Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 30/12/18 que emiten en dúplex la AM580 y la FM88.5 ambas de Radio
Universidad de Córdoba.
Se despide el
2018
PARA LOS ARGENTINOS ESTE
AÑO FUE DEMASIADO
DURO
Siempre es bueno aclarar eso
de la coherencia a la hora de pensar y de opinar, cualquiera sea el micrófono
que me toque encarar y como en este caso, ya sea en esta casa o por la AM810
pienso y digo exactamente lo mismo.
Año vertiginoso si los hubo y
en todos los órdenes, aunque los espacios a veces no alcanzan para una
evaluación detallada de tantos aconteceres que de una manera o de otra nos
marcaron.
Aunque sin entrar en
pormenores, la conclusión básica e ineludible es que seguimos vivos después de
haber caminado por varias cornisas de angustias, estar en los terrenos de las
incertidumbres y algunos, los más pesimistas que se dedicaron a plumerear el
nicho cuando la vida aún les ofrece la maravilla del resurgimiento.
Buen año para los dueños del
dinero, la banca y los especuladores, a quienes el horóscopo les resultó
demasiado favorable, porque es el sector que aprovecha todos los vientos,
incluso aquellos que aparecen como destructores huracanes.
La inflación no dejó su vieja e
indomable costumbre de hacer daño, la inseguridad generalizada tuvo en su
contra algunos flashes impactantes, pero el hampa con el dinero narco no deja
de fortalecerse ni de expandirse, probablemente -como lo aseguran sus miles de
víctimas- apoyada en leyes todavía benignas que le consagran su impunidad.
Los mal disimulados movimientos
de todos los sectores de la oposición, destinados a instaurar un molesto clima
de ingobernabilidad responden a un plan elaborado, frente a un gobierno a veces
irresoluto y que cuando adopta determinaciones lo hace sin convicciones con un
cuestionable sentido del manejo de la información, lo que le resta espacio a la
hora de defender medidas netamente impopulares.
La herencia recibida perdió su
consistencia de excusa y la actual oposición aplaudió esa derivación a los
olvidos, hasta que los cuadernos de la corrupción que afectaron incluso a
encumbrados empresarios reactivaron su vigencia, adelgazada, pero vigencia al
fin.
Nuestro dolor por el destino de
los 44 compatriotas del ARA San Juan, la definición del caso Maldonado y la
sombra de la prisión para muchos ex altos dirigentes políticos fueron parte de
las novedades que aportó este casi extinto 2018.
La brutal escalada en los
precios de la mercadería para el diario sustento, las subas impositivas y el
descalabro en los valores de los servicios fueron y siguen siendo las
principales preocupaciones de la gente; las que acrecentaron la indignación y
abrieron las puertas a las dudas acerca del futuro no tanto en el aspecto
comicial, sino en las perspectivas acerca de nuestra calidad de vida.
El G20 como rotundo éxito para
el gobierno y una especie de invasión previa a la entrega del país, visto a
través del prisma apocalíptico de la oposición que también descalificó el
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como si hubiéramos tenido otras
opciones para superar un descalabro que no se diluye con mecanismos
demagógicos.
Un detalle saliente fue la
también estructurada campaña feminazi -como muchos la calificaron- tendiente a
la despenalización absoluta del aborto que aunque parezca desconexa, bien se la
puede emparentar a la más reciente expresión con su delirante extremo de “muerte
al macho”, de la mano de una tardía denuncia por un ataque sexual.
Y si hablamos del dólar con
todos sus vaivenes y caprichos, no fue tan cuco si tomamos en cuenta todas las
agorerías que lo ubicaban en 50 pesos para este fin de año, aunque es para
pensar en dos alternativas: está esperando lo que pase en Balcerce 50, en el
campo con la soja o simplemente está haciendo la plancha antes de tomar envión.
¿Y gobernar?
COMICIOS Y CAMPAÑAS, LAS
MAYORES PREOCUPACIONES
Es bueno y alentador, además de
una prueba de fortalecimiento de la democracia, saber que los políticos están
en plena actividad ya sea si permanecen en funciones o están en las nóminas de
eventuales candidatos para las elecciones que parece que están lejos, pero los
meses se pasan volando.
Sin embargo tengo la certeza
que no es poca la molestia que provoca en la sociedad ese empecinamiento de
muchos integrantes de las corrientes de pensamiento que estando en posesión de
importantes cargos, al mayor tiempo lo dedican a su promoción con miras a las
urnas, más que a las necesidades de la gente que son muchas y variadas.
Porque lo más importante es la
gestión, cumplir con lo prometido y no caer al repetido recurso de la demagogia
que luego se transforma en desencanto, con ese feo sentimiento de sentirnos
estafados o al menos defraudados en nuestras expectativas.
Lo correcto sería que todo
aquel funcionario con apetencias de ascender en la consideración de la gente o
de reiterar candidaturas, se apartara de sus funciones a través de una licencia
hasta después de las elecciones, incluso como mecanismo de aventar suspicacias
de injerencia estatal en la campaña.
Si bien todos los gobiernos,
todos, han apelado a la publicidad oficial como encubierta manera de hacer
campaña proselitista, sería hora de terminar con esas viejas mañas porque a los
elevados costos de la publicidad no los paga el partido, sino que los pagamos
todos, pensemos o no como el candidato.
Y un homenaje a la seriedad y
la honestidad sería que antes del comicio, se conocieran dos detalles: la
identidad y los montos que aportan ciertas empresas a las campañas, que lo
hacen no como un gasto sino a manera de inversión, porque seguramente de alguna
manera recobrarán lo invertido.
Suena a utopía, pero alguien,
alguna vez, debe hacerlo…
Pese a la
sensible baja…
UN AÑO MÁS DE VIGENCIA
PARA EL CORDOBESISMO
No es aventurado suponer con
cierta firmeza, que no fueron pocos los acontecimientos ocurridos en Córdoba,
de los que seguramente y en su momento se ocupará la historia que diariamente
se escribe.
Fue un año de inocultables
realizaciones y más que nada de reactivación del eterno promesómetro desde el
momento que se tuvo la certeza de las fechas determinadas para la elección de
gobernador, vice y legisladores que terminan en sus mandatos, sumados a las
intendencias de las más de 300 comunas que calculo figuran en el mapa cordobés.
Uno de los principales
problemas que afrontamos sigue siendo la inseguridad, con una policía que no
termina de purgarse ni de adecentarse, porque con alarmante frecuencia se
conocen episodios de corrupción en sus filas, no siempre en los niveles más
bajos.
Aún espera la ciudadanía una
definición acerca del destino de las tantas armas que fueran robadas en la
mismísima Jefatura, como así también de otros hechos que involucran a
jerarquías de la Institución azul.
El narcotráfico ha sufrido un
par de golpes que pueden ser considerados trascendentes, pero el negocio sigue
progresando en el menudeo del que poco se ocupa la autoridad que opta por los
grandes procedimientos en lugar de terminar con el flagelo partiendo del vicioso
consumidor.
Muchas de las obras encaradas
han sido posibles por los aportes nacionales, pese a lo cual se los presenta
como logros propios en la profusa y onerosa difusión de actos de gobierno que
es la excusa, cuando en realidad es abierta publicidad precomicial que no paga
el partido gobernante sino que la pagamos todos, pensemos o no como los que
mandan en la provincia.
Año en que entre otros
trascendentes protagonistas de instancias recientes, murieron José Manuel de la
Sota y Luciano Benjamín Menéndez, contemporáneos a la hora de escribir una
historia para los cordobeses en las que aparecen diferencias, logros, fracasos,
dudas, sangre y misterios que ya están en lo inescrutable del más allá.
Ya en el cabotaje el
cordobesismo está -estamos- enormemente endeudados, tomamos préstamos a largo
plazo y todo es parte de una ambiciosa campaña para quedarse.
Un año más en el que
sobrevivimos a los golpes arteros de la voracidad impositiva y tuvimos que
acostumbrarnos a la ineficiencia de una EPEC virtualmente quebrada que sigue
ofreciendo un servicio deplorable que derrapa con una lluviecita o con un
viento que supere levemente a la brisa.
La cuestión es que la gente
evidencia inquietud sumada a la desorientación de qué puede suceder a futuro,
cuando la demanda energética exija mayor calidad y cantidad a la proveedora,
que no está ni estará en condiciones de satisfacer.
Año duro fue también para esta
Córdoba que se empeña en mantener a un signo político que a lo largo de su
vigencia, no ha sabido superar los problemas que desde años atrás, nos siguen
agobiando pero no vacila en prometer soluciones a futuro que jamás supo
implementar.
Al quedar nulas las
posibilidades de continuar con el “tomala vos, dámela a mí” no es poca la
preocupación que se ha instalado en el equipo oficialista, porque en mucha
medida significa, aunque se lo pretenda negar, en el final de un cordobesismo
que no todos aceptaron.
Justicia de oídos sordos
LA MEGACAUSA Y EL ABUSO
DE LA PRISIÓN PREVENTIVA
En septiembre de 2015, más de 150 países reunidos en una Cumbre
aprobaron Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 17 metas que pretenden
lograr un mundo mejor para el año 2030.
Con el número 16 se aspira a “promover
sociedades justas, pacíficas e inclusivas, facilitar el acceso a la
justicia y crear instituciones eficaces y responsables”. En este punto la Organización
de las Naciones Unidas manifiesta su preocupación por la corrupción de
instituciones como el Poder Judicial y la policía, la falta de estado de
derecho y la cantidad de presos sin sentencia, que se mantiene en un 31 por
ciento en distintos países.
Imposible no dirigir el pensamiento a la causa del Registro de la
Propiedad de Córdoba donde la prisión preventiva, sistemática y prolongada,
alcanzó casi al 70 por ciento de los imputados, pese a tratarse de personas
comunes, con trabajo estable, con arraigo y sin antecedentes penales
que justificaran su detención.
Personas inocentes acorde al derecho nacional e internacional que nos
rige. Lo grave de reconocer es que resultaron de tales medidas algunas
consecuencias irreparables, como las personas que fallecieron en esa
prisión sin ser jamás juzgadas, pesando sobre todos la desazón de que fue
la Justicia, corporizada en Poder Judicial, quien les arrebató los
más elementales derechos.
La ONU alienta a los ciudadanos comunes a preguntarse cómo
incorporar los objetivos en su día a día y bueno sería extender
entonces los cuestionamientos al Poder Judicial y saber si alguien asumirá la
responsabilidad civil, judicial, ética, moral o la que
sea sobre estos hechos, camino a creer que de verdad puedan generarse
instituciones eficientes.
Aciertos y
falencias
UN AÑO MÁS EN ESTA CÓRDOBA
NUESTRA PATRIA DE
SIEMPRE
Una pregunta recurrente no tan
sólo por curiosidad sino por advertir el despliegue de mejoras y modificaciones
que se están llevando a cabo desde antes de mediados del año que ya muere y que
por lo visto, continuarán por varios meses más.
En consecuencia, suena
lógica la pregunta que tanto nos hicimos en estos últimos meses: ¿Es que tan
destruída estaba Córdoba?
Probablemente atrasada en
algunos aspectos edilicios y en materia de servicios, pero esta andanada de
obras con un olorcito precomicial es para tomar en cuenta.
Nuevas peatonales, remozadas
veredas de La Cañada, valorización del barrio Guemes, campaña de reposición de
luminarias, pavimentación de calles, cuidado de plazas, obras que no se ven
como los desagues, pero que se huelen como las cloacas y otros emprendimientos,
marcaron la impronta de una ciudad en permanente movimiento, pese a que de su
recaudación destina casi el 60 por ciento para el pago de sueldos a sus más de
11 mil empleados, más los tercerizados a los que hay que acudir cuando los
efectivos se encaprichan.
Pero quedan las deudas de
siempre que en las últimas gestiones no ha sido posible superar como lo son el
transporte, la basura y el caos urbano a cualquier hora, con el detalle
saliente que los inspectores están donde no son necesarios y se nota su ausencia
en los lugares más críticos.
Apuesto lo que quieran, que al
apresurado bacheo intensivo de calles lo harán dos semanas antes de las
elecciones y a pleno sol, cuando se vé.
Así y todo, dejando de lado
-aunque sea difícil- algunas cuestiones negativas, ¡qué hermosa, atractiva y
acogedora es esta Córdoba, nuestra Patria de siempre!
Córdoba,
enorme zona roja
EL HAMPA SIGUE BATIENDO
RÉCORDS Y ES IMPARABLE
En el tema del crecimiento de
la delincuencia por encima de las cifras dibujadas que de vez en cuando se dan
a conocer desde el gobierno, anida en el seno de la sociedad cordobesa el
convencimiento que es hora que dejemos de lado aquello de designar como “zona
roja” a cualquier sector de la ciudad donde se concentraran hechos delictivos.
La razón es muy simple, porque
ahora toda la ciudad es una gigantesca e incontrolable zona roja, y lo decimos
por verificaciones diarias de advertir la escasa presencia policial preventiva,
aunque con bombos y platillos se anuncie con cierta frecuencia la incorporación
de personal bisoño y la compra de tecnología, armamento y comunicaciones en una
pretendida lucha contra el delito que se sigue expandiendo, porque no encuentra
un dique de contención que garantice el imperio de la ley.
Hasta el cansancio venimos
pregonando que de nada sirven los enormes gastos que se concretan, por lo
general en compras directas y sin licitación, porque mientras no se aplique una
política integral de seguridad que contemple a la prevención como acción
prioritaria, el hampa seguirá creciendo y haciendo daño, al amparo de una
impunidad que el propio poder le viene regalando.
Uno de los más recientes
ejemplos de este acerto, es que a una empresa ubicada en Los Boulevares, ya van
47 veces que le roban parte de su techo para lo cual los ladrones deben operar
en banda de muchos integrantes, con aparatología para cortes de metal, apoyo de
vehículos y disponibilidad de tiempo no menor a las 6 horas.
En ese tiempo nadie vio nada
raro ni escuchó ruidos sospechosos.
Entonces es para pensar por
evidente certeza, que la delincuencia hace lo que quiere en espacios
sugestivamente liberados de patrullaje, o que la Justicia es renuente a firmar
órdenes de allanamiento en sectores que fueron escenario de episodios de
“gatillo fácil”.
En definitiva, ¿cuál es la
verdad?
Verdad hay una sola, y se llama
realidad
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La cocina de SLB
ANGELITO, NUESTRO
CHEF, NOS
INDICA LA FORMA DE
PREPARAR
UN SABROSO LECHÓN
RELLENO
¿Quién que sea de buen paladar, puede
sustraerse a la idea de preparar y saborear un lechón relleno? Nuestro cheff
especialista en recetas veganas y de las otras, nos ilustró acerca del tema, no
sin antes recomendarnos la inclusión en este blog de todo lo necesario para
culminar con éxito la aventura de preparar un plato digno de los comensales más
exigentes. A continuación se detallan los ingredientes necesarios y una guía
para la preparación de la especialidad culinaria. Y en la sección audios de
este blog, están las indicaciones de Angelito, especialmente en cuanto a los
secretos que por lo general esconden los cocineros:
LECHON RELLENO (ingredientes)
1 LECHON DE 10 KG
MOSTAZA, SALSA DE SOJA, AJO Y NARANJAS A GUSTO
750 GR DE ARROZ
4 CEBOLLAS PICADAS
2 DIENTES DE AJO
2 PIMIENTOS ROJOS PICADOS
2 PECHUGAS DE POLLO
2 CHORIZOS ESPAÑOLES
1 TAZA DE PASAS DE UVA SIN SEMILLA
1 TAZA DE CIRUELAS SIN CAROZO
1 TAZA ACEITUNAS NEGRAS DESCAROZADAS
1 CUCHARADA DE OREGANO
½ LITRO DE VINO BLANCO
1 LITRO DE CALDO DE AVE
PIMENTÓN Y AZAFRÁN O CÚRCUMA
PREPARACION
Freir las cebollas en poco aceite, agregar los
pimientos picados, las pasas de uva y de ciruelas. Incorporar el pollo
previamente cocido y reservar el caldo. Se sugiere desmenuzar las pechugas en
trozos para conservar las proteínas, los chorizos cortados en rodajas, las aceitunas
enteras y todas las especias. Agregar páprika, o azafrán o cúrcuma, el consomé
de pollo y el vino.
Saltear el arroz con los ajos con aceite y verterlo
con todo lo preparado anteriormente.
Dejar hervir 5 minutos, apagar y dejar reposar por 30
minutos.
Rellenar y costurear el lechón, limpiar y lubricar el
cuero y hornear a 160 grados por tres horas.
Maridar si es posible con un malbec de 13° de alcohol
o un cabernet sauvignon de hasta 14°. Pero si más le apetece un blanco
chardonnay, fresco y joven, la opción es individual y ajustada al gusto de cada
uno.
Junto al colega Pablo Colazo
DOMINGUERA INCURSIÓN EN
“EL MITRE CLUB” POR AM810
En su calidad
de periodista independiente, Gonio Ferrari ha venido comentando algunos temas
de actualidad en el programa “El Mitre Club” que conduce el colega Pablo Colazo
por la AM810 cada mañana dominguera. En este penúltimo día del 2018, Gonio se
refirió escuetamente a la realidad nacional en el año que fenece y un
pantallazo de la ciudad durante el mismo período. A continuación, las
desgrabaciones de tales intervenciones:
ESFUERZO POR HACER UN
PANORAMA DEL 2018
Año vertiginoso si los hubo y
en todos los órdenes, aunque los espacios a veces no alcanzan para una
evaluación detallada de tantos aconteceres que de una manera o de otra nos
marcaron.
Aunque sin entrar en pormenores,
la conclusión básica e ineludible es que seguimos vivos después de haber
caminado por varias cornisas de angustias, estar en los terrenos de las
incertidumbres y algunos, los más pesimistas que se dedicaron a plumerear el
nicho cuando la vida aún les ofrece la maravilla del resurgimiento.
Buen año para los dueños del
dinero, la banca y los especuladores, a quienes el horóscopo les resultó
demasiado favorable, porque es el sector que aprovecha todos los vientos,
incluso aquellos que aparecen como destructores huracanes.
La inflación no dejó su vieja e
indomable costumbre de hacer daño, la inseguridad generalizada tuvo en su
contra algunos flashes impactantes, pero el hampa con el dinero narco no deja
de fortalecerse ni de expandirse, probablemente -como lo aseguran sus miles de
víctimas- apoyada en leyes todavía benignas que le consagran su impunidad.
Los mal disimulados movimientos
de todos los sectores de la oposición, destinados a instaurar un molesto clima
de ingobernabilidad responden a un plan elaborado, frente a un gobierno a veces
irresoluto y que cuando adopta determinaciones lo hace sin convicciones con un
cuestionable sentido del manejo de la información, lo que le resta espacio a la
hora de defender medidas netamente impopulares.
La herencia recibida perdió su
consistencia de excusa y la actual oposición aplaudió esa derivación a los
olvidos, hasta que los cuadernos de la corrupción que afectaron incluso a
encumbrados empresarios reactivaron su vigencia, adelgazada, pero vigencia al
fin.
Nuestro dolor por el destino de
los 44 compatriotas del ARA San Juan, la definición del caso Maldonado y la
sombra de la prisión para muchos ex altos dirigentes políticos fueron parte de
las novedades que aportó este casi extinto 2018.
La brutal escalada en los
precios de la mercadería para el diario sustento, las subas impositivas y el
descalabro en los valores de los servicios fueron y siguen siendo las
principales preocupaciones de la gente; las que acrecentaron la indignación y
abrieron las puertas a las dudas acerca del futuro no tanto en el aspecto
comicial, sino en las perspectivas acerca de nuestra calidad de vida.
El G20 como rotundo éxito para
el gobierno y una especie de invasión previa a la entrega del país, visto a
través del prisma apocalíptico de la oposición que también descalificó el
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como si hubiéramos tenido otras
opciones para superar un descalabro que no se diluye con mecanismos
demagógicos.
Un detalle saliente fue la
también estructurada campaña feminazi -como muchos la calificaron- tendiente a
la despenalización absoluta del aborto que aunque parezca desconexa, bien se la
puede emparentar a la más reciente expresión con su delirante extremo de
“muerte al macho”, de la mano de una tardía denuncia por un ataque sexual.
Año en que entre otros trascendentes
protagonistas de instancias recientes, murieron José Manuel de la Sota y
Luciano Benjamín Menéndez, contemporáneos a la hora de escribir una historia
para los cordobeses en las que aparecen diferencias, logros, fracasos, dudas,
sangre y misterios que ya están en lo inescrutable del más allá.
Ya en el cabotaje el
cordobesismo está -estamos- enormemente endeudados, se hacen obras costosas con
ayuda nacional, tomamos préstamos a largo plazo y todo es parte de una
ambiciosa campaña para quedarse.
En cuanto a la ciudad, bien
puede ser parte de otro capítulo…
LA CIUDAD, SIEMPRE EN
OBRAS
¿Es que tan destruída estaba
Córdoba?
Probablemente atrasada en
algunos aspectos edilicios y en materia de servicios, pero esta andanada de
obras con un olorcito precomicial es para tomar en cuenta.
Nuevas peatonales, remozadas
veredas de La Cañada, valorización del barrio Guemes, campaña de reposición de
luminarias, pavimentación de calles, cuidado de plazas, obras que no se ven
como los desagues, pero que se huelen como las cloacas y otros emprendimientos,
marcaron la impronta de una ciudad en permanente movimiento, pese a que de su
recaudación destina casi el 60 por ciento para el pago de sueldos a sus más de
11 mil empleados, más los tercerizados a los que hay que acudir cuando los
efectivos se encaprichan.
Pero quedan las deudas de
siempre que en las últimas gestiones no ha sido posible superar como lo son el
transporte, la basura y el caos urbano a cualquier hora, con el detalle
saliente que los inspectores están donde no son necesarios y se nota su
ausencia en los lugares más críticos.
Apuesto lo que quieran, que al
apresurado bacheo intensivo de calles lo harán dos semanas antes de las
elecciones y a pleno sol, cuando se vé.
Así y todo, dejando de lado -aunque
sea difícil- algunas cuestiones negativas, ¡qué hermosa, atractiva y acogedora
es esta Córdoba, nuestra Patria de siempre!
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