31 de julio de 2022

S.L.B.: PÁGINAS INOLVIDABLES SE ESCRIBIRÁN EN NUESTRA HISTORIA - IGUAL QUE LOS CORDEROS, NOS ESTAMOS DEJANDO MATAR – LOS MEDICAMENTOS CONTINÚAN LEJOS DEL ALCANCE DE TODOS -¿SERÍA PECADO HABLAR DE IMPUNIDAD JUDICIAL? - LA POLÍTICA ARGENTINA CON MÁS EQUILIBRISTAS QUE CANDIDATOS - INFLACIÓN DE DOS DÍGITOS, EL INFIERNO TAN TEMIDO - “MANOS BRUJAS” PABLO CHINER DEJA DE SER NUESTRO OPERADOR RADIAL DE LUJO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 31 de julio de 2022, emitido en dúplex por AM580 y la 88.5 FM, ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba:
 
Una semana que puede ser histórica
PÁGINAS INOLVIDABLES SE ESCRIBIRÁN EN
COMODORO PY Y EN  TODA  LA  ARGENTINA
 
   Realmente estamos viviendo horas, días, semanas de profundas expectativas, ansiedades y dudas, aunque en realidad esas reacciones viscerales vienen ocupando en los últimos tiempos la mayor parte de nuestras vidas, que en los años más recientes fueron creciendo dentro de nuestras preocupaciones.
   Toodo el acontecer político, los derrapes, las idas y vueltas, las designaciones que solo duraron pocas horas y terminaron en cambios de destinos como para intentar remendar algo que fue el fruto de las presiones tanto internas como externas y del empecinamiento en ofrecer a la gente una imagen de dominio de la situación, cuando en realidad lo que se vino mostrando fue una creciente ciclotimia, excesivos cuidados al dar un paso, problemas de comunicación y en suma, una merma en la credibilidad acerca de todo lo que estaba pendiente de encararse y de resolverse.
   El problemas radicaba que desde el poder se empeñaban en hacernos creer dos cosas: que estaban trabajando para definir situaciones y que en la cúpula se gozaba ese engaño de inacción transformado en incertidumbre dentro de la ciudadanía que viene empujando su hartazgo frente a la impiadosa lucha interna dentro del conglomerado gobernante.
   Y dentro de tal panorama de incertidumbres mezcladas con anhelos y frustraciones que creaban un escenario de alto voltaje, ciertos silencios, demasiado marcados, mostraban que lejos de estar cercano un período de imprescindibles definiciones, las dudas seguían imperando mientras los nombres iban y venían en un  ambiente ideológicamente caótico pero de tal rareza, que le daban la razón, a la hora de la memoria de ciertos dichos, a lo que una vez buscó pontificar el folklorista Armando Tejada Gómez cuando sostuvo y con razones que ”el mundo es redondo y de tanto caminar hacia la izquierda se termina en la derecha”.
   Hubo actitudes amnésicas a la hora de las definiciones de los nombres, cuando cayeron en el olvido casi escandaloso aquellas manifestaciones, por citar sólo un par de ejemplos, de terminar con los ñoquis de la Cámpora en el Congreso Nacional y de vociferar la intención de mandar entre rejas, precisamente, a quien optara -supongo que por conveniente estrategia- abrazarse al silencio al menos hacia afuera, aunque por dentro seguramente ella no optara por callarse.
   Habrá que ver qué pasa en estas horas que se aproximan con un vértigo tan dañino como definitorio de una crisis a la que, pese a su gravedad, sería prematuro, aventurado e imprudente calificarla como definitiva o determinante de cambios profundos o alejamientos que están en danza desde siempre.
   No dejemos de lado la trascendencia de una instancia judicial que se vivirá en la geografía de Comodoro Py, adonde ex-ella deberá comparecer para rendir cuentas sobre ciertas acusaciones que pesan sobre sus espaldas y que pueden llevarla a una situación no deseada, al menos por su legión de seguidores, porque no son para desdeñar las profundas diferencias que se fueron ahondando entre la abogada Cristina viuda de Kirchner y la cúpula de la justicia argentina representada por la Corte Suprema.
   Se vienen jornadas agitadas, seguramente enriquecidas de fervor enmarcado en el ejercicio de la libertad de pensar, discrepar, asentir o rechazar, pero que en definitiva es para rogar que por encima de cualquier especulación, sea una demostración de respeto por el ejercicio de la democracia, tan vapuleada en estos últimos tiempos.
   Y que nadie olvide aquellas palabras de Mario Vargas Llosa: “La democracia no promete bajar el paraíso a la tierra, ni siquiera garantiza buenos gobiernos. A lo más, la posibilidad de remover pacíficamente a los que ya no responden a las expectativas y reemplazarlos por algo que, esperamos, resulte mejor”.
 
Córdoba indefensa
LO MISMO  QUE  LOS CORDEROS
NOS ESTAMOS DEJANDO MATAR
 
   La cuestión de la inseguridad no es como debiera serlo, el tema que más preocupa a las autoridades provinciales porque si fuera lo contrario, por simple lógica tendríamos que sentirnos protegidos pero la realidad nos ofrece un cuadro totalmente distinto.
   “Es tal la desorientación del gobierno de la provincia en materia de inseguridad que ya ni los remiendos alcanzan para evitar el crecimiento de la delincuencia. Pese a todo lo siguen negando.
   Quienes suponían meses atrás que habíamos llegado al límite de la tolerancia en materia de desamparo estatal con relación a los ataques de la delincuencia, volvieron a equivocarse y así es como seguimos pagando las consecuencias, con la obligación de reconocer que igual que los corderos, con nuestra mansedumbre nos estamos dejando matar.
   Es como si la resignación hubiera doblegado nuestra capacidad de reaccionar. No hemos cambiado un ápice esa maldita costumbre de sucumbir ante los espejismos, mientras llenamos los vacíos de nuestra ansiedad con discursos, promesas y otras formas que adquieren las cuentas de colores.
   Los altos funcionarios le rehúyen referirse públicamente al tema, sosteniendo a través de voceros que no es cuestión de hablar sino de actuar, cuando vemos que tal desverguenza se destroza al chocar con la diaria realidad de una policía aletargada que carece de directivas sensatas porque no existe, desde hace tiempo, una política integral de seguridad.
   No es atinada política de seguridad seguir gastando millones y millones de pesos en autos nuevos, ni en armamentos, ni en comunicaciones, ni en apresuradas incorporaciones de personal, porque está dolorosamente demostrado que eso no sirve para nada, porque el hampa por la impunidad que le regalamos está mejor organizada y es más inteligente.
   Le regalamos, es así, a  través de nuestros representantes surgidos por el voto tras campañas que resultaron más costosas que haber reinstaurado la merecida tranquilidad en el seno de la sociedad, porque una vez asegurada su continuidad en el poder, ellos se olvidan de lo pomposamente anunciado, de las tonteras de optimizar algo inviable y caen a la estúpida amnesia al embriagarse de apetitos políticos mientras pelean por llegar a sitiales tan encumbrados como inmerecidos.
   Estamos demostrando ser el único pueblo que premia y sostiene a los inútiles; a los demagogos inservibles que son incapaces de instrumentar gestiones que mejoren nuestra calidad de vida, privilegiando eso sí, su crecimiento patrimonial que sin dudas les mejora el propio nivel.
   La Justicia suele ser el ámbito que funciona como puerta giratoria para quienes se burlan de la ley y ese es uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta, aunque existe la base evidente de lo que nos está sucediendo: estamos al borde, si no en los umbrales de la cartelización cordobesa calcada de los tristes y sangrientos modelos de Colombia en sus peores tiempos o de México en los actuales.
   ‘No se puede aceptar esa resignación (la nuestra) que confunde el conformismo con la virtud, que es aceptación serena del dolor y de los hechos. Me repugna cualquier resignación que amortigüe las ansias de vivir y de mejorar’, supo sostener Martín Descalzo y no estuvo equivocado.
   Ya resulta una pavada gritar a los cuatro vientos que todos conocemos quienes, donde, cuándo y a cuánto se vende lo prohibido, empezando por el alcohol, con el agravante que tanto los legisladores como las policías (provincial y federal) y la Justicia (provincial y federal) tampoco lo ignoran, todos sumidos en una repugnante y sospechosa apatía.
   Si nosotros, que como única arma contra lo que sucede tenemos el voto y no lo usamos a conciencia, deberemos reconocer nuestra oculta vocación no tan solo por la indiferencia, sino por el suicidio.
   Que nosotros como sociedad impotente, engañada e indefensa miremos hacia otro lado es comprensible por el desamparo y el miedo, pero que las autoridades lo hagan, no tiene perdón de nadie.
   Ni siquiera de Dios.”
   Ahora, hidalgamente debo confesarlo: a este comentario, sin cambiarle siquiera una coma ni el título, salió al aire en la edición de “Síganme los buenos”, por esta misma emisora, el domingo 1 de octubre del 2015, casi siete años atrás.
   Y no es mucho lo que ha cambiado…
 
¿Nadie puede imponerles techo?
ES INHUMANO  QUE  LOS MEDICAMENTOS NO
ENCUENTRON CONTENCIÓN EN SUS PRECIOS
 
   Me indigno en una múltiple condición: de ser humano, de ser ciudadano y de estar llegando a viejo aunque no asumido en tal condición, que solo se adquiere desde el momento que uno cesa de indignarse y puedo asegurar que vengo atesorando indignación como para regalar o exportar.
  Uno que no está en el negocio de la atención de la salud, ese ámbito donde explicablemente y que nadie me lo niegue, muchos médicos necesitan que uno esté enfermo de algo, porque sanos no les servimos, tiene un cierto concepto de lo que se llama sentido humanitario que vendría a ser, ni más ni menos que respeto por la vida, tanto propia como ajena.
   Duele advertir que no todos, todas ni todes si así lo prefieren, piensen de la misma generosa manera, porque parece que lo impuesto por las circunstancias es el “sálvese quien pueda” y contra ese precepto no existen las armas que consigan abatirlo.
   En el tema de los medicamentos, cuyos aspectos comerciales y alejados de todo lo humanitario, pocos son los que pueden considerarse conocedores como para analizar uno de sus costados más complicados, bien vale intentar evaluar la situación desde el punto de vista de obligado consumidor o destinatario, que en realidad es una especie de rehén sujeto a los caprichos y demandas de la propia enfermedad que lo aqueja y que por general no le avisa hasta que una circunstancia fortuita o provocada lo descubre.
   Los medicamentos vienen aumentando sin freno sus precios, porque nadie parece tener motivos para intentar una regulación que los haga al menos accesibles, y no tengo idea si la carga impositiva es tan brutal como en otras mercancías y si así fuera, el Estado debiera subsidiarlos en beneficio de quienes los necesitan.
   Pero los laboratorios, que por lo general tienen sus centrales en el exterior, tienen menos corazón que Fray Mamerto Esquiú y más les preocupa congraciarse con los galenos, que son los que prescriben sus especialidades medicamentosas y se florean en regalos como viajes a congresos que se realizan en atractivos lugares turísticos. 
    Un medicamento fabricado en Argentina pero comprado en Chile, por ejemplo, cuesta la mitad de lo que pagamos aquí y es sólo un aislado ejemplo que poco nos aporta para la comprensión de un fenómeno como lo es el incremento de los precios, que no encuentran techo en nuestro país.
   ¿Podrá el gobierno argentino, alguna vez, legislar para que los beneficios nos amparen a los usuarios, más que a los laboratorios?
   Cuando llegue ese día, será para masivas concentraciones de seres agradecidos, que sumarán su jubileo a la hazaña de nuestro cercano Apross, que al limitar burocráticamente la cobertura de medicamentos para enfermos crónicos, es como si hubiera plasmado el milagro de curarlos, porque deja de proveerles la medicación con descuentos como lo venía haciendo y ahora les plantea exigencias engorrosas en lugar de seguir con la provisión mantenida durante años.
   En fin, es para seguir sosteniendo que el tema de la carestía de los medicamentos, no tiene remedio…
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
¿SERÍA  PECADO  IMPERDONABLE
HABLAR DE IMPUNIDAD JUDICIAL?
 
   Cualquier diccionario de nuestro idioma que consultemos definirá la palabra impunidad como quedar sin castigo.
   Un excelente sinónimo para la injusticia.
   Es probable que hablar de impunidad nos remonte automáticamente a grandes delincuentes, o a tantos casos, mediáticos o no que quedan sin culpables, pero parece más difícil que surja alguna asociación con quienes administran justicia.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba un fallo de la Organización de las Naciones Unidas dictaminó que existía arbitrariedad en la aplicación de la prisión preventiva, y lo mismo dictaminó después, ya con carácter vinculante u obligatorio, la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
   Se ha denunciado también en la causa el abuso de prisión preventiva de hasta tres años sin juicio, existencia de una comisión especial para juzgar y condenas masivas, digamos con mucha indulgencia, que llamativamente flojitas de pruebas basadas en íntima convicción. 
   La jurisprudencia a favor de estos reclamos es profusa, ya que pueden encontrarse libros, enciclopedias, recomendaciones, fallos, y por sobre todo leyes tanto nacionales como internacionales, que exigen la excepcionalidad de la prisión, la celeridad judicial, los plazos razonables, los fundamentos para actuar y las pruebas para condenar, entre otros. 
   Dado que arbitrariedad es un accionar sujeto a la libre voluntad o capricho antes que a la razón o a la ley, ¿podrá acuñarse para esta causa el término de impunidad judicial, para esos magistrados cordobeses?
   Y además preguntarnos ¿Cuáles serían los alcances del término y a quién corresponde investigar y resolver el por qué o para qué de semejante accionar?
 
No deja de ser un arte..
EN LA POLÍTICA ARGENTINA TENEMOS
MÁS EQUILIBRISTAS QUE CANDIDATOS
 
   Remontándonos a los viejos tiempos en que los circos nos visitaban con sus carromatos cargados de fantasías, colores, mujeres abarrotadas de brillos y maquillaje, trapecistas musculosos y payasos de narices coloradas y cabezas peladas al medio, pero con guardabarros sobre las orejas, nos encontramos que aquellas imágenes han ido a parar a los cofres de los recuerdos pese a lo cual perduran en la memoria colectiva.
   Ocurre que a muchos de esos artistas nómades se los recuerda más que a ciertos especímenes de la política que pasaron por nuestra existencia y conocimiento como una ráfaga, algunos de luminosidad y otros como luces malas, esas que asustaban a los gauchos en el campo y se las usaba como familiar tortura a los gauchitos que desobedecían a sus mayores.
   El tema es que ahora dentro de los elencos que otrora integraban el circo, la tecnología ha conseguido aportar multiplicidad de especialidades, así es que entre los artistas hay cocineros, tramoyistas kinesiólogos, iluminadores, decoradores, expertos en sonido y otras ocupaciones afines a sus vidas de andar y andar por el mundo.
   Y buscando hacer un paralelo con quienes abrazan la actividad política, ya sea en sus aspectos ideológicos como en la angurria por poder, o la buenaventura de un buen sueldo y la consecuente jubilación que les asegure sustento vitalicio, nos encontramos con varias especialidades, sobresaliendo nítidamente y por méritos propios la de los equilibristas.
   Pero en este caso no abundan los ejemplos de los ya consumados en esa lucrativa ocupación, sino que tienen más candidatos que masajistas de rutilantes estrellas de cine, de famosos futbolistas, o de vedetongas de cabaret.
   Un ejemplo basta, porque al tiempo en radio lo quiero definir con alguna sentencia imaginativa, como sostener que es tirano.
   Veamos entonces al actual y temporariamente ascendente Sergio Massa, aparentemente triunfante en una lucha feroz y desgastante que lo posiciona en un cometido que realmente está destinado a científicos de la economía y especialistas en incendios de magnitud, como debe ser quien maneje en estos tiempos las riendas de una situación tan complicada y dramática como la que vivimos los argentinos.
   Massita se ha dado el lujo de prometerles a quienes en ciertas circunstancias fueran dueños del circo que serían desalojados de las carpas y los carromatos, a la maestra de ceremonias ladrarle que en cualquier momento ocuparía una de las jaulas destinada a otro tipo los números que son parte del espectáculo y darle la espalda al tigre de Bengala que por merma en la recaudación está sin comer desde unas quincena atrás.
   Es para sospechar que el tipo tiene mucha suerte, sus padrinos son poderosos, su audacia no tiene límites, tiene la certeza de salir indemne o se trata de un simple caso de sobrevaloración de los propios merecimientos.
   No es para cualquiera eso de anunciar la función y al final, después que los trapecistas se estrellaron en la pista porque el encargado de la red hizo un piquete de protesta, el león le mordió una gamba a su adiestrador y se quemó la carpa principal, el público lo premiara con una ovación…
 
Espanto ante la cercanía de los dos dígitos
NO  ES  CUESTIÓN DE INSENSIBLES O DE
AGOREROS A LA HORA DE LA INFLACIÓN
 
   No debe ser simple ni cómodo ubicarse dentro del cuero de quienes arrastran a su cargo la evaluación de todo lo relacionado con la inflación, la revelación de su realidad y la manera de comunicarlo a la gente, que ya la viene padeciendo como parte de las ingratitudes de la vida o el castigo anticipado de alguien a quienes no inspiramos respeto ni simpatía.
   Los agoreros que nunca faltan ya están aventurando por encima de todo lo que hemos venido soportando respecto a esas mensuales revelaciones, más allá de las históricas sospechas de manipulaciones, dibujos o tantas otras formas que tienen los gobernantes de dorarnos la píldora, con lo que creen evitar o apaciguar los recalentados ánimos de la gente.
   Hay por encima de lo matemático y lo científico, un componente sicológico de estas mediciones, porque una cosa es decir que fue de cinco y pico, sostener que no llegó a cuatro, ponerse pálido porque ya superó los ocho o ensuciar la ropa interior de solo pensar que se superan los dos dígitos, lo que es una barrera que nadie en su sano juicio puede llegar a tolerar, habida cuenta de las penurias que castigan a los que menos tienen, aunque gocen de la bendición planera que es una manera poco feliz que tienen desde el poder para decretar la decrepitud de la cultura y la dignidad del trabajo.
   Si la inflación sigue superándose mes a mes, día a día, hora tras hora, es porque alguien o muchos no están haciendo las cosas bien, salvo que les cae placentero a los especuladores de siempre que viven de la desgracia ajena.
   En poco días saldremos de las dudas acerca de cuál será le medida de los sacrificios que volverán a su  imparable acoso especialmente contra la clase media, porque los de altos ingresos no tienen la sensibilidad acostumbrada a sentir el rigor ni el apriete en sus bolsillos, y los de menores recursos tienen el consuelo de la ayuda mensual que reciben, sin transpirar y sin tomar en cuenta aquel dicho que por tratarse de una virtual limosna disfrazada de ayuda social, de continuar indefinidamente su entrega, transformaremos al nuestro en un pueblo de mendigos.
   Se viene el anuncio que se intentará postergar hasta que se vea la situación volviendo a la calma, si es que con las medidas que se aplicarán este martes se consigue ese objetivo tan largamente declamado como una de las ya viejas y percudidas metas del gobierno nacional & popular.
   Habrá que prepararse para enfrentar los números, aunque los últimos días nos vengan mostrando una despiadada carrera por aumentar todos los precios, todos, frente a una pasividad estatal que duele por lo insensible, mirando hacia horizontes alejados de la realidad como si allí estuviera la solución para todos los argentinos.
   Bueno sería que alguna vez, tuvieran la patriótica grandeza de mirar hacia adentro y no mentir…
 
Pablo Chiner amplía sus actividades
NUESTRO OPERADOR COMPAÑERO Y AMIGO
MERECE  SUERTE  EN  SU  NUEVA ACTIVIDAD
 
   En la vida existen varios tipos de despedidas que de ninguna manera son adioses, ni siquiera en el final de los finales, sino que establecen pausas que merecen el respeto de un compromiso con la vida misma.
   Una cosa es separarse por distancias, otra muy distinta es dejar sólidos afectos y la mejor y más placentera de todas, es tener la íntima convicción de haber sido correcto, sincero, óptimo compañero, consejero en lo suyo pero por sobre todas las cosas, saberse un profesional y lo que es más, que quienes lo conocemos lo consideremos una buena persona.
   Uno de esos casos, a lo largo de la vida, en mi caso, de mi vida ya superada la puerta de acceso a las ocho décadas, es la de aceptar una pausa que en la relación existe con mi querido amigo, el talentoso operador Pablito Chiner, quien me acompañara en este espacio desde dos o tres años atrás, siempre con una notable calidad humana, voluntad puesta al servicio de un producto en el que mucho tiene que ver su tarea pero por encima de todo, por honrar la amistad, la cercanía o estando lejos, pero siempre presente.
   Lo vamos a extrañar, seguramente, como se extraña y se añora a todo lo que fue bueno, aunque en el caso de Pablito, si cabe, seguirá mejorando.
   En lo nuestro no hay, como muchos pueden pensar, un exceso en el número de gente solidaria, porque a veces otros sentimientos degradantes pero humanos al fin, suelen interponerse.
   Pablito Chiner, que hoy nos deja para abrazar otras obligaciones, más que laborales son empresariales, deja para todos nosotros un regalo que no tiene precio, y es el valor de su entrega, de su compromiso, de su cariño, de la amistad y el amor con lo que hace.
   Pablito, mereces la mejor y mayor suerte del mundo.
   El mundo suele ser hostil, pero la gente buena siempre tiene anticuerpos contra esas calamidades…
   Estés donde estés, nunca dejes de ser feliz.

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