Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
del 28-09-14 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
QUISIERA SER SAUDITA
Me ha tocado varias veces la suerte de
visitar Arabia Saudita, desde 1991 hasta la actualidad y puedo asegurar y sin
tocar de oído, que al igual que Kuwait y los Emiratos como Dubai, Abú Dhabi o
Qatar son lugares para el asombro.
Hay pocos pobres, es cierto, pero viven sus
carencias con una actitud de dignidad más que de resignación, reciben ayuda del
Estado, educación, atención de la salud y pagan con alguna contraprestación
laboral: es ayuda, es apoyo, no es dádiva, regalo ni la compra del voto.
No se paga la energía eléctrica, el servicio
domiciliario de agua potable -pero potable en serio, sin algas- ni el teléfono
local.
En varios de esos emiratos nadie paga
impuestos, la nafta es óptima y super barata y el parque automotor se renueva
en su mayoría casi anualmente y un vehículo de gama media con tres años de
antigüedad es considerado casi viejo.
El Estado protector, al ser rico, protege en
serio.
Sería tonto negar la existencia de
problemas, como para nuestra cultura lo son el trato con las mujeres, o la
manera con que muchos lugareños mantienen en condiciones de casi esclavitud,
por ejemplo, al personal doméstico.
La seguridad es absoluta, los delitos contra
la propiedad son hechos aislados y no son parte de las preocupaciones
cotidianas en aquella región, donde las leyes protegen más al honesto que al
delincuente y en tal sentido los derechos humanos no aparecen tan
tergiversados.
Es probable que la peregrina comparación de
nuestra situación, o de su futuro, con Arabia Saudita, suena al menos como
fruto del desconocimiento cabal o del delirio demagógico.
No es para asegurar que en esos países la
corrupción sea inexistente porque es malo generalizar, pero en la actitud de la
gente se aprecia su estado de bienestar o el rosario de carencias, como en
nuestro caso.
Hay que reconocer lo que se ha hecho con los
más necesitados, aunque mi interpretación es que se ha incluido a demasiados
argentinos en el sistema del plan y del subsidio, pero se los ha expulsado del
sistema laboral productivo.
Así no llegaremos jamás a ser Arabia
Saudita, por más Vaca Muerta que tengamos, reservas de gas y de crudo, pero con
una mentalidad más estimulada hacia la vagancia, que hacia el comprometido
sacrificio del trabajo.
Ya hemos superado las comparaciones con
Australia y no recuerdo con qué otra gran potencia, aunque la realidad nos
muestre mayor proximidad con Venezuela o con Cuba.
Si de verdad me aseguraran que en pocos años
llegaremos al nivel de vida de los saudíes, juro que buscaría la manera de
acceder a la eternidad.
TERRORISMO
EXTERNO E INTERNO
Seguramente el terrorismo es uno de los
mayores flagelos que se abate sobre la humanidad en estos últimos tiempos, con
sus ingredientes de violencia, fanatismo, intolerancia y algunos con pretendida
justificación religiosa.
Es muy cierto también que existe el terrorismo
económico y varios sistemas de gobierno han sido sus víctimas, porque sus
cultores no tienen otra bandera que el dinero a costa del esfuerzo, las
carencias o la desesperación ajena.
En el caso que tanto nos desvela, como lo es
el de los fondos buitres, más allá de las sentencias del juez norteamericano y
las sospechas que genera, por sus implicancias que buscan proteger y beneficiar
a quienes nos demandan, está la real vigencia de los otros buitres.
Ellos son los buitres de cabotaje; los que
tenemos enquistados en nuestra sociedad, practicantes de cualquier descarnada
política de especulación financiera.
Y dentro de esa categoría de terrorismo
interno, no es menor la responsabilidad de quienes con su paraguas de poder e
inmunidad que se hace impunidad, estafan la fé pública y desacreditan lo poco o
mucho de bueno que pueda tener una gestión de gobierno.
Si es por eso, también son terroristas
internos personajes como Jaime, Schoklender, Boudou, Lázaro Baez y tantos otros
exprimidores del tesoro nacional, montados en la bonanza de su propio y
desmedido apetito de poder y de utilidades monetarias.
Los buitres son buitres y no importan las banderas
que enarbolen, el esmoquin o la remera que usen, y por la palabra presidencial
son los padres de nuestra decadencia financiera, porque siempre las culpas son
ajenas.
Está precisamente en el ejercicio del poder,
neutralizar su actuación tanto como su crecimiento porque son las lacras más
dañinas de los últimos tiempos.
Y vale repetirlo: hay buitres
internacionales de afuera, pero no cometamos la torpeza de negar la existencia
de los
otros, de los de adentro y
de muy adentro.
JUBILACIONES Y JUICIOS A PAGAR
Bien sabemos de la crisis que afecta a
nuestra Caja de Jubilaciones y Pensiones, que al decir cordobesista se debe a
la deuda que la Nación
mantiene con Córdoba y que se niega a reconocer, aunque la verdad sigue en los
recovecos del ocultismo, las acusaciones y el debate.
Porque si no puedo arreglar los desajustes
de mi casa, mal puedo postularme a ser presidente del centro vecinal y votos
más o votos menos, al evaluar la capacidad de gestión es exactamente lo mismo.
El endeudamiento de la provincia, dicen los
que saben, es casi astronómico y deberán pasar varias administraciones exitosas
para poder enfrentarlo y llegar a superarlo o al menos disminuírlo.
Lo concreto es que hace más de doce años nos
gobierna el mismo signo político y en este caprichoso pasamanos del tomalo vos,
dámela a mi que en la próxima volvemos y te protejemos, cada vez nos hundimos
más.
De poco sirvió, salvo para afectar esos
dineros a otros destinos indeseables como el autobombo, la inhumana demora a la
que se somete a los pasivos para liquidarles los reajustes.
Cuando cobran, seis meses después en un
hecho absurdo y consagrado por la
Unicameral con brazos de yeso, reciben las hilachas de un
dinero devorado por la inflación.
¿Cuáles son las causas?
Una, la más notoria, es la repartija
indiscriminada de beneficios a quienes nada aportaron, porque fueron premios
otorgados a la militancia, al pago de favores políticos y a la propia
desviación de fondos.
Ahora habrá que afrontar el pago de los
juicios perdidos.
Ese detalle parece no importarles a las
autoridades, porque ya encontrarán la manera de patear el problema hacia más
adelante, para que lo pague otro.
Y si no es de la misma bandera política,
mejor todavía.
EL PASEO CAMPORISTA
Los que amamos recorrer el mundo, conocer
otras culturas, gozar comidas que solo vemos en los canales gourmet,
fotografiarnos en rincones mágicos, podemos llegar a entender la actitud de
quienes viajan gratis, aunque seamos nosotros los que les pagamos.
Sin contar con los más de trece mil
empleados que se habrán de incorporar al plantel estatal nacional en 2015, con
los que tenemos ahora nos basta para amargarnos y pensar en las grandes
injusticias de la vida, alentadas por el propio sistema que hace ondear la
bandera popular.
Tampoco es cuestión de negarles el placer de
militar porque seguramente, aparte de las ventajas que representa correr con el
caballo del comisario, lo hacen por convicción ideológica y con certeza lo
sospecho, algunos por vocación de servicio.
Pero lo importante sería que a los costos de
semejante excursión por Europa y los odiados Estados Unidos, los pagara el
partido en el que están alistados y no el conjunto de la sociedad que a lo
mejor piensa distinto, pero tributa religiosamente sus impuestos.
Pasearon, conocieron, censuraron a ciertos
medios en ciertos lugares, visitaron algún free-shop y tuvieron en Roma el
privilegio de compartir demasiado tiempo con el otrora descalificado Bergoglio,
cuando no era Papa.
Si hasta le llevaron un sorpresivo regalo.
Algún ocurrente operador turístico, hubiera
anunciado ese periplo, “con aéreos, pensión completa y papelón incluídos”.
MEGACAUSA DEL REGISTRO
La Corte Suprema de Justicia
de la Nación se expidió recientemente sobre el recurso
de queja en contra de la prisión preventiva presentado en los casos de Ricardo
Tozzi y Juan Carlos Fraga dentro de la megacausa del Registro de la Propiedad.
Manifiesta la Corte que "comparte y
hace suyos los fundamentos y conclusiones del Procurador Fiscal ante la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, a cuyos términos se remite, y hace lugar
a la queja” dejando sin efecto la sentencia dictada por el máximo tribunal de
Córdoba.
¿Qué había dicho la Procuración
meses atrás en el dictamen que ahora confirma la Corte?. Que la prisión
preventiva dictada poseía una fundamentación sólo aparente y no ajustada a
requerimientos constitucionales.
Que no se respetaba la Convención Americana
de Derechos Humanos que establece que nadie puede ser sometido a detención o
encarcelamiento arbitrarios, que la arbitrariedad implica incorrección e
injusticia, que no se respetaban a los derechos fundamentales del individuo,
que se rechazaban de manera dogmática los argumentos de la defensa, sin dar
explicaciones ni exponer el razonamiento realizado.
También, que el tiempo excesivo de prisión
preventiva equivalía a tratarlos como condenados, pese a ser inocentes hasta
pasar por un juicio.
En definitiva la Corte ahora confirmó
nuevamente, como también lo habían manifestado reconocidos organismos de
derechos humanos, que la prisión preventiva convertida en norma en la
causa Registro fue inconstitucional, arbitraria, incorrecta, injusta, excesiva,
y violatoria de los derechos fundamentales y de los Tratados Internacionales.
Estas duras palabras cobraron vida en los
cientos de imputados y familiares que resultaron víctimas de esta situación, y
está en riesgo toda la población cuando la Constitución deja de
ser la guía para quienes administran Justicia.
LOS
SEPARADORES DE CARRILES
Ya están incorporados a la cultura
mediterránea esos palitos verticales que decían eran flexibles, ubicados para
la separación de los carriles en las principales avenidas y en otros puntos
estratégicos de la ciudad.
Cada uno cuesta nada más que mil pesos.
A lo mejor su precio real es de cien, pero
así se dibujan los valores cuando quien paga es el Estado, y el Estado somos
todos.
Dieron buen resultado en cuanto al
ordenamiento y se ha ganado en dinamizar la circulación de vehículos, por
ejemplo, en Isabel La
Católica -que antes era La Caótica- apenas cruzando
las vías del tren.
Pero esos palitos, pendorchos, mástiles
enanos o como quieran llamarles, son prolijamente destruidos en la mayoría de
los casos, por los ómnibus del servicio urbano de pasajeros, de acuerdo con la
documentación gráfica que tienen las autoridades municipales.
Es hora que los dejemos de pagar los que no
los rompemos y estamos obligados a respetarlos y para su control están los
cientos de zorros verdes para controlar la supervivencia de esos instrumentos
del tránsito.
Así como es infracción estacionar en doble
fila, de la misma manera se debe sancionar a los responsables del daño, que
muchas veces -así lo refieren testigos- son con clara intencionalidad, como
jugando al bowling.
Cuando a las prestatarias infractoras
semanalmente les cobren cuatro o cinco pendorchos, palitos, mástiles enanos,
palos de bowling o como quieran distinguirlos, los empresarios como siempre al
sentir afectadas sus utilidades, pondrán el grito en el cielo.
Y vendrán las chicanas, los amparos y las
negativas, de un sector históricamente acostumbrado a no perder jamás.
Alguna vez tendrán que pagarle a la
sociedad, todo el tiempo que le roban manejando a su antojo las frecuencias.
EL
CULEBRON DE CABLEVISION
La postura abiertamente dilatoria y
antojadiza de CableVisión en el sentido de la permanente interposición de
chicanas -seguramente con el amparo de las leyes vigentes- para incumplir una
resolución judicial, desnuda sin maquillajes un estilo caprichoso y prepotente
de mirar las cosas, interpretarlas y obrar en consecuencia.
Es la misma actitud de soberbia que asume a
la hora de brindar calidad de servicios, porque si entramos al análisis de lo
que ofrece por precios exorbitantes tanto en la TV por cable o su prestación de Internet, sin
esfuerzo alguno podemos encontrar fallas que rozan lo delictual por su cercanía
con la estafa a la fe del usuario.
En los canales dedicados al cine dentro de
la grilla común se reiteran las películas apolilladas por su propia historia,
reiteradas hasta el hartazgo, que ni siquiera despiertan la atención de los
curiosos. Para acceder a otra calidad de filmes, los cinéfilos deben contratar
prestaciones extras, pese a lo cual también se observan molestas reiteraciones
y películas como Los Intocables, ¿Conoces a Joe Black?, Testigo en peligro, La
vida de Pi o muchas otras.
Se pagan 6 megas –es un ejemplo- por la
conexión a Internet y haciendo las mediciones, la realidad muestra que no
llegan a brindar ni dos megas. Reclamar supone colocarse en una larga cola de
abonados con idéntico problema, que seguramente persiste por la sobrecarga de
venta que no alcanza a cubrir la demanda.
Basta con llamar al servicio “de distracción
al cliente” con el fin de conocer las condiciones de desvinculación, para que
CableVisión por medio de sus operadores descerrajen una catarata de ofertas
tendientes a una tardía fidelización, porque si lo que buscan es conservar al
cliente, no debiera ser necesaria la amenaza del retiro para que ellos
favorezcan con promociones.
Estos detalles sirven para acentuar la
impresión generalizada de una altivez afirmada en su situación virtualmente
monopólica, que le hace desoír el clamor popular de un mejor servicio acorde
con su elevado costo, aunque CableVisión incluso ahorre con su costumbre de no
enviar la factura impresa ni el folleto con la programación mensual a la
totalidad de sus adherentes.
Negar en este caso por razones políticas o
ideológicas la inclusión de un canal local de noticias 24 horas, más que
capricho suena a improcedente tropelía, porque no deja de ser un avasallamiento
a la libertad de elegir que tiene el ciudadano.
La postura del prestador de cable se
aproxima peligrosamente y ahora sin depilarse, a una censura previa como la que
-con la aceptación de la mayoría de la corporación mediática de entonces-
aplicaban los ilegales dueños del poder en los más oscuros y recientes años de
nuestra historia.
¿Le molesta a CableVisión que exista una voz
eventualmente discordante con su manera de pensar, de hacer o de omitir?
Sería saludable que la cúpula de
CableVisión pensara y obrara con respeto a las libertades ajenas, al menos
cuando al ciudadano le toque elegir el origen, la postura política o el enfoque
ideológico de lo que quiere ver y escuchar.
Y hacer suyas las sabias palabras de Sir
Winston Churchill: “La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en
cuando a las opiniones de los demás”.
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