Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” edición nº 807 del domingo 3/12/2023 emitido por la AM580 Radio
Universidad Nacional de Córdoba
LAMENTABLEMENTE…
…debido a la gran cantidad de breves
como intempestivos cortes en el suministro de energía eléctrica que aplicara la
eficiente EPEC en la tarde de este domingo, sin aviso previo y con desprecio
por la integridad técnica que afectó a tantos usuarios, determinó que resultara
imposible en nuestro asentamiento de Alta Córdoba la elaboración gráfica de
nuestro blog con la edición nº 807 de “Síganme los buenos”, que aparecerá con
una indeseada demora por las mismas causas, y sin el complemento de las
ilustraciones relativas a cada tema de los que integraron el espacio. Pedimos a
nuestros seguidores las disculpas del caso rogando que estas situaciones no se reiteren
o que al menos los responsables de que ello ocurra respeten a sus usuarios y
adviertan acerca de los cortes que programan sin tomar en cuenta los daños
emergentes.
Equipo de Producción de S.L.B.
Debieran prohibirles la tenencia y el uso…
EL PELIGRO QUE REPRESENTAN LOS QUE SE
ESTÁN DESPIDIENDO Y USAN SUS LAPICERAS
Mucho es lo que se puede llegar a
decir del término “abuso”, como por ejemplo partiendo del refrán “del uso viene
el abuso”, o que “los abusos que destruyen las buenas instituciones tienen el
fatal privilegio de afirmar las malas”, pero llegado el caso del peligro que
fatalmente se nos viene encima, respetemos una sentencia de Edmond Burke cuando
sostiene que ”llega el tiempo en que la encanecida cabeza del abuso no inspira
ya respeto por su mucha edad”, equivalente a la certeza de estar jugados o ya
condenados a una especie de previsible desastre que suele sobrevenir en los
últimos días en que en nombre de la democracia, se perpetran acciones
repudiables, como lo es, entre todas, dejar el campo que fuera nacional &
popular sembrado de sensibles bombas de estallido seguro y no tan retardado,
como mentalmente lo son quienes las instrumentan al amparo de lo que gozaran,
que era una maldita impunidad.
Alguien debiera instrumentar
alguna medida que impida los nombramientos en cascada, en lugares de
apetecibles haberes mensuales y otras gangas, que suele regalar la delictual
generosidad de quienes antes de vaciar sus escritorios, de quemar papeles, de
destruir agendas , de arrojar a las llamas celulares, y de hacer la del perro
que lo están… bueno, ustedes me entienden… se alejan de sus cargos
especialmente en tiempos y circunstancias en que saben, porque algo de íntima y
desmemoriada conciencia les queda, que jamás volverán a ocupar.
Y muchos lo hacen, en lugar de
agradecer por la suerte que tuvieron, por odio concentrado y la frustración de
pasar poco menos que a ser nadie, y en muchos casos ni siquiera con la
satisfacción del deber cumplido sino con la envidia hacia quienes los
reemplazan.
Ya se han conocido numerosos casos
en que los aprovechados de siempre mostraron la hilacha, y de ello dan cuenta
los boletines oficiales donde aparecen los nombramientos que se materializan a
última hora y debiera existir una norma clara y contundente, que impida esos
abusos o que los repare dejándolos sin efecto con la misma rapidez con las que
sus autores perpetraron la patraña.
El abuso de la utilización de la
firma con hilachas de poder que muchos cometen para beneficio propio, de parientes,
de amigos y de amigas, es un atentado a la decencia y debiera ser penado,
aunque bastaría, con sentido práctico, que alguien desde el poder instrumentara
medidas que impidieran esas maniobras cercanas o parte de lo delictivo.
A las lapiceras de ciertos
funcionarios que con pena. escaso sentido de la autocrítica y demasiado odio
están dejando ya sus posiciones dominantes, debieran secuestrárselas para impedir
esos atropellos, mientras están agitando sus pañuelos en la despedida.
Es probable, por lo que se conoce,
que un tipo como Bukele sería capaz de hacerlo, de la misma manera en que
neutralizó el crecimiento delictual, una materia que nuestros dirigentes políticos
de todos los colores y pelajes siguen llevando como previa, sin haber aportado
las soluciones requeridas por la población.
Es hora de controlar a quienes se
van, que no dejen esos misérrimos presentes para que los paguen quienes recién
están empezando a intentar cambiar las cosas.
Schiaretti no es una excepción
TODO POLÍTICO DE RAZA TIENE ASPIRACIONES
DE LLEGAR HASTA
EL SILLON DE RIVADAVIA
Es absolutamente certero el
concepto de Johnson: “El poder va siempre deslizándose gradualmente de los
muchos a los pocos, porque los pocos son más vigilantes y constantes”, una
sentencia que a nuestro gobernador le viene como anillo al dedo porque si algo
lo distingue en su personalidad es su constancia, alimentada por genuinas
ansias de poder, y mejor si es ascendente, porque si vemos el paisaje nacional
objetivamente, nos encontramos que en muchos aspectos es más complicado
gobernar a esta Córdoba única y rebelde, que intentar poner las cosas en orden
allá más o menos lejos, en Santiago del Estero, donde Schiaretti dejó recuerdos
de un extremo a otro acerca de los resultados obtenidos, medidos entre el éxito
y el fracaso.
No es simple manejar las riendas
de la provincia como la nuestra plagada de matices ideológicos, enormes
influencias de los gremios, participación del estudiantado universitario,
desbordes sociales por descontento, espantosa e irresuelta inseguridad, notable
e imparable crecimiento del narcotráfico, existencia de pistas clandestinas,
una policía que fuera modelo y ahora parcialmente poco confiable e infectada
por tantas deslealtades, promedio notable de los delitos contra la propiedad,
descontento por la falta de viviendas e imparable crecimiento de la
marginalidad, aprovechamiento de la niñez desvalida y su inserción en la
práctica de la mendicidad y otros males que no es necesario enumerar porque
todos los conocemos, y mejor los conocen desde el poder.
Córdoba está visualmente hermosa:
tenemos rutas de lujo, zonas urbanas embellecidas por flores y verdor, avenidas
de circunvalación que van quedando chicas, caminos otrora de huella ahora
modernizados, escuelas muchas de ellas descuidadas pero siguen funcionando,
zonas marginales olvidadas, sueldos deprimidos como en los casos de docentes y
policías, jubilaciones provinciales envidiadas desde el resto del país pese al
mentiroso 82 por ciento que dicen que se paga y otros mil detalles, que nos
hacen enorgullecer en nuestra condición de cordobeses, tierra de rebeldías y de
intensa contribución a la historia nacional.
Con tal panorama provincial,
promisorio y certero, ¿cómo pensar que su actual gobernante no aspirará a subir
los escalones que le faltan para llegar a la Casa Rosada e instalarse a la hora
de la tranquilidad y la vida social, en la comodidad de Olivos?
Se advierte que es un arduo
camino, que el “Gringo” comenzó a recorrer a sabiendas, seguramente, que los
números no le daban para encaramarse a las alturas pretendidas por vía de la
consulta popular.
Pero había que intentarlo,
precisamente, para medir las propias fuerzas porque una cosa es el pronóstico
que sin dudas le venden los lambiscones y otra es la realidad, de la que sería
un error escaparle o restarle trascendencia.
Poquito a poco, con paciencia y
constancia se fueron superando los escollos y ya tiene una banca aquí, otra
allá, inmejorables perspectivas a futuro, razón por la cual debe nuestro
gobernador, dedicar lo necesario de su poco tiempo por las múltiples actividades
que desarrolla, atender su propia salud como prioridad en la continuación de su
marcha hacia elevados destinos.
Es para rogar que pueda cumplir
con los objetivos que seguramente se trazara desde jovencito, porque no existe
un solo político que me diga que su aspiración máxima es otra y no la de llegar
a Presidente de la Nación.
Y ya que estamos patrióticamente
intentando regalar consejos, bueno sería que encontrara la manera de achicar la
enorme deuda contraída por Córdoba en moneda extranjera, con una moneda
nacional como la nuestra que inspira más lástima que compasión.
Nadie discute la necesidad de
llegar a borrarla como utopía la realización del canal desde el Paraná, el tren
bala y otras inquietudes que en su momento fueron demagógicamente planteadas y
por muchos, también consumidas agregándonos hacia adentro que mientras no
crezca la producción que genere utilidades y dólares, a esas deudas las
tendremos que enfrentar todos nosotros, a través de los impuestos, que ya sin
pagar lo que debemos, día a día más nos aprietan y nos quitan el sueño.
¿Porque sabe una cosa, don
Schiaretti?
Nosotros también somos fanáticos
del progreso, de la grandeza provincial, de nuestro sacrificio desmedido que
suele usarse para pagar a quienes no producen, ni quieren trabajo en blanco
porque pierden los planes, ni de los que protestan desde algunas organizaciones
cuya mayoría de sus integrantes y directivos, son verdaderos esquimales porque
no han transpirado nunca…
Somos laburantes que nos
enorgullecemos de serlo, y no vagonetas que lloran por un inmerecido subsidio,
cuando en cualquier comunidad organizada del mundo existe una contraprestación
por la ayuda que reciben y en cambio
aquí adquiere la modalidad de la limosna, y si existe un acostumbramiento a esa
modalidad, tendremos siempre un pueblo mendigo.
Espero y confío que todo esto
sirva para algo en la gente; para que el pueblo más allá de exigir mejoras,
tenga la grandeza del esfuerzo y del sacrificio en lugar de inclinarse por la
práctica y el goce del alpedismo.
Por eso es bueno y plausible que
nuestro gobernador la siga peleando, en su delicada función y en la vida ya que
es bueno y honroso sentirse íntimamente un ejemplo, porque mucha gente sostiene
que la compañía de los grandes ofrece poca seguridad: si caen nos aplastan y si
crecen los ahogan…
Los cordobeses de raza, bien
sabemos y sentimos lo que es vivir luchando, a menos que seamos privilegiados
protegidos por el poder.
Pasaron las elecciones y…
LA NUESTRA ES UNA CIUDAD CONDENADA
AL PADECIMIENTO
DEL CAOS IMPARABLE
Es real el panorama que se nos
presenta a los cordobeses capitalinos recorrer de norte a sur y de este a oeste
la geografía urbana de nuestra maravillosa ciudad, porque no deja de ser a cada
paso una explosión de sorpresas encadenadas, algunas para bien y otras dignas
de ser repudiadas por la gente, pero solucionadas por quienes están al frente
de la conducción ciudadana.
Es muy bonito ver las flores, los
canteros, el colorido de ciertos sectores comerciales privilegiados por
arreglos que los embellecen, pero la otra cara nos muestra barrios abandonados
a su suerte, cloacas colapsadas, cañerías cortadas, postes electrificados,
lodazales que eran calles hasta que llovió y allí manda el barro, y otras
lindezas que todos conocemos.
Pero merece un párrafo aparte el
tema del caos urbano, porque pasan los días, las autoridades se asientan en sus
cargos, siguen con las promesas y promociones de cosas que piensan realizar,
pero el despelote de circular por la ciudad es cada día mayor y más costoso en
dinero y en tiempo.
A contrasentido de aquellas calles
embellecidas, están las otras, a las que el mismo progreso condenó a sus
comerciantes a la quiebra; a las oscuridades en los sectores fuera del radio
céntrico y lejos de los barrios mejor atendidos como Nueva Córdoba, la parte
moderna de San Vicente, las primeras y contadas manzanas de Alberdi, la
luminosidad de Guemes, el crecimiento de Alta Córdoba no más allá de 200 metros
de su plaza principal, y otros sectores de la ciudad, virtualmente olvidados en
cuanto a mejoras que superen a la pintura.
Y todo este panorama tiene una enorme
influencia en el tránsito, cada vez más
condicionado y condenado al amontonamiento y la lentitud, lo que rebota por
desgracia en el transporte urbano de pasajeros, sujeto a los vaivenes de la circulación
vehicular y la caprichosa diagramación de las frecuencias, que por allí esperás
25 minutos un bondi o un trole y después llegan dos o tres juntos....
Bueno sería tomar en cuenta todos
estos detalles, para que desde la Municipalidad se ocupen de volvernos a la
costumbre de sentirnos cómodos en nuestra bella ciudad, que no lo es tan solo
porque la pintarrajearon, le pusieron plantitas y flores, achicaron las
avenidas de mayor circulación cuando el parque automotor sigue creciendo y
pocos se ocupan de regular las protestas callejeras.
Ese es un detalle que merece tener
en cuenta la autoridad, de manera especial controlando que no se deben
inhabilitar las avenidas, sino dejar libre al menos un carril para la
circulación vehicular.
Eso, a la vista displicente de la
autoridad policial, casi nunca se respeta y los perjuicios que ocasiona, bien
se sabe que son numerosos.
Es hora, me parece, de recuperar
la autoridad en la ciudad.
Megacausa del Registro de la Propiedad
ALGUNAS
CONSIDERACIONES ACERCA DE UNA
EXPRESIÓN CUYA UTILIZACIÓN ES POCO CLARA
La tan empleada expresión “bajo sospecha”
significa poner en tela de juicio algún hecho o alguna afirmación. En la causa
del Registro de la Propiedad de Córdoba, instancia tribunalicia donde se
juzgaron supuestas maniobras fraudulentas millonarias que desbarataron la
seguridad jurídica de la provincia, no deja de caer “bajo sospecha”, el hecho
de que no haya ningún alto funcionario ni miembro del poder político
responsabilizado, pese a haber sido denunciados, y que el asunto pretenda darse
por solucionado culpando, encarcelando y condenando a empleados, trabajadores y
personas comunes sin fortuna.
Bajo sospecha
resultan también la sistemática prisión preventiva dictada a casi
todos los imputados, contrariando las normativas nacionales e internacionales
vigentes, la comisión especial y única designada para juzgar todos los casos,
las amnesias de los investigadores judiciales que olvidan en los juicios lo que
declararon frente al Fiscal, los testigos anónimos, a quienes nadie puede ver,
escuchar, ni confrontar; los compradores de buena fe, que lejos
de ser defendidos por la justicia, son sindicados como cómplices de
la situación y los condenados por íntima convicción.
Y ya que estamos
abordando una vez más el tema del que otros medios no se ocupan y a veces lo
hacen según se trate, de manera rimbombante pese al poco disimulado afán por
trascender mediáticamente, al menos, podemos seguir con los extorsionados a
declararse culpables a cambio de libertad, en contraposición a los disculpados
emparentados con el Poder, en cualquiera de sus dimensiones.
El diccionario define al término “sospecha” como
creencias, conjeturas o dudas que se generan a partir de ciertos indicios o
indefiniciones.
En esta causa
tan manoseada, más que indicios, existen acciones judiciales concretas,
bastante alejadas de las leyes, que fueron señaladas desde instancias
superiores, razón por la cual, poner en “tela de juicio” los motivos de
semejante proceder, no es más que estricto ejercicio de inteligencia promedio y
elemental sentido común.
La alocada inflación nos domina
EN ESTOS ULTIMOS TIEMPOS, NADIE PUDO
DOMAR AL BRIOSO POTRO INFLACIONARIO
Realmente es para pensar que los
pretendidos “domadores” de la inflación, de todos los colores políticos y las
tendencias ideológicas, hicieron sus practicas y entrenamientos técnicos no en
las universidades ni centros del conocimiento, sino en calesitas de barrio,
donde todavía subsisten algunos alicaídos ejemplares equinos para diversión de
los niños.
Pero a los grandes no se los
conforma con vueltas gratis o con entregarles esa argolla que les daba derecho
a una o dos vueltas sin cargo, porque los fracasos vienen siendo corrientes y
en muchos casos inexplicables, pero sí aprovechables por los especuladores de
siempre, que recogen los beneficios con el pasamano, aunque sea de a poco pero
siempre seguro.
Perón solía decir que no nos
preocupáramos por el dólar porque nunca habíamos visto uno, pero ahora resulta
que la moda es pretender que dolaricemos nuestra economía, cuando la realidad
nos muestra que los autos se cotizan en dólares, las viviendas en oferta y los
alquileres otro tanto, los pasajes aéreos ni te cuento, cualquier chuchería importada
lo mismo, lo que demuestra que nuestra moneda ha perdido su personalidad, y en consecuencia
su valor de recambio y la ha transformado en papeles pintados, hasta el punto
que el billete más grande en valor, que tenemos en circulación, no alcanza
siquiera para comprar un piojoso dólar, cara chica o caretón grande.
Entonces es que surge una pregunta
elemental: ¿sería mucho pedir a las autoridades que en pocos días empezarán a
conducirnos, tratando de no chocar, que antes de nada, de dolarizar, de convertir
en verde a todo, se ocuparan de restablecer el valor de nuestra moneda?
Hay una cuestión simple de
evaluar, que seguramente se hace en mi caso por ignorancia en materia monetaria
internacional, lo que aprendí hace muchos años cuando en mi primer viaje al imperio
del norte, me enojé porque para subir al Empire State, el edificio que en Nueva
York que era el más alto del mundo, no me aceptaban pagar la entrada con pesos
argentinos.
Por suerte allí derrapé, pero pude
conocer esa torre poco después, cuando me hicieron entender que la única moneda
circulante entre ellos, eran los billetes verdes.
Si aquí hiciéramos lo propio con
nuestros billetes, que más se asemejan a los que se usaban en aquel divertido
juego llamado “El estanciero”, y les exigiéramos eso a los visitantes que
vienen desde allí, no alcanzarían los hospicios para alojar a la segura
cantidad de loquitos que se debieran quedar allí internados.
EL DULCE FINAL, CON LA POESÍA DE UN
ENORME EXPONENTE COMO ES NERUDA
Volvemos a la realidad para nuestra despedida
con
el dulce final de una poesía de
Pablo Neruda titulada “Me
gusta cuando
callas”:
Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
Distante y
dolorosa como si hubieras muerto,
Una palabra
entonces, una sonrisa bastan,
Y estoy
alegre, alegre de que no sea cierto.
Gonio agradece: Final de la edición nº 807 de SLB y
nunca lo olvide: Pase lo que
pase y cueste lo que cueste,
jamás deje
de ser feliz.
El justo agradecimiento a mi
compañera Mariela Kusik, a la casi flamante
operadora
Patricia “Pato” Quaglia, a la colega Sabrinita Bustos,
a la polifuncional
Celeste Pereyra y a Ojimiel
en la
dura tarea de la posproducción.
Siga firme en la AM580
con la mejor programación. La
gestión en Síganme
los
buenos, modestamente ¡Gonio Ferrari y
un equipazo!
Y recuerde que
desde las 21 lo acompañará el
espacio
“La voz de la paz”, interesante propuesta a cargo de la
dupla de ‘Lalo’ Wainberg y ‘Lita’
Sued. Volveremos el
próximo domingo, con nuestro cariñoso reconocimiento
sumado al
compromiso y la
humana dedicación de
siempre. Será un renovado
placer volver a encontrarnos.
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