Estoy seguro que los técnicos, los militantes, los admiradores del
modelo, saltarán a morderme la garganta por lo que voy a decir, sosteniendo ellos
que los formadores de precios, los especuladores, los enemigos de la Patria o los cabrones que
nunca faltan, son los verdaderos responsables de la desestabilización de los
números en el presupuesto hogareño y en los cálculos de las empresas.
Pero que se sepa, el verdulero, el carnicero, el supermercadista, el
farmacéutico, el panadero, el bolichero o cualquier otro que nos venda algo, no
aumenta los precios porque sí, más aún cuando existen -si existen- los mentados
“precios cuidados”.
Porque todos ellos, todos sin excepción, se mueven en vehículos ya sean
propios o del transporte público o privado: en una palabra, andan de aquí para
allá.
Ahora y con autorización o indicación del gobierno, el precio de la
nafta super o premium se fue, por litro, a lo que cuesta un dólar blue, de esos
dólares que el mismo gobierno dice que no existen.
Digamos que tienen razón, que es un invento de los medios monopólicos y
concentrados, que es una patraña inventada por Clarín o una creación de los
caceroleros exponentes de una clase media insatisfecha y electoralmente
minoritaria.
Digan lo que digan, piensen como se les ocurra y sigan con el
empecinamiento de querer vendernos un espejismo y que seamos tan giles en
comprarlo: los combustibles aumentaron casi un 7 por ciento, y no habrá poder
que impida el traslado de ese costo a los precios de la mercadería en general y
a los servicios de transporte.
Los empresarios dirán que pierden plata, los sindicalistas harán paros
para reclamar la actualización salarial, y estos dos sectores harán como
siempre un concubinato de conveniencia para pelearle al poder, teniendo como
valiosos rehenes a los tontos, que vendríamos a ser los ciudadanos.
¿Por qué entonces, si el valor de los combustibles sensibiliza de manera
tan especial a la mayoría de la población, no lo incluyen en la nómina de los
“precios cuidados” y salen los militantes a controlar su cumplimiento?
Al autorizar los incrementos, sea por el motivo que fuere, que no me
vengan a negar que es el gobierno uno de los formadores de precios.
Porque detrás del surtidor, y ellos también lo saben, caminan todos,
absolutamente todos los precios.
Gonio
Ferrari
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