Desgrabación
de los principales comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa
“Síganme los buenos” del 25/06/17 emitido por AM580 Radio Universidad de
Córdoba.
LAS LISTAS PARA OCTUBRE
Ya se develaron todas las incógnitas acerca
de la conformación de las listas para los comicios legislativos del octubre
próximo y por más que para muchos hayan crecido las dudas, el panorama tiende a
aclararse al menos en el seno de cada corriente política.
El problema no son los nombres de quienes
integran las nóminas y los lugares que ocupan, con posibilidades mayores,
menores o nulas según sea cada partido, sino las ausencias, que son las que
después del escrutinio comienzan a pasar las inevitables facturas.
Se han dado varias curiosidades aunque no
tanto, como por ejemplo eso que le llaman la “atomización” del justicialismo,
cuando en realidad es repartir su propia torta y en caso de llegar a las
bancas, allí consagrar la unión, los perdones, los disimulos y las hipocresías
y operar para restarle gobernabilidad al gobierno nacional.
En realidad esa ha sido la postura histórica
del peronismo en situación de oposición, pese a que algunas vertientes lejos
están de los auténticos postulados que en su momento planteara el viejo
general, a quien muchos ni siquiera permiten recordar que más que político, fue
militar que abrevara en la derecha europea.
Todo indica que la pelea de fondo, lo que
decidirá en gran medida el futuro del país, será la elección bonaerense donde
hay tanto en juego en todos los aspectos, y la polarización sin dudas será marcada
entre los pro y los anti Vidal, una mujercita de aspecto vulnerable pero que
viene demostrando firmeza y convicción en las determinaciones que recientemente
adoptara.
Aquí en Córdoba las cosas están surtidas
porque los macristas acordaron frente a un rugiente radicalismo (o fue a la
inversa), los peronistas buscarán su mejor candidato y seguirá el estilo
“tomala vos, dámela a mí” que fortalece la salteada continuidad del binomio que
en los últimos 18 años no ha conseguido poner a la provincia en marcha, aunque
lo haya hecho en reversa en muchos aspectos tales como seguridad, justicia,
acción social, educación, respeto por los jubilados, endeudamiento y algunos
otros aspectos.
Los partidos minoritarios son los que han
mostrado mayor capacidad de debate interno hasta conformar las nóminas donde no
aparecen muchas caras nuevas, salvo en Primero la Gente que asoma nuestro
colega Beto Beltrán en las huestes del joven y emprendedor García Díaz.
Octubre está demasiado cerca aunque parezca
lejano.
Hasta entonces mucho será lo que sucederá
entre nosotros, hasta que veamos disipados algunos nubarrones que los agoreros
de siempre se empeñan en soplar.
Lo bueno, que la mayoría de esos nefastos y
no resignados personajes, ya se quedó sin pulmones.
UTA: PERDÓN SIN OLVIDO
Tomando en cuenta la enorme calentura que
ocasionara en la población cordobesa el más reciente y salvaje paro de los
"chicos malos" de la UTA llevados de sus narices por delegados ávidos
de "chapa combativa", sería de interés ciudadano que se los obligara a
sacudirnos con esos caprichosos desplantes únicamente en los crudos días del
invierno cordobés.
Y también ellos
saldrían ganando porque después de pasarse unos días entibiándose por dentro,
bailando y calentando las manos en las fogatas de las barricadas, les
declararían ilegales las medidas y sobrevendrían los consabidos telegramas.
Y el calor
también sería para los revoltosos a quienes poco les preocupan los otros
trabajadores que quedaron en la calle, muertos de frío, de necesidad y de angustias,
hasta que surgiera algún "iluminado en campaña" que pretendiera
reivindicar esa agresión a la comunidad disfrazándola de acto de justicia.
Pero a esa
película ya la vimos demasiadas veces.
Nunca es bueno ser espectadores cuando se conoce el final y
es cuando la ciudadanía tiene la obligación cívica que le impone ser protagonista más que testigo.
Nunca es bueno ser espectadores cuando se conoce el final y
es cuando la ciudadanía tiene la obligación cívica que le impone ser protagonista más que testigo.
Por eso debe
haber sido entonces la casi absoluta unanimidad popular cuando desde algunos
sectores se pedía la opinión ciudadana con relación a una eventual
reconsideración de los despidos, a todos aquellos choferes que se colocaron al
margen de la ley.
Dejando de
lado el alto nivel de agresividad de muchas posiciones, es para entender la
postura de la enorme mayoría laboral que perdió incalculables beneficios por el
empecinamiento de esos choferes que ahora peregrinan por volver a trabajar.
En la
sociedad cordobesa se ha dado esa situación de repulsa como hacía tiempo no
ocurría, porque a veces el tiempo borra sinsabores, desplantes y equivocaciones
que se cometen en perjuicio de la comunidad.
Pero cuando
eso se transforma en costumbre por impunidad y capricho, esa misma sociedad no
perdona.
A lo mejor
los más indulgentes lo hagan.
Pero olvidar,
no lo olvidarán jamás.
SENSUALIDAD DEL PODER SINDICAL
Mucho
es lo que han estudiado los sociólogos acerca de la sensualidad del poder, ese atractivo
que suele ser fatal para los golosos o empecinados en mantenerlo y alimentarlo
diariamente.
El poder y la fama a veces suelen ponerse en
contra de algunos que se sienten tocados por la varita mágica del destino y por
razones que los estudiosos sabrán dilucidar, gozan de momentáneas notoriedades
que van alimentando su ego hasta desbordarlo en la imprudencia.
Eso puede haberles ocurrido a algunos
delegados de los trabajadores de la UTA que borrachos de aplausos y vítores
cuando llamaban a la rebelión, se paseaban por las barricadas buscando
micrófonos y cámaras, porque ya tenían una incipiente vocación de
trascendencia.
Y así les fue cuando la realidad les pinchó
el globo de sus desmedidas ilusiones y pretensiones, dejándolos solos y abandonados,
librados al telegrama de despido y lo que es más grave, al cumplimiento de la
ley.
Ese fue seguramente el factor desencadenante
del fracaso, por llevar a una extensión de infinito un conflicto que era para
resolverse en pocas horas, si hubieran mediado la mesura y la intención de
dialogar.
Los fracasados pichones de dirigentes
debieron morder el polvo de la derrota y será muy difícil reconquistar el
consenso que alguna vez los encumbró como representantes de las bases,
Porque si ellos, los delegados, hicieron
privilegiar sus ideologías y siguieron instrucciones de sus mandantes políticos
para endurecer la posición, la realidad los despertó con la adversidad de la
que no pudieron evadirse.
Esos suelen ser los riesgos de las famas
momentáneas, pasajeras, tontas, a la que muchos se aferran hasta que les llega
la hora del llanto o del íntimo arrepentimiento.
MEGACAUSA: DESVIAR LA ATENCIÓN HACIA ABAJO
En una reciente entrevista televisiva, un
funcionario judicial presentó a la causa del Registro de la Propiedad
como el más reconocido exponente en Córdoba de la investigación del delito
organizado y profesional. Manifestó que se había procurado llegar hasta
el último responsable de las maniobras, y no solamente a los más
expuestos.
Estos máximos responsables, que la
población reclama a diario están muy arriba, según cualquier lógica y
sentido común. En la causa del Registro, sin embargo, el Poder Judicial
mediatizó la mirada para los costados, para abajo y más
abajo, y así desparramó la responsabilidad a cualquier contacto
de los principales imputados, a los empleados o compañeros de
trabajo, a los familiares o vecinos y hasta a quien realizaba tareas de
limpieza.
No es mi intención ni jamás la fue, llegar
al cansancio que supone la derrota de una postura. Y en el caso puntual de esta
megacausa tampoco me cansaré de repetir que ningún importante funcionario del
gobierno está imputado ni condenado en tan larga y declamada investigación.
Más grave aún, se ha hecho creer, con
la sugestiva réplica de algunos medios, que por detener y condenar a
personas con un título profesional, la justicia en esta causa es
distinta, persiguiendo a todos por igual. Así, quienes se esforzaron por
estudiar fueron colocados en lugar de los poderosos, protegiendo así las
espaldas de los verdaderos responsables.
Nadie dijo que la mayoría de ellos son
trabajadores como cualquiera, sin poder ni fortuna. Bien se sabe que
hay personas culpables y bien condenadas en esta causa, y también se
sabe, y no hay manera de entenderlo, que por cada culpable hay tres o cuatro
en la misma bolsa, que en nada se beneficiaron, ni se organizaron
con los responsables.
Y esto, es algo que la Justicia, aún tiene
que explicar.
COIMAS Y GASODUCTOS
Nadie sabe si la fatalidad o qué otro
factor, vino a hacer que reventara esa bomba de tiempo que representa la
sospecha acerca de las coimas que habrían rondado en torno del tendido de los
gasoductos troncales, que tocan de manera directa a Córdoba.
Y como esos perritos que se hacen los
distraídos cuando… bueno, usted me entiende, quienes debieran aportar detalles
reales, creíbles y documentados de su inocencia, prefieren acelerar los
acontecimientos con miras a las elecciones de octubre y enfrascarse en esa
lucha interna dejando de lado aquello que a todos nos preocupa, y sin dudas a
ellos también, pero lo pasan a segundo plano.
Como en todos los actos de corrupción que se
han ventilado últimamente a nivel de sospecha, seguramente nada se conocerá
hasta pasado un tiempo, o si llegara a sobrevenir un cambio en la conducción
política de la provincia con una nueva corriente y vocación esclarecedora,
porque la actual es como si le diera al tema Odebrecht muy escasa trascendencia.
Están pendientes todavía y con lejanas
posibilidades de clarificar las situaciones de varios asuntos que son más dudas
que verdades, como la inaudita resolución judicial que hizo archivar -en medio
de otros conflictos sociales- las sospechas de sobreprecios es la construcción
del hotel Ansenuza, originariamente cotizado en menos de 50 millones de pesos pero
que los cordobeses estamos pagando casi o más de 500 millones.
El camino de El Cuadrado y sus tantas
versiones, una más onerosa que la otra, sin que exista un responsable ante la
ley por los desmanejos de dineros allí advertidos a simple vista y sin
necesidad de investigaciones.
Lo que ocurre es que en el tema sobrepecios,
si existe una voluntad férrea de hurgar hasta
el hueso, se transforma en una
simple y mera cuestión matemática que los expertos dominan a la perfección solo
con los números reales a su alcance y una calculadora de 100 pesos.
Pero cuando la palabra coima es la que
sobresale en cualquier operación, es como si la sensibilidad de muchos
funcionarios los llevara a alejarse geográficamente del problema, o se llamaran
a sugestivos silencios.
Los cordobeses con nuestro vapuleado
cordobesismo, seguimos esperando que alguien se juegue y nos muestre la verdad.
Pero no la verdad de los políticos, sino la
verdad incuestionable de los números y de los testimonios de quienes conocen a
fondo la cuestión gasoductos y están ansiosos por ser escuchados.
Somos todo oídos, y si es posible, antes de
octubre …
LOS AMORES DE GARDEL
Ayer se cumplieron 82 años de la muerte de
Carlos Gardel, acaecida en Medellín el 24 de junio de 1935 en un accidente
aéreo cuando reiniciaba una gira artística. No queremos abundar en los detalles
tan conocidos de su vida ni de su muerte, pero como homenaje, me voy a permitir
leerles una nota que me tocó redactar para el portal Tangocity unos años atrás,
que nos muestra al Gardel y su amor por las mujeres y una en particular: su
Mamá Berta.
Y en el final de esta entrega de hoy,
incluiremos otro comentario, relacionado con Gardel y los deportes.
“En cuando a las mujeres, el Zorzal y sus
conquistas:
Siempre, los ídolos populares vivos o
muertos, están rodeados de una aureola de misterio que procura, por lo general
con relativo éxito, preservar los pormenores de su íntima vida amorosa. Las
certezas y las habladurías alimentan el imaginario colectivo, que como si
faltaran nombres y situaciones, suele inventarlas. Y un personaje como Carlos
Gardel, de ninguna manera podía ser la excepción.
Es probable que no existan registros con
rigor histórico de sus andanzas de adolescente, porque recién con la notoriedad
y la fama fue virtualmente imposible ocultar sus preferencias y sus escarceos.
Además allá por 1916 con jóvenes 26 años a cuestas, sobrellevaba un peso
de 118 kilogramos que lo obligaron a frecuentar el gimnasio, trotar y
practicar pelota vasca bajo la atenta mirada y la supervisión del catalán
Enrique Pascual, ex luchador grecoromano, kinesiólogo, boxeador, violinista y
bandoneonista que atendía en YMCA (sigla en inglés de la
Young Mens Christian Association). En sus incursiones como cantor
debutante en cafés y restaurantes de la zona del Abasto y luego en lujosos
cabarets, Gardel rindió sus primeros exámenes de efímeros romances.
Terminaba
1913 cuando Razzano, para que se hiciera de unos pesos, lo llevó a cantar a un
lupanar de la calle Viamonte que regenteaba Madame Jeanne. El éxito
fue notable y terminaron la noche en el Armenonville donde vocalizaron juntos y
fueron llevados en andas por los concurrentes, entre los cuales estaba Jorge
Newbery acompañado por varios amigos de la alta sociedad porteña. Los dueños
del local quedaron tan fascinados, que contrataron al duo por 70 pesos, comida
y bebidas a discreción por cada noche y Gardel, por entonces con 23 años,
respondió que por esa plata cantaba y lavaba los platos. Fue el nacimiento de
Gardel-Razzano y del romance entre el Zorzal y la madama, también apodada
Ritana”.
A continuación el resto de la
nota aparecida en www.tangocity.com tiempo atrás, con el
agregado, más abajo, de “El Zorzal deportivo” que comenta la afinidad del
eterno Carlos Gardel con varias disciplinas de las que fue cultor por una parte
y asiduo asistente por la otra:
“Corría
1921 y de manera fortuita, Gardel quedó impactado por una jovencita de solo 14
años, al verla cruzar la esquina de Carlos Pellegrini y Sarmiento. Como se
estilaba por aquellos tiempos, pidió que se la presentaran. Se trataba de
Isabel Martínez del Valle, quien vivía con su madre viuda y varios hermanos. Al
día siguiente el astro que ya era bastante conocido y con buenos ahorros, fue a
almorzar con ella y su familia que de ninguna manera se opuso al romance pese a
que la niña, de llamativo cuerpo y profundos ojos negros, era menor de edad.
Gardel tenía 31 años y vivieron en concubinato por más de 12 años en una casa
de Corrientes al 1700 sin descuidar la vivienda que compartía con doña Berta en
Rodriguez Peña 451. Ireneo Leguisamo, mito viviente del turf al que Gardel era
adicto, supo decir que ninguna mujer, como Isabelita, había dejado huellas tan
profundas en el alma del cantor.
La
pareja durante un tiempo compartió techo con Doña Berta y la relación no
prosperó porque ella no estaba muy conforme por la diferencia de edades, y por
la enorme influencia que ejercía la familia de la piba, que permanentemente
reclamaba dinero y obsequios. Isabel se enteró de las incursiones de su amado
por la pensión de Ritana y un día decidió encarar a la madama que hablaba un
español afrancesado. Ella reconoció que Gardel era su amante y que al cantor le
había regalado un perrito pekinés (¡el mismo que Gardel le obsequió días
después a Isabelita!). Eran tan firmes las evidencias, que la adolescente
exigió a su amado que optara, recibiendo como explicación que solo se había
tratado de una aventura intrascendente. La niña supo contar a sus íntimos que
recibió como respuesta el consabido “…vos sabes gorda, que este grone te quiere
solo a vos y nunca te olvidará ni te cambiará por otra”. La historia, ese
implacable testimonio de la realidad, demostró que Gardel siguió con las dos.
Corría
1931 cuando el Zorzal viajó a Francia, acompañado por Isabel, quien tenía el
objetivo de estudiar canto en Milán con la profesora Gianina Ruzz. Allí se
trasladaba el astro en los intervalos de sus actuaciones y esa ocasión de
lejanía fue propicia para que le encomendara a su viejo amigo, el periodista
Edmundo “Pucho” Guibourg, que hablara con Isabel para encarar el punto final de
la relación, deteriorada por las ingratitudes y la prepotencia de la familia.
En una carta a su administrador Armando
Defino, Gardel le dice “Se acabaron las subvenciones mensuales y bajo ningún
concepto debes darle un centavo más… quiero trabajar para mí, para poder darle
una situación a mi viejita y para poder disfrutar con cuatro amigos viejos el
trabajo de treinta años. Estoy dispuesto a no hacer más tonterías. La de Isabel
y Cia. será la última (…) Si siguen cargándome se quedarán sin el pan y sin la
torta. Que elijan”. Todo esto no impidió que tras la tragedia de Medellín,
Isabel asumiera el papel de viuda, se unió en el dolor y en el luto a doña
Berta y con frecuencia se las solía ver, juntas, en el cementerio de la
Chacarita.
Dentro
de ese entramado que conformaban Isabel y la veterana madama Jeanne -o Ritana-
durante su paso por Francia, Carlitos intimó con la matrona Sally Barón
Wakefield, hija de Bernhard Baron, quien le había dejado una herencia que allá
por 1929 se estimaba en cinco millones de libras, una cifra abrumadora para
aquellos tiempos. Además, era dueña de la fábrica de cigarrillos Craven, razón
por la cual sus íntimos la llamaban Madame Chesterfield. Ella, que se daba
lustre con la amistad de Gardel lo distinguió con finas atenciones y apoyo
monetario para la realización de sus películas. El matrimonio Wakefield ganó
mucho dinero con los filmes y le cedían al Zorzal una enorme mansión en Niza, a
donde solia aposentarse junto a su amigo Ireneo Leguisamo.
La millonaria, de acuerdo con lo que
sostienen algunos historiadores era norteamericana. Esta sexagenaria, si
tenemos que hablar de presentes fastuosos supo regalarle un imponente auto
negro con sus iniciales en oro colocadas en las puertas como así también una
cigarrera del mismo metal con el monograma hecho en brillantes, pieza que está
en poder de un coleccionista particular. La coupe Chrysler blanca modelo ‘31
única en Buenos Aires, fue también un regalo de los Wakefield y Gardel la usó
hasta 1933.
Asimismo
entre sus conquistas de la ciudad luz aparece el nombre de Gaby Morlay, actriz
de renombre con mansiones en París y en Niza que eran asiduamente visitadas por
el cantor. Igual suerte tuvo en España con la tonadillera Teresita Zazá y una
tal Blanquita, de Barcelona. Ni siquiera viajando Gardel perdía el tiempo: en
el barco que lo llevaba de regreso a Buenos Aires entabló relación con una
vedette que estaba noviando con un conocido deportista argentino: Gloria
Guzmán, a quien consideraban la más bella de los escenarios porteños. Ambos
artistas, según refieren los memoriosos de la época, compartieron muchas cosas
durante la navegación pero al llegar al puerto cada uno volvió a sus
menesteres.
También ciertos historiadores refieren la
convivencia que tuvo en 1925 con una joven brasileña que en 1923 viajaba en el
mismo barco hacia Europa. Existe una carta de ella -la paulista Elsa Braga- que
nunca llegó a manos del Zorzal, pues quedó en poder de una persona que recibía
su correspondencia.
Gardel
y la actriz argentina Mona Maris, estrella de Hollywood donde trabajó con Gary
Grant Y Humphrey Bogart, tuvieron una relación tan breve como intensa, dado que
compartieron cinco semanas en Nueva York filmando Cuesta Abajo y la simpatía
era recíproca, hasta el punto de plantearse la realización de otros filmes.
Después de separarse, llegado 1935 Mona Maris se encontraba en el Hotel Savoy
de Londres cuyo maître, gran admirador de Carlitos tuvo que darle la triste
noticia de su muerte. Fue tal el impacto que según lo relatara la actriz, estuvo
recluida, casi un mes sin comer.
Un
diario madrileño hizo alusión a la vedette Perlita Greco como novia del
artista. En declaraciones periodísticas la dama supo afirmar que “A veces he
pensado que él no quiso de veras a ninguna mujer, que su única y verdadera
pasión era su madre”. Y en Montevideo, cuando corría 1937 apareció otra novia
de Gardel, Magalí de Herrera, quien se dedicaba a la declamación cuando le
dejaba tiempo libre su ocupación de manicura.
Gardel
las prefería latinas y bellas, aunque no le disgustaban las europeas
consideradas frías. Tomando en cuenta sus amoríos y devaneos, de poco le debe
haber servido ser compañero de dormitorio de Ceferino Namuncurá, hoy santo,
estando pupilos en el Colegio Salesiano Pio IX entre 1901 y 1902.
En
el diario El Nacional de Bogotá, edición del 18 de junio de 1935, seis días
antes de su ingreso a la inmortalidad, se publicó un reportaje a Gardel. Entre
otras cosas, le preguntaron si era partidario del divorcio.
“Debido
a mi carrera -respondió- no soy partidario del casamiento”.
EL ZORZAL DEPORTIVO
No es mucho lo que se conoce, al menos oficialmente, de las preferencias
deportivas del Eterno o de sus actividades del músculo, más allá de los
músculos de sus mandíbulas que debían rendirse a su fanatismo por la buena mesa
y su tendencia a engordar. Coinciden los historiadores en afirmar que Carlos
Gardel, allá por 1916 llegaba a pesar 118 kilos por lo que debió someterse a
una rigurosa dieta que lo estabilizó, doce años después, acusando 76 en la
balanza.
Si el Morocho fue futbolista es un hecho envuelto por las brumas del
pasado aunque un testigo insoslayable como Edmundo “Pucho” Guibourg sostuvo que
era muy probable que Gardel hubiera jugado a la pelota en un baldío del
Orfanato Francés entre las calles San Luis, Gallo, Anchorena y Córdoba cuando
era un muchachito, agregando que después practicó deportes por necesidad habida
cuenta de afición a la buena mesa.
“Por eso salía a correr -refiere Guibourg- aunque le llamara trotar a lo
que ahora dicen es la práctica del aerobismo. Salíamos con un grupo de amigos
desde Once hasta Palermo y luego volvíamos, corriendo siempre por las veredas
de shorts y remera”. Recuerda que los compañeros de trote, entre los más
frecuentes, eran José González Castillo (padre de Cátulo), Julio Scarcella y
Héctor Quiroga.
Además, la tendencia de Gardel hacia la obesidad lo obligó a diarias
sesiones de gimnasia, ya que en 1916 llegó a pesar 118 kilos y entre 1928 y
1933 se estabilizó en 76. Cuando practicaba gimnasia en la Asociación Cristiana
de Jóvenes (YMCA a la que estuvo asociado entre 1920 y 1925) le gustaba jugar a
la pelota vasca y también en un frontón de Rivadavia y Anchorena. Y como
distracción, optaba por partidas de bochas en la cantina Chanta cuatro y en otra cancha que estaba cerca del tambo de los
Pizarro, donde sus compañeros habituales solían ser José Razzano, Alfredo
Deferrari y Ernesto Laurent.
Gardel no pudo sustraerse a su inclinación por el boxeo y el fútbol, las
disciplinas más populares por entonces, aparte de su preferencia por el Deporte
de los Reyes, el turf. El Zorzal se relacionó con Nicolás Preziosa, técnico de
grandes púgiles como Luis Angel Firpo, José María Gatica, Ricardo Calicchio,
Andrés Selpa y otros. Además era amigo de Pepe Lectoure, tío de Tito, el
responsable del casi mítico Luna Park,
una de las “catedrales” del boxeo en el mundo.
La amistad de Gardel con Firpo -solían encontrarse en una confitería: La
Real, de Corrientes y Talcahuano, también frecuentada por Julio De Caro y
Carlos de la Púa- lo llevó a los gimnasios donde entrenaban boxeadores de
renombre y asegura Preziosa que vió a Gardel en el “ring side” en ocasión de
importantes combates.
Con respecto a su condición de “hincha” del Racing Club, devino de su
estrecha relación con Elías Alippi, fanático de esa divisa al igual que Nicolás
Preziosa, quien se ufanaba de haberle presentado a Agustín Magaldi.
En España, Gardel se manifestó simpatizante del Barcelona, lo que está
avalado por Guibourg cuando señala que fue muy amigo de José Samitier y del
guardavalla Ricardo Zamora. Acompañó al equipo en varias presentaciones en
estadios europeos. Los diarios de la época que se editaban en Londres
resaltaban su presencia, subrayando que “el cantor de tangos argentino Carlos
Gardel hizo expresamente el viaje desde París” y el resultado no fue muy
decoroso, ya que el Barcelona recibió una goleada de 7 a 1, el 9 de diciembre de
1931.
Nadie mejor que Irineo Leguisamo para referirse a la pasión que Gardel
tenía por los “burros”. En un reportaje que publicara la revista Mundo Argentino en 1965, el encumbrado
jockey recordó que al Zorzal lo había
visto por primera vez en Montevideo, allá por el año 1920 o 1921. Se lo había
presentado un amigo de Francisco Maschio y cuando Gardel lo vió dijo con su
sonrisa eterna: “¿Y este chiquitito es el jockey que me presentan?”. El otro le
aconsejó que era bueno, que le jugara, que le hiciera caso. De allí surgió una
amistad que perduraría por años.
A Gardel en cualquiera de sus facetas, se lo entiende con solo recordar
unos pocos versos de Raul González Tuñón:
“Lo tuvo todo, duende, victoria y
muerte trágica.
El don de la garganta
y la gracia de la pinta.
El azar lo hizo suyo, lo eligió
la aventura.
Lo atropelló la vida.
Con él crecía el tango, el amor,
la garúa,
el boliche, el otoño, los
gorriones, la esquina”.
GONIO FERRARI
Fuente:
Eduardo Rafael, Revista La Maga (1995)
CORDOBA MARIHUANERA Y DE PASO
Suponer que tenga lógico asidero que Córdoba
era destinataria de tres toneladas de marihuana, solo para nosotros, se me hace
muy cercano a la exageración porque nos obligaría a pensar, haciendo cálculos
someros y sin precisión matemática, que cada cordobés consumiría por lo menos
unos seis porros al año, humo más o humo menos.
¿En qué quedó aquello que Córdoba era ciudad
de paso y no de consumo?
Por eso debiéramos tomar con seriedad
algunas versiones que siempre andan circulando en el ámbito de los investigadores
de quienes por una causa u otra están allegados a un procedimiento de tamaña
trascendencia.
Tanta, que no tan solo por haber participado
fuerzas federales motivó la presencia de la ministra de seguridad de la Nación,
la Sra. Bullrich, sino que las malas lenguas llegaron a comentar que el destino
final, tras su paso por el cordobesismo donde dejaría una porción moderada de
la merca, era el conurbano bonaerense y más aún, centrando el destino en La
Matanza.
Será el tiempo que nada borra cuando quiere,
el encargado de sacarnos todas las dudas que existen alrededor de un
procedimiento exitoso, que llevó días y días de inteligencia previa hasta
culminar en el sonado secuestro que alcanzó notoriedad internacional.
Bueno sería que la misma notoriedad asumiera
el día en que se conozcan algunos detalles por ahora ocultos, como por ejemplo
el destino real del cargamento de tres toneladas de marihuana, quienes lo
enviaron y más que nada, quién era el destinatario…
Con la investigación concluída, son detalles
que seguramente saldrán a la luz, siempre y cuando exista la convicción
política de hacerlo.
GALERÍA NORTE, UN CLÁSICO
Que allanen la céntrica Galería Norte en la
búsqueda de mercadería falsificada, mal habida o de contrabando, ya no
sorprende a ningún cordobés, habituados como estamos a leer la noticia repetida
con cierta asiduidad.
Pero esta vez fue grosso el procedimiento
por la cantidad de efectivos que intervinieron en la búsqueda -según se dijo-
de lo de siempre, con resultados que no eran para hacer cáscara porque nada más
se supo de la acción.
Sin embargo la gente que a veces es mala y
comenta, o lanza versiones que ni siquiera el tiempo confirma o desmiente, tuvo
algunas reacciones que llevan al menos al terreno de la curiosidad no por
alocadas sino por casi verosímiles.
No están buscando mercadería trucha, ni
robada, ni entrada de contrabando, comentaba un muchacho que había podido salir
de la galería a donde estuvo pispiando el procedimiento, minucioso en muchos
aspectos.
¿Sabe que buscaban, tio? comentó el
voluntarioso e inocente informante que se tapaba la cara y buscaba no ser
enfocado ni de casualidad, por alguna cámara de las tantas que andaban por allí
dando vueltas.
A la vuelta, el tipo se sinceró y contó que
lo que en realidad buscaban era un celular.
¿Un celular? ¿Y para eso tanto despelote y
despliegue?
No tio, decía el muchacho.
No buscaban un celular cualquiera de los
kilos y kilos que hay allí que reducen los arrebatadores y los choritos
comunes; parece que era el celular de un ministro al que se lo afanaron.
La
versión es versión, hasta que se demuestre lo contrario, pero si así fue,
¿Cuánto cuesta ese celular?
Solamente el chip que guarda los mensajes,
se cotizaría a una fortuna.
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