“SI
EL NIÑO TIENE EN SUS MANOS UN
INSTRUMENTO
MUSICAL ES IMPOSIBLE
QUE
ALGUNA VEZ EMPUÑE UN ARMA”
Si
fuera posible sostener que la buena música es sólo para los ricos, subrayando
más todavía ese concepto cuando se trata de música clásica o culta -como
algunos le llaman y no es tan así- hay una realidad muy cercana a los
cordobeses, que vendría de periquete para desmitificar ese concepto tan tirado
de los pelos.
En el
sector Este de nuestra extendida Córdoba de las campanas, saliendo por la
avenida Fuerza Aérea en dirección a Punilla, está uno de los enclaves
emergentes más poblado de la ciudad, que es “Villa La tela”, donde según
recientes estimaciones conviven cerca de 15 mil almas.
Viviendas
precarias, escasos servicios elementales que dignifiquen la vida teniéndolos
tan cerca, carencias por donde le busquen y una mala fama que nace de los infaltables
prejuiciosos que cometen el error y la bajeza de confundir o hacer sinónimos
entre pobreza y delincuencia.
Aparte
de mirar hacia otro lado cuando esa delincuencia “de guantes blancos” tiene
base en barrios coquetos o cerrados, cierran también sus bolsillos si se trata
de dar una mano a los desposeídos; a los que claman no tan solo el pescado sino
la caña y el anzuelo para conseguirlos.
Por
fortuna, hay más excepciones de las que uno cree y supone y volviendo a la
música, es para resaltar la sostenida tarea de un personaje cordobés que ha
conseguido unir -en la búsqueda de aquella dignidad que muchos le niegan- a la
pobreza con la música, lo que no deja de ser una valiosa y encomiable expresión
en la búsqueda de superación.
¿Usted imagina a niños y jóvenes de
“La Tela” ejecutando a Mozart, a Beethoven, a Ginastera a Vivaldi o a Gardel y
Le Pera?
¿Usted
imagina a esos niños y adolescentes amasando pan que luego venden para llegar a
comprar instrumentos musicales, en vez de soñar con la “play” y otros entretenimientos
propios y casi privativos de esa edad?
Yo sí…
E imagino asimismo que ese
personaje entrañable de quien le hablo, “El Pollo” Díaz, también lo siente así
…
Por eso
en el blog www.gonioferrari.com del programa radial “Síganme los buenos” que
emite cada domingo AM580 Radio Universidad de Córdoba, buscando en la columna
derecha donde aparecen los audios, aproximadamente a los 31’ 27” comienza la
edición n° 461 del espacio radial y una
media hora después, la animada y por momentos emotiva conversación con el
“Pollo” Díaz, un voluntarioso e imitable ejemplo de solidaridad, cariño y
preocupación por los marginados, a través de “Benjaminos”, la organización con
fines sociales que preside, sin recibir ningún apoyo estatal aunque sí, algunas
básicas ayudas económicas que provienen de un par de empresarios cordobeses.
Escúchelo
bien y al final, si le parece que puede Ud. aportar de alguna manera a la noble
causa en la que está -estamos- comprometido, no dude en llamarle al
0351-155-301-954 para hacérselo saber y regalarle contención y felicidad a por
lo menos medio centenar de niños y jóvenes que han entendido que la buena
música es uno de los elementos que ellos gozan, junto a la plausible voluntad
de recuperar su dignidad de personas pese al escenario de carencias en que les
toca vivir.
Gonio Ferrari
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