20 de enero de 2019

S.L.B.: MILITARES EN AYUDA DE LOS INUNDADOS DEL LITORAL - EL CORDOBESISMO, LOS JUBILADOS Y EL ARTE DE DIVIDIR PARA REINAR - LA CUESTIONABLE COSTUMBRE DE CONDENAR "POR ÍNTIMA CONVICCIÓN" - SIMPLEZA DE UN CLÁSICO: POLLO AL AJILLO - GRACIOSA OCURRENCIA DE LOS FUMADEROS URBANOS - MÁS TAXIS Y REMISSES, MAYOR COMPETENCIA Y MEJOR SERVICIO - SÍNDROME DEL SUSTO LLEVÓ A UNA BAJA DE PRECIOS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su accidentada emisión  n° 552 de “Síganme los buenos” que el 20/01/19 puso de emergencia en el aire la 88.5FM de Radio Universidad de Córdoba, ante el renovado inconveniente con el mal atendido transmisor de la AM580 que data de tiempo atrás y que perjudica ostensiblemente a la programación en especial de los domingos.

Solidaridad necesaria
MILITARES FUERA DE SUS  CUARTELES
AYUDANDO EN EL CASTIGADO LITORAL
   La dura emergencia que están padeciendo nuestros compatriotas del Litoral frente a los imprevisibles embates de la Naturaleza, motivaron la pronta convocatoria del gobierno nacional a las fuerzas armadas, en este caso el Ejército Argentino, la Gendarmería, Prefectura Naval y Policía Federal.
   Se pusieron en marcha los mecanismos de asistencia y la colaboración con las provincias afectadas por esta dura emergencia climática a través de la distribución de recursos sanitarios e insumos de primera necesidad, para atender especialmente la demanda alimentaria y la habilitación de recintos para la contención de los evacuados.
   Estas acciones cuentan con la coordinación del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo, que depende de la Jefatura de Gabinete de Ministros y cuya gestión operativa está a cargo de la Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad.
   Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero sufrieron las consecuencias extremas del clima y sus luctuosas e irreparables consecuencias, en donde las sequías pasaron a transformarse en inundaciones por las intensas lluvias que en las últimas dos semanas ocasionaron que muchas familias perdieran todo y ante esa crítica situación, las fuerzas enunciadas siguen realizando tareas de seguridad, asistencia y traslado de los vecinos que debieron abandonar sus viviendas, atendiendo además toda la logística para la distribución de los suministros enviados a los centros de evacuados.
   El titular de Protección Civil Emilio Renda, destacó la "gran cantidad de medios desplegados por las fuerzas federales en las provincias damnificadas y los recursos dispuestos por diversos ministerios y organismos del Estado nacional". El esfuerzo es conjunto con la ayuda de medios especiales y vehículos de gran porte, dispuestos por las fuerzas junto a personal de Defensa Civil de las provincias y municipios, agentes de las policías locales y bomberos voluntarios.
El Ejército cedió una sede de la fuerza para ser utilizada como centro de evacuados en Concordia, en el noreste  provincial entrerriano, donde se constituyó un Comité de Emergencias, con el agregado que efectivos de Prefectura colaboran con la policía local para asistir a los vecinos y brindar seguridad en las zonas afectadas.
   Tal el panorama de una situación penosa por la que deben atravesar nuestros compatriotas del Litoral, a lo que es un deber agregar algunas observaciones, que surgen de una toma de conciencia de la emergencia, donde a veces más se notan las ausencias que las presencias.
   Como en ocasiones de tiempos pasados y no tan lejanos, no se advirtieron piquetes de La Cámpora ayudando con el mismo fervor con el que aleccionaban a niños de las escuelas primarias, o militantes de tantas organizaciones que dicen defender los derechos humanos embarrándose los pies en la ayuda y el compromiso solidario hacia quienes sufren la inclemencia y la pérdida de todo, incluso de lo poco que tenían.
   Esos militantes de cartón, soldados urbanos del piquete rentado y violento no tuvieron quien les arrimara unos mangos como para motivarlos a ser generosos con el prójimo en desgracia.
   Especialmente porque en su fanatismo y miopía, habrán temido tan siquiera rozarse con un uniforme verde, azul o de cualquier color que significara contener el término “militar” porque ellos, los vándalos urbanos, sólo arriman agua para su propios molinos de la discordia.
   Queda demostrado que las fuerzas armadas como en cualquier otro país civilizado, son funcionales frente a las necesidades de la comunidad, cuando su conducción no pasa por los escabrosos terrenos de las ideologías alocadas o las apetencias de poder político.
   Llegará el día en que la grandeza de pensamiento nos comprenda a todos, para coincidir en que civiles y militares luchen juntos -luchemos juntos y hermanados- por el futuro y el bienestar que ampliamente nos merecemos.

La improlija patraña del bono
EL CORDOBESISMO, LOS JUBILADOS
Y  EL  ARTE DE DIVIDIR PARA REINAR

   Antes que nada, es preciso poner en conocimiento de la gente, un detalle que me supieron comentar no hace mucho tiempo, algunos encuestadores de la política, esos que en muchos casos se cansan de naufragar y caer en errores previsibles, pero siguen firmes en la brecha de auscultar opiniones, elaborar diagnósticos que por lo general no sirven porque quienes aplican esos tratamientos también son merodeadores del fracaso.
   Se trata nada más ni nada menos que la importancia que tienen últimamente los votos que los jubilados y pensionados depositan en las urnas de la verdad, donde es imposible la mentira ni el reinado de la demagogia.
   Todos cayeron en cuenta que los viejitos y a veces no tanto, han vuelto a esa sana costumbre de expresarse a través del sufragio, ya que por lo general sus reclamos no son escuchados fuera del ámbito eleccionario.
   Y los políticos se han llevado más de una sorpresa con relación a lo que creían, eso como se dice de ”tener la vaca atada” porque más de uno fue derrotado por la sorpresa de una situación que no figuraba ni en sus más alocados y pesimistas pensamientos.
   Y como los viejitos vuelven a votar, el gobierno del cordobesismo se avivó que están en deuda con los veteranos, por todas las quitas que les hicieron con ese perverso mecanismo de las alquimias matemáticas, que se empeñan en hacer creer que están cobrado el 82 por ciento cuando están lejos de tal porcentaje.
   Dejemos de lado los motivos de la sequía de la caja, más allá del otorgamiento de miles de beneficios a gente que nunca aportó un mísero peso, en detrimento de quienes a lo largo de décadas se pusieron con el 18 por ciento o algo más de sus sueldos.
   Y frente al clamor por un refuerzo a sus mensualidades, el gobierno de la provincia instrumentó y anunció oficialmente en la semana pasada, que pagaría 4.100 pesos a los jubilados y pensionados y al día siguiente, 5.000 pesos a los activos, omitiendo aclarar que no era para todos ni todas, o todes.
   Mentira descarada, porque el beneficio fue selectivo y no han sido pocos los marginados, aunque quienes recibieron esos montos hayan sido la mayoría.
   Un claro ejemplo de esa penosa costumbre de los mediocres que necesitan dividir para reinar; atomizar las fuerzas para no perder espacios que si bien fueron democráticamente conquistados, la realidad nos muestra la desesperación con la que quieren mantenerlos, y ellos sabrán por qué causas o por qué miedos lo hacen.
   Un claro golpe de efecto que eleva la adhesión de los más y acalla malamente y sin atenuantes las protestas de los menos, en una típica y dañina acción demagógica, una de las tantas que estamos padeciendo en la provincia estos últimos tiempos.
   El acto abierta y malignamente discriminatorio, que merecería la atención del INADI ya fue perpetrado, aunque no nos asombre que también como parte de la puesta en escena, las autoridades provinciales cometan un generosicidio y pomposamente crean que pagando a los desencantados que se sienten humillados y postergados, juntarán más votos como para no derrapar en mayo.
   Los caminos de la política son demasiado intrincados como para hacer pronósticos certeros.
   Y si no, pregúntenles cuántos aciertos llevan los encuestadores, muchos de ellos vendedores de humo a muy buen precio.
   Que lógicamente, nos toca pagar a nosotros…

La Megacausa del Registro
ESA  CUESTIONABLE  COSTUMBRE  DE
CONDENAR “POR ÍNTIMA CONVICCIÓN”
En pausa por la feria judicial y con menor repercusión en los medios,  la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba ha continuado este año su actividad, principalmente centrada por parte judicial  en el rumbo de la reclamada conducta de repetir juicios a las mismas personas a cargo de la misma comisión especial mencionada en programas anteriores.  
No dejará de ser símbolo cuestionable de  esta causa  el fenómeno de la prisión preventiva masiva que de buenas a primeras sorprendió a personas y trabajadores comunes, como un sinsentido de encarcelamientos, sin beneficios para nada y para nadie.
    Y  peor aún la continuidad, la prolongación en el tiempo y la confirmación por una comisión especial apelando a eso que como justificación del absurdo se le llama “su íntima convicción”.  
 Hay que estar bien parado para que no resulte desquiciante.   Al final del camino,  en lo que a prisión preventiva respecta, los de más arriba, fuera de esta provincia, dictaminaron  que lo actuado estaba mal y que había que revertirlo y los de afuera del país agregaron que había que reparar los daños, aunque muchos ya eran irreparables.
Pero esto toma su tiempo.
Sabemos que se  han conocido muchas denuncias contra poderosos funcionarios públicos en esta causa y aparentemente  nada se ha hecho con ellas.  Pero el reclamo continúa y será cuestión de paciencia esperar que también desde afuera se indique hacerlo, apelando a que el tiempo transcurrido no borre la posibilidad de aplicar, aunque tardíamente, algún tipo de justicia.

Fumando esperamos… algo de coherencia
ESOS ALOCADOS “FUMADEROS  URBANOS”
COMO SI NO HUBIERA OTRAS PRIORIDADES
   No es que uno sea fiel exponente de esa humana y vieja costumbre de protestar, sino que a veces la vida nos ofrece tantas posibilidades de hacerlo, que evitarlo sería frecuentar el irreversible destino de los fracasos y de los desencantos como para seguir acopiándolos.
   Simplificando y pecando posiblemente de alguna tendencia a la grosería, es para preguntarnos, a la vista de esa cultura de los políticos por su apego y práctica de la mediocridad, por qué el alpedismo inspira a las más alocadas ideas que se toman y anuncian como  revolucionarias, señeras e imitables.
   Porque la verdad, levantar en varios puntos de la ciudad pero especialmente en el centro, recintos de paredes transparentes para que la gente fume, en el acto remite a cierto desquicio, falta de ideas o vocación por la mala copia porque eso existe en otras ciudades avanzadas, pero muy, muy distintas a la nuestra.
   Si esos mamotretos urbanos están en Tokio, creo, se debe a que los japoneses son ordenados, tienen las calles sin pozos ni aljibes como aquí, a los vehículos les prohíben circular si emiten gases o humos contaminantes y la gente tiene vocación cívica de cumplir con la ley.
   ¿De qué sirve alejarnos del humo de los Benson, Saratoga, Particulares, Chésterfield, Marlboro o pipas, si los Mercedes Benz, los Iveco, los Chevrolet, los Ford, los Renault o los Fíat nos siguen envenenando con sus escapes?
   Para quien presentó ese proyecto de los fumaderos me permito sugerirle que por nota y si es posible que lo acompañen algunos de sus pares, le exija a las autoridades municipales poner mayor esmero en el control y erradicación de todos los elementos contaminantes del ambiente de esta Córdoba acosada por el smog, en cuyo contenido el humo de los puchos no debe llegar ni al uno por cien mil.
   Lo único que falta, que a algún concejal se le ocurra obligar a los motociclistas y ciclistas a colocar ceniceros en sus biciclos.
   La historia de los absurdos es tan nutrida, que cierta vez cuando un concejal propuso poner góndolas en el que era bonito lago del Paseo Sobremonte, otro de la misma bancada, para enriquecer el proyecto, propuso seriamente -y no es mentira-  que para que se reprodujesen, también pusieran góndolos.
   No es macaneo. Sucedió aquí…

Respeto por el cupo femenino
MÁS  TAXIS  Y  REMISSES,  MAYOR
COMPETENCIA Y MEJOR SERVICIO
   Los tacheros están que arden, porque la verdad sea dicha, a cualquiera le molesta, si por ejemplo tiene un kiosko, que le pongan uno al lado o vereda de por medio.
   Y esa es la sensación que flota en el ambiente porque los propietarios de coches tienen la manija, el negocio es lo suficientemente rentable, aunque con los últimos aumentos la gente que piensa con el bolsillo descubre que con unos pocos pesitos más que la simple bajada de bandera, el bondi te lleva al centro y te trae de vuelta a tu barrio.
   Y eso no es poco, en tiempos de crisis cuando se vuelve a la cultura de contar las monedas que antes sólo servían para engordar la alcancía y mirarle la trucha al chanchito.
   Dos mil y pico de chapas más entre taxis y remisses, con una proporción de la mitad, más o menos, para destinar a las damas del volante, lo que suena como medida acertada y de justicia para la no discriminación.
   Puede que entonces, por eso de la competencia y de ofrecer un mejor servicio, las cosas mejoren y veamos taxis circulando los días feriados, en el 1° de mayo, en Nochebuena, en Navidad, en fin de año o cuando llueven más de 10 milímetros que es como si sonara para los amarillos el toque de queda que los obliga mandarse a guardar.
   El usuario entiende que ellos, como propietarios o como trabajadores tienen legítimo y humano derecho al esparcimiento, a estar con su familia, a la holganza o a usar el tiempo como se les antoje, pero que después no suena lícito ni aceptable que protesten por la consecuente escasa rentabilidad.
   No olvidemos que aunque está prohibido, de alguna manera o argucia las chapas de taxis se negocian a precios que en muchos casos, revelación de una persona que es parte del negocio, llega a más que duplicar el valor del vehículo.
   Entonces, les demos la bienvenida a los nuevos tacheros y tacheras, o tacheres si así lo prefieren, y que cuando se les ocurra a los Uber y a otros sistemas ser parte de los servicios a los cordobeses, que se preocupen más por competir en calidad de prestaciones, en actualización de los vehículos, en simpatía hacia el pasajero, que enciendan el aire acondicionado sin protestar, que le presten el diario por ejemplo y no se dediquen a cerrar las puertas a esa costumbre tan sana, como recién dije, que es la competencia por calidad.
   Ellos, los que ahora tienen taxis y remisses, alguna vez también fueron tratados como invasores de la actividad.

Un Angelito en la cocina
HOY, LA SIMPLEZA DE UN CLASICO:
POLLO  AL  AJILLO, PERO DISTINTO
    En la mayoría de los restaurantes, en los de alta alcurnia, en los medio pelo o en los modestos al igual que en casamientos y otras celebraciones, el pollo es un plato casi insustituible. Por esa razón nuestro cheff Angelito tuvo la iniciativa de aportar en materia de pollo, la versión al ajillo, aunque para muchos la ingestión del perfumado elemento suele derivar en malestar de quienes comparten un ascensor, en los ómnibus atestados o en la simple vida de relación, pero al respecto (y para otros platos con ajo, no en este) el secreto radica en tomarse el trabajo artesanal de eliminar la nervadura de cada diente de ajo, con lo que se evita seguir fortaleciendo su mala fama de disociante. Vamos entonces a los ingredientes necesarios para una comida que bien alcanza para cuatro personas o tres hambrientos. Un pollo grande, cinco cabezas de ajo, 4 papas, 300 gramos de arroz y un litro y medio del aceite que le guste, menos el multigrado 20/40.
   La preparación, que nos la cuenta Angelito.
   (El audio de las explicaciones de Angelito está en la columna respectiva, parte superior del costado derecho de este blog, pero a los fines de una mejor comprensión, a continuación una síntesis de la manera correcta de preparar este exquisito plato).
   Hay que retirarle la piel a los ajos, dejarlos enteros en una olla, verter de a poco el aceite y cocinar por unos minutos a fuego fuerte, sin que se doren, bajar el fuego a punto de hervor suave. Al pollo desnudarlo de su piel y fraccionarlo en octavos, mandar las presas a la olla e ir agregando aceite, despacio para no bajar la temperatura de la cocción hasta cubrir totalmente las piezas y cocinar por poco más de hora y media a mínima temperatura. Cuando los ajos estén bien blandos, retirar y acompañar con arroz previamente hervido aparte o con papas naturales, Allí, salpimentar a gusto y placer. ¡Buen provecho!

Comerciantes y abusos
SÍNDROME DEL SUSTO QUE LOS
OBLIGA A BAJAR  LOS  PRECIOS
   En estos últimos días ha sido notable la reacción de muchos negocios especialmente dedicados a la comercialización de alimentos, cuyos propietarios decidieron bajar los precios y en algunos casos vender con determinadas tarjetas y a pagar en tres cuotas sin recargos ni intereses.
   Es que el miedo, según dicen las abuelas, no es zonzo y la caída en el nivel de ventas provocó algo parecido al pánico y no son pocos los que temerosos del fracaso, optaron por sacrificar parte de las utilidades y aplicar esos números a la baja de precios.
   Se comprende entonces por si hicieran falta explicaciones, que los márgenes de ganancias son a veces muy exagerados y encarecen artificialmente el producto con relación a lo que compra el minorista, hasta con un 400 o más por ciento de utilidad.
   Algún experto en economía debiera explicarme porque la verdad no lo entiendo y me resulta complicado analizarlo, por qué un café en pocillo en cualquier bar, se cotiza más caro que un litro de nafta Premium.
   Y en las verdulerías, los márgenes son altos, pese a que se toma en cuenta el riesgo de clavo o de deterioro de la mercadería si pasan pocos días sin venderla.
   En materia de ropas y calzado, bien se puede sostener que las ganancias en muchos casos son escandalosas porque les suman márgenes superiores al 500 por ciento con relación a lo que pagan por insumos y confección.
   En pocas palabras, es para asegurar que a veces el miedo a la sequía es el mejor aliado del consumidor, indefenso ante la avalancha de aumentos y de la aplicación del consecuente “por las dudas” en el que todos inevitablemente caen.
   Un sinceramiento de precios, con márgenes aceptables que no signifiquen abuso, será sin dudas la única salida que les queda a los comerciantes acostumbrados a tomar ganancias sin arriesgar en la medida de lo que cosechan.
   El miedo, si para eso sirve, bienvenido sea…


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