Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 15 de abril de 2018, emitido en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas
dependientes de la Universidad Nacional de Córdoba.
FANTASMA REAL O UTÓPICO SOBRE
LA UTILIZACIÓN DE ARMAS QUÍMICAS
Años atrás, cuando un impulsivo
George Bush le echó todo su arsenal encima a Irak después de inventar -porque
así se comprobó- la fabricación y utilización de armas químicas en un conflicto
que tenía a su país como protagonista, la comunidad internacional alzó su voz
frente a la prepotencia y el abuso imperial de los Estados Unidos.
Se supo decir por entonces que en los bombardeos indiscriminados había mucho de selectivo, de la mano de una tecnología bélica que permitía precisión en cada ataque, como para no afectar a la población civil.
Se supo decir por entonces que en los bombardeos indiscriminados había mucho de selectivo, de la mano de una tecnología bélica que permitía precisión en cada ataque, como para no afectar a la población civil.
En este añejo conflicto que
estamos viviendo con el drama de Siria, puede que haya ocurrido lo mismo, pero
con otro demente como principal protagonista, como lo es el despeinado Donald
Trump, cuyo nombre y dada su fortuna, nada tiene de pato.
El pretexto ahora es el mismo:
la utilización por fuerzas sirias de armas químicas que empujó a actuar a tres
grandes potencias como lo son los Estados Unidos, el viejo filibustero
británico y los franceses con su percudida diplomacia.
Rusia y China los miran de
lejos y es un juego como de confrontación de miedos, porque se temen entre todos
ellos y ninguno se anima al enfrentamiento mano a mano como se dice, o como lo
dice este periodista que no tiene roce internacional con relación al actual
conflicto, pese a que parece ser más de lo mismo.
Lo que duele a la humanidad es el resultado de cada bombardeo inmisericorde, porque no me quieran vender otra vez una guerra sin muertos; una batalla a muerte pero sin sangre; una mentira que tape a una sospecha.
Es probable que Irak con su
fanatismo de siglos y esa oscura intención religioso-expansionista de los
musulmanes yihadistas que deliran con la conquista universal a través de sus
creencias, apele a cualquier recurso bélico, permitido o no por las
convenciones internacionales, en pro de sus objetivos.
Pero que las grandes potencias
tengan al menos un mínimo de sentido humanitario cuando su aparato bélico se
abate sobre la población civil y luego la hipocresía de los ataques quirúrgicos
pretende borrar el dolor y el espanto con una sarta de mentiras.
Si los aliados en este caso, o
sea Estados Unidos, Francia y los británicos tienen la seguridad de la
aplicación de armas químicas, existen otros métodos menos devastadores que el
bombardeo aunque lo califiquen de selectivo e incruento.
Lo único que deben estar
rogando los artífices de esta locura, es que no se lleguen a dar un abrazo los
rusos y los chinos para contrarrestarles tanto poder conseguido a base de
sangre ajena, siempre fuera de sus territorios.
Ese si, sería el comienzo de
una tercera gran guerra y la caída del telón sobre la Humanidad.
SCHIARETTI / MACRI, LA
FORZADA CERCANÍA
Sería tonto y delirante pensar
en un matrimonio político entre el macrismo y la gente de Schiaretti, aunque a
veces el aceite y el agua suelen mezclarse en ciertas ensaladas que son
explosivas para hígados y estómagos.
Distinto es cuando ambos se
necesitan aunque los motivos de esa conveniencia sean diametralmente opuestos pero
igualmente atendibles, valga el contrasentido.
Macri quiere consolidarse en
Córdoba que es desde donde partió según los analistas de la política nacional,
su victoria que lo llevó a la Casa Rosada, a la quinta de Olivos, a la
residencia del Messidor y al decir lunfardo, a otros aguantaderos.
Lo del Gringo del cordobesismo
es distinto, porque más que querer, lo que necesita es asegurarse la
continuidad de su signo político, que viene mostrando una marcada decadencia si
de números hablamos y si tenemos la honestidad de tomar como válido el
descontento de la gente frente a problemas endémicos que el justicialismo no ha
logrado superar pese a tantos años en el poder.
Más aún, se han ido agravando y
no me hagan repetir el sonsonete del endeudamiento, de la imparable inseguridad,
del avance del narcotráfico, del enquistamiento de la corrupción en diversos
nichos del poder, de la salud pública en crisis, de la educación en jaque, de
la energía eléctrica más cara del país pese a generarla con creces según dicen
y de otros dramas que nos agobian a los cordobeses.
En eso radica la diferencia de
necesitarse por parte del presidente argentino y del gobernador cordobés: uno
es para tratar de enderezar el timón de los resultados electorales en otras
latitudes y el otro, en su desesperación por sostener a un justicialismo
fracturado que supo coquetear con el kirchnerismo y ahora opta por desconocerlo
y marginarlo.
Lo de Schiaretti y Macri es más
o menos como esos matrimonios que se concretan a plazo fijo, con acuerdo firmado
y por conveniencia, porque ambos contrayentes no tienen la plena certeza de la
fidelidad ajena.
En esas condiciones, nunca
falta un pata o una pata de lana, o dos, que los empujan al divorcio.
Aquello del agua y el aceite es
real, aunque la demagogia siempre trata de negar esa certeza.
TRANSPORTE URBANO EN CAIDA LIBRE
Ya no es para pensar en un
delirio o que se debe a una impresión negativa alimentada por las eternas
esperas de la llegada del bondi o del trolebús: es una certeza absoluta que día
a día el servicio urbano se viene deteriorando como resultado de las maniobras
empresarias para presionar una rápida resolución del nuevo aumento.
Ellos manejan las frecuencias,
los recorridos y en suma, la calidad de un servicio que es carísimo con
relación a otras ciudades, y con prestaciones lamentables que son una ofensa
para los usuarios, que siguen siendo rehenes de los caprichos, ahora de los
dueños de las empresas y en otras ocasiones, del gremio que demanda aumentos
cada vez que el boleto “se reacomoda” como dicen desde el Concejo Deliberante,
sin ponerse colorados, porque todos ellos jamás esperaron un bondi.
Lo más exasperante de todo es que
los cordobeses no tenemos otras opciones que reemplacen al deplorable esquema
del transporte en ómnibus y trolebuses: los taxis son demasiado caros, en días
de llovizna la mayoría se guarda, en el aeropuerto funciona una mafia
incontrolable y los remisses son como las cenicientas porque los controlan más
que a cualquier otro servicio y a veces los ahuyentan de las calles.
Ya es hora de pensar
alternativas como ocurre en muchas ciudades del mundo que pese a tener
correctos y eficientes servicios públicos de transporte, la gente aprendió a
caminar y no que el ómnibus te levante en la puerta de tu casa y te deposite en
la puerta de tu trabajo.
Revalorizaron a la bicicleta
porque de paso te mantiene en silueta mientras no tengas que ir y volver
diariamente desde Arguello a Colonia Lola por ejemplo y me ha tocado advertir
que no son pocos los jóvenes -y las jóvenas, diría Ella- que se deslizan por
nuestras atestadas y desordenadas calles en patines y patinetas.
Por desgracia La Cañada por su
escaso caudal y el obstáculo de los puentes no serviría, salvo para un servicio
de balsas chatas, canoas o kayacs sólo para verano.
Entonces, es hora ya que
alguien tome con seriedad el problema del transporte urbano de pasajeros y
termine con esas hirientes, ofensivas y absurdas esperas en casos hasta de una
hora, para abordar un servicio que es
demasiado caro para el usuario, pero enormemente rentable para los empresarios.
Y para la Municipalidad, es
como si fuera óptimo o no existiera…
LA MEGACAUSA ENTRE TRAYECTORIAS Y PRONTUARIOS
Retomando la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y el caso de
su Juez de Control, que fuera denunciado por su colega Fiscal por recibir
coimas, con el desenlace de una veloz investigación que archivó la denuncia,
hicimos hincapié la semana pasada en la diferencia de trato que reciben ante
similares situaciones los ciudadanos comunes imputados en esta causa, o sea la
del Registro.
El abogado defensor del Juez denunciado destacó su larga
trayectoria. Entre los imputados del Registro hay cientos de profesionales con
trayectorias impecables, sin antecedentes penales, sin ninguna fortuna, sin
ninguna denuncia, sin ser nombrado por ningún testigo, y más aún, sin ninguna
prueba en contra como reconoció en sus escritos este mismísimo juez.
Sin embargo estos atributos no pesaron para respetar la constitucional
inocencia y evitar la prisión preventiva sin juicio.
Es más, existe una suerte de indefensión para estos acusados a la hora
de reclamar algún abuso por parte de los Tribunales, que exige transitar un
largo y burocrático camino en el que cuentan con muy pocos días para argumentar
su desacuerdo y con plazos indefinidos para esperar la respuesta de los
organismos de control.
Y si finalmente esos organismos les otorgan la razón no existen
disculpas ni reparación, pese a los daños ya irreparables muchas veces
ocasionados.
Si investigar los hechos de corrupción es Justicia, hacerse cargo de los
errores y de sus víctimas también lo es.
Y, en honor a esa Justicia, debería hacerse con el mismo empeño y la
misma celeridad con que se archivó la denuncia contra este Juez.
AGONÍA Y MUERTE DE LA ALCANCÍA
Es bueno recordar aquellos tiempos en que existían dos tipos de ahorro
en los que moneda a moneda, podíamos ir juntando pesitos que después en el caso
de los niños servían para sus necesidades más acuciantes, como lo eran las
golosinas o comprar bolitas, trompos o papel de barrilete.
Para eso estaban la alcancía y
la libreta de la Caja Nacional de Ahorro Postal, donde se iban pegando
estampillas de distintos valores, como en un álbum de figuritas, que sumaban
hasta llegar a números atractivos y el dinero se podía retirar total o parcialmente
en cualquier momento en oficinas de correos.
Con los años y el progreso ese
sistema murió, ganado por las financieras en el caso de los mayores que también
ahorraban, pero en los más pequeños, llegó a ser reemplazado hasta estos
tiempos por la alcancía que podía ser desde un chanchito hasta un tarro con
ranura, o una botella de plástico donde iban ingresando moneda a moneda.
El progreso estimuló la
creatividad y fue así como en lugar de comprar el chanchito, el conejo, el mono
o cualquier otro bicho con ranura, se empezaron a rotular distintos envases
“para la luz”, “para gastos comunes”, “para las vacaciones”, “para mi fiesta de
15”, “para mi luna de miel” y para otros destinos.
Pero el chanchito,
definitivamente murió porque a las primeras heridas las padeció cuando había
que hacerlo percha a martillazos si era de barro o arcilla para obtener su
contenido.
Antes el chanchito había estado
en terapia intensiva, cuando alguien tuvo la idea de hacerlos con una
llavecita, o un candado pequeño, hasta la ofensa de fabricarlos con una
“puertita” que se podía abrir, sacar el dinero y luego cerrar.
Fue la peor de las heridas,
porque era como si ahora te sacaran el corazón estando vivo.
Y eso debe ser muy doloroso,
como lo fue la muerte del chanchito, padre de todas las alcancías, los ahorros
y las trampas de vaciarlo, llenarlo de arandelas y tapitas de gaseosas y
volverlo a cerrar.
Vamos…
No me diga que jamás lo hizo…
AUTOS NUEVOS Y DEMASIADA GENEROSIDAD
Las estadísticas son claras: en
el primer trimestre de este año se registró un record de venta de autos cero
kilómetro en Argentina, y es una noticia alentadora por todos los indicadores
que aporta ese dato.
Primero, que la industria automotriz
tiende a fortalecerse pese a los agoreros que sostienen que muchas terminales se
mudarían a otros países y dejarían el tendal de desocupados.
Segundo, que el poder de compra
de los argentinos aunque no sea brillante ni envidiable, pareciera que busca
hacerse fuerte y eso es para tener muy en cuenta.
Y adherido a esa buena noticia, apareció una exagerada serie de
promociones de casi todas las marcas que ofrecen autos en 80 cuotas sin
interés, que se lo puede retirar en la segunda cuota, que te bonifican el
seguro y varios miles de pesos, que te lo entregan con solamente llevar tu DNI
y una serie de gangas que tentarían a cualquiera.
Pocos hablan ya de los planes
de ahorro previo y la mayoría también se limita a consignar que se trata de
operaciones directas con los fabricantes.
Los vendedores de autos, esa
canchera especie de hábiles personajes capaces de venderles naranjas a los
paraguayos y heladeras en Islandia, han afinado su verba para injertar
convicción en los eventuales compradores.
Si hasta te ofrecen llevarte el
auto ya, ahora mismo, a la puerta de tu casa y entregártelo con el tanque lleno
¡con el tanque lleno, ¿escuchaste?! Y llave en mano.
Ignoro si existe algún control
de alguien acerca de estas ofertas tan tentadoras que en muchos casos terminan
en desilusiones, consagrando la eternidad del candidato como exponente de las
caminatas o el uso del transporte público.
¡También reciben tu auto usado
y lo cotizan mejor que nadie…!
Roguemos que en tal sentido no
sea como siempre: cuando te ofertan el coche nuevo, es el mejor del mundo, el
más maniobrable, el de mejor confort, con pantalla gigante de GPS, aire
automático, faros antiniebla, heladerita en la guantera, seis meses de seguro
gratis y especial consideración si te llegaras a retrasar en alguna cuota.
Pero cuando dentro de un año
vayas al mismo vendedor para dejarle el auto como parte de pago y llevarte uno
nuevo, seguramente te encontrarás con el argumento de siempre, cuando escuches
que sin ponerse colorado ni arrugar la frente, te diga ¿cuánto puedo darte por
esta porquería?
EL DILEMA NO RADICA EN POSNET O NO
POSNET SINO EN EVASIÓN U HONRADEZ
No tan sólo por seguridad es que se supone fue impuesta la medida de
obligar a todo el comercio a la aceptación de tarjetas que suplanten al pago en
efectivo, sino a la necesidad que tiene el Estado de reducir la alta incidencia
de la evasión generalizada que se perpetra con la vieja y percudida trampa de
la mayoría de los comerciantes, de no entregar factura legal por cada venta.
A los efectos de tener bajo
control toda operación comercial por más mínima que fuera, no es un despiste
poner como pretexto el peligro que significa la portación de dinero efectivo,
dadas las altas tasas de inseguridad que
se registran en cualquier ciudad del país y los argentinos -mal que nos pese-
nos hemos acostumbrado a que esa permanente amenaza sea parte de nuestra
habitualidad.
Especulaciones al margen, es
para pensar que la obligatoriedad del posnet
forma parte de la escalada de sinceramiento de la economía interna, agredida
permanentemente por los malos comerciantes que han tomado la evasión como
inherente a su actividad. Tomamos como “normal” que en lugar de la factura de
ley nos aseguren que si los zapatos que compramos nos quedan chicos, podremos
cambiarlos llevando la caja de cartón que los contiene o la bolsa con la
identificación del comercio donde fueron adquiridos, por citar sólo un ejemplo.
De esa manera es que a las
exageradas utilidades se suman los impuestos no pagados, porque al comprador ni
siquiera lo benefician bajándole el precio descontándole al menos la mitad de
lo que se deja de tributar: para el comerciante es negocio redondo.
Y así como los vendedores
tendrán que allanarse a cumplir, los consumidores tienen la obligación de
contribuir a ese sinceramiento de precios absteniéndose de comprar en aquellos
negocios que persistan en la malsana costumbre de recargar los precios con un
mínimo del 10 por ciento a las operaciones con tarjeta de crédito. Sostienen
que es la comisión que les cobran los bancos emisores del plástico, pero no
dicen en cuánto los beneficia el volumen de ventas con esa modalidad de pago.
Resumiendo, si no están conformes con ese sistema, que sólo vendan cobrando
dinero contante y sonante, pero entregando la factura correspondiente.
Es de suponer que en la
reglamentación de aplicación de la modalidad de venta cobrando con “dinero plástico”
habrá algunas excepciones con los “mini comercios” y algunos servicios
puntuales aunque los profesionales de distintas actividades -médicos, abogados,
escribanos, arquitectos, etc.- sostengan que el cobro mediante posnet es inviable seguramente porque se
terminarían los acuerdos verbales y los hipócritas “plus”, para ingresar a la
formalidad.
Algunos ajustes habrá que
hacer, porque a la percepción del ciudadano común, es la única manera de
reducir la enorme incidencia que tiene la evasión en varios aspectos de la vida
en sociedad: es generadora de precios abusivos, de ganancias inmerecidas y de
inflación encubierta.
Es hora de terminar con los
vivillos de siempre que se han venido aprovechando -desde el fondo de la
historia- de la incapacidad del Estado para ejercer controles que eviten esas
maniobras dolosas.
Ahora y con el riesgo de caer
al reduccionismo, gracias al posnet
la situación estará más cerca de la honestidad y se alejará de la vigencia de
esa vocación nacional que es la evasión por una parte y el abuso en los precios
por otra.
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