Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 800 del 15/10/2023 emitido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
NO SOLO EN SU DÍA SINO SIEMPRE ELLA ES UN
CLARO EJEMPLO DE MUJER SIN ALMANAQUES
Por coherencia en mi manera de pensar con la forma de actuar, debo reconocer, que es sencillamente improcedente limitar a un día, el reconocimiento permanente y eterno que merecen las mamás.
Así son las reglas del juego y del consumo, lo que no impide que en materia de homenajes, lo concentremos, si, en un día al año y para comenzarlo, memoria de por medio, recordando el final de unos hermosos versos de Isidoro Blastein.
“Adiós Mamá.
Hasta pronto.
Trázame un sendero con tu voz
y una estela luminosa con tu gesto;
resérvame una gruta de ternura
y guárdame un lugar en tu regazo.
Yo llegaré hasta ti de cuando en cuando
a conversar contigo sentado en las estrellas.”
Un poema que no requiere adhesiones porque ellas vienen desde el fondo de los tiempos y ¿por qué será que teniendo tanto para decir de ella nunca alcanzan las palabras?
Y asimismo nos preguntamos ¿por qué será que el cariño, la admiración, la ternura, el respeto, la lucha, el refugio o el amparo sirvan para sintetizarla como ejemplo?
¿Por qué una caricia, una lágrima, una mirada o un recuerdo basten para que tengamos la certeza casi absoluta y milagrosa de su presencia?
Ella sabe, porque no dudo que así lo siente, que el sacrificio y la entrega son parte vital de su atávica vocación protectora tanto como sabemos, y ella también lo sabe, que a la hora de estar junto a nosotros no existen los enojos, las barreras ni las distancias.
Estuvimos en el más amplio de los sentidos muy dentro de su mundo, nutriéndonos de su generosidad y de sus ansias por tenernos; por vernos nacer.
Es la que nos regala el mágico prodigio de la vida, nos quita los miedos, espanta las sombras si nos abruman, comprende lo incomprensible y ahuyenta nuestras penas.
Nada interesa si es casada, soltera, viuda o divorciada.
Sus méritos como esposa, concubina, arrimada o como le quieran llamar poco importan, porque esa mujer, por encima de cualquier vetusto rótulo convencional que suele aplicar la sociedad, muchas veces con su cuota de hipocresía, es Mamá.
Y si abrumados por la angustia, buscamos un motivo que nos devuelva la alegría de vivir, más que a nosotros, en nosotros la encontramos a ella, así la tengamos o no.
Ese es el insondable sortilegio de su amor, porque con ella tal sentimiento está más allá de lo terrenal; de lo humanamente explicable.
Podemos conocerla o no, pero estoy convencido que aquellos que no la conocen, lo mismo respiran por ella y miran por sus ojos.
Ella, que ha derrotado a los relojes y a los almanaques.
Siempre está y estará allí peleando por nosotros, cuidándonos, guiándonos, llevándonos de su mano.
Ella, la que todo lo perdona, siempre cerca.
En la dicha y en la desgracia; tanto en la risa como en el llanto.
Presente.
Siempre nuestra y nosotros de ella, aunque la intuyamos cerca y no la veamos volver.
Siempre… siempre…
EN SOLO SIETE DÍAS PUEDE QUE LA HISTORIA
NOS SORPRENDA CON CAMBIOS IMPENSADOS
Si analizamos la cuestión, no podemos negar su certeza por eso de vivir apurados, pretendiendo los milagros inmediatos y edulcorados que al menos atemperen los padecimientos que debe soportar la mayoría de los argentinos, porque eso del 40 por ciento de pobreza es una medida mezquina, que no se condice con la diaria realidad, a la que vemos ensañarse más con los menos afortunados.
Se vienen días cruciales, de esperadas definiciones y en la búsqueda de ellas, los políticos de todos los colores e inclinaciones ideológicas, echan mano a los infinitos mecanismos que con su generosidad, con la que tapan las consecuencias, ofrece el compendio de las demagogias.
Queda nada más que una semana y según lo veamos llega en un instante, como que puede demorar una eternidad con la ventaja que los argentinos desde demasiados años, venimos apegados a la esperanza como si no tomáramos conciencia y ejemplo de aquello que pregona que la esperanza misma, deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.
Y somos impacientes porque aún no se ha inventado la vacuna que la cure, salvo el ejercicio de la honestidad del poder que no se apoye en promesas, sino que se esmere por cumplir todo lo que promete aunque veamos con alarma que por lo general en tiempos de campaña asistimos ya no con perplejidad sino con resignación, a que los que prometen salvar al país tuvieron casi una década para hacerlo y poco es lo que se ha conseguido, lo que desnuda la condición de inútiles, que merecen muchos dignatarios que se llenan la boca intentando liberarse de culpas, porque siempre esas culpas son ajenas, en abierta incapacidad para asumir la decencia y los riesgos de la sana autocrítica.
Por todos estos detalles, es bueno insistir en la práctica y la utilización de la memoria, pero una memoria desapasionada y objetiva y no parcial ni aviesamente interesada en desligarse de una realidad que tanto castiga, mientras no son pocos los que aprovechando las ventajas de contar con poder, se transforman en opulentos personajes, que después andan esquivándole el traste a la justicia que intenta vacunarlos contra el delito.
Estamos a una semana, y el país asiste con asombro pese a que pensábamos que ya nada podía sorprendernos, a un festival de acusaciones y descubrimientos de maniobras delictivas oportunamente maquilladas, lo que se suma a las ansias por trascender mediante cualquier mecanismo publicitario, que sostenemos todos los miembros de la sociedad argentina, pensemos como pensemos.
Por todo esto y con el riesgo de pecar de cargoso, tengo el deber cívico de volver a recomendar a la gente que a la hora de ir a votar, junto con el documento de identidad en el bolsillo, no hay que dejar la memoria en casa, porque allí escondida de nada sirve.
Al menos, la usemos como uno de los mecanismos que puede devolvernos la felicidad…
HACE MUCHO TIEMPO QUE LA LOCURA NO SE
MUESTRA ASÍ EN PRECIOS NI EN CARENCIAS
Hablar a partir de los números que se revelan desde el poder, es para la población algo así como caer a las figuras penales del encubrimiento, la complicidad o a la condición de partícipes necesarios de una monumental estafa a la población, en lugar de advertirle a la sociedad que la ola de incrementos no se detiene y tomar cartas en el tema, tratando de controlar de alguna manera a todas las etapas de la comercialización, porque ya penosamente nos hemos acostumbrado que en cada “peaje” desde el productor de la materia prima hasta llegar al consumidor, se agrega una nueva carga, con el agravante que también se le incorpora ese odiado y delictual “por las dudas”.
Venimos penando desde hace unos meses viendo de qué manera se nos burlan, pretendiendo quitarse lo que supongo es el incómodo ropaje de la impotencia frente a cada crisis, que es la consecuencia económica que tanto afecta y desacomoda cualquier presupuesto.
Todo aumentó y en tal sentido se difunden cifras absurdas y mentirosas, como si mintiendo la realidad, las cosas bajaran su precio y los argentinos recobráramos la seguridad de estar protegidos por el poder y por las leyes, lo que hace tiempo dejó de ser una realidad.
Todo aumentó y todavía no se agregó la incidencia de dos elementos fundamentales en la vida: el precio de los combustibles que en cualquier momento supera valores lógicos en tiempos de carencias y peor aún, esa certeza ya comunicada dentro de la actividad panificadora, que el pan desde este lunes o sea mañana y a más tardar el martes, elevaría su precio en todas las especialidades, en alrededor de un 20 por ciento, porcentaje que nada tiene que ver con el incremento aplicado tres o cuatro días atrás.
En suma, otra afrenta que debemos soportar con estoicismo, dejando de lado aquello de la obligación cívica de “llevar diariamente el pan a la mesa de todos los argentinos”.
Por lo que se advierte, de versos jamás estamos cansados y menos aún, resignados, porque si así no lo hiciéramos, cumpliríamos con aquel viejo postulado de Juan Domingo Perón, que “cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento”.
¿NO HAY MANERA DE REMOVER LA
CORRUPCIÓN BUSCANDO JUSTICIA?
En simple matemática la suma de lo que tiene y gasta es muchísimo más de lo que gana. En algunos casos resulta tan evidente que la cuenta podría realizarla cualquier alumno de la escuela primaria.
Esta situación configura un delito contemplado en nuestro Código Penal y es tanta su trascendencia, que en Córdoba se creó hace muchos años un Fuero Anticorrupción para protegernos de estos casos y pese a todas estas ayudas, a que las denuncias han sobrado y fueron señaladas en esta causa, la provincia no produjo, ni produce todavía, investigación alguna sobre la procedencia de bienes de los altos funcionarios del gobierno.
Aunque se ha pretendido presentar a la causa del Registro como ejemplo del accionar anticorrupción, resulta un desatinado intento de justificación, si tenemos en cuenta que el grueso de los imputados son trabajadores comunes, sin fortuna, ni contactos, ni cargos de poder, no muestran incrementos en su patrimonio ni cambios en su estilo de vida y siguen trabajando a diario para mantener a sus familias, desafía al sentido común, pretenderlos culpables de operaciones fraudulentas que involucrarían mucho dinero. En contraposición a la feroz prisión preventiva para éstos, muchos altos funcionarios denunciados en la causa no fueron nunca molestados, resultando invisibles, inimputables, (in)-carcelables, (in)-juzgables, (im)-perseguibles, para el Poder Judicial.
En consecuencia y lamentablemente por cierto, en esta manifiesta y palpable desigualdad, lejos estamos de remover la corrupción y buscar justicia.
MUEVE A RISA PENSAR QUE VENEZUELA TIENE
MENOR INFLACIÓN QUE LA QUE DIBUJAN AQUÍ
Y para colmo, alguna vez nos llegamos a divertir con esa desgracia ajena, pensando que jamás nos tocaría vivir esas situaciones tan traumáticas para el bolsillo, para el alma, y para nuestra condición de habitantes de un país rico, de tierra generosa donde enterrás un palo de escoba que no sea plástico, y seguro que algún brote germina, y si es comestible, mejor todavía.
Por supuesto que a cada situación adversa, los argentinos tenemos la costumbre de oponer alguna disculpa o explicación y es cuando para beneplácito del poder, inventamos alguna gansada como que vendrán tiempos mejores, que nos salvamos con una buena cosecha, que habrá trabajo para todos, que la culpa es de algún gobierno anterior, que los del Fondo Monetario son piratas y usureros, sin tomar en cuenta la usura que nos aplican desde el poder en los tributos y en los servicios mediocres y otras lindezas por el estilo.
Lo malo y negativo, es que con las explicaciones nada conseguimos porque el proceso que llevamos, desgastante y ofensivo para la condición humana, parece que no tiene vuelta a una mejoría, porque ninguna receta ha dado resultado ni tampoco es sustentable ninguna política social porque no alcanza…
Me duele eso de tener que aceptar la burla de tomar como cierto que la inflación del pasado setiembre fue del 12,7 por ciento, según ese organismo estatal y nacional especialista en dibujos y maquillajes.
Alguien, de los tantos funcionarios que son como el bolsillo de atrás, que no sirve ni para rascarse allí, que en los supermercados no cobran entrada, tampoco en las carnicerías y menos en las farmacias y otro tipo de negocios, como los de venta de ropa, para que alguna vez los recorran, lo tomen como una aventura y se den al menos una ducha de realidad.
Resumiendo, estamos en el horno y la mía no es una posición caprichosa ni irreductible, porque en un momento hasta llegué a coincidir con el bueno y creativo de Luisito Barrionuevo, ahora políticamente encumbrado, cuando repetía que “si se dejan de robar por dos años, pasamos al frente”.
No recuerdo ahora, por eso de lo implacable de la edad, a quién o quiénes se refería este buen muchacho, ahora libertario…
NO TAN SÓLO TRIUNFARON, SINO QUE SON UN
IMITABLE EJEMPLO DE ESFUERZO Y HUMILDAD
Pero está visto que sí lo tiene y no entremos en detalles prescindibles como las ansias de los gobernantes por recibir y agasajar a quienes salen campeones de algo, con tal de figurar y otras situaciones igualmente olvidables.
Pero lo que hicieron ayer nuestros Pumas en Francia es para ingresarlo a la antología de los grandes logros, obtenidos sin maniobras extradeportivas u otros factores que suelen ser parte de algunas disciplinas deportivas.
Otra vez los Pumas están al menos entre los cuatro mejores equipos del mundo, objetivo que cuando me tocaba ser jugador y posteriormente comentarista de rugby, nos ubicaba mundialmente allí por los puestos entre el 15 y el 20 si mal no recuerdo.
Lo importante para este caso fue la manera de conseguirlo, hasta ahora, porque restan todavía dos instancias que pueden ser parte de la brillante historia, de superar las semifinales y luchar en la final.
Para quienes no conocen lo que se llama espíritu del rugby, habrán advertido que los escenarios son bastante distintos: conviven las hinchadas de unos y otros en la misma tribuna, si hay alguna rispidez lógica en un deporte de tanto contacto y fuerza, se superan con un apretón de manos y a seguir jugando y al final, los perdedores hacen un camino por cuyo centro desfilan quienes triunfaron en el encuentro. Es un deporte duro, solidario, de elevado compañerismo, con escasos estrellatos, enorme caballerosidad y más que nada respeto por el rival.
Los Pumas, nuestros Pumas en donde milita un buen número de cordobeses, demostraron estar a la altura de los más encumbrados exponentes de este juego apasionante.
Porque más allá de la fuerza, de la sociedad con el compañero cercano y del compañerismo con quienes ocupan puestos más alejados, está esa enorme satisfacción de haber escrito una página gloriosa para el deporte argentino, ahora más valiosa actitud, para que gocemos de una felicidad merecida, en tiempos en que la crisis más fuertemente nos castiga.
Y es también un buen ejemplo, para que lo entiendan quienes practican un deporte con otros objetivos más alejados de lo que es la solidaridad, el compañerismo y la hermandad que se sostiene y alimenta de la amistad.
Habrán notado que el rugby, salvo uno o dos casos en los últimos tiempos, no tiene estrellas.
Y aunque ahora también lo practiquen las mujeres, sólo son muchachos, deportivamente humildes, que se divierten y que a nosotros nos empachan de orgullo…
DESPEDIDA CON UN BRILLANTE PENSAMIENTO
PARA ATESORAR EN UN PRIVILEGIADO RINCÓN
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Gonio agradece: Final de la edición nº 800 de SLB y no
lo olvide: pase lo que pase y cueste lo que cueste,
jamás deje de ser feliz. Como
siempre, agradezco a
Mariela Kusik, a Conrado Vicens, a Sabri Bustos, a la
polifuncional Cele Pereyra y Oji en la posproducción.
Siga en la 580 con la programación prevista y luego a
las 2 Lalo Wainberg y Lita Sued con ‘La voz de la paz’.
Gestión (modestamente): Gonio Ferrari ¡y un equipazo!
Hasta el próximo domingo y
el agradecimiento por
habernos acompañado.
Gonio agradece: Final de la edición nº 800 de SLB y no
lo olvide: pase lo que pase y cueste lo que cueste,
Mariela Kusik, a Conrado Vicens, a Sabri Bustos, a la
polifuncional Cele Pereyra y Oji en la posproducción.
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