15 de diciembre de 2019

S.L.B.: ACTOS Y CEREMONIAS DEL 10D, TRIBUTO A LA DEMOCRACIA - OTRA VEZ EL FERROURBANO ¿Y EL TREN BALA? - MEGACAUSA Y EL ROBO DE ILUSIONES EN NAVIDAD - LOS ARGENTINOS Y LA POBREZA SEGÚN EL DIARIO WASHINGTON POST - FETAP Y LA UTA ASOCIADOS PARA EL BOLETO URBANO A $ 42 - ELLAS, EN LA CÚPULA POLICIAL CORDOBESA - LOS PRIMEROS PASOS DEL NUEVO BINOMIO F&F,etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba, el 15/12/19.

Casa Rosada, Congreso y Plaza de Mayo
PUDIMOS GOZAR UN SALUDABLE TRIBUTO A
LA DEMOCRACIA QUE DEBEMOS  SOSTENER
   Las ceremonias a nivel municipal y provincial del pasado martes estuvieron dentro de lo medianamente previsible por dos razones que podemos considerar fundamentales: lo de Schiaretti fue un simple trámite de continuidad consagrada y el cambio de Llaryora por Mestre -o viceversa- la culminación o el comienzo de una situación que no terminó allí, plagada de bemoles, contradicciones, desorientaciones y escondrijos que determinaron que días atrás se quebrara lo que debió ser un civilizado tiempo de transición.
   El plato fuerte estaba a 700 kilómetros de nuestra Córdoba, allá donde atiende el Dios que dicen está en todas partes.
   Un carnaval cívico con el colorido de las pancartas y los carteles, desempolvados estandartes guardados durante cuatro años, siglas a las que nos habíamos desacostumbrado y la extrañeza por la minoría notable de los colores azul o celeste y blanco abrumados por otras tonalidades de mayor resaltación.
   Para los mediáticos especialistas del mundo de la farándula está la minuciosa e invasiva evaluación de los atuendos de ellos y de ellas, para los chismosos de arte menor la presencia con ropa masculina del hijo del presidente entrante y de su maquilladora y a la vez pareja, la actuación de artistas beneficiarios en su momento de jugosos contratos en pago de su militancia, la elegancia de la ex primera dama, el gesto del presidente entrante de empujar la silla de ruedas de la vicepresidente saliente, el renovado rito de los pies cansados en las fuentes, la ¿ausencia? de doña Hebe y sus seguidoras y otros detalles que la TV mostrara a lo largo de todo el día.
   Realmente llamativo e impensado y conmovedor para muchos, el prolongado abrazo entre el Dr. Fernández y el Ing. Macri antes que éste, sin capricho mediante le entregara el bastón presidencial, como patético y casi torpe el gesto de la viuda de Kirchner en el momento de dar la mano -en realidad se la prestó por un fugaz instante- a quien cuatro años atrás la reemplazara en el sillón de Rivadavia. Tampoco aceptó firmar un acta con la lapicera que había utilizado Macri.
   Para muchos incluyendo a varios de su propia tropa, sonaron como actitudes de berrinche adolescente, desprecio y revancha que seguramente entraba en las previsiones de que eso podía ocurrir, al menos para los conocedores del paño pero cercano a la ofensa en el análisis de los especialistas en protocolo y ceremonial, que suele ser -para qué negarlo- la consagración de la hipocresía.
   Casi desapercibida pasó la determinación de uno de los enviados de Donald Trump, quien abandonó el país al advertir que Argentina había permitido la entrada como asistente a la ceremonia, de un funcionario venezolano chavista con captura recomendada en los EE.UU.
   Los dos discursos del flamante Presidente de todos los argentinos sonaron como pronunciados por distintas personas, ya que por la mañana apeló a la formalidad de la circunstancia en el Parlamento, habló de unión y a la tarde frente a la multitud de simpatizantes y de la nutrida militancia, fueron palabras guerreras, acusadoras, reivindicativas y perfectamente estudiadas por tratarse de la primera barricada erigida para defenderse atacando, con el inevitable componente del fraseo tradicional que es el prólogo de las promesas y expresiones de anhelo.
   Así y todo y dentro de ese estilo, sobresalió un histérico costado del kirchnerismo cuando su personaje estelar habló de país “desvastado” -así lo dijo- y de tierra arrasada, dejando en algunos la duda de evaluar si lo que formulaba era una acusación o una confesión de desaciertos.
   El merecido jolgorio y la celebración se extendieron hasta la madrugada, continuada en los bares y en la misma plaza al igual que en el Obelisco y en otros lugares icónicos de la Reina del Plata.
   Ya pasó la fiesta, los ánimos enardecidos habrá que transformarlos en energía creativa y laboral para alcanzar eso de volver a ponernos de pie y para llamar a la cordura a los infaltables delirantes que vienen prometiendo venganzas, pases de facturas, “domesticación” de la Justicia y modificaciones a las leyes para acomodarlas a propios intereses y respetuoso sería que olvidaran eso de “no pagar la deuda” porque lo venimos haciendo desde antes del ’45 del siglo pasado.
   A la jornada de por sí histórica se la puede calificar de la mejor manera o buscarle defectos y aspectos negativos, pero sería de poco patriotismo negar que contra ciertos pronósticos agoreros, fue una verdadera fiesta que bien pudiera ser tomada -salvo por alguna actitud aislada y desafortunada- como un paso inicial en la obligación que todos tenemos de contribuir al  imprescindible reencuentro de los argentinos, sin grietas que nos separen y con un objetivo de grandeza que nos una, no tan sólo por nosotros sino por nuestros hijos y por la sociedad que lo reclama y necesita.
   Fue, en síntesis, una fiesta de la Democracia, de esa misma y maravillosa Democracia recuperada en 1983 después de los tiempos del desprecio y los años de plomo y que fuera luego vapuleada y ofendida por quienes se creyeron más importantes que la Patria misma.
   Es emocionante y conmovedor reverdecer la historia y darnos cuenta con enorme orgullo y alegría, que pese a sostenerse muchas veces con muletas, la Democracia que mantenemos en pié será lo que nos salve a todos.

¿Ferrourbano y tren bala?
RENACIÓ EL MENEADO TEMA DEL FERROURBANO
MIENTRAS ESPERAMOS ANSIOSOS EL TREN BALA
   Siempre el impacto suele ser en la sociedad más certero cuando se retoman proyectos anunciados hace tiempo y que por una u otras razones, pasaron a ser lamentables exponentes del fracaso al que inevitablemente conducen los caminos de la demagogia.
   Ibamos a tener el mejor transporte urbano del mundo cuando se inventaron alocados sistemas que contemplaban estaciones intermedias, enormes estacionamientos para dejar los vehículos y optar por el servicio de ómnibus que se anunciaba como de suprema calidad que desalentaría el uso de automóviles con lo que, de paso, se contribuiría a superar el caos urbano emergente del crecimiento del parque automotor cordobés.
   No se concretó, no recuerdo si hubo contratación de alguna consultora para que estudiara la factibilidad o simplemente el proyecto se basó en alguna expresión de anhelos por parte de quienes gobernaban la ciudad.
   Hubo luego pasado corto tiempo, un atisbo de utilizar las vías férreas que cruzan la traza capitalina para hacer circular una especie de coche motor que cubriría frecuencias utilizando las estaciones Mitre y Belgrano a las que sumarían otras intermedias, pero el obstáculo insalvable fue lo complicado que resultaría garantizar la seguridad de esos trenes porque invadían asentamientos marginales a donde el sistema no inspiraba simpatías.
   Con el Tren de las Sierras se originaron en su momento numerosos incidentes y eso posiblemente haya sido recordado a la hora de cancelar aquel ferrourbano.
   Pasaron los intendentes, ninguno solucionó el problema del mediocre y oneroso servicio de ómnibus urbanos y ahora, oh sorpresa, un muchacho que viene de afuera ya anunció que el ferrourbano será una realidad a corto plazo y de entrada nomás, desestimaron con acción el obstáculo de una vivienda precaria edificada sobre las vías.
   Cuestión resuelta, esa al menos.
   Habrá que ver ahora cómo se encara la concreción de un sistema que si bien es imprescindible para alivianar las consecuencias de las malas prestaciones por ómnibus, todo esto lleva más tiempo del que aconsejan los anuncios hasta la hora de poder ser utilizados.
   Roguemos que no sea necesaria la contratación directa de alguna consultora que determine si los cordobeses podremos o no superar alguna vez ese odioso monopolio de los ómnibus, para que mejore nuestra calidad de vida.
   Es cuando también, como consecuencia de tanta charlatanería, nos vienen a la memoria dos expresiones del más delirante promesómetro argentino: la nave espacial que según Carlos Saúl I de Anillaco nos depositaría en Tokio en dos horas y aquel Tren Bala, por el que pagamos tantos dólares solo para saber que podía ser pero nunca fue.
   Ya estamos curados de espanto.

La Megacausa del Registro
LO IMPERDONABLE QUE ES ROBAR LAS
ILUSIONES EN NOMBRE DE  LA JUSTICIA
   Estamos en fechas en las que chicos y grandes escriben sus pedidos para la Nochebuena y la Navidad cercanas.  Es así que hace unos años llegó a nuestro poder una carta, en la que familiares de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba denunciaban un robo y leo textualmente uno de sus párrafos: “Dice el diccionario que robar es tomar lo ajeno con violencia o por la fuerza. Hoy, familiares de presos por  la  Megacausa  sentimos que nos han robado. Con el uso de la fuerza pública, en el nombre de la Justicia, y en total violación a nuestras garantías constitucionales y todo derecho humano, quienes están a cargo de este proceso nos han robado la Navidad,  la dicha de estar en familia, la alegría de compartir, las ilusiones de nuestros hijos, la esperanza de un mundo mejor. Nos han hecho sentir en un estado de total indefensión arrancando a un miembro de nuestra familia y manteniéndolo  en encierro con razones poco claras y alejadas de las leyes”.
   Debo aclarar que se refieren a la prisión preventiva sistemáticamente utilizada. Dado que nuestra Constitución es determinante al garantizar la libertad, expresando rotundamente que nadie puede ser penado sin haber pasado por un juicio justo que determine su culpabilidad, difícilmente pueda negarse la legitimidad de la denuncia realizada en esta carta.
   Peor aún: hubo personas absueltas después de años de presos y personas fallecidas que nunca fueron juzgadas. ¿Quién asume la responsabilidad de semejante robo?
   La carta concluye pidiendo a las Instituciones que no miren para otro lado y  se comprometan con una  justicia imparcial y verdadera. 
   Es, de corazón, un pedido de Navidad que continúa vigente.

Así nos evalúa el Washington Post
UNA MIRADA EXTERNA ACERCA DE
LOS  ARGENTINOS  Y  LA  POBREZA
   No hay dudas que el Washington Post es uno de los diarios más influyentes de los Estados Unidos y sus columnistas gozan de merecido prestigio para algunos, o son “operadores de intereses imperiales” para otros. El tema es que a finales de octubre pasado, publicó un comentario que merece ser tomado en cuenta, y quiero leerles los párrafos principales:
   “La Argentina tiene el problema más serio del mundo. Ningún país podría encontrarse en su camino con una dificultad mayor. Las demás naciones pueden tener inconvenientes de distinta índole, pero ninguna de ellas padece el nivel dilema que tienen los argentinos: el país se angustia por lo que prefiere.  
   ¿Qué es lo que los argentinos secretamente prefieren y contra lo que luego se enojan cuando efectivamente esa preferencia se materializa?
   Esa preferencia no es otra que la pobreza: los argentinos prefieren la pobreza. Por supuesto no van a admitirlo a viva voz.
   De hecho, viven enojados contra la pobreza. O al menos eso dicen. Lo que sobresale, lo que culturalmente predomina, es una oposición a la riqueza.
   En efecto, el argentino está en guerra contra la riqueza.
   La corriente mayoritaria que emerge desde las entrañas más profundas de la cultura nacional consiste en una resistencia impenetrable contra la riqueza, contra la idea de ser rico.
   La riqueza que los argentinos repugnan es la que se produce como fruto del éxito lícito. Paralelamente entonces al tipo de “rico” que el argentino odia es al que obtuvo su riqueza por la vía del triunfo en la vida laboral legal.
   Contrariamente, no se observan condenas firmes contra los que, incluso obscenamente, pavonean la riqueza que hicieron como consecuencia de actividades ilícitas, provengan ellas de la corrupción pública (funcionarios ladrones, sindicalistas mafiosos) o de actividades delictivas “privadas” como los narcotraficantes o los delincuentes comunes.
   El prototipo del argentino que es resistido socialmente (“resistido” viene de “resentimiento”) es aquel que tuvo éxito material en la vida por la vía del trabajo lícito. Por lo tanto, a ese personaje hay que bajarlo de donde está y, por supuesto, no es un modelo a imitar o a emular sino un arquetipo al que envidiar, maldecir y destruir.
   Obviamente la persecución y eventual destrucción de los que generan riqueza hace que no se genere riqueza (es una perogrullada, pero en la Argentina parecería necesario aclararlo) y al no generarse riqueza, se obtiene pobreza.
   Parecería que lo que los argentinos buscan, finalmente, es una pobreza tolerable igualmente distribuida. Es decir una pobreza “hasta ahí”, igual para todos. (Excepto para aquellos “ricos” a los cuales los argentinos no resisten -es decir, no tienen “resentimiento” contra ellos- como los funcionarios corruptos -que dicen que vienen a sacarle a unos lo que ganaron “injustamente” a costa de otros- los sindicalistas mafiosos, los que “encontraron un curro o un yeite” -el típico “vivo” argentino que “le encontró la vuelta”- u otros personajes del submundo ilegal respecto de los cuales el argentino no muestra un nivel de ofensa ostensible).
   El nivel de deterioro mental masivo que sufre el país implica un retorcimiento tal de los valores constructivos de la vida pacífica y progresista, que uno duda seriamente de que tal extravío tenga vuelta atrás.
   El enamoramiento del pobrismo ha llevado a la Argentina a ser una sociedad completamente conflictuada, encerrada en una encrucijada de la que le será muy difícil salir.
   Vivir en queja por las consecuencias que trae lo que se venera representa un problema de una complejidad tal que las soluciones no vendrán de la aplicación de tal o cual programa económico, sino de un proceso que lleve a cada argentino a darse cuenta del nivel de contradicción en el que vive.
   Mientras ese complejo severo no sea removido del alma argentina, el país no tendrá solución.
   Nadie vivirá mejor, venerando vivir peor.
   Y si se considera que vivir monacalmente es mejor que vivir en la abundancia, los argentinos deberían renunciar a la abundancia y acostumbrarse a los límites materiales de la vida monacal.
   Ahora, recurrir al delito, a la corrupción, al robo o al narcotráfico para producir ilegalmente lo que se niegan a generar bajo el imperio de la ley, no hará que el país sea rico.   
   Lo que probablemente surja (o mejor dicho, se consolide) es una nueva nobleza compuesta por mafiosos, funcionarios corruptos, narcos amparados por el poder y revolucionarios de pacotilla que vivirán como reyes.
   Pero los argentinos honrados se hundirán en la pobreza.
   En esa misma pobreza que el Papa argentino tanto les enseñó a reverenciar”.

Otra vez el objetivo en común
FETAP Y UTA NO DAN PUNTADA  SIN  NUDO AL
ASOCIARSE EN EL PEDIDO DEL BOLETO A $ 42
   Antes que nada, bien vale aprovechar el tema que ahora nos ocupa, para salvar una equivocación en la que por lo general incurren quienes utilizan el refrán “no dar puntada sin hilo”, lo que no es correcto y más aún, en la práctica resultaría imposible, porque sin hilo, es imposible la puntada. Lo correcto es reemplazar el término “hilo” por “nudo”, lo que pone en claro una acción realizada para asegurar algo.
   Bien… después de este importante servicio a la comunidad, vamos a la cuestión que oootra vez preocupa a los usuarios del servicio de transporte urbano de pasajeros en esta Córdoba sorprendente.
   Los empresarios del ramo, famélicos como siempre lo han sido, nuevamente se pintan la cara y se despachan con una pretensión de boleto urbano a 42 pesos, lo que seguramente conseguirán por eso de contar con miles de rehenes, la genuflexión municipal al menos hasta hace unos días y el apoyo, vaya ironía, de los dirigentes de la UTA que como siempre aprovecharon la bolada, pararon unas horas y reclaman actualización salarial o por algún compromiso incumplido.
   Ya es hartante apelar a los argumentos de siempre para sostener que el estilo impuesto por el tiempo desde la dirigencia de la FETAP es deteriorar  aún más -si eso es posible- la calidad de las prestaciones manejando a su antojo las frecuencias, los recorridos, el servicio nocturno, la cantidad de unidades en servicio y otras trampas emergentes en esa mecánica de meter presión.
   Aprovechando el vistagordismo municipal, acentúan en los usuarios su condición de eternos rehenes, el gremio aprovecha un escenario de conflicto donde las autoridades provinciales tampoco se esmeran mucho en solucionar y el cóctel está servido: aumento inminente para seguir teniendo el deshonroso privilegio de pagar en Córdoba el boleto más caro del país, para un servicio que en muchos sectores, juzgarlo de lamentable, es una expresión de generosidad.
   A lo mejor si hacen una reunión las tres patas del asunto, o sea los empresarios, el gremio y la Municipalidad arriban a un resultado positivo, que ya se vislumbra: prometen que aumentarán las frecuencias porque recibirán más subsidios y los dirigentes gremiales no harán paro al menos por tres meses.
   Y la Municipalidad instrumentará un severo mecanismo de contralor de las prestaciones.
   Ese cuento es más viejo que el que popularizara el “Negro” Alvarez: el cuento de Don Abraham…

Mujeres en la cúpula policial
ELLAS HAN DEMOSTRADO MÁS  ALLÁ DE SU
SENSIBILIDAD, ATRIBUTOS PARA CONDUCIR
   Varios medios tomaron como una novedad digna de ser promocionada, la inclusión de mujeres en la plana mayor de la Policía de Córdoba, como si ellas no tuvieran un grado llamativo de sensibilidad social y carecieran de ovarios a la hora de enfrentar el peligro o de tomar determinaciones trascendentes.
   No están sólo para ayudar en los partos o requisar a sospechosas o detenidas.
   Aunque todavía y gracias a Dios persiste esa imagen de dulzura, de cierta fragilidad, sería un enfoque sexista volver a aquellos conceptos de debilidad o de fortaleza, según se tratara y voy a utilizar la jerga policial, de una femenina o de un masculino.
   Volviendo al QTH o sea al lugar donde estamos asentados, han quedado relegados aquellos conceptos de menospreciarlas más allá de sus tareas domésticas, de administrar los gastos de la casa, de hacer que los hijos cumplan con sus deberes escolares, que el marido no ande con las medias agujereadas, que tenga siempre camisas planchadas, que no falte el papel higiénico en el baño, que se hayan pagado las facturas de la luz y de otros servicios, y de todas las otras obligaciones que el tiempo y las costumbres reservaron solo para ellas, las femeninas.
   Por conocer escenarios bélicos, puedo asegurarles que la valentía de las soldados es equiparable, sin ningún menoscabo, al arrojo de los hombres y de manera especial a la hora de adoptar riesgosas posturas o asumir responsabilidades en que están en disputa la vida y la muerte.
   Las mujeres policías se han ido incorporando en todas partes del mundo a esa actividad y han demostrado capacidad, espíritu solidario, responsabilidad para el cumplimiento y para el dictado de órdenes trascendentes.
   En las mayoría de los ejércitos del mundo y creo que Israel en su momento hizo la punta, las mujeres se destacan por sus virtudes, que de ninguna manera sacrifican a las propias dulzuras que las pueden caracterizar.
   ¿Qué son miedosas? Puede, en algún sentido, que le teman a la soledad, al desamor, a la injusticia, a los olvidos, pero a la hora de jugarse, pueden tener la certeza que lo hacen de la misma manera que la mayoría de los hombres: con alma y vida.
   Aunque para algún civil no le resulte atractivo, por ejemplo, dormir con una sargenta.

Primeros pasos de F&F
LIBERTADES, RETENCIONES, EL DÓLAR
TURISTICO, ABORTO Y OTRAS MEDIDAS
   Es lógico que despertaran enormes expectativas las primeras medidas que adoptaría la nueva conducción nacional, especialmente por tratarse de un equipo que vuelve con las uñas afiladas -dicho sea en el buen sentido de sus intenciones- para encarar políticas  que conduzcan al cumplimiento de tantas promesas electorales, en el sentido de poner de pie especialmente a quienes cayeron o se arrodillaron.
   Flotaba en la memoria de la gente aquella desafortunada noche del 25 de mayo de 1973 cuando el recién asumido Presidente el “Tío” Cámpora, ordenó a su flamante ministro de Justicia Esteban Righi que pusiera en libertad a numerosos presos considerados “políticos”.
   En ese operativo, acompañado por la dirigencia peronista de aquellos tiempos, dejaron su encierro muchos condenados por terrorismo y otros delitos y se instaló en la sociedad una especie de consagración de la impunidad.
   Frente al temor que ahora se repitiera aquel episodio de nuestra historia, los agoreros aseguraban que ocurriría lo mismo, aunque la realidad mostró que el sistema que podemos llamar “de goteo” se aplica lentamente dado que dos casos que bien pueden ser considerados emblemáticos como Julio De Vido por sus andanzas con la obra pública y Baratta, de los más salientes participantes en aquello de los famosos cuadernos, quienes salieron prestamente con prisión domiciliaria y no son pocos los que se juegan a que Amado Boudou está en lista de espera.
   De todas maneras la Justicia sigue manejando esas y otras numerosas causas que involucran a varios gobernantes anteriores e incluso a ciertos prominentes personajes que lucían dentro de macrismo.
   Sorprendió a propios y extraños, como se dice ahora, la determinación de aumentar las retenciones al campo, cuando en su momento se adelantó que previamente habría diálogo con dicho sector, lo que no se produjo y generó más bronca que sorpresa.
   Algunos sostienen que es un pase de factura por aquellos desplantes de la gente de la Rural allá por el 2015 más o menos.
   Otro de los temas de inmediata aparición casi con la asunción de las nuevas autoridades, fue el remozado protocolo en cuanto a la práctica del aborto, lo que llevó a la Pastoral de Salud del Episcopado a expresarse en el sentido de sostener, textualmente dicho  “que con tal medida, se había instalado el aborto en la Argentina”.
   Suena como atinado aunque virtualmente confiscatorio, que los argentinos en el exterior tengan que pagar la equivalencia de un dólar sobrevaluado con relación a su cotización entre nosotros, aunque me comentaron que la medida obedecería a la intención de alentar el turismo interno y desalentar la vieja costumbre de tanto dinero que se deja en el exterior.
   En cuanto al viejo tema de las heladeras, los efectos que algunos esperaban como milagrosos tardarán mucho tiempo en hacerse sentir, cuando se adopten medidas de fondo más allá de lo impactante, que permitan activar el consumo, para lo cual será necesario estimular la demanda de mano de obra que genere trabajo y lógicamente mayor gasto.
   La inflación que me comentaron se estima en las altas esferas, es superior al 50 por ciento en el 2020 o hasta que -Dios no lo permita- el INDEC vuelva a los dibujos de tiempos pasados.
   Otras acciones protagonizadas por ciertos funcionarios, caso Kiciloff y la deuda de la provincia de Buenos Aires son para seguir de cerca y sin perder detalles, porque hacen a la seriedad de la política y a cumplir con las expectativas de la gente frente a las promesas preelectorales de cambiarnos la vida de privaciones que llevábamos.
   Y para los cultores de las noticias sociales, de la realeza, de la farándula y de sus envidiados vericuetos, quedan para el comentario las alternativas ceremoniales y protocolares en cuanto a la compañera del Sr. Presidente de la Nación, que sin estrenar la residencia de Olivos hizo una rauda incursión por el Vaticano donde fue recibida con el rango de Primera Dama.
   Y ya que estamos y hablando de Francisco, es de suponer que considera cumplidos sus objetivos acerca de los cambios en Argentina y que bueno sería sugerirle que nos visitara en el corto plazo.
   Y ahora, que tendrá que ocuparse menos de nuestros problemas políticos, económicos e ideológicos, que le preste atención a las complicadas cuestiones universales que lo requieren, no tan sólo del mundo cristiano.

   Para su país, el nuestro, debe estar contento por haber cumplido con lo oportunamente maquinado.

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