Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 30/09/18 emitido más que nada por la FM 88.5 de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
EL PARO, CONSECUENCIAS Y REPERCUSIONES
Es archisabido que la mayoría de los paros de actividades no siempre sirven para revertir situaciones, pero en cambio son aprovechados por sus mentores para tratar de vender una imagen de dureza frente a cualquier conflicto, como para justificar sus propias deshonestidades que, salta a la vista, les vienen aportando riquezas y notoriedad.
Los ceses de actividades ocasionan efectos negativos y a veces positivos, cuando se trata de llamados de atención acerca de situaciones que el poder ignora, o deforma, o malinterpreta, o aplica de manera torpe o indiscriminada, sin medir las consecuencias sobre la masa trabajadora del país.
Están los otros paros que son llamados de atención dirigidos al poder, como si el poder ignorara la real situación que vive el país, especialmente por ser una de las víctimas de tanta rapiña, desgobierno y aprovechamiento a lo largo de más de una década.
¿Que se lograron progresos, mejoras y otras bondades? Tonto sería negarlo, pero lo importante es ahora saber a qué precio se alcanzaron algunos logros en materia laboral que fueron más un maquillaje a una realidad que sólo servía para que se enriquecieran algunos vivillos en desmedro del trabajador; del ciudadano común, en desmadres que ahora estamos pagando con sufrimiento y estrecheces económicas.
Lo más curioso, que los causantes de la actual debacle buscan con ahínco aplicar ahora soluciones que no fueron capaces de implementar y pretenden que la gente los acompañe, cuando hicieron del enriquecimiento ilícito una costumbre y de la rapiña una religión y basta con escudriñar en sus patrimonios personales.
Nunca, en ningún gobierno, los paros generales consiguieron mejorar la situación de nadie, salvo de los dirigentes que curiosamente engordaron sus riquezas, hicieron inversiones y siguieron jugando a una humildad que en la mayoría de los casos es de cartón.
Quedó en el recuerdo el sacrificio de una pléyade de sindicalistas que hicieron honor a su condición de tales y no me pidan ejemplos de unos ni de otros, porque todos conocemos a todos, con sus sacrificios algunos y su voracidad la mayoría y sólo bastaría una seria intromisión a sus patrimonios para corroborarlo.
El paro en su última edición tuvo alto acatamiento, imposible negarlo, pero mucho de ello se justifica a través del miedo porque la amenaza de disturbios siempre está presente y le gente prefiere retirarse de las zonas conflictivas y buscar refugio en el hogar.
Los violentos de siempre, impunes también desde siempre, son los que siembran el terror con sus consignas, sus caras tapadas, sus actitudes hostiles contra todos aquellos que pretenden hacer respetar la libertad de elección entre parar o no hacerlo.
El centro de la ciudad, obviamente permaneció vacío, pero en los barrios la actividad fue más que normal, incluso con mayor movimiento de gente que en los días corrientes con los comercios abiertos, funcionando el servicio de taxis y remisses y la solidaridad de los vecinos para cargar uno o dos pasajeros en sus automóviles, porque no todos adhirieron a una medida con la que nada se gana, salvo el aumento de la intranquilidad de la población ya harta de prepotencia e imposiciones patoteras.
El ejercicio de la Democracia con mayúsculas exige el respeto mutuo sin presiones ni agresiones al amparo de un poder sindical enriquecido individualmente, que sojuzga a las masas con la promesa de mejoras que sólo consiguen para ellos y como comúnmente se dice, “fuera de convenio”.
¿Puede alguien pensar que un paro sirve para torcer rumbos desde el gobierno?
No por dos razones fundamentales: el gobierno tiene un alto componente de capricho y cierto autoritarismo, pero las armas del sindicalismo son cada vez más violentas y agresivas, porque de alguna manera la dirigencia debe mostrar dureza frente a sus afiliados, aunque ellos jamás dejen de cobrar mientras las bases son las que sufren las consecuencias.
Un paro más, que para la dirigencia panzista fue positivo porque a la gente no le dejaron opciones en base a promesas por una parte y veladas amenazas por la otra.
Habrá que seguir remando hasta que las partes en conflicto entiendan que la única manera de salir adelante es trabajando con honestidad, salario justo y condiciones dignas porque el Estado tiene la obligación de atender las demandas de su ciudadanía.
Pero la dirigencia sindical debe entender alguna vez que deben estar al servicio de la causa de sus trabajadores y no como ahora, con la siempre viva apetencia de poder político.
Alguna vez también se tomará conciencia que el sindicalismo es servicio y sacrificio y no tan sólo apetencia personal y chequera sin límites.
ESTUDIANTES Y NO TANTO CON PERMISO PARA USURPAR
Lo acontecido con la ocupación de un sector de la Ciudad Universitaria llama a realizar varias reflexiones, tomando en cuenta la modalidad, el desarrollo y la culminación temporaria de la protesta.
Obviamente y como siempre sucede no todos eran estudiantes sino que fue observada una fuerte injerencia de los partidos de izquierda, siempre apegados más a la protesta que al esfuerzo del trabajo y este caso no fue la excepción.
Una ocupación exagerada que impidió a la enorme mayoría del estudiantado continuar sus carreras, sin tomar en cuenta que muchos de los alumnos provienen del interior, de otras provincias y de países hermanos y que su estadía entre nosotros significa un sacrificio familiar.
Ninguno de esos detalles fue tomado en cuenta y la protesta se mantuvo en términos exagerados, más allá de lo necesario y con serios daños al patrimonio universitario en las instalaciones y en los bienes del concesionario quien a su vez debe responder ante sus empleados por el lucro cesante y los daños que sufrieron las instalaciones.
La injerencia de partidos políticos especialmente de izquierda en este conflicto quedó demostrada, cuando ya agotada la paciencia de la comunidad universitaria en su mayoría se reclamaba una regularización de las actividades, pero la Justicia Federal mostró su histórica pachorra, incrementada según las situaciones, y más pudo la ideología que el compromiso con miles de universitarios que se sintieron frustrados.
Ahora vienen las negociaciones, los cabildeos, las asambleas, eso que le llaman esclarecimiento y otras actividades que de ninguna manera conseguirán cicatrizar heridas ni superar situaciones que bien se pudieron evitar, solamente aplicando un sano criterio que cuando llega con tardanza, se presta a situaciones difíciles de superar.
Es incierto el panorama, por lo complicado que resulta cuando interviene la Justicia y no siempre lo hace con la venda ajustada a sus ojos.
LA MEGACAUSA NO SE DETIENE
El recientemente fallecido Sr. Andrés Pérez, me envió en oportunidad de los comentarios sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, copia de algo más de 30 denuncias sobre distintos hechos ilícitos, que había presentado ante las autoridades correspondientes entre los años 2003 y 2009, sin que fueran atendidas.
Esos documentos fueron puestos a debido recaudo.
Una lectura “a vuelo de pájaro” de tales misivas nos enfrenta con términos como: “apartamiento irregular de folios”, “sustituciones de asientos dominiales”, “irregularidad detectada en matrículas”, “doble inscripción de lote”, “doble sustracción del folio”, “adulteración en certificado notarial”, “falta de documentos notariales”, “tomo re-encuadernado sin pasar por el sector encuadernación”, “presuntos reemplazos de folios”, “asiento dominial apartado con algún elemento cortante", “matrícula extraviada ó sustraída", y otras expresiones similares.
También me remitió y que tengo atesorados, los números de casi medio millar de memorándums sobre documentación perdida que, según explicó, contiene todo el historial jurídico de los inmuebles y de los distintos dueños que pudieran haber tenido.
No se necesita ningún conocimiento para entender claramente la gravedad de lo que Pérez denunció y sin embargo, siempre reclamó que nada fue investigado, y que ningún alto funcionario fue citado para dar explicaciones.
Curiosamente, años más tarde el gobierno de turno impulsó una pomposa investigación que, con la misma terminología, encarceló a trabajadores comunes, incluido Pérez, sin siquiera juzgarlos, señalándolos como responsables de los delitos.
No nos alcanza ahora el conocimiento para entender por qué la Justicia no cruzó datos, ni buscó relaciones entre las denuncias, los poderosos funcionarios y sus patrimonios.
¿O tal vez sí lo hizo?
Y entonces sí se explica eso de los chivos expiatorios.
EL VIAJE DE ELLA, QUIEN SIEMPRE FUE ESTRELLA
Se dio el enorme placer, décadas atrás, de ser pionera de algo así como la todavía no inventada TV itinerante que muchos le llamaban radioteatro y rompió límites geográficos a bordo de sus propios sueños -como la más delicada vendedora de ilusiones- metiéndose en el alma de tantos personajes que junto a ella provocaban la calidez de los aplausos y la pirotecnia de una admiración ganada con profesionalidad y sacrificio.
Cargó en su bolso la multitud de saludos y ofrendas, ordenó la cronología de los incontables recuerdos y kilómetros, eligió una foto de Jaime y otra de Sergio, caminó despaciosamente hasta el límite de todas las nostalgias como siempre tomada de algún brazo, se acomodó graciosamente sus aros de rueda de bicicleta, miró hacia el infinito y allí se fue, a ofrecer a la memoria de todos los ayeres su última actuación.
Tablados, luces, cámaras y micrófonos integraron la escena de su condición de actriz y de vocera; de juglar y de virtuosa maquilladora de las épocas tanto ajenas como propias.
Madre defensora, sostén y amparo, celosa custodia de la integridad familiar y paradigma de fidelidad eterna que superó a los tiempos y a las distancias.
Amiga sin dobleces, íntegra y absoluta cultora del fraternal cariño.
Entre nosotros dejó admiración, ejemplo y lágrimas pero viajó sabiendo que muchos abrazos, allá, la estaban esperando…
No fue una despedida, con esos adioses que a todos nos duelen.
Fue un renovado debut con su felicidad de tres…
Ana María Alfaro fue siempre estrella y ahora más.
No merece menos que una ovación.
EL DESFILE DE LOS ARREPENTIDOS
Si hay una mirada positiva hacia lo que se viene haciendo desde la Justicia para mostrar a qué grado de exageración llegó la corrupción estructural del kirchnerismo y sus acólitos, debemos buscarla en los apuros de ciertos ex poderosos por declarar, contribuir a las investigaciones en marcha y tratar de sacarla barata cuando llegue la hora de las condenas, aunque es bueno reconocer que puede haber algunos casos de inocencia por aquello de la obediencia debida.
Cuando se puso en tela de juicio la importancia y la validez de toda la documentación hallada en los cuadernos de la discordia, las dudas fueron quedando minimizadas con las declaraciones de los primeros arrepentidos, apurados por batir la justa a diestra y siniestra a cambio de una moderación de la pena que les pudiera corresponder.
Y es así como han venido surgiendo hechos deleznables, despojos al patrimonio nacional consumados con el desparpajo de ciertos personajes que creyeron en la eternidad en el poder, lo que se les derrumbó al perder las elecciones y quedar sujetos a la acción de los arrepentidos primero, de la justicia después y de todos aquellos que buscan salvar el pellejo aportando detalles a la investigación, muchos de los cuales rozan lo novelesco.
Es bueno que todo esto vaya ocurriendo y lo que en realidad es para censurar en nombre de la democracia, es que muchos lo aprovechen con miras electoralistas porque si todo ese barro se conocía hace tiempo, nadie puede explicar por qué aparece ahora, cuando las elecciones están a la vista y hemos venido perdiendo demasiado tiempo que hubiera servido, entro otras cosas, para mejorar la situación interna del país a través de la verdad consagrada por la Justicia.
Ahora todo es apresuramiento, vértigo informativo, descubrimiento de situaciones y actores impensados, maniobras con la obra pública, con la cotización del dinero, en fin, con todo lo que significara manejos en beneficio propio.
Y uno a uno vienen desfilando, unos con la resignación de haber sido descubiertos con las manos en la caja de caudales o con serio compromiso contraído con los autores materiales de los despojos y las rapíñas que se investigan.
Así están las cosas, día a dia se vienen descubriendo acciones dolosas como día a día son más los ex funcionarios, ejecutivos de grandes empresas y gente de toda laya que se atreven a contar sus verdades, con tal de salvar el cuero aunque sea en parte.
Es probable que a no todos les caiga bien esto que está sucediendo, pero la salud de la República demanda seriedad y ejecutividad con los dineros de la gente.
Y así como ahora se espulga a los que se fueron, llegará también el momento de hacer lo mismo con los actuales.
La desgracia, es que aquellos llevan más de una década de ventaja.
Y eso no es poco …
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