28 de abril de 2019

S.L.B.: NUNCA FALTAN LOS AGITADORES DE FANTASMAS - ES ELEVADO EL ENDEUDAMIENTO DE LA PROVINCIA - PREGUNTAS PARA UN DEBATE AL QUE MUCHOS LE HUYEN - LA MEGACAUSA Y UN SUTIL PARALELO - MAÑANA AGASAJEMOS A NUESTRAS MASCOTAS - CORRIERON CON VENTAJAS LOS FORMADORES DE PRECIOS - GRAVE DENUNCIA CONTRA UN CANDIDATO OFICIALISTA A LA VICEGOBERNACIÓN, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” n° 566 del 28/04/19 emitido en dúplex por AM580 y 88.5FM ambas de Radio Universidad de Córdoba.

Una campaña que asoma con ser dura
LOS AGITADORES DE FANTASMAS 
QUE  NUNCA  DEJAN  DE  OPERAR
   Una de las malsanas costumbres argentinas, especialmente de los malos políticos y de aquellos que suponen tener la certeza de la verdad absoluta, es la apelación a ciertos mecanismos ilegales y poco afortunados a la hora de diseñar, estructurar y emprender una campaña proselitista.
   Es como si se buscara, más allá de la leal confrontación cívica, destruir al adversario con mecanismos agoreros por encima del debate de ideas, la instauración del miedo o apelación a otros elementos que lejos están de un correcto y necesario ejercicio de la democracia.
   Aquello de “nosotros o el caos” fue vastamente utilizado y en cada instancia recibió el desprecio de la ciudadanía por la exageración del planteo, que mostraba a quienes lo usaban en sus campañas como los virtuosos ángeles que acometían contra los demonios de la vereda de enfrente.
   Ahora esos mecanismos lucen más sofisticados, existen las onerosas empresas de asesoramiento y diseño, los gurúes de las encuestas que pese a sus papelones siguen en lo que muchos ciudadanos consideran una decadente necesidad y no han cambiado, al menos la mayoría de ellos, de ser inductores del voto con cálculos exitistas según sean quienes pagan esas consultas a la comunidad.
   Es lógico: no debe existir nadie que pague para que lo consideren perdedor.
   En los tiempos actuales, cuando las redes sociales multiplican su actividad y cualquiera opina con absoluta libertad aunque a veces con ofensas y falsas acusaciones, se advierte una actitud como de casi permanente amenaza a quien piensa distinto y hay mil maneras de hacerlo.
   Desde el poder central se pide paciencia que ya no alcanza aunque las razones sean atendibles luego de tantos años de despilfarro, mientras que la actual oposición ofrece fórmulas salvadoras, con el detalle de preguntarnos por qué no las aplicaron en algo más de una década que gobernaron.
   Desde el gobierno se insiste en que están haciendo cosas, pero esa actitud se empequeñece frente a todo lo que se necesita para que recuperemos una calidad de vida que al menos se acerque al placer de la dignidad.
   Desde la oposición y como evidente parte de la campaña se apela a un libro que por lo leído y conocido hasta ahora, porque devorar esas 600 páginas requiere algo más que tiempo, se trata de algo que en lo personal puedo calificar como una especie de sincericidio asistido.
   Y la contra réplica es anunciar como si ya fuera un hecho consumado, que el bueno de Mario Firmenich, el montonero amnistiado por otro sector del peronismo, habría sido convocado para incorporarse al equipo de campaña del kirchnerismo.
   Se me hace que es hora de dejarse de joder con esa pretensión de instaurar el conventillo en algo tan serio como lo es el maravilloso ejercicio y goce de la democracia.
   Porque suele suceder, y la historia regala muchos ejemplos en tal sentido, que al agitar fantasmas, muchas veces alcanzan a corporizarse.
   Y eso, para la República, sería pernicioso y es para imaginar que nadie lo desea.
   Al menos, los argentinos de bien…
  
Como están los números, habrá más impuestos
EL ENDEUDAMIENTO DE LA PROVINCIA, UNA
CARGA  PARA EL  FUTURO  CORDOBESISMO
   La verdad sea dicha, es mucho y absolutamente necesario todo el empeño -en todo sentido- que viene poniendo especialmente en este año electoral la provincia, con la cantidad de obras dejadas para esta oportunidad de campaña, que se vienen inaugurando de a puchitos y en muchos casos con tal apresuramiento que se descubre lo mal hechas que están, por lo que es necesario apelar a nuevos gastos para hacerlas utilizables.
   Realmente valioso lo que está vinculado con la obra pública y las enormes sumas de dinero que se invierten en ella, posiblemente dejando de lado otras acuciantes prioridades como lo son la seguridad, la salud pública, la educación o la atención a uno de los sectores tan vulnerables como despojados, que son los jubilados, aunque sus mensualidades comparadas con las de otras provincias y la Nación, lucen más elevadas.
   Todo eso, los caminos, los puentes, el faro, el anillo de circunvalación, ese enorme rayador de queso que es la casa de gobierno, el hotel de Ansenuza y otros emprendimientos, se han encarado no con recursos genuinos de la provincia, sino con la toma de créditos muchos de ellos en el exterior.
   Y esa operatoria no es barata, porque hemos caído a pedir comida en el reino del dólar, donde los que los tienen comen caviar y dejan el chori y las deudas para nosotros.
   Son créditos que muchos les llaman blandos, pero lo mismo hay que pagarlos y es cuando uno, ciudadano de a pié, advierte que tenemos la energía más cara del país, los impuestos más elevados y decenas de otros rubros instrumentados para mejorar la recaudación porque los compromisos que no se asumen significan un camino hacia el quebranto de la provincia. Es así que veremos más medidas de ajuste impositivo y en otros rubros, con tal de recaudar.
   Es así también que la deuda externa del cordobesismo llega a demasiados millones de la moneda verde que con sus veleidades y crecimiento, no necesita aplicar intereses más allá de lo blandos que dicen ser, porque automáticamente aunque paguemos, siempre estaremos debiendo más en cada vencimiento, como si no hubiéramos pagado ni una cuota.
   ¿Se acuerdan de la 1050, cuando uno compraba un autito pongamos por ejemplo un 128 y terminaba pagándolo más que un Mercedes Benz? O se lo quedaba el banco otorgante o se lo repartían entre los abogados demandantes.
   Quiero para mi provincia todo el progreso y el bienestar que nos merecemos, pero merecemos también saber cuánto nos va a costar, porque estamos endeudados por al menos un par de generaciones y debemos ser conscientes de los clavos que les dejamos a nuestra descendencia.
   Siempre que se buscan cifras certeras de lo que estamos debiendo, nos contestan con evasivas, con el “después veremos” o simplemente con aquellos silencios que en verdad retumban especialmente en nuestros bolsillos.
   La obra pública es el mejor afiche para una campaña preelectoral, pero más se ganaría con el ejercicio de la sinceridad y mucho más todavía, con dejar de endeudarnos en cifras que ellos, quienes contraen esas deudas, incluso, jamás podrán pagar.

Ya que rechazan hacerlo público…
PREGUNTAS  AL  AZAR PARA UN DEBATE
INEXISTENTE AL QUE MUCHOS LE HUYEN

   Para quienes gustamos de la sana política, del respeto por el adversario que no es un enemigo, de la toma de posiciones ideológicas, del conocimiento de proyectos, anhelos y sueños de los candidatos, tenemos a los debates como la mejor expresión de ejercer la democracia dentro de las diferencias que pudieran existir, lógicamente así es, entre los candidatos.
   Lo malo es cuando ese placer de la confrontación de ideas es superado no por el miedo, sino por la vigencia de las encuestas que llevan a pensar a los que dicen ganar, que el debate no es necesario sino perjudicial para su posicionamiento y no vaya a ser que ande por allí alguna pregunta comprometedora que derrumbe el castillo de naipes que vienen edificando.
   Y por eso, como un amplio sector del oficialismo provincial se niega a ese frente a frente ante la sociedad, se me ocurre tanto para unos como para otros, en este caso la oposición, plantear algunos interrogantes aunque tengo la certeza que no serán contestados, y el intento quedará en eso: en la casi certeza de pensar que los políticos no siempre tienen respuestas a todo lo que les pueda preguntar.
   Al primer mandatario provincial me encantaría preguntarle aunque me contestara con ese fingido tono campechano estudiado para la campaña de Juan, por qué ahora promete arreglar todo el despelote cordobés, cuando ha tenido una pila de años para hacerlo.
   Y le explico: me estoy refiriendo a la pobreza -y deje de culpar a otros- que ha crecido hasta niveles de vergüenza. Que me comente por qué tanto ha crecido el narcotráfico imparable y Córdoba que según decían era una provincia de paso, ahora se ha transformado en punto de alto consumo y lo más grave, en centro no tan sólo de distribución sino de cocina y elaboración de toda clase de sustancias prohibidas al amparo de una incomprensible impunidad.
   Por qué, si me puede contestar, en la Policía de la Provincia y con alarmante y sugestiva frecuencia se destapan ollas de marcada podredumbre con efectivos de todas las jerarquías metidos en hechos delictuales con tal indemnidad, que hasta se afanan decenas de armas cuyos destinos siempre se ignoran, aunque aparezcan después en hechos sangrientos.
   Que me explique si está a su alcance, la selectiva pachorra de la Justicia, el deterioro permanente de las escuelas, las faltas de vacunas y de insumos en los hospitales, la desatención médica que ha provocado más de una muerte, la operatoria de la Apross que no es una obra social sino una administradora de servicios, que regala los medicamentos baratos y niega los de mayor valor.
   Que me brinde un solo párrafo de la quita disfrazada de legal, que se le hace a los jubilados merced a una curiosa alquimia matemática que busca hacerles creer que cobran el 82 por ciento, lo que es una enorme mentira.
   Don Juan, hay mucho más para preguntarle, pero prefiero que a las dudas las exprese la gente a la hora de votar.
   Y a la decaída y parcialmente adormilada oposición quiero preguntarle por qué en lugar de consolidarse como tal, hicieron prevalecer sus intereses personales aunque digan que fue por otras diferencias, que regalaron una posibilidad de hacer un papel algo más decoroso que mostrarse divididos, desnudando, penosamente, que ahora si son un partido… partido por la mitad.
   A la izquierda que no pierda de vista algunos modelos similares que han fracasado en muchas partes del mundo y no me hagan citar a países porque todos sabemos de quienes estoy hablando.
   Y que son otro ejemplo de desunión porque es complicado que le hagan creer a la gente que la izquierda sufriente, combativa, visceral y comprometida con lo social, es la misma que se consolida en Puerto Madero entre riquezas, ventajas e impunidades.
   Para el remanente kirchnerista de Córdoba, seguramente le basta con el dolor de advertir que les obligaron “desde SU arriba” a replegar banderas y esconder sus estandartes, con el atenuante que no todos acataron esa imposición sino que siguen tozuda y empeñosamente peleando por lo que consideran justo.
   A los vecinalistas, felicitarlos por su crecimiento que por ahora no les alcanza pero es conmovedor ver cómo batallan y a los otros partidos, reconocerles su espíritu de lucha, pese a que contribuyen a pensar como el común de la gente que el atomizar fuerzas, solo sirve para que el bipartidismo se fortalezca y no pierda vigencia.
   De todas maneras, insisto en que la falta de un debate, es una deuda que los que se negaron a ejercitarlo, tienen con la sociedad, tanto de sus adversarios como de sus seguidores.

Subsisten algunos privilegios
MEGACAUSA QUE  NUNCA  PIERDE
SU ACTUALIDAD PESE A LOS AÑOS
   Publica un medio local la noticia que una abogada estuvo presa una semana acusada de haber pedido dinero a un cliente para pagarle al fiscal.  Aunque desconozco en profundidad los detalles de la situación y acuerdo con la necesidad de combatir estos hechos, si los hubiera, la lectura me trajo a la memoria una denuncia publicada por el mismo matutino en mayo de 2017 en la que un Fiscal interviniente en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, acusaba a un Juez de la misma causa de haber cobrado dinero o coima para liberar un preso. Quizás un hecho de mayor gravedad  por la investidura de acusado y acusador, pero en este caso no hubo detención.
   El escandalete judicial prosiguió: el Juez echó en cara al Fiscal todas las veces que le había dado la razón en la causa y el acusador solicitó su apartamiento, luego se habló de pasar el caso al Fuero Penal Económico y al Fiscal Anticorrupción, pero nada de eso sucedió.
   Después de un año de concentrado silencio la causa fue archivada por falta de pruebas sin más explicación ni cuestionamiento. Nadie pretende ver magistrados o funcionarios presos “por las dudas”, pero desde hace siete años preguntamos  por qué no tienen los ciudadanos el mismo trato y por qué las garantías que se consideraron para el Juez se ignoraron para los cientos de imputados encerrados durante años sin ningún juicio en la misma causa.
   Esta semana un miembro del Tribunal Superior de Justicia afirmó que se debe prevenir la corrupción y propiciar la responsabilidad ética de los jueces para evitar la pérdida de la confianza pública.
   Estamos más que de acuerdo y respetar la igualdad, eliminando estos privilegios, sería una excelente  manera de comenzar.

Día del Animal, seres imprescindibles
MAÑANA ES EL DÍA PARA AGASAJAR A ESOS
FAMILIARES QUE SON NUESTRAS MASCOTAS
   Mañana es el Día del Animal.
   Me parece buen momento para un llamado a la reflexión de aquellos que los maltratan, no tan solo a los carreros con sus pobres y atormentados caballos, sino a quienes en el ámbito hogareño, toman a sus mascotas como blanco para desahogar sus frustraciones personales o para una despiadada catarsis.
   No olviden que un animal es un ser vivo.
   No piensa, pero siente el cariño y padece los castigos.
   A este homenaje, lo quiero hacer a nombre de tantos bichitos que andan allí por nuestra vida haciéndola más grata como pueden ser el Boby, Capitán, Zocotroco o Sultán si son perros; Caruso si es canario, Rayo Veloz si es tortuga, Chispa si es yegua o Chiara, Bianca, Niki o Grisha en el caso de las gatas sean del origen que fuere pero sobre todo al macho Fellini, mi pantera negra, ojos amarillos, marca techo, ocho vidas ya gastadas de las nueve que tuvo al nacer, que es una compañía invalorable, ejemplo de fidelidad y garantía de ronrroneo…
   Aprendamos a quererlos y sobre todo a respetarlos, porque son una compañía irreemplazable y porque nos brindan su afecto, sólo a cambio de un poco de comida, algo de agua,  muchas caricias y tolerancia a su condición de irracionales aunque algunos tengan instintivo criterio superior al de muchos humanos.
   Mañana agasájelos con más comida, muchos cariños, enorme ternura y cuídelos del invierno.
   Parece mentira, pero cuando uno recibe de ellos eso que para nosotros es amor, hasta puedo jurar que se les nota en la cara, aunque no sonrrían pero te miran con un enorme agradecimiento en sus ojitos…
   Todavía no hablan y alguien dijo que es para que el hombre no los haga trabajar…

Cuando 72 horas son una eternidad
INEXPLICABLE VENTAJA QUE EL PODER CENTRAL
LES REGALÓ  A  LOS  FORMADORES  DE  PRECIOS
   Si en la enorme mayoría de los comercios la remarcación ha vuelto a ser uno de los más alucinantes y sensuales de los deportes para sus dueños, en estos últimos tiempos inflacionarios era de práctica virtualmente semanal o un par de veces al mes.
   Pero en estos recientes días, anunciar que se establecerían precios máximos a una buena cantidad de productos, fue una torpeza imperdonable por parte del gobierno nacional, que les otorgó a los fabricantes de especulación y formadores de precios, una tremenda ventaja de tres o cuatro días para que se solazaran con la maquinita infernal que fabrica pobres y hambreados y hacen crecer la inflación, el descontento y la desconfianza.
   Es cuando en realidad se impone cuidar los precios, evitar los abusos de siempre en cada etapa de la comercialización y hacer un seguimiento acerca de los valores establecidos, lo que es un compromiso y una tarea que el Estado tiene la obligación de instrumentar y cumplir.
   El ciudadano consumidor resulta ser sostenedor de un sistema que por descuido de las autoridades históricamente lo viene perjudicando. Ahora, roguemos que se apliquen reglas claras como para ahuyentar de la sociedad esa sensación de que es más de lo mismo, de tantas veces que se anunciaron medidas similares que a la postre, y evaluando los resultados alcanzados, nunca sirvieron para nada.
   Con más de 72 horas de ventaja es demasiado tiempo para preparar un mullido colchón que a los malos empresarios de todos los rubros sin distinción, les resulte más que cómodo para reposar tranquilos sobre su ventajosa, maquinada e impune especulación.
   Ante casos parecidos, años atrás, Perón los metía presos y secuestraba la mercadería.
   Y en algunos casos, si eran extranjeros, se los deportaba.

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Acompañante de Juan en la fórmula
GRAVE DENUNCIA ANTE  SUPUESTAS  IRREGULARIDADES
QUE HABRÍA COMETIDO UN CANDIDATO DEL OFICIALISMO

   En la sección de audios ubicada en la columna derecha de este blog, tercero y último tramo, se puede encontrar la grabación de una situación generada a raíz de una denuncia presentada por el abogado Marcelo Touriño, por un caso de censura a un programa televisivo que desde dos décadas atrás se difundía por el Canal C de cable, en la grilla de Cablevisión. El espacio fue levantado según lo indican algunas circunstancias que rodean el caso, ante la inminencia de hacer pública una grave denuncia que involucra al acompañante de Juan Schiaretti en la fórmula para gobernador y vice del próximo 12 de mayo. La situación habría sido prolijamente ocultada al conocimiento público.


“BONUS TRACK” CON  EL  ANTICIPO  DE UN  CUENTO
INCLUIDO EN EL PRÓXIMO LIBRO DE GONIO FERRARI


Todo relato contiene una oculta moraleja
EL COLECCIONISTA DE CELULARES
   La vida placentera había sido esquiva y mezquina con Ricardo porque precoz huérfano de padres, de abuelos, de tíos y de otros afectos la calle fue el aula de su aprendizaje aunque las carencias jamás lo habían apartado de la decencia y de cualquier trabajo ocasional que se le presentara.
   Gastaba el piso de la peatonal cordobesa vendiendo baratijas, encendedores, almanaques con el dulce rostro de Jesús, llaveros que mostraban la cara de Perón, el arco de Córdoba, el cucú de Carlos Paz o los escudos de Talleres, de Belgrano, de Instituto o de Rácing en los tiempos que todos ellos lucían sus glorias en las ligas mayores. En Semana Santa vendía ramitos de espigas, la estampita de San Cayetano para el Día del Trabajador y la Difunta Correa era imagen para todo el año.
   Era en suma un rebuscavida pero se aburría soberanamente con algo que se había transformado en rutina: vender cualquier cosa con tal de subsistir en una jungla donde era una especie de bofe caminante entre una multitud de leones, hienas y cocodrilos famélicos. Envidiaba a las lechuzas que pueden girar su cabeza íntegramente.
   Cambió de rubro y el éxito no lo acompañó porque paseando perros un trolebús aplastó a un costoso pequinés, acompañando turistas se perdió en barrio Güemes y como chofer de ómnibus no cobró ni un peso porque desde que ingresó estuvieron un mes de paro. Tenía buen lomo, intentó como “stripper” pero la primera noche fue despedido apenas se quitó el último pedacito de tela que lo cubría cuando mostró su minúscula intrascendencia.
   Jamás se daba por vencido, hasta que la tecnología acudió en su ayuda cuando estaba al borde de la desesperación y barría o baldeaba las veredas de los bares a cambio del desayuno o de un tostado de jamón y queso que acompañaba con un vaso de soda al que le agregaba dos sobres de edulcorante e imaginaba que era una seven up.
   Una parva de años atrás aparecieron los teléfonos celulares con forma, tamaño y peso equivalentes a un ladrillo y para colmo algunos modelos requerían de un bolso aparte para llevar las baterías. Más que servir para comunicarse, eran un distintivo de status, la chapa de pudiente, el carnet de carteludo … Lo usaban en general los médicos, los abogados y los empresarios por moda y los periodistas y los policías por necesidad.
   Ricardo quería uno. Con sacrificio y privaciones lo tuvo. Flamante y brilloso en su negrura. Caminaba con el aparato en el oído haciendo como que hablaba, pero no hablaba con nadie. Se lo alquilaba a sus conocidos vendedores ambulantes para llamadas “de negocios” como pedir mercadería o hacer consultas. Era más caro que un teléfono público pero tenía el valor agregado de la notoriedad. Ganó dinero y se fue renovando con cada nuevo modelo que aparecía en el fulgurante mercado de la telefonía celular.
   Pero corroborando el aserto incuestionable de que no todas son flores en la vida de los esforzados, el día que compró un celular de última generación para seguir con sus negocios, alguien que pasaba en moto por la esquina de San Martín y Santa Rosa se le acercó tanto mientras cruzaba que el acompañante le arrebató el aparato que llevaba junto a su oreja derecha, hizo un “willy” y rajó para perderse en el anonimato del endemoniado tránsito cordobés.
   Paralizado por la ingrata sorpresa, de buenas a primeras se sintió el más desgraciado de los mortales porque de un manotazo lo habían dejado en la calle, sin trabajo y sin sustento.
   Hizo la denuncia por si el aparato aparecía en algún allanamiento y su tío que era comisario le recomendó a un amigo que vendía esos equipos, al que algunas veces tiempo atrás había ayudado prestándole el teléfono y Ricardo fue beneficiario de un bonito celular al fiado, que iría pagando con las utilidades que le produjera.
   El nuevo era hermoso y llamaba la atención por lo moderno y cuando lo vio su tío el policía, le sugirió que se lo dejara un par de horas para acondicionarlo contra robo por si se repetía el episodio que tanto dolor y daño le causara por andar abriendo la boca en el centro en lugar de cuidarse de los arrebatadores.
   Así lo hizo Ricardo y luego salió orondo a la calle para seguir trabajando mientras en una de sus manos lucía el flamante “chiche” de la tecnología más avanzada en telefonía portátil. Su pariente le recomendó guardar en su memoria un número de tres dígitos, que tendría que marcar desde otro aparato si alguien le robaba, como antes había ocurrido, el que estaba utilizando. Total, se dijo, siempre tenía dos o tres a mano, porque se había hecho adicto a los celulares.
   Pasaron los días, con la proximidad del fin de año se incrementaba la cantidad de gente por toda la ciudad y especialmente en las zonas críticas de todas las peatonales. Pululaban carteristas, mecheras, descuidistas y toda la variedad de amigos de lo ajeno aprovechando la escasez de vigilancia policial.
   Ricardo iba cruzando, confiado en el semáforo, la concurrida esquina de avenida Colón y San Martín mientras conversaba por teléfono con una querida amiga, hasta que un violento empujón lo llamó a la realidad y la mano diestra que le quitaba el celular derribándolo al pavimento mientras el ladrón corría de contramano en dirección a General Paz y Colón mezclándose en la multitud.
   Instantáneamente se sintió el tipo más desafortunado, boludo e imbécil del mundo por haber sido presa tan fácil.
   Poco le duró ese estado de sopor, autocrítica e incertidumbre.
   Recordó los tres dígitos que le recomendara su tío, el policía.
   Echó mano a otro de sus celulares y los marcó.
   En una de las paredes laterales del Correo quedaron pelos, salpicones de sangre, tres o cuatro dedos, una oreja (la del otro lado) y lo que se salvó del cuerpo del caco después de la explosión, que afectó levemente a algunos sorprendidos transeúntes.
   Ricardo cayó en cuenta entonces que a ese teléfono, el nuevo y flamante, no lo recuperaría jamás pero que tampoco el ladrón podría reincidir y eso le aportó algo de merecida satisfacción.
   Su tío, ahora admirado, seguía trabajando en la Brigada de Explosivos.
Gonio Ferrari


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