23 de octubre de 2022

S.L.B.: NADA JUSTIFICA, EN SEQUÍA, EL DERROCHE IRRACIONAL DEL AGUA – EL MÁRKETING DE LA TV PORTEÑA CAYÓ A UN BURDO Y PELIGROSO ABISMO DE IRRESPETUOSIDAD – EL INTERIOR, CONDENADO A SEGUIR COMO REHÉN PARA CAPRICHOS Y DEMANDAS GREMIALES – MEGACAUSA: AUNQUE NO SE RESPETEN, EXISTEN PROTOCOLOS EN LA JUSTICIA CORDOBESA – ¿“SINCERICIDIO” POLICIAL U OBEDIENCIA DEBIDA? - ¿POR QUÉ NO DECLINA LA LUCHA INTERNA EN LA CIMA DEL PODER?, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 749 emitido el 23/10/22 en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

 
Otro insulto a las prioridades urbanas
ANTE LA SEQUÍA, NADA JUSTIFICA EL DERROCHE
IRRACIONAL Y EVITABLE QUE SE HACE DEL AGUA
 
  En los últimos años a la altura de estos meses de cada calendario, nos angustia la sequía que afecta a  nuestros diques, el escaso caudal de los ríos, todo como consecuencia de los cambios climáticos observados y tan estudiados, que han alterado el ritmo de las precipitaciones como en tiempos anteriores, que con algunas excepciones los embalses eran de una casi permanente imagen de saciedad, lo que ayudaba en muchos aspectos de la economía provincial como el turismo, una de las principales actividades recreativas, generadoras de fuentes de trabajo y movilizadora de la economía en general.
   Y en los tiempos de notable baja del agua acumulada, se recomendaba hasta el cansancio la obligación de cuidarla, de no derrocharla, de utilizar solo lo necesario dejando de lado algunas enraizadas costumbres como regar el jardín todos los días, lavar el auto con idéntica frecuencia, no consumir más de lo necesario tanto en la cocina hogareña como en el baño y otras limitaciones que contribuían a suavizar en parte la escasez del agua que llegaba a domicilio desde los embalses cordobeses, previo tratamiento en las plantas especializadas.
   Ahora estamos viviendo momentos de escasez, lo que afecta en muchos aspectos de la vida cotidiana y en los últimos tiempos, se ha sumado una nueva preocupación con la reiteración de los frecuentes incendios forestales, casuales o provocados por la hijaputez de algunos piromaníacos muchos de los cuales han sido oportunamente identificados y puestos a disposición de la Justicia.
   Es por todo esto que desorienta al ciudadano, que se sacrifica limitando el uso del agua, advertir que quienes debieran ser ejemplo de mesura en el consumo, la derrochan como si todas las fuentes de donde nos sirven estuvieran pletóricas en abundancia, cuando la realidad gráfica nos muestra lo deplorable de un espectáculo triste como es el de la sequía, y en el caso puntual del embalse del dique San Roque, todo un símbolo, ver aparecer lo que queda del viejo paredón de contención, tan perfecto en su tiempo que hasta fue imposible abatirlo cuando se construyó su reemplazante a mayor nivel.
   La Municipalidad de Córdoba, cuyo intendente se desvive por hacer cosas en muchos casos sin tomar en cuenta las reales prioridades ciudadanas, es un empedernido derrochón de agua, porque es parte de su campaña hermosear las plazas, a las que en forma casi permanente les activan los mecanismos de difusión del vital líquido no sólo para alimentar las fuentes sino para lavar sus veredones para que esos jardines no pierdan su verdor y las flores encuentren la humedad que requiere su obligación proselitista de hacerlas lucir hermosas, como espectáculo visual y placentero.
   No es tampoco el asunto dejarlas morir, pero bastaría con que se limitara al mínimo ese derroche, para que la ciudad fuera destinataria de dos elementos básicos de la convivencia: tener la certeza que no será tan angustiante la sequía y que el ejemplo cundirá en cuanto al ahorro hogareño del agua.
   La mejor campaña tan apresuradamente iniciada, tendrá así un costo menor de todo lo que ahora está formando parte de la deuda que tendremos que pagar vía tributaria, y podremos decir con orgullo que pese a la sequía, las plazas y los parques lucen su mejor estampa.
   Pero claro, a eso hay que decidirlo y aplicarlo, sin pensar en las urnas…
 
Ataque a la investidura presidencial
EL MÁRKETING  DE  LA  T.V. ARGENTINA  CAYÓ  A  UN
PELIGROSO Y BURDO ABISMO DE IRRESPETUOSIDAD
 
   “Todo ser humano posee una dignidad que, aunque la persona exista siempre en un contexto social e histórico concreto, jamás podrá ser disminuida, herida o destruida sino que, por el contrario, deberá ser respetada y protegida si verdaderamente se quiere contribuir a la paz”.
   Aunque tales conceptos tengan la contundencia merecida no me pertenecen, sino que fueron pronunciados por el pontífice Juan Pablo II en una ocasión que no viene al caso mencionar, por lo certeros y aplicables al momento que vivimos los argentinos, en una especie de malsano festival de las descalificaciones y las formulaciones de cargos al voleo y sin que sus autores midan las consecuencias de sus afirmaciones.
   Un programa de la TV porteña inició un nuevo ciclo de un programa no original sino tomado de un modelo extranjero, donde la convivencia de poersonajes de la variada fauna humana muestran sus debilidades, gustos, placeres e intimidades que es a donde se asoma una audiencia numéricamente variable.
   El producto en sus primeras manifestaciones de años anteriores tuvo una aceptación que ahora parece decrecer, porque a veces la realidad que vivimos supera a cualquier ficción, por más que se la genere y se la maquille, razón por la cual pasa a ser un espectáculo pasatista aunque con dwerivaciones muchas veces provocadas por la necesidad de aumentar el número de televidentes que siguen su desarrollo.
   En ese marco un tal Alfa, personaje mediático así llamado por su fanatismo hacia la marca Alfa Romeo uno de cuyos modelos antiguo luce con orgullo, faltó el respeto a la investidura presidencial del Dr. Fernández, nuestro presidente surgido de una consulta popular a través del sufragio, o sea que nadie puede discutir la legitimidad de su llegada al máximo poder nacional.
   Y como al Dr. Fernández lo tenemos como conocido en general, abramos entonces un breve paréntesis para pintar la figura del tal “Alfa”, sesentón, quien entre otras actitudes un 24 de marzo posteó recordando que él era pequeño, residía en el barrio militar de Palermo y, vivió un momento "horroroso" asegurando que los "montoneros hijos de remil" habían estallado una bomba y reivindicó la tarea de los "militares heroicos".
   Se lanzó al aire la nueva edición de Gran hermano” y con la presentación de los 18 integrantes llegaron las repercusiones. Mientras el programa iba transcurriendo, la red Twitter estallaba con comentarios sobre cada personaje.
   Uno de los que más llamó la atención fue Walter Santiago, conocido como "Alfa", de 60 años quien se presentó como alguien que siempre fue "líder, muy calentón y muy rencoroso", aseguró tener "mucha memoria" y alardeó sobre sus grandes dotes culinarias y dio detalles de su ideología vistiendo una campera con letras grandes que decían "USA" y despertó la curiosidad de los espectadores que no tardaron en compartir información sobre él.
   En 2014, Alfa estuvo en Masterchef aunque su paso por el certamen fue breve: los chef lo retaron por pasar el dedo por la comida y desestimaron su plato cuando los jurados encontraron un pelo en el solomillo que había preparado. "Es del cerdo ese pelo. Yo no tengo pelo", se defendió en aquel momento el participante.   
   Asimismo una ciudadana compartió chats donde Alfa la acosaba y amenazaba.
   Ahora volvamos a lo nuestro: tengamos en cuenta que el Dr. Fernández expresó conceptos que un presidente no debiera divulgar, sobre todo porque están prohibidos por la Constitución y quien está a cargo del gobierno no debe hablar públicamente de casos judiciales en curso, no debe expresarse como para que se infiera de sus dichos que está al tanto de un expediente judicial determinado, ya que existe una división de poderes que veda al Poder Ejecutivo toda interferencia sobre el Poder Judicial, y viceversa.
   El Dr. Alberto Fernández es el presidente de la República con la obligación de respetar lo que marca la Constitución y que tanto o más que el Derecho Penal –temática de la que es docente– tiene la obligación de conocer y practicar el Derecho Constitucional y entre otros detalles no puede comentar que el alegato de un fiscal es “un disparate” de “una debilidad jurídica asombrosa”, por lo cual él ansía “que la Justicia encauce esta situación” refiriéndose al Dr. Diego Luciani quien en la causa Vialidad pidió una importante pena para la vicepresidenta Cristina Kirchner.
   Y peor aun es que un presidente no puede faltar a la verdad o tergiversar los hechos, y Fernández, y para agravar más la situación lo hizo:dijo que Nisman “se suicidó, hasta acá no se probó otra cosa”. Pero no es cierto: con base en un peritaje de Gendarmería Nacional, sumado a otras pruebas, el fallo del juez Julián Ercolini sostiene que Nisman fue asesinado, ratificándolo la Cámara Federal y en la década pasada, cuando estaba distanciado de Cristina Kirchner, Fernández sostuvo que Nisman no se había suicidado y todo esto daña la propia investidura presidencial.
   Este tipo, el apodado “Alfa” aseguró públicamente durante una charla con otra concursante en el primer día del programa, que Alberto Fernández lo había coimeado un montón de veces,
   Y desde allí el culebrón que sólo sirve para alimentar el tenue fuego de una audiencia que no acompañó como pensaban que sería, los dueños del producto. Intervino también la vocera presidencial y expresó entre otras cosas
“Hay discursos de odio penados por la ley, como los discursos homofóbicos. No podemos dejar pasar estas cosas. No es ingenuo lo que sucedió”, añadió Cerruti, mientras que la oposición cuestionó a Cerrutti por sus criticas contra Alfa preguntando: ¿El Presidente está preocupado por Gran Hermano?” 
  El escandalete mediático quedó armado y algunos productores televisivos porteños se restregan las manos pensando con el bolsillo.
   Recordemos el triste papel de ese vendedor de humo que es Marcelo Tinelli y no olvidemos la ridiculización que en un programa que conducía, en vivo, hizo de Fernando de la Rúa.
   A todo esto, los argentinos debemos tener la convicción del respeto porque es uno de los valores que muestran una más acentuada decadencia, y no permitir que nadie, piense como piense y esgrima como disculpa o como justificación el ejercicio de la libertad, tiene derecho ni debe violentar la investidura presidencial, esté quien esté en el sillón de Rivadavia o viviendo en la residencia de Olivos.
 
Subsidios: histórico privilegio portuario
EL  INTERIOR  CONDENADO A SEGUIR  SIENDO  LOS
REHENES DE CAPRICHOS Y DEMANDAS GREMIALES
 
   Puede considerarse como mas viejo que la espalda, o que el agujero del mate, o como la condición líquida del mercurio, aquella costumbre histórica del puerto en ser privilegiado, más allá de los cacareados federalismos y de otras mentirosas actitudes acerca de la existencia de igualdad entre todos los argentinos en cualquier aspecto.
   Pero aquel mentiroso federalismo, el de antes y el actual, encubre las actitudes más lamentablemente unitarias que vaya paradoja, nos desunen a los del interior con los capitalinos en todo aspecto y ni siquiera vale enumerarlos por ser tan conocidos, soportados y causantes de una acendrada y creciente indignación que de nada sirve para modificar esos enojosos parámetros.
   Más allá de otras implicancias de tal actitud sobradora y autoritaria que nos relega a los del interior a un segundo plano, o tercero, pero siempre distante de las ventajas portuarias, está el perjuicio que nos ocasiona en todas las actividades que desplegamos aquí, pero con raíces de alguna manera consolidadas en la gran capital, como por ejemplo la prepotencia sindical que nace allá, donde los dirigentes son más ricos que los empresarios y viven de la práctica del menor esfuerzo.
   Son aquellos representantes de la casta actual que en su momento fuera la columna vertebral del justicialismo, cuando la justicia social se aplicaba sin privilegios salvo por un tiempo hacia los niños, que solían ser “los únicos privilegiados”, distinción de la que ahora los alejaron los que han hecho del sindicalismo un medio más que de vida, de enriquecimiento con pocas y honrosas excepciones.
   Aquí pagamos todo más caro porque a los porteños se les antoja que así sea, para que a ellos la vida les resulte más barata y no es un ataque de chauvinismo, sino el reflejo de una dolorsa realidad.
   Muchas veces, la complicidad o la adhesión local a esos mandatos nos perjudica de tal manera, que aquí pagamos las consecuencias y ellos resultan triunfantes y airosos.
   Llegará el día en que se haga justicia y los porteños paguen por lo que realmente cuestan la electricidad, el agua, el gas, el transporte, los combustibles y todo lo que consumimos o contamos como servicios en el interior.
   Ese día, si llega, seguramente les servirá a ellos para que, tardíamente, pretendan que les ayudemos para que hagan tronar el escarmiento, aunque  muchas veces lo hicimos y de nada sirvió, salvo para ellos que consolidaron las privilegiadas posiciones alcanzadas.
   Y nosotros, olvidados desde allá, salvo cuando nos necesitan que sigamos siendo rehenes de sus caprichos y demandas…
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
ES COMO SI PARA LA JUSTICIA CORDOBESA NO
EXISTIERAN PROTOCOLOS QUE SON LAS LEYES
 
   El término “protocolo”, hace referencia a un conjunto de normas o pautas ordenadas que deben seguirse para cumplir con una determinada acción. Es una palabra muy útil que guía el camino. En la salud, por ejemplo, los protocolos permiten tomar decisiones basadas en evidencia científica o  en “pruebas”, con la finalidad de evitar errores.
   Si la aplicamos a la causa del Registro de la Propiedad que se ventila desde más de una década atrás en la Justicia de Córdoba, podría decirse que  en los tribunales mediterráneos también existe un “protocolo” por el cual los fiscales tienen un plazo de cuatro meses para completar una  investigación a partir de la detención o declaración del imputado, que existe un mecanismo de sorteo para elegir jueces y que esos magistrados tienen también plazos razonables para resolver las causas.
   También es de “protocolo” que un juez no puede repetirse juzgando a la misma persona por lo mismo y que para decidir condena debe existir prueba objetiva. 
   Y finalmente, como guía para no errarle, un vigente conjunto de normas ordenadas llamadas Constitución de la Nación Argentina, constituye un extenso “protocolo” que explica con meridiana claridad cómo debe manejarse la libertad de los ciudadanos y cómo proceder ante las diferencias de poder.
   Aunque esto esté tan clarito, nadie explica aún por qué, en la causa mencionada, las investigaciones y juicios eternos, la comisión especialmente designada para juzgar, las condenas por íntima convicción, las prisiones preventivas sistemáticas y la impunidad de los poderosos, ignoraron todos los protocolos, pese a que en el Poder Judicial todos esos “protocolos” ¿cómo es que se llaman?
   Se llaman Leyes…
 
“Sincericidio” tardío, inútil y sospechoso
DOS AÑOS DESPUÉS DEL DRAMA DUELE SABER
QUE  SIGUE  VIGENTE “LA OBEDIENCIA  DEBIDA”
 
   En realidad cuando se plantea una situación confusa, extemporánea, inoportuna y obligadamente vinculada con la política, los políticos y su irrefrenable vocación por eternizarse en el poder, sin ninguna mácula que los enturbie ante la gente, es que aparecen tantas dudas como preguntas sin respuestas que el ciudadano ávido de verdades espera que sean coherentes, veraces, posibles y respetables.
   Al auscultar a muchos cordobeses de disímiles orientaciones ideológicas y partidarias, el resultado fue acumular interrogantes que cualquiera se plantea y ante ese desamparo de información, busca sin conseguirlo, a quienes puedan aportar creíbles interpretaciones que cuando en su momento son expuestas, en aquellas personas acosadas por esas dudas para ellos insalvables, quedan más desconcertadas que con las incertidumbres alimentadas por tantos prolongados silencios que suelen ser los causantes de la instauración de sospechas y conjeturas, padres putativos y ocasionales del recelo y de la aprensión.
   Por eso uno desde el llano y sin pretensiones comienza a ordenar mentalmente una serie de preguntas intentando armar un complicado rompecabezas, que se destaca porque nunca faltan los pícaros que esconden piezas, agregan otras que nada tienen que ver, o se roban las más imprescindibles.
   Vamos entonces por partes:
   ¿Por qué a todo lo que la Sra. Jefa de Policía al presentarse en Tribunales declaró, detalló, reveló y conmocionó lo tuvo tanto tiempo guardado?
   ¿Por qué no recordó, entre otros detalles, que era la responsable de Recursos Humanos cuando el autor del disparo letal andaba en la calle, armado y fuera de protocolo porque había cometido un delito y la obligación era tenerlo separado de la fuerza azul?      
   ¿Por qué se empecinó en un cerrado silencio cuando tenía la obligación cívica y humana de dar la cara, hablar con los familiares de la víctima, contenerlos y ayudarlos en todos los trámites emergentes de un hecho gravísimo que se pretendió desfigurar?
   ¿Ella sabía o sus hombres de la plana mayor que ya estaban al tanto, que un efectivo policial había “plantado” un arma trucha para desviar los primeros pasos de la investigación?
   Hay tantas otras cosas turbias para que nos preguntemos, pero lo mejor es dejar que la Justicia, si es en verdad independiente como tanto se proclama aunque muchos hechos lo transformen en dudas, cumpla con su cometido dejando de lado detalles que el común de la gente no asocia con el momento que vivimos, de lanzada, intensa y onerosa campaña precomicial con desusada anticipación.
   El Intendente que quiere ser gobernador acompaña falderamente -por así decirlo- al gobernador que aspira a ser Presidente aunque no lo reconozca, a la par que en sociedad siguen engrosando la fabulosa deuda que tiene el cordobesismo en su mayoría contraída en moneda extranjera, que con la devaluación diaria y constante de nuestra adelgazada moneda crece y crece sin encontrar un muro de contención, hasta que se transforme, si aún no lo es, en impagable y quienes glorifican por su gestión a los dos gobernantes fganáticos del autobombo que pagamos y pagaremos todos nosotros, no sabrían de qué disfrazarse.
   Pido disculpas por haberme desviado del tema central porque era necesario hacer algunas asociaciones ajenas al caso del crimen de Blas, como para que la situación quede clara con sus fundamentos y consecuencias o daños colaterales, que les dicen…
   Y una duda final, para que la realidad del tiempo o la conciencia actual de quienes manejan o manipulan esta situación y el proceso en marcha, preguntar si finalmente la Sra. Jefa de Policía es o no responsable o víctima y consecuencia de eso que le llaman “obediencia debida”, porque no es momento de enturbiar el panorama de políticos que antes de la muerte evitable de Blas, soñaban con la eternidad de sostenerse en y con el poder que consagrarían en las elecciones del año próximo.
   Y la Sra. vendría a oficiar de dique de contención en el ascenso de las cargas de culpas en la pirámide del poder, para que allí, en ella, se detenga la severidad de las responsabilidades funcionales y humanas.
   Al alejarse quien fuera Ministro de Seguridad -o mejor dicho de inseguridad, porque es lo que hay- la Sra. Jefa de Policía quedó huérfana de protección política con el riesgo cierto que las cargas salpicaran hacia arriba.
   En fin, roguemos que la intensiva marcha de la campaña no enturbie el panorama que ya de por sí, deja más sombras que claridades.     
   Ah!! Y una última pregunta antes de olvidarme, que a lo mejor sea una pavada pero tiene su importancia formal: ¿por qué la señora Jefa de Policía y en su condición de tal, asistió a testificar en Tribunales vestida de civil en lugar de lucir su uniforme?
   Ella no había sido convocada como vecina o ciudadana, sino como responsable de la fuerza azul que todavía no puso en claro por qué el asesino de Blas estaba en funciones, y con un arma en su poder y a su criminal disposición…  
   Tal como dolorosamente lo mostró una realidad que con prevención y sin autoritarismo ni abuso de armas como en tantas otras situaciones, se pudo haber evitado.
   Y en todas direcciones, pero más desde arriba hacia abajo, pero nadie lo pudo evitar por la sencilla razón que tampoco, desde la autoridad, nadie obró como para que se evitara.
 
Hay actitudes suicidas e incomprensibles
SI  LA  SALIDA ES  UN CESE  DE  HOSTILIDADES ¿POR
QUÉ
NO DECLINA LA LUCHA EN LA CIMA DEL PODER?
 
   Son más las situaciones en que no alcanzamos a comprender las actitudes de los políticos, que las ocasiones en que analizándolos, podemos llegar a formarnos una idea cabal de sus problemas, las intenciones por superarlos y la consecuencia positiva que sería gozar cada victoria sobre la adversidad, patrióticamente entre todos los argentinos.
   Acerca de estas consideraciones me viene a la mente una frase que a Mario Moreno, el recordado actor “Cantinflas” mexicano, le saliera desde el alma cuando con la seriedad de su inocente humor aseguró que “la Argentina está compuesta por millones de habitantes que quieren hundirla, pero no lo logran”, lo que coincide con nuestra certeza de habitar un país tan inmensamente rico que ni siquiera los peores políticos que nos han gobernado consiguieron fundirlo.
   ¿Por qué entonces y que alguien me lo explique sin discursos altisonantes ni sanatas de las acostumbradas por el abuso de la demagogia tan generalizada, los políticos mediocres y los que se autotitulan inteligentes, se empeñan en pelearse incluso dentro de su mismo rebaño?
   ¿Son tantas las apetencias que los animan a llegar a odiarse, ignorarse, distanciarse y no cruzar palabra aunque la responsabilidad de sus cargos los obliguen a un diálogo permanente?
   Si cabe algún calificativo para esa actitud disociante con el ejercicio de la auténtica democracia, es la miserabilidad que desnuda en personas que por mandato están obligadas a convivir, dialogar pese a las divergencias que puedan plantearse y resolver cuestiones que beneficien a la comunidad que gobiernan.  
   Quedó al margen la obligación de generar trabajo genuino y no que sea sólo el Estado quien abrigue a los desocupados que son política e ideológicamente fieles, y es una imposición de circunstancias dejar de lado la dádiva, el ejercicio de la vagancia profesionalizada y cualquier otra expresión de asistencialismo, porque es una derrota a la dignidad humana del trabajo y del esfuerzo.
   Recuerden a Martín Fierro y su sentencia: “Debe trabajar el hombre para ganarse el pan, pues la miseria en su afán de perseguir de mil modos, llama a las puertas de todos y entra en la del haragán”.
   Entonces que el Dr. Fernández, la arquitecta egipcia, su hijo mimado, el polifacético Massita se dejen de pelear como lo vienen haciendo por espacios de poder y se acuerden que más de 45 millones de argentinos esperan -esperamos- las soluciones que viven prometiendo.
  Y tampoco que olviden la contundencia de Carlyle: “La miseria de cualquier género no es la causa, sino el efecto de la inmoralidad”.

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