28 de marzo de 2021

S.L.B.: FALTA DE VACUNAS Y CONFUSO PANORAMA- SIGUE LA CONDENA A PADECER UN PÉSIMO TRANSPORTE URBANO - INSEGURIDAD EN CÓRDOBA SIGUE SU MARCHA ASCENDENTE MEGACAUSA: ARTE DEL ESQUIVE - VIRTUALES AMENAZAS DEL MUNICIPIO - DOÑA HEBE PIDE HONESTIDAD Y DE LO SUYO NO HABLA: RECORDATORIO DEL CANIBALISMO POLÍTICO Y LA GRIETA INTERNA EN EL PERONISMO.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 28/03/21 emitido en dúplex por la AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Como siempre, la maldita demagogia
LA FALTA MUNDIAL DE VACUNAS ES REAL PERO
EL PODER NOS DIBUJÓ UN PANORAMA DISTINTO
 

   Todas las demoras, noticias falsas, errores y sus posteriores remiendos son un índice del nivel de improvisaciones, remanente de la errática conducción del inefable Ginés González García. Parece que ahora, cuando está más politizado el manejo de la pandemia prevalecen los objetivos políticos, de manera especial por tratarse de un año electoral que puede llegar a cualquiera de dos resultados o consecuencias: consolidar al poder y a sus autoridades o indicarles que equivocaron el camino.
   A todo esto la economía navega en un tempestuoso mar de incertidumbres con el agravante de las diferencias conceptuales entre la Sra. Vicepresidente y su ministro de Economía quien ante el Fondo Monetario Internacional y otros usureros busca convencerlos de nuestro dudoso cumplimiento de compromisos, que al menos le aporte algo de oxígeno a una situación acosada por otros apremios, la inflación inmanejable y el creciente malestar social.
   Y si tocamos ese tema, el del malestar social no son casuales ni caprichosos los crecientes reclamos de los segmentos más carecientes a lo que se debe agregar un aumento constante en el costo de vida que desnuda una situación tan conflictiva como sistemáticamente negada desde el poder.
   Y en el actual escenario de perplejidad y titubeos debemos aguardar con más resignación que esperanzas la llegada de la temible segunda oleada de la peste mientras la primera sigue repartiendo su dolorosa generosidad de sufrimientos y de adioses.
   Las vacunas no alcanzan y es al menos para sospechar que nos mintieron en cantidades y en tiempos de espera porque las culpas siguen siendo ajenas, mientras estamos seguros que no se han neutralizado totalmente las vacunaciones preferenciales pese a su mal disimulada clandestinidad. Ya lo sé: me dirán que tal fenómeno es mundial pero nadie tiene la grandeza cívica de reconocer errores, por lo que la costumbre del parche y del remiendo tiende a cobrar mayor vigencia y continuidad.
   Con la primera dosis, pese a las vacilaciones y los reclamos podemos decir que con susto incluido al menos parcialmente se cumplió aunque hayan sido postergadas algunas pequeñas poblaciones del interior del interior, habitadas también por gente tan argentina como la de Puerto Madero, las cúpulas políticas o la insaciable dirigencia sindical. Ahora frente a la carencia de vacunas para la segunda dosis que originalmente debía aplicarse hasta 28 días después de la primera, surgió un detalle salvador: suponiendo que con base científicamente comprobada, desde Salud Pública provincial se notificó a quienes tenían turno en estos días para el segundo pinchazo, que se postergaba explicando el porqué.
  Textualmente se les hizo saber que “Es importante mencionar que, si bien el tiempo del intervalo entre la primera y la segunda dosis nunca debe ser menor al recomendado, 21 o 28 días, el período máximo entre estas aplicaciones puede extenderse, resultando en algunos casos beneficioso”. Es hora entonces de empezar a rezar, de recordar o aprender oraciones que creíamos eran inútiles, para que todos los dioses sin odiosas diferencias de credos, ayuden para que los costosísimos vuelos a distintas lejanías sean provechosos especialmente en sus regresos, portadores no de miles de frasquitos sino de los millones de dosis que nos prometieron desde el poder y todavía las seguimos esperando.
   Otra vez ya lo sé: ocurre en todo el mundo menos en aquellos países donde el desprecio por la palabra empeñada y más en temas que navegan entre la supervivencia y la muerte se pagan a la hora de pensar el voto, de pagar los impuestos o de acatar o no la imposición de encierros que alguna vez sirvieron para silenciar demandas.
   Que las vacunas lleguen, que se respeten las prioridades de aplicación, que no haya adelantados en la fila aunque no sea un delito y que el país pague todo lo que recibe del exterior.
   Porque si alguna vez sufriéramos la desgracia de una tercera ola, que estemos en condiciones de recibir, con dignidad, la ayuda internacional.

 
Las empresas hacen lo que quieren
SEGUIMOS CONDENADOS A SUFRIR EL PEOR Y
MÁS CARO TRANSPORTE URBANO DEL MUNDO
 
   Que el transporte urbano de pasajeros de Córdoba es un drama sin solución aparente no es novedad, sino la injuriosa seguridad que en tal sentido tiene la ciudadanía cordobesa y no de ahora, sino desde décadas atrás.
   La pandemia es una de las explicaciones aunque con el paso de los días se vaya debilitando como excusa, frente a una dolorosa realidad que se empeña en castigar a los sectores más vulnerables y marginados de la sociedad, y de allí la necesidad de contar con un servicio digno pero deben conformarse con una verdadera porquería de prestación mientras el poder concedente que es la Municipalidad de Córdoba pareciera que solo mira hacia adentro ya que la TAMSE de colectivos y trolebuses es de su dependencia y ofrece otro panorama.
   Cuando más o menos parecíamos ir volviendo a una casi olvidada normalidad nos ilusionamos ante el anuncio de regresar a tiempos cercanos a los que nos acostumbráramos a frecuencias medianamente aceptables de esperar entre 5 y 8 minutos el paso del bondi.
   Y ahora, cuando se dijo que los servicios tendrían una sensible mejora y mientras las unidades de la TAMSE desfilan frente a nuestras narices, a veces con pocos pasajeros, las paradas de las otras líneas más se asemejan a filas de gente que aguarda algún regalo y las esperas, debidamente medidas, se prolongan por 40 minutos o más entre coche y coche.
   Da entonces para pensar y sostener que son los empresarios de la FETAP los que manejan, a su capricho y conveniencia las frecuencias de tal manera que se aseguran mayores utilidades. Esta situación es la consecuencia inevitable de un relajamiento de los controles por parte de las autoridades -me refiero a la verificación en el cumplimiento de las frecuencias- o la carencia del personal dependiente de la comuna y afectado en tiempos normales a esos menesteres.
   Una ciudad como la nuestra, con una planta urbana tan extensa necesita un buen transporte público acorde con las distancias y con la enorme demanda en tal sentido que es de suponer, y no es posible que las empresas se aprovechen de la impunidad que les viene regalando, con demasiada generosidad, la falta de inspectores y de control de las prestaciones.
   Un servicio que en todo sentido debiera ser de lujo, al menos para que el empresariado de esa actividad tome conciencia que en tiempos de pandemia, ni siquiera estén tomando en cuenta que las necesidades de servicio son mayores y que están cobrando el boleto más caro del país.
   Quiera Dios que alguna vez se ocupen realmente de la gente que los necesita, más que de la gigantesca alcancía a la que siguen empachando.
 
El terrible ejemplo de la frazada corta
PESE A LOS REMIENDOS COMO ELEMENTO VISUAL
LA INSEGURIDAD SIGUE SU MARCHA ASCENDENTE
 
   No es necesario ser adivino para adelantar que la inseguridad no dejarìa de crecer y de agravarse en su agresividad en un escenario de pandemia, cuando pasado un lapso tolerable todos los controles tienden a un relajamiento casi lógico según los entendidos. El mapa antes parcial donde opera el hampa se va extendiendo de tal manera que los especialistas ahora debieran demarcar las escasas islas donde el delito haya decaído en su expansión y ya ni siquiera alcanza el temor que meses atrás imponía el helicóptero que revoloteaba por algunos barrios haciendo el papel de espantaladrones.
   Noches atrás, para hablar con mayor precisión, un sector cercano al Arco de Córdoba donde medio mundo sabe que existen cocinas, kioskos y delyberi afectados al corte, estirado, fraccionado, venta y reparto de la sustancia prohibida que cualquiera puede llegar a imaginar, tanto para la demanda mayorista como al menudeo, recibió la nocturna visita del inquieto helicóptero que con la potencia de sus reflectores hizo que las transacciones tuvieran una pausa y que los vecinos decentes pudiesen al menos conversar sin ser sobresaltados por las motos de los compradores y repartidores ni ante las ruidosas aceleraciones de los coches de alta gama que pululan por esas calles que parecen no figurar en la zona digna de ser protegida por la autoridad.
   Lo que sucede y la verdad sea dicha, no siempre los tiempos de paz y tranquilidad son duraderos cuando la policía mantiene su costumbre de esporádicas incursiones, a veces más anunciadas que un clásico de fútbol o un festival de música de cualquier género.
   Y es entonces que sucede lo inevitable: cuando el gato se va no pasa mucho tiempo hasta que reaparecen los ratones para seguir con su lucrativa como degradante fiesta de mercar con sustancias prohibidas, pero para quienes debieran evitarlo pareciera no alcanzarles la ley como apoyo para garantizar una recuperación de la seguridad de aquella vieja costumbre de sabernos protegidos y amparados.
   Se hace necesario, entonces, volver a tiempos más recientes con la aparición y luego el inusual crecimiento de los casos de policías complicados en hechos delictivos que ofenden al sacrificio, el compromiso y el ejemplo de los correctos hombres y mujeres de la fuerza azul que deben pagar a la sociedad injustamente el precio del descrédito y la repulsa que maldistingue a los desleales de los decentes y honestos.
   Nunca se reveló, tengo entendido y me causa una profunda extrañeza, algún caso en que con toda certeza la inminencia de un procedimiento fuera anticipada desde adentro de la fuerza a sus destinatarios, razón por la cual es así como suelen naufragar las mejores intenciones y propósitos en ese mar de infidelidades. Es probable y ojalá no demore tanto continuar con la limpieza interna que es lo que ayudará a consolidar la autoridad y recobrar aquella confianza que gozaba por parte de una sociedad castigada por la desprotección y la dolorosa indiferencia ante tal situación, inadmisible en una comunidad organizada.
   Que se apresure la profesionalización de toda, repito: de toda la planta de personal y que la formación y el prontuario intachable se impongan frente a los amiguismos, padrinazgos políticos, pago de favores y otros de los conocidos argumentos vigentes por estos tiempos. No es posible que los cordobeses hayamos perdido aquella costumbre de sentirnos protegidos y al amparo de una delincuencia que creció alimentada por la impunidad que se le estuvo regalando en muchos casos por omisiones del poder político y por falta de actualización y aplicación de la ley.
   Y que los señores legisladores, al término de estas vacaciones rentadas que gozan, se dediquen a proyectar, elaborar, sancionar, poner en vigencia y controlar que se aplique una política integral de seguridad que nos devuelva, porque lo merecemos, esa tranquilidad que nos robaran desde el hampa y los poderes que debieran haberla derrotado.
 
¿Cerca o más allá de la década y media?
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
YA PASÓ A FORMAR  PARTE DE NUESTRO PAISAJE
 
   La última encuesta realizada en Córdoba sobre el Poder Judicial reveló que más de un 75 por ciento de los ciudadanos no confía en la Justicia, a la cual ven sometida al poder político y sin compromiso para investigar la corrupción. La falta de independencia fue la mayor queja tanto de ciudadanos como de letrados.
   También se manifestó escasa confianza en el fuero Anticorrupción, considerando que no realiza ninguna condena de peso y que más bien garantiza una defensa corporativa con algunos denunciados.
   Lejos de cualquier autocrítica, desde el Poder Judicial se respondió negando cualquier dependencia del poder político o cualquier ingreso a la Justicia por los gobiernos de turno, y se defendió al Fuero Anticorrupción poniendo como ejemplo la condena de dos fiscales, el proceso contra un ex intendente y las condenas relacionadas con el Registro de la Propiedad.   
   Sin embargo, pasaron por alto el detalle de que en la causa del Registro no se condenó, ni se juzgó y ni siquiera se citó a declarar a ningún funcionario de alto cargo, pese a haber sido acusados y denunciados con nombre y apellido en repetidas ocasiones.
   Tampoco se aclaró la curiosa situación del Juez de la causa, denunciado por el Fiscal por recibir coimas, que fue archivada después de un año de sonoro silencio, o la del escribano sobrino de una fiscal, sobreseído en forma exprés.
   Las quejas de la ciudadanía, impunidad del poder político, falta de compromiso frente a la corrupción, ninguna condena de peso, defensa corporativa, encuentran tan clara expresión en la causa del Registro, que resulta legítimo exigir a gritos los motivos para utilizarla como pantalla.
 
Amenazantes intimaciones en plena pandemia
ES DEMASIADO EVIDENTE  EL  IMPERIOSO APURO
MUNICIPAL POR INCREMENTAR LA RECAUDACIÓN
 

   No es necesario ningún estudio profundo para saber que el presupuesto municipal reserva algo así como más de la mitad con toda generosidad para afrontar el pago de sus más de 14 mil dependientes y que el resto se destina a obras y otros gastos que necesita la ciudad y demanda su población.
   Dejemos de lado la exageración de tantos empleados pese a lo cual muchas tareas se deben asignar a contratados por una parte, en cuanto a gastos pero Llaryora y sus huestes reciben buena ayuda del gobierno provincial apoyada en la coincidencia partidaria entre ellos, lo que suena lógico y aceptable.
 Imagino que debe ser enorme el compromiso de las finanzas municipales porque si se quiere cumplir con todas las promesas formuladas en su momento y recuperar la condición de bella ciudad que históricamente luciéramos, es posible que no alcanzaría a concretarse ese objetivo con recursos propios y sin ayuda externa.
   Y le sumemos a este panorama la intención del cordobesismo remanente de preparar al joven sanfrancisqueño para ungirlo candidato casi natural e incuestionable del oficialismo para que ocupe el despacho principal del Panal, lo que le demandaría al muchacho un esmero mayúsculo para que la ciudadanía cansada  de derrapes, lo apoye en sus apetencias de poder alentadas desde arriba. Se supone que para tales pretensiones lo que más se necesita es dinero fresco y sin contraer más deudas de las que acosan a la comuna capitalina, tanto por créditos como ante algunos compromisos de pagos por sentencias en juicios perdidos por cifras de varios dígitos.
   Debe ser por todos estos detalles que en plena pandemia, cuando la mayoría de la gente no sabe cómo afrontar otras deudas por temas más prioritarios como por ejemplo comer, atender a la familia, recuperar el trabajo perdido, los gastos comunes del hogar, la compra de medicamentos, la onerosa carga de los transportes alternativos ante lo penoso del servicio público, la presión inflacionaria y otras calamidades la Municipalidad de Córdoba no encontró mejor manera de congraciarse con la sociedad que someterla a la tortura de la amenaza.
   Que alguien me explique si en estos tiempos de crisis una municipalidad en deuda con los vecinos, puede enviar a sus contribuyentes cartas con evidentes presiones que vale repetirlo, mucho se acercan a la condición de bravata, intimidación o ultimátum.
   ¿Cómo y cuándo el vecino puede ejercer su derecho a ser tenido en cuenta como sostén del presupuesto municipal que se burla de las prioridades?
   Una sola nomás: es necesario que la Municipalidad de Córdoba lo divulgue y me voy a permitir ahora leerles dos o tres renglones de una de esas intimaciones salidas de la Procuración Fiscal de la comuna, dirigida a un vecino que registra el atraso de una cuota del año 2018, en rubro inmuebles: “Estimado vecino (suerte que lo estiman) le informamos que registra deuda pendiente de cancelación. Se encuentra en instancia previa a juicio. Por ello, nos ponemos en contacto con usted con el fin de facilitarle su regularización y evitarle mayores costos y problemas como EMBARGOS, INHIBICIONES y el REMATE que un juicio podría implicar”. Todo un exceso.
   Si los vecinos cansados de promesas, frustraciones y mentiras pudieran demandar en la misma medida a la Municipalidad por mora e incumplimiento, si hubiera justicia real no alcanzarían los martilleros inscriptos y la subasta bien podría hacerse en el Estadio Kempes durante al menos una semana corrida.
 
Doña Hebe y su inverosímil canibalismo
PARA PEDIR HONESTIDAD AL PRÓJIMO, NADA MEJOR QUE MOSTRAR CON ORGULLO  LAS  MANOS  LIMPIAS
 
   Doña Hebe, la inefable defensora de derechos humanos pero floja de papeles para explicar aquello de los sueños compartidos que terminaron en pesadilla, tuvo duros conceptos contra el actual Presidente de la Nación y lo más extraño, fue que le aconsejara no mentir.
La grabación de la intervención de la Sr. Hebe de Bonafini dirigiéndose al Sr. Presidente de la Nación puede ser encontrada en la correspondiente columna de audios, ubicada en la parte superior, costado derecho de este blog
   Esta muestra de canibalismo político e ideológico no es nueva y es posible que la historia me lo discuta como me lo pueden cuestionar los de una y de la otra vereda del propio peronismo.
  Suele ser oportuno a veces indagar algunos antecedentes y como si se tratara de una “búsqueda del tesoro” les puedo aportar algunas coordenadas: en cercanías del Aeropuerto de Ezeiza militantes de montoneros, far, fap, el 20 de junio (Día de la Bandera Nacional) de 1973 se tirotearon con otros peronistas como ellos, pero milicianos de derecha. Esa mañana según refieren la historia y la memoria varias ambulancias salieron del Ministerio de Bienestar Social transportando armas, la Juventud Sindical de la UOM y la UOCRA ocupó instalaciones vecinas a la estación aérea, los francotiradores prepararon su sitio entre las ramas de los árboles y los hombres de Osinde y la CNU ocuparon el palco y escondieron sus fusiles en los estuches de los instrumentos de los músicos de la banda sinfónica.
   La columna de montoneros que llegaba del sur nucleaba a militantes de Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Berisso, Ensenada y partidos del sur del conurbano y la conducción se trasladaba en un jeep, cuyos ocupantes portaban armas cortas -casi todos revólveres- pues las pistolas semiautomáticas eran escasas y un solo fusil, única arma larga que ese grupo llevó a Ezeiza.
   Cuando las columnas de la Juventud Peronista, far y montoneros trataron de aproximarse, fueron atacadas con fuego cruzado desde el palco por los sectores a cargo de la organización que contaba con un arsenal de ametralladoras y fusiles. La Columna Sur de la Juventud Peronista quedó encerrada entre los tiros que partían del palco y los que provenían del Hogar Escuela "Santa Teresa", donde también se habían ubicado sectores de la derecha peronista.
   Este fue el inicio de la masacre, que se extendió por varias horas, abarcando también las zonas arboladas contiguas, hacia las que habían ido a buscar refugio los militantes atacados. La estimación de algunos medios de comunicación fija el saldo de la batalla -o emboscada, como prefieran llamarla- en 13 muertos y 365 heridos, cifras que nunca pudieron cotejarse por la ausencia de una investigación oficial.
   Gobernaba el país -por así decirlo- el “Tío” Cámpora triunfante con el Frejuli en los comicios de un mes atrás y el acontecimiento de ese día era el regreso al país -como prenda de paz, según se anunciara- del ex General Juan Domingo Perón, tras 18 años de ausencia.
   Si ese no fue el formal y sangriento nacimiento de la grieta, por favor que alguien me convenza de lo contrario y por las dudas, les regalo el recuerdo de un tramo pequeño del discurso que Perón pronunciara al dìa siguiente en Plaza de Mayo: “…deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos populares o estatales, que por ese camino van mal. Así, aconsejo a todos ellos tomar el único camino genuinamente nacional: cumplir con nuestro deber de argentinos sin dobleces ni designios inconfesables”. Demasiados han sido los oportunistas que desoyeron esos conceptos…

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