Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del 5 de enero de 2014 difundido por AM580 Radio
Universidad de Córdoba.
EL
MENSAJE DEL SILENCIO
La verdad y buscando en todos los sitios
donde uno imagina que pueden existir ciertos datos de la historia reciente, no
fue posible establecer si desde fines del ’83 a esta parte, algún presidente
dejó de difundir el clásico saludo de fin de año al país por la cadena nacional
de radio y televisión.
Al omitir ese detalle en la última
Nochebuena, pese a la excelente relación -al menos desde el lado de aquí- que
se ha alcanzado con la Iglesia Católica
unos días después de la asunción de Francisco y la conversión de varios y
varias, se llegó a pensar que como se trataba de una fecha no ecuménica, bien
podía pasarse por alto y reservar las municiones de todo lo que había que decir
para la despedida del 2013 y la bienvenida al año virginal.
En su recoleto palacete sureño, la Señora está superando el
estrés y recobrando la calma sin dudas perdida por tanta carga de negatividad
acumulada en los últimos meses, tales como la inflación escondida, el
generalizado motín policial que le obsequiara De la Sota, la inocultable crisis
energética huérfana de padres, el brutal déficit diario de Aerolíneas
Argentinas, la controversia acerca del crecimiento o la disminución de la
pobreza, el avanzado estado de ciclotimia verbal de Capitanich, el oneroso
subsidio a la Universidad
de las Madres (¡!) que imploramos no lo maneje Schoklender, las peleas en el
mundo K y otras cuestiones irritantes que sacan de quicio al más pintado … o
pintada.
Mas de un iluso compatriota enrolado en las
huestes del modelo nacional y popular, estuvo esperando con lógica ansiedad una
arenga, un discurso tranqui o livianas definiciones políticas porque no es
cuestión de dramatizar, acerca de los problemas vividos a lo largo del año, y
las perspectivas a las puertas del ’14.
Los sectores empresariales y el campo
aguardaban anuncios en un discurso que sería coloquial y aglutinante y el mundo
laboral creía en la llegada anticipada de los Reyes Magos con el regalo formal
de un bono, paritarias anticipadas, yates para todos o al menos un vale anual
para el asadito dominguero como para mantener viva ante el mundo una tradición
tan difundida.
Muchos jubilados -así me lo contaron-
esperaban que con uno de sus característicos gestos de generosidad mientras
revoleaba el flequillo, les anunciara que levantaría el veto al pago del 82 por
ciento móvil y los planeros ya pensaban en abortar su plan de barricadas para
presionar por un suculento aumento de sus asignaciones mensuales, equiparables
a los sacrificados policías.
Los maestros ya daban por sentado que desde
enero inclusive, cobrarían lo mismo que un agente, cana, botón o cobani, como
los quieran llamar y esos mismos canas, botones, agentes o cobanis pensaban que
les darían vacaciones de tres meses como a los docentes.
Resumiendo, todos calcularon que en el
discurso, que sería mucho más sustancioso que un palabrerío de ocasión, se
dejaría de lado esa vieja costumbre de decir lo mismo en cada final de año,
tanto que en la Secretaría
de Prensa y Difusión de Casa Rosada el saludo del 31 de diciembre está hecho
desde mediados del siglo pasado en copias al carbónico que ya no existe.
Pero nada.
No habló, no hizo anunciar que no lo haría,
no se sabe cómo está y nadie le ha dicho que en Canal 7 la extrañan y más aún
que los empleados se pierden las horas extras que cobrarían por una producción
de tal envergadura.
En lo personal y como argentino pendiente
del devenir nacional debo confesar que me sentí frustrado, con una sensación de
vacío y casi ninguneado, una realidad -que no es sensación como dicen los K que
lo son la inflación, la desocupación, la pobreza o la inseguridad- que padece
por lo menos la mitad de mis compatriotas.
Si en una de esas estamos algo enfermos, el
silencio no es salud.
Y en este caso, ¿el silencio es un mensaje?
Solo quería verla, saber que está entera,
sospechar que lidera y pensar que gobierna.
Se me hace que no es una pretensión
inoportuna, alocada, disociante o maliciosamente destituyente.
LIBERTAD
Y PROVOCACION
Bien sabemos que en nombre de la libertad de
expresión suelen cometerse atropellos y excesos que son una mancha,
precisamente, para la letra y el espíritu que pregonan esa libertad.
Una actitud reduccionista y del más penoso
simplismo sería caer a eso tan trillado de la enorme diferencia existente entre
libertad y libertinaje, por lo que me voy a inclinar por pensar más en lo que
es el respeto a los símbolos vivos de la
dignidad, de los cargos o los títulos, y la práctica del buen gusto.
El agravio nunca es liviano, en la misma
medida que alguien pudiera ser sólo un poco ladrón, algo pendenciero o
ligeramente maricón: el individuo es enteramente ladrón, es pendenciero o es
maricón, todo sin términos medios ni matices.
El ultraje y la insolencia se agravan, y
esta no es una posición feminista, si es una mujer la destinataria de los
ataques no por su lejana y superada condición de debilidad dentro de la
sociedad, sino por una simple cuestión de poética fragilidad.
Puedo amar, admirar, cuestionar u odiar a
una persona y eso es parte de mi innegociable libertad de pensar.
Pero ningún sentimiento puede servir para
justificar la agresión, la injuria, ni el menoscabo de la investidura
presidencial, como lo acontecido con el poco afortunado montaje que sirvió de
tapa a una de las últimas ediciones de la revista Noticias.
La descalificación dentro de nuestra
actividad es un búmerang y la provocación no es periodismo sino un burdo
autoritarismo de opinión.
Un hecho rayano en lo delictivo no solo
porque ha ido más allá de las consideraciones personales que puede divulgar
cualquier ciudadano con relación a su prójimo, sino por tratarse de un medio de
comunicación que se proclama serio y cumplidor de las leyes que nos rigen.
Estos conceptos, los míos, no son una manera
elegante de apelar a la acostumbrada posición de algunos colegas, en el sentido
de vivir congraciados con Dios y con Satanás.
Mi conciencia y mi sentido del respeto,
están por encima de variables tan esquivas y poco creíbles.
EL
INCIDENTE EN RIO
Si el señor de los cepos y de otros límites
tenía pensado seguir a ese paraíso de todo lo caro que es Dubai y lo digo con
amplio conocimiento de causa, podía hacerlo incluso volando en la maravillosa
primera clase donde un boleto cuesta el equivalente a tres autos nuevos de
mediana cilindrada comprados en Argentina.
Si se alojaría en el hotel Burj Al Arab, ese
con forma de velero que sale unos dos mil dólares la noche en habitación doble
con desayuno incluído u optar por la accesible Pensión Bontempo, a 45 dólares
la noche sin desayuno, era una simple cuestión de elección.
Nadie se lo hubiera impedido, ni siquiera su
conciencia.
Pero tuvo la mala suerte de cruzarse con un
periodista y una cámara del grupo Clarín, el que siempre miente, justo cuando
lo acompañaba un tipo sindicado como pirata del asfalto que por tal fuera
condenado tiempo atrás, personaje que ahora opera en comercio exterior bajo el
control de nuestra Afip.
Para colmo, el hombre del cepo tenía como
laderos a un periodista deportivo argentino y a otro cisplatino, extranjero al
fin, enrolado ahora en las huestes K y beneficiario de cuantiosas sumas de
dinero en su sobre mensual del sueldo, para el pago de su especialidad que es
el aplauso.
Tal el panorama: luego las acusaciones de
acoso por parte de los periodistas, de agresión en defensa propia en la que
habría incurrido el funcionario, lesiones, sangre, golpes y otros detalles que
hacen a este novelón internacional.
Usted puede tomar partido por quien se le
ocurra, puede creer los argumentos y tiene también la opción de armar su propia
historia.
Para muchos el hecho no existió y fue solo
un delirio aviesamente pergeñado por las huestes de Magneto
Lo que no puede usted, por una mera cuestión
de inteligencia, es entender por qué carajo un funcionario que está en el ojo
de la tormenta, se anima a provocar de esa manera conociendo la sensibilidad
del pueblo argentino.
Un funcionario que se cansó de aconsejar el
turismo interno viajando por Aerolíneas Argentinas pero él y su familia vuelan
por la exclusiva empresa de bandera de
los Emiratos Arabes Unidos.
Todo lo demás es verso, pavada, condimentos
y puterío barato que no sirven para nada; que no suman nada, salvo mayor
distancia entre el pueblo y el poder.
En los países donde la seriedad debe ser el
principal atributo de los que mandan, este muchacho, el del cepo, ya tendría
que haberse mandado a mudar.
Aquí, lo más probable es que lo asciendan.
LA
MEGACAUSA
Dice la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos que el derecho a un juicio justo constituye uno de los
pilares fundamentales de una sociedad democrática, por ser una garantía básica
del respeto de los demás derechos, ya que representa un límite al abuso del
poder por parte del Estado.
La comunidad internacional ha establecido
normas para la celebración de juicios que protejan los derechos de
las personas y en tal sentido es oportuno detallar algunas de ellas
comparándolas con las que se aplican, en la práctica, en la causa del
Registro.
El derecho a la igualdad ante la ley y ante
los tribunales significa que todo acusado tiene derecho a recibir un trato
igual que otras personas acusadas en similar situación, sin discriminación bajo
ningún concepto, pero en la causa
del Registro algunos imputados como Petrone concurren a juicio en libertad y
está muy bien, mientras que otros en iguales circunstancias, y hasta en la
misma audiencia, concurren presos y esposados.
El derecho a ser juzgado por un tribunal
competente, independiente e imparcial, supone que los jueces no deben
tener en ninguna causa una opinión preconcebida y que no deben haber
participado en otras partes del proceso.
En la causa del Registro los
magistrados han argumentado que se la debe mirar "como un solo
proceso" y así han utilizado el hecho de figurar en la agenda de cualquier
imputado como un indicio de culpabilidad.
Sin embargo y "bajo ese
mismo argumento" existe una curiosidad: el hecho de que los mismos jueces
hayan participado en más de 30 juicios de "la misma causa" no es
considerado un riesgo ni un obstáculo a su debida imparcialidad.
Acerca del derecho a la presunción de
inocencia, implica que la acusación ha de probar la culpabilidad de la persona
acusada fuera de toda duda razonable, tomando en consideración únicamente
las pruebas.
En esta causa un juez ha
manifestado con respecto a un imputado que "carece de pruebas contra
él" pero que "tuvo intervención en los hechos, a menos que fuera
imposible por circunstancias de tiempo, lugar o modo y él pudiera
acreditarlo", es decir que debe probar que no participó.
Cuando los encargados de administrar
justicia no cumplen con las normas establecidas, los derechos fundamentales no
se respetan y a las personas se las somete a juicios manifiestamente
injustos, no se hace justicia y el sistema pierde su credibilidad.
Eso está ocurriendo en Córdoba, lo están
señalando desde las Naciones Unidas y por su trascendencia, a esta cuestión la
dejamos para la próxima semana.
PRECIOS
MAXIMOS
Confieso que no me he preocupado en leer los
diarios de hoy, sobre todo los porteños, para enterarme de la famosa y meneada
lista de productos que se mantendrán firmes por un tiempo, como si con eso se
garantizara la estabilidad y se terminara con la inflación.
De tal manera nos toman por imbéciles -más
allá que no sean pocos quienes lo merecen- que de antemano sabemos que está
ocurriendo lo mismo que con las liquidaciones de zapatos, de ropas o de latas
con duraznos al natural.
Los pícaros comerciantes de siempre y en
este caso apoyados desde arriba, bajan los precios un 30 por ciento y lo
divulgan en grandes carteles, pero se ocupan muy bien de ocultar que
previamente, ajustaron los valores de esos mismos productos en un ciento por
ciento o más, como nuestros casos actuales de la harina, el aceite o el azúcar.
Independientemente de la buena voluntad como
componente de esta acción demagógica, ¿alguien está seguro que no habrá
modificaciones en 90 días?
¿Qué pasará cuando dentro de 40 días a lo
sumo se ajusten otra vez los precios de los combustibles, aumenten los
impuestos, etc.?
Los mayores costos empujarán ooootra vez los
precios hacia arriba, en una historia perversa, y repetida hasta el agotamiento
por los argentinos en los últimos años.
Mientras tanto con esta especie de
paritarias anticipadas alentadas por los últimos motines, revueltas, acuartelamientos
y otros mecanismos de presión, los salarios han llegado a un punto cúlmine y
solo se van a actualizar, también, solo por la vía del escándalo y la coacción.
Y entonces, también otra vez la misma
película, mientras la provincia se sigue endeudando, el dinero pierde su poder
de compra y la gente sigue pagando la peor luz, la más cara. el agua
lamentable, la seguridad inexistente, la salud pública colapsada y la ciudad
solo maquillada.
Esto no es una curiosa melange entre Córdoba
ciudad, provincia y Nación, porque sin análisis de territorialidad, es la
síntesis de una realidad que nos agobia, más allá de las jurisdicciones
geográficas.
Lo que
se dice en buen romance, estamos todos en la misma bolsa.
¿Y
LA POLICIA CAMINERA?
Los argentinos en general solemos vivir
pendientes de batir algún récord, partiendo de aquellos viejos preceptos de que
Gardel cada día canta mejor, que Dios es argentino, que tenemos el mejor dulce
de leche del mundo, que las mujeres compatriotas son fuera de serie y que nunca
habrá otro número 10 como Diego Maradona.
Aunque parezca desconexo, esto algo tiene
que ver con los accidentes de tránsito en Córdoba, que en número han superado
las marcas de años anteriores, aumentando el dolor, el luto, la muerte y la
preocupación general.
En síntesis y para no gastar tiempo,
llegamos a la conclusión que siempre fue una de nuestras banderas conceptuales:
la Policía Caminera
es buena para recaudar, para hacer pinta, para posar con la farándula, para
estar en la comodidad cercana a las estaciones de peajes, pero en materia de
prevención es como si no existiera.
Ya lo sé: me dirán que el parque automotor
viene creciendo viralmente, que se ha duplicado, y otros argumentos parecidos,
pero también la Policía Caminera
incorpora coches, personal, tecnología, pero no sirve al menos para los
objetivos por los que fuera resucitada.
Y esto seguirá ocurriendo mientras no exista
una genuina política de seguridad que privilegie la prevención por encima de la
sanción; que ordene andar por las rutas y no establecer puestos donde manden el
patrullero escondido y el talonario de las actas; que la nafta se gaste recorriendo
caminos principales y secundarios y no tan solo para buscar la pizza.
Es duro, a lo mejor alguien se ofende, pero
es parte de la realidad, una realidad que nos castiga cada vez que nos
enteramos de un nuevo drama rutero.
El récord de víctimas en accidentes de
tránsito, es una mancha dolorosa pero evitable.
Siempre que se cambie radicalmente la manera
de actuar, y se realce el valor de la vida por encima de la frialdad de los
números que tienen que cerrar.
EL
AGUA DE LA DISCORDIA
Es bueno reconocer errores, pero mejor es
repararlos al menor costo posible.
Nuestro gobernador reconoció haberse
equivocado con Algas Cordobesas pero no me convenció su manera de intentar
superar el trance, apelando a la vieja costumbre de apurarse y graciosamente
transferirle el despelote a otro.
Ese otro, Ramoncito, también hizo la gran
Echegaray y vacacionar en el exterior y se encontrará con este regalito que el Niñito
Dios, Papá Noel, Santa Claus, Melchor, Gaspar ni Baltazar quisieron cargar en
sus bolsas para dejárselo en las escalinatas del palacio 6 de Julio.
Habrá que ver acerca de la pertinencia legal
o no, de transferir a otro ámbito fuera de contrato la complejidad de una
empresa privada dedicada a la provisión de agua, que nos viene fallando a la
hora del producto y su dudosa calidad, pero sumamente prolija en las instancias
de cobrar y de distribuir generosas pautas publicitarias en los medios
periodísticos.
Es tiempo de espera, de reflexiones, de
evaluaciones y de análisis con la premura que imponen las circunstancias.
Y ya que estamos, que el diligente y ahora
selectivamente comunicativo gobernador que tenemos, vea la posibilidad, no de
privatizar porque una vez lo intentó y no se le dieron las cosas, pero si
mejorar las prestaciones de la
EPEC.
Y se lo sugiero no solo para que sus
capitostes alcancen a justificar el dinero que nos escamotean para distribuírselo
entre ellos como premio a una inexistente eficiencia y se dejen de mentir con
relación a la Central Pilar,
que está más verde que un kiwi.
Si los queridos cordobeses nos sentimos
abandonados en las noches del motín, cuando las hordas robaron y destruyeron a
su antojo sin que nadie se los impidiera, lo que vienen haciendo con el agua y
con la electricidad, es lo mismo, pero en cámara lenta.
A lo mejor por las dos empresas, le hacen
precio.
LLEGAN
LOS REYES MAGOS
Esta noche, millones de criaturas -cada vez
de menor edad- van a renovar el rito milenario de la curiosidad y de la espera.
Esa espera tensa, nerviosa, sumida en
cabeceos de sueño, despertares de un solo ojo, curiosidad por el misterio y
sospechas por alguna recóndita certeza.
Será la noche en que los mayores escondan
más nervios y ansiedades que los pequeños, por eso de que todos, aunque
tengamos más pasado que futuro, guardamos un niño adentro del alma.
Me viene al recuerdo la noche previa, cuando
juntábamos el pastito para los camellos y preparábamos la jarra de agua para
Melchor, Gaspar y Baltasar.
Era el ritual de la fantasía, porque
sabíamos que tendríamos un despertar de trompos, fútbol con tientos, autitos
Matarazzo o un ovillo de hilo para el barrilete.
Ellas, el muñeco malcriado, la pepona o el
juego de ludo para pelear con los hermanos.
Los tiempos han cambiado.
Las cartas que enviábamos con el pedido,
interceptadas por los padres, eran el camino hacia el milagro.
Ahora, que los chicos las mandan por
Internet, desorientan a cualquiera para sumirnos en una especie de
incertidumbre cibernética: no sabemos si pidieron una laptop, un play station,
un reproductor de MP3, un celular satelital o un secreto abono al Canal Venus.
Gracias a Dios y al progreso, los reyes
ahora vienen en 4x4.
La de hoy, es la noche universal de la
magia.
Lo pido por Dios, que a nadie se le vaya a
ocurrir destruir en los esperanzados, ese secreto que fue parte de nuestras
ilusiones.
Si todavía, y no me lo niegue, recordamos
haberlos visto a los tres, entre sueños, entrando y saliendo de casa.
EL
CENTRO Y SU IMAGEN
La Asociación Civil
de Vecinos, Usuarios y Consumidores del Centro, ha encarado la tarea de gestionar y mejorar la imagen de su sector
urbano, que es la vidriera por la que nos juzgan los turistas porque está en el
Centro Histórico Fundacional de Córdoba, a escasos metros de la Manzana Jesuítica
que es Patrimonio de la
Humanidad.
De nada han servido los reclamos realizados
ante la Municipalidad
desde hace más de cinco años, por una columna de alumbrado, ubicada sobre la
acera de calle Independencia casi esquina Entre Ríos, podrida en su base, al
extremo de estar precariamente sujeta a la vereda, un grave riesgo para la
enorme cantidad de personas que transitan por allí y para los autos de Policías
del Cuerpo de Vigilancia Especial y Cabilditos, siempre mal estacionados y en
infracción sobre la mano izquierda.
Casi un año atrás. esa columna metálica por
suerte se recostó sobre el edificio, ya que si se caía hubiera provocado un
desastre.
Desde entonces y pese a los insistentes
reclamos nada se hizo, lo que convirtió a ese transitado sector en una “boca de
lobo”, porque quedaron inutilizadas las siguientes columnas y la iluminación de
esa cuadra depende de la buena voluntad y el gasto de los comerciantes, a solo
cien metros de la Plaza San
Martín.
Como hecho anecdótico me comentaron que las
excusas dadas por el Sub Director de Alumbrado Público don Fernando Silva, son
entre otras, que tiene que conseguir horas extras para que los empleados hagan
ese trabajo, que necesitan una grúa y algunas otras tonteras parecidas.
Lo único que deben hacer es muy simple: un
huequito y sacar el resto de columna que quedó al quebrarse, para lo cual solo hace
falta un empleado que lo limpie con herramientas adecuadas, y después vaya la grúa,
coloque la columna reparada y se recupere la iluminación.
Parece mentira que hace cerca de tres años
que los vecinos, usuarios y consumidores del centro reclaman por la reposición
de columnas que faltan y por otros problemas que afean a uno de los sectores
más bonitos de esta Córdoba cuatrisecular.
Porque si esto ocurre allí, calculen lo que
debe ser en los barrios que no frecuentan los turistas.
Nuestra ciudad, la historia y el sentido
común, imponen que se obre de inmediato para terminar con una situación que ya
es parte de la antología del absurdo.
El papá de Ramoncito solía decir “de la
periferia al centro” y hacerlo a la inversa también suele ser saludable.
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