22 de mayo de 2022

S.L.B.: LA MONEDA ARGENTINA EN EL TOBOGÁN DE LA ECONOMÍA NACIONAL & POPULAR - UN CIRCO DE VARIAS PISTAS PARA MONTAR UN SHOW DEL NUEVO VALOR DEL BOLETO URBANO - ANTES DE ASPIRAR A LA "PINK HOUSE" BUENO SERÍA CANCELAR LA CUANTIOSA DEUDA DEL "CORDOBESISMO" - LA MEGACAUSA SIEMPRE APORTA NOVEDADES - EL PAN LLEGÓ A TAL PRECIO QUE DEJÓ DE SER "NUESTRO DE CADA DÍA" - TALLERES Y BELGRANO A UN PASO DEL HEROISMO - LA LUDOPATÍA TOCA TIMBRE A DOMICILIO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 726 del domingo 22/05/22 emitido por la AM580, emisora dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba.

Emisión permanente
NUESTRA MONEDA EN EL TOBOGÁN DE
LA  ECONOMÍA  NACIONAL  &  POPULAR
 
   Algunos amigos y colegas radicados en la capital federal suelen comentarme, no con asombro pero sí con justificada inquietud, que las potentes luces de los talleres de nuestra Casa de la Moneda no se apagan jamás, porque la producción es continua como continua y permanente es la pérdida de valor de nuestra moneda que en lo personal no deja de ser un símbolo patrio casi equiparable a la escarapela, el himno nacional, el escudo o a la Bandera.
   Hay que entender la realidad desde el llano, sin tecnicismos ni sapiencia macroeconómica, para que caigamos en cuenta y logremos sostener que la vida diaria nos viene diplomando en esa materia tan árida, variable y por momentos apasionante por sus confines tanto constructivos como destructivos, que es la economía en este caso tan nuestro, nacional & popular.
   Y nos vienen a la memoria los tiempos aquellos del “deme dos” en los viajes a Miami, a Europa o a Oriente, las vacaciones de todos, todas y hasta cruceros de todes, facilitados por el valor de nuestra moneda que era del uno a uno con el ahora añorado billete verde, de cara grande porque hasta con eso actualmente se especula mientras en su país de origen tal diferencia no existe ni se aplica en la práctica, pero entre nosotros sirve para descontarle algo de su genuino valor, con el pretexto de la cara chica que dicen los pícaros, devalúan en un 15 por ciento al dólar.
   Avivadas aparte,  y sin caer a la tentación de agorar nuestra cercanía con Venezuela en las consecuencias de la depreciación de la moneda argentina, advertimos que de alguna manera se avivaron en el poder que las operaciones bancarias y comerciales se resienten desde el momento que para operar, por ejemplo, por valor de mil dólares, necesitamos alrededor de 2050 billetes de 100 pesos o 205 billetes de mil y no hablemos si queremos operar con papeles de 50 pesos porque nos volveríamos locos contando.
   Calculen en una operación inmobiliaria moviendo unos 50.000 dólares, hay que apelar a una carretilla y eso que pongo el ejemplo de un departamentito chico de no más de 70 metros cubiertos.
   Y el mayor sufrimiento tecnológico lo padecen los cajeros automáticos, que deben ser realimentados en muchos casos mañana y tarde porque no dan abasto frente a las exigencias normales de la población que los utiliza.
   Con las monedas ha ocurrido un fenómeno inédito por su escasez, que a mi modo de ver se produce porque por ejemplo una moneda de 10 pesos que son las últimas que salieron, su valor metálico es mayor a su valor monetario y más conviene retenerlas, fundirlas, dejar algunas para los nostálgicos coleccionistas y guardar el metal para futuras emisiones cuando logremos al menos asomar la cabeza del pozo en el que nos encontramos.
   Como se podrá advertir, mis argumentos se alejan totalmente de la ciencia que abrazan los economistas, pero no me nieguen su sabor a elemental lógica, experiencias, calle y sequías que en las últimas décadas nos viene acosando.
   Ahora saldrán los billetes nuevos y veremos con qué sorpresa aparecen, a lo mejor en ciertos aspectos apegados al discurso feminista, a la lucha de clases, a personajes cuestionables o a otros símbolos que se les ocurran a los creativos que determinarán el diseño de los billetes y monedas.
   Y así llegaremos a convencernos que fue un acierto en su momento apelar a los animalitos porque nadie podrá cuestionarlos en su condición de tales, mientras que si se hubieran impuesto las figuras que sectorialmente se sostiene que merecen estar, sería un nuevo elemento que contribuiría a ensanchar una grieta que no todos se empeñan en reducir.
   Y lo podemos llegar a lograr, nadie lo hubiera creído tiempo atrás, a través del dinero que manejamos todos los días…
   Pero lo que realmente más nos preocupa, que nuestra moneda siga en el tobogán –natural y físicamente hacia abajo- y desde ese mismo poder que ahora está obligado a seguir emitiendo con dudoso respaldo, den tantas vueltas porque ese detalle de nuestro dinero, sería la parte más negativa de la apresurada campaña proselitista que muchos están apurando en previsión de un no deseado derrumbe.
   Porque los escombros, cuando se precipìtan, no se fijan a quienes tapan…
 
Payasada previsible e innecesaria
UN CIRCO DE VARIAS PISTAS PARA LLEGAR
AL ABSURDO PRECIO DEL BOLETO URBANO
 
   Se me ocurre que una buena manera de comparar nuestra situación con relación al transporte urbano que se presta en otras ciudades, baste con decir que nosotros los cordobeses tenemos la puta suerte de pagar casi un 290 por ciento más que lo que pagan los usuarios del área metropolitana de Buenos Aires, ya que desde mañana el boleto de nuestro cuestionado transporte urbano pasa a costar virtualmente 70 pesos contra los 18 que pagan los porteños.
   Y si vamos a referirnos a las diferencias de calidad, por conocimiento del terreno puedo asegurar que son abismales, porque allá los bondis tienen frecuencias más que aceptables y entre nosotros las esperas cercanas a una hora, si, no exagero y lo repito, cercanas a una hora estamos pagando una fortuna si es por la calidad de las prestaciones, dejando de lado todo lo que se anuncia con tono de campaña con relación a la cantidad de unidades que se van incorporando al sistema.
   De qué cuernos le sirve, por ejemplo, a un vecino de Parque Liceo que el ómnibus tenga, guayfai, conexiones, enchufes varios, rampas para discapacitados, aire acondicionado y de casualidad por ahora no tienen baños, si pasan cuando se les ocurre a los empresarios que manejan las frecuencias, o a los insensibles de la UTA que nos usan a todos como rehenes para conseguir que se concreten todas sus demandas y caprichos.
   Tanto despelote en los últimos días, en un circo que armaron con tres o más pistas, sabiendo todos que el final del bochornoso show sería un nuevo y aladronado precio del boleto que a cada usuario le demandará cerca de 3000 pesos mensuales para moverse a su trabajo, donde seguramente no cobra ni la mitad de lo que recibe un chofer.
   En Buenos Aires es distinto, porque no hay aumentos casi mensuales como entre nosotros, porque allá en 2019 el boleto estaba a 13 pesos y ahora se mantiene en 18 merced a la tracalada de subsidios que reciben las empresas, lo que también aquí ocurre pero en menor cantidad.
   Y cuando allá costaba 13 pesos los cordobeses pagábamos casi 24 manguitos, tarifa que se fue actualizando por supuesto que hacia arriba en seis ocasiones a diferencia de los porteños que hicieron mantener su precio para viajar.
   Aquí padecimos paros salvajes en los que la indiferencia y la escasa solidaridad gremial hizo que por el capricho de los menos, los más padecieran mermas en sus remuneraciones al perder los suplementos por presencialidad y puntualidad.
   Y cuando aquí se superaron los conflictos, esos insensibles de la UTA extendieron sus caprichos aduciendo que lo hacían en solidaridad con otras filiales que estaban en lucha.
 
O sea que mal y pronto, se cagaron en la solidaridad con sus pares laburantes, sin siquiera ponerse colorados.
   En definitiva, la conjura entre FETAP y la UTA para presionar por un nuevo aumento dió maravillosos resultados para ellos, pero mayor desatención para los usuarios, verdaderos sostenedores de este sistema perverso y ante la pasividad municipal que es el poder concedente que tiene en su interior a trabajadores de la UTA fuera de su convenio vigente para el SUOEM.
   En suma, veremos qué sucede porque al paso que se dirige nuestra economía, es probable que estos conflictos y sus penosas consecuencias se reiteren, para desgracia de la ciudadanía cordobesa.
   No es justo padecer estas injurias que no permiten que la mayoría pueda desplazarse para trabajar, pagando una de las tarifas más ridículamente elevadas del país.
 
La Megacausa del Registro
PESE A SU ANTIGÜEDAD, SIEMPRE HAY
NOVEDADES ACERCA DE ESTE ASUNTO
 
  La Organización de Naciones Unidas ha editado hace varios años un manual de bolsillo con normas internacionales de derechos humanos para funcionarios, que cualquier juez o fiscal puede consultar, cuyo capítulo once está dedicado a las medidas no privativas de la libertad.
   Dicho compendio establece que, en general, las personas que aguardan su juicio no deberán estar detenidas, además de recomendar y alentar el uso de medidas alternativas a la prisión desde la fase anterior al juicio hasta la fase posterior a la sentencia, a fin de evitar la aplicación innecesaria de la prisión preventiva que deberá utilizarse como último recurso, y que, de existir, deberá ser supervisada y evaluada sistemáticamente.     
   Son numerosas las ONG del derecho que han escrito recomendaciones en el mismo sentido, incluso, como se comentó el domingo pasado, ejerciendo una vigilancia activa para detectar casos de abusos en el tema. La causa del Registro de la Propiedad de Córdoba que nos ocupa hace una década y media es uno de esos casos detectados, con casi 70 por ciento de imputados en prisión preventiva de años, que llegan a juicio con condenas cumplidas.  
   Siempre genera intriga saber por qué los funcionarios judiciales de la causa se mantienen tan alejados de las recomendaciones internacionales a las que el Estado Argentino adhiere.
   ¿Existirá algún control sobre la forma en que los magistrados se ajustan al cumplimiento de las normas?, ¿Existirá independencia de cualquier injerencia interna o externa?, ¿Se realizará alguna estadística sobre las prisiones preventivas que dicta un fiscal, para compararlas con estándares internacionales?, ¿Existe alguna acción frente a los Dictámenes de arbitrariedad recibidos? 
   Si las respuestas a estos interrogantes son negativas, suena lícito preguntarse si tanta ilegalidad, será casual y gratuita.
 
Números en rojo del cordobesismo
ANTES DE ASPIRAR A LA ROSADA CONVENIENTE
SERÍA  SABER QUE NO  ESTAMOS  ENDEUDADOS
 
   Por allí nos confundimos cuando esas informaciones que las disfrazan como “trascendidos” porque son simples globos de ensayo, se transforman en noticias que levemente van penetrando en el seno de una sociedad que más que anuncios de bonanza, merece que le dignifiquen la vida, que se superen las penosas instancias que estamos viviendo con nuestra castigada economía, que retomemos la senda de la seguridad perdida, del bienestar ahora ausente, de la justicia independiente y de tantos otros valores pendientes que merecemos recuperar.
   Como al voleo primero se comentaron las aspiraciones de nuestro gobernador, absolutamente lógicas, de intentar su acceso al sillón mayor del país, lo que fue confirmado en su momento para beneplácito de muchos pero para la sorpresa de nadie porque la jugada venía cantada.
   Sus diferencias con el poder central, planteadas en estos difíciles tiempos, fortalecieron la posición del “Gringo” y debilitaron muchas aspiraciones de algunos que guardaban en la intimidad de sus conciencias, las ansias por llegar al mismo sitial tan codiciado.
   Estamos de acuerdo, supongo, con esos anhelos que alienta cualquier político de raza, de no quedarse en la quietud de un cargo o de una banca y operar para su propio progreso y en ciertos casos llevando de la mano a algunos parientes u otros allegados.
   Pero para el caso particular del contador Schiaretti, bueno sería que al menos para su desgracia de patinar o derrapar en el intento por acceder a Olivos y a la “pink” house, debiera esmerarse -y este de ninguna manera es un consejo sino un simple pensamiento en voz alta- en dejar a la provincia en un estado administrativo sin sobresaltos ni sorpresas, porque es probable que sean de otro palo quienes llegaran a gobernarla, lo que no caería simpático a su “pollo” trasplantado desde el Este cordobés.
   Estamos endeudados hasta la manija y algo más, y lo más grave de todo, en dólares y necio sería ignorar que se están haciendo cosas, rutas, puentes y otros macro emprendimientos aunque se hayan pasado por alto ciertas innegables prioridades, como lo son la vivienda social que ofrece beneficios con requerimientos que al estudiarlos resultan impagables, la seguridad, el estado de las escuelas, la provisión de insumos hospitalarios y varios otros aspectos que se descuidan en el frenesí de la campaña mediática tan ridículamente anticipada, que nos viene costando, y es una simple cuestión de hacer números, más que muchas de las obras encaradas algunas de las cuales sin debidos controles de realización, que fue menester repetirlas.
   Y es cuando nos asalta esa inquietud de no poder cumplir con los compromisos internacionales, para colmo después de haber perdido prestigio a nivel mundial en virtud de tantos desaciertos y papelones del poder central.
   Porque por si alguien lo ignora, no tan sólo la provincia sino que por extensión lo estamos todos sus habitantes porque a las cuentas hay que pagarlas y eso se hace con los impuestos, con la cadena de tributos de los que con frecuencia aparecen otros nuevos, o sea que los gobiernos se lucen no con lo que producen, sino con lo que contribuyen sus habitantes, miles de ellos doblados por las exigencias.
   Entonces, si, ahora como consejo: dejemos de endeudarnos, porque no tenemos ningún derecho a que les obliguemos a pagar a las generaciones que en estos desastres que se perpetran desde el poder, no tienen absolutamente ninguna culpa ni responsabilidad.
   Es imprescindible que antes de encarar hacia más arriba, los aspirantes se cuiden que los escalones estén firmes y que hayan sido pagados en tiempo y sin dejar deudas pendientes…
 
 “Francés” a más de $ 300
EL PAN NUESTRO LLEGÓ A TAL PRECIO 
QUE HA DEJADO DE SER “DE CADA DÍA”
 
   Una de las mayores ridiculeces que con el tiempo implacable referirá la historia, es el contrasentido que en el país del trigo, alguna vez mucha de su gente no pudo comprar eso que la religión y los rezos le llaman “el pan nuestro de cada día” transformándolo, penosamente y con suerte, en el pan nuestro de cada dos días o más espaciado aún.
   No se me ocurre una manera de explicarme cuáles son los motivos de tal encarecimiento del principal alimento  no sólo de los argentinos sino de cualquier mortal, porque los trigales de nuestro país han sabido en los últimos tiempos lucir una especie de escenografía de la abundancia, con el viento arqueando las espigas doradas para un espectáculo visual maravilloso.
   Que se sepa, los gringos nuestros de tantos campos que se desviven de sol a sol han sido afortunados en las últimas cosechas, y sus progresos en materia de economía son apreciables y entonces ¿a quién se puede responsabilizar finalmente que el pan no pueda llegar a todas las mesas?
   Algunos sostienen que las etapas de intermediación son las responsables de ir encareciendo la materia prima hasta llegar al consumidor, y que la para muchos demencial carga impositiva, les impide establecer un precio razonable y accesible para todos.
   Es uno de los grandes misterios de los últimos tiempos, porque a decir verdad, cuando nos enteramos que los productores resultan gratificados por sus esfuerzos y el compromiso de cada cosecha y actualizan sus vehículos, realizan inversiones inmobiliarias, viajan a exterior y no se privan de otros mundanos placeres, nos obliga a pensar que han superado las privaciones.
   ¿Dónde está entonces la etapa que encarece el pan?
   Me supieron decir que el secreto está en las exigencias tributarias que se deben cumplir y que ese detalle retarda la consolidación de los resultados de cada cosecha.
   Si es así, el Estado angurriento para este caso, debiera enterarse que el pan, como consecuencia del trigo, es el alimento por excelencia que no debe faltar en ninguna mesa.
   El francés común a 300 pesos y los patrióticos y municipales criollitos a casi 500, son una imperdonable ofensa a la ciudadanía.
   Permitir que eso siga ocurriendo, sería una afrenta cuyas consecuencias pueden hacerse sentir, por ejemplo, en las urnas…
  
Albiazules y “piratas”…
TALLERES Y BELGRANO CERCA DE ALCANZAR
LA CONDICIÓN  DE  UN  ANHELADO  HEROISMO
 
   Más allá de las cargadas que recíprocamente se disparan, es para admirar a los fanáticos tanto de Belgrano como de Talleres, por la enorme creatividad de sus ocurrencias a la hora de “cargar” a sus históricos adversarios, dejando de lado por ahora a Instituto que se viene acercando silenciosamente a la zona donde puede llegar a ser una agradable como ansiada sorpresa.
   Todos están en la cúspide, unos a un nivel y otros en uno distinto, pero siempre con legítimas y postergadas aspiraciones que hacen de sus actitudes una especie de himno al sacrificio, al trabajo, a la dedicación y al esfuerzo del deporte.
   Y no me diga que lo hacen porque cobran, pero supongo que más allá de tal aliciente están el amor propio, el amor por los colores y la divisa, las ansias de ovaciones, de abrazos y de festejos.
   Belgrano luce en la punta, con distancia apreciable en un campeonato demasiado extenso al que le restan como 20 fechas para llegar a una definición que puede significar el ascenso al círculo superior.
   Y Talleres ya coronado como entre los ocho o 16 -no lo tengo bien claro- aspirantes a la Copa Libertadores, se debate en la jungla de tantos partidos sin descanso para cumplir con dos campeonatos distintos.
   Instituto está al acecho, a corta distancia de abrazarse en el festejo con piratas y tallarines y roguemos que tan ansiada meta se les concrete a los tres, para que cuando se arrime Racing de Nueva Italia con sus logros, sea toda Córdoba la que pueda celebrar digna y ruidosamente, el éxito de sus cuatro de los tantos hijos pródigos que tiene.
 
Genuina preocupación…
LA LUDOPATÍA ESTÁ TOCANDO TIMBRE
EN  LAS CASAS  DE  LOS  CORDOBESES
 
   Tengo entendido que solamente falta reglamentar la ley provincial aprobada por nuestra inefable Unicameral que habilita la existencia del juego de azar, o electrónico a través de internet, o sea no presencial pero abierto su acceso a los hogares donde cuenten con los sistemas adecuados.
   Hasta allí sucintamente este triunfo de lo que personalmente quiero calificar como desafío al desastre, alimentado por la angurria de quienes lo digitan y consiguen que políticamente sea aceptada la implantación de la timba hogareña con sus lamentables y absolutamente previsibles consecuencias.
   No es cuestión de pontificar con relación a las inclinaciones por la timba, cuyas resultantes en la mayoría de los casos no han sido para enriquecer a tantos, pero si para destrozar familias, generar quebrantos, motivar dolencias, empujar a suicidios y otras derivaciones tanto a más penosas como las enunciadas.
   Es que entonces la situación nos lleva a pensar en la enorme cuantía de los intereses que hay de por medio, que tan fácil es ceder cuando durante tanto tiempo se cerraron las puertas por donde entraba la esperanza y salía la miseria.
   ¿Sabe por qué en el lunfardo rioplatense se llama “fulleros” a los adictos al juego que emplean malas artes? Porque un tal Fuller supo sostener que “El que te engaña en el juego, te engañará donde quiera” y más que una sentencia, es una advertencia; un llamado de atención.
   En Córdoba es como si se hubiera industrializado la timba, con el enorme peligro de su utilización por parte de niños y adolescentes, si no se aplican rigurosos controles en cuanto al acceso a cada instancia de esos que pretenden disfrazarlo de entretenimiento cuando es una delicada aunque poco sutil manera de empobrecer.
   Bueno sería que los políticos y especialistas -que entre ellos los hay- que se encargarán de la reglamentación, tengan presente y asimilen una enseñanza más que valiosa, de un genial escritor como lo fuera Mark Twain: “Hay dos ocasiones en la vida en las que el hombre no debería jugar: cuando no tiene dinero para ello y cuando lo tiene”.

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