Desgrabación de comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del 27-07-14 emitido por AM580 Radio Universidad
de Córdoba
EVA PERON, A 62 AÑOS
Seguramente la historia, esa implacable madre
de todas las verdades que atesora el tiempo, será la encargada de guardar y
reflejar la realidad documentada de aquella época especial, para nuestro país,
que fue la década -se sabrá si ganada o perdida- del 45 al 55.
Al reseñar algunos aspectos de la corta vida
de Eva Perón, solamente podemos resumir las pasiones que inspiraba, entre la
admiración y el recelo, según fuera quien opinara, porque la historia aunque
parezca mentira es demasiado reciente como para poner en la balanza los
criterios citados por distintos autores que, sin dudas, abrazan disímiles
ideologías y corrientes de pensamiento.
Pero a esta hora, cuando ya pasó un nuevo aniversario de su muerte, el
número 62, miramos en todas direcciones y llegamos al convencimiento que no fueron
muchos los homenajes ni las evocaciones como lo eran tiempo atrás.
Esto, pese a la denominación de haber sido
para la óptica kirchnerista, La
Mujer del Bicentenario.
Y hurgando en los recuerdos no muy lejanos,
tampoco me consta haber visto su retrato, otrora omnipresente, al igual que el del
General, en cada acto de los que ahora dicen ser sus fervientes seguidores.
El signo político que gobierna a la
provincia, enfrascado en sus agudos problemas de índole social y en otras
cuestiones francamente traumáticas, cayó en la omisión, o en la desmemoria.
La señera figura de Eva Perón, abanderada de
los humildes, Santa Evita, líder de los descamisados, Jefa Espiritual de la Nación, no merece ser parte
de ningún olvido.
Amada por unos y odiada por otros, fue un
jalón trascendente de nuestra historia.
Desde el siglo pasado y aún ahora se la
puede amar, discutir, imitar, tomar como ejemplo o repudiar.
Pero nunca ignorarla.
Y menos, esconderla.
VOLVER
¿CON LAS MANOS VACÍAS?
Van y vuelven como quien viaja a Unquillo,
se movilizan funcionarios seguidos por sus asesores, se brindan explicaciones
técnicas, se hacen sesudas especulaciones, se lanzan alertas apocalípticas, la
bolsa sube y baja, el dólar blue se acerca a los 13 pesos, pero el país sigue
su marcha, como si nada raro estuviera ocurriendo.
Así venimos incorporando a nuestra
habitualidad una terminología que no conocíamos y ahora cualquiera habla de
fondos buitres, de cesación de pagos, de justicia norteamericana manejada por intereses
económicos, de la desorientación de nuestros negociadores que cada vez están
más lejos de un arreglo, y los medios por su parte nos bombardean con
posiciones que se inclinan según la ideología de su mensaje.
Navegamos en la incoherencia generalizada,
porque casi no hay distancia entre la salida decorosa y el desastre.
Nos mienten desde una vereda y exageran la
posición antagónica desde la otra, porque la realidad sin maquillaje no es exclusividad de ningún
sector.
Pase lo que pase en Nueva York con ese juez
de torvo aspecto y los buitres, o aquí entre nosotros, que al decir del titular
de la Unión Industrial
la situación está en manos de un jovencito y una señora, poco es lo que ha
cambiado.
Los argentinos, acostumbrados a los
tembladerales, poco nos costaría recobrar la calma, hacer oídos sordos a los
especuladores y aguardar que el tiempo sea quien decide estas cuestiones tan
complejas.
Ni siquiera desde el poder se han puesto de
acuerdo en el mensaje pese a tener un flamante funcionario de apellido Forster,
especie de marioneta inductora y administradora del pensamiento, dirigido al
discurso único y a la adulación.
Si hiciéramos de la paciencia un culto y
aprendiéramos a esperar los resultados a su tiempo, ahorraríamos un dineral en
ansiolíticos y la economía, pese a sus vaivenes y tropiezos, tendría que
estabilizarse.
Y eso es más necesario que pensar en
desastres.
FEMICIDIOS
EVITABLES
Al final no se sabe si es la policía o la Justicia el organismo que
debe garantizar seguridad de cumplimiento a las medidas restrictivas que se
imponen a los denunciados por violencia familiar.
Ocurre con alarmante frecuencia que la
primera denuncia no se toma, con el tonto criterio que solo se trata de una
amenaza y que es imposible actuar mientras no exista una agresión.
Y así pasa el tiempo, todos se desentienden
por comodidad o displicencia, hasta que se llega a la tragedia irreparable,
pero con el duro rótulo de evitable si se actuaba con criterio.
En definitiva ahora es el Estado,
lógicamente, el responsable de cualquier omisión en tal sentido y hay un fallo
judicial que así lo certifica: la
Provincia debe afrontar un pago como sanción por lo que no
hizo y como reparación a la familia de la víctima.
Actuar con cordura, sin esquivarle al
cumplimiento de la ley, no tan solo fortalece el sentido de justicia, sino que
se muestra como una correcta manera de prevenir.
Ya son demasiados los femicidios perpetrados
en Córdoba y lo más lamentable, es que muchos de ellos se pudieron haber
evitado.
Hubiera bastado con aplicar algo de
inteligencia, responsabilidad y sentido
solidario.
EL
PEQUEÑO PORCEL SUBSIDIADO
El hijo del Gordo Porcel, ese personaje que
nos regalara humor cabaretero, revisteril, escatológico y previsible, ha sido
beneficiado con una pensión mensual que supera los diez mil pesos, sólo por no
hacer nada y ser el hijo de.
El muchacho, vago vocacional, en una prolija
recorrida mediática, anduvo llorando miserias y confesó entre otras cosas que
su mamá, viuda del bufo putañero, subsistía de la caridad pública pidiendo
limosna en los semáforos.
Es cierto que los canales se aprovechan
repitiendo hasta el cansancio las presentaciones del humorista, y que los
derechos de autor y de actuación no se tributan en beneficio de los herederos o
derechohabientes.
Pero el hijo de, fuera de eso que le
corresponde y es por lo que debiera luchar, no merece que lo subsidien bajo
ningún pretexto.
El Estado tiene la obligación moral, en este
caso, de mandarlo a laburar como tiene que hacer cualquier hijo de vecino.
Hay muchos hijos de, que merecen la ayuda
estatal, pero se trata de algunos descendientes de aborígenes, de ex
combatientes, de víctimas de la guerrilla setentista, de inválidos y miles de
otros casos.
Pero ninguna ley, que se conozca, establece
que se deban otorgar becas a la vagancia.
LA MEGACAUSA
Los
juicios de la causa Registro continúan en cartelera, razón por la cual es bueno
recordar un tema cuestionado en ella y
relacionado con el abuso de la prisión preventiva, como lo es la independencia
judicial.
La Fundación para el Debido Proceso Legal
es una organización con sede en Washington dedicada a promover el
Estado de Derecho y los derechos humanos en América Latina mediante la
investigación aplicada y el trabajo con actores regionales, autoridades y
sociedad civil, con el fin de encontrar soluciones a
problemas específicos en materia de justicia y Derechos
Humanos.
Refiere la Fundación que la
independencia judicial es fundamental para el buen funcionamiento del Estado de
Derecho y una precondición para la aplicación imparcial del derecho, es decir,
a todos por igual.
Para esta independencia, continúa, es fundamental
la transparencia: solamente podemos comprobarla si contamos con información
relevante sobre el desempeño del Poder Judicial. La falta de información
deja demasiado espacio para decisiones arbitrarias y permite el tráfico de
influencias y la corrupción, que daña la ya poca confianza ciudadana en la
judicatura.
Por esto la Fundación para el Debido
Proceso Legal propone que los poderes judiciales sean proactivos en
la difusión de sus decisiones y en brindar información sobre
su administración interna: presupuestos, contrataciones y manejo de
recursos humanos, sobre todo en áreas vulnerables a decisiones arbitrarias,
como en el nombramiento, el ascenso y la disciplina de los jueces y esos datos
tienen que estar disponibles al público.
Además, aconseja que todos los jueces y
funcionarios judiciales que hagan declaraciones juradas de bienes con cierta
periodicidad.
También señala como causal la injerencia
indebida de los poderes ejecutivo y legislativo en los procesos
de selección de magistrados, que deberían realizarse teniendo en cuenta
solamente la idoneidad para el cargo.
Cuando esto no se cumple se afecta la
calidad de las decisiones judiciales y la administración interna de justicia,
situación íntimamente relacionada con el abuso de la prisión preventiva y que
en la causa del Registro, hemos comprobado.
A la luz de las recomendaciones de esta
Institución, resultaría muy constructiva una reflexión y revisión de las
conductas.
ROMPEPUERTAS
CON AGRAVANTES
La situación no es tan simple como algunos
pretenden mostrarla, con el éxito en la investigación y la captura de algunos
cultores de la violencia rompepuertas que viene asolando a distintos sectores
de la ciudad.
Porque se sabe de algunos casos que los
dueños de las casas asaltadas de esa manera y vaciadas, si optan por buscar un
domicilio provisorio que los aleje del espanto vivido, al regresar a sus
viviendas las encuentran usurpadas y no hay poder para desalojar a los intrusos,
salvo un engorroso trámite que puede llevar años.
Lo aconsejable para estos casos, sería que
la policía dispusiera personal de consigna en los domicilios afectados por los
rompepuertas, para prevenir estas maniobras igualmente delictivas.
Aunque en realidad y al ser una tarea
preventiva, es para pensar que la iniciativa no va a prosperar, porque parece
que la prevención no es una materia que preocupe a las autoridades.
Salvo impedir el componente alcohólico en el
uso de vehículos, en el resto el Estado no existe.
Lo vemos a diario, y lo confesó el propio
Jefe de policía, al reconocer después de mucho tiempo que el índice delictual
aumentó en Córdoba.
A confesión de parte, relevo de pruebas,
dicen …
EL
CULEBRÓN DE GANANCIAS
La novela nacional que vivimos con el
meneado tema de la confiscación a los trabajadores de un absurdo impuesto a las
ganancias, derivó en una acción negativa e inútil, como lo es el anuncio de un
paro nacional para demandar su derogación.
La dirigencia sindical debiera tomar en
cuenta que de una crisis como la que vivimos se sale solo con el esfuerzo y el
sacrificio, y trabajar compendia ambos requisitos.
No es paralizando al país, o a parte de él,
que vamos a superar los traumas que nos acosan como son la inflación que se
niega, la desocupación que se esconde o la certeza de la desindustrialización
que se vive.
Los paros, como el anunciado para agosto,
motorizado por una de las CGT en este caso opositora, solo sirven para ahondar
el abismo que la separa de la CGT
oficialista, proclive al vistagordismo con relación a los problemas que aquejan
a los trabajadores.
No es necesaria mucha inteligencia ni tanta
honestidad política, para reconocer que el impuesto a las ganancias aplicado a
los sueldos y lo que es peor, a las jubilaciones, no es otra cosa que un
descarado despojo consumado con fines meramente recaudatorios, para tapar los
huecos que dejan la mala administración del presupuesto y los actos de
corrupción.
Y un paro nada soluciona.
Son las autoridades las que deben entender
que estamos viviendo momentos complicados, porque disfrazar la realidad es una
manera de mentir una bonanza que no existe.
EL
FRIO Y EL CONSUMO ELECTRICO
Con esta caída del mercurio en los
termómetros hicieron su indeseada reaparición los cortes de luz selectivos y
alternados, en la mayoría de los casos pretendidamente justificados por tareas
de mantenimiento.
Y de última, si tienen que mantenerlos tan
seguido, es porque los equipos, más que exigidos, están viejos.
La electricidad más cara del país, provista
por una empresa deficitaria cuyos directivos no se ponen colorados por cobrar
anualmente un premio a la eficiencia, es una prestación fundamental para la
calidad de vida de cualquier comunidad.
Estamos hartos los cordobeses de escuchar
cíclicamente la misma promesa, en el sentido que nunca más tendríamos problemas
por exceso de demanda con el frío ni con el calor.
Pero lo cierto es que la luz se corta en
verano por los aires acondicionados que inoportunamente instalamos y en
invierno por las estufas, los calefactores y el accionar de los sempiternos
colgadores de ganchos.
Alguien debiera hacerles notar a los
eficientes y tan bien cotizados directivos de nuestra vetusta EPEC, que ellos
elaboran mapas y estadísticas de consumo, esas mismas que vienen en cada
factura.
Si analizan esos datos, me parece, tendrán
una previsión de la demanda que habrá a futuro en la misma época del año.
Para eso no es necesario ser tan eficiente.
Basta con ser un poquito inteligente.
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