore en su historia situaciones más enquilombadas, controvertidas, curiosas e inéditas que puedan compararse con lo que estamos viviendo, aun sosteniendo que las pretendidas sorpresas ya no sorprenden a nadie porque en tal aspecto ya estamos curados por la vía del espanto para la mayoría de los argentinos y la resignación para el resto.
   Dentro de todo viene al caso recordar una cita que se me ocurre es de autor anónimo, pero muchas veces me atormentó por la fuerza conceptual que contiene, que en su incomparable cobardía la sociedad de nuestros tiempos opta por legalizar los errores en lugar de combatirlos.
   Las noticias más recientes contienen una velada como tardía confesión de fracaso, especialmente porque sus consecuencias no tienen solución al menos en el breve plazo, con el agravante que su inmodificable proyección a futuro no tan remoto nos augura instancias todavía más difíciles que las que estamos padeciendo.
   Y es cuando nos preguntamos y creo no ser el único que íntimamente se lo plantea, ¿por qué tiempo atrás, cuando vimos recrudecer el mal, desde el poder no lo atacaron, remediaron, atenuaron y peor, lo agravaron? ¿Por qué ese empecinamiento en reincidir en equivocaciones que tanto daño indiscriminado nos siguen haciendo? ¿Por qué no tener la grandeza ni el patriotismo de la honesta y olvidada autocrítica, que impulse a corregir rumbos?.
   Se insistió hasta la demencia política en tropezar con la misma piedra y todo por esa angurria de estar en la cúpula, mal sentado y viendo que desde abajo y desde los costados te están moviendo el sillón aunque la explicación, humana explicación al fin, que la angurria que muchos pretenden disfrazar de sensualidad del poder, no es otra meta que permanecer, atornillarse, perdurar, mantenerse como fuera, porque dentro de todo el componente de asegurarse la impunidad, es tan fuerte que alucina y lleva al empecinamiento suicida.
 Ya está… Ya se sacó la mochila con plomo que le tocó llevar desde que -creo que la Biblia- debió soportar desde su tapa hasta la última página, el peso de la hipocresía de quienes juraron sobre ella sabiendo por experiencia que Dios ni la Patria podrían demandarlos.
   Si la Patria en su sacro concepto es el pueblo, el altar para rezar está en cada urna que defina nuestro destino como Nación.
   Una nación hermosa, generosa, con millones de oportunidades y gente maravillosa y ansiosa para ser  felizmente insuperable, que no merece que ningún aventurero ni sediento de poder la siga esquilmando.
 
El absurdo de negar la cruda realidad
SI LA CÚPULA PECA DE SOBERBIA, POCO AYUDA A LA
SOCIEDAD  QUE  VIVE CADA DÍA MÁS SOBRESALTADA
 
   Desorienta muchas veces advertir en algunos personajes de la conducción política, profesional o de cualquier otro ámbito, esa penosa inclinación hacia la indiferencia, como si negar la realidad fuera aunque más no sea un paliativo a lo que racionalmente reclama desde su intimidad la propia conciencia, y en tal sentido creo que eso de la conciencia es tan opinable e indefinible como la cuadratura del círculo o el sexo de los ángeles.
   Si se hiciera una encuesta seria, documentada y certificada por su calidad, en cuanto a qué sensación tienen o tenemos los cordobeses, acerca de la seguridad que no nos asegura el poder o de las consecuencias que acarrea su virtual inexistencia, nos encontraríamos con una masiva respuesta, que derrumbaría todo lo contrario que desde ese mismo poder somnoliento pretenden inútilmente hacernos creer, para lo cual incluso  dilapidan dineros en propaganda exagerada, que bien pudieran destinar a la aplicación de soluciones, y más en estos delicados tiempos precomiciales.
   Así como un ministro nacional confesó pocos días atrás sin ponerse colorado y luego no se desdijo, que la batalla contra el narcotráfico la había ganado el hampa, más cerca de nosotros nos impactó duramente aunque sin causarnos sorpresa, que la jefa de nuestra policía sostuviera, también sin sonrojarse ni asumir culpas, que la institución azul del cordobesismo no había sido desbordada.
   Señora, por favor… Aparte de ofender la inteligencia de los cordobeses, incurre en un pecado que no es venial, sino de enorme gravedad institucional, que es negar una realidad que a usted la castiga desde adentro en cierta medida, e impíamente desde afuera, cuando la delincuencia se agranda día a día al amparo de la impunidad que le obsequia la falta de prevención, y otras carencias que usted no ignora y estoy seguro que también padece.
   Y no quiero caer al facilismo de evocar ejemplos, mejor dicho pésimos ejemplos, porque nada se gana con una actitud que le recuerde lo que seguramente es inolvidable, como las responsabilidades funcionales en el desgraciado caso del adolescente asesinado por una persona que desde su criterio, no estaba inhabilitada para usar armas, detalles que todavía dependen de la profundización de la causa por parte de la Justicia, desde donde se la calificó con dureza, al dictaminar que fue un caso de violencia institucional, cubierta en su momento hasta llegar al ministerio del área, dique de contención que evitó al menos por ahora, que el tema siguiera su escala ascendente en el poder.
   Las bandas de pirañas operan a su antojo ya en cualquier punto de la ciudad, a plena luz y sólo el accionar de los vecinos y en cierta medida alguna casualidad obtuvieron algunos resultados positivos.
   En uno de esos casos, perpetrado a 50 metros de un puesto policial, ante el reclamo de los afectados a esos efectivos, la respuesta fue que había que llamar un patrullero.
   ¿Entiende usted la desesperación de las víctimas?
   Con el reciente y sangriento asalto a un taxista, quedó demostrado que los controles en los puentes y otros lugares previsibles son sólo para que la gente vea que algo se hace, cuando para nada sirven, lo mismo que la reiterada difusión de fotografías con decenas de coches equipados a full, que parecen sólo preparados para los desfiles, porque poco se los ve después que las fotografías aparecen en los diarios, en la TV y ahora invadiendo onerosamente las redes sociales, transformando esos mensajes en propaganda preelectoral, disfrazados de la obligada difusión de actos de gobierno.
   Los ladrones motorizados han copado la ciudad a cualquier hora; las cámaras obtienen rostros casi de foto carnet y bueno sería saber a cuántos delincuentes de ese estilo de asaltos, muchas veces violentos y con utilización de armas, han sido resueltos, aunque ese sistema se aproveche en sociedad con el municipio multador que más que nunca necesita recaudar.
   Puede que existan razones para sostener que podemos haber llegado al hartazgo encarando con enfermante frecuencia el tema de la inseguridad, y en tal caso les reconozco la razón.
   ¿Pero sabe una cosa, doña?
   Soy un amante de la vida, de la paz, de la tranquilidad de sentirme y sentirnos protegidos por un Estado que cobra por decir que lo hace y fracasa.
   Por pregonar que se ocupa y son otras sus prioridades.
   Por vendernos la falsedad que se desnuda cada día, ¿de qué manera?
   Lo que son las cosas… se desnuda nada menos que leyendo los diarios, escuchando la radio o mirando los noticiarios de la televisión…
   La soberbia es un pecado capital, y no es aconsejable caer en ella al igual que la gula, la lujuria, la ira, la pereza, la avaricia y la envidia…
   Todo esto es para no olvidarlo jamás… jamás.
 
¿Cuántos días de clases se perdieron?
EL CONFLICTO TAN MANOSEADO QUE ENCARAJINA UN
ESCENARIO CON ALUMNOS, LAS VÍCTIMAS INOCENTES
 
   Todos los años, como es obligación y costumbre, desde la autoridad se determinan cuántos serán los días de clases en el ciclo lectivo y al menos es así en el nivel primario de la enseñanza.
   Obviamente quienes asisten a clases dentro de ese segmento son niños de hasta unos 11 o 12 años, plenos de apetitos por aprender, miembros de familias que en muchos casos se sacrifican a veces más allá de sus posibilidades económicas, para satisfacerlos en esa necesidad que los hará útiles a la sociedad y a la Patria en su conjunto.
   Pero cuando desde afuera se observa que los conflictos gremiales se agudizan, se llega a la convicción que los mayormente perjudicados son los alumnos, y por factores indirectos también la familia porque se alteran las costumbres y las obligaciones hogareñas, como por ejemplo las idas y regresos al aula.
   Las conducciones sindicales debieran tomar conciencia del perjuicio que se les ocasiona a los pequeños que resultan inocentes víctimas, lo que es solucionable aplicando otras modalidades de protesta que no signifiquen un menoscabo a los convenios suscriptos ni al aprendizaje y a la concurrencia a clases.
   Pero el Estado, por naturaleza con la obligación de ser protector, debiera ajustar todo lo concerniente a un justo pago a la docencia, pilar fundamental del crecimiento de una nación y salvaguarda del futuro, inclinándose por la justicia en las desparejas retribuciones, y no es por poner siempre en la picota a los funcionarios y legisladores, que nunca dejan de cobrar aunque en el caso de los, llamémosles fabricantes de leyes, su esfuerzo no es para comparar con el que distingue a la vocación docente y su ejercicio.
   Es claro… algunos sostienen mezquinamente que los maestros gozan tres meses de vacaciones, el intervalo de clases en el invierno y algunas otras ventajas que no son tantas… Pero olvidan u omiten que el maestro, la maestra, se llevan trabajo a sus casas, trabajan varias horas al margen de su obligación de asistencia y en la escuela ofician de consejeras de conductas,  mediadoras en diferendos, asesoras en materia de sexo disipando curiosidades de los pre adolescentes y en muchos casos hasta cocineras de sus alumnos.  
   Lo ideal sería que con la menor cantidad posible de días inactivos, concilien posiciones o busquen otros estilos menos traumáticos de llegar a soluciones a las que siempre arriban, pero dejan un tendal de consecuencias.
   Es una simple cuestión de sentido común, inteligencia del poder y amor por la educación y la formación, por lo que cobra mayor fuerza y vigencia eso que sostiene con justa razón que si la educación es cara para el Estado, que se pruebe con la ignorancia.
 
Megacausa del Registro, siempre activa
LA CUESTIÓN DE LAS DECISIONES LLEVA TANTO A
DUDAS COMO A MÁS  QUE  CURIOSAS INSTANCIAS
 
    Puede llegar a ser interesante proponer un debate, en algún foro académico pero fuera de Córdoba, sobre algunos escritos de la causa del Registro de la Propiedad, como por ejemplo el del Juez que reconoce la inexistencia de pruebas en contra de los imputados, aclarando que no hay testimonios en su contra; el que acusó a alguien de apropiarse de un inmueble que era  de su legítima propiedad (por lo que después de juzgarlo y condenarlo se lo devolvieron), aquellos en los que los sospechados nunca pisaron el lugar de los hechos, u otros en los que se formaron bandas con personas que no se conocían.    
   Lo debatible sería que en todos los casos la decisión fue la prisión preventiva y la Real Academia Española define al término “decisión” como una resolución que se toma en una cosa dudosa.
   En el ámbito legal los Códigos y la Constitución regulan con claridad el camino de las resoluciones judiciales, estableciendo para el caso la prohibición de cualquier prisión por las dudas.    
   Por ello, el razonamiento lógico, aún sin ser experto en la materia, no permite entender la decisión de la prisión sistemática dictada aún en ausencia de duda, como tampoco, la decisión de no actuar ante las denuncias contra altos funcionarios, o de no buscar otros culpables si muchos de los encarcelados, y aún condenados, no fueron los enriquecidos con las maniobras.
   Y es claro y fácil de entender que genera gran intriga conocer las causas que motivaron, guiaron, indicaron, solicitaron, etc, etc, a los magistrados actuantes del Poder Judicial, el camino de estas decisiones. 
 
Aquel tanguero sentir del dolor en carne propia
¿SERÁ POSIBLE QUE ALGUNOS MALVADOS REFLOTEN
EL DOLOROSO TEMA DEL “CLUB  DEL HELICÓPTERO”?
 
   Si hay algún dolor político que todavía revuelva el estómago de algunos y las conciencias de otros, es volver la memoria hacia los principios de este siglo y sorprendernos con aquella imagen del helicóptero abandonando el helipuerto de la Casa Rosada con rumbo incierto, con su principal pasajero que era el entonces renunciante Presidente de la Nación, cumpliéndose con lo que la oposición lo trataba de “prescindente”.
   Aunque en realidad, De la Rúa había renunciado ese 20 de diciembre del 2001 a las 19:45 tras cumplir algo así como la mitad de su mandato constitucional, pero acosado por la economía, los gremios peronistas y de la izquierda, parte de sus propios adherentes y el resultado de 9 muertos y decenas de heridos por los disturbios originados en el centro porteño.
   Eso es, si no me equivoco en los recuerdos, parte de la historia que luego la creatividad popular instauró la existencia del “Club del helicóptero” como una especie de símbolo emergente de los fracasos.
   Ahora con una inflación mayor al ciento por ciento interanual que supera incluso a la de Venezuela, proyección de desastre económico, más de 10 dólares distintos, el que se designaba para ahorro cotizando a 450 pesos la unidad, desocupación tan alarmante como escondida, crecimientos exponenciales tanto de la pobreza, el hambre, los subsidios a la vagancia, el colapso de la dignidad del trabajo, la expansión imparable del narcotráfico, la inseguridad apabullante y todos los otros conflictos, es que no faltan aquellos memoriosos que imaginan el resurgimiento de aquel Club del Helicóptero, aunque para el caso actual no bastaría solo con uno, sino con una flota de ellos.
   Por aquellos ayeres, la situación no era tan desesperante como ahora lo es como fruto de la inestabilidad social, las luchas tan internas como despiadadas en las fuerzas políticas y todo esto en un escenario cercano a elecciones presidenciales, de gobernadores y de otras autoridades.
   Roguemos que prevalezca la calma, que los fantasmas que agitan desde ciertas conducciones sindicales se moderen o se dejen de joder, que regrese la concordia que no fue muy pródiga en los argentinos y que alguna vez pensemos con memoria no parcial y grandeza de objetivos más que con apetencias de poder.  
   Y menos, con esos intentos de eternizarse en las cúpulas, después de haber demostrado que ese fracaso que tiempo atrás echaban en cara a quienes gobernaban, también los alcanzó a quienes prometieron la grandeza de la Patria que ahora por falencias propias y parte por una herencia que no fue tan gravosa como las que ahora se deja, estuvimos a punto del estallido.
   Roguemos que no sean necesarios miles de helicópteros…
 

19 de marzo de 2023

S.L.B.: ¿TENEMOS POLÍTICOS IMPROVISADOS? – EL CORDOBESISMO DEBE AGRADECERLE AL CURA OVERLIN POR HABERLO DESPERTADO DE SU MODORRA / YA PASÓ EL MAQUILLAJE Y LA GESTIÓN MUNICIPAL DEBE DEJAR LA PAUSA / A UN PASO DE VENTILARSE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS EN EL CASO BLAS CORREA / MILEI Y SU MENTADO PROGRESO EN LAS ENCUESTAS / D’ELIA CONVERTIDO EN GURÚ AHORA ACONSEJA AL PRESIDENTE / CON LETRA TANGUERA, LA DESPEDIDA.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emisión nº 770 difundida el 19 de marzo der 2023 por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Alto riesgo de ponerse en evidencia
¿TENEMOS POLÍTICOS IMPROVISADOS O SON
ESPECÍMENES SURGIDOS DE LA NECESIDAD?
 
   En cualquier actividad humana son infaltables los casos de cultores de la improvisación y es por eso que solemos encontrarnos con improvisados prestidigitadores, adivinas, desafinados cantantes, falsos médicos que sospechosamente trabajan como tales en dependencias del gobierno, abogados que se dicen y no han pasado de aprobar Derecho Romano, futbolistas mediocres con veleidades de cracks, periodistas que ni siquiera saben escribir malas palabras en las paredes, sanadores egipcios, expertas y expertos en dietas, pero son indisimuladamente gordas o gordos y cientos de otros ejemplos.
   Y como no podían faltar por su sentido del oportunismo o por imperio de propias necesidades, o ante la falta de oferta laboral y escasez de subsidios y otras becas a la vagancia, suelen aparecer de vez en cuando los políticos mediocres en cualquiera o en casi todos los colores del amplio panorama de esa actividad, desde la derecha más recalcitrante, pasando por las variantes centristas, hasta las más peligrosas y agresivas expresiones izquierdosas en este caso con una salvedad: quienes provienen del sector paquete y cuentan con algo de poder se inclinan por instalarse en Puerto Madero y ni siquiera se les cruza por sus cabecitas, irse a la zafra azucarera de Cuba, llorar por el frio siberiano o correr la coneja en Venezuela.
   Hablo en este caso de los que quedan entre nosotros, avanzan hacia sus soñados horizontes y consiguen encaramarse en conducciones envidiables, y ya sin mirar hacia atrás, porque se encontrarían con un paisaje no deseado de carencias y frustraciones.
   Y como la experiencia se demuestra con hechos, viene al caso respetando su juventud -y con un dejo de propia envidia- consignar el nivel actual de un político que gobierna nada menos que la provincia de Buenos Aires, tuvo a su cargo entre otros mandados el manejo de la economía nacional y popular y que, numéricamente hablando, dirige los destinos de una población que supera en número a varios países del orbe.
   Y como el tema en este momento es hablar de la experiencia puntualmente política, viene bien escuchar a Axel Kiciloff, en un fragmento de su mensaje a la asamblea legislativa de su provincia en la apertura de sesiones.
   Y no es una imitación. Es él…
   Lo escuchemos atentamente…

El audio correspondiente a parte de la disertación del gobernador de Buenos Aires en la apertura de sesiones de su Congreso, puede ser consultado buscándolo en la parte superior de la columna ubicada en el costado derecho del blog.
 
Pesado letargo el del cordobesismo
EL GOBIERNO TENDRÍA QUE  AGRADECER AL
CURA  OVERLIN POR HABERLO DESPERTADO
 
   Un viejo y anónimo dicho sostiene que la demora es la forma más mortal de la negación y en miles de circunstancias así queda demostrado precisamente porque sus consecuencias suelen ser letales, hasta el punto que es posible agregar a ese aserto, que parte del ADN argentino radica en la existencia de soluciones pos morten cuando fracasan o no existen acciones preventivas, por ejemplo, en la lucha contra la delincuencia ahora agrandada, desde el momento que un alto ministro nacional reconoció que los narcotraficantes habían ganado la batalla, lo que para colmo y asombro, el presidente de la Nación comentó lacónica y tardíamente “algo tenemos que hacer”.
   Ese fue más o menos el panorama de negación que viene padeciendo, con sus graves y peligrosas consecuencias, un cura que entre sus obras de bien, sostiene una organización que lucha para que los jóvenes de su barrio superen la drogadependencia y se dediquen a tareas solidarias, al deporte y otras actividades.
   Sin embargo es tal el nivel de impunidad que reina especialmente en ese sector de la ciudad, que con dolorosa frecuencia ocurren episodios sangrientos, despojos individuales, asaltos domiciliarios y otros desastres, todos motivados por la inacción policial en materia de prevención, aunque de vez en cuando se secuestren unos gramos de merca a las decenas de vendedores establecidos en el sector.  
   Hasta que las amenazas recrudecieron, contra el cura Overlín, atacaron a balazos su domicilio y todo esto en un marco de ominoso silencio oficial, reconociendo el fracaso de su pobre gestión en materia de combate al tráfico de drogas, que en esa zona de la ciudad puede calificarse como alevoso, a la vista y conocimiento de los impotentes vecinos y con la sugestiva ausencia de control policial, pese a que suele ser costumbre de noche, hacer sobrevolar helicópteros con potentes luces y lo que se consigue es poner en guardia a los narcos, como aviso -quiero suponer que involuntario- de inminentes operativos.
   Frente a la reacción popular de exigir ahora barrio por barrio que las autoridades muevan las cachas, dejen de sacarse tantas fotos para la campaña, mostrando que compran armas, motos y más patrulleros que de poco sirven mientras no se instrumente una auténtica política integral de seguridad, la situación parece calmarse pero es una falsa sensación, porque no se calma un corno, ni un ápice y recrudece, porque el hampa dejó de creer en los anuncios de represalias y se fortalece al amparo de la indemnidad que le regalan.
   Es un papelón institucional que la policía ahora dependa de los cazadores de infractores de tránsito, utilizando las cámaras callejeras de la recaudadora municipal, tan endeudada con la publicidad mediática.
   Muy de a poco, se conocen casos de vecinos que apelan a la única solución que los proteja y es la de armarse, y allí saltan los negadores de la realidad con su mensaje que no es para tal reacción, porque no son ellos las víctimas.
   Sostienen aunque íntimamente no lo crean, que no somos Rosario, pero por favor, que hagan su trabajo sin demoras, discursos ni las promesas de siempre para impedir que en corto plazo lleguemos a lo mismo o peor.
   Puede que ahora se preocupen, porque el año electoral apura su calendario y las ansias de quedarse o de renovarse entre ellos, ha llegado a un nivel cercano a la desesperación.
   Pero nunca tan acentuada ni mortal como la que agobia e injuria a los cordobeses.
   Y agradézcanle al cura Overlín por haberlos despertado de su modorra.
 
Es comprensible: están en campaña
MÁS  ALLÁ DEL MAQUILLAJE, LA GESTIÓN DE
LA INTENDENCIA QUEDÓ TILDADA ‘EN PAUSA’
 
   ¿Qué se hacen cosas en la ciudad? ¡La pucha que se hacen! Un digno y oneroso homenaje a las expectativas de la gente en el más amplio sentido, sobre todo teniendo en cuenta todo lo trascendente que está en juego, entre otros objetivos el de quedarse, una circunstancia que aporta incontables beneficios no tan sólo políticos.
   Siempre nuestra lucha periodística se ha centrado en el respeto por las prioridades, aunque el resultado de esa prédica haya sido una campana de madera.
   Pero ahora, cuando parecen apresurarse las agujas de los relojes por acortar los tiempos, es que aparecen los apuros y las urgencias desatendidas, algunas de  las cuales son irremediables.
   El angostamiento de calles ya está; la instauración del caos vehicular se hizo molesta realidad, la broma de sostener que el transporte de pasajeros es óptimo, el control al servicio de recolección de basura y limpieza de calles que hace agua por los cuatro costados, mientras en tiempos de sequía se derrochaba el agua regando en las plazas que podían esperar, subsisten cuadras y cuadras barriales sin iluminación con el agravante casi cómico que algunas están encendidas, pero de día…
    Y agreguemos otras falencias que si bien son pequeñeces para el poder, significan mucho en cuanto a lo que merecemos los cordobeses con los elevados impuestos que tributamos y basta citar los yuyales de muchos terrenos desocupados, que aunque no lo haga la Muni, al menos que emplace a los propietarios para que cumplan con la ordenanza que les obliga a mantener esos predios, que ahora suelen ser refugio de los pacientes ladrones que esperan el descuido de los vecinos y esos yuyales son una óptima ayuda para los cacos.
   Debo volver al comienzo, recalcando todo lo bueno que se viene haciendo, aunque no es para que exclusivamente se ate los moños de la victoria quien ahora quiere llegar al Gran Rayador de Queso que algunos le llaman El Panal.
   Si realmente se regresara al respeto por las reales prioridades, mucho sería lo que ganaríamos en bienestar y quedaríamos conformes con que nos esquilmen exigiendo puntualidad en los pagos, cuando la verdad sea dicha, las demoras en las que incurren con nosotros, son imperdonables por los millones de mangos que recaudan, y que alguna vez tendrán como destino exclusivo, nuestra felicidad como ciudadanos y contribuyentes.
   Ya terminó la larga sesión de maquillaje y es hora que alguien accione el botón que termine con la pausa.
   Apelo simplemente a una actitud de justicia…
 
Megacausa del Registro aún vigente
CUANDO SE VENTILEN CIERTAS  IRREGULARIDADES
HABRÁ QUE APELAR OTRA VEZ AL LIBRO GUINNESS
 
   La palabra “curioso” surge con gran frecuencia como natural asociación cuando se lee sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, porque entre sus distintas acepciones este vocablo es un adjetivo, que indica que algo llama la atención o despierta interés por su rareza u originalidad.
   Y claro, esta causa llama la atención cuando se leen cifras de casi 70% de imputados en prisión preventiva, renovada al vencer cada plazo, hasta el máximo de tres años. En este contexto, resulta raro conocer que en muchas acusaciones no se establece fecha, lugar, o en qué circunstancias se habría participado de los hechos, no se establecen roles, no se cuenta con testigos, y lo reprochable resulta haber sido compañero de trabajo, vecino, conocido o amigo de otro imputado, estar en la misma oficina, figurar en la agenda de un celular, llevar el auto a determinado mecánico, o dar clases en la misma cátedra de la universidad.
   Es original que los investigadores policiales aporten datos obtenidos de testigos no identificados, quienes, al ser anónimos, no pueden ser confrontados por la defensa.   
   Además, si es necesario agregar algún otro detalle, despierta profundo interés que no se interrogue o investigue a los altos funcionarios de moda y desempeño por aquel momento, o que durante un juicio se haya indicado apagar las cámaras que estaban filmando en el momento en que un testigo mencionó a un poderoso funcionario.
   Y se puede seguir con las dificultades de los defensores para acceder a los expedientes o presentar pruebas, con la contradicción de que la causa es una sola y varias a la vez, como fundamento para mantener los mismos jueces, o comisión especial, con la íntima convicción para justificar condenas y mucho más.
   Pero es de pensar, con peregrina posibilidad de tener éxito, que tantas rarezas y originalidades judiciales, debieran incentivar cuanto menos y siendo mezquinos, alguna investigación.
   De verificarse algunas de ellas, con absoluta certeza e íntima convicción, será necesario otra vez ser parte del libro Guinness de los récords…
 
El silencio pertinaz ya no es sugestivo
¿HAN  ENCRIPTADO LAS RESPONSABILIDADES
POLÍTICAS EN EL CASO DEL CRIMEN DE BLAS?
 
   Realmente, si estamos a pocos días del dictado de sentencia en el caso del crimen que efectivos policiales de Córdoba perpetraran contra un adolescente, con los agravantes que luego hicieron lo posible para encubrirse de tal atrocidad, plantando un arma como si el muchacho hubiera sido el autor de un ataque contra ellos, y nada exigieron para que a la víctima se la atendiera en una clínica privada mientras conservaba un hilo de vida, es para que nos armemos de paciencia alimentada por la expectativa, y sepamos esperar el dictamen técnico de la Justicia.
   Pero mucho fue lo que vino ocurriendo junto al tiempo transcurrido desde el asesinato, pero lo que más indignó y llamó la atención de la sociedad, fue el empecinado y vil silencio en el que se refugiaron las autoridades policiales, con la sospecha popular que se trataba -ese silencio- de una cuestión de obediencia debida por la complejidad del caso, que perjudicaba terriblemente a las autoridades, que ya habían encarado con inútil aunque costosas erogaciones, una campaña precomicial, sobre elecciones que no tenían ni siquiera una remota fecha de realización.
   La Jefa de policía, sindicada según se sostiene como responsable de la presencia y portando un arma, de quien a la postre resultó el asesino, porque ella estaba en su momento a cargo de las selección del personal que pretendía entrar a las filas de la fuerza azul, y el tipo ingresó pese a sus antecedentes, fue el primer escollo para intentar llegar a la verdad por vía de la consecuencia.
   Y como la Sra. Belletti depende de arriba, el mismo empecinado silencio anuló las cuerdas vocales de quien era ministro de Gobierno y Seguridad, el Dr. Mosquera, quien seguramente también y con escaso margen de resolución, no tuvo otra alternativa que silenciarse provocando, vaya ironía, un contagio hacia arriba porque el Sr. Gobernador se encerró mentalmente, desaparecio, y fue el más estruendoso de los silencios lo que pasó a dominar la escena de un drama en el que una mujer, virtualmente sola, se debatía en la tristeza y la impotencia.
   Soledad Laciar tiene aspecto frágil, pero demostró poseer atributos ausentes en muchos de los hombres que tenían la obligación cívica, política y humana de dar la cara y contribuir a la investigación de un caso conmocionante, que pasó a tener en el silencio gubernamental como su principal protagonista.
   Los telones de la impunidad y el engaño uniformado se fueron corriendo y tímidamente apareció la verdad que ahora tiene su centro en los funcionarios allegados al juicio y en los jurados populares, todos sobre quienes recaerá la enorme y patriótica misión de impartir justicia.
   Y en este panorama casi novelesco, aparecieron actitudes que asomaron como altisonantes pero que a su momento adquirieron el calificativo de bobadas, como eso de sostener “que no pienso renunciar” por parte de Mosquera, para en unas horas tener que dimitir pero sin admitir ni reconocer el papelón histórico que le tocó representar, aunque muchos sostienen que fue un acto de lealtad hacia arriba, al oficiar de fusible en este cortocircuito irreparable.
   Soledad Laciar siguió, sigue y seguirá luchando.
   No se calló ni se callará jamás ante nadie y su insistencia en reclamar justicia le confiere una imagen imborrable de luchadora, basada en el amor por su hijo joven, cargado de futuro y de expectativas felices y no del drama que debió padecer por la ignominia de gente deshumanizada que jamás debió vestir la ropa azul de los abnegados, sacrificados y honestos policías que también existen.
   En pocas horas, por fortuna, la comunidad sabrá en realidad quienes nos gobiernan: si son las leyes que se aplican, la Justicia que imparte las condenas, o los silencios que oportunamente se instauran, como siempre, desde arriba hacia abajo.
 
¿Inyección de optimismo precomicial?
HAY DUDAS SOBRE  EL  MENTADO  PROGRESO
DE MILEY EN LAS MÁS RECIENTES ENCUESTAS
 
   ¿Por qué son tan certeros, creativos y desenfadados los cordobeses a la hora de aplicar mote, sobrenombre, apodo o actitudes parecidas que luego se difunden y se generalizan con casos similares?
   Para qué entrar en detalles si hay ejemplos de sobra que han recorrido el mundo y me ha tocado alguna vez advertir que en un lejano país de habla hispana, usaban una de esas creaciones que alguien trasplantó desde estas serranías o pampas hasta esas lejanías. ¿Alguien sería capaz de discutir el acierto de llamar “cara de chofer de autito ‘e lata” a un flaco macilento y poco provisto de masa muscular?
   O que alguien no entienda por qué tildan de “ángel de la guarda de la familia Kennedy” a un tipo que se destacó siempre por lo inútil.
   En este momento, es necesario que haga un paréntesis en el comentario, porque debo referirme seriamente a un caso virtualmente explosivo, que se viene dando, con la manera multiplicada que está cosechando adherentes el libertario Javier Milei, dueño de sólidos principios al menos para él, pero que arrastra a una creciente cantidad de jóvenes enrolados en esa edad de las indefiniciones en materia política o ideológica, que a veces los supera en ansiedad a la duda de casarse, apalomarse, vivir soltero, o dedicarse a pellizcar y luego huir, aparte de todas las otras opciones que suelen presentarse en la vida, al menos en la vida de ellos…
   Es indudable que su crecimiento virtualmente exponencial en las encuestas, revela que Milei lidera esa franja etaria con su estilo descontracturado, casi insolente, apasionado y en definitiva con el distintivo común a todos o a la inmensa mayoría de los políticos aunque no sean antiguos, que es su inclinación por la demagogia.
   Y a su papel lo desempeña a la perfección con el suficiente respaldo monetario, o la insistencia mediática de invitarlo a programas y entrevistas, porque sucede casi lo mismo que ocurría con la “Mole” Moli cuando aquí entre nosotros hizo prevalecer la palabra torpe, hurgarse la nariz o saltar con esa palabreja tan usada por los cordobeses, incluso al saludarnos, que ustedes ya imaginan y que ahora adoptaron los porteños con absoluta naturalidad e impunidad. Milei sigue empecinadamente con lo suyo, fabrica polémicas, insta debates, empuja al intercambio de pareceres no siempre respetuosos, pero bien vale reconocer que no le vá tan mal…
   ¡Uy…! Casi olvido retomar el hilo del comentario, porque volviendo a los apodos, me viene a la mente la palabra de un joven, uno de mis nietos, quien cuando le pregunté por la aparición de Milei, se limitó a decirme ¿ese tipo? Parece un león que lo han traído en moto.
   Los juicios de los jóvenes suelen ser inapelables.
 
¿Habrá sido difundido con seriedad?
D’ELIA ACONSEJÓ AL PRESIDENTE PARA QUE
GANE PUNTOS EN  LA  CARRERA  ELECTORAL
 
   En realidad y como expresión de respeto hacia nuestros oyentes y oyentas, y apelando al lenguaje inclusivo que me resulta aberrante, dañino hacia nuestro rico idioma y expuesto a malos entendidos, el comentario que ahora encaro debiera ser nada más que un epígrafe para una foto, si es que consigo alguna del protagonista que les voy a mencionar.
   Todos conocemos a D’Elía, sus despistes, incoherencias, actos prepotentes e incitaciones a la violencia colectiva, que es de donde sobreviven muchos vivillos, que tomaron precisamente a la violencia como argumento superador del diálogo, del disenso y del posible acuerdo entre seres civilizados que es la manera más placentera de coronar una pacífica convivencia de partes enfrentadas.
   Ya es conocida la molesta aunque a veces negada rivalidad en el seno del oficialismo nacional & popular, los desencuentros que involucran al Sr. Presidente, a Ex Ella, a La Cámpora, a la vocera siempre sonriente, al especialista en “play” y a un montón de otros personajes ligados a las tormentas que vienen generando, internamente, tanto los gobernantes como la oposición.
   En tal escenario, D’Elía fiel a su costumbre, se ubicó en la posición de sacro “gurú” y le aconsejó al Dr. Fernández -al abogado presidente y no al otro que perdió la batalla con los narcotraficantes- que despidiera, que se deshiciera de tres capos de La Cámpora y que con esa acción, treparía al menos 10 puntos en las encuestas…
   Así fue la realidad y ya es parte de la historia…
 
Despedida poética con aire ciudadano
LE TOCA AL TANGUERO ESTEBAN FLORES LA 
RITUAL CEREMONIA DE  AGITAR EL PAÑUELO
 
   La nueva modalidad que incorporamos desde hace cuatro o cinco ediciones de “Síganme los buenos” consiste en despedirnos hasta la semana próxima, con alguna expresión poética y domingo a domingo leemos, buscamos, encontramos y nos enamoramos con algunas creaciones tiernas y contundentes.
   Y el tango no es ninguna excepción a la hora de maravillarnos con la ajustada descripción, digamos, de los tipos humanos que representan a distintos  personajes de la vida cotidiana, no siempre con ternura pero sí con una vehemencia casi salvaje.
   Y en el tango titulado Audacia, con letra de Esteban Flores que han recreado los más renombrados vocalistas rioplatenses, rescatamos la estrofa final de esa pieza cuya música corrió por cuenta de Hugo La Rocca:
 
Te han cambiado. ¡Pobre mina! Si tu Vieja la finada
levantara la cabeza desde el fondo del cajón
y te viera  en esa mano, tan audaz y descocada,
se moría nuevamente de dolor e indignación.
 
Vos, aquella muchachita a quien ella santamente
educó, tan calladita, tan humilde y tan formal;
te han cambiado ¡pobre mina! Te engrupieron tontamente
bullanguera mascarita de un mistongo carnaval.
 
   Agradezco a los oyentes que nos hayan acompañado.
   Estaremos cerca, otra vez, el próximo domingo…


18 de diciembre de 2022

S.L.B.: QATAR 2022 PASÓ A SER UN RECUERDO IMBORRABLE - MESSI MERECE SER UN SÍMBOLO PATRIO - FALSO ÍNDICE INFLACIONARIO PARA EVITAR TRES DÍGITOS ANUALES - MEGACAUSA: SIN HIPOCRESÍA HABRÍA JUSTICIA - MILAGRO SALA SE ACOSTUMBRÓ A "LA DOMICILIARIA" – EL CASO CARMONA, OTRA PIEDRA INDESEADA EN LOS ZAPATOS DEL CORDOBESISMO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 757 del 18/12/2022 emitido en dúplex por AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

El vértigo de los relojes
CASI SIN DARNOS CUENTA EL QATAR 2022 HA
PASADO A SER  UN  RECUERDO IMBORRABLE
 
   Realmente los enfermos cardíacos debieran tener prohibido ser espectadores en encuentros tan definitorios como el de hoy en Qatar, por eso de las sorpresas que acontecen en los minutos que uno considera son la antesala del delirio, el reconocimiento y la coronación mundial y por eso nunca hay que festejar por anticipado.
   Por aquello de los nervios y las calmas es que el fútbol es pasión de multitudes y en el lejano emirato, habíamos conseguido ser virtualmente locales al asumir cada compromiso, incluyendo el derrape inicial frente a los saudíes, gente de ellos, que también son árabes y se dieron el placer de inquietarnos seriamente la clasificación, de no mediar nuestra posterior recuperación frente a otros calificados adversarios.
   Pero lo de hoy fue para el abuso de la coramina y de otros ansiolíticos, porque primero llevamos el compromiso con calidad superlativa, manejando la tenencia de la pelota y atacando en cada ocasión que se presentaba propicia, hasta el punto de llegar incluso al abuso del toque sutil, lo que desorientó a los europeos poco acostumbrados a la gambeta extraña, la pisada y otros floreos que mostraron nuestros muchachos, incluyendo esa maravilla visual que fue el segundo gol que marcó “Fideo” después de una jugada excepcional, de puro pizarrón y solidaridad entre todo el equipo.
   Las cosas variaron luego y bueno… suele suceder que no por relajamiento sino por reacción del adversario nos empataron y quedó flotando en el aire esa siempre incierta y temida alternativa del alargue, que pone a prueba el esmero de quienes atienden el estado físico y la amplitud pulmonar de nuestra Selección…
   Pero hasta esa instancia pudimos superar, vinieron 30 minutos infartantes y luego la lotería de los penales, en los que el pibe Dybala se dio el placer de hacer un gol en un mundial y luego la hazaña reiterada de “Dibu” y seguidamente el delirio…
   Es hora de celebrarlo, rendir homenaje a ese joven monstruo de la dirección técnica y el manejo de las estrategias que cabalmente demostró ser Leonel Scalone y para todos los nuestros, que seguramente sufrieron mucho más que nosotros y desde bien cerca, nuestro eterno reconocimiento.
   Es bueno que se vayan acostumbrando a que les digan campeones mundiales…
 
Antes que lo haga la Historia…
MESSI: NO ES LA BANDERA, LA ESCARAPELA  
NI EL ESCUDO, PERO ES UN SÍMBOLO PATRIO
 
   Para esta cuestión puntual dejemos aparte al D10S Diego, porque a veces las comparaciones nos llevan a terrenos irreconciliables con la historia y con la realidad, especialmente a la hora del fanatismo exacerbado por los recuerdos y las nostalgias.
   Los argentinos hemos endiosado a Gardel, a Fangio, a Perón, a  Illia, a Favaloro, a Alfonsín, a “Pichuco” Troilo, a Evita, a Piazzolla y a tantos otros con la particularidad que unos más y otros menos, debieron dejar la vida terrena para transformarse por eso de la magia de ciertos olvidos, en personas ejemplares y tampoco es cuestión de andar revolviendo prontuarios como la mejor manera de evitarnos desencantos.
   Hemos tenido embajadores y cancilleres preclaros, honestos, capaces y también de los otros. Hemos glorificado a San Martín, a Belgrano, a Sarmiento y la memoria colectiva y los libros de la escuela se llenaron de próceres, pero nunca nos dedicamos a reconocer estandartes humanos mientas flameaban entre nosotros, sino que había que esperar que partieran sin regreso y en lo personal debo calificar esas omisiones como absurdas e improcedentes, porque aquellas personas que merecen el honor del homenaje y el reconocimiento deben paladearlos en vida.
   Sin más vueltas y ya terminado como espectáculo maravilloso la Qatar 2022, debiéramos sin más demora declarar a Lionel Messi como uno más de nuestros patrióticos símbolos, sin pretender igualar a la Bandera, la Escarapela, el Himno o el Escudo ni los laureles de los próceres, sino como reconocimiento a sus valores humanos y su innegable condición de representante argentino ante el mundo, basándonos en su personalidad, el respeto por el adversario, su condición de “anti-estrella”, su impecable conducta deportiva, el compañerismo, sentido de familia, la humildad tantas veces demostrada y más que nada, por su tolerancia frente a tantas ofensas que recibe de quienes se sienten víctimas de su íntegra condición de ciudadano y deportista; de aquellos que no soportan “un caño”, la “pisada”, el endiablado manejo de sus piernas cortas hasta para los pases largos, ni la quirúrgica exactitud con la que nos deleita en cada tiro libre.
   No quiero caer al delirio de endiosarlo ni inventar un culto a su persona porque llegaría penosamente tarde en el intento, frente a lo que ya tácitamente existe y hemos podido apreciar que es universal.
  Con nadie ni en el nombre de nadie, nunca se fanatizaron por nosotros en Bangla Desh, en Egipto, en Filipinas, en la milenaria India ni en la mismísima Gran Bretaña. Ninguno de nuestros diplomáticos consiguió el unísono de la admiración que genera ese pibe, que era petiso en Rosario y es un gigante en la Selección con los colores celeste y blanco.  
   En suma, no es necesario que le rindamos honores ni lo glorifiquemos. Tampoco que le proclamemos santidad ni pavadas por el estilo y nos haría contentos entre tanta adversidad e inmerecida chatura, que nos siguiera regalando alegrías y no dejara de ser imprescindible ejemplo para las generaciones de pibes que sueñan con emularlo.
   ¿Pedir que se le tributen homenajes, reconocimientos, veneración y ofrendas?
   No es necesario que lo hagamos porque a todo eso nos lo brinda ampliamente a nosotros con cada pique, cada gambeta, cada esquive, cada uno de sus mensajes a la red, cada ovación y cada gesto de serenidad frente a las agresiones que le perpetran. Puede que sean motivos cargados de generosidad porque son casi unánimes o plenos de ese pernicioso exitismo contra el cual Messi se vacunó desde siempre.
   Han pasado pocos minutos del final del partido con un resultado que tiene el valor agregado de aniquilar las mufas con la alegría que venimos viendo crecer desde días atrás, por sabernos ya ingresados al Paraiso, ese edén que se nos fijara en el alma cuando poco tiempo transcurrió de advertir que desde nuestros colores y no de una lámpara, naciera ese prodigioso genio que tanta alegría nos regala y no tan solo en el triunfo, sino simplemente con que sepamos que sigue siendo protagonista de maravillosos acontecimientos.
   El resultado históricamente trascendente dejó entonces de ser lo de menos, cuando lo mágico para los argentinos será cada vez que recordemos con placer infinito y sensualmente futbolístico haberlo vivido, gozado o padecido.
   No hace falta decretar que Lionel Messi sea considerado un símbolo patrio.
   Silenciosa y humildemente, ya lo es…
 
Aunque el tiempo no se detenga
PARA EVITAR LOS TRES DIGITOS ANUALES EL
ÍNDICE INFLACIONARIO SIGUE SIENDO FALSO
 
   Es entendible la inquietud, el nerviosismo y las ansiedades que se advierten en la cúpula del poder nacional, frente al fracaso hasta ahora, de revertir los números de una inflación que nos viene carcomiendo la economía, el alma y el futuro de los argentinos, con un dólar inmanejable pese a todo lo que se inventa y se improvisa creando nuevas clases de esa moneda como si fuera propia.
   Y una de las maneras más viables y menos onerosa de hacernos creer que vamos por el buen camino, es y ha sido siempre la costumbre de dibujar las estadísticas, cuando la realidad nos viene mostrando otra cara, la de la verdad, que parece no inquietar a quienes mandan y a la vez dicen orientar una recuperación tantas veces prometida aunque luego diluida por el drama que continúa carcomiendo nuestro futuro.
   Sostener, informar y pretender que sea creído, eso del 4,9 por ciento de inflación en noviembre último, es como ansiar e inducirnos a que regresemos a la infancia y volvamos a creer en los Reyes Magos y ya estemos preparando el agua para Melchor, Gaspar y Baltazar y el pastito y la palangana con agua para los camellos.
   Porque si aceptáramos como real esa cifra mentirosa tan alejada de lo cotidiano que tenemos los argentinos para hacer nuestras propias mediciones, nos quedaría la certeza de cuál es la intención de imponer ese 4,9 por ciento que consiga atenuar las elevadas cifras del mes anterior, que por proyección nos llevaba inexorablemente a fijar el índice inflacionario en tres dígitos, o sea superando el 100 por ciento anual.
   Y esa es, en verdad la cifra que aterra a quienes no encuentran la manera de encarar las cosas como para modificarlas porque con sus peleas internas, el festival de acusaciones que protagonizan, las descalificaciones recíprocas, todo esto sumado al descontento nacional y popular los llevan al peligroso terreno del descreimiento y el crecimiento del malestar social, precisamente en un año electoral como será el que se aproxima, coloca a todo el poder en una incómoda situación de tener que asumir, incluso, su responsabilidad directa en la hecatombe.  Y para ellos, tal circunstancia puede llegar a resultarles fatal, en todo sentido, porque ni siquiera una imposible amnistía los haría felices.
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
SI LA HIPOCRESIA  NO  ESTUVIERA  PRESENTE  ES
PARA ASEGURAR QUE SE IMPONDRÍA LA JUSTICIA
 
   Puede decirse que la libertad es el estado de quien no es esclavo, preso, ni sujeto a la voluntad de otros. Dicen los filósofos que es inherente al ser humano, su don más valioso, al punto que la Organización de las Naciones Unidas hace 74 años la consagró como derecho fundamental, sagrado e imprescriptible, haciendo lo propio tiempo después nuestra Constitución Nacional.
   Sin embargo, en Córdoba, se mantiene el reclamo en la causa del Registro de la Propiedad por el atropello sufrido a este sagrado derecho. En efecto, la prisión preventiva sistemática y sostenida, la presunción de culpabilidad, la condena práctica y mediática sin juicio previo, las bolsas de conocidos, amigos, parientes o vecinos, presos y la íntima convicción tapando cualquier bache judicial, arrasaron como tsunami con tan sagrado derecho.
   De poco sirvió que distintas ONG, la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la misma ONU se sorprendieran con lo actuado y dictaminaran que hubo arbitrariedad, porque las lágrimas derramadas, los tiempos robados, las ilusiones arrancadas y las esperanzas pisoteadas no pueden devolverse y los daños sufridos no pueden repararse y lo que agrava ese cuadro enmarcado en la impotencia es que tampoco parece que se lo intente.
   Aunque iluso, justo sería que quienes están a cargo de esta causa se pusieran por un instante en el cuerpo y en el alma de tantos encerrados, tal vez en honor a estos tiempos de Navidad, porque los que juzgan con su íntima convicción de seguro no ignoran las inocencias ajenas y si lo hacen pero no lo aplican, sería una cabal e imperdonable muestra de hipocresía. Porque tan humana y esencial como la libertad, también es la esperanza, sigue firme el pedido a Papá Noel y al dueño de todos los cielos.
 
Ni siquiera AF la puede indultar…
MILAGRO  SALA CERCA DE CUMPLIR SU CONDENA
EN UNA CÁRCEL COMO CUALQUIER DELINCUENTE
 
   “Toda oposición contra el supremo poder legislativo, toda incitación que haga pasar a la acción el descontento de los súbditos, todo levantamiento que estalle en rebelión, es el delito supremo y más punible en una comunidad porque destruye sus fundamentos”., sostenía Immanuel Kant, mientras Cicerón pensaba y comentaba que “La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.”
    Entre nosotros el creador de nuestra Enseña Patria, Manuel Belgrano, supo comentar que  “El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente” y por su parte Jean Jacques Rousseau en más de una ocasión hizo escuchar su parecer afirmando que “La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse”.
   ¿Para qué tanto palabrerío y citas de eminentes personajes de la historia, si lo que se busca es adecuar esas posturas a un hecho que en la historia universal puede quedar sumido en la intrascendencia?.
   La señora Milagro Sala, condenada en Jujuy a 13 años de prisión por corrupta, pena confirmada en el más alto nivel judicial salvo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pretende seguir gozando de la cómoda prisión que continúe siendo domiciliaria.  
   Y sus seguidores pretenden por su cuenta que el presidente Fernández se la conmute, sin saber que no está en sus manos hacerlo ni por decreto, por tratarse de una causa provincial y no federal. De todas maneras, bueno es recordar, en el final de este comentario basado en dichos ajenos, aquella sentencia inapelable de Montesquieu: “La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”.
 
Por supuesto, las culpas son ajenas…
EL CASO DE CARMONA, OTRA PIEDRA EN LOS
ZAPATOS DEL ‘CORDOBESISMO’ EN CAMPAÑA
 
   Se hace imposible, ahora que han estallado los festejos de una alegría que hace años venimos mereciendo los argentinos, no sería ni siquiera de buen gusto abordar un tema tan delicado y sangriento como lo es lo acontecido con el nuevo crímen que perpetrara ese incurable sicópata que es el irredento  Roberto José Carmona, condenado en más de una oportunidad a la prisión perpetua, y con la accesoria de prisión por tiempo indeterminado, la que se le atenuara al quedar establecido por mandato de las leyes, que todo preso debía tener la certeza del día que recuperaría su libertad con un atenuante por lo que se le quitó eso de la prisión sin fecha.
   Un tiempo estrecho le duró la buena conducta por todo lo que estuvo recluido en celdas de aislamiento del resto de la población carcelaria, pasó el motín, trascendió que había dejado entre los presos algunas deudas pendientes, razones por las cuales no eran pocos los que deseaban verlo muerto, y las cosas cambiaron cuando se resolvió, según se supo por cuestiones de seguridad, trasladarlo a otra cárcel fuera de nuestra provincia.
   A todo esto Carmona se había casado legalmente digamos, con papeles y todo, con una señora viuda en el mismo penal y más de uno creyó que la conducta del múltiple criminal entraría a una meseta de calma, lo que no ocurrió y cayó en otros delitos menores por los que recibió nuevas sanciones.
   En lo personal y por conocerlo mejor que cualquiera de los colegas, inclusive de aquellos que aseguran haber conversado con Carmona, tenía la certeza basada científicamente que los individuos dominados por ese mal síquico aparte de ser notoriamente inteligentes, son impredecibles tanto como incurables por su sicopatía que jamás superan.
   Debo confesar un pronóstico que les adelantara tiempo atrás a muchos entendidos en las cuestiones carcelarias, al sostener que como todo ser humano por encima de las dolencias y las taras que lo afectaran, no dejaba de ser un amante de la libertad.
   Y en tal situación, así como los presos en general cuentan detalladamente el tiempo que les resta de encierro, Carmona sin dudas no dejaba de imaginar y maquinar la manera de alcanzar esa ansiada como inmerecida libertad.
   En las próximas horas, una vez que superemos o consigamos asumir la enormidad de la hazaña deportiva, en el blog de este espacio podré aportar detalles impensados en torno de ese capítulo oscuro en la vida de un homicida reincidente y de sus últimas o más recientes andanzas.
   Ya en el libro “Yo, Carmona” de mi autoría y editado por La Voz del Interior pocos años atrás se asomaban algunas de las situaciones que Córdoba plagada de sorpresas, tuviera ocasión de conocer en estas últimas y agitadas horas, en las que el resultado de todo lo acontecido nos lleva a calificar como insólita la situación que viven dos provincias de la misma nación, que se echan recíprocas culpas por la responsabilidad de un sangriento suceso que jamás debió ocurrir.
   Es la moda de los últimos tiempos, en todos los órdenes, de sacarse el lazo optando por echar siempre las culpas en espaldas ajenas.
   Y eso, en el medio de la anticipada y onerosa campaña precomicial encarada por el “cordobesismo” es un grave obstáculo en lo que hace a su esfuerzo, por llevarnos a pensar en eficiencia, dedicación, respeto por las leyes y más que nada, ante la falta de sinceridad de sus mandos en ciertas circunstancias en que se impone asumir responsabilidades.
   Así como se plantean las cosas, si no se aporta claridad, Roberto Carmona seguirá siendo, más que un homicida, un sujeto destinado a no seguir vivo.
   El raid criminal de Carmona -dijo un colega-  causó un terremoto en el Gobierno de Córdoba: el martes, en caliente, mientras ordenaba un minucioso operativo cerrojo para dar con el prófugo, la jefa de la Policía cordobesa, comisario mayor Liliana Zárate Belletti se excusó y dijo que nadie le había notificado de la presencia del reo.