Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
del 14-02-16 difundido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
AL RESCATE DE LA
PACIENCIA
Es imposible abrir un sinuoso camino entre
las montañas sin dinamitar algún tramo y horadar la piedra para ahorrar
trayectos y costos, como para aportar un ejemplo simple y barato con relación a
la situación nacional y las lógicas preocupaciones y angustias de una sociedad
que apoyándose en legítimas ansias, se inclina hacia el facilismo de reclamar
milagros.
Y los milagros -con perdón de todas las
religiones y los cultos, ateísmos al margen- no existen salvo en la interesada
y a veces edulcorada literatura de sus catecismos o libros sagrados.
No es posible acomodar los muebles ni los
enseres de una casa desordenada si antes no removemos los escombros y buscamos
y encontramos y reparamos los daños emergentes del descuido, de los errores del
dueño o la dueña de la vivienda que terminó su contrato y se mudó hacia alguna
lejanía.
Porque ahora, quienes eran oficialismo con
vocación y casi certeza de eternidad mueven las telarañas de su pachorra,
exigen que en tiempos perentorios se solucionen los desquicios cuando primero
que nada hay que poner orden, acomodar las alacenas y ahuyentar a las ratas
cebadas de impunidad que aún resisten en sus cuevas.
La única trampa que terminará con ellas
donde lo merezcan no es otra que el respeto por la ley y el imperio de la Justicia evitando los
apresuramientos que por lo general conducen a errores o fracasos, alternativas
que los argentinos no estamos en condiciones de volver a padecer.
El hecho de ansiar una mejor calidad de
vida, fortalecer las instituciones de la República e igualar hacia arriba, no lleva la
implícita intención de descalificar lo que se haya hecho bien en beneficio de
la sociedad, los logros alcanzados y algunas metas cumplidas a lo largo de tres
períodos de un modelo calificado como nacional y popular, pero que desnudó
falencias, demoras, frustraciones y apetitos personales nacidos de la sensualidad
del poder.
¿Es acaso negativo investigar, hurgar,
averiguar cuáles son los agujeros negros por donde se esfumaron nuestras
riquezas, tantos esfuerzos y enormes sacrificios?
Cuando Perón ejerció por primera vez la Presidencia y según
los memoriosos de su corriente, no se podía caminar por las bóvedas del Banco
Central porque ”molestaban” las barras de oro acumuladas, que eran el pago de
nuestras exportaciones por parte de los aliados y los Estados Unidos de
Norteamérica.
Si la culpa ha sido de las sucesivas administraciones
o de las dictaduras; si fue un error cambiar la industrialización por la
dependencia del agro o viceversa son cuestiones que juzgará la historia, pero
es lo antes posible que necesitamos salir a flote porque el ciudadano se agota
de vivir condenado a la incertidumbre que empaña su futuro.
No es lógico, posible ni inteligente
entonces pretender que en 60 días se enmienden “milagrosamente” los desaciertos
que nos agobiaron a lo largo de 4.380 días que son 12 años, aunque dejemos como
beneficio de inventario lo positivo que pudiera haber tenido el modelo “K”.
En este caso no es un acto de “militancia”
periodística porque los argumentos tienen la solidez de la realidad que todos
hemos vivido, a menos que busquemos la ceguera voluntaria o la deformación de
la historia reciente.
¿Se puede en sólo 60 días reprocharle algo
al gobierno de Macri?
A decir verdad y tomando en cuenta el
pensamiento mayoritario, es cuestionable o al menos curioso que habiéndose
destapado tantos nichos de corrupción, cáncer nacional, nadie esté entre rejas
pese a las acusaciones y las probanzas existentes.
Seguramente quienes todavía aplauden mirando
hacia atrás y se niegan a asumir la legítima derrota, no tienen ninguna prisa
en tal sentido, como la prisa que declaman con relación a todo lo que realmente
resta por hacer.
Atesorado desde una pila de años atrás, y en
este punto como homenaje personal a la paciencia, viene al caso citar a
Shakespeare: “El tiempo es un magistrado muy antiguo que más tarde o más
temprano llama a todos a su tribunal”.
Cuando los amores son
asexuados, se corre el riesgo lógico de las malsanas interpretaciones, el
tratamiento escatológico de la situación o su inevitable consecuencia que motiva
bromas de dudoso gusto.
Enamorarnos, en el caso de los machitos, podemos llegar a enamorarnos de una mujer: o una mujer de otra mujer, o aquel machito, de otro hombre.
Por eso quiero festejar dignamente el Dia de los Enamorados dejando de lado sus inocultables motivaciones comerciales y las tres alternativas que acabo de puntualizar.
Enamorarnos, en el caso de los machitos, podemos llegar a enamorarnos de una mujer: o una mujer de otra mujer, o aquel machito, de otro hombre.
Por eso quiero festejar dignamente el Dia de los Enamorados dejando de lado sus inocultables motivaciones comerciales y las tres alternativas que acabo de puntualizar.
Enamorarse es compartir
sentimientos.
Enamorarse es a lo mejor
pensar distinto, pero caminar juntos.
Enamorarse es mirarse a
los ojos y que no sea necesario decirse otra cosa que te amo, sin remilgos ni
vergüenzas.
Es no invadir los
espacios ni los tiempos del otro.
Enamorarse es sentir
juntos las mismas sensaciones.
Enamorarse no es mirar
hacia atrás con resentimientos, sino como valor de experiencias. Es compartir
angustias; es mitigar soledades.
Enamorarse es no mentir,
es comprensión, es tolerancia.
Es sinceridad. Es vivir
en una nube de proyectos, de ansiedades, de urgencias por ganarle al tiempo,
porque es el tiempo que los enamorados, juntos, quieren gastar a su manera.
Porque el respeto es la
base de toda relación que pretende prosperar y consolidarse. Mirar hacia adelante,
vibrar con la misma intensidad, acompañar en la desgracia, gozar en las
alegrías, mitigar en la enfermedad, también son síntomas del enamoramiento.
Enamorarse no es tan solo
arrugar las sábanas, prodigarse caricias o compartir burbujas.
Quiero celebrar
jubilosamente que estoy enamorado de todas las mujeres solo porque son mujeres;
de los hombres buenos porque se lo merecen; de los árboles, como si fuera un
perro; del cielo porque nos mira desde arriba con su incorruptible autoridad
celeste: de mis amigos porque son pocos, pero son muy amigos; de mis amigas
porque se salvaron que me enamorara de ellas al dejar de mirarlas como amigas.
Enamorado de mis gatos que me acompañan a cambio de simples cariños que estoy seguro agradecerán apenas puedan decírmelo, de lo que no están lejos.
Enamorado perdidamente de mi trabajo, que es como ponerme cada día una inyección de dignidad.
Enamorado de las tristezas, que suelen ser las más dulces compañías.
Enamorado de mis recuerdos y de la memoria, que es la que nos hace comer el mismo caramelo varias veces.
Enamorado del agua y del fuego aunque entre ellos se odien.
Enamorado de la libertad, de mi libertad y de las libertades ajenas porque también las siento mías.
De tantas cosas estoy enamorado que no me alcanzaría un día para celebrarlo y por eso al enamorarme de la vida, canto un himno permanente, como permanente es la celebración.
Hasta de mis enemigos, o mejor dicho adversarios estoy enamorado porque me atacan y para ello necesitan pensar en mí, y eso me conmueve.
La pregunta entonces es inevitable: ¿Por qué un solo y miserable día para sentirnos felices por tantas maravillas, encerradas en un solo sentimiento?
Vivir enamorado no es ni más ni menos que sentirse feliz.
Enamorado de mis gatos que me acompañan a cambio de simples cariños que estoy seguro agradecerán apenas puedan decírmelo, de lo que no están lejos.
Enamorado perdidamente de mi trabajo, que es como ponerme cada día una inyección de dignidad.
Enamorado de las tristezas, que suelen ser las más dulces compañías.
Enamorado de mis recuerdos y de la memoria, que es la que nos hace comer el mismo caramelo varias veces.
Enamorado del agua y del fuego aunque entre ellos se odien.
Enamorado de la libertad, de mi libertad y de las libertades ajenas porque también las siento mías.
De tantas cosas estoy enamorado que no me alcanzaría un día para celebrarlo y por eso al enamorarme de la vida, canto un himno permanente, como permanente es la celebración.
Hasta de mis enemigos, o mejor dicho adversarios estoy enamorado porque me atacan y para ello necesitan pensar en mí, y eso me conmueve.
La pregunta entonces es inevitable: ¿Por qué un solo y miserable día para sentirnos felices por tantas maravillas, encerradas en un solo sentimiento?
Vivir enamorado no es ni más ni menos que sentirse feliz.
EL JUEGUITO DE VERANO
Vamos entonces a la enunciación de un
acertijo que por sobre todas las cosas es de conocimiento más que de ingenio,
aunque se pueda consultar la solución en Google.
El tren eléctrico que a través del túnel por
el lecho del Canal de la Mancha
une a París con Londres, circula en promedio a 180 kilómetros por
hora, llevando obviamente dirección permanente hacia el británico norte.
¿En qué dirección va el humo?
La verdad, cada vez estamos haciendo las
cosas más fáciles.
La respuesta es
claramente obvia: el tren eléctrico no arroja humo, pero los oyentes aportaron
interesantes explicaciones y pareceres, que están contenidos en los audios.
Para encontrarlos, hay que recurrir a la columna situada a la derecha de este
blog.
MEJORA EL TRANSPORTE,
OLORES EN INAUDI
La incorporación de nuevas unidades es una optima
noticia para continuar con la mejoría observada en el transporte urbano de
pasajeros, servicio tan sensible que desde tiempo inmemorial viene sufriendo
embates tanto sindicales como empresarios, con el lógico resultado del
perjuicio para los pasajeros que son los únicos, junto a los subsidios, sostenedores
del sistema.
Dicho sea con sinceridad y por utilizarlo,
es para asegurar que el transporte de Córdoba viene mejorando y las quejas en
tal sentido no encabezan como meses atrás, las mayores preocupaciones de los
usuarios.
Pero hay otros servicios que demandan tanta
o mayor atención porque hacen a la salubridad y al respeto por el medio
ambiente.
Son las obras del tendido cloacal, que no se
ven por su condición de subterráneas pero de alguna manera trasciende su pésimo
funcionamiento al igual que los desagües, que tanto tienen que ver con la
calidad de vida de los vecinos ya cansados de protestas y sinsabores,
En barrio Inaudi, más precisamente en
Maldonado al 600 es posible caer en cuenta que las cosas no están bien porque
el olor lo está denunciando.
Llevan ya tres años los reclamos de la gente
del sector y según comentan, desde la municipalidad les aportan una solución
pasajera porque las cuadrillas van, destapan, y a los tres días -como en el
tango- la historia vuelve a repetirse.
Nuestro joven intendente, inclinado a seguir
de cerca los problemas de la ciudad, tendría que darse una vueltita por allí,
por Inaudi, para tomar exacta dimensión del grave problema que representan las
cloacas colapsadas casi permanentemente.
Y me voy a permitir hacerle llegar una
sugerencia: para llevarse un panorama certero acerca de la situación, que
cuando llegue a Inaudi, no le mezquine nariz.
Su olfato político -y del otro- seguramente
lo empujarán a buscar una solución rápida y duradera, como se merecen quienes
deben soportar la sostenida amenaza de pestes.
Y esa tortura nasal tan poco agradable.
Juan, Mengano y Zutano continúan en
prisión preventiva y ahora los defensores recurren a la máxima autoridad
provincial para reiterar el planteo: “la medida carece de fundamento, el juez
ha confesado que no existen pruebas que acrediten la participación de
nuestros defendidos en los hechos y es una incongruencia que pretenda
justificarlo en la complejidad de la causa"
La respuesta del Máximo
Tribunal afirmó: los elementos probatorios van apareciendo a medida que
avanza la investigación, por eso para dictar la prisión preventiva no se
necesitan datos de certeza (total el que escribe no está preso).
La regla se satisface si se expresan las
circunstancias en la medida de lo posible (aunque acá no fue posible parece que
vale igual) y por ello volvemos a confirmar la prisión preventiva.
Mientras este encierro ya celebra
aniversarios los combos: “confiese ya y acuse a alguien” con descuentos
promocionales de varios años en las “anunciadas” condenas, son ofertas para
quienes accedan a declararse culpables, bastando un tibio si posterior a
la lectura fiscal, aunque no se pueda describir la participación, para
materializar la ansiada apertura de las rejas.
Cualquier parecido con la extorsión tampoco
es pura coincidencia.
Resulta un cuestionable respeto por la
dignidad humana afirmar con tanta liviandad, qué poco les basta para dictar una
prisión preventiva. Nadie menciona siquiera el intento de buscar otras
medidas cautelares menos graves como se recomienda en la bibliografía seria y
desde cualquier organismo autorizado en la materia.
Total no es el propio pellejo el encerrado.
Y no aplican ley pareja ya que miembros del
mismo Tribunal que firmó la resolución, fueron sospechados en su momento de irregularidades
sin ser encarcelados durante la investigación respectiva.
No sólo los políticos tienen coronita.
Esta semana terminó un nuevo juicio con
nuevas condenas para los de siempre, con el mismo y maquiavélico afán de
mantener el elenco estable de la causa.
NUESTRA CAJA DE PANDORA
Desde el 10 de diciembre y en una sucesión
como de culebrón televisivo sudaca, van apareciendo sorpresas que a la vez
descorren velos de la más recóndita, empedernida e implacable corrupción vivida
por los argentinos en los últimos tiempos.
Día tras día
se va conociendo -y ampliando- la legión de ñoquis y oscuros beneficiarios de
prebendas como funcionarios, sus amigos y miles de militantes a quienes se
asignaron jugosos sueldos por no hacer nada, o por tomarse el trabajo de
aplaudir.
El
vicepresidente motoquero que supimos conseguir debe ser condecorado por su
generosidad: hasta tenía amigos que cobraban sueldo viviendo en Australia y sin
dejar entre nosotros ni una mísera gota de transpiración, igual que los
esquimales aunque ellos trabajan para sobremorir.
Documentación
que se roba o se oculta, salas “vip” para los mandamases de algunos organismos,
“arreglos” desde el poder para la evasión de impuestos, gastos desorbitados en
cosas innecesarias que vencieron a muchas prioridades en el orden social y lo
más corriente, la apropiación de los puestos públicos para transformarlos en
bolsa de trabajo destinada a militantes, amigos, barrabravas o amantes de ambos
sexos y también del tercero.
Cada día nos
acostamos con alguna nueva sorpresa y también cada día nos despertamos con
otra, como si los que ahora se han tomado la tarea de limpiar la mugre lo
fueran haciendo despacito, pausadamente, para que se conozca mejor.
Bien sabemos
que en nuestro país existen las cajas de sorpresas, esas que entregan regalos y
golosinas cuando las abren, así como la piñata de origen mexicano que en las
fiestas infantiles reparte caramelos, chicles y confites a diestra y siniestra
milésimas de segundo después de su explosión.
Los
británicos y los yankis tienen su “jack in the box”, un muñeco con cuerpo de
bandoneón vertical que al abrirse la caja que lo contiene, salta un payasito
para asustarte, hacerte reír o esparcir talco perfumado.
Hurgando en
la historia, es como si esos elementos tuvieran el mismo origen.
Si
había mujeres curiosas en la mitología griega allá cuando los siglos estaban en
un dígito romano, una de ellas era Pandora, creada por orden de Zeus quien
estaba enojadísimo con Prometeo, quien le había robado su fuego para
entregárselo a los humanos.
Pandora se
casó con Epimeteo, hermano de Prometeo y entre los regalos recibidos y
acomodados en la vitrina había un misterioso pithos (ya
existían), tinaja ovalada, inviolablemente cerrada, que en las instrucciones
“de uso” se aconsejaba no abrirla bajo ninguna circunstancia.
Y Pandora
mujer al fin, no pudo con su ansiedad para pispiar el contenido.
Y abrió su
caja obsequio.
¡Para qué lo
hubiera hecho!
De lo
recóndito de la tinaja escaparon despavoridos todos los males del mundo y al
avivarse del error cometido, Pandora quiso cerrar el recipiente cuando ya era
demasiado tarde: los males habían sido liberados.
Sin embargo,
sólo uno de ellos permaneció en el encierro y ese era Elpis,
espíritu de la esperanza.
Un pilón de
siglos después, a los argentinos nos viene sucediendo lo mismo.
LANATA INMOBILIARIO
Gran escándado gran, en
las filas de quienes fueran oficialismo y aún no se resignan a sentirse
opositores por vía de las urnas.
Están buscándole la quinta pata al gato
jugando a una resistencia que por momentos asume la condición de patética por
lo insostenible, lo que está marcando la declinación hacia la decadencia que
jamás imaginaron hasta poco más de dos meses atrás.
Ahora el escándalo es que el gordito Lanata
-con una sola t, y no el amigo de la efedrina- es el centro de los ataques por
haber cometido la osadía de comprarse un departamentazo en Miami valuado en un
par de palos verdes.
El periodista, padre legítimo del
descarriado Página 12, es un hombre emprendedor y por lo tanto su talento
comercial y empresario se cotiza en altos valores, más allá de su ponderación o
descalificación según sea quien lo evalúe.
No escondió la operación y su declaración de
bienes estuvo siempre al alcance de cualquiera, lo que no ocurrió y aún muchos
están en deuda, con las confesiones financieras de quienes fueran altos
funcionarios del gobierno anterior.
No estoy asumiendo la defensa del gordito
porque no la necesita y menos de un colega provinciano, porque debe tener un
buen equipo de asesores.
Pero gastar tiempo, esfuerzo, y exponerse al
ridículo reclamando por un negocio y no un negociado que está a la vista, suena
como un desesperado y tardío intento por cuestionarle algo al empedernido
fumador.
Al final, no se alcanza a determinar si es
un acto que demanda justicia, o no es otra cosa que una lamentable expresión de
envidia.
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