3 de mayo de 2015

S.L.B- Domingo 3/5/15 – DIA DEL TRABAJADOR – LANZARON CAMPAÑAS - ¿FALTA DE COHERENCIA O EXCESO DE HIPOCRESÍA? – MENDIOLAZA, DRAMA MAL ATENDIDO (TEXTO COMPLETO DE LA CARTA DE LOS VECINOS DE MENDIOLAZA AL PAPA FRANCISCO.)– LA MEGACAUSA – DIA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN – ITV CICLOTÍMICA – CARROS, CABALLOS Y PERROS URBANOS, etc.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el 03-05-15  por AM580 Radio Universidad de Córdoba

DIA DEL TRABAJADOR
   El viernes último fue el día nuestro, de los que abrazamos la cultura del trabajo, que no deja de ser una innegociable convicción que nos enaltece ante la sociedad.
   No hay para qué extendernos en discursos, sino más bien en una especie de enunciación de principios, que hacen a la dignidad de trabajar.
   Es día propicio para ofrecer un humilde reconocimiento a todos los dirigentes sindicales que ofrendaron buena parte de sus vidas en la diaria fragua de la lucha gremial, sin claudicaciones ni privilegios; a los que siguieron siendo ejemplo de fervor laboral en su trabajo cotidiano y no vivieron prendidos a la licencia que contempla la ley, en cuyo nombre se cometen tantos abusos.
   Quiero eximir de este reconocimiento, por estrictas cuestiones de justicia, a los que se sirven de su condición de dirigentes en provecho propio, de sus familiares, de los amigos y de las amigas, porque no merecen figurar en el cuadro de honor de los honestos.
   Quiero, en definitiva, valorar el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se dignifican laburando, sacrificando su descanso, buscando siempre algo más para hacer; para sentirse útiles, para saberse capaces, que es la manera más maravillosa de sentirnos libres y comprometidos con el futuro.  
   El actual marco referencial no es el mejor, con el creciente número de desocupados reflejado en las estadísticas serias, el deterioro del salario en su poder de compra, una inflación tan agazapada como negada que nos castiga sin misericordia y la injuria que significa la confiscación de una parte del salario, disfrazada de impuesto a las ganancias.
   Por otra parte las becas a la vagancia (algunos les llaman planes sociales o subsidios) no hacen otra cosa que robar la poca nobleza que les queda a muchos argentinos, que prefieren eso: la dádiva en lugar de transpirar, precisamente para enaltecer y adecentar lo que cobran.
   Debemos reconocer también la culpa de muchas empresas que cuentan con dos curiosos mecanismos destinados a la reducción de sus planteles: las tecnologías aplicadas a mansalva y el ultraje del pago en negro, no para beneficiar al trabajador sino como otra perversa manera de evadir tributos e impuestos que el Estado necesita.
   Seguramente con la madurez democrática que aún no hemos alcanzado pese a sus 32 años ininterrumpidos de vigencia, llegará el momento en que la sinceridad se coloque por encima de la especulación.  
   Y se haga carne en los argentinos aquello que sostenía Perón como parte de sus 20 verdades: “No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan; el trabajo es un derecho y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”.
    Y Ghandi, que de luchas y sacrificios algo sabía, sostuvo tiempo atrás que “Dios ha creado al hombre para que gane su sustento trabajando, y ha dicho que aquel que come sin trabajar, es un ladrón”.

LANZARON CAMPAÑAS 
 Por fin ya están todos en carrera, algunos solos, otros mezclados y otros entreverados sin que la propia militancia de cada uno alcance a entender eso de la marginación, privilegiada por la notoriedad de varios personajes ajenos al elitista y ahora “fashion” mundo de la política.
   Los que como expresión individual entendieron que no les alcanzaba, buscaron ruedas de auxilio aunque fueran de otra medida, otra marca y otra calidad.
   Poco importaron las coincidencias o no en materia programática, sino que hicieron prevalecer las ansias sumatorias por encima, en varios casos, de las propias banderas durante tantos años enarboladas y sostenidas contra los embates de la anti democracia.
   Es así como advertimos la desorientación de los ciudadanos que ya se mezclan y se pierden en conceptos antes desconocidos como las Paso, las primarias abiertas, elecciones internas y otras figuras que no alcanzan a entender, cuando debiera ser el Estado el encargado de bombardear con instrucciones cívicas, más que con la vigencia del promesómetro.
   No basta con poder acceder a los padrones desde el hogar, si no tienen Internet domiciliaria y peor aún, no saben para qué tienen que cumplir con el deber de sufragar, que no deja de ser un derecho que se nos impone en lugar de respetarse la libertad individual de cada uno, en cuanto a votar o no votar.
   Ya están todos en carrera y la lucha promete ser encarnizada no tan solo en las urnas, sino desde los prolegómenos de cada elección, donde lamentablemente por encima de las propuestas, el diálogo o el debate, prevalece ese poderoso caballero que es don dinero.  
   Estamos cada vez más cerca de la saturación de promesas.
   Por suerte, la realidad se ha encargado de vacunarnos contra esa vieja y percudida costumbre peronista, radical, conservadora, fascista y comunista, materia en la que todos, históricamente, se han esmerado en coincidir.

  ¿POCA COHERENCIA O MUCHA HIPOCRESÍA?

   Cuando los anuncios preelectorales sacuden la modorra de lo medianamente previsible, las sorpresas suelen copar la consideración pública llevando a la toma de posiciones que van desde la descalificación más absoluta hasta la casi beatificación de una persona, como sucede con “Cacho” Buenaventura, radical de origen, asalariado publicitario del delasotismo y ahora candidato a la vicegobernación por las huestes del kirchnerismo villamariense en particular y nacional y popular a nivel nacional.
   ¿Se lo imaginan dirigiendo un debate áspero en la unicameral?
   Es un caso patético de aprovechamiento de la notoriedad ajena por carencia de la propia.
   Es cuando con justa razón nos preguntamos qué aportaron a la gente, al país y a la historia personajes como Reuteman, “Palito” Ortega, Del Sel, “Pichi” Campana, Irma Roy, Moria Casán, Blanquita Rossi, Arturo Miguel Heredia, el “Motonauta” Sciolli y otros más que por mandatos extraños incursionaron en otros escenarios muy distintos a los que ellos frecuentaron con éxito dispar.
   No es el de Cacho el primer caso, y con la clase política que tenemos, es para asegurar que no será el último.
   Allá por 1922 tomó estado público una importante defraudación a la aduana de Buenos Aires, lo que ahondaba las diferencias entre los radicales personalistas y los antipersonalistas y para calmar las aguas, el presidente Yrigoyen designó como candidato a sucederlo al entonces embajador en Francia, el aristócrata Marcelo de Alvear, para las elecciones de abril.
   El radicalismo cordobés decidió no presentar postulantes a la gobernación ni a la renovación de la legislatura, con lo que los demócratas se aseguraban la victoria en ambas cámaras y dejaba el interés de la ciudadanía en la tercera diputación por la minoría.
   Más por broma que por ambición política, los estudiantes y jóvenes profesores que convivían en el Barrio Clínicas y coincidían en la Facultad de Medicina (todos partícipes de la Reforma Universitaria) formaron el Partido Bromosódico y no tardaron en ungir a un candidato.
   El tipo era Enrique Badessich, inventor de instrumentos de guerra, poeta, extravagante, irreverente y anticlerical, a través de quien pretendían impactar en la esclerosada sociedad cordobesa.
    Lucía sombrero de ala ancha, amplios gabanes y escandalosas corbatas.
    Se burlaba del clero y de los más rancios apellidos de la época y terminada su campaña se fortaleció el Partido Bromosódico Independiente, apoyado por la masonería, los evangélicos, el estudiantado y los obreros liberales.
   Las autoridades electorales tuvieron que aceptar al partido, con su postulante Badessich a la cabeza, participó de los comicios del 26 de marzo, cuyo escrutinio fue seguido por el candidato instalado en la Legislatura, devorando gigantescos sánguches de salame.
   Los resultados llevaron al escándalo y al desconcierto de los que eran políticos
profesionales y viejos caudillos en el arte de conseguir votos, cuando el bromosódico resultó tercero relegando a católicos, radicales y socialistas.
   Fue todo tan conmocionante que un sector de la ciudadanía calificó al electo como “un personaje colocado fuera de la razón", que había obtenido su diploma con recursos grotescos y propósitos festivos, motivos más que suficientes para rechazarlo en nombre de la cultura y del decoro del país", opinión que no todos compartieron y encumbrados intelectuales como José Ingenieros, Deodoro Roca y Gregorio Bergman lo agasajaron con una comilona en Alta Gracia en cuyo transcurso ponderaron “su satisfacción ante la burlona bocanada de aire renovador que su irreverente estilo conllevaba”.
   Allí mismo Badessich anunció más de cien proyectos que había elaborado para elevar a la Legislatura, entre los que sobresalían el amor libre, el acortamiento de los hábitos sacerdotales (para ellos y ellas) y con la tela economizada, hacer ropa para los chicos pobres; separación de la Iglesia del Estado, implantación de la República Cordobesa, la supresión del Ejército por antisocial y anacrónico, electrocución de los bacilos del tifus que hacían estragos en la capital y en Río Tercero y la eliminación de las esquinas para evitar los choques.
   Pero el 27 de abril ante la presión de los ultraconservadores y los derrotados, la Comisión de Poderes de la Cámara de Diputados dictaminó que Badessich era “una persona notoriamente incapacitada para desempeñar las funciones de legislador” y se rechazó su diploma “Por decoro del cuerpo”.
   Que nadie venga ahora a intentar hacernos creer que lo de Cacho Buenaventura es casi inédito. A lo mejor es la excepción de todo lo sabido, el más rotundo de los fracasos, la más penosa de las experiencias o el más indigesto sapo que pueda tragarse el kirchnerista villamariense.
   Badessich murió en Buenos Aires el 8 de agosto de 1961 y muchos, todavía, lo tienen como ejemplo de la sinceridad al poder.

MENDIOLAZA, LOS OLVIDOS Y EL PAPA

   A mediados de febrero, cuando la naturaleza se abatió sin piedad sobre nuestras vecinas sierras chicas, las consecuencias fueron tan tremendas que todavía no ha sido posible siquiera relevar la totalidad de los daños materiales provocados.
   De inmediato y junto con la notable solidaridad de la gente se echaron a rodar los mecanismos estatales de la foto en el barro, las promesas y la oculta intención del aprovechamiento de la desgracia ajena para la utilización en la campaña proselitista.
   Los punteros estatales recorrieron, en este caso puntual el barrio Los Cigarrales de Mendiolaza relevando daños y pérdidas entre los vecinos, llenando planillas y prometiendo ayuda.
   La ayuda, al menos allí, nunca llegó y esas fichas del demagógico relevamiento fueron encontradas días después por los vecinos, tapadas con piedras y yuyos.
   Allí en Los Cigarrales, 300 vecinos, 300 queridos cordobeses lo perdieron todo y muchos incluyen las esperanzas y el respeto que tenían por quienes debieron ayudarlos, contenerlos, alojarlos y solucionarles todos los problemas emergentes del desastre.
   Comentaban algunos vecinos del sector que ni siquiera la municipalidad lugareña se ocupó del drama, hasta el punto que el intendente -creo que se trata de Salibi- pasaba en su auto pero no se detenía a evaluar de cerca las consecuencias del meteoro y de la propia desidia.
   Agotaron tanto aquellas esperanzas como la paciencia, al ver que la solidaridad oficial los había marginado en muchos aspectos y optaron por elevar sus angustias al Papa Francisco, enviándole una extensa carta al Vaticano.
   Al texto completo de ese documento lo pueden encontrar en www.gonioferrari.com y es para rogar que las autoridades también la lean.
   En una de esas, les sirve para reaccionar, mover las cachas y ponerse a trabajar en serio, sin marginar a nadie y poniendo el hombro y la chequera, porque los dineros públicos, nuestros dineros, no están solamente para las campañas proselitistas y la juntada de votos.

TEXTO COMPLETO DE LA CARTA DE LOS VECINOS DE MENDIOLAZA A S.S. FRANCISCO.
Click sobre la foto para ver en tamaño normal






LA MEGACAUSA Y LAS BANDAS

   Con diferentes posturas en la jurisprudencia, el vocablo banda hace referencia a la presencia de  tres o más personas organizadas con el fin de delinquir, con una concreta distribución de tareas, una jefatura o conducción claras y con la conciencia individual de pertenencia y adhesión al grupo.
   Los fallos de altos tribunales coinciden en afirmar que no cualquier cosa es banda, destacando en general como atributos esenciales la permanencia y pertenencia.
   La Real Academia lo define como grupo de gente armada o pandilla de comportamiento agresivo.
   En la causa del Registro el término fue empleado como una especie de "palabra mágica" que permitió en cualquier instancia y a cualquiera de los siempre mismos funcionarios,  justificar cualquier decisión.
   Al mejor estilo Alí Babá frente a la cueva la frase “forman parte de una banda” abrió la puerta a las más variadas y cuestionables acciones: imputación a cualquier conocido o vecino, prisión preventiva de años sin juicio alguno, condenas efectivas mayores que las de un homicidio, elevadas multas, inhabilitación profesional prolongada e inacabable persecución penal.  
   Lo que con ligereza afirmó la teoría, no encontró la prueba objetiva y verificable que la ciencia seria exige. La comunicación, la organización y la pertenencia a la gigantesca “banda” de no menos de 200 personas, residentes en diferentes lugares y en general desconocidos entre sí, quedó para el terreno de la telepatía, la clarividencia, la novela y la ficción.
   Por el contrario, podríamos afirmar que la “comisión especial” encargada de los casos sí responde a los presupuestos de organización, jerarquía, permanencia y pertenencia y de ninguna manera ni por asomo, se nos ocurre pensar que el Poder Judicial tenga fines delictivos, pero teniendo en cuenta que sus acciones han sido declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y por los organismos de derechos humanos, es lícito preguntarnos cuál es el verdadero fin de esta curiosa y sorprendente actividad que continúa. 

DIA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN


   Suele ser un argumento de los gobiernos autoritarios, sostener que le esta otorgando a los medios periodísticos y por ende a la ciudadanía, el beneficio o la gracia de poder decir lo que se les antoje.
   La necedad está en que ningún gobierno debiera asumir esa temeraria potestad, porque es un derecho consagrado como básico en los genuinos sistemas democráticos.
   Cuando desde el poder se pregona la generosidad de dejarnos opinar o hablar, es cuando más se esconde la censura disfrazada de varias sutiles maneras, como son el condicionamiento económico a través de la pauta publicitaria oficial, la discriminación a la hora de informar o el perverso y tan aplicado sistema de premios y castigos.
   Existe entre nosotros y ya es conocida por su práctica habitual, la malsana costumbre de suponer que con la onerosa y por lo general inoportuna publicidad de los actos de gobierno, que es un disfraz de promoción partidaria, se compran aplausos.
   O que con los montos exagerados que se destinan a los medios de mayor audiencia, se pagan silencios.
   Ambas posturas, en definitiva, son dos de las visiones que nos aporta esa insuperable vocación por la hipocresía que caracteriza a muchos de nuestros políticos, y más aún cuando manejan eso tan sensual que es el poder.
   Al final de cuentas el hecho de sentirse salvajemente libre está en cada uno de nosotros, con una sutil diferencia: los que tomamos esa actitud como una forma de vida, y los grises que buscan siempre quedar bien con Dios y con Satanás, en la utopía de transmitir una imagen de libertad.
   Y al hablar de libertad de expresión, mi abierto y sincero desprecio profesional por los que se dicen colegas y están enrolados en la inédita y obsecuente figura del periodismo militante, cuando la realidad muestra que han prostituido el compromiso con el equilibrio, para erigirse en casi fanatizados propagandistas de un determinado modelo.
   Por suerte, nos conocemos casi todos.

ITV CICLOTÍMICA
   Lo de las marchas y contramarchas para la aplicación de una medida suena casi a vacío de poder, como si no hubiera espalda política para instrumentarlas sin dudas ni temores.
   Eso está ocurriendo con la cacareada y descacareada puesta en vigencia de las penas para quienes no han cumplido en sus vehículos con la Inspección Técnica Vehicular, uno de los tantos instrumentos recaudatorios que la modernidad de gestión ha instaurado.
   Se anunció que empiezan a multar y después se dice que lo harán más adelante.
   Es claro, que el poder no quiere asumir el papelón de exigir buen estado de los autos, cuando las calles son un desastroso y lamentable muestrario de cráteres y aljibes, que solo se superan, siempre, en tiempos previos a elecciones.
   Es por lo único que los argentinos deseamos que haya elecciones, por lo menos cada dos meses.


CARROS, CABALLOS Y PERROS URBANOS
   Si no me equivoco fue el hermano de nuestro actual intendente que como legislador nacional presentó en el Congreso un proyecto para  reglamentar o al menos ocuparse de la existencia urbana de carros tirados por caballos y la proliferación de perros abandonados a su suerte.
   Creo que con el tema no pasó nada.
   Los carros y sus caballos al servicio de cartoneros y cirujas representan un agudo problema social por tratarse de una fuente laboral para muchos marginados, y a la vez son un peligro circulando por las calles en horarios de máxima congestión o en las penumbras de una ciudad pésimamente iluminada.
   Impedirles trabajar empeoraría su situación, razón por la cual hay que enfocar el problema teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sector, para encontrarle soluciones adecuadas.
   Lo que no parece tener salida es la desmedida presencia de perros abandonados no tan solo en el centro de la ciudad sino en cualquier barrio, representando a veces un peligro por la agresividad que se manifiesta en ataques a los vecinos.
   Se habían instrumentado mecanismos de castración gratuita pero están desactivados, según se comenta por falta de presupuesto y a veces por cuestiones de luchas que entablan los conservacionistas y los que buscan la protección del prójimo, dejando de lado una interna que subsiste entre los veterinarios y los negocios del ramo.
   De cualquier manera, una ciudad como la nuestra que pretende ser ordenada, limpia y segura, no puede permitirse ni carros con tracción a sangre ni perros que signifiquen un peligro tanto de ataques como de pestes.

   Alguna vez, seamos una Córdoba en serio.

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