6 de octubre de 2019

S.L.B.:EL POPULISMO Y LOS SUBSIDIOS, OCIOS Y NULAS CONTRAPRESTACIONES - SUELDOS MUNICIPALES, DESAFÍO PARA LAS AUTORIDADES ENTRANTES - KAFKA Y LA MEGACAUSA DEL REGISTRO - PAPA FRANCISCO, ENTRE ABUSOS Y PERDONES SIN ARREPENTIMIENTOS - MUERTOS POR LA SUBVERSIÓN: UN JUSTO Y DEMORADO HOMENAJE, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emitido por las radioemisoras de la Universidad Nacional de Córdoba el 6 de octubre de 2019.

Subsidios a diestra y siniestra
EL POPULISMO MÁS EXACERBADO CARECE DE
AUTORIDAD PARA PEDIR CONTRAPRESTACIÓN
 
   Ha pasado demasiado tiempo en nuestro país con la vigencia de un populismo remendado con subsidios, planes, becas al ocio, aplicación de rebajas que finalmente pagamos todos en una serie de servicios tales como electricidad, gas, agua, transportes, etc. que hicieron que la gente mantuviera una especie de ensoñación paradisíaca.
   Pero por aquello que lo bueno pocas veces tiene certeza de eternidad, la situación del país y su lógico endeudamiento tanto interno como externo, llevaron a que todas esas ventajas llegaran a un punto final, con el consecuente desencanto por una parte, las reacciones a veces violentas por otra, y el ulterior resultado de acusaciones que buscan más que soluciones, eso tan viejo de encontrar culpables que nunca aparecen.
   El problema del populismo exacerbado radica en su acostumbramiento, que es cuando la cultura del trabajo y del sacrificio colapsan hasta su claudicación, porque es humano reconocer que la ley del menor esfuerzo prevalece por encima de las ansias de sacrificarse por la paga, con lo que se asegura el bienestar propio, de la familia y de la sociedad.
   El problema del asistencialismo, que en muchos países del mundo se soluciona con aportes monetarios, se diferencian con la costumbre argentina porque en esas latitudes existe el compromiso de la contraprestación construyendo viviendas sociales, ayudando en la limpieza de escuelas y hospitales públicos, en la atención de residencias para ancianos y en otros menesteres, mientras dura el tiempo en que permanece vigente la ayuda estatal que en muchos casos incluye la asignación de una vivienda temporaria.
En pocas palabras, se recibe apoyo económico pero no hay una afectación de ese valioso componente humano que se llama “dignidad” a la que muchos renuncian por vagancia, comodidad, inclinación por el ocio, goce de dinero sin trabajar, o desprecio por el esfuerzo de sus semejantes.
Y como no es simple explicar todo esto con fundamentos contundentes, hurgando en las redes encontré algo que me ahorrará el trabajo de intentar una explicación acerca de la realidad argentina con respecto a los subsidios y operatorias semejantes, que es uno de los factores que ha contribuido en gran medida a la instauración de la famosa y dañina grieta, su profundización y la lejana posibilidad de ser superada.
Lo escuchemos:

   (El audio del informe puede ser encontrado en el espacio correspondiente, ubicado en la columna derecha de este blog.)
  
Sueldos municipales
LA  MEJOR  MEDIDA DEL PODER EN ARAS DE
ASEGURARSE CONFLICTIVIDAD MANEJABLE
   Si en Córdoba existe un gremio combativo a la hora de pelear por mejoras salariales, condiciones de trabajo, conquistas alcanzadas y otros rubros, es el gremio que nuclea a los trabajadores de la Municipalidad de Córdoba de lo que dan testimonio los enfrentamientos históricos de la conducción con todas las administraciones comunales, sin distinción de signos políticos.
   Una parte de la explicación por tamaños logros gremiales es justo asignarla a esa especie de “Papá Doc” como le decían al vitalicio presidente de Haití, el legendario Fransuá Duvalier, pero en versión cordobesa como lo fue Rubén Daniele, al frente de la entidad gremial por más de tres décadas en las que vio desfilar a toda laya de intendentes, manteniéndose firme en su puesto y cosechando reelección tras reelección.
   Si bien su estilo no era del todo civilizado por su costumbre de incitar a la violencia, maltratar a periodistas y aplicar medidas extremas dentro y fuera del palacio municipal, logró el lógico apoyo de sus afiliados porque casos hubo en que solo mediante una amenaza de paro, conseguía conquistas largamente postergadas y luego festejadas.  
  ¿Cómo no apoyar a quien les consigue gangas, horas extras, nombramiento de familiares, códigos de descuento para endeudarse en comercios y financieras y después salir en ayuda de los afectados por la usura mediante la generosidad sindical?
   Resumiendo conceptos, no todas las conducciones políticas de la Municipalidad de Córdoba pudieron sostener que habían mantenido un trato civilizado con el gremio y unos más y otros menos, terminaron negociando las conquistas apetecidas, a veces exageradas con relación a la calidad de las prestaciones de servicios y se las fueron concediendo.
   Esa fue la impronta en el segundo mandato de nuestro joven intendente, ceder ante el gremio con tal de mantener el orden interno en la Municipalidad y una concordia pegada con saliva.
   Por eso es que para muchos resulta exagerado el nivel salarial de los municipales cordobeses, envidiados por sus colegas de otras latitudes.
   Seguramente al sanfrancisqueño intendente debutante, le resultará complicado hacer descender el nivel de afectación salarial con relación a lo que se recauda, porque ahora los sueldos demandan más del 60 por ciento del presupuesto comunal y el Palacio 6 de Julio puede ser declarado ciudad, por contar con más de 11.000 habitantes.
  A lo mejor y sin pensar en algo parecido a la venganza por el origen peronista de Daniele, es pura coincidencia que a dos meses de irse, les concediera un jugoso aumento que supera los índices de inflación sufrida.
      A veces, hay regalos que es mejor no haberlos recibido…

“El Proceso” de Kafka
MAS DE UN SIGLO ATRÁS REMONTADOS EN
UNA FICCIÓN  QUE  AHORA ES LA REALIDAD  


   Joseph K  fue detenido una mañana, aún sin que hubiese hecho nada punible. Preguntó  por qué y se le respondió que se le informaría a su debido tiempo.  
   Se tranquilizó pensando  que era miembro de un Estado Constitucional en el cual reinaba la paz y el orden y las leyes eran cumplidas. Esa mañana no acudiría a su trabajo, pero se encontraba animoso y confiado,  lo esencial era  saber de qué estaba acusado y qué autoridad dirigía el procedimiento pertinente.
   Cuando tiempo después declaró frente al Tribunal, afirmó  que se encontraba  ante una poderosa Organización de agentes que practicaban  el soborno; inspectores y jueces de instrucción, jueces de categoría elevada, funcionarios, policías y quizá incluso verdugos, que enjuiciaba a inocentes en  procesos carentes de sentido y sin ningún resultado.
   El relato pertenece a la obra “El Proceso” de Kafka, pero podemos llegar a especular que se acomoda a medida a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.  
   Escrita en 1914, describe  las diversas situaciones de injusticia que atraviesa el protagonista, como la pérdida de la libertad  sin causa, la culpabilidad preestablecida, sin respeto al  principio de inocencia, el proceso penal secreto en manos de una comisión especial,  la advertencia de que la única forma de escapar es aceptando culpa y el reconocimiento por parte de un asesor de que “El Tribunal, al final, extrae de cualquier parte, donde no había antes nada, una gran culpa”.
   Tan igual que asusta, más de cien años, cosa de Mandinga, más de un siglo atrás…

Perdón y arrepentimiento no alcanzan
EL SANTO PADRE Y LAS BONDADES
DE  LAS  ABSOLUCIONES  INTERNAS
   La comunidad internacional aún no sale de su asombro y de su indignación tras ir apareciendo con alarmante frecuencia casos de malos tratos, vejaciones y abusos perpetrados por sacerdotes y monjas católicas en seminarios, colegios, asilos, residencias estudiantiles y otras instituciones manejadas por el clero con dependencia final de la Santa Sede vaticana.
   No es tampoco cuestión de asignar solamente a los ministros de Cristo las responsabilidades de hechos tan aberrantes cometidos contra niños y jóvenes, porque también tomaron estado público otros atropellos incluyendo ataques sexuales en el seno de otros credos de distintas partes de la geografía terrenal.
   Tampoco sería correcto generalizar porque es mayoría la de sacerdotes comprometidos abierta y riesgosamente con la sociedad, luchadores a capa y espada contra las desigualdades sociales y las lacras que corrompen y degradan a la condición humana.
   Lo positivo ha sido que inexorablemente una buena parte de los graves hechos llegó a conocimiento del máximo exponente del cristianismo, especialmente cuando se ventiló la responsabilidad de algunas eminencias en casos de pedofilia y otras barbaridades semejantes pero siempre repudiables, lo que se agrava  ante la culpabilidad comprobada de jerarquías dentro del poder clerical.
   Aunque fue tardía la reacción papal frente a tantas evidencias, las medidas inicialmente se limitaron a solapados traslados, alguna separación temporaria, abierto repudio en casos más resonantes pero poco se escuchó acerca de arrepentimientos o condenas reales por la aplicación de códigos, salvo el cercano caso del cura Grassi y de algún otro implicado en esos delitos.
    Finalmente el Santo Padre pidió perdón en nombre de la Iglesia, en algún otro discurso prometió acciones duras y en un alarde de imaginería llegó a culpar al diablo por tantas barbaridades cometidas corporizando a un ser inexistente sin caer sobre los culpables terrenales de tantos atropellos perpetrados al amparo de un hábito o de una pretendida e inocultable santidad que no era tal.
   De cualquier manera tomemos como audaz para tiempos oscuros por el hermetismo sacerdotal, esa actitud de autocrítica pese a que su extensión hacia abajo haya sido mínima y es preciso recalcar ahora un término que apliqué minutos atrás: lo negativo de la falta de arrepentimiento equivale más o menos a sentirse inocente con solo haberse confesado hacia adentro.
   Los postulados de vida enlazados históricamente en diez mandamientos debieran ser la guía para que los descarriados, en homenaje a Cristo abandonen doblemente sus malos hábitos y se entreguen a la Justicia de los hombres por una parte y abdiquen de la vestidura sacra y de las costumbres repudiables en las que hubieran incurrido.
   No será palabra de Dios, pero roguemos que así sea…

Así se la tome como parte de la campaña
JUSTICIA DE HOMENAJEAR A LOS CAÍDOS
INOCENTES VÍCTIMAS DEL ROMANTICISMO  

   Y es probable que cualquier acto en que se incurriera en tiempos preelectorales suponiendo su mediatización, sea tomado como parte de la campaña proselitista, viniera del sector que se le ocurriera proceder.
   Y Macri lo hizo, cuando en su potestad de presidente de la Nación rindió homenaje a la memoria de los soldaditos, cabos, suboficiales, oficiales, agentes de policía y civiles que repelieran en un cuartel de Formosa un intento de copamiento cuatro décadas atrás.
   Pero en realidad y para ser coherentes con la memoria y la historia, tengamos en cuenta que la lucha fue contra militantes muchos de ellos entrenados en el exterior y pertenecientes a los que pretendían tomar el poder por las armas, seguramente por falta de argumentos que les permitieran en el tiempo la lucha comicial.
   Los familiares de aquellos muertos por la patria recibieron ese homenaje que sus familiares no pudieron gozar, como tampoco las indemnizaciones ni los cargos oficiales con los que homenajearan años después a quienes los mataron y no me vengan ahora con una supuesta reivindicación de la teoría de los dos demonios porque no es el caso.
   Ni tampoco con aquello del terrorismo de estado que según quienes se consideraban románticos combatientes, había nacido en 1976 cuando la realidad fue que su cuna había sido en 1973 en un gobierno democrático, el de Maria Estela Martínez de Perón,  tercera esposa del viejo líder que por si no lo recuerdan, era militar de raza, General de la Nación.
   Ella, “Isabelita” junto con su asesor esotérico el brujo Lopez Rega instrumentaron esa sórdida lucha en la que tantos sucumbieron.
   Por otra parte, el gobierno actual dispuso se pagaran indemnizaciones a los familiares de los militares y civiles caídos en esas sangrientas circunstancias.
   No es lo mismo, si de proselitismo se trata o si de comparaciones hablamos, a aquel aciago e inoportuno episodio en el que descolgaron retratos de presidentes militares, cuando las fuerzas armadas habían sido irresponsablemente desmanteladas y con menos poder de fuego ni siquiera para luchar contra boys scouts.
   Entonces no confundamos: si ambas acciones o sea la del retiro de retratos y el homenaje a los caídos por la Patria fueron jugadas proselitistas, las tomemos como tales.

   Pero la verdad, y a título personal, en este caso más reciente fue también un justo aunque tardío homenaje a la memoria, y a la historia, esa historia que ahora muchos buscar esconder o maquillar de romanticismo.

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