Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 752 del 13/11/22 emitido en dúplex por AM580 y la 88.5 FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
El meneado caso del Dr. González
LAS AUSENCIAS DILATAN LOS PLAZOS Y SUELEN
SERVIR PARA INSTALAR EL MAL DE LAS AMNESIAS
LAS AUSENCIAS DILATAN LOS PLAZOS Y SUELEN
SERVIR PARA INSTALAR EL MAL DE LAS AMNESIAS
Lo peor que puede ocurrir en el
inicio de una anticipada y apresurada campaña preelectoral con pretensiones de
“primerear” al resto de las fuerzas políticas, es que algún tiro salga por la
culata, utilizando burdamente aquel sabio dicho popular, que viene como anillo
al dedo para reflejar la situación que vive en Córdoba el oficialismo
gobernante.
El más reciente de aquellos
malogrados disparos con sus consecuencias ya descriptas, agrava la situación de
inestabilidad emocional que bien podemos remontarla al caso del pibe Blas
Correas, que se fue agravando con la inseguridad creciente, los femicidios
algunos de los cuales fueron consecuencia de la sordera judicial, las
infidelidades en las que incurrieron los apegados al “gatillo fácil”, los
crímenes perpetrados en un hospital infantil estatal con un penoso saldo por el
asesinato de criaturas recién nacidas, el crecimiento imparable del hampa
especialmente en lo concerniente al narcotráfico y otras situaciones igualmente
traumáticas, y culminaron en el terrible, llamémoslo piadosamente accidente,
que protagonizara uno de los hombres más fuertes de la conducción política y
gubernamental de la provincia.
A la cuestión es imposible enmarcarla
en una racha de mala suerte, sino como parte de un tobogán en el que veníamos
deslizándonos primero suavemente y al no encontrar contención por la
inexistencia de prevención en muchos aspectos, la caída se fue acentuando,
alimentada en parte y esto es innegable y se lo peleo a cualquiera, por una
especie de soberbia del poder y el peligroso acostumbramiento a la impunidad.
Pero ocurrió y ahora lo importante
es que las consecuencias de este último y penoso episodio por la fatalidad de
su resultado, tengan la consabida repercusión en la justicia y en el ámbito
interno más encriptado del gobierno, especialmente porque los relojes no se
detienen y vivimos esa curiosa sensación de ver caer con mayor velocidad las
hojas del almanaque, que nos acerca al acto eleccionario donde son muchas las
cosas que estarán en juego.
El Dr. González, quien seguramente
abrigaba esperanzas de permanencia en algún cargo relevante, es de suponer que
por inteligencia y autocrítica deberá olvidarse porque el proceso llevará su
tiempo lo que significa mayor desgaste de imagen, que conspira con el marco
general de las candidaturas de su corriente política, lo que sin dudas no creo
que haya despertado simpatías en derredor, aunque los casos de hipocresía
dentro de la política nunca dejaron de existir.
El hombre primero tuvo algo así
como 15 días de licencia en su importante cargo en la conducción de la
Unicameral, pero seguro que internamente, quienes sienten tambalear sus
posiciones dominantes por el efecto traslativo de la indignación que provocaran
todos los pormenores del suceso, no tengo dudas que sienten en su fuero íntimo
los sacudones de la reacción popular ante el suceso de las Altas Cumbres y sus
consecuencias en el futuro inmediato de la onerosa campaña publicitaria encarada
por el gobierno provincial, no con el dinero partidario, sino con fondos del
Estado, que somos todos nosotros.
Ahora las cosas algo han cambiado
y el receso para el infortunado beneficiario -entre otras gangas- de un coche
de alta gama con patente duplicada, como parte de una flotilla de vehículos que
generosamente le asignara la Justicia aunque haya sido una acción contemplada
por la ley, se ha modificado con el otorgamiento o la imposición, vaya Dios a
saber de quién o de quienes, de una licencia por seis meses y se supone que
será sin goce de haberes, tiempo que de hecho lo aleja de cualquier pretensión,
ansia o necesidad de postularse a nada.
Así está el panorama, y lo más importante que se avizora en el tiempo
precomicial, es que de alguna manera el poder deberá intensificar su campaña
proselitista, apelando incluso a ciertos argumentos que podemos llamarles
subliminales, como por ejemplo contraer mayores deudas en moneda extranjera
para encarar o continuar ciertas obras públicas.
No está mal que eso se haga, pero
que lo hagan con dinero del partido gobernante y no con la recaudación a un
pueblo ya acostumbrado o penosamente resignado a las presiones del
“cordobesismo” para llenar su alcancía.
Perdón, para que no nos
confundamos: me estoy refiriendo al dinero para la campaña, no para las obras,
que son magníficas aunque sospechadas de impagables por la gente.
Es tan pero tan veloz e implacable
el paso de los días, que me dejan la impresión que ni siquiera les dará tiempo
a las amnesias…
Su vigencia supera a los tiempos
LOS BOLSOS Y TRES HISTORIAS TRANSFORMAN
A ESOS TEMAS EN PERDURABLES
LEYENDAS
Pocos meses atrás Infobae
informaba: “José Francisco López, ex secretario de Obras Públicas de los
gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner fue sorprendido en la madrugada del 16
de junio de 2016, cuando se encontraba en la puerta de un convento mientras
intentaba esconder bolsos con nueve millones de dólares y seis relojes de alta
gama, además de un fusil. En agosto de 2018 dejó el penal de Ezeiza tras
convertirse en uno de los imputados colaboradores en la causa de los cuadernos
de la corrupción, bajo el sistema de Protección de Testigos.
Lo sucedido aquel 16 de junio
quedó registrado por un video, clave para la investigación. En la grabación se
puede ver a López con cinco bolsos a las 3.02 de ese día, en la puerta del
Monasterio Nuestra Señora de Fátima, ubicado en General Rodríguez. El hombre
dejó dos de los bolsos en la puerta y se llevó los tres restantes a un rincón
dentro de la galería. Allí tocó varias veces el timbre para que las monjas lo
fueran a asistir. Instantes después se asomó una de ellas para ver de quién se
trataba, pero no abrió la puerta. Luego volvió a acercarse y le hizo un gesto
para que aguarde un poco más. Finalmente, junto a otra monja abrieron la puerta
e ingresaron los bolsos”.
Y seguidamente el rotativo comenta
“El ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, que fue condenado a siete
años y medio de prisión por enriquecimiento ilícito, fue beneficiado con la
libertad condicional tras conseguir el dinero para pagar la fianza que se había
fijado en un millón de dólares” (pero que después fue sensiblemente rebajada a
14 millones y medio de pesos argentinos“). Y aquí -sigue informando Infobae-
“es cuando aparecieron los tres amigos de López que pusieron a disposición de
la Justicia una casa y unos vehículos para cubrir los gastos, por lo que los magistrados
ordenaron la inmediata liberación del detenido. No obstante, esos bienes no
quedan embargados y sólo se ejecutan si el condenado se evade.
Tal la historia de los famosos
bolsos revoleados al interior de un convento, aunque ese -llamémoslo “ejemplo”
o “modelo”- cosechó imitadores y bueno sería que se actuara, por parte de la
Justicia, con la celeridad y el celo que corresponden para estas delicadas
situaciones.
Vale en consecuencia recordar y
tener presente que otros bolsos sospechosos tuvieron activa participación en
dos resonantes hechos recientes: inmediatamente tras el luctuoso accidente que
protagonizara en Traslasierra el Dr. González y en el atentado a balazos que
sufriera en San Francisco el “intendente provisorio” de esa ciudad.
No es una cuestión de
coincidencias, sino una muestra -o dos- que las impensadas casualidades también
suelen existir.
Con sólo el discurso no alcanza…
LA RECUPERACIÓN DE LA ALEGRÍA NO ES FÁCIL
AL NO EXISTIR ACCIONES QUE
LA POSIBILITEN
Siempre es bueno empezar con la sabiduría ajena, en este caso con
expresiones de Martín Descalzo, quien tenía un concepto acabado de la alegría,
al sostener que “Tal vez sea esa su
clave: descubrir que tenemos alma, explorar las dimensiones del espíritu,
atreverse a creer que no es que la vida sea aburrida, sino que los aburridos
somos nosotros, que nos pasamos la vida como millonarios que llorasen porque
han perdido diez centavos y olvidado el tesoro que tienen en la bodega de su
condición humana”.
Estos dichos, como una especie de
introducción a la evaluación de un discurso vicepresidencial que nos empujaba a
la recuperación de la alegría, dejando de lado ciertos elementos que motivaron
esa pérdida en algunos casos atribuida a errores, caprichos, ansias de poder, vocación
por la indemnidad y de pétreo carácter al menos con quienes no comulgan con sus
objetivos políticos o ideológicos.
Por eso la situación que planteara
desde su encumbrado poder la Sra. ExElla es una especie de idealización de algo
que no es fácil de conseguir y muchas veces, lamentablemente, imposible de
recuperar en un tiempo determinado, porque la alegría es la contraposición de
la tristeza y no pueden mostrar ni fingir alegría -por ejemplo- aquellos ya
viejos a quienes en esta ubérrima Argentina su jubileo, que debiera ser la jubilación,
no le alcanza si no es funcionario, gremialista o político retirado, a llegar a
mediados de mes.
A propósito de esta postura viene
al caso evocar a Joseph Addison, quien estaba seguro que entre los muchos
métodos que se puede echar mano para conseguir esa virtud que es la alegría,
mencionaba que lo primero, el hombre debe considerar cuántas más cosas posee de
las que necesita y segundo, en cuánto mayor infeliz estado podría encontrarse
que el actual.
O sea, una postura que mueve a la
reflexión y la autocrítica, aunque tenga un oculto signo de consuelo, mecanismos
a los que no todos acuden -o acudimos- con frecuencia.
Es muy complicado, en el escenario
cotidiano de los argentinos recuperar la alegría de tiempos mejores aunque no
lo hayan sido para todos, porque en cierta medida significa una injusticia del
destino, lo que no es deseable para nadie que deba asumir ese papel como
inocente víctima de las circunstancias, los malos gobiernos u otros factores ajenos a la voluntad individual.
No es corriente que de un día para otro, ni de
un año para otro y la historia también ha demostrado que tampoco desde un
gobierno para otro, cambie sustancialmente el panorama como para que lleguemos
a sentir en las entrañas más profundas del ser, como lo son la mente y el alma,
que hemos recuperado la alegría, cuando a veces ni sabemos por qué permitimos
que alguien nos la escamoteara.
Debemos pensar y obrar en
consecuencia, con la certeza de saber que está en cada uno de nosotros manejar
los elementos que nos regresen al estado ideal de la felicidad, que no es tan
sólo tener dinero, amor y salud sino sabernos integrados a una sociedad sin
padecimientos y si existen casos en tal sentido, que podemos ser parte de la
solución para los menos afortunados.
No es tan sólo resorte de los gobiernos hacernos felices, sino
respetarnos en todo para que podamos ser los artífices de nuestro propio
sacrificio, esfuerzo y gratificación con esa felicidad que tanto buscamos y
casi sin que nos diéramos cuenta, fuimos perdiendo de a poquito, como víctimas
de una permanente anestesia que viene en dosis con alto componente demagógico y
con etiquetas de variados colores políticos.
La felicidad no se recupera por
decreto ni por imposición, sino por honestidad, dedicación y trabajo, porque
todo lo demás es puro verso porque la alegría, piensa y lo dice Santiago
Kovadloff nos sorprende, y es nuestro huésped momentáneo; así como nosotros no
somos sino sus anfitriones y habitantes esporádicos.
Y socráticamente hablando, un mérito
que muchos ansiosos de acopiar inteligencia practicaron desde siglos atrás, la
alegría del alma forma los bellos días de la vida, en cualquier época que sea,
lo que derrumba sin embargo a los sempiternos y desactualizados personajes con
algo de poder, que siguen sosteniendo y practicando que la mitad de la alegría -que
es el envase de la felicidad- reside en hablar de ella.
Ser felices incluso en medio de la
adversidad, es una hazaña que la mayoría de los argentinos encaramos cada día.
Porque el resto, ya la hizo o la
compró…
La Megacausa y los conceptos papales
DURO CUESTIONAMIENTO DEL SUMO PONTÍFICE
POR LA PRISIÓN PREVENTIVA Y OTROS ABUSOS
En una carta enviada a la
Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, cuyo titular es el
presidente de la Cámara Federal de Casación, Alejandro Slokar, el Papa
Francisco recordó que viene advirtiendo acerca de la gravedad de ciertas
situaciones.
El sumo pontífice alertó sobre
"el uso arbitrario de la prisión preventiva, la criminalización de la
protesta social y el menoscabo a las garantías más elementales",
situaciones que se han venido agravando en los últimos años. "En
anteriores ocasiones señalé la misión que tienen los juristas para
contrarrestar la irracionalidad punitiva y observé con preocupación el uso
arbitrario de la prisión preventiva, la prisión perpetua, el encarcelamiento
masivo, el hacinamiento y las torturas en las cárceles, como también la
arbitrariedad y el abuso de las fuerzas de seguridad, la criminalización de la
protesta social y el menoscabo a las garantías penales y procesales más
elementales", expresó Francisco.
Sin aludir a situaciones específicas
alertó sobre "el incremento del uso indebido del encierro y el
consiguiente deterioro de las condiciones de detención, junto al incentivo
involuntario a la violencia o al uso desproporcionado de la fuerza"
señalando que tales temperamentos "llegan a configurar situaciones de una
auténtica pena de muerte informal, tocan directamente a la dignidad de la
persona humana y, por lo tanto, interpelan a la Iglesia en su misión de
evangelización y servicio a la justicia y a la paz".
La carta llegada desde el Vaticano
les señala a los docentes de Derecho Penal "cuestiones vinculadas a su
saber que "Deben tener presente el respeto de la ley, cuyas disposiciones
deben observarse junto a un deber de conciencia adecuado a la gravedad de las consecuencias"
y les recordó además que "la ley
por sí sola nunca puede alcanzar los objetivos reales de la función
penal".
Agrega la misiva que "Tanto
la academia como la judicatura deben tener presente el respeto de la ley, cuyas
disposiciones de orden superior constitucional e internacional deben
observarse, junto a un deber de conciencia adecuado a la gravedad de las
consecuencias", sostuvo y como contrapartida, alertó que "la
concepción tecnocrática deshumanizadora pone en duda la capacidad crítica de la
persona y conduce a un irracionalismo que se importa a las aulas y a las
decisiones judiciales".
Parte de esa irracionalidad se
advierte en la actitud tribunalicia de haber desoído indicaciones y sentencias
de organismos internacionales, religiosos o no, que hace tiempo vienen
cuestionando entre otros aspectos, la costumbre cordobesa de transformar en
regla la aplicación de la prisión preventiva pese a que se la considera una
excepción.
Es ayuda; no son “becas”.
ITALIA: MODELO DE PLANES SOCIALES QUE
OBLIGA A TRABAJAR A CADA BENEFICIARIO
Antes que nada, tengamos en cuenta
que los italianos se ven afectados de manera especial -tanto o más que nosotros
no lo creo- por el encarecimiento del costo de vida, con una inflación, ese
fenómeno que nos equivocamos en creer que es únicamente nuestro, que en octubre
fue de casi el 12 por ciento pero no mensual como aquí, sino acumulada a lo
largo de un año, desde octubre del 2021.
Desde que por tal factor la
primera ministra, la bella Giorgia Meloni, encabeza lo que se considera un
intento de profunda reforma de la renta de ciudadanía (que allá de designa como
Reddito di cittadinanza), uno de los planes sociales más abarcativos que ellos
tienen, lo ha transformado en blanco de su política desde su llegada al
Gobierno.
“Para los que pueden trabajar, la solución no
puede ser la Renta de Ciudadanía”, había dicho Meloni en su discurso
programático ante el Parlamento italiano. Y su intención es cumplir firmemente
con tal promesa, aunque seguramente como están las cosas en Europa, no dejará
de encontrar resistencias.
Y de acuerdo con la información
mediática que nos llega, la Renta de Ciudadanía no se suprimirá, pero habrá un
mayor endurecimiento: se renovará por periodos cada vez más cortos -se estima
que de seis meses- y no será vitalicia como lo es actualmente; el cheque
disminuirá a medida que pase el tiempo y quienes rechacen una sola oferta de
trabajo la perderán para siempre.
¿Me escucharon bien? Perderán el
subsidio aquellos que rechacen aunque más no sea una sola oferta laboral. “Para
los que pueden trabajar, la solución no puede ser la Renta de Ciudadanía” sostuvo
Georgia Meloni y cabe consignar que en estos cambios está trabajando el
Gobierno.
Tal situación nos lleva a
comparaciones, odiosas para los demagogos que se sostienen repartiendo planes a
mansalva, en lugar de presionar por la creación de auténtica demanda laboral
que no dependa del Estado, con lo que han parido a tres generaciones en las el
abuelo, el hijo ni el nieto han trabajado y viven de la teta estatal.
Si entre nosotros se aplicara
idéntico temperamento, terminaríamos con la desocupación, siempre que la
generosidad y creatividad sumada a la sensibilidad social del poder,
instrumentara mecanismos que estimularan la creación de fuentes de trabajo
genuinas, si lo que se persigue es el progreso y la superación de la crítica
situación que vivimos.
Porque la verdad, ya estamos
cansados que la crisis sea una integrante más de cada familia.
Los italianos otorgan ayudas, no
becas…
Más especulación que necesidad
LOS 250.000 “PLANEROS DOLARIZADOS” SON
UNA
PRUEBA CABAL DEL ASISTENCIALISMO
Ya calculaba la mayoría de los
argentinos pensantes, que el tema de ese cóctel explosivo preparado entre el
límite de los 200 dólares a precio barato, mezclado con las ventajas de
aquellos que reciben planes de una ayuda que por lo visto no necesitan, estallaría
en cualquier momento y vaya si hizo ruido…

El
decreto presidencial número 728, suscripto pocos días atrás, prohíbe el ingreso
de nuevos titulares a ese plan social y que los que son dados de baja sean
reemplazados. Esos fondos, un detalle que realza la normativa, serán destinados
a la adquisición de máquinas y
herramientas para nuevos emprendimientos sociales.
En
pocas palabras y desnudado el perfil asistencialista de tamaña sensibilidad
social, queda lo positivo de saber que a veces el cruzamiento de datos es un
buen mecanismo para desenmascarar maniobras poco claras, aunque se practiquen
en el seno del poder.
Habrá que ver, con el tiempo, si correr el velo de esta defraudación
mayúscula a la fe pública y al patriotismo, recibe la condigna condena, incluyendo
la de los sectores política e ideológicamente involucrados en el reparto
incontrolado de beneficios, con lo que se supone quedan marginados miles de los
que auténticamente los merecen y necesitan.
Pese
a un tardío arrepentimiento
POR OBEDIENCIA DEBIDA,
LA VOCERA CERRUTI
OFENDIÓ SIN MOTIVOS A
MÁS DE 130.000 ALMAS
Nunca me gustó hacerlo pero esta vez y en
circunstancias especiales y afectado por un duro ataque de indignación ante la
injusticia, me tocó hacerlo, como lo es el hecho de escribir una carta abierta,
en este caso a una funcionaria nacional que cumple las funciones de vocera
presidencial.
Sra. Gabriela Cerruti:
Lo más probable es que estas reflexiones no
lleguen a sus oídos, cansada estará usted seguramente de rendirle pleitesía de
acatamiento a la obediencia debida que practica con absoluto desprecio por la
sensibilidad humana, por el respeto a la vida, por su menoscabo al dolor ajeno.
Ud.
por una simple cuestión de honor a la profesión periodística que tan
indignamente reemplazó por la mentira, el insulto, la degradación abyecta y la
violencia impune, debiera abdicar de su condición oficial de vocera, para
asumirse en buchona de insultos que sus mandantes declinan vociferar, rindiendo
culto a la eterna hipocresía que los adorna.
Siga
por ahora gozando las mieles de sus millas aéreas, de su disipación parisina y
de la burla que implica para la ciudadanía estar pagando con los impuestos
inclementes, las teatralizaciones de su gestión; el desprecio por el dolor
ajeno, la negación de los 130.003 muertos muchos de los cuales partieron sin
regreso por la desidia oficial, por los vacunatorios para elegidos, por las
fiestas de cumpleaños celebradas sin ningún pudor en el medio del drama que
vivíamos.
Quienes piensan y obran como usted, así sean los instalados en la cumbre
del poder o en el llano de un policía pueblerino, está encarnada esa impronta
de la prepotencia; de la obscena aplicación del autoritario aprovechamiento de
posiciones dominantes; de la repulsa al más débil, del maltrato a quienes deben
sucumbir frente a rigores y caprichos provenientes, precisamente, de aquellos
que se mofan de las desigualdades y las hacen más profundas y dañinas.
Usted ofende a la historia y es una injuria viviente si sostiene como ya
lo hizo, que a los recordatorios por las 130.003 muertes acaecidas en buena medida
por negligencias, improvisaciones, caprichos, negociados, remiendos, omisiones
y otras violaciones de las normas de convivencia que con la acostumbrada y
folklórica indemnidad, nos vienen habituando aquellos que nos someten a sus
oscuros designios.
Usted cometió así una de sus últimas y
dañinas torpezas sectorizando el origen
de los homenajes que en forma de piedras fueron dejando muy cerca de su corral
-del suyo- testimonios de dolor, de pesar, de ausencias sin despedidas, de
omisiones que se pasaron por alto al amparo del menosprecio que anida allí, en
el alma si es que la tiene.
Porque ese, le llamemos “monumento funerario popular” no son piedras
sino almas en pena.
El
dolor no es de izquierda ni de derecha y lo es de todo el espectro del
pensamiento ideológico, aunque su fanatismo lambiscón, haya sentenciado el
origen de esos homenajes en las antípodas de quienes tendrán su tiempo de
arrepentimiento, por sostenerla a usted como funcionaria intocable y desmenucen
finalmente sus palabras, para colocarles un merecido rótulo de tonteras dichas
al amparo de su mal adquirida impunidad.
Y
usted por su indiferencia frente al luto y dolor ajenos, para la doctrina
peronista ni siquiera tendría derecho a la justicia.
“Para los amigos todo, para los enemigos ni justicia” supo sentenciar
años atrás Juan Domingo Perón.
Que
sea entonces el Supremo quien la juzgue y la condene o la perdone.
Gonio Ferrari
Periodista casi
en reposo
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