1 de mayo de 2022

S.L.B.: JUSTO HOMENAJE A LOS MÁRTIRES DEL TRABAJO - EXISTEN OTRAS URGENCIAS ANTES QUE ABATIR UN VIEJO PAREDÓN URBANO - CASO CURIOSO: VENCIÓ EL HAMPA Y LOS PERDEDORES DE ESTA BATALLA SE QUEDAN - MEGACAUSA DEL REGISTRO Y UNA EVOCACIÓN DE LOS ROMANOS - EL PTE. FERNÁNDEZ VINO A TIRAR LAS OREJAS PERO LOS GRINGOS NO SON DÉBILES - LA GENTE SE DEFENDERÁ POR SU CUENTA SI LA DESAMPARAN - LAS PLAZAS DESMANTELADAS RESUCITARÁN PARA LA CAMPAÑA, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 723 del 1/5/22 emitido en dúplex por la AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

La dignidad del trabajo ante los subsidios y la vagancia
EL HOMENAJE DE ESTE  DÍA A LOS VERDADEROS
MÁRTIRES QUE LO MERECEN POR SU SACRIFICIO
 
        Hoy es el día nuestro, de los que por convicción y elevada responsabilidad cívica hemos abrazado desde décadas atrás la cultura del trabajo, que no deja de ser una innegociable actitud frente a la vida que nos enaltece ante la sociedad.
      Y no es tanto para festejar, sino para evocar en el respeto a los mártires de Chicago y su sacrificio de entregar sus vidas en la lucha por reivindicaciones, que por aquellos años eran una de las tantas utopías para el reinado del capitalismo. No hay para qué extendernos en discursos, sino más bien en una especie de enunciación de principios, que hacen a la dignidad de trabajar.
   Como siempre y en casi todo el mundo, la celebración del día del trabajo, o del trabajador, es motivo para reuniones multitudinarias como los casos de La Habana, Moscú y la inestable Caracas por ejemplo, o con la parcial inactividad y la sagrada expresión del locro, entre nosotros. El clima en los años más recientes ha sido adverso para los seguidores del criollo potaje, porque la temperatura más cercana al calor que al fresco, acentúa los efectos de una ingesta descontrolada.
   Los daños emergentes se advierten recién por la noche o entrada la madrugada, cuando es común en los casos de las parejas, que se produzcan ruidosos y momentáneos divorcios o despavoridos abandonos del lecho, seguramente más potenciado recientemente con el obligado encierro “interpandémico”.
 
  Quiero de paso ofrecer un humilde reconocimiento a todos los dirigentes sindicales que ofrendaron buena parte de sus vidas y en muchos casos la vida misma, en la diaria fragua de la lucha gremial, sin claudicaciones ni privilegios. A los que siguieron siendo ejemplo de fervor laboral en su trabajo cotidiano y no vivieron prendidos a la licencia sindical, en cuyo nombre se cometen tantos abusos.
  Quiero eximir de este reconocimiento, por estrictas cuestiones de justicia, a los que se sirven de su condición de dirigentes en provecho propio, de sus familiares, de los amigos y de las amigas, porque no merecen figurar en el cuadro de honor de los honestos, sino en la revista especializada “Forbes” que califica a los financieramente poderosos.
  Quiero, en definitiva, valorar el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se dignifican laburando, sacrificando su descanso, buscando siempre algo más para hacer; para sentirse útiles, para saberse capaces, que es la manera más maravillosa de sentirnos libres.   
  El actual marco referencial no es el mejor, con el preocupante número de desocupados reflejado en las estadísticas, el deterioro del salario en su poder de compra, los aumentos en mercaderías y servicios y una inflación agazapada que nos castiga sin misericordia.
  Esto se agrava con la ceguera del poder
que al omitir maliciosamente la autocrítica disfraza de bonanza las penurias, maquilla de logros alcanzados a sus errores y fracasos, e insiste en políticas repetidamente calificadas como estrepitosas decepciones, mientras la auténtica clase trabajadora se debate en una maraña de promesas, incertidumbres y demagogias ampliamente superadas por una realidad lacerante, que no alcanza ni a mover las agujas de la sensibilidad de una  dirigencia egoísta, ventajera y acomodaticia que en cambio progresa hacia adentro, marginando a quienes los encumbran con su esfuerzo hacia esa milagrosa transformación en millonarios.
  Por otra parte las becas a la vagancia (algunos les llamaban y les llaman planes o subsidios) no hicieron otra cosa que ofender y apropiarse de la poca dignidad que les quedaba a muchos argentinos, que prefirieron y aún optan por eso: la dádiva en lugar de transpirar, precisamente para dignificar y adecentar lo que cobraban y miles cobran como ñoquis.
 Debemos reconocer también la culpa de muchas empresas, que cuentan con dos curiosos mecanismos destinados a la reducción de sus planteles: las tecnologías aplicadas a mansalva y la utilización de jóvenes necesitados que son “empleados” porque el gobierno paga una parte del sueldo, lo que sirve y se aplica para “desprenderse” de trabajadores que les resultan “más caros” y la injuria del pago en negro, no para beneficiar al trabajador, sino como otra manera de evadir tributos, impuestos y otras obligaciones.  
 Seguramente con la madurez democrática que pese a todo aún no hemos fortalecido como para aplicarla en plenitud, llegará el momento en que la sinceridad se coloque por encima de la especulación.
Y se haga carne en los argentinos aquello que sostenía Ghandi: “Dios ha creado al hombre para que gane su sustento trabajando, y ha dicho que aquel que come sin trabajar, es un ladrón”.
Feliz día, entonces, para los laburantes en serio…
 
Desprecio por las reales prioridades
ANTES DE DEMOLER UN PAREDÓN HISTÓRICO
ADVIERTAN QUE EXISTEN  OTRAS URGENCIAS
 ¿Se habrán preguntado los cordobeses a quiénes molesta, incomoda, hastía o le resulta indiferente el paredón que separa con su nivel, ambos sentidos de circulación del concurrido bulevar San Juan/Illia?
Seguramente los descubridores de esa curiosidad urbana, que por lo visto no son de aquí porque recién caen en cuenta de su añosa existencia, habrán supuesto livianamente que lo mejor era eliminar ese obstáculo que ofende la correcta vecindad entre barrios tan hermanados como lo son el centro y Nueva Córdoba, aunque si es por históricamente copetudos y apellidos patricios, los
cercanos al Parque Sarmiento ganan por goleada y dejo al margen que en aquel sector me tocó vivir más o menos una década a mediados del pasado siglo. ¿Es necesario tirar abajo unos 200 metros o más de desnivel, lo que supone trabajos que ocasionarían una serie de contratiempos para agregar al caos existente en la ciudad? 
Un arquitecto especialista en el patrimonio local, Jorge Bettolli, puntualizó las principales razones para conservar el muro, enumerando aspectos esenciales del patrimonio local a considerar y detalló: “El casco histórico de Córdoba alberga el más importante conjunto existente en el país en lo que se refiere a edificios del período virreinal o de la dominación española, declarados Monumentos Históricos Nacionales”.
A ellos se les suman plazas, plazoletas, calles, y el tejido urbano para conformar el Centro Histórico de la ciudad que se encuentra protegido por las ordenanzas 11.202 y 11.190, leyes provinciales, nacionales e internacionales que albergan a edificios posteriores a la Independencia, que junto a espacios públicos como Centro Histórico, integran un Patrimonio Cultural de la Humanidad, que es la Manzana Jesuítica.
   “Sería un caso concreto de destrucción de un área protegida por Ordenanzas, al encontrarse vinculada con el área de protección, conocida comúnmente como Área Buffer”, señaló el arquitecto Bettolli.
Se insiste en esas tareas vistosas y “de maquillaje” de manera especial en el centro donde todos por allí pasan y ven que se trabaja, mientras los barrios padecen falencias que siguen siendo insalvables pese a la gestión de distintas administraciones municipales, en una demostración de involuntaria o no discriminación ciudadana.
Es como si todo ladrillo que se coloca, cordón que se pinta, bache céntrico que se tapa, formara parte de la campaña proselitista y nada malo sería si así fuera, pero el drama es que la onerosa publicidad que se difunde por esos actos aunque sean poco trascendentes, es probable que supere en costo a la obra misma, pero el beneficio que se persigue es electoral y para un partido determinado y sin embargo a eso lo pagamos todos y eso es lo inaceptable.
Párrafo aparte para las plazas, donde las demoras han pasado a nivel casi de ofensa a los vecinos porque no pudieron gozarlas en el verano, pero las autoridades se harán aplaudir cuando las habiliten, también, como parte de la campaña olvidando todo lo que padecimos los cordobeses.
De igual manera con el resto de la ciudad, capital nacional del caos y factores de un elevado endeudamiento que nos tocará pagar a todos con el “reajuste” de los tributos que será una de las consecuencias indeseadas.   
Alguna vez los cuerpos legislativos deberán establecer reglas claras en cuanto a los derroches de los dineros públicos invertidos en propaganda hacia adentro; en la resaltación de nombres y apellidos, en el virtual endiosamiento de los candidatos.
    Todo esto será realidad más allá de los sueños, cuando los políticos tengan algo, aunque fuera el mínimo respeto por las prioridades, que son las obras que todos necesitamos más allá de los sectores que habitemos.
Y no que esos dineros de todos, se gasten para posicionar a ignotos, extraños o mozalbetes con ansias de poder.
 
Sólo aquí se premian los fracasos…
CASO CURIOSO: VENCIÓ EL HAMPA Y LOS
QUE PERDIERON LA BATALLA SE QUEDAN
 
   La historia nos refiere infinidad de casos en que las luchas territoriales acaecidas en cualquier punto del planeta, han dado como resultado que los ganadores neutralizaron a los perdedores, se quedaron con sus tierras y otras pertenencias materiales y los obligaron a emigrar, muchas veces con dolorosos y prolongados éxodos en los que iban dejando el honor con obligado destino de olvido.
   Eso es parte de las evocaciones que nos aporta la memoria, aunque en casos cercanos no se recrea esa constante en cuanto al premio que galardona a quienes triunfan, porque pese al resultado evidente de la batalla, resultan más beneficiados los malos que los que se supone son buenos.
   No quiero confundir a la gente, pero es lo que está sucediendo en la guerra planteada entre la ley representada por los batallones que supuestamente adhieren a la decencia, la honestidad, el respeto por lo ajeno y por la vida del prójimo y el otro extremo, el de la delincuencia creciente; el del hampa organizada con todas las secuelas y otras consecuencias como las que estamos padeciendo en esta Córdoba que luciera otrora a la tranquilidad como estandarte.
   Ocurre que cuando una de las armas tácticas es la impunidad y está en manos y beneficio de los marginados de la sociedad, el ciudadano queda librado a su suerte porque el poder político no sabe, no quiere o no lo dejan ejercer los mecanismos para combatir a quienes matan, se enriquecen y viven de las violaciones a las leyes.
   Lo peor de esta situación es la negación de la realidad, pretendiendo que los cordobeses aceptemos el diagnóstico de “sensación” para la imparable ola de inseguridad que nos abruma y que se acrecienta con el crecimiento exponencial y descarado de un narcotráfico que a todo lo corrompe… A todo, salvo que alguien, con hechos, los me demuestre lo contrario.
   Por eso es que más duele el resultado de esta batalla, porque si vemos y sufrimos que ganaron los malos, ¿por qué los que se dicen buenos y demostraron ser incapaces de triunfar, se siguen quedando, aplastando sillones y pronunciando discursos fantasiosos, sin reconocer que son perdedores, en lugar de pedir perdón a la sociedad por su condición de inútiles, mandarse a mudar, y dejar que la acción sea encarada por otros?
   No hay caso: somos únicos y casi por obligación, debiéramos adherir a los conceptos de Von Clausewitz: “Mientras no se ha abatido al adversario, puedo temer que él me abata”.
   Y ese es el mayor de los miedos que el poder, con su inoperancia y sin tener la honesta y patriótica grandeza de reconocer fracasos, no puede desterrar.
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
BUENO  SERÍA  RESPETAR  LA HERENCIA DE
JUSTICIA QUE NOS DEJARON LOS ROMANOS
 
   Existen distintas asociaciones no gubernamentales relacionadas con el tema Justicia. En Córdoba una de ellas busca defender a los ciudadanos cuyos derechos hayan sido vulnerados por la acción y/u omisión de los magistrados o funcionarios del Poder Judicial.
   Ejemplo de “acción” podría ser el abuso de prisión preventiva de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, que en forma sistemática encarceló a cientos de trabajadores sin juicio alguno, utilizando tal encierro como condena anticipada y elemento de extorsión para forzar declaraciones de culpabilidad. Algunos fueron absueltos después de casi tres años de inútil prisión, incluso cuando desde la detención el juez, preste usted atención a este concepto, había reconocido no tener pruebas contra ellos.
  Y como ejemplo de “omisión” merece mencionarse la falta absoluta de sospecha, citación, indagación, imputación, ni nada que se le parezca contra los altos funcionarios que fueron denunciados en la misma causa. 
  Un dato curioso, pero de impacto institucional, es que el Juez de la causa, el mismo que encarceló a personas reconociendo que no tenía pruebas, fue denunciado por el Fiscal de haber recibido coimas. Sin embargo, en este caso, y pese a la gravedad, no hubo prisión ni encierro por las dudas.
  La noticia pasó pronto a los predios del olvido, otro juez determinó que no había mérito y archivó el hecho sin mayores explicaciones, cuando de no ser cierto debió merecer una imputación al fiscal por falsedad. También omisión y acción, pero para privilegio de algunos. 
Hace muchos años los romanos adoptaron la imagen de la diosa Iustitia con la balanza en sus manos y los ojos vendados como símbolo de ausencia de cualquier favoritismo o corrupción.
  Y a esta Justicia, imparcial y sin dependencia, es la que aún espera esta meneada causa. 
 
Incursión presidencial en Córdoba
SI VINO PARA “TIRAR LAS OREJAS” DEBE ASUMIR
QUE LOS GRINGOS  NO  SE  DEJAN  IMPRESIONAR
 
   Y vino, se dio el gusto y no sabemos si por iniciativa propia o porque lo empujó la imperiosa necesidad preelectoral de visitar tierra hostil, como supo calificarla en una de las ocasiones que la provincia por medio de sus autoridades, buscó que se respetara el declamado federalismo que como bien lo sabemos, por realidad y por historia, termina en los límites geográficos de directa influencia portuaria.
   Allá piensan -cosa que como advertimos al revisar la historia reciente no hacen con demasiada frecuencia- que somos el resto, una especie de resaca ese resto que a veces se encula de tal manera, que hace derrapar intenciones siempre vigentes de doblegar nuestro sentido de libertad provinciana, que tantos hechos guardados por la historia ha protagonizado a través de su gente y en tal sentido prefiero referirme como muestra a la Reforma Universitaria de 1918 y a la gesta del 29 de mayo del 69 que si tomamos en cuenta las consecuencias que acarreara a nivel nacional, bien podemos decir que fue una reacción que alcanzara en verdad tamaña trascendencia.
   Y pensar -esto es aparte del tema visita presidencial pero viene al caso- que Córdoba tendrá un museo del cuarteto, contra lo que nada me molesta por ser una expresión popular, y desde el poder vienen sepultando en el olvido o pretendiendo teñir de ideología al Cordobazo con el solo hecho de haber marginado a un numeroso grupo de periodistas, verdaderos testigos y protagonistas de esa gesta, a quienes no cumplieron con las promesas oficiales de aceptarlos como tales en la entidad de colegas que habíamos conformado.
   Pero volvamos a la visita, más allá de los gestos adustos, de las distancias físicas, de los desacuerdos entre funcionarios del nivel medio de allá y de aquí, todo sumado a la poco profesional actuación de la lenguaraz presidencial, es ahora la gente la que se pregunta para qué vino el Presidente Fernández aparte de intentar congraciarse con la industria automotriz, que tanto ha venido padeciendo medidas que la debilitaron y ahora busca su recuperación como para intentar un necesario crecimiento que nos beneficie a todos.
   El resto de la agenda, si hablaron de coincidir con las fechas de elecciones, si discutieron otra vez por el franeleado tema de la coparticipación que nos deben y a la vez la ignoran, si adelantaron la firma de algún acuerdo que les convenga a las partes, es decir Nación y Provincia, son cuestiones netamente políticas que poco mueven la sensibilidad del pueblo, que espera medidas de fondo que les mejoren la calidad de vida.
   Que espera del poder algo de racionalidad, el destierro de los odios internos, el adiós a las zancadillas en el más alto nivel de la conducción, en fin, ansiamos una recuperación de la gobernabilidad que no la hemos logrado aunque se cansen de ponderar el éxito de la campaña contra la peste, sin mencionar los casi 150.000 muertos y se habla de recuperación económica con una inflación galopante e incontrolada que buscan esconder debajo de la alfombra.
   No se sabe si hablaron de la pobreza nacional & popular, de la corrupción reinante, de esa intención virtualmente desnudada de doblegar a la Justicia y su inviolable majestad, en fin, que hubieran abordado temáticas positivas y no referidas únicamente a la distante relación que mantienen Fernández, su equipo y Schiaretti y nuestra provincia.
   El día que la autoridad presidencial resuelva volver a esta tierra hostil, que lo haga sin el puñal entre los dientes y con la Constitución en la mano, que es el mejor equipaje que los debe acompañar.
   Es como si les costara respetarnos, hasta que de alguna manera -urnas aparte- volvamos a que nos hagamos entender…
  
Una tendencia tan peligrosa como lógica
FRENTE A LA DESPROTECCIÓN POLICIAL, QUE NADIE SE
EXTRAÑE QUE LA GENTE SE DEFIENDA POR SU CUENTA
 
   En realidad estas consideraciones que podemos hacer ahora, tendrían que sumarse en un mismo comentario a lo que puntualizamos hace un rato con relación a la batalla o la guerra entre el bien y el mal opinando al respecto que venció el hampa y los que perdieron la batalla se quedan, sintetizando de esa manera lo que viene acaeciendo en Córdoba, las livianas como insuficientes reacciones del poder y el sufrimiento y las angustias de la población librada a su suerte.
   Pero esto es otra cosa; es otro tema que con el correr de las horas y el incremento del delito, pasará a ser la cuestión de principal atención por parte de las autoridades seguramente como parte de la campaña proselitista, ocupando un sitio de relevancia en el rubro “demagogia” porque sin dudas volveremos a lo mismo que en ocasiones similares anteriores, que se prometió todo para concretar o conseguir nada.
   No quiero pecar de injusto o desmemoriado, pero es para reconocer que algunas metas de lograron y en tal sentido debemos citar la compra de tecnología en comunicaciones y control callejero por imágenes, que más aprovechará la gestión municipal en su empecinamiento recaudatorio a través de las multas, por las infracciones que detecte un sistema que no es para eso.
   Es cierto que se compraron vehículos, todos brillantes, ploteados a la alta escuela, hermosos y vistosos para los desfiles, pero representan un motorizado fracaso porque no patrullan en prevención, porque los cantados controles en los puentes para poco sirven, porque las demoras para acudir a las emergencias son en verdad imperdonables si se las califica realmente como son.
   En definitiva debemos caer siempre a lo mismo, con nuestro viejo y gastado argumento que las cosas no cambiarán mientras no se diseñe, legisle, aplique y controle una auténtica política integral de seguridad que nos proteja con la imprescindible prevención.
   Es por todos estos argumentos, que llama la atención la preocupación que dicen tener las autoridades del área, por la reiteración de casos mal llamados de “justicia por mano propia” lo que no es legal ni aconsejable pero existe porque no hay autoridad que evite con su accionar esa reacción popular.
   ¿Se asombran por la cantidad de armas que andan dando vueltas en la ciudad en manos de vecinos hartos que los roben? No se sorprendan, porque si la inacción sigue reinando por encima del esfuerzo y de la prevención, tendrán más actuaciones judiciales contra quienes obren en defensa de lo que el poder no les defiende, que contra la delincuencia organizada que les viene ganando esta guerra.
   Y de paso, que ahonden las investigaciones acerca de aquel increíble robo de armas de la mismísima Jefatura, que de vez en cuando aparecen como parte del armamento de gavillas de asaltantes, salteadores de ocasión o integrantes de pandillas dedicadas al narcotráfico gozando de una increíble y sospechosa impunidad.
  Difícil alcanzar esos objetivos si los cambios siguen siendo cosméticos y se hicieran “a cara de perro”, sin amiguismos, padrinazgos, compromisos políticos u obediencia debida…
 
Las obras como parte del proselitismo
ARREGLO DE  LAS PLAZAS: MANTIENE UN RITMO
CANSINO Y ONEROSO COMO EL DE LA CAMPAÑA
 
   No es cuestión de ponernos a memorizar los anuncios que oportunamente se hicieran cuando la gestión actual de la comuna capitalina decidió dejar de lado otras innegables prioridades y lanzarse al bombardeo de numerosas plazas de la ciudad, muchas de ellas íconos barriales insustituibles como también irreemplazables a la hora de su goce por parte de los vecinos.
   Lo que si recuerdo vívidamente es que por declaraciones de algunos funcionarios municipales, esas obras estarían concluidas para antes de la finalización del 2021 y alguno de ellos se atrevió a decir que era un compromiso con los vecinos, para que volvieran a gozar de esos lugares para su esparcimiento.
   Ya pasó diciembre y estamos cumpliendo un tercio del año corriente y las plazas lucen semiabandonadas, salvo algunas incursiones de cuadrillas no muy numerosas que llegan, hacen algún trabajito, pintan -porque ello también se hace y no tan sólo en las calles y veredas- y un vehículo oficial luego los carga y los lleva a otra de las plazas bombardeadas, hacen lo mismo, se sacan la foto y la rueda vuelve a girar…
   Nunca falta un atolondrado amante del alpedismo que se dedique a la asociación de fechas, para plantearse un sinnúmero de posibilidades con relación a los trabajos que se hacen en la ciudad y a uno de ellos se le ocurrió comentarme que todo se estaba haciendo teniendo como base de realización la fecha de las elecciones tanto provinciales como municipales, y en cuanto a las nacionales les restó trascendencia desvinculándolas de este asunto.
   Se manejan así, me dijo, para tener aseguradas dos o tres inauguraciones diarias un par de meses antes de los comicios, para venderles a la gente que se ocupan de ellos hermoseándoles el barrio.
   Hasta allí uno de los puntos, pero vale aclarar que el barrio necesita otras obras, reclama que no se revienten las cloacas, que los baches no se rellenen con tierra, que los yuyales dejen de ser un foco de mosquitos, que las luces led no sean solo para algunos sectores, que les retiren la basura y limpien sus calles, que los centros asistenciales tengan insumos suficientes para asegurar un cometido sin problemas…
   En fin, mientras todo se haga con miras electorales, deberemos acostumbrarnos a las decepciones que siempre, siempre, arrastran las demagogias…
 
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PUNTOS DE VENTA DEL LIBRO “LA SOCIEDAD Y LOS MIEDOS”

    Es una especie de ensayo acerca de esta temática que tanto nos abruma. Me tocó escribir sobre un problema bastante conocido y demasiado estudiado -los miedos- y la parte técnica, con interesantes propuestas para recuperar aquella seguridad que supimos gozar años atrás, estuvo a cargo del joven escritor Marco Antonio Séptimo, graduado en esa especialidad tan aplicable que es la seguridad.
   Los puntos de venta del libro “La sociedad y los miedos” son los kioskos de revistas de las dos terminales de ómnibus, el kiosko de Plaza Rivadavia de Alta Córdoba, el de Plaza San Martín, el de plazoleta Ferroviarios, de Sara en la esquina de General Paz y Baigorrí y en Villa Carlos Paz en el kiosko de Claudio, San Martín 1486.
   Poco a poco iremos ampliando la distribución de este trabajo.
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