Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari
emitidos en su programa “Síganme los buenos” del domingo 15-06-14 por AM580
Radio Universidad de Córdoba.
SALUDO DE APERTURA
No es
necesario establecer un día para agasajar al padre.
Igual que para la madre, los hermanos, la
novia, los abuelos, la suegra, los amigos, la patria, el club…
En el caso del padre, lo mejor es respetarlo
cuando se lo tiene o evocarlo e imitarlo, si fue bueno y nos dejó.
Es cierto.
Cualquier día puede ser el Día del Padre.
Pero le cambio el almanaque entero por ese
instante único y sorprendente, cuando tu hijo, tu hija, por primera vez te dice
papá.
EL
DIA DEL PADRE
No hagamos de la paternidad una simple
cuestión de números, pero si encaramos para ese lado, veamos un caso
emblemático, aunque no sé si es imitable.
Un fornido granjero ruso, Igor Vassilet, le
produjo a su esposa -además era la única mujer que habitaba por esas lejanías
allá por 1816- nada menos que 27 embarazos:16 fueron de mellizos, 7 de
trillizos y 4 de cuatrillizos, para llegar a una descendencia de 69 hijos.
¡Lo que cobraría en planes si hubiera sido
argentino!
La señora rusa estuvo embarazada 20 años y 3
meses de su vida y el resignado Igor se pasó nada menos que 1.080 días en
cuarentena, que contándolos seguidos
equivaldrían a tres años ¡tres años! de obligada abstinencia sexual y de
respetuosa y poco creíble castidad.
El dueño del super del pueblo aplaudía cada
vez que los veía llegar.
Otro drama, los trámites, porque cuando le
preguntaban a Igor los nombres de los hijos, nadie le creía que los hubiera
olvidado y los llamaba por un número.
Crisóstomo, uno de mis vecinos de Alta
Córdoba, en 25 años de matrimonio con la misma mujer, tuvo un solo hijo.
Sin embargo, es tan padre como lo fue Igor.
Tanto se puede decir, en serio como en
broma, acerca de la paternidad y sus detalles, pero es mejor no caer en ordinarieces ni en sensiblerías.
Opto por hablar como hijo y que sean mis
hijos los que hablen de mí.
Mi Viejo el Coco era un luchador de la vida,
laburadicto, guarda de tranvía, boletero en el hipódromo, empleado contable en
Casa Vives y se murió a los 42 años, siendo administrador del actual Hospital
Córdoba.
Era sobre todo una buena persona, peronista
de los de antes, de Perón; respetuoso, decente y de muy buen humor.
Con tan escueto curriculum, necesito agregar
que le encantaban las bromas, las morochas y esos entreveros de luchita a los
almohadazos con sus cuatro hijos.
La verdad, no pude gozarlo tantos años como
hubiera querido.
Prefiero extrañarlo y atesorar en el alma al
tipo vital, risueño, enérgico, ejemplar en el trabajo, buscando siempre alguna ocupación
extra como si el día tuviera 30 horas y olvidarme lo deplorable que es ver a un
ser amado cuando ha dejado de ser materia, transformándose en recuerdo.
No se trata de convocar a una nostalgia que
viene sola, trayendo su enorme y dulce carga de memoria.
No es malo extrañar o llorar al que se fue,
aunque es mejor recordarlo vivo, y como ejemplo.
Y si lo tiene cerca, abrácelo, béselo,
apriételo, despéinelo si todavía no es pelado y dígale solamente esa breve,
deslumbrante y seductora palabra: Papá …
Y aunque no le regale nada, no se imagina lo
mágico, mágico de verdad, que es escucharla.
INFLACION DE MAYO
Es probable que los
economistas, los técnicos, los que analizan la evolución de los precios como
preocupación constante, descalifiquen las sensaciones que vive el argentino
común, el que anda por la calle y hace las compras del hogar.
Desde el poder nos quieren convencer que se
ha producido una desaceleración del proceso inflacionario, lo que queda
desvirtuado sin necesidad de consultar con los oráculos del saber, sino con una
simple visita al supermercado y el consecuente paso por la caja.
Las mercaderías siguen aumentando
escandalosamente, no sé si por la angurria de los comerciantes o porque existen
motivos válidos para esos incrementos, que
pueden calcularse en más de un 10 por ciento en mayo.
Los precios cuidados han sido tan cuidados
que casi no se ven ni se encuentran, y esta apreciación no es parte de ninguna
cadena del desánimo sino haber vivido la penosa experiencia de pagar abusos,
caprichos y descontroles.
Sostener que la inflación de mayo alcanzó al
1,4 por ciento ya no es siquiera una tomadura de pelo para la gente, sino el
reconocimiento de la inoperancia oficial para evitar los excesos.
Quisiéramos confiar en el equipo económico
por el éxito que dicen haber tenido con el Club de París, con la ruptura de la
dependencia del Fondo Monetario Internacional y con otros cacareados logros.
Pero mientras siga siendo el bolsillo el más
sensible de los órganos del ser humano habitante de estas pampas, quiero
que convenzan a esos cráneos que estamos
mejor y que el demonio de la inflación está en retirada.
Mientras ese milagro no suceda nada habrá
cambiado y como viene ocurriendo en los últimos años, los números del Indec se
parecerán en mucho a los de Ibope con las mediciones de audiencia.
Cuando conviene se los muestra y cuando no,
los esconden o se dibujan.
CAJA
EN QUIEBRA
El interventor en la Caja de Jubilaciones y
Pensiones de la provincia trazó un sombrío panorama con relación a los números
de ese organismo, confesando una creciente deuda que pretenden asignarla per
cápita a los postergados y estoicos pasivos.
Resulta que ahora, quienes aparecen como
beneficiarios, son los que deben sacrificar sus haberes para solventar la
inoperancia, el desvío de fondos para otros destinos y la absurda medida de
confiscarles por seis meses el cobro de lo que la propia ley les consagra.
El escaso poder de fuego de los jubilados o
su obligada postura de impuesta resignación, le otorga al Estado provincial las
armas para seguir, ya lo dijo el inventor del cordobesismo, con la maligna y
humillante medida por tiempo indeterminado
Esto continuará seguramente hasta que la
marcha de su costosa campaña presidencialista le aconseje o le imponga el buen
y generoso gesto de la piedad, por los que seguramente llamará “nuestros
queridos viejos”.
Y si la Nación nos debe, que el gobernador se esmere en
viajar a Buenos Aires en gestión de cobro y no en su afán de saturar pantallas
ni micrófonos, tarea que debiera encarar entre nosotros pero sin elegir con quién,
ni aportar generosos dineros en publicidad oficial.
Que hable y responda aquí donde lo
conocemos.
Y si la Caja de Jubilaciones se encuentra en virtual
estado de quiebra, igual que cualquier empresa que no paga porque los números
no le cierran, que se esmere por investigar cuál es el agujero negro a donde
van a parar los fondos.
Mientras no se actúe con seriedad, lo de la Caja pobre en apariencia,
seguirá siendo un himno a la hipocresía.
LA MEGACAUSA
Días pasados, cuando la Cámara décima iba a dar
lectura a los fundamentos de las condenas y absoluciones, se optó por entregar
un pen drive a las partes mientras el tribunal no aparecía.
Allí, en las determinaciones adoptadas por la Justicia en la megacausa
del Registro de la Propiedad,
en resumen los jueces expresan
que: "Apelan a razones de lógica elemental y
a que resulta impensable una relación entre las comunicaciones
telefónicas y los hechos, agregando que no obra ningún otro elemento
que vincule directamente a Bucai y a Lucas con los mismos.
Tampoco se cuenta con elementos firmes que
permitan atribuir ayuda o contribución en ellos y como consecuencia
directa en las falsedades derivadas de aquellos. Por esta razón se genera duda
insuperable sobre su intervención en las maniobras correspondiendo
su absolución"
En la España del siglo XIX Concepción Arenal decía:
"No está muy lejos la época en que acusar a un hombre de un delito era
casi declararle fuera de la ley humana. El tormento era un medio para
investigar la verdad; la cárcel era un horrible padecer y los suplicios la
acompañaban para hacerla más dolorosa. La ley, dura como el hombre bárbaro
que la había formulado; débil, como era confusa la idea de justicia que la
inspiraba; temiendo siempre verse burlada, quería el castigo del inocente antes
que la impunidad del culpable; propendía a mirar la sospecha como prueba, el
delito como pecado, y a dar al juicio de los hombres la infalibilidad de los
juicios de Dios.
El reo parecía execrable como impío, y al
perseguirle se mezclaba el fanatismo con la ira. Con el cordel y la rueda se
destrozaba su cuerpo, cubriendo su alma de congojas y su nombre de infamia.
Considerado, más bien como un vencido, se le aplicaba la ley del más fuerte.ç
La justicia se llamaba venganza
pública y como la venganza era ciega, iracunda, cruel..."
"Hoy se supone al acusado inocente,
mientras su culpabilidad no está probada. Se busca la verdad, interrogando a
quien puede saberla y debe decirla, y se emplean medios morales para
investigarla, en vez de los físicos que alejan de ella. No se desespera de
la enmienda del culpable y se ponen los medios para conseguirla. La tendencia
de nuestro siglo es a convertir la pena en medio de educación, y
ver en el delincuente un ser caído que puede levantarse, y a darle la mano para
que se levante”
Es en este marco que se pronuncia
enfáticamente en contra de la prisión preventiva afirmando que "es
cosa que dista mucho de la justicia", preguntándose después “¿con
qué se indemniza del borrón de haber estado en la cárcel?”
Muchos en la causa del Registro continúan
aún reclamando justicia verdadera.
Respetar el Derecho y cumplir la Constitución nos
salvará de la barbarie, fortalecerá la justicia, nos acercará a la verdad,
garantizará la libertad y nos permitirá construir como humanos.
Y no como ahora, que se desconfía de la
justicia porque a veces se inclina hacia la impunidad en lugar de hacerlo hacia
la ley.
IMPUTAN A GRONDONA Y
CAPITANICH
Fue abierta una causa penal para investigar
si el bueno de Julio Grondona y el locuaz super ministro Jorge Capitanich
metieron sus manitos en la lata en el manejo del dinero destinado al fútbol
para todos.
Lo mismo, por si también lo hicieron o no,
los ex ministros Juan Manuel Abal Medina y el ahora verborrágico Anibal
Fernández.
La denuncia es de la legisladora Graciela
Ocaña y entre otras cosas señala que los clubes han acentuado su bancarrota,
que no reciben lo prometido y que se destina demasiado dinero a la producción
televisiva, aparte de un manejo poco claro en la distribución de la pauta
publicitaria que solo se ocupa del gobierno nacional.
Hoy debuta nuestra selección en Brasil.
Se me hace que los destinos de todos los
personajes que he mencionado, están estrechamente ligados, aunque suene a
fantasía, a un resultado deportivo.
Si nos va mal por allí casi a mediados de
julio o tenemos que hacer las valijas con anticipación, la pena servirá para
tapar cualquier investigación adversa.
Y si nos va bien, o sea que la única opción
es traernos el tercer título ecuménico, la causa, las sospechas, las broncas,
el quebranto de los clubes y todo lo negativo, correrán la misma suerte que la
inflación.
O sea, que no existirán.
Lo mío, por favor, no vayan a pensar que se
trata de un ataque de escepticismo.
Es solo por memoria.
LA RENDICIÓN ARGENTINA
Con la mentira de que estábamos ganando, no
fueron pocos los que hicieron fortuna vendiendo banderitas, inventando
festivales recaudatorios o robando chocolates que enviaban a nuestros combatientes
los chicos de las escuelas.
El 14 de junio de 1982 llegaba a su
espantoso final, la aventura encargada por un gobierno militar al borde de un
abismo que, meticulosa y ominosamente, habían venido excavando por más de un
lustro.
Si contra todos los pronósticos la
determinación etílica del entonces presidente le resultaba exitosa, el poder
militar tenía el camino allanado para perpetuarse.
Los inocentes que murieron, los heridos que
todavía sufren y aquellos que sumidos en la depresión pusieron fin a sus vidas,
fueron parte del alto precio que los argentinos hemos pagado para recuperar la
democracia; para sentirnos responsablemente libres de buscar nuestro destino.
Treinta y dos años atrás, en las heladas
lejanías, nos hacían entregar las armas y arriar las banderas de una guerra
absurda, inoportuna y desigual.
Gracias a Dios, empezábamos a izar esa otra,
por aquellos tiempos dudosa, chiquita y deshilachada, que era la bandera de la
democracia.
Los militares soberbios e invencibles se rindieron.
El scotch no fue buen consejero, al igual
que el temor por tener que rendirle cuentas a la historia.
Muchos mártires ignorados continúan
combatiendo para que alguien se acuerde de ellos.
El 14 de junio debiera haberse instituido,
para los tiempos, como Dia del Alivio Nacional.
DAÑOS AL PATRIMONIO DE
TODOS
Y resulta que ahora se
van, que abandonan la causa, que ya hicieron mucho más daño del que se
imaginaban o se proponían, que demostraron que la prepotencia no es el lenguaje
de la lucha con argumentos, que la violencia gratuita a la que sometieron a la
ciudad y a su gente fue una inútil y desproporcionada exageración.
Esos que se disfrazaron de patriotas
escondiéndose con las capuchas y las bufandas, por algunos momentos remitieron
la historia a los tiempos en que desde la dictadura se impuso esa repudiable
política del anonimato que garantizara la impunidad.
No serán ellos ni los políticos quienes
definan Monsanto sí o fuera de aquí Monsanto.
El árbitro de esta cuestión es la ciencia y
en homenaje a la coherencia es preciso rendirse a su dictamen, en la convicción
que a ese nivel no caben las componendas, las coimas o las presiones de un lado
ni del otro.
Los acampantes, todo un canto y un ejemplo
del alpedismo argentino, deberán volver a sus lugares de origen que en su
enorme mayoría no están en Córdoba, por aquello de la utilización de los
protestadotes rentados.
Con el vandalismo como mentirosa bandera de
su capricho, rompieron y dañaron propiedades que son nuestras; de todos los
cordobeses; que es parte de nuestro patrimonio urbano.
Que lastimaron a personas y no se la
bancaron cuando la ley los encerró en Bouwer, mariconeando por una libertad
inmerecida
A todos esos dañinos, infiltrados o no;
militantes o no; militontos o utilizados, activistas profesionales o amateurs,
es bueno hacerles notar los inconvenientes que acarrea reincidir en eso de
hacer pis contra el viento.
FUTBOL MUNDIAL Y POLITICA
Ya está rodando la pelota del más bello y
competitivo de los deportes que es el fútbol, en tierras de nuestros crecientes
hermanos brasileños.
Y allá fuimos llevando la creatividad y los
lujos de Messi, la fuerza de Mascherano, la definición del Kun Agüero, la
velocidad de De María, la pachorra de Sabella y las ganas de todos los que
quieren levantar y besar la copa de oro en tierras del histórico adversario.
Así las cosas, no se advierte todavía en la
gente ese espíritu mundialista que nos caracterizara en anteriores ediciones, a
lo mejor porque existen otros motivos acuciantes que demandan nuestra atención
como ciudadanos.
Hasta los comerciantes han lanzado una
andanada de promociones con descuentos y otras ventajas, con tal de estimular
las ventas venidas a menos, consecuencia de los aumentos de precios no siempre
justificados, en esa perversa aplicación de ese argentinismo que es el “por las
dudas”.
Desde aquella poco afortunada intervención
del técnico nacional vinculando unilateralmente al seleccionado con el gobierno
nacional, parece que la militancia de Sabella se hubiera sosegado y todo su
esfuerzo intelectual-futbolístico está puesto en lo exclusivamente deportivo.
Una buena señal, si tomamos en cuenta que la
diversidad de opiniones ideológicas no
tiene por qué mezclarse con una diversión, con un juego como lo es el fútbol.
Porque si hay un aprovechamiento político de
una eventual victoria, bueno sería que en la misma medida se hiciera cargo,
también el gobierno, de una posible derrota.
Lo que pasa, lamentablemente, es que las
derrotas siempre son huérfanas.
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