9 de abril de 2021

Sorpresa en la peatonal

DESTACABLE ACTITUD EN MOMENTOS QUE
LA SOLIDARIDAD  ES MÁS QUE  NECESARIA
 
   Es común aquel viejo dicho felizmente desvirtuado por muchos episodios de la realidad, cuando sostiene que “nadie regala nada” y al respecto es oportuno citar a Eurípides quien desde el fondo de la historia supo sostener “Dícese que los regalos persuaden aún a los dioses” porque no debe existir entre nosotros una satisfacción mayor que recibir un regalo y no solamente de cumpleaños, o por la graduación, o por un aniversario o por cualquier otra motivación.
   Recibir un obsequio porque es necesario para su destinatario asume el enorme valor solidario de quien lo ofrece y lo entrega, incluso sin saber quién
resulta afortunado receptor. Y es cuando cualquiera de nosotros con algo de sensibilidad y compromiso con la sociedad entiende que se trata de una actitud más que digna de ser divulgada, se transforma en necesaria especialmente en tiempos de crisis como los que estamos viviendo.
   Agradable sorpresa reciben quienes pasean por nuestra peatonal, cuando se enfrentan a un cartel, tan casero como sencillo, que ofrece prendas como obsequio para cualquier persona que la necesite, en un gesto que lejos de merecer explicaciones, impone transformarlo en costumbre cuando la generosidad forma parte de toda persona consciente de nuestra realidad de carencias que nos oprime el alma.
   En 9 de Julio 114 “La Rosa” es un negocio dedicado a la venta de ropas y seguramente sus responsables poseen sentimientos y perceptividad como para integrar su criterio solidario a un actual escenario, donde son más las privaciones que los logros y en tal compromiso -silenciosos porque no salieron a
vociferar que son generosos- decidieron regalar prendas de vestir, como se puede advertir en el cartel ubicado en un perchero exterior.
   ¿Es un baño de frescura dentro del drama pandémico? ¿Es acaso una manera de llamar a muchos otros comerciantes que pudieran imitarlos? ¿Es una acción de desprendimiento propia de aquellos magnánimos y desprendidos que son practicantes de la caridad y el altruismo? No le busquemos explicaciones al derroche de amor a la sociedad necesitada que lleva implícito este hecho por ahora aislado, pero valioso inspirador de conductas.
   Se impone entonces citar a Ovidio, otro de los grandes pensadores de la historia universal: “Siempre son los mejores recibidos aquellos regalos que toman todo su valor de quien los hace”.
   Si “la Rosa” es una persona, no hace falta que la nominen como tal, pero ya es una ciudadana ilustre.
Gonio Ferrari

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