Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad de
Córdoba, edición n° 598 del 8/12/2019:
Municipalidad
vuelve al P.J.
LA CIUDAD CAMBIA DE MANOS Y ROGUEMOS
QUE LA DINÁMICA BENEFICIE A LOS VECINOS
No se trata de un cambio
rutinario ni mucho menos, porque sobresale la diferencia ideológica de la
conducción, que reemplaza a una gestión que desde sus comienzos debió remar
duro contra factores tan adversos como los caprichos y las exigencias gremiales,
el estado en muchos aspectos lamentable de la ciudad, la caída en el nivel de
recaudación todo esto sumado a los dramas emergentes del mal transporte, la
ineficiente recolección y tratamiento de residuos, la carencia endémica de
desagues pluviales, el anticuado y desbordado sistema cloacal, el caos urbano y
otras lindezas.
No le resultó fácil ni cómodo
al joven intendente pelear en tantos frentes simultáneos, que era como si se
potenciaran unos a otros para empujarlo al fracaso y en honor a la verdad, no
es poco lo que se concretó teniendo en cuenta las calamidades que acosaban a
los vecinos desde los cuatro puntos cardinales de la extensa superficie de
esta, nuestra amada Córdoba de las campanas y de acendradas tradiciones que a
cada paso, la llevan a formar parte de la más saliente historia de los
argentinos.
Es lógico aquello de la inutilidad mediática de las obras que no se ven
como lo son los trabajos subterráneos para instalar o ampliar servicios vitales
como lo son los desagues en barrios históricamente comprometidos en cada
lluvia, o las redes cloacales que no han podido superar el desgaste propio de
los años, como la lógica y poco atendida fatiga de material y la falta de
mantenimiento, lo que permitía la utilización de esos conductos como
incontrolables y extensos depósitos de basuras tanto domiciliarias como
industriales.
El pibe Mestre, quien anunció
que seguirá en política y secretamente rogando que los resultados del último
comicio del que participara ingresen al territorio de los olvidos, es probable
que no haya hecho el “montón” de cosas que pregonara y si las hizo, no gestionó
más que cumpliendo con el deber para el que fuera electo y consagrado.
Quedan las deudas del
transporte urbano que mejoró casi imperceptiblemente y sólo en algunos
sectores, del caos urbano, de la recolección de basura y de otras acciones a
las que debió cancelar por falta de apoyo financiero, por la conflictividad del
gremio municipal y por la falta de ejecutividad de su más cercano equipo de
colaboradores, especialmente los que integraron su planta política donde tantos
relevos se realizaron.
Y pensar que cuando asumió ocho
años atrás, llegamos a soñar con el ferrourbano, con la expansión ordenada de
la ciudad, con el respeto por las bonitas peatonales, por la creación de nuevas
escuelas municipales, por un transporte urbano que no hiciera esperar más de 4
minutos en las paradas y por tantas otras cosas que ahora, han quedado
depositadas en el arcón de las utopías.
En una de esas, Llaryora se
encarga, al menos, de desempolvarlas…
La política
integral de seguridad sigue ausente
HEMOS LLEGADO A LA
SATURACIÓN CRITICANDO
LA CRECIENTE AUNQUE ESCONDIDA INSEGURIDAD
Es un tema hace rato recurrente
que empecinadamente nos ocupemos de la inseguridad que no deja de acosarnos,
que condiciona nuestras vidas, que nos obliga a vivir entre rejas mientras los
delincuentes andan sueltos aprovechando la enorme ventaja de la impunidad que
le está regalando la falta de políticas integrales que la combatan.
Por supuesto y hace rato dejó
de ser novedad, eso de no aportarle a la sociedad el conocimiento de todos los
hechos delictivos que se perpetran, que sólo trascienden por el responsable y
meduloso trabajo en especial de los movileros de los medios periodísticos,
fatigadores de calles, auscultadores de dramas, descubridores de situaciones imposibles
de ocultar.
Eso de intentar tapar el sol
con las manos mezquinando el conocimiento de la realidad, tiene el pernicioso
efecto de hacer bajar los brazos a la gente en cuanto a los cuidados
preventivos que debe adoptar para no ser víctima de una delincuencia que en
materia de creatividad e inteligencia, vive un paso adelante de la autoridad
que pregona combatirla.
Es en vano reiterar la
inutilidad del mecanismo de compra -generalmente directa y sin licitación o
concurso de precios- del más avanzado material de combate como lo son
patrulleros, armamento, equipos de comunicaciones, tecnología cibernética y
otros avances que a los cordobeses nos resultan demasiado onerosos, porque de
nada sirven mientras no se instrumente y se lleve a la práctica una política
integral de seguridad.
Aún están algunos empecinados
en sostener que solo se trata de una sensación, porque no han sufrido la angustia
de andar por las calles entre las penumbras, de hacer gestiones bancarias con
el corazón en la boca o de incursionar por cuestiones laborales en sectores de
la periferia abandonados de todo lo que pueda parecerse al patrullaje
preventivo.
Los ladrones que operan en motocicletas,
solos o acompañados, se hacen un pic-nic por las calles donde la policía no
pasa con la frecuencia que requieren las circunstancias y al consultar en los
precintos, la respuesta es siempre y en voz baja especialmente por los “juanes”,
que no tienen patrulleros o que el combustible no les alcanza para recorrer la
ciudad, al menos en la tarea de espantar al hampa que muda de barrio en barrio,
según sean las conveniencias de su propia indemnidad.
Es cierto que a veces la
aplicación de la ley protege más al delincuente que a su víctima por eso de
cierta caprichosa interpretación de los derechos humanos y del garantismo
exagerado de algunos magistrados.
Pero es lo que hay. Es lo que
tenemos. Es lo que sufrimos y es lo que pagamos en impuestos, mucho más de lo
que recibimos en protección.
Alguna vez las cosas se
equilibrarán para beneficio de quienes desde tiempo atrás, vienen y mejor dicho
venimos padeciendo la desidia de los gobernantes y los avances del hampa.
Córdoba, “al
Veraz y al Seven”…
YA ESTAMOS ENDEUDADOS, Y EN
DÓLARES, MÁS
ALLÁ DE LO QUE PODEMOS LLEGAR A RECAUDAR
Aunque esta cuestión esté
reservada de manera casi exclusiva, en honor a la seriedad, a los especialistas
en economía, el tema de la deuda contraída por la Provincia de Córdoba en estos
últimos años ha sido y sigue siendo motivo de agudas y justificadas
controversias.
Es la Nación, tengo entendido,
el mayor aportante por la coparticipación, como también y de manera especial en
estos últimos años, destacada rueda de auxilio a la hora de sustentar proyectos
en beneficio de la gente, pudiendo citar como ejemplos las partidas destinadas
a la construcción de caminos y puentes tan necesarios para terminar con una
especie de aislamiento interno que padecían algunas poblaciones del interior
del interior.
Se levantaron escuelas, se
erigieron hospitales y otros centros de salud pero es menester que reconozcamos
en la misma medida, que se registraron erogaciones fastuosas como por ejemplo
el faro sin mar que sólo sirve para armar en su torno el arbolito navideño, o
el lujoso hotel de Ansenuza, acerca de lo cual no recuerdo que se hayan
brindado informes sobre su utilización por parte del turismo internacional,
dada su categoría y lo elevado de su costo que según se comentara desde un
sector de la oposición, del doble de lo estimado al momento del inicio de las
obras.
Otros costos adicionales
podemos citarlos en la cantidad de veces que fue necesario hacer remodelaciones
en la nueva Terminal de Omnibus, afectada gravemente con cada tormenta de agua
que se abatía sobre la ciudad. Ni qué hablar entonces del Camino del Cuadrado,
traza vial ejemplo de lo que no se debe hacer, por la imprevisión de quienes lo
diseñaron y construyeron, hasta el punto de tener que ser clausurado ante cada
desprendimiento de sus laderas, lo que no fue calculado previamente a cada una
de sus reinauguraciones, que no fueron pocas.
La cuestión es que las buenas y
cordiales relaciones entre el gobernador y el Presidente de la Nación pese a
revistar en partidos políticos opositores, sirvieron para que el auxilio
surgiera frente a cada contingencia aunque mutuamente se reclamen deudas que sólo
el tiempo podrá dilucidar acerca de sus responsables.
Lo curioso es que el gobernador
Schiaretti, aparte de obras que se realizaron sin tomar en cuenta ciertas
prioridades en otros aspectos necesarios, al tener mayoría absoluta y
discrecional de la Unicameral nunca encontró obstáculos para que los cordobeses
nos siguiéramos endeudando legalmente y ajustados a la ley.
Lo más grave, que toda esa
deuda está dolarizada y hay que saldarla en billetes verdes con su caprichosa y
ascendente actualización.
La verdad, no recuerdo con qué
países no estamos en rojo, pero los mangazos del cordobesismo trascendieron
largamente nuestras fronteras y es de esperar que ahora, consolidado en el
poder, Schiaretti honre los compromisos contraídos. Y que no lo haga llevando
la carga impositiva más arriba de lo que ahora está, virtualmente incumplible
para un buen número de contribuyentes.
Hacer cosas, mostrarlas y
servirse de ellas pero con dinero ajeno y no con recursos genuinos, es uno de
los trajes de fiesta con que se viste la demagogia.
La Megacausa
del Registro
CERCA DE 10 AÑOS PELEANDO CONTRA EL
ABUSO DE LAS
PRISIONES PREVENTIVAS
La literatura autorizada describe la
palabra banda como organización de personas con el fin de
delinquir, con distribución de tareas, jefatura y pertenencia al grupo.
También define el término “confabularse” como ponerse de acuerdo con otras personas
para un plan ilícito, similar a la connivencia yal
vocablo “adláter” como acompañante
subordinado.
A su vez, los ladrones catalogados como
de cuello blanco son
personas con dinero, influencias y poder y la prisión preventiva, concepto que nos hemos desgañitado en sostener con el
apoyo de los códigos y de la Constitución, se considera un encierro
excepcional para delitos muy graves.
Estas denominaciones fueron utilizadas para
imputar y condenar a personas en la causa del Registro de la
Propiedad de Córdoba, resultando llamativa la falta de correspondencia entre la
acusación y el significado de aquellos términos.
Así, se habló de “bandas” en personas que no
se conocían entre sí, en las que la más férrea imaginación no alcanza para
comprender de qué manera pudieron comunicarse o ejercer de jefes o
subordinados, lo que tampoco se esclareció en juicio.
Menos se entiende la sistematización de la
prisión preventiva, convertida en regla para personas sin antecedentes,
contactos, dinero, ni poder lo que potencia la entidad del absurdo.
En rigor, los libros van por un lado
y la conducta judicial por otro. Y no es menor porque, si no fueran
bandas, no se confabularon, no son ladrones de cuello blanco, no correspondió
la prisión preventiva, entonces se me ocurren al menos dos interrogantes: el
primero, qué pasa con la equivocada idea transmitida por muchos medios que
quedó instalada en la comunidad y la segunda, quiénes son los responsables de
los delitos que el Poder Judicial debe encontrar.
Volvemos a concluir, en consecuencia y sin
medias tintas, que la “Justicia” discrecional sólo es injusticia.
Camino a una nueva historia
“LA ESPERANZA ES EL SUEÑO
DEL HOMBRE
DESPIERTO” SEGÚN SOSTENÍA ARISTÓTELES
Es tan simple como profundo el
pensamiento artistotélico que enternece por su contundencia y nos hace pensar
en una lucha tenaz y casi despiadada contra la impaciencia, los fracasos
temporarios y las incomprensiones por todo aquello que nos muestra la realidad
como enseñanza invalorable.
Para estas cuestiones viene al
caso aprovecharnos de la sabiduría ajena que al menos atempere nuestra
ignorancia a la hora de las definiciones no tan sólo conceptuales sino
prácticas y viene a nuestra ayuda Gustavo Le Bon, ilustre pensador a quien se
le ocurrió sostener que los pueblos viven sobre todo de esperanzas y que sus
revoluciones tienen por objeto sustituir con esperanzas nuevas las antiguas que
perdieron su fuerza.
Y así son las cosas en nuestra
Patria argentina, donde la Democracia que creíamos consolidada tras la ciclópea
tarea de Alfonsín, mostro posteriores fisuras que la debilitaron porque esa es
la fuerza de los desgobiernos, de la corrupción cuando se transforma en
objetivo de unos pocos que desvirtúan el sentido republicano de la vida en
sociedad.
Los argentinos vivimos
alternadamente padeciendo a gobiernos abiertos, dictaduras atemperadas,
dictaduras sangrientas, falsas democracias cimentadas en el enriquecimiento
personal y en las ansias de etermidad en el poder y en otros costados negativos
de nuestro devenir histórico.
Pero siempre como el Ave Fénix
hemos tenido la templanza de resurgir de entre las cenizas o de ser millones de
Lázaros resucitando aunque hayamos estado con la pesada piedra de la historia
impidiéndonos asomar fuera del sepulcro, demostrando nuestro atávico
empecinamiento por superar obstáculos y adversidades.
No es momento de
claudicaciones, pese a que los agoreros cuestionen la calidad de muchos de los
que asoman como casi seguros funcionarios de la nueva administración del país.
Aunque digan que irá de
Ministro de Defensa un personaje a quien se le perdió un misil, a cargo de la
seguridad quien reconoce la legalidad de Hezbollá, que en el ámbito de Igualdad
y Género vaya a estar quien dijo que Milagro Sala está presa por ser mujer, que
el titular de Obras Públicas pueda ser quien tardó dos años en hacer un túnel
por donde no podían doblar los camiones, el titular de Educación un izquierdoso
lavacerebros juveniles o un Ministro de Transportes que de acuerdo con
versiones y comentarios, debe responder por casos oscuros en la obra pública
siendo intendente de Junín.
Que el ministro de Economía sea
un teórico sin experiencia que no conoce a los inversores, es un tema para no
tomar tan en serio, porque es como exigirle experiencia en aviones a un
muchacho adicto a los avioncitos de la calesita.
Si al área de Agricultura se la
confían a otro izquierdoso que supo merodear por el ERP, es explicable que haya
prometido una reforma agraria; que el Procurador del Tesoro vaya a ser quien
estuvo preso -“injustamente” sentenció el Presidente electo- acusado de encubrir el atentado a la AMIA y
que el canciller no habla una pepa de inglés, no es tan grave.
Lo mismo que La Cámpora a cargo
de ANSES y PAMI, mientras no vuelvan a Fadea donde dejaron un recuerdo no muy
grato.
Falta saber quién tendrá a su
cargo darle forma a esa genial idea de la CONADEP del periodismo, con lo que
tendremos un panorama tan amplio, como para garantizarnos que dentro de esas
esperanzas que alentamos, esté incluída nuestra libertad salvaje de opinar.
Caja de
Jubilaciones de la Provincia
FUNDADO TEMOR QUE DEBA ALLANARSE A UNA
“ARMONIZACIÓN” RECHAZADA POR LOS PASIVOS
Por allí y con lamentable
asiduidad nos acosa aquel fantasma de la llamada armonización, que vendría a
ser gruesamente analizado, bajarse los lienzos para que el poder central pueda
hacer lo suyo, sin lástima ni miramientos emparentados con la sensibilidad de
pensar que las víctimas son parte de una comunidad considerada la más
vulnerable.
Tendríamos que remontarnos, si
lo que buscamos es la aplicación de Justicia con mayúsculas, a los tiempos que
lleva el poder esquilmando a quienes por su edad y espíritu de resignación,
carecen de poder de fuego, sus protestas son desoídas o desestimadas y les
vienen recortando haberes con alquimias matemáticas o para la aplicación de sus
dineros a destinos enmarcados en la demagogia.
A decir verdad los jubilados y
pensionados de esta Córdoba sorprendente son algo así como privilegiados dentro
del sistema de los pasivos, porque sus haberes mensuales superan largamente al
promedio de los que reciben los adheridos a la esfera nacional cuyo mínimo no
llega ni a la mitad de lo que se necesita para saberse y sentirse pobre.
Y ahora se agita oootra vez el
fantasma de eso que le llaman “armonización” que a groso modo sería igualar
para abajo y si es que se decreta o se dispone de alguna manera, será prolija e
inútilmente rechazada por los afectados a quienes se supone no podrán restarles
haberes desde ese momento hacia atrás.
Hay que entender al menos una
de las razones para que los pasivos cordobeses tengan esa especie de privilegio
a la hora de cobrar y es que durante los tiempos de aportes dejaban en las
arcas de la Caja el 18 por ciento de sus haberes, muy por encima de los
descuentos que les hacían a los trabajadores de otras jurisdicciones, aunque
tendríamos que cubrir con un manto de piedad pero con memoria, todos los
beneficios que se otorgaron por razones políticas a personas que nunca
aportaron ni un mísero peso, aparte de tantos beneficiarios de privilegios, que
habían pasado por las cámaras legislativas o las bancas de ediles.
A la hora de volver a mencionar
esa maldita palabreja “armonización” bueno sería que quienes piensan aplicarla
lo hagan con fundamentos sólidos, porque no bastaría reconocer durante cuánto
tiempo mintieron y aún mienten que pagan el 82 por ciento móvil, cuando la
realidad matemática aplicada demuestra que es una dolorosa falsedad.
Quede para la anécdota aquella
medida extrema de vetar a nivel nacional el pago de ese beneficio, aduciendo
que su liquidación significaría la quiebra de las finanzas argentinas, lo que
de todas maneras se concretó pero por otras circunstancias que juzgará la
historia.
Una historia que si es fiel,
consciente y desapasionada, dirá que el dinero que los trabajadores depositaron
en sus cajas para alcanzar un jubileo digno, fue destinado por todos los
gobiernos sin distinción de banderas, a solventar el ejercicio de la demagogia
con lo que fueron activando los promesómetros precomiciales.
En definitiva si llega esa
armonización, no sería nada más que otro capítulo negro en perjuicio de quienes
no tienen vocación de protesta corporativa, porque las penurias y la
resignación ganaron esa batalla por la indignidad.
Y eso que si tuviera más
espacio, preguntaría por qué no han empezado a devolver el dineral que
despojaran a los pasivos escamoteándoles parte de sus haberes con aquel nefasto
invento de considerar como “ganancia” a las jubilaciones, lo que la Justicia
desestimó y ordenó al menos en un caso, dejar de descontarlo.
Eso por lo menos al poder,
tendría que darle verguenza.
Estamos en el
mismo barco…
EL DESAFÍO DE LOS NUEVOS TIEMPOS DEBE
SER UN COMPROMISO DE TODA LA SOCIEDAD
Estamos en el mismo barco y
puede usted imaginar la situación así considere que se trata de un lujoso
crucero rumbo al Caribe o el Titanic marchando a 30 nudos con destino al
iceberg, porque todo es según cómo le haya ido en el baile.
Para los que vienen, es de
argentinos bien nacidos desearles toda la suerte del mundo, que la comunidad y
especialmente la banca internacional los acompañe, que no se peleen con el
Fondo Monetario Internacional porque como siempre lo tendrán que mangar y que
la situación interna sea manejable dentro de lo posible sin recrear lo más
nefasto del populismo que es destruir la cultura del trabajo y del esfuerzo, como
ya nos tocara padecer tal resultado en décadas recientes.
Consolidar la majestad de la
Justicia porque es donde muchos cayeron, otros caerán si la justicia es
justicia y otros la esquivarán si el poder los acompaña en esa dudosa patriada
de la impunidad.
No es cuestión de colores
políticos sino de conciencias que pueden ser transparentes o tenebrosas, pero
las traslúcidas tienen la enorme ventaja de no esquivarle a los estrados ni a
los caprichos ideológicos de algunos jueces.
Las mentes tenebrosas, cargarán
en su propia historia la verguenza de haber burlado a esa señora que no los vé,
pero coloca sus actitudes, procederes y antecedentes en su balanza siempre que
no esté sujeta a dependencias del poder central.
A los que se van y a los que
vuelven, que sepan que la lucha -al menos la lucha que ellos llevaron a cabo-
les permitió no una oportunidad, sino la número no se cuánto que tiene el
peronismo, si es que el Kirchnerismo puede ser considerado como tal, de volver
a ocupar la más alta magistratura de la Nación.
Que piensen que es un país ni
de gordos y flacos, de negros o blancos, de radicales o peronistas, de fachos y
de zurdos, de ignorantes o ilustrados, de Boca o de River, de heteros y de
gays, sino de todos, de todos los que nos pelamos el tuges en la fragua del
trabajo, que es el mejor escenario que podemos tener para realizarnos como
comunidad organizada y respetable tanto adentro como fuera de nuestro
territorio.
Todo lo demás, las
bravuconadas, las imposiciones, los lavados de cerebro, la adicción a los
planes no son más que una mínima parte de este gigantesco carnaval que es la
vida.
Tratemos de recorrer el corso
sin caretas…
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