4 de febrero de 2024

S.L.B.: NO SON HORAS DE EUFORIAS NI TRIUNFALISMOS SINO DE EVALUACIÓN SIN FANATISMOS – PRECOCIDAD DELICTUAL Y NIÑOS LADRONES – MAL SÍNTOMA ES NEGARSE A SEVEROS CONTROLES – ES IMPERIOSO QUE SE REVEAN ADVERTENCIAS A TURISTAS – MEGACAUSA DEL REGISTRO, SIEMPRE ACTIVA – MEDICAMENTOS ALEJADOS DE LAS POSIBILIDADES DE COMPRA – QUE EL NUEVO ESCENARIO POLITICO NO SE UTILICE PARA CONSAGRACIÓN DE IMPUNIDADES – DESPEDIDA CON SIR WINSTON CHURCHILL, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 816 del domingo 04/02/2024 emitido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.

 
“Primer tiempo” de un match apasionante
NO SON HORAS DE EUFORIA NI TRIUNFALISMO
PERO  SI  PARA  EVALUACION  SIN FANATISMO
 
   Por supuesto que la creatividad popular aconseja no tirar cohetes ni encender fuegos de colores, en el fútbol al menos al final del primer tiempo yendo ganador, porque muchas veces esa euforia se transforma en bronca e impotencia cuando el adversario, aunque lo consiga segundos antes del silbato fatídico, revierta los números y la celebración se ahoga en lágrimas.
   Pocas horas antes y contra la mayoría de los pronósticos de quienes pese a todo aún se autotitulan “entendidos”, se develó la primera incógnita acerca del amplio y variado decreto -mamotreto para muchos, entre otros el fatigado Máximo, ex heredero- que generara el flamante Presidente de la Nación, corriendo el riesgo de una reculada con costas, ya que su tropa propia ni siquiera llegaba al medio centenar, aunque todas las negociaciones, trenzas y acuerdos previos y hasta último momento, le habían aportado una cuota de optimismo.
   El tipo no tiene partido, su plataforma de intenciones mostraba la endeblez de lo improvisado o apresurado y desde su vereda opuesta le restaban toda posibilidad basándose, entre otros detalles, en que ni siquiera había conseguido todos los fiscales de mesa necesarios, en la elección que lo ungió Presidente de la Nación con un amplio porcentaje de los sufragios, frente a un peronismo devaluado y debilitado en sus cimientos, por esa misma aunque renovada juventud que otrora era el sustento generacional del justicialismo, y ahora sucumbió a la novedad que proponía un personaje hasta entonces indefinido, pero que al ser debutante en las ligas mayores de la política no lucía costados atacables ni actitudes censurables por inconductas o deshonestidades.
   El lógico desencanto emergente en las filas del otrora conglomerado nacional y popular, se hizo notar en un amplio espectro de las reacciones, porque las hubo prudentes y analíticas, pero no faltaron esas ya folklóricas actitudes beligerantes y descalificadoras de una victoria parcial, al menos hasta jugado el primer tiempo en el sacro estadio del Congreso Nacional, que posicionaba a los libertarios en la cumbre de un podio cuyos dos escalones menos elevados distaban bastante, y empujaba a los parcialmente victoriosos a frotarse las manos, alentar nuevos proyectos e impulsarlos a trabajar con mayor enjundia para el segundo tiempo de este histórico match en el que el empate es imposible.
   Es mucho lo que falta para descorchar burbujas por un lado y desencantarse en la otra vereda.
   Todavía quedan válidos argumentos para fortalecerse unos y devaluar a sus adversarios y hasta pasado mañana martes, las cosas en general intentarán mantenerse firmes en el delgado hilo del medio, allí donde un gramo rompe el equilibrio y derrumba ilusiones o un voto, solamente un voto, que puede definir alegrías y festejos para un sector y pesares y búsqueda de explicaciones para quienes resultan derrotados.
   Se impone entonces un retorno a la mesura, el respeto cívico entre sectores que no debieran ser enemigos, sino simplemente adversarios en esta universal religión de los pueblos libres que se llama democracia.
   Bien vale como corolario a esta posición de prudencia frente a la realidad, tomar en cuenta una verdad que tiempo atrás divulgara un inglés que algo sabía de luchas tanto políticas como de guerras: supo decir que “Un fanático es alguien que no puede cambiar de mentalidad y no quiere cambiar de tema”, y lo sostuvo sin dejar su sonrisa enigmática, y sin que se le cayera el puro de su sabia boca, Sir Winston Churchill.
  Dirán que era inglés, que era de tierra de históricos piratas, pero no se puede negar que su sabiduría, supera la oscuridad de su prontuario.
 
Ya saltó a la luz la precocidad delictual
CON LA DELINCUENCIA INFANTIL YA ESTAMOS
DESCENDIENDO A INÉDITAS  PROFUNDIDADES
 
   Para el tema que merece ahora un comentario especial, viene como anillo al dedo una valiosa afirmación del desaparecido Jorge Luis Borges, quien sostenía que “todos somos geniales hasta los siete u ocho años; después el niño trata de parecerse a los otros, busca la mediocridad y lo logra en casi todos los casos”, un dicho que divulgara pese a no estar del todo de acuerdo con los chinos, sostenedores de una de sus verdades sintetizadas en que un gran hombre es aquel que no ha perdido la inocencia y el candor de su infancia.
   En las comunidades donde la crisis es la preocupación diaria junto a lo materialmente ausente, como suelen ser la alimentación, la educación, la asistencia médica, la ropa, la diversión o el amor de sus mayores, esos pequeños que maduran de prepo, que se hacen precozmente adultos, suelen crecer de tan abrupta manera, que es como si algunos preceptos, por esa misma dinámica, van quedando de lado como por ejemplo el respeto hacia lo ajeno, el cumplimiento de leyes y preceptos y otros valores propios, que van quedando marginados por ese implacable avance de la realidad por encima del entendimiento, en esos años en que se forma la personalidad del individuo e incorpora -o no- los valores esenciales para vivir en sociedad.
   El abandono por parte de sus mayores suele ser otro de los factores que llevan a esos niños a la marginalidad, alimentada por su creciente frustración ante un consumismo del que por pobreza en todo sentido no pueden abrazar, como lo ven en otros individuos de la misma edad pero económicamente encumbrados.
   Esa situación de vida, sumada a la temprana incursión en el consumo de sustancias prohibidas, es lo que alimenta la casi inevitable incursión en la actividad delictiva, todo sumado a la pasividad del poder, en controlar esos lógicos y previsibles brotes de ilegalidad, que ha sido en estos últimos días la explicación que procuramos encontrar para entender esa temeraria y casi inédita actitud de un grupo de cuatro o cinco niños menores de 10 años que a las cuatro de la mañana -escúche bien-  4 de la madrugada se aliaron para violentar la puerta de un edificio seguramente con ansias de robo y levantaron la persiana de una cochera con idénticos propósitos y no por mera curiosidad.
   ¿Se preocupa o no por esa franja etaria el Estado protector?  ¿Esas criaturas son todas huérfanas, lanzadas a lo que para ellos puede ser una aventura basada en su propia marginalidad, a sabiendas de su impunidad por su condición de menores?
   ¿Son dirigidos acaso por sus mayores, que también saben que a lo sumo se los tendrán unos días internados en lo que se llamaban reformatorios, pero donde al menos reciben desayuno, aseo y un par de comidas diarias?
   Es mucho lo que tenemos como obligación de preguntarnos y si las respuestas no son las que esperamos, es para asegurar que se trata de menores abandonados a su suerte, que comienzan con los palotes del delito, se perfeccionan en los encierros tempranos y finalmente pasan a ser un numero de prontuario y material estadístico en cuanto al ingreso y el crecimiento de la delincuencia.
   Le pongamos el nombre que se nos ocurra, pero es un pecado de lesa humanidad confirmar que son una penosa parte de la actitud abandónica de familias acosados por la indigencia y bien vendría entonces, que a la luz de lastimosos ejemplos como lo que aconteciera no tan solo en Cofico sino en cualquier otro barrio de Córdoba, las autoridades se preocuparan por asistirlos tempranamente para abortar esa vocación por el delito que la indiferencia ciudadana les impone.
   Hacer obra no es tan solo ocuparse de caminos y puentes, sino preocuparse y atender a todas las miserias humanas que caen en el olvido, por la simple razón que su remedio no aporta votos ni notoriedad.
   Para colmo, esos pibes ni siquiera votan…
 
Un tema de limpieza en la gestión…
ES UN MAL SÍNTOMA NEGARSE  A QUE EXISTA
SEVERO  CONTROL EN CUALQUIER ACTIVIDAD
 

   Tengo entendido que en cualquier dependencia donde se maneja poder, influencias o dinero o todos estos factores juntos, siempre existen mecanismos de control para asegurarse la honestidad del tramiterío, solucionar los casos conflictivos o corregir falencias o errores que se pudieran registrar en tales gestiones, especialmente cuando se trata de organismos estatales.
   Por lo general para esos menesteres existen los tribunales de cuentas, que en la mayoría de los casos están dirigidos por las corrientes opositoras a la corriente política oficialista, para asegurarse mayor transparencia y evitar componendas o situaciones enojosas que deriven en situaciones que adquieran mayor gravedad.
   Y es de ley, al menos suponer, que aquellos funcionarios que tienen la plena seguridad y la certeza que las cosas se hacen correctamente, sin privilegiados ni amiguismos y que por cuerda separada no se mueve ni un centavo, lo peor que harían sería inmiscuirse en ese cometido tan sensible que se presta para más de una errónea interpretación, intentando ser controles de los controladores, lo que suena ridículo e improcedente.
   Algo más o menos como lo que se quiere evitar con este análisis, es lo que estaría sucediendo en una dependencia municipal, encargada nada menos que de la habilitación de comercios y las variadas actividades nocturnas sujetas a reglamentaciones estrictas, como lo son por ejemplo las limitaciones a la presencia de menores, la venta de bebidas alcohólicas a quienes no tienen edad para consumirlas, al nivel del sonido que pueda vulnerar la tolerancia acústica y otros detalles que hacen a esa responsabilidad, como elemental si queremos vivir apegados al respeto dentro de la sociedad cordobesa.
   El problema radica en que la planteada protesta por los eventuales controles que se deben implementar para el cumplimiento de limitaciones beneficiosas para el vecindario y el público en general, proviene de un sector cuya participación humana en el contralor poco tiene que ver o al menos intervenir en su cumplimiento, como es el sector sindical que está para otras funciones e inquietudes y no entrometerse en lo funcional que está a cargo de las autoridades municipales.
   Se supone que desde la conducción comunal no existen sospechas de malos desempeños ni erradas políticas de aplicación de las ordenanzas respectivas, por cuya razón ese cuestionamiento al control sobre el cumplimiento de dicha tarea, bien puede ser considerada como improcedente.
   Quien está seguro de su honestidad laboral no debiera oponerse a que se cumpla esa obligación del contralor, porque se realiza ajustada a la ley y en beneficio del contribuyente, que es el principal sostenedor del sistema.
   Nadie, estando limpio, debe quejarse si les controlan el largo de las uñas o la higiene de sus manos…
 
Turismo y actividades en lagos y ríos
LAS ÚLTIMAS DESGRACIAS  IMPONEN, AUNQUE
TARDÍAMENTE, MAYOR ATENCIÓN PREVENTIVA
 
   Nos llena de dolor advertir que a medida que transcurren los años, es una impresión personal o estamos apegados a las estadísticas, lo tengo en duda, pero la realidad es que muere demasiada gente especialmente en la temporada veraniega cuando nuestros lagos y ríos son la delicia de los nativos y de los visitantes que gozan del paseo y del descanso.
   Es cierto que uno de los principales componentes de cada tragedia es la imprudencia, el confiarse demasiado, el desconocimiento de los cursos de agua, la audacia suicida de utilizar botes, lanchas, motos de agua, kayac´s o lo que fuere, confiados en una habilidad cuestionable, sin calzarse chaleco salvavidas aunque sea experto nadador y sin tomar en cuenta las básicas previsiones que es necesario adoptar para estos días de vacaciones.
   En las serranías cordobesas existen incontables balnearios con playas o sin ellas; piletones construidos aprovechando ríos, profundidades, cascadas y paisajes maravillosos que los turistas colman con sus sombrillas, carpas u otros tipos de protección del sol que suele ser implacable.
   Por lo general en esos sitios tan atractivos se han establecido sectores demarcados o no, para el estacionamiento vehicular mediante el pago de una suma determinada por hora o por día, lo que es una interesante fuente de recursos para el municipio de la jurisdicción.
   Se supone que como homenaje a la seguridad que el visitante y el nativo merecen en cada uno de esos lugares, existe una señalización de los peligros que puedan ser tomados en cuenta y avezados bañeros para intervenir en casos de emergencia, pero no en todas partes se toman con seriedad dichos cometidos y el visitante ignorante de los peligros que corre, se entrega a la tragedia que por lo general es irreparable.
   Lo acaecido con una niña de 9 años succionada por un escondido conducto en un rio, es el más reciente de los dolorosos ejemplos, que ha lanzado como si hiciera falta, un severo llamado de atención mientras la comuna lugareña se esmera en intentar zafar de su responsabilidad de no tener cartelería de advertencia, en lugares de tamaño riesgo para quienes se aventuran a enfrentar lo desconocido que mal consideran como seguro.
   Sin darle más vueltas a esta penosa cuestión, es asimismo un llamado de atención para las autoridades del sector Turismo de la Provincia, que dispone de partidas dinerarias para promocionar las bondades de nuestros paisajes, la hospitalidad de los cordobeses y la garantía de un buen pasar, que sacrifique parte de su imagen y destine fondos para que cada balneario o sitio de cita para visitantes, cuente con la cartelería necesaria en la advertencia de peligros.
   Debe poner en la balanza, ese organismo promocional, el costo que implica cada búsqueda de los accidentados, que significa sumas mayores que todo lo que puede demandarle cumplir con una premisa poco frecuente entre nosotros, que es la prevención, situación que las fuerzas de seguridad no alcanzan a superar.
   Debemos tener la inteligencia, como cordobeses, de hacer tan grata como segura y cubierta de eventuales tragedias, cualquier diseño de vacaciones que elaboren desde todo el país y desde otras diversas lejanías, quienes se sentirán cuidados aquí, para después volver.
   Porque el turista que lo pasa mal o advierte que no lo cuidan, es turista que nunca regresa y busca otros horizontes y el cordobesismo no puede resignarse a desperdiciar sus atractivos…
 
Megacausa Registro de la Propiedad
LLEVA DEMASIADOS AÑOS EL RECLAMO SOBRE
APLICACIÓN ABUSIVA  DE  PRISIÓN PREVENTIVA
 
   Fieles a la enseñanza de nuestro diccionario, como siempre al menos intentamos serlo, informar significa hacer que alguien se entere de algo que desconoce. Una publicación de hace un tiempo sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba destacó el centenar de condenados, mencionando abogados, escribanos, martilleros, empresarios, comerciantes y un ex director.
   Relataba también el informe mediático que en el primer juicio un imputado en la causa acusó a un ex gobernador y a sus ministros de haber participado en las maniobras, aunque no aclaraba qué había hecho el Poder Judicial cordobés con semejante declaración. 
   El informe al que estoy haciendo referencia omite detalles nada banales, como que el grueso de los condenados son trabajadores comunes, ajenos a cualquier cargo jerárquico, carentes de fortuna y/o poder, y no menciona, ni tan sólo una vez, la prisión preventiva que fue sistemática en la causa ni tampoco aclara que el 70 por ciento de los condenados cumplieron la pena de manera anticipada, llegando al juicio con la condena ya cumplida.
   No cuenta que tal situación -vale recordarlo- mereció la desaprobación de Pérez Esquivel, del Centro de Estudios Legales y Sociales; de los Colegios de Abogados, de la Organización de las Naciones Unidas y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quienes coincidieron en que la prisión era arbitraria, indicándole al Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ajustarse a las leyes. 
   Realmente preocupa la “des-información” que puede quedar en la cabeza de alguien que desconociendo el tema, escuche o lea este comentario, porque si respetando la inocencia puede conjeturarse que al autor le faltan conocimientos, igualmente es inadmisible en un medio periodístico, y más que inmerecido para los lectores. 
  
¿Por la inflación o siniestras angurrias?
EL DRAMA FAMILIAR FRENTE A LA CONDICIÓN DE
INACCESIBLES QUE TIENEN LOS MEDICAMENTOS
 
   Uno en la vida puede sacrificarse a distanciar  la frecuencia de los asados, el agasajo a los amigos, el “Fernando” en lugar de 70/30 que sea 10 de fernet, 20 de coca y el resto de agua: asimismo a que las vacaciones sean de menos días, a fumar menos, a caminar más intensamente por el barrio buscando el negocio barato, a utilizar el bondi o el trole para evitar el gasto de nafta, los precios enloquecidos de las playas para estacionar, atrasarse en el pago del seguro porque el coche está guardado, a reducir las salidas a cenar y mil otros gastos medianamente manejables dentro del presupuesto y la delgadez salarial.
   Estamos de acuerdo en esto, tengo la plena certeza, aunque hay un detalle en el que ahorrar o pijotear gastos nos lleva a la decrepitud o al agravamiento de nuestra salud, y me estoy refiriendo a la compra de medicamentos, que para los argentinos ha pasado a ser dentro de su condición de remedios como les llaman aunque a veces son peores que la enfermedad, absolutamente condicionados a las existencias dinerarias de cada hogar.
   El tema no radica en revolear números y acusar a cada una de las etapas de comercialización de los fármacos, pero en estos últimos tiempos, son los productos que más han aumentado sus precios y uno se queda con la impresión avalada por la realidad, que somos todos rehenes al servicio y garantía de inevitable desembolso, desde los laboratorios hasta el boticario -así les decíamos los antiguos a los farmacéuticos- que intervienen en las distintas etapas de comercialización desde las aspirinas hasta los medicamentos oncológicos, y eso es una barbaridad, humanamente hablando.
   Hago un paréntesis para preguntarme y preguntar, por qué un remedio equis, inyectable “Pirulo” le llamemos, fabricado en Argentina, en Chile cuesta poquito más de la mitad que aquí y no encuentro a nadie que me lo pueda explicar racionalmente, y no desde el punto de vista de los costos de exportación, de la aduana, del transporte, de los márgenes, de la publicidad, y de otros cargos que se amontonan en cada producto. En pocas palabras, necesito una explicación racional, no política ni técnica, sino creíble y aceptable.
   Más allá de todas las elucubraciones, análisis, evaluaciones de las tasas de interés, de los valores de nuestra decadente moneda, alguien por favor que me diga aunque pretenda que le crea, por qué razón ocurre eso con los medicamentos en un país rico según dicen, que produce todo lo que necesitamos hasta el punto que exporta sus excedentes, ¿para qué? me pregunto, y después afuera lo venden más barato que a nosotros aquí en nuestro suelo.
   Para colmo las mutuales que así les llaman sin ser enteramente así, poco a poco van restringiendo servicios y cobertura de medicamentos, salvo ese patriótico ejemplo de Anses que al menos provee de medicamentos sin cargo a los jubilados de su dependencia, entre los que sin dudas se encuentran los nutritivos específicos, porque con el sueldo mensual que reciben, DOS jubilados nacionales no alcanzan a ser UN pobre.
   Roguemos que quienes tomen el timón de este barco casi a la deriva, tengan en cuenta ese detalle tan sensible para nuestros hermanos argentinos, que tendríamos que programar excursiones a Chile, entre muchos, para abaratar costos comprando allí los medicamentos que fabricamos nosotros.
   Eso suenas ridículo, pero una verdad que forma parte de todas nuestras angustias…
 
No cabe eso de “borrón y cuenta nueva”…
QUE EL NUEVO  ESCENARIO POLÍTICO NO DILUYA
LAS ACCIONES CONTRA QUIENES DELINQUIERON
 
    Los tiempos se vienen amontonando y pasan como si ahora el día tuviera menos de 20 horas, el mes fuera de 15 días y la semana cambiara casi de un día para otro, lo que se agrava por la condición de bisiesto de este 2024 que ya perdió formalmente más de un mes y sin que nos diéramos cuenta, como tampoco -para muchos- que el Presidente de la Nación, su gabinete ministerial y otros altos funcionarios llevan escasamente poco más de medio centenar de días en sus puestos.
   Todo viene sucediendo vertiginosamente incluyendo los enfrentamientos, los reiterados daños perpetrados contra el patrimonio de todos que son las plazas, calles y avenidas, la quema de contenedores, los ataques a fuerzas de seguridad, la detención de un capo narco que curiosamente vino a parar a Córdoba, como tampoco sabemos qué fue lo que ofició de atractivo –digamos turístico- para que uno de los principales traficantes de armas del mundo buscara refugio entre nosotros, viviendo en un chalet de lujo con su compañera ex modelo y una que otra chequera, y el procedimiento que realizaron la fuerzas nacionales sin avisarle una palabra a la policía cordobesa (¿por qué será ese silencio? y es lo que la gente se pregunta).
   Que este ministro dijo tal cosa, que un legislador opuesto le contestó otra cosa, que se pelean los de un mismo palo, que unos descalifican a otros y viceversa, que nadie se hace cargo de las consecuencias que sobrevendrán con el alocado aumento de todos los precios frente a la inmovilidad salarial; que los  porteños bufan porque aumentó el precio del viaje en subte que en parte se lo pagábamos nosotros, y otras lindezas que en la realidad, son eficaces distractivos para otras inquietudes que nos vienen atormentando desde tiempo atrás y ¿cuál es la principal?
   Se me ocurre, si hiciera una encuesta entre gente medianamente memoriosa, que esa mayoría se inclinaría por conocer los motivos por los cuales han quedado enyesadas, paralizadas, inmovilizadas, todas las causas iniciadas contra personajes que estuvieron involucrados en hechos de corrupción en los últimos años, de cualquier filiación política.
   Hasta allí la inquietud, porque la verdad sea dicha, eso de reimplantar aquella frase algo mentirosa de “borrón y cuenta nueva” suena a firma real o virtual de un mecanismo que lleve al olvido o a las prescripciones, una salida tan falsa como aquello tan viejo de “no hay vencedores ni vencidos”.
   Para los cuentos de clima bélico y memorias brevísimas, eso puede sonar a música celestial, pero para quienes no toleramos ningún grado de impunidad, no deja de ser una terrible e hijaputesca manera de consagrarla.
   Me encantaría, de verdad, estar equivocado…
 
A la hora de nuestra despedida…
SIR WINSTON CHURCHILL Y UN CONSEJO PARA
QUE  ASUMAN Y AGRADEZCAN  LOS POLÍTICOS

                 Ahora para la  despedida, un aislado párrafo de quien se

erigiera en principal protagonista  a  la  hora de la paz tras

la  Segunda  Guerra  Mundial, Sir  Winston  Churchill: “La

democracia es la necesidad  de  doblegarse de  vez en

cuando a las opiniones de los demás”. Los políticos de

estas latitudes debieran tomarla  como frase de cabecera.

Gonio  agradece:  Final  de  la edición 816 de SLB y

nunca lo olvide: Pase lo que pase y cueste lo que cueste,

jamás  deje  de  ser  feliz.  El  justo  agradecimiento  a mi

locutora  Mariela  Kusik, a  la joven  operadora  Patricia

Quaglia, a la colega redactora Sabrina Bustos, también

a  la  polifuncional  Celeste  Pereyra  y  a  Ojimiel  en  la

dura tarea de la posproducción. Siga firme en  la  AM580

con  la mejor programación.  La gestión en  Síganme los

buenos, modestamente, ¡Gonio Ferrari y un  equipazo!

Volveremos a encontrarnos  en  una semana con nuestro

cometido  de  estar  junto a la gente, objetivo agregado al

compromiso y la firme dedicación de siempre.Y será para

nosotros el placer de estar juntos, como hace ya 15 años.

              

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