24 de marzo de 2021

Memoria, verdad y justicia: carta abierta a Verbitsky

OPORTUNO  MOMENTO  PARA  PONER EN CLARO
CIERTOS DETALLES DE UN OSCURO PERSONAJE
 
Cada vez que se me ocurrió escribir apelando a la memoria personal, la verdad de lo vivido y mi adhesión al pedido
de justicia, no faltaron los que buscaron emparentar mi comentario con una reivindicación de la teoría de los dos demonios que en realidad existieron, porque secuestradores, torturadores y asesinos los hubo en las dos veredas tomando de paso con rigor que el terrorismo de Estado -iniciado en tiempos democráticos y protocolizado por el gobierno justicialista de la mano de la Sra. María Estela Martínez de Perón y su cómplice José López Rega- ha sido parte de nuestra historia. Negarlo equivale a sostener una postura de fanatismo y amnesia desde cualquier punto de la sociedad que así se lo considere.
Gonio Ferrari
 
   Eso de amar los archivos y la memoria suele llevarnos a guardar en muchos casos, ciertas intimidades de personajes de la vida pública que de acuerdo con las circunstancias que iban aconteciendo en el país, adquirían -por así decirlo- posturas que por lo contradictorias los transformaban al menos en curiosidades dentro del campo político e ideológico.
   Siempre existieron dudas acerca de la uniformidad y constancia de pensamiento de Horacio Verbitsky y ha sido precisamente revolviendo papeles, que surgió una carta que el 24 de febrero de siete años atrás hiciera pública José Arturo Quarracino, Filósofo, profesor de Teología en la Universidad de El Salvador, docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA), escritor, traductor de varios idiomas, entrelazando actitudes e inclinaciones de quien por una razón de autoestima y respeto por la profesión, no puedo de ninguna manera considerar como colega. Su texto, más que para leer, es para guardar:

   “Estimado Horacio Verbitsky:
   La lectura del artículo de su autoría, publicado el domingo 22 de febrero ppdo. me motiva a acercarle las siguientes reflexiones e interrogantes que me gustaría que pudiera aclarármelos, porque algunas de sus afirmaciones resultan un poco confusas. Usted
considera que la marcha del 18 de febrero en homenaje al ex fiscal Alberto Nisman significa el nacimiento de una “nueva derecha con derecha electoral” que vendría a constituir un “saludable estabilizador”, ya que posibilita que la “oligarquía liberal” que nunca tuvo capacidad electoral recurría constantemente al “Partido Militar” para desplazar a los gobiernos democráticos. Según su análisis, este “Partido Militar”, brazo armado de la oligarquía minoritaria, será reemplazado de ahora en adelante por esta “nueva derecha electoral” que ahora enfrenta al gobierno kirchnerista en la calle y pretende hacerlo en las urnas.
   Es evidente que, para usted, el gobierno al que pondera es de izquierda, combatido por la derecha. En este punto, permítame preguntarle: ¿quiénes son los representantes de la izquierda en el actual gobierno? ¿La presidente-hotelera? ¿El multiprocesado Amado Boudou, hijo político de Álvaro Alsogaray, “comandante” combatiente de los médanos de Puerto Madero? ¿Los hijos de la UCEDÉ como Diego Bossio, Ricardo Echegaray? ¿Los combatientes de las estepas santacruceñas como Ricardo Jaime y Julio de Vido? ¿Los gobernadores feudales como Gildo Insfrán, José Luis Gioja, Luis Beder Herrera? ¿El socio senatorial Carlos Saúl Menem? ¿Los emblemáticos pequeños productores como Lázaro Báez y Cristóbal López? ¿Los mini-emprendedores agropecuarios como Juan Manzur y
Eduardo de Pedro? ¿Los ex funcionarios del Proceso Militar de 1976 como Felisa Micelli, Alicia Margarita Kirchner, Ginés González García? ¿El proletario empresario de medios Rudy Ulloa?
   Sería bueno que usted pudiera presentar a un cabal exponente de la izquierda en el gobierno. Es evidente también que usted no se identifica para nada con esa “nueva derecha electoral”, lo que lleva a suponer que usted se definiría como un hombre “de izquierda”. Permítame preguntarle entonces: ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que colaboró como columnista en 1967 en la revista La Hipotenusa, dependiente de la Secretaría General de Presidencia de la Nación (a cargo del general Juan Carlos Onganía) y como colaborador de la Secretaría de Prensa de la mencionada Secretaría? ¿Cómo se compagina su identidad “izquierdista” con la colaboración con un gobierno del “Partido Militar”? ¿No es un poco contradictorio?
   Más aún, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que, según el Comodoro (R) Juan José
Guiraldes hizo posible la publicación, en 1979, de un libro editado por la Fuerza Área, por cuanto reconoce que el mismo “no hubiera podido llegar a las prensas de no haber recibido el permanente aliento y la eficaz colaboración de Horacio Verbitsky”?
Usted toma distancia del “Partido Militar”, al que identifica como brazo armado de la oligarquía liberal, ¿y colaboró con el mismo? ¿No es un poco contradictorio su izquierdismo? Además, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que cobró durante 6 meses (de setiembre 1978 a marzo 1979) una retribución mensual de $ 700.000 por la redacción de esa obra, por parte del Instituto Argentino de Historia Aeronáutica “Jorge Newbery”, institución subsidiada por el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea? Ahora bien, ¿en esos años usted no había militado en la organización Montoneros? ¿Cómo es que colaboró en forma rentada con el “Partido Militar? ¿No es también contradictorio? ¿O en realidad usted estaba haciendo un fino trabajo de penetración izquierdista en la Fuerza Aérea?
   Actualmente, usted sigue definiéndose como un hombre “de izquierda”. Según tengo entendido, desde el año 2000 usted preside el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). No puedo dejar de preguntarle entonces: ¿cómo compagina su militancia de “izquierda” con la presidencia de una institución que es subsidiada anualmente por fundaciones ligadas estrechamente al poder financiero internacional angloamericano?
El año pasado una de estas instituciones, la Fundación Ford, lo subsidió con 2.600.000 dólares para promover unos proyectos. Bien sabe usted que la mencionada fundación es un ariete del Departamento de Estado norteamericano, como lo ha denunciado el sociólogo James Petras, y que desde hace décadas fue presidida por personajes todos vinculados a la familia Rockefeller (McGeorge Bundy, Richard Bissel Jr., Susan V. Berresford, Darren Walker, etc. Si usted es de “izquierda”, ¿cómo se explica que el Departamento de Estado y la familia Rockefeller, en vínculo estrecho con la CIA, subsidien sus actividades democráticas y revolucionarias a través de la Fundación Ford?

   Pero también subsidia a su Centro el National Endowment of Democracy (NED), organismo fundado en 1983 por el entonces presidente Ronald Reagan para “fortalecer las instituciones democráticas a lo largo del mundo a través de esfuerzos no-gubernamentales”. Permítame preguntarle: ¿usted como hombre de izquierda y con su pasado militante revolucionario en Montoneros coincide con los ideales “democráticos” de Ronald Reagan y del Departamento de Estado, y recibe subsidios por ello?
También el CELS que usted preside recibe subsidios de la Fundación Tinker .
   Más aún, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que, según el Comodoro (R) Juan José Guiraldes hizo posible la publicación, en 1979, de un libro editado por la Fuerza Área, por cuanto reconoce que el mismo “no hubiera podido llegar a las prensas de no haber recibido el permanente aliento y la eficaz colaboración de Horacio Verbitsky”? Usted toma distancia del “Partido Militar”, al que identifica como brazo armado de la oligarquía liberal, ¿y colaboró con el mismo? ¿No es un poco contradictorio su izquierdismo? Además, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que cobró durante 6 meses (de setiembre 1978 a marzo 1979) una retribución mensual de $ 700.000 por la redacción de esa obra, por parte del Instituto Argentino de Historia Aeronáutica “Jorge Newbery”, institución subsidiada por el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea? Ahora bien, ¿en esos años usted no había militado en la organización Montoneros? ¿Cómo es que colaboró en forma rentada con el “Partido Militar? ¿No es también contradictorio? ¿O en realidad usted estaba haciendo un fino trabajo de penetración izquierdista en la Fuerza Aérea?
   Actualmente, usted sigue definiéndose como un hombre “de izquierda”. Según tengo entendido, desde el año 2000 usted preside el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). No puedo dejar de preguntarle entonces: ¿cómo compagina su militancia de “izquierda” con la presidencia de una institución que es subsidiada anualmente por fundaciones ligadas estrechamente al poder financiero internacional angloamericano?
El año pasado una de estas instituciones, la Fundación Ford, lo subsidió con 2.600.000 dólares para promover unos proyectos. Bien sabe usted que la mencionada fundación es un ariete del Departamento de Estado norteamericano, como lo ha denunciado el sociólogo James Petras, y que desde hace décadas fue presidida por personajes todos vinculados a la familia Rockefeller (McGeorge Bundy, Richard Bissel Jr., Susan V. Berresford, Darren Walker, etc. Si usted es de “izquierda”, ¿cómo se explica que el Departamento de Estado y la familia Rockefeller, en vínculo estrecho con la CIA, subsidien sus actividades democráticas y revolucionarias a través de la Fundación Ford?
   Pero también subsidia a su Centro el National Endowment of Democracy (NED), organismo fundado en 1983 por el entonces presidente Ronald Reagan para “fortalecer las instituciones democráticas a lo largo del mundo a través de esfuerzos no-gubernamentales”. Permítame preguntarle: ¿usted como hombre de izquierda y con su pasado militante revolucionario en Montoneros coincide con los ideales “democráticos” de Ronald Reagan y del Departamento de Estado, y recibe subsidios por ello?
También el CELS que usted preside recibe subsidios de la Fundación Tinker .
   Esta organización no-gubernamental tiene como su misión fundamental “promover el desarrollo de una sociedad igualitaria, sostenible y productiva en América Latina y mejorar la comprensión en los Estados Unidos de América Latina y cómo las políticas estadounidenses pueden impactar en la región”. Entre sus directores se encuentran Renate Rennie, Alan Stoga, Susan Segal, todos ellos miembros del Council on Foreign Relations, el famoso think tank controlado desde la década de 1940 por David Rockefeller y la oligarquía financiera estadounidense.
   Según informa este organismo, en el 2011 le entregaron al CELS un subsidio por 150.000 dólares para “promover la implementación de políticas generales de seguridad pública en Argentina basadas en principios democráticos”. Si usted es un hombre de “izquierda” crítico del capitalismo, ¿por qué promueve políticas de seguridad pública según la ideología derepresentantes del más rancio capitalismo yanqui? ¿También los ha engañado a ellos, y les saca subsidios para promover políticas de izquierda?
   Llamativamente, también subsidian al CELS el Foreign Office inglés y la Embajada Británica en Buenos Aires. Permítame preguntarle: ¿cómo se explica que el enemigo histórico de nuestra Argentina e invasor de nuestro territorio patrio, tal como lo ha descrito magistralmente Raúl Scalabrini Ortiz, lo subsidien a usted, supuestamente “enemigo mortal” del capitalismo? Si es verdad que usted milita en una postura de izquierda enemiga del capitalismo representado históricamente por el Imperio Británico y sus finanzas, ¿cómo es que esta oligarquía plutocrática anglosajona y americana subsidia sus actividades de “izquierda”? ¿Cómo hizo para engañarlos y que hasta ahora no se hayan dado cuenta? No hay que olvidar que quienes forman parte de estas instituciones británicas juran fidelidad absoluta a la Corona británica. Es asombroso que los servidores de la Corona británica subsidien su militancia “izquierdista” anticapitalista en el CELS y no se den cuenta de ello. ¿O lo saben?
   Estimado Horacio, creo que como cultor de la memoria, verdad y justicia hoy tan promocionadas, usted no tendrá problemas en aclarar o explicar estos interrogantes que nos planteamos, para poder entender su crítica a la “nueva derecha electoral” desde la perspectiva de “izquierda” que usted promociona desde hace décadas. Para quienes leemos sus notas y comentarios políticos será muy importante entender también cómo es que se puede recibir subsidios y apoyos de los dueños del capitalismo mundial para promover políticas de izquierda anticapitalista.
Lo saludo atte”.
José Arturo Quarracino

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