Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”,
emitido por las radioemisoras de la Universidad Nacional de Córdoba el 6 de
octubre de 2019.
Subsidios a diestra y siniestra
EL POPULISMO MÁS EXACERBADO CARECE DE
AUTORIDAD PARA PEDIR CONTRAPRESTACIÓN
Ha pasado demasiado tiempo en nuestro país con la vigencia de un
populismo remendado con subsidios, planes, becas al ocio, aplicación de rebajas
que finalmente pagamos todos en una serie de servicios tales como electricidad,
gas, agua, transportes, etc. que hicieron que la gente mantuviera una especie
de ensoñación paradisíaca.
Pero por aquello que lo bueno pocas veces tiene certeza de eternidad, la
situación del país y su lógico endeudamiento tanto interno como externo, llevaron
a que todas esas ventajas llegaran a un punto final, con el consecuente
desencanto por una parte, las reacciones a veces violentas por otra, y el
ulterior resultado de acusaciones que buscan más que soluciones, eso tan viejo
de encontrar culpables que nunca aparecen.
El problema del populismo exacerbado radica en su acostumbramiento, que
es cuando la cultura del trabajo y del sacrificio colapsan hasta su
claudicación, porque es humano reconocer que la ley del menor esfuerzo
prevalece por encima de las ansias de sacrificarse por la paga, con lo que se
asegura el bienestar propio, de la familia y de la sociedad.
El problema del asistencialismo, que en muchos países del mundo se
soluciona con aportes monetarios, se diferencian con la costumbre argentina
porque en esas latitudes existe el compromiso de la contraprestación
construyendo viviendas sociales, ayudando en la limpieza de escuelas y
hospitales públicos, en la atención de residencias para ancianos y en otros
menesteres, mientras dura el tiempo en que permanece vigente la ayuda estatal
que en muchos casos incluye la asignación de una vivienda temporaria.
En pocas palabras, se recibe apoyo
económico pero no hay una afectación de ese valioso componente humano que se
llama “dignidad” a la que muchos renuncian por vagancia, comodidad, inclinación
por el ocio, goce de dinero sin trabajar, o desprecio por el esfuerzo de sus
semejantes.
Y como no es simple explicar todo
esto con fundamentos contundentes, hurgando en las redes encontré algo que me
ahorrará el trabajo de intentar una explicación acerca de la realidad argentina
con respecto a los subsidios y operatorias semejantes, que es uno de los
factores que ha contribuido en gran medida a la instauración de la famosa y
dañina grieta, su profundización y la lejana posibilidad de ser superada.
Lo escuchemos:
(El audio del informe puede ser encontrado en el espacio correspondiente,
ubicado en la columna derecha de este blog.)
Sueldos municipales
LA MEJOR MEDIDA DEL PODER EN ARAS DE
ASEGURARSE CONFLICTIVIDAD MANEJABLE
Si en Córdoba existe un gremio combativo a la hora de pelear por mejoras
salariales, condiciones de trabajo, conquistas alcanzadas y otros rubros, es el
gremio que nuclea a los trabajadores de la Municipalidad de Córdoba de lo que
dan testimonio los enfrentamientos históricos de la conducción con todas las
administraciones comunales, sin distinción de signos políticos.
Una parte de la explicación por tamaños logros gremiales es justo
asignarla a esa especie de “Papá Doc” como le decían al vitalicio presidente de
Haití, el legendario Fransuá Duvalier, pero en versión cordobesa como lo fue
Rubén Daniele, al frente de la entidad gremial por más de tres décadas en las
que vio desfilar a toda laya de intendentes, manteniéndose firme en su puesto y
cosechando reelección tras reelección.
Si bien su estilo no era del todo civilizado por su costumbre de incitar
a la violencia, maltratar a periodistas y aplicar medidas extremas dentro y
fuera del palacio municipal, logró el lógico apoyo de sus afiliados porque
casos hubo en que solo mediante una amenaza de paro, conseguía conquistas
largamente postergadas y luego festejadas.
¿Cómo no apoyar a quien les consigue gangas, horas extras, nombramiento
de familiares, códigos de descuento para endeudarse en comercios y financieras
y después salir en ayuda de los afectados por la usura mediante la generosidad
sindical?
Resumiendo conceptos, no todas las conducciones políticas de la
Municipalidad de Córdoba pudieron sostener que habían mantenido un trato
civilizado con el gremio y unos más y otros menos, terminaron negociando las
conquistas apetecidas, a veces exageradas con relación a la calidad de las
prestaciones de servicios y se las fueron concediendo.
Esa fue la impronta en el segundo mandato de nuestro joven intendente,
ceder ante el gremio con tal de mantener el orden interno en la Municipalidad y
una concordia pegada con saliva.
Por eso es que para muchos resulta exagerado el nivel salarial de los
municipales cordobeses, envidiados por sus colegas de otras latitudes.
Seguramente al sanfrancisqueño intendente
debutante, le resultará complicado hacer descender el nivel de afectación
salarial con relación a lo que se recauda, porque ahora los sueldos demandan
más del 60 por ciento del presupuesto comunal y el Palacio 6 de Julio puede ser
declarado ciudad, por contar con más de 11.000 habitantes.
A lo
mejor y sin pensar en algo parecido a la venganza por el origen peronista de
Daniele, es pura coincidencia que a dos meses de irse, les concediera un jugoso
aumento que supera los índices de inflación sufrida.
A veces, hay regalos que es
mejor no haberlos recibido…
“El Proceso” de Kafka
MAS DE UN SIGLO ATRÁS REMONTADOS EN
UNA FICCIÓN QUE AHORA ES LA REALIDAD
Joseph K fue detenido una mañana, aún sin que hubiese hecho
nada punible. Preguntó por qué y se le respondió que se le
informaría a su debido tiempo.
Se tranquilizó pensando que era miembro de un Estado
Constitucional en el cual reinaba la paz y el orden y las leyes eran cumplidas.
Esa mañana no acudiría a su trabajo, pero se encontraba animoso y
confiado, lo esencial era saber de qué estaba acusado y
qué autoridad dirigía el procedimiento pertinente.
Cuando tiempo después declaró frente al Tribunal, afirmó que
se encontraba ante una poderosa Organización de agentes que
practicaban el soborno; inspectores y jueces de instrucción, jueces
de categoría elevada, funcionarios, policías y quizá incluso verdugos, que
enjuiciaba a inocentes en procesos carentes de sentido y sin ningún
resultado.
El relato pertenece a la obra “El Proceso” de Kafka, pero podemos llegar
a especular que se acomoda a medida a la causa del Registro de la Propiedad de
Córdoba.
Escrita en 1914,
describe las diversas situaciones de injusticia que atraviesa el
protagonista, como la pérdida de la libertad sin causa, la culpabilidad
preestablecida, sin respeto al principio de inocencia, el proceso
penal secreto en manos de una comisión especial, la advertencia de
que la única forma de escapar es aceptando culpa y el reconocimiento por parte
de un asesor de que “El Tribunal, al final, extrae de cualquier parte, donde no
había antes nada, una gran culpa”.
Tan igual que asusta, más de cien años, cosa
de Mandinga, más de un siglo atrás…
Perdón y
arrepentimiento no alcanzan
EL SANTO PADRE Y LAS BONDADES
DE LAS ABSOLUCIONES
INTERNAS
La comunidad internacional aún no sale de su
asombro y de su indignación tras ir apareciendo con alarmante frecuencia casos
de malos tratos, vejaciones y abusos perpetrados por sacerdotes y monjas
católicas en seminarios, colegios, asilos, residencias estudiantiles y otras
instituciones manejadas por el clero con dependencia final de la Santa Sede
vaticana.
No es tampoco cuestión de asignar solamente
a los ministros de Cristo las responsabilidades de hechos tan aberrantes
cometidos contra niños y jóvenes, porque también tomaron estado público otros
atropellos incluyendo ataques sexuales en el seno de otros credos de distintas
partes de la geografía terrenal.
Tampoco sería correcto generalizar porque es
mayoría la de sacerdotes comprometidos abierta y riesgosamente con la sociedad,
luchadores a capa y espada contra las desigualdades sociales y las lacras que
corrompen y degradan a la condición humana.
Lo positivo ha sido que inexorablemente una
buena parte de los graves hechos llegó a conocimiento del máximo exponente del
cristianismo, especialmente cuando se ventiló la responsabilidad de algunas
eminencias en casos de pedofilia y otras barbaridades semejantes pero siempre repudiables,
lo que se agrava ante la culpabilidad
comprobada de jerarquías dentro del poder clerical.
Aunque fue tardía la reacción papal frente a
tantas evidencias, las medidas inicialmente se limitaron a solapados traslados,
alguna separación temporaria, abierto repudio en casos más resonantes pero poco
se escuchó acerca de arrepentimientos o condenas reales por la aplicación de
códigos, salvo el cercano caso del cura Grassi y de algún otro implicado en
esos delitos.
Finalmente el Santo Padre pidió perdón en
nombre de la Iglesia, en algún otro discurso prometió acciones duras y en un alarde
de imaginería llegó a culpar al diablo por tantas barbaridades cometidas corporizando
a un ser inexistente sin caer sobre los culpables terrenales de tantos
atropellos perpetrados al amparo de un hábito o de una pretendida e inocultable
santidad que no era tal.
De cualquier manera tomemos como audaz para
tiempos oscuros por el hermetismo sacerdotal, esa actitud de autocrítica pese a
que su extensión hacia abajo haya sido mínima y es preciso recalcar ahora un
término que apliqué minutos atrás: lo negativo de la falta de arrepentimiento
equivale más o menos a sentirse inocente con solo haberse confesado hacia
adentro.
Los postulados de vida enlazados
históricamente en diez mandamientos debieran ser la guía para que los
descarriados, en homenaje a Cristo abandonen doblemente sus malos hábitos y se
entreguen a la Justicia de los hombres por una parte y abdiquen de la vestidura
sacra y de las costumbres repudiables en las que hubieran incurrido.
No será palabra de Dios, pero roguemos que
así sea…
Así se la tome como parte de la campaña
JUSTICIA DE HOMENAJEAR A LOS CAÍDOS
INOCENTES VÍCTIMAS DEL ROMANTICISMO
Y es probable que cualquier acto en que se incurriera en tiempos
preelectorales suponiendo su mediatización, sea tomado como parte de la campaña
proselitista, viniera del sector que se le ocurriera proceder.
Y Macri lo hizo, cuando en su potestad de presidente de la Nación rindió
homenaje a la memoria de los soldaditos, cabos, suboficiales, oficiales,
agentes de policía y civiles que repelieran en un cuartel de Formosa un intento
de copamiento cuatro décadas atrás.
Pero en realidad y para ser coherentes con la memoria y la historia,
tengamos en cuenta que la lucha fue contra militantes muchos de ellos
entrenados en el exterior y pertenecientes a los que pretendían tomar el poder
por las armas, seguramente por falta de argumentos que les permitieran en el
tiempo la lucha comicial.
Los familiares de aquellos muertos por la patria recibieron ese homenaje
que sus familiares no pudieron gozar, como tampoco las indemnizaciones ni los
cargos oficiales con los que homenajearan años después a quienes los mataron y
no me vengan ahora con una supuesta reivindicación de la teoría de los dos
demonios porque no es el caso.
Ni tampoco con aquello del terrorismo de estado que según quienes se
consideraban románticos combatientes, había nacido en 1976 cuando la realidad
fue que su cuna había sido en 1973 en un gobierno democrático, el de Maria
Estela Martínez de Perón, tercera esposa
del viejo líder que por si no lo recuerdan, era militar de raza, General de la
Nación.
Ella, “Isabelita” junto con su asesor esotérico el brujo Lopez Rega
instrumentaron esa sórdida lucha en la que tantos sucumbieron.
Por otra parte, el gobierno actual dispuso se pagaran indemnizaciones a
los familiares de los militares y civiles caídos en esas sangrientas circunstancias.
No es lo mismo, si de proselitismo se trata o si de comparaciones
hablamos, a aquel aciago e inoportuno episodio en el que descolgaron retratos
de presidentes militares, cuando las fuerzas armadas habían sido irresponsablemente
desmanteladas y con menos poder de fuego ni siquiera para luchar contra boys scouts.
Entonces no confundamos: si ambas acciones o sea la del retiro de
retratos y el homenaje a los caídos por la Patria fueron jugadas proselitistas,
las tomemos como tales.
Pero la verdad, y a título personal, en este caso más reciente fue
también un justo aunque tardío homenaje a la memoria, y a la historia, esa
historia que ahora muchos buscar esconder o maquillar de romanticismo.
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