30 de julio de 2017

S.L.B.: DE VIDO Y LA CONSAGRACIÓN DE LA IMPUNIDAD - LAS SÁBANAS CONTAMINADAS Y LOS DESCUIDOS - MESTRE VS. DANIELE, UN NUEVO ROUND - "BETO" BELTRÁN, CANDIDATO A DIPUTADO NACIONAL - MEGACAUSA DEL REGISTRO - DURANTE MÁS DE TRES AÑOS UN MUERTO LITIGÓ EN TRIBUNALES - SIGUE FIRME EL DESPOJO A LOS JUBILADOS DEL CORDOBESISMO - HORIZONTE, LAS VILLAS Y LOS CELOS - IMPUESTO AL FUEGO Y VOTOS A 10 PESOS, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 30/07/17, emitido en dúplex por AM580 Radio Universidad y 88.5 FM, ambas de Córdoba, Argentina.
EL MIEDO COLECTIVO, GRAN TRIUNFADOR

    A veces cuando las pasiones desbordan a la razón es que solemos caer en exageraciones perniciosas, como por ejemplo considerar que fue una maniobra deleznable haber asegurado
dentro del marco legal, la permanencia en su banca de un personaje reiteradamente cuestionado que si es por pintarlo, basta con saber que carga sobre sus espaldas y su conciencia la tragedia de Once, otras cuatro causas en las que está procesado, treinta en etapa de investigación sobre un total de ciento cincuenta denuncias judiciales, la compra de trenes chatarra a Portugal y España, más la acusación por un supuesto enriquecimiento ilícito.  Sin embargo lo prudente es aquietar las broncas, prescindir de los odios, ahuyentar revanchas, serenar los ánimos y pensar que lo ocurrido en el Congreso Nacional no fue otra cosa que una alternativa más, en este maravilloso juego que es vivir plenamente la democracia, aunque a veces duela y ofenda de manera especial a quienes pueden mostrar la pulcra imagen de la honestidad.
   Porque si de hacer números se trata, seamos tan amplios en todo aspecto, como una forma de rendir culto a su incuestionable e insobornable exactitud: dejando aparte el mecanismo -absolutamente legal- de los dos tercios, las cifras muestran con axiomática claridad que fue un triunfo de las minorías si nos atenemos a la representatividad de cada legislador.
   ¿De quién fue la victoria? Muy simple: fue el triunfo del miedo alimentado por ese atávico pánico a perder la libertad, un temor que les quita el sueño a muchos de quienes consagraron la indemnidad de un diputado que ahora, al
amparo de sus fueros, está demostrando lo necesario que ese escudo de acogimiento y “velado perdón” no tan solo lo tuviera como único beneficiario, sino como abanderado de una causa que hace flamear, ante la atónita y ofendida mayoría de los argentinos, el estandarte de la impunidad.
   Al leer la nómina de quienes le regalaron ese paraguas momentáneo que de ninguna manera lo cubrirá eternamente, no causa ninguna sorpresa encontrarse con personajes de recientes historias de rapiñas y saqueos y otros de viejas luchas en las que se enrolaron como “románticos combatientes” cuando en realidad eran tan asesinos como los genocidas de uniforme, cuya única ventaja fue que lo hacían desde el Estado.
   Toda perpetuidad es dudosa porque nadie llegó a certificarla, pero en la gente suelen quedar heridas que duelen y cicatrices que llevan al ejercicio de la memoria que como bien sabemos es el lápiz de la historia. Con el paso del tiempo que no necesariamente debe ser prolongado y a la hora de optar por ser artífices de nuestros destinos, evocaremos ese día en que al amparo de la democracia por la que
tantos argentinos dejaron sus vidas, menos de un centenar de legisladores levantaron sus brazos, no en representación de la honestidad republicana, sino muchos de ellos en nombre de sus propios recelos y su alergia hacia la Justicia y los barrotes.
   Y si algo faltaba para certificar tal afirmación de impunidad consagrada, baste con recordar palabras textuales del titular del bloque kirchnerista, don Héctor Recalde quien sentenció y lo voy a leer para no equivocarme: "Vamos a estar todos juntos para defender la impunidad en la medida que se cumpla con la institucionalidad que no se está cumpliendo". Resta dilucidar si se trató de un acto fallido en el que reivindicó la unidad política e ideológica para defender, precisamente, la impunidad.
   La verdad histórica dirá dentro de un tiempo que los nostalgiosos “K” apoyados por la aburguesada izquierda paqueta de Puerto Madero, le salvaron la ropa y el sable a uno de sus mejores escuderos.

LAS SABANAS Y LOS DESCUIDOS

   Uno de los últimos descubrimientos en materia de desprotección y descuido de la salud pública en Córdoba estuvo relacionado con el hallazgo de ropa de cama de los hospitales, contaminada con agentes indeseados que provocan severas patologías.
   En la reacción, que por lo general suele ser acompañada por el agregado de sentirse ofendido, el poder del cordobesismo primero le restó importancia y luego frente al cúmulo de probanzas dijo que terminaría con esas anormalidades, individualizaría y sancionaría a los responsables.
   Todo eso está en veremos porque los caminos de la burocracia en todos los aspectos son bastante engorrosos y llevan su tiempo, más aún cuando vivimos tiempos precomiciales.
   Que hagan lo que quieran, que lo hagan como quieran, que pongan bajo sumario a los que quieran o que pasadas las elecciones se olviden como quieran.
   Y por favor, procuren que situaciones de este tipo, absolutamente evitables, no se repitan más, porque está en juego nada menos que la salud de quienes tienen que pasar por internaciones en establecimientos asistenciales dependientes de la Provincia.
   No olvidemos que el nuestro es un país de soluciones pos mortem.
   Con el tema de la demora inexplicable de 8 horas para atender emergencias a los afiliados de la Apross no pasó nada, porque al parecer siguen esperando que por esa falencia se muera más gente.
   Roguemos que con las sábanas contaminadas, el poder privilegie la salud de la gente por encima de sus ansias de eternizarse en sus despachos.

MESTRE VS. DANIELE, UN NUEVO ROUND
   Por allí a los cordobeses se nos antoja pensar que la eterna pelea entre Mestre junior y el casi emérito Ruben Daniele es una escenografía montada para que los cordobeses no caigamos a los abismos del aburrimiento.
   Esto dicho porque la verdad, a quienes somos contribuyentes con caros impuestos y tasas, nos importa tres pitos, en general, quién lleve las riendas del agresivo sindicato municipal, sino cómo sea el comportamiento de los empleados que la ciudad sostiene para los servicios por los que tanto paga mensualmente.
   Daniele o Mongo, Mestre o Mongo son lo de menos, cuando debemos vivir en una ciudad que desborda en obras un par de meses antes de cada elección y fuera de esos períodos de trabajos febriles padece la mugre, el caos, el pésimo transporte y otras calamidades que por ser ya parte de lo cotidiano, es como si fueran esencia de todas nuestras resignaciones. Que se jubile Daniele es lo de menos, al igual que no tiene ninguna trascendencia social que el intendente tenga o no razón de jubilarlo, intentar hacerlo o equivocarse en un trámite que posiblemente no le corresponda.
   Por ver lo secundario, por llevarle el apunte a lo intrascendente, dejamos que la ciudad siga en penumbras, que los parques sean la imagen del abandono, que a los residuos los retiren cuando se les antoje a Cotrequito y al de la otra empresa, o que la atención al público en las dependencias comunales sea salteada, sorpresiva y calamitosa en muchos aspectos.
   Que Daniele y Mestre se sigan peleando, que ambos apelen a bravatas, amenazas recíprocas y actitudes casi infantiles, que solo contribuyen a que mucha gente empiece a pensar mal de la democracia.
   Porque si todo sigue así en este marco, están alimentando a los nostálgicos del autoritarismo.
  
EN VIVO, BETO BELTRÁN
   Continuando con nuestra modalidad de colaborar -sin pauta publicitaria de por medio- con
los partidos políticos menos afortunados en el reparto de dinero para sus campañas dedicadas a la difusión de inquietudes y proyectos, en esta edición de “Síganme los buenos” tuvimos la visita de Alberto “Beto” Beltrán, candidato a diputado nacional por el partido “Primero la gente”, pero más que nada colega periodista de añejas aunque todavía no herrumbradas luchas. En la conversación con Gonio Ferrari se abarcaron diversos aspectos tanto de la plataforma política, la realidad nacional, la actualidad provincial y otros temas de interés ciudadano, como de las expectativas que alientan, los sueños y los planes que tienen en carpeta, para el caso de acceder a la banca en el Congreso Nacional. Por una cuestión de tiempos no incluimos en este blog la desgrabación de la entrevista, pero el audio completo se puede encontrar en la columna respectiva a la derecha de la página.


MEGACAUSA Y ALGO MÁS
   Si repasamos irregularidades en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba denunciadas por muchos familiares, debemos mencionar  la decisión sistemática de  prisión preventiva para todos los imputados, (que fue considerada arbitraria y abusiva en instancias nacionales e internacionales),  la designación de una comisión especial a cargo de los casos,  las amnesias de los investigadores judiciales, que olvidan en el juicio lo que declararon frente al Fiscal,  los testigos anónimos, a quienes nadie puede ver, escuchar,  ni confrontar y  aunque la lista sigue, quisiera detenerme en el tema de la buena fe.  
   Bien se sabe y es preciso reconocerlo que existe un grupo pequeño de imputados  que verdaderamente consumaron las estafas, y que se han declarado ser los autores.
   En ese camino, muchas personas fueron engañadas por estos mismos responsables. Y a la vez víctimas de ellos, que no tuvieron  ninguna intención de cometer delito. Aunque cueste creerlo, esas personas, lejos de  ser defendidas por la justicia, fueron encarceladas y condenadas como cómplices de la situación, pese a que en muchos casos,  los propios estafadores admitieron haberlas engañado.
   Una verdadera locura y sin embargo, no ocurre lo mismo cuando los magistrados se equivocan.  
   Con idéntica firmeza con que se condena a quien firmó de buena fe se disculpa al magistrado,  porque errar es humano.  
   Los jueces son humanos y los imputados no sabemos qué son.   
   Sin tomar partido, es claro que la justicia debiera  medir con la misma vara, lo que equivaldría a absolver a los estafados o encarcelar a los magistrados.
   Recomendó  el Quijote a Sancho Panza: “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.  
   En este caso debió decir, “no sea con el peso de la familia judicial”.
   Y pasando a otra cuestión, tras ocuparnos desde hace tiempo de este espinoso asunto por maniobras en el Registro de la Propiedad de Córdoba y sus alternativas tribunalicias como lo venimos haciendo desde al menos cinco años, como si éste se tratara de un segmento periodístico dedicado a los temas judiciales, queremos abordar una delicada cuestión que por sus matices, puede considerarse como casi inédita, aunque casos similares hayan ocurrido en otras jurisdicciones.
   Para ello ahora nos acompaña el abogado Marcelo Durieux,
patrocinante de una mujer casi septuagenaria, quien vive en una casa, por así llamarla a una tapera, enclavada en un apetecible terreno, rodeado de bonitas residencias, cercano a uno de los shoppings más cotizados de nuestra ciudad.
   Sobre esta señora estaría pesando ya una orden de lanzamiento, o sea de desalojo junto a sus escasas pertenencias.
   Nota: El audio completo de la entrevista se encuentra en el sitio respectivo, en la columna derecha de este blog.


SIGUEN DESPOJANDO A LOS JUBILADOS
   Los especialistas en encuestas y sondeos de opinión deben estar agobiados por tantos índices que andan rondando y que les resultan útiles para elaborar sus pronósticos que en los últimos tiempos sorprendieron por lo errados e hicieron perder, en la sociedad, ese apego a lo que anticipaban los gurúes.
   Ahora cada ciudadano -y es una actitud creciente- es artífice de sus propios pronósticos, apelando solamente a los comentarios de sus semejantes, a las actitudes de los gobernantes y a otros elementos que consideran apropiados, como por ejemplo las expresiones mediáticas y las declaraciones políticas.
   Tiempo atrás al sector de los jubilados casi no se lo tenía en cuenta, en la equivocación que la mayoría ya no asistía a votar y que por lo tanto era una masa inerte que nada aportaba a favor ni en contra.
   Los tiempos han cambiado y ahora el segmento de los adultos mayores, jubilados, retirados, pasivos o como se le quiera llamar, ha recobrado un protagonismo que jamás debió resignar, porque son parte de la realidad cotidiana.
   Ahora, cuando se aprecia la cantidad de jubilados que votan, al poder se le ha despertado, luego de la alarma, una especie de sentimiento de protección que en la mayoría de los casos es tan falso como billete de siete pesos.
   ¡Cuánto amor por los viejos!
   Tras esquilmarlos mensualmente con descuentos improcedentes, ahora dicen que se los van a devolver, lógicamente después de las elecciones y en cuotas, con toda seguridad…
   A los más postergados en los números de sus jubilaciones y pensiones les regalaron un mínimo de 10 mil pesos, muy por debajo del límite que los considera indigentes y acordarse de los héroes de Malvinas es otra medida rescatada de la desmemoria.
   Hay que tener cuidado con los espejismos, votar a conciencia como elección o como castigo, pero no dejar de hacerlo, en muchos casos en legítima defensa.
   Sobre todo, en defensa de esas maniobras que disfrazadas de legalidad, no fueron otra cosa que una alquimia matemática para llegar al milagro de proclamar la vigencia de un 82 por ciento que escasamente llega al 60.
   La única manera de llegar a la verdad y a la recuperación de lo escamoteado, es que dejen de estar quienes con angurria política y vocación de eternidad cometieron semejantes atropellos.

HORIZONTE, LAS VILLAS Y LOS CELOS
   Es probable que el tema vivienda sea el que más preocupa a los gobernantes en serio y aporta el mayor nivel de incertidumbre en la sociedad, sobre todo en quienes no cuentan con el ansiado techo propio.
   Es por eso que en cualquier campaña proselitista, uno de los aspectos más atendidos es el de los planes tendientes a superar ese déficit que es creciente y quita el sueño a gobernantes y gobernados.
    La aparición tiempo atrás de una cooperativa que paso a paso y silenciosamente fue ocupando una importante parte de la demanda en este sentido, fue como una brisa de aire fresco dentro de un incierto panorama, donde los bancos ofrecían créditos a todo aquel que demostraba que no lo necesitaba.
   Exigían tantos requisitos y avales, que si los tenías, era porque no necesitabas el préstamo.
   Con el solidario sistema cooperativo era distinto, porque sin estridencias mayores pero con hechos concretos, las viviendas se iban entregando y los barrios crecían al mismo ritmo.
   Eso, sin dudas, no le cayó simpático al poder, no porque le restaban protagonismo sino porque demostraban que era posible tener la casa sin arrodillarse ni comprometerse financieramente por toda la eternidad.
   Los planes modelados por el gobierno, en muchos casos dieron como resultado viviendas casi precarias, levantadas con material de dudosa calidad y relativa duración.
   Las casas por cooperativa recibieron algunas quejas, pero nunca tantas como las otras, y fueron atendidas responsablemente.
   En los últimos días el gobierno de la Provincia contribuyó a elevar el nivel edilicio de las villas con un aporte de 30,000 pesos para que tuvieran baño, aunque en verdad honestamente desconozco si los requisitos son muy exigentes tanto para la obtención y la devolución de esa suma.
   Pero como la cooperativa manejada por un hombre que alguna vez incursionó tibiamente por la política, seguía demostrando sus bondades y ventajas, en tiempos preelectorales el imperativo era cruzarle algunos palos en la rueda de su marcha.
   Y allí fueron los sabuesos de la conducción cordobesista a imponer su autoridad pretendiendo cobrar sumas de las que estaban eximidos los cooperativistas por el mismo gobierno, pero que no se habían enterado entre ellos.
   Un papelón se puede decir, pero si lo pensamos con enfoque farandulero, no es otra cosa que una escena de celos.
   Sin embargo, queda demostrado que pese a las trabas, hacer acción social no es sólo privilegio de los que gobiernan y buscan quedarse, sino de los que trabajan por la gente y merecen seguir adelante.

EL IMPUESTO AL FUEGO O LOS VOTOS A 10 PESOS
   En un arranque de generosidad rayano en el desprendimiento, el gobierno de la provincia de Córdoba resolvió dejar de cobrar con la factura de la electricidad más cara del país, algo así como 10 pesos que le imponían a la población para destinar al combate del fuego por incendios, creo que equipando a los cuarteles de bomberos.
   En poblaciones del interior, en varios barrios de la ciudad, en el centro y en los countryes se hicieron celebraciones a las que asistieron miles de vecinos agradecidos por la medida.
   Corrieron ríos de burbujas, hubo fiestas de disfraces, emotivos discursos de agradecimiento, juramentos de fidelidad comicial y hasta cumplimiento de promesas tales como caminar a contramano algún sábado de noche por la Rafael Núñez.
   Resta saber ahora, una vez que pase la algarabía ciudadana, si el poder se digna publicar avisos de una página al menos -de esos que usa en la campaña y pagamos todos- del detalle de lo recaudado durante el tiempo de vigencia de ese “aporte” escamoteado y lo más importante del caso: el destino cierto de esos dineros, que no son pocos, salvo que hayan servido para solventar en parte la onerosa erogación anual de esa bonificación a la eficiencia que los directivos de la EPEC deficitaria no merecen.
   Pero de última, los amantes del humor cordobés que es una marca universal más que nacional, especulaban en lo complicados que les estaba yendo en las encuestas, que al valor del voto lo bajaron a 10 mangos.
   Si la revista Hortensia viviera…
   La verdad, para la historia.


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